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Healing Love por LayHun

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Notas del fanfic:

Siempre me gustaron los sonfics y quise hacer uno propio espero les guste.

Es un ThreeShot asi que disfrutenlo y sigan apoyando a esta maravillosa OTP.

Notas del capitulo:

Si hay errores no duden en hacermelo saber con comentarios.

Ahora lean  disfruten n.n

Una tranquila noche los dos amantes se encontraban en su cuarto de hotel descansando de las obligaciones diarias, una sesión de fotos y un concierto para ser exactos, pero uno de ellos no conciliaba el sueño.

 

Recostado frente al amor de su vida, el sonreía dulcemente mientras observaba como dormía. Lo que comenzó como una fuerte amistad se transformo en algo más, mucho más de lo que Sehun pudo pedir para sí mismo.

 

Pero sabía con certeza que esos bellos momentos compartidos cada día; el poder abrazarlo, besarlo y observarlo dormir; eran opacados por las pesadillas que tenía por las noches. Siempre las mismas expresiones de tristeza, seguidas de murmullos y sollozos.

 

El menor sabía exactamente lo que estaba soñando y el hacerlo le rompía el corazón.

 

-Por…favor…no…- murmuraba mientras las lágrimas caían sobre su rostro –No me dejes…-

 

-No lo hare Tao…- respondía el Maknae, aun sabiendo que esas suplicas no iban dirigidas a él –Me quedaré, así que no llores…- notaba como lentamente el panda relajaba su rostro adolorido y sonreía haciendo que una mueca apareciera en sus labios.

 

-Te amo…Kris…- susurró para luego quedarse completamente dormido, la mano temblorosa acarició su cabello oscuro y sin pedir permiso una lágrima rodó por su mejilla haciendo que la limpiara con rapidez.

 

-También te amo…- murmuró Sehun, depositando un beso en la frente del panda.

 

Siempre estuvo para él, en cualquier momento y lugar era su apoyo, su tranquilidad y estabilidad. Pero incluso ahora él era su amor no correspondido, a pesar de tener una relación, estar juntos siempre y reír cada día, Tao no superaba a su antiguo novio y eso al Maknae lo tenía enloquecido.

 

Solo le bastaban esas palabras tan dolorosas para no querer permanecer en su cama. Se levantó y fue hasta el gran ventanal del cuarto de hotel, abriéndolo y dirigiéndose hacia el balcón. Necesitaba tomar aire y perderse en mil pensamientos sin sentido antes que enfrentarse a la realidad que lo atormentaba, pero siquiera antes de intentarlo, el sonido estruendoso del agua lo interrumpió inmediatamente.

 

Eran las tres de la mañana y creía ser el único despierto hasta que observó desde el segundo piso en el que se encontraba, a un muchacho de cabello oscuro nadando en la piscina del hotel. Siguió con la mirada a ese extraño, como braceaba rápidamente desde un extremo hasta el otro y de un cierto modo lo había relajado el ojear desinteresadamente. Cuando el desconocido emergió del agua y cruzaron miradas supo reconocerlo al instante.

 

-¡¡¡Sehun-ah!!!- exclamó alegremente desde donde estaba.

 

-¡Lay Hyung no grites!- ordenó el menor, parecía que su contrario no se había percatado de la hora o no le importaba despertar a todo el mundo con sus gritos.

 

-¡Lo siento!- gritó una vez más para luego darse cuenta de lo que hizo y cubrir su boca rápidamente.

 

La distancia entre ellos no era tanta pero aun así, para evitar molestar a los huéspedes del lugar, utilizo unas simples señales con sus manos para no tener que hablar.

 

 “¿No puedes dormir?” preguntó Lay, haciendo una “X” con sus manos y luego juntarlas para simular que dormía sobre ellas.

 

“No puedo” respondió el menor con la misma señal de “X”

 

“Ven a nadar conmigo” sugirió, señalándolo a él y luego a la piscina, para luego fingir con gestos que nadaba, gestos que a cualquiera le parecerían tiernos.

 

“No” aclaró, haciendo nuevamente la “X”

 

“¡Ah vamos!” rogó el mayor haciendo miles de muecas inentendibles solo para que el Maknae respondiera nuevamente con su “X”

 

-Sehun-ah vamos…baja por favor…- dijo en un hilo de voz, suficientemente fuerte como para que él lo oyese, pero esta vez el menor negó con la cabeza –¡Sehun! ¡¡¡Si no bajas ahora gritaré más fuerte!!!-

 

-¡Está bien! Ya para de gritar Hyung…ahora bajo…- suspiró resignado, volviendo a entrar en su cuarto para buscar un traje de baño y una toalla. Caminó con pisadas suaves y ligeras para no despertar a su novio y salió al encuentro del mayor.

 

Lay nadó tranquilamente mientras esperaba, hasta que dejo su cuerpo flotar en el agua, permitiendo que el sonido líquido en sus oídos lo relajara. También esa acción le ayudó a percatarse de lo que estaba haciendo ese momento.

 

“No debería estar molestándolo a estas horas, pero se veía tan deprimido…solo quería levantarle el ánimo…” pensó mientras cerraba sus ojos e intentaba repetir esa frase en su cabeza.

 

-Lay Hyung…- murmuró el menor para ser notado, pero al no ver reacción por parte del mayor decidió aumentar el tono –Lay Hyung…-

 

Mientras el unicornio sumergía sus oídos escucho algo extraño, el sonido del agua mezclándose con el de una voz. Se reincorporó y braceo hasta la orilla de la piscina  asomando su cabeza.

 

-Lo siento Sehun-ah no te escuch- sus palabras se vieron interrumpidas por lo que se presento frente a él.

 

Sehun estaba a unos cuantos pasos lejos de la piscina, con su rostro en un suave tono carmesí debido a que solo llevaba puesta su ropa interior. El mayor lo contemplo unos segundos ya que no todos los días se podía apreciar tal escena.

 

Ese pálido y desnudo torso que dejaba al descubierto los marcados abdominales, los músculos de sus brazos con las venas delineadas, la suavidad de su piel y los bóxers color negro llenos con pequeños dibujos de caramelos.

 

Cada detalle lo había enviado al paraíso en solo unos segundos.

 

-N-no pienses en burlarte Hyung…nuestra estancia aquí era de una noche y no empaque traje de baño…- explicó en un hilo de voz sin mirarlo a los ojos, el mayor mordió su labio inferior como auto reflejo pero luego reaccionó y dejo de hacerlo, podría malinterpretarlo.

 

-No te preocupes por eso, es solo para nadar así que…- se quedo mirándolo un poco más y, con una sonrisa traviesa, tomó en sus manos un poco de agua aventándosela y mojándolo con éxito.

 

-¡Hyung! ¡¿Por qué hiciste eso?!-

 

-¿Vas a entrar o no?- cuestionó mientras lo desafiaba con la mirada.

 

-Voy a hacerlo pero ya deja de salpicarme…- demandó, acercándose a la orilla de la piscina sentándose e introduciendo lentamente sus pies –Que alivio…pensé que estaría helad- sus palabras fueron interrumpidas por el mayor, que tomo su brazo y lo arrastró al agua.

 

Sehun se hundió por completo y luego asomó su cabeza a la superficie para recuperar el aire.

 

-No te quejes, te tardaste en entrar- aclaró Lay, sonriendo ampliamente mientras acomodaba el cabello castaño de quien intentaba secar su rostro –Y no te preocupes por tu peinado, en la mañana te lo arreglarán-

 

-¡No es divertido! Creo que trague algo de agua…- musitó, dedicándole sin querer un bello puchero.

 

-Hagamos esto, dejare que te desquites por lo que hice…- sugirió para poder ver una nueva expresión en él -Si logras atraparme, dejaré que hagas un peinado raro en mi cabello y luego podrás subirlo a tu Instagram ¿Trato?- el menor dudó unos segundos pero luego sonrió, aceptando con gusto el reto.

 

 

***

 

 

-¿¡Desde cuando eres tan buen nadador!?- juzgó el menor, ya que habían pasado varios minutos y aun no podía acercarse a Lay. Él se encontraba nadando lo más lejos posible, evitando que lo alcanzara.

 

-¡Vamos pequeño Maknae! No vas a ganar a este paso- ordenó y provocó, para que este se esforzara más.

 

Aunque el unicornio había sugerido el juego, poco le interesaba, solo quería ver a Sehun divirtiéndose para variar. Todos los días parecían ser una guerra contra su novio y odiaba verlo sufrir por eso.

 

Solo deseaba apreciar un poco más esa juguetona y alegre sonrisa. Así que decidió nadar más lento, fingir agotamiento, para que el menor lo alcanzara de una buena vez.

 

-¡Te tengo!- exclamó con alegría, colocándose tras de él y rodeando su cintura con ambos brazos, en un húmedo pero cálido abrazo –Gané Hyung, ahora quiero mi premio- esa acción había tomado por sorpresa al mayor, haciendo que se sobresaltara. No tenía planeado que ocurriera de tal manera.

 

-N-no ¡Aún puedo huir de ti!- protestó, intentando librarse de su agarre, pero el menor tomó sus hombros para voltearlo hacia él y así estar enfrentados.

 

-No Hyung, no vas a huir de mí- exclamó mientras sonreía, y Lay sabía que eso era cierto, nunca iba a poder escapar de él ni de las emociones que le provocaba.

 

Cada segundo que pasó en esa posición fue preciado y atesorado, sus miradas se quedaron posadas una con la otra, pero el mayor se liberó y nado rápidamente hasta la orilla.

 

No pudo evitar llenar su mente con el recuerdo de Tao, abrazando y besando a quien le tenía en brazos. Al pequeño que siempre sería su amor no correspondido.

 

-Ya no quiero seguir…estoy cansado…- murmuró, mientras Sehun iba tras de él para hacer lo mismo “eres mal perdedor, no te enojes” dijo con una sonrisa resplandeciente adornándolo.

 

 

***

 

 

Más minutos se fueron, y Sehun ya había terminado uno de los peinados más ridículos que podía haber inventado, demostrando su completa satisfacción tomándole una gran cantidad de fotos para su Instagram.

 

Pero a pesar de que era muy tarde él no estaba listo para regresar a su cuarto y ver al panda, caminó hasta la silla en donde había dejado su toalla y se cubrió con ella, tomando también la bata color blanco de Lay cubriéndole sus hombros.

 

-Gracias…- murmuró el mayor, al sentir el calor del abrigo sobre su espalda.

 

-De nada…- respondió -Hyung ¿Podemos quedarnos un rato más aquí?- preguntó tomando asiento en la orilla de la piscina, aunque el pelo azabache le dijera que no, él se quedaría de todos modos.

 

-Sí, claro- aceptando un poco dudoso, se sentó junto a él pero a una distancia prudente.

 

Un par de conversaciones tranquilas relajaron el ambiente, solo pasaban el rato y hacían tiempo para lo inevitable.

 

Hablaban del delicioso desayuno del día siguiente, pero al menor se le escapó el nombre de su novio y de inmediato una mueca se formó en su rostro.

 

-¿Pasa algo Sehun-ah?- preguntó dulcemente, aunque muy dentro de él, no deseaba saber la respuesta.

 

-Es que, tengo una duda…- aclaró, observando con tristeza el agua que destellaba en blanco a causa de la luna que se percibía en el cielo –No debería molestarte con este tipo de cosas pero…-

 

-Pregunta lo que quieras, no me molesta…- invitándolo a desahogarse, posó su mano izquierda sobre su espalda.

 

-De acuerdo…- preparándose mentalmente, tomó un poco de aire y lo exhaló -¿Tú crees… que es posible dejar de amar a alguien?- al escucharlo, el mayor no sabía qué tipo de respuesta dar, siempre debía cuidar sus palabras frente a él.

 

Así que respondió con un simple “No lo sé Sehun-ah…”.

 

-¿Cómo puedes decir que no lo sabes Hyung? has tenido una relación antes, es por eso que te lo pregunto…- observándolo ansiosamente, esperó algún tipo de respuesta que aliviara su situación -Cuando decidiste convivir con nosotros y distanciarte de ella ¿Dejaste de amarla?-

 

Lay percibió la ansiedad en el tono de voz del menor y decidió ser honesto.

 

-No dejé de amarla…- confesó, hubo un momento de silencio y en Sehun se distinguía la ligera decepción –Es solo que, el tiempo me dio a alguien más…- respondió arrepintiéndose de inmediato, el tiempo no le dio a nadie, el tiempo le estaba torturando con alguien que no podía amar.

 

-Espera… ¿Estas enamorado? ¿De quién?- preguntó, sin percatarse de que estaba alzando la voz.

 

-Shhh…no puedo decirte…- murmuró, pero antes de que el Maknae decidiera insistir, aclaró –Es mejor que no lo sepas…-

 

-¿Él lo sabe?- preguntó arriesgándose, en estos años juntos nunca lo había visto a solas con alguna chica y siempre se encontraba con los demás miembros del grupo, o con el manager. Al ver que este no respondía a su pregunta supuso que era un “Si” -¿Por qué no se lo dices?-

 

-Él no puede saberlo…-

 

-¿Por qué? Si en verdad te gusta, deberías confesarte-

 

-Ah…escucha, lo pondré de esta manera- hizo lo mismo que el menor hace unos momentos, inhaló y exhaló para disponerse a hablar -Es como si nuestras emociones se compartieran, a él le duele y a mí también, él desea alejarse y yo también, él solo quiere parar de llorar y yo igual...- el menor lo observaba detenidamente –Pero lo único que no tenemos en común es la persona por la que sufrimos, él sufre por alguien más y yo sufro por él...- aunque siempre le habían llamado distraído, sabía con seguridad que el chico junto a él, lo era mucho más. Y eso de un cierto modo lo tranquilizaba.

 

-Ya veo…- guardó silencio al notar como su Hyung se encorvaba y ocultaba su rostro, observó una vez más el agua frente a él y se percató de lo similares que eran sus situaciones.

 

Enamorados de alguien que muy en el fondo de su corazón siempre amará a otro.

 

-Mejor entremos, tenemos que dormir…- indicó Lay, intentando sonreír alegremente, pero sin que pareciera demasiado falso.

 

Ambos caminaron juntos hacia el interior y se separaron cuando cada uno se dirigió a su cuarto, con pasos lentos, deseando que el día no terminara.

 

Los únicos dos despiertos en la piscina hace unos minutos habían despertado la curiosidad de alguien que, muy confundido, los observaba desde su balcón.

Notas finales:

Espero les haya gustado, mas adelante publicare los siguientes dos...

GRACIAS!!!!


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