Ryeowook un joven de 26 años amante de la lectura, no hace mucho había llegado a aquel lugar misterioso que consideraba su nuevo hogar. No era tan grande como las otras casas del lugar pero si era bastante cálida y misteriosa un ambiente que a el le agradaba, algunos muebles de la casa aun permanecían parecía que ya tenían mas de 50 años ahí aun así permanecían útiles y para su sorpresa estaban bien cuidados, un librero con detalles tallados a los costados llamo su atención, lo miro curioso tomo el único libro sin letras en la portada comenzando a hojearlo leía entre líneas parecía bastante interesante la historia que contenía, miro su reloj dándose cuenta que ya era demasiado tarde dejo el libro sobre aquel escritorio que se encontraba ahí y se dirigió a su habitación.
En las penumbras de la obscura noche no muy lejos de la habitación donde había estado ryeowook a través del ventanal se podía ver una figura apenas visible de un ¿hombre? el cual tras unos segundos apareció en el mismo lugar tomando el libro entre sus manos una sonrisa ladina apareció en su rostro.
— ¿¡Así que te has interesado en mi historia!?, veamos que tan curioso eres — dejo el libro en su lugar volviendo a desaparecer. Esta vez había llegado a la habitación del joven de cabello castaño lo observo dormir, tenia envidia de el hace mucho que el no sabia que era eso o como se sentía. Miro un poco mas con detenimiento el rostro del joven se paralizo al verlo, no era bueno para el quedarse ahí lo mejor seria irse.
Aquel joven misterioso había regresado a su "casa" ya había pasado tanto tiempo ahí que conocía a todos los que vivian por ahí, el chico recién llegado era EL lo reconocería en cualquier parte. Eso era imposible ambos habían muerto el mismo día pero en diferentes lugares, al parecer se había equivocado o ya se estaba volviendo loco, tanto lo había extrañado que ya lo alucinaba, algo no estaba bien el seguía igual de joven o tal vez no pero ¿como? el lo había visto morir.
A pesar de que wook sentía una fuerte y macabra mirada sobre el a donde quiera que fuera cada que la buscaba no encontraba al dueño de tan penetrante mirada, eso comenzaba a asustarlo pensaba que alguien malo lo acosaba.
Luego de un agotador día regreso a su casa, miro el piano sentándose en el banquillo cerrando sus ojos comenzando a tocar una melodía que no conocía, lagrimas salían de sus ojos sin razón alguna, los abrió de repente al sentir un ambiente extraño a su alrededor.
— Es impresionante que aun recuerdes esa canción — dijo aquella extraña y ronca voz, ryeowook se estremeció ¿como ese extraño había entrado a su casa?.
— ¿Quien eres? ¿como entraste a mi casa? — pregunto sin mirar a la persona que se encontraba detrás de el — responde — no obtuvo respuesta alguna se giro encontrándose con un apuesto hombre de cabello negro, mirada penetrante y su piel mas pálida de lo normal — responde o llamare a la policía.
— ¿Que quien soy?, alguien que ha esperado mucho por ti — aquella respuesta helo la sangre de ryeowook, el extraño prosiguió — realmente no importa como entre, y si llamas ellos no te creerán nada de lo que es digas — sin decir mas camino hasta la puerta una vez que la atravesó desapareció.
Yesung lo vigilaba desde las penumbras ahora que lo había encontrado de nuevo no lo perdería vivo o muerto tenia que estar a su lado. Como cada noche siempre miraba a ryeowook a veces desde afuera otras permanecía al lado del menor sin que este se diera cuenta de su presencia, ya era su rutina tomar el libro sin letras en la portada comenzando su lectura a las 9:43 ni antes ni después siempre la misma hora.
Cansado de aquella rutina decidió que era hora de actuar, wook se encontraba sentado leyendo como siempre cuando toda la luz se fue, camino a tientas hasta que encontró lo que buscaba varias velas para alumbrar su camino tomo un cerillo de una cajita y las prendió. Al llegar de nuevo a donde se encontraba el libro su sorpresa fue enorme al ver un antifaz, no se explicaba de donde había salido eso.
El siguiente día sucedió lo mismo, esta vez junto a la mesita de noche de su habitación encontró una extraña invitación, la dirección que decía ahí era la de aquella casa misteriosa de al fondo de su calle la mas grande y por lo que había escuchado nadie conocía al dueño, todo lo relacionado a esa casa era un misterio. Como bien decía la invitación deberían ir con algo cubriendo su rostro, lo primero que se le vino a la mente fue el antifaz que había encontrado la vez pasada.
El joven fantasma se encontraba frente a aun piano, extrañamente tocaba la misma melodía que ryeowook la vez que le dijo esas cosas, de sus ojos ni una lagrima salía y su rostro no mostraba expresión alguna.
— Mañana será el final de todo — susurro para si mismo sonriendo con melancolía, colocando un disco de esos negros de acetato en un aparato antiguo que parecía una enorme flor pero realmente era una bocina dejo que la música resonara por toda la habitación. Así pasaron las horas a veces caminaba otras simplemente se quedaba sentado cruzando sus piernas, tomando una taza de te aunque eso no le sabia a nada.
Preparo las ultimas cosas en unas cuantas horas lo vería sonrió mirando el libro que se encontraba en aquella mesita, era el mismo que tenia ryeowook ya se lo sabia de memoria por que era la historia de ambos, una historia que tenia un trágico final, pero el quería cambiar eso. Dejo de pensar y miro el reloj ya faltaba poco para que todos llegaran, se puso de pie la puerta principal de la casa se abrió dejando paso a los invitados, todos tenían su rostro cubiertos.
— Todo aquí es realmente sorprendente — dijo al momento de que paseaba su mirada curiosa por toda la casa, miro el ventanal en forma circular en medio de las escaleras, siguió paseando con una copa de vino entre sus manos, volvió a mirar las escaleras cuando EL apareció de repente, pestañeo un par de veces no había visto a nadie caminar o bajar por ahí y en un abrir y cerrar de ojos el aparecía con su antifaz en su mayoría de color dorado con detalles marrones, todo el vestía de negro al contrario de wook quien iba de blanco y el antifaz azul con detalles dorados.
Las miradas de ambos se conectaron por unos segundos o quizá mas tiempo, ryeowook se giro por un momento cuando volvió a mirar el ya no estaba, lo busco por toda la estancia pero ni rastro de el paseo por toda la casa una melodía triste se escucho en el fondo de un largo pasillo se le hacia conocida. Siguió en silencio hasta llegar a esa puerta negra, la abrió ahí estaba el sentado tocando esa melodía triste aun mantenía el antifaz en su rostro. Cuando sintió la mirada del mas joven sobre el dejo caer estrepitosamente sus manos sobre las teclas del piano viejo.
— ¿Que es lo que haces aquí? — pregunto con una voz aterradora — tu aun no debes estar aquí — ryeowook lo miro confuso sin moverse de donde estaba.
— ¿¡A que se refiere!? ¿debería estar en otro lado? — paseo la mirada por todo el lugar hasta que un libro llamo su atención — ¡oh! — sin importarle las palabras dichas por el chico misterioso camino hasta el tomando el libro — ¡por que también usted tiene este libro!.
— Deja de hablarme de usted y de hacer tantas preguntas ¡tu y yo nos conocemos muy bien! — soltó sin pensar aventó el libro de las manos de ryeowook haciendo que este caminara lentamente para atrás hasta que choco contra la pared — ¿Sabes que hora es? — dijo de repente, confundiendo a wook aun mas — si te digo todo nunca me creerás.
— Deja de revolverme mas y explícate — exigió, yesung negó — ¿por que no? — yesung dudo en decirle hasta que escucho aquellas palabras del menor — ya sea cualquier cosa que quieras de mi te la daré a cambio de que me digas.
— Seguro que lo harás — wook asintió, yesung no creyendo en su palabra dejo una marca roja sobre la mano del contrario — me creas o no al terminar de decirte todo vendrás a mi lado.
— ¿¡Por que!? — no obtuvo respuesta alguna.
— Tu y yo hace tiempo fuimos amantes, ambos felices hasta aquel día del accidente ambos morimos, no se por que rayos tu sigues vivo y de la misma edad ha pasado mucho tiempo desde aquello, te preguntas por que el libro no es así, lo que esta ahí escrito es nuestra historia, por eso te llama demasiado la atención, y la canción fue la ultima que escuchamos ese día por eso la recuerdas y no sabes de donde... ya di muchas explicaciones vámonos — tomo a ryeowook del brazo guiándolo a la ventana.
— ¡Espera!.
Yesung lo ignoro jalando mas fuerte de su brazo hasta pegar sus cuerpos, abrió aquella ventana dejando que la luz cegadora entrara por todo el lugar, haciendo que todo comenzara a caerse en pedazos.