Capítulo 1. El amor es una ventana
Le molestaba el hecho de que siguiera caminando de un lado para otro sin poder detenerse un momento, parecía estar más impaciente e hiperactivo que cualquier otro día. Sólo lo veía de reojo, pero eso era más que suficiente para alterarlo.
Bufo perdiendo la paciencia sin despegar la vista de su libro, pero le era imposible ignorar esa mancha color negro que se movía de un lado para otro. Volvió a concentrarse en su lectura y en la suave melodía de Mozart que tocaba su reproductor de música, pero escucho un suspiro –demasiado fuerte- frustrado y le hizo bajar el libro levantándose de golpe de su cómoda posición en su sofá favorito.
Fue hasta la ventana y cerro con furia la cortina, no sin antes mirar al otro balcón frente al suyo, allí estaba como todos los días con una sonrisa tan autentica que le hacía hervir la sangre en un agobiante sufrimiento. Algo le advirtió de su siguiente acción, sabía que lo había visto y ahora estaría esperando por lo mismo de todos los días: un saludo. Suspiro. Escucho los pasos de nuevo moviéndose de un lado para otro, maldijo por dentro a esos zapatos de jazz que usaba y sonaban en cada paso. Tiro de la cortina para ver por la ventana y seguía allí.
—Hola Luhan — dijo feliz de verlo.
El mencionado trago el nudo en su garganta dificultándole el pronunciar una palabra coherente, pero mantenía la mirada fija en él. Su cabello negro se paseaba con el viento de esa tarde de otoño, su piel lucia de manera diferente con la luz naranja del sol ocultándose en el horizonte, sus pantalones negros y su camisa color gris con letras negras con una ridícula frase que a Luhan le hizo querer hacer una mueca «Dance With Me» parecía una invitación de mal gusto que en ese momento le hizo querer aventarle su zapato en la cara. Supo que llevaba demasiado tiempo observándolo cuando él sonrió.
—Hola Sehun — al fin logró decir.
Siguió viéndolo hasta que Sehun se recargo en el barandal de su balcón, con esa mirada triunfante y sintiéndose bien por haber logrado su objetivo, entonces volvió a hablar:
— ¿Quieres salir conmigo?
Luhan soltó el aire que estaba reteniendo desde hace un rato sin darse cuenta y pensó en cuantas veces ya había escuchado esa pregunta: 20-30 tal vez… y seguía sin entender la insistencia de Sehun. Y hasta parecía que esa ridícula camisa se la había puesto apropósito para de alguna forma creer que podía persuadirlo.
—Tengo cosas que hacer — contesto retrocediendo para entrar de nuevo en su habitación.
—Ni siquiera te he dicho el día ó a qué hora — dijo sin perder su sonrisa.
—Tengo…
—Sí claro, leer libros todos los días llegando de la universidad es tener mucho que hacer — sonrió con satisfacción al ver las mejillas de Luhan sonrojarse.
—Me gusta leer — dijo sin dejar su aspecto serio.
—Lo veo. Siempre estas allí, horas y horas — se puso derecho y metió sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón moviéndose adelante y atrás en sus puntas y talones —. Vamos, tienes 20 años y estas desperdiciando tus mejores años de juventud.
— ¿Quién lo dice? — su voz sonó molesta.
—Yo — dijo riendo.
Luhan mordió su labio inferior conteniendo las ganas de gritarle y aventarle la planta que tenia a sus pies.
—Entonces dices que debería salir todos los días después de la escuela, llegar por la madrugada para ir a clases desvelado ¿Es eso? — cruzo los brazos en su pecho tratando de hacer obvia su comparación e indirecta.
—No exactamente — lo miro curioso —. Salir de vez en cuando no te hará mal, estas en la Universidad y es normal que salgas. Además por lo que veo no disfrutaste la preparatoria como debías.
Luhan volvió a sentir la sangre hervirle y mordió su lengua.
—Eso no te interesa — frunció el ceño.
—Parece que acerté — dijo mirando a otro lado —. Vamos Luhan, sólo una salida conmigo, no será fin del mundo.
—No lo sé…
Luhan miro al suelo y paseo la mirada en el patio que los separaba, pero levanto la vista al instante en que escucho una risita y un grito.
— ¿Qué? — dijo enojado.
—Es la primera vez que me contestas así — sonrió llevándose una mano al pecho —, ahora sé que la próxima vez que te pregunte me dirás que sí.
Luhan se quedo impresionado ante su respuesta y más ante la emoción que Sehun mostraba por convencerlo a salir con él.
—Yo… — murmuro.
La voz de alguien más lo saco de su ensoñación o perturbación.
— ¡Sehun!
Y el mencionado miro a la calle y Luhan paso de Sehun a quien lo llamaba.
— ¡Kai! Enseguida bajo — sonrió a su amigo que iba en una bicicleta, el otro le hizo una seña con su mano y miro a Luhan que seguía ido en sí mismo —. Mañana esperare con ansias nuestra cita.
— ¿Eh?
Luhan reaccionaba demasiado tarde viendo a Sehun tomando una chaqueta encima de su cama y saliendo de su habitación para luego salir al patio y tomar su bicicleta, abrió la verja y salió al encuentro de su amigo.
— ¡Espera! — Luhan grito y Sehun le miro divertido alejándose calle arriba.
Luhan se quedo mirando el atardecer dando paso a la noche pensando en que tenía una cita y no con cualquier persona, sino Oh Sehun, alguien muy diferente a él.
No odiaba a su vecino, sólo le exasperaba que siempre estuviera tan tranquilo por todo, tenía una vida “divertida” decía él, pero no es como si con el paso de los días se hubiera enamorado de él por verlo a diario por esa ventana. Ni siquiera tenía la intención de entablar conversación con él, pero parecía que eso no era algo que Sehun dejaría por alto.
Termino de arreglar sus cosas en su nuevo hogar, algo diferente a lo que estaba acostumbrado, pero estaba bien para él solo, pues era obvio que lo estaría. Comenzaría a estudiar medicina en la Universidad de Corea, mudarse de China para estar con su padre a causa de su trabajo, no quiso dejarlo solo y además quería un cambio.
Salió a su balcón, se sentía diferente pues nunca había tenido una casa así, su casa en China daba a una avenida y no había mucha tranquilidad, allí era diferente. Se recargo en el barandal y observo su pequeño patio que separaba a las dos casas. Miro al frente y un chico lo observaba con una sonrisa, quiso apartar la vista y hacer como si no lo había visto pero algo no le dejaba hacerlo.
—Hola — le dijo.
—Hola — respondió sin sonreír.
—Soy Oh Sehun.
—Soy Xi Luhan.
Se sintió incomodo por como lo miraba, pero parecía que sus pies no querían moverse hasta que él otro dijera algo más.
—Así que… eres mi nuevo vecino.
—Sí.
—Al fin tendré algo que ver, ya era muy aburrido mirar todos los días a una habitación sola, ahora puedo ver algo mucho mejor.
¿Qué le pasaba a ese sujeto? Luhan se giro en sus talones sin decir nada y Sehun volvió a hablar.
—Si necesitas algo, sólo mira por la ventana.
Volvió a tumbarse en su sofá sin entender que acababa de pasar. Su mente le había jugado una broma pesada al aceptar salir con Sehun, ¿Acepto? Se quedo mirando al techo y puso una mano en su pecho, normal, se alzo de hombros. Siguió leyendo hasta que le dieron ganas de comer algo, dejo la comida de su padre en la mesa sólo para ser calentada, apago las luces de la cocina y volvió a subir a su habitación. Se quedo tirado en su cama escuchando a Beethoven dejando que la música lo transportara al escenario que componía, pero alguien invadía su mente… Sehun. Abrió los ojos de golpe y llevo su mano a su pecho, pero no latía con fuerza como él creía, hizo una mueca y decidió que su cuerpo no respondía a esos estímulos.
Se levanto de su cama y camino hasta la ventana, miro el reloj que estaba en la pared, 10 de la noche. Espío por una ranura de la cortina al frente, las luces estaban apagadas lo que le dio la idea de que Sehun aún no llegaba, abrió más la cortina y decidió salir al balcón. Escucho los sonidos de la noche, y vio la luz de las otras casas que poco a poco se apagaban. Observo la casa de Sehun que sólo estaba iluminada la parte de abajo y supuso que era su familia, eso le hizo sentir solo. En China al menos estaba con su madre y hermano, pero con la ausencia de su padre en ese lugar le hacía pensar en que si había acertado el irse con él, pero sabía que su familia lo esperaba por las vacaciones, sólo quisiera con quien hablar de vez en cuando. Tienes a Sehun una vocecita le dijo, eso hizo que frunciera el ceño. El viento frio lo hizo estremecerse y de pronto sintió una mirada, la busco y allí estaba.
—Supuse que ya estarías dormido — sonrió Sehun desde su balcón.
Luhan no supo en qué momento el menor ya se encontraba observándolo con curiosidad.
—Sólo salí porque…
—Estabas esperándome ¿no es así?
—Claro que no — respondió rápidamente frunciendo el ceño.
—Entonces… — hizo una mueca como si estuviera pensando —, vas a contestar la pregunta que te hice por la tarde ¿a que si?
Luhan mordió su labio algo nervioso. Entonces si no había aceptado podría rechazarlo, pero lo más extraño es que no sabía si era lo que quería. Bajo su mirada, viendo sus pies que se movían nerviosamente.
—Luhan — hizo que lo mirara —, sólo di que sí, sé que no te arrepentirás.
¿Por qué la insistencia? ¿Por qué esa sonrisa? ¿Por qué él?
—Está bien… — dijo en un susurro.
— ¿Qué dijiste? — Sehun escuchaba perfectamente ya que no había sonidos que perturbaran su audición pero tenía que comprobar que era verdad.
—Saldré contigo — dijo elevando la voz un poco.
Sehun soltó una risita y se agito el cabello emocionado —Gracias Luhan.
Eso desconcertó tanto al castaño que sintió algo molestarle en el pecho y su estomago. Miro a Sehun envuelto en su felicidad sólo por aceptar su invitación, no lograba comprenderlo.
—Nos vemos mañana Luhan.
Había olvidado que mañana era viernes y por supuesto que tendría todo el tiempo del mundo para estar con Sehun, pero algo le inquietaba respecto a todo eso.
—Hasta mañana… Sehun.
El menor sonrió y se metió a su habitación cerrando la ventana al balcón. Luhan hizo lo mismo y cerro las cortinas para volverse a tirar en su cama. Volvió a poner su mano en su pecho, latía con normalidad pero por alguna razón sentía su cuerpo envuelto en un calor agradable, sonrió a medias y se dejo vencer por el sueño poco a poco sin dejar de pensar en Sehun.
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Se levanto como siempre escuchando su alarma con la melodía de Berlioz, desayuno y saludo a su padre quien se levantaba unos minutos después, prometieron verse en su día de descanso de ambos. Antes de irse, miro por una rendija de la ventana para ver a Sehun pero la luz apenas se encendía, lo que le dio una idea de que apenas se levantaba y el menor llegaría tarde; tomo su mochila y salió con dirección a la Universidad.
No se topo con Sehun en su horario de clase, era obvio, pues él estaba al otro lado del campus en la facultad de Artes Mixtas mientras él estaba en la facultad de Medicina, así que no pensaba en Sehun recorriendo la mitad del campus para encontrarse con él. Sus agotadoras clases seguían durante varias horas más hasta que la campana sonó y agradecía por mucho el no tener que quedarse como otros viernes para hacer alguna práctica, se despidió de sus compañeros mientras se perdían en su bullicio planeando salir esa tarde o al día siguiente. Busco sus cosas y salió de su edificio, para encontrarse con un monton de sus compañeras armando escándalo al final del pasillo. Luhan siguió caminando hasta salir del edificio pero escucho que alguien lo llamaba.
— ¡Luhan! — giro en sus talones y se encontró con Sehun corriendo hacia él mientras que iban otros de sus compañeros detrás de él escabulléndose de las chicas de allí —. Pensé que no te alcanzaría — dijo jadeando.
Luhan quiso correr y fingir que no lo conocía, pero ya era muy tarde para eso, pues seguía divagando en el hecho de ver a Sehun en ese lugar.
—No era necesario que vinieras acá, nos podríamos ver en casa, quiero cambiarme — dijo sin darle importancia.
— ¿Quieres verte guapo para mí? — dijo sonriente y Luhan inmediatamente negó con la cabeza un tanto frustrado de que sus palabras se malinterpretaran —, no importa, así te ves bien.
Luhan torció la boca mientras miraba la ropa de Sehun, unos pantalones azul marino y una camisa blanca holgada con la frase de «Love Me Now», ¿acaso tenia miles de camisas con mensajes de ese tipo? Suspiro.
—Hicimos una disección y me salto bilis a la ropa — señalo sus pantalones mientras Sehun emitía un gritito de sorpresa.
—Así con bilis te ves bien — sonrió.
Luhan alzo una ceja sin mostrar emoción alguna y volvió a hablar: — ¿Para qué me buscabas?
—Bueno, la verdad es que… — de repente se vieron interrumpidos por los acompañantes de Sehun.
—Te dije que lo había logrado — dijo Kai a quien Luhan reconoció al instante, un chico alto, tez morena y una sonrisa amigable, mientras le daba un golpe a un chico más bajito que ellos.
—No pensé que Sehun dijera la verdad — dijo el castaño bajito cruzándose de brazos.
—Deben creer más en Sehun — dijo una chica rubia mientras reía.
Luhan se quedo sin saber que decir pese a sentirse juzgado, exhibido ó en una clase de programa de televisión de cámara oculta, no sabía si darle rienda a lo que su mente estaba pensando respecto a la cita con Sehun.
—Lo siento Luhan — hablo Sehun sacando a Luhan de su proeza —, me escucharon hablar con Kai en un ensayo y no creían que tuviera una cita contigo, son demasiado entrometidos en lo que no les importa — los señalo enseñándoles la lengua —, en fin tuve que cargar hasta acá con ellos — dijo abatido —. Deja que te los presente, esta pequeña cosa que intenta ser un hombre se llama Baekhyun, creo que ya conoces a Kai, la única y sexy del grupo Hyoyeon y el es Lay — este se adelanto.
—Hola soy Zhang Yixin — saludo en chino haciendo que Luhan sonriera y por inercia se acercara.
—Hola soy Xi Luhan — respondió de igual manera.
Sehun se sintió que quedaba fuera del grupo hasta el punto de sentirse más pequeño que Baekhyun.
—Bueno, si, él es Luhan — quito a Lay del camino para quedar frente a Luhan poniéndose a su lado —, ya que lo vieron pueden irse gracias por su participación en este pequeño sketch de comedia, nos vemos el lunes, adiós — les hizo un ademan con las manos.
—Mucho gusto — dijo Luhan —, ¿todos son de la misma especialidad que Sehun? — pregunto para no parecer grosero, aunque no le importaba mucho saber de ellos.
Antes de que contestaran Sehun hablo: —Sí, a excepción de la criatura pequeña él está en composición y canto, nosotros somos de danza.
Luhan miro a Sehun quien parecía impaciente por irse —Ya veo, fue un gusto en conocerlos.
—Sí — Sehun dijo feliz —, nos vemos el lunes.
—Es injusto queríamos ir con ustedes — Baekhyun y Kai se quejaron al mismo tiempo.
—Tontos — Hyoyeon les jalo las orejas a ambos —, es una cita, no quiere niñeros y parejas incompletas con ellos. Nos vemos el lunes Sehunnie, cuida de Luhan — sonrió mientras tiraba de los otros yéndose de allí.
—Nos vemos Luhan — se despidió Lay en su idioma natal.
—Nos vemos Yixin — sonrió.
Sehun pensó en lo tonto que se vería si actuara como un novio celoso, puesto que ni una cita había tenido, así que contuvo las ganas de decir algo. Pero quería que Luhan sólo le sonriera de esa manera tan tierna, ya que nunca lo hizo desde que lo conoció. Suspiro resignado y llamo la atención de Luhan.
—Te acompañare a casa para que te cambies.
—Está bien.
Luhan se cambio rápidamente de ropa mientras Sehun hacia lo mismo. Luhan tuvo que evitar mirar por la ventana si de verdad estaba Sehun cambiándose ó sólo lo usaba de excusa para observarlo, que tonterías piensas Luhan, su mente le hizo saber. Una vez listo salió a la calle esperando a Sehun, llevo su mano a su pecho y nada. «Debo de estar defectuoso»