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El objeto de la suerte por Samantha0507

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Ni Kagami, ni Kuroko entendía que había pasado con el pelinegro, pero la mención del bebé y el desmayo los preocupo.

Kagami levanto al ojos de halcón y acompañado con el peliceleste decidieron llevarlo al departamento que ambos compartían, ya que el moreno no parecía recuperar la conciencia.

Kuroko se sentía demasiado preocupado, no era normal una descompensación tan larga ni siquiera para un hombre embarazado, la pequeña sombra comenzó a buscar un pañuelo para poder mojar la frente del desmayado, mientras Kagami recostaba el cuerpo del halcón sobre uno de los sofás de la sala.

-Kagami-kun…quizá debemos llamar a Midorima-Kun… él dijo que era su bebé…

-Demos unos minutos, si no llevaremos a un hospital y lo llamaremos…

El peliceleste limpio la frente del moreno, el corazón de la pequeña sombra latía a mil por hora, repentinamente él moreno emitió un quejido de incomodidad, tratando de abrir los ojos.

-Por favor díganme que no estoy en un hospital….- con sus manos cubrió sus ojos, respirando pesadamente, tratando de evitar el mareo que se le produciría el levantarse.- Muchachos…. Qué me paso?

- Takao-kun, te desmayaste en plena calle…Kagami-kun logro sostenerte antes de que fuera a dar al suelo…- agrego la pequeña sombra al notar como el moreno ponía ambas manos sobre su vientre.-… Takao-kun… estas embarazado verdad. – la afirmación de la pequeña sombra logro sacar un sonrojo en las mejillas del pelinegro.

La sonrisa que Takao les mostro que aquel pequeño que crecía en el vientre del moreno ya era amado, pero una sombra de duda hizó acto de presencia en la mirada del ojos de halcón.- Yo… no se lo he dicho a Shin-chan… yo… tengo miedo…- las lágrimas bajaron por las mejillas del moreno, mientras las palabra salían suaves de entre sus labios, no dejo de tocar su vientre y menos de sonreír, el moreno estaba feliz y asustado, la situación no era para nada normal, Kuroko de acerco y ayudo al moreno a sentarse cuando noto el intento que estaba realizando el embarazado, se notaba aún mareado, pero ya menos confuso.- Tengo miedo… Shin-chan… Shin-chan lo querrá?.. Tengo miedo… tengo miedo que nos rechace… yo no podría soportar otro rechazo… menos quiero que él sienta lo que y…- ya no resistió más cuando un sollozo salió de entre los labio del ojos de halcón.- tengo tanto miedo…- el peliceleste lo abrazó, tratando de calmarlo un poco, sabían que los embarazados tenían cambios por las hormonas y dadas las circunstancias que Takao vivía con su sexualidad y sus padres, era más que normal que reaccionara de esta forma.

-Takao, no debes llorar los bebés sienten todo lo que su madre siente… y si ese cuatro ojos de Midorima no quiere el bebé… aquí tienes dos amigos que estarán contigo en todo esto… - el pelirojo le sonrío con mucho cariño, mostrando un leve sonrojo ante la declaración que estaba realizando, dejando sorprendido a su pequeña pareja, pero con el corazón lleno de orgullo, a veces el tigre salía con cosas que lo enamoraban cada día más.- ahora llámalo es bastante tarde y debe estar preocupado- agregó entregándole el teléfono, cuando el moreno se había ido a vivir con el peliverde y por alguna extraña costumbre que la generación de los milagros mantenía, había preparado una reunión para informar de la nueva situación sentimental de cierto fanatico del horóscopo, cada una de las pareja externas a los miembros regulares de Kiseki reflejo un gesto de duda antes la forma en que el peliverde hablo en dicha reunión , según Akashi está era la forma que el peliverde tenía para recocerlos como amigos, para mostrar ese cariño que el de lentes les tenía y que siendo un tsundere no podría hacerlo de una mejor forma.

El moreno miro el teléfono y en realidad lo mejor era llamar a su novio, la verdad es que probablemente el peliverde estaría con ataque al no encontrarlo.

Ese día Takao había estado enfermo y de un minuto a otro había desaparecido, Shin-chan estaría histérico es lo más seguro.

-Hola… Shin-chan…- su voz salió más compungida de lo que él mismo espero

-Takao dónde estás? Fuiste a algún hospital? Te sentiste peor, debiste llamarme… por favor dime que estas bien?...

El moreno quería decirle tantas cosas a su compañero, su amante, su amado, su Shin-chan, pero por donde partir, decirle que estaba mejor, que sabía que su malestar no duraría mucho, que serían padres, padres, fue en ese minuto que el corazón del ojos de halcón se quebró, estaba embarazado, sería mamá de un lindo niño o niña, probablemente de ojos verdes, habilidoso, talentoso, nunca más estaría solo, nunca más serían las cosas solo para él, sino que ahora alguien dependía de él, para siempre.

-Takao-kun…. Te sientes bien?- la pequeña sombra acaricio lo cabeza de Takao, retirando de sus manos para tomar el teléfono, notando que el moreno temblaba y que no decía palabra.

-Midorima-kun… Takao-kun está un poco nervioso, podrías venir a buscarlo…

-Kuroko, no entiendo, como es que tú y Takao están junto…- el sonido de vidrios quebrándose llegó al peliverde por medio del aparato.

Kagami sostenía al moreno quien nuevamente había perdido el conocimiento dejando caer el vaso con agua minutos antes.

-Midorima-kun, ven pronto a mi departamento… - sin decir más, ni esperar una respuesta de más alto, corto la llamada.

El peliceleste ayudo al tigre a recostar al pelinegro nuevamente, se veía pálido y sudoroso, solo les quedaba esperar a que llegara el de lentes

Al de lentes el camino a la casa del peliceleste se le hizo eterno, estaba tan asustado, no lograba comprender que estaba pasando, sabía que su novio era muy amigo del rubio gritón que él bien conocía, pero el tigre y la sombra nunca fueron cercanos con su pareja, tenía tan apretado su pecho, sentía miedo, si le pasaba algo al halcón él se moriría, ya no sería nada sin el moreno.

Takao recupero el conocimiento a los pocos minutos, pero la verdad es que no se sentía para nada bien, con ayuda de sus amigos se acomodó como pudo sobre el sofá a esperar al ahora padre de su bebe.

Los minutos pasaban y para el moreno se hacía eterno, se empezó a sentir peor a cada segundo, Takao comenzó a temblar bruscamente, los nervios de tener que enfrentar al ahora padre de su bebé, las náuseas y la fatiga por la falta de alimento estaban descompensando su cuerpo en extremo, los brazos y las piernas comenzaban a hormiguearle.

-Kuro-chan, me podrían dar un vaso de agua… yo… no me siento muy bien…- termino de decir cuando una nausea subió bruscamente por su garganta, logrando poner sus manos sobre su boca.-…lo siento…pero necesito vomitar…- Kagami lo acercó al lavabo, pero solo pudo devolver el agua que había bebido.

-Takao-kun comiste algo?- el moreno negó.- Kagami-kun puedes preparar algo liviano para que Takao-Kun pueda comer?

El tigre asintió y se fue presuroso a la cocina, primero llevando de vuelta a Takao al sofá, Kuroko se dedicó a refrescar la frente de su compañero, tomó la mano del más alto en señal de apoyo, ninguno dijo nada, continuaron en silencio.

POV MIDORIMA

Le faltaba el aire, ni en los partidos se sentía tan cansado como en ese minuto, quería llegar , con desesperación , era lo único que quería en ese minuto, quería llegar y poder ver a Takao, poder abrazarlo, poder sentir el calor de su cuerpo entre sus brazos, poder estar con él.

Kagami abrió la puerta y detuvo al peliverde.

-Takao…- un jadeo salió de los labios del zurdo

-Midorima… respira, está adentro con Kuroko, está comiendo algo… se desmayó…su cuerpo se encuentra un poco débil…

El de lentes sintió su cuerpo estremecer, jamás debió salir y dejar solo a su novio, él debía cuidarlo, se lo había prometido.

Kuroko llevaba la cucharada de sopa a la boca del moreno, el pequeño tuvo que ayudarlo, ya que las manos del ojos de halcón no eran capaces de sostener la cuchara por más esfuerzo que pusiera.

El peliverde no recordaba haber visto de esa forma a su pareja nunca, se veía débil, aquel vivaz hombre del que llevaba más de un año enamorado estaba junto frente a sus ojos, con la tés blanca, sus labios entreabiertos y de un suave tono morado, respirando con dificultad mientras mantenía su cabeza apoyada en el hombro de la pequeña sombra, quien trataba de comiera un poco.

-Kazunari… que te pasa?

Un susurro llamo la atención de las personas en la sala, a paso lento el peliverde llego hasta su novio.

-Kuroko, que le pasa?- dijo sentándose junto a su pareja.

-Será mejor que él te lo explique Midorima-kun.- se levantó apoyando el cuerpo del moreno sobre el más alto.

-Shin-chan… perdón…- con sus manos acaricio las suaves mejillas de Midorima.- … te ves preocupado… lo siento mucho…

-Tranquilo… ahora dime, cómo es que se te ocurrió salir en estas condiciones?...si necesitabas algo debiste llamarme y yo lo llevaba…no debes estar solo en la calle si estas enfermo…- acaricio la cabeza del moreno que descansaba sobre su pecho.

-…no estuve solo…- respiro pausadamente.- … Ki-chan…Kuro-chan…Kagami-chan… me acompañaron…- tomo valor alejándose un poco del cuerpo de su amado.

-Estuviste con Kise… tú solo vas con Kise cuando algo malo ocurre…acaso tú…- el peliverde trago imaginándose lo peor.

-…yo …Shin-chan…Tú…nosotros…- le empezó a faltar el aire entre frases.

-Shuuuuu… Kazunari calma…-tomo sus manos depositando un beso en cada uno de ellos, tanto Kagami, como Kuroko se sintieron como intrusos ante tal muestra de amor, la verdad es que él peliverde podía ser muy tierno cuando se lo proponía.

-Yo…Shin-chan… sé que no querías que nada cambiara y de verdad no lo tenía planeado, pero yo lo amo y sé que tú también lo harás…

-… Takao no entiendo…-él moreno tomó las vendadas manos de su amado, pasándolas delicadamente sobre su vientre aún plano, mostrando una brillante sonrisa.-… hoy lo supe… él o ella crece aquí…nuestro pequeño o pequeña… te imaginas…- el peliverde no podía decir nada, no caía en cuenta en lo que pasaba, levanto su rostro para observar a su pareja, quien había comenzado a llorar, logrando hacerlo reaccionar.- Shin-chan si no lo quieres… yo no te obligare…me iré…pero no lo prives de tú presencia…sé su padre...- agregó cuando sorpresivamente el peliverde lo abrazó

-Gracias Kazunari, gracias por todo esto…seremos una hermosa familia, una pequeña familia, llena de amor para siempre… te amo Kazunari… te amo tanto que no me cae en el corazón.

   

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