Semanas después, todos cumplían sus obligaciones y horarios al pie de la letra. Olvidando la conversación que pudieron tener esa noche, el menor siguió junto a su novio mucho más sonriente y de mejor humor. Mientras tanto Lay, trataba de entender que la felicidad de ambos era demasiado codiciada por él y que esta le causaría un profundo peso en su pecho.
“Solo debo dejar las cosas así”, “Él se ve más feliz gracias a Tao”. Son algunos de los pensamientos que pasaban por la mente del unicornio, pero la voz de su mejor amigo llamándole lo despertó.
Había olvidado por completo de que ambos se encontraban en una bonita cafetería y el capuchino que había ordenado se enfriaba, por las repetidas vueltas de aquella cuchara entre sus dedos.
Solo tenía la mente en el espacio y su mirada fija en el ventanal junto a él.
-¿Que pasa Luhan?- sonrió con tranquilidad, observándolo.
-Tienes que decirle lo que sientes, no puedes seguir ocultándoselo-
-¿D-de q-que hablas? ¿A quién te refieres? No sé de qué me hablas…-
-No actúes como si no supieras de lo que hablo, los vi esa noche, más bien te vi- sorprendido por su confesión, el unicornio evitó contacto visual –Seguramente es el único idiota que no reconoce tus expresiones de enamorado despistado, yo era capaz de verlas todas, aunque me encontraba en el segundo piso del hotel-
-Lu-ge…- intentaba contener sus lágrimas de impotencia por ser tan malditamente obvio –No puedo decirle…Sehun-ah es feliz con Tao…-
-¡Claro que no lo es!- dando un fuerte golpe a la mesa, ordenó que lo observara -Si fuera feliz con él, no estaría pendiente de lo que hace o a dónde va…- apenas comento esto, pudo distinguir la mirada confundida de su compañero –Sehun cree que Tao está viéndose a escondidas con Kris…y no lo culparía si así lo creyera…-
-¿No lo culparías? ¿De qué hablas?-
-Admito que algo extraño sucede, hace días lo he observado y creo que él también-
-¿A qué te refieres con eso?- trataba de entender las palabras que salían de sus labios pero por alguna razón le era difícil.
-Tao ha tenido esa expresión de melancolía aún en frente de Sehunnie, pero de repente comienza a cantar en las mañanas, a limpiar el departamento y ordenar su cuarto sin que se lo pidan, creí que lo habías notado…-
Claro que Lay se había percatado del nuevo humor que llevaba el panda, pero estaba seguro que finalmente había superado a su ex novio.
-No Lu-ge…Tao es feliz porque Sehun-ah lo hace feliz…- y sin poder contenerla más, una gota salada cayó sobre la mesa –Por fin pudo olvidar a Kris y ahora…son felices…- sus ojos comenzaron a nublarse por la cantidad de lagrimas que también deseaban ser liberadas, pero por miedo a que alguna fan o reportero lo viera en ese estado, se colocó unos anteojos oscuros que cargaba en su bolsillo e intento pensar en algo más.
-Yixing, sé que eso no es cierto…pero si lo fuera ¿No harías algo al respecto?-
-Lo haré ahora…- reincorporándose de su asiento, se dirigió a la barra para pagar lo que consumieron y Luhan fue tras de él –Voy a comprarles Bubble Tea… ¿Cuál sabor le podría gustar a Tao? No he comprado nunca uno para él, pero creo que le agrada el chocolate al igual que…Sehun…- limpió las brillantes gotas que caían por debajo de sus anteojos de sol y sonrió a la cajera que le entregaba su pedido.
-No deberías hacer esto…- el mayor lo miró preocupado y molesto.
-Vamos Lu-ge no pongas esa cara, y vamos a casa…- murmuró, caminando sonriente hasta la entrada del Café, encontrándose con una gran cantidad de fans que pedían sus autógrafos y como siempre correspondió a todas alegremente.
***
Cuando los dos amigos llegaron al departamento, luego de esquivar una gran cantidad de personas, se percataron de que los demás miembros estaban vestidos y listos para irse a alguna parte.
-¿Ocurre algo?-
-¿Por qué se tardaron tanto? Ve a cambiarte Luhan, iremos con los miembros de Super Junior a un evento ¿A caso lo olvidaron?- reclamó Xiumin mientras se colocaba su chaqueta color índigo.
-Lo siento fue mi culpa, Lu-ge y yo no llevamos nuestros celulares cuando vamos a tomar café- observó a todos los chicos apresurándose por estar listos pero se percato de algo –Suho Hyung… ¿Dónde están Sehun y Tao?-
-¿Ah? Sehun y… ah ya recuerdo, ellos salieron por su cuenta…- respondió un poco confundido, ya que tenia la mente enfocada en que todo estuviera listo -¡Vamos apúrense! ¡No podemos llegar tarde! Ve a buscar tus cosas Lay…- el unicornio sujetó con fuerza la bolsa de papel entre sus dedos sintiéndose un gran idiota y se inclino frente al líder bloqueándole el paso.
-¡Por favor Suho Hyung! ¿Podría quedarme en casa el día de hoy? No me siento bien…- rogó mientras intentaba contener su inestable voz.
-¿Por qué te inclinas de esa manera? Claro que puedes quedarte, cuando salgamos le diré al manager que no estás bien- expresó mientras enderezaba el cuerpo de Lay, y así poder correr en busca de su bolso.
-¿Seguro que no quieres venir?- preguntó Luhan.
-Vinieron a mí muy buenas ideas para una canción mientras tomábamos café, tendré una noche pesada si no las anoto y compongo ahora- respondió, percatándose de la mirada preocupada de su mayor y sonrió una vez más –Solo ve y diviértete, toma muchas fotos del evento y luego me las muestras ¿Si?-
-Bien iré, pero por favor no te dejes mucho tiempo los auriculares puestos, ¡Eso no es bueno para tus oídos!- exclamó mientras los demás chicos lo empujaban para salir del departamento.
-Ya empiezas a sonar como yo ¡Voy a estar bien! ¡Adiós chicos!- despidió rápidamente a todos antes de que se fueran y cerraran la puerta ruidosamente. Y ya que tendría un poco de calma y tiempo para él, suspiró aliviado.
Caminó tranquilamente por el pasillo del departamento hasta llegar al cuarto que compartía con el venado, dejando la bolsa con bebidas junto al mueble de la computadora. Se colocó los auriculares y empezó a componer una nueva canción, al principio sonaba alegre y con ritmo, perfecta para su grupo, pero sin darse cuenta comenzó a resonar algo diferente. Una melodía más lenta y dulce, con las notas más suaves y perfectas del mundo, podía sentir en cada cambio de melodía una emoción diferente.
De solo escucharla, esa canción lo había llevado a la memoria de su rostro, lo dulce, suave y perfecto, era él y las sensaciones que experimentaba cuando estaba a su lado. Pero esa armónica composición se vio interrumpida por un fuerte portazo que lo sacó de su concentración e inspiración.
-¡¡MALDITO IMBÉCIL!! ¡¡LO SABÍA!! ¡¡LO GOLPEARIA HASTA MATARLO!!- asustado, el unicornio salió de su cuarto para descubrir al dueño de esos quejidos, encontrándose con él en la sala.
-¿Sehun por qué gritas así? ¿Pasó algo?- pudo notar el nerviosismo del Maknae con solo verlo caminar de un lugar a otro.
Una mano posada en su cabeza y la otra en su cintura.
-¡¿Si me paso algo?! ¡TAO! ¡Eso es lo que me paso!- detuvo su marcha completamente, observó el pasillo que daba a los cuartos de todos sus compañeros y se dirigió con paso firme al suyo.
Tomó una computadora portátil, que aparentemente le pertenecía y la sacó furiosamente de allí.
-Cálmate ¿Si? ¿Qué piensas hacer con eso?-
-Me iré de ese cuarto ¡No pienso quedarme allí! ¡No pienso compartirlo con él!- exclamó, dejando la maquina en el mesón de la sala, junto con otras cosas que, poco a poco, salían de la habitación. Sus revistas, películas, ropa y zapatos; se dispuso a amontonarlo todo en ese lugar.
-Bien, creo que ya sacaste todo…ahora siéntate…- murmuró el mayor, tomando su brazo y conduciéndolo hasta el sofá, antes de que a este se le ocurriera sacar su cama por la puerta –Tranquilízate y dime ¿Qué ocurrió?-
El menor colocó los codos en sus rodillas y sujetó con ambas manos su cabeza, intentando contener el odio y dolor que sentía. Oculto el rostro entre sus manos y se dispuso a hablar.
[Flashback]
-¿A dónde quieres ir?- preguntó sonriente.
-Mmm…¿Qué te parece si compramos algo de comer allí?- tomó la mano de su pareja para indicarle el lugar y luego la soltó, era mejor no armar algún tipo de escándalo ya que su relación no sería bien vista por los demás.
Caminaron juntos hasta el pequeño establecimiento y ordenaron el especial del día, mas unas bebidas.
-Sehunnie ¿Estás bien?- preguntó el panda, hacía ya varios minutos que su novio estaba en silencio y parecía distraído.
-¿Ah? N-no no pasa nada- sonrió con un poco de incomodidad –Pensaba en que podríamos hacer mañana, salir todo el tiempo pero a comer es aburrido-
-Sí tienes razón pero no podemos hacer mucho, las fans nos siguen a todas partes- indicó mientras esperaban su pedido –Mañana iremos de compras ¿De acuerdo?- el menor asintió sonriendo, a pesar de que llevaba puestas sus gafas oscuras Tao podía ver a través de sus gestos y parecía satisfecho con la idea –Iré a ver el porqué tardan tanto-
Sehun asintió nuevamente y se dedico a esperar su regreso, el lugar estaba abarrotado de gente, personas comunes y corrientes habían oído de la popularidad del lugar y aparecieron para degustar lo que allí se servía. Era obvio que debido a eso la espera por una simple orden fuera larga.
La ausencia del panda no le afectaba ya que se encontraba perdido en sus pensamientos y en sus videojuegos. Jugando así, el tiempo sí que se iba volando.
Pero su concentración por pasar de nivel no le fue impedimento para percatarse del timbrado que sonaba desde el extremo opuesto de su mesa, Tao había dejado su celular allí, y este no paraba de vibrar e iluminar. El menor lo observó unos segundos, dudando de si debería tomarlo o no, pero decidió estirar su mano derecha y atrapar el ruidoso aparato.
Era una llamada, pero el número aparecía sin una foto que identificara a la persona, solo dejaba a la vista, la imagen de un perro siberiano y el nombre “EuReongie” como contacto. Le pareció extraño y familiar el nombre pero decidió ignorarlo, dejándolo nuevamente sobre la mesa, esperando a que esa persona colgase.
Las llamadas eran insistentes, mas de tres según lo que pudo contar hasta que se detuvieron. Cuando creyó que se había librado del molesto sonido uno diferente surgió del celular, se trataba ahora de dos mensajes. Sehun tomó nuevamente el artefacto y, ya irritado por la interrupción de no poder seguir con su videojuego, decidió callar la música abriendo los mensajes.
Lamentablemente para el menor no solo se abrieron, si no que dejaron al descubierto la conversación completa con ese desconocido.
***
14/06/2014 23:51
EuReongie
Buenas noches…
14/06/2014 23:53
EuReongie
¿No me odias cierto?
14/06/2014 00:01
HZT
Debería hacerlo…pero no puedo…
Buenas noches.
16/06/2014 07:02
EuReongie
Buenos días…
¿Soy el primero que te saluda?
Te extraño…
21/06/2014 01:02
EuReongie
Mi madre te desea mucha suerte en el concierto de mañana…bueno el de hoy…
Recuerda llamarme en cuanto acabe.
Te extraño.
03/07/2014 01:02
EuReongie
¿En serio? Me alegro mucho por ustedes...
¿Cuándo vendrás? Quiero verte…se que iras primero a casa, pero toma unos minutos de tu tiempo y ven a verme…
20/07/2014 00:12
EuReongie
Lo siento, seguramente estas durmiendo…pero en verdad necesito oír tu voz…
Sé que no pasó mucho desde que te vi pero…
Sigo extrañándote…
¿Has leído los libros que te presté? Asegúrate de hacerlo…
14/08/2014 22:15
HZT
Iré a comer algo con Sehun, abrieron un nuevo restaurante cerca y planeo llevarlo allí…
¡No molestes! (n_n)/
14/08/2014 22:17
EuReongie
No planeo molestarlo…a ÉL…
Si se hace muy tarde y no sé nada de ti…
¡Voy a llamarte!
14/08/2014 22:20
HZT
No voy a contestarte…sabes que no puedes llamarme cuando estoy con él.
¡Vete a dormir come-libros!
Buenas noches.
14/08/2014 01:25
EuReongie
Baby…
¿Estás allí?
14/08/2014 01:27
EuReongie
¿Por qué no respondes?
Estoy preocupándome, no sueles ignorarme así.
Llámame en cuanto leas esto.
***
Al terminar de leer dejó el celular en el exacto lugar de donde lo había tomado y permaneció en silencio hasta que Tao apareció y se sentó frente a él.
-Nuestra orden esta casi lista, no puedo creer que se tarden tanto- protestó el segundo Maknae, descansando ambos codos en la mesa, entrelazando los dedos de sus manos y llevándoselos al rostro.
A través de sus anteojos oscuros Sehun clavó su vista en esa posición, demasiado familiar para él, y luego decidió observar su celular.
-Sehunnie… ¿Pasa algo? Estas muy callado-
-Deberías limpiar mejor tu bandeja de mensajes…a menos que desees conservarlos como recuerdo…- murmuró, a una velocidad y tono que su novio no logró comprender.
-¿Ah? Habla más fuerte, no entendí lo que dijis- antes de terminar su frase, el teléfono que yacía sobre la mesa comenzó a interpretar el tono de llamada.
Tao lo tomó y Sehun alcanzó a ver la imagen del Siberiano en él.
-¿Contestaras?- cuestionó, fingiendo estar interesado en su videojuego inclinando un poco la cabeza, cuando en realidad su vista estaba fija en él.
-Eh…debo hacerlo…es importante…- respondió con un poco de nerviosismo en su voz.
-Entonces hazlo- sentenció el menor, aunque su “novio” no lo entendería de todos modos.
Tao se reincorporó de su asiento, alejándose unos cuantos pasos de él, los suficientes como para perderse entre toda la gente que estaba allí y se dispuso a responder.
Cuando Sehun comprobó la lejanía del panda, guardo su propio celular y saco de su bolsillo derecho unos cuantos billetes para que este pagase la comida que, por supuesto no iba a degustar. Se levantó y caminó rápidamente hasta la salida del lugar tropezándose con un par de personas.
***
-¿Qué pasa? Te dije que no me llamaras…-
*Lo siento pero es que estaba preocupado, te he llamado y dejado mensajes, pero no respondías*
-¿De qué hablas? No me ha llegado ningún mensaj- las palabras que estaba a punto de decir se vieron interrumpidas por las que su pareja le había dedicado y recién en ese momento lograba comprender, “Deberías limpiar mejor tu bandeja de mensajes”. Colgó el celular sin dar explicaciones a quien estaba en la otra línea y corrió hasta su mesa, descubriendo que estaba vacía, salvo por el dinero que se encontraba allí.
***
Se apresuró a alejarse de allí dejando de lado su apariencia, corrompida por el sudor de su rostro, y su buen juicio. En ese momento solo tenía deseos de lanzarse al vacío o ser aplastado por un camión pero las sonoras voces de unas jóvenes lo alertaron.
-¡Sehun Oppa! ¿A dónde vas? ¿Dónde está Tao Oppa?- preguntaron un poco preocupadas.
-T-tuve que irme antes…olvidé algo importante- y si lo había hecho, olvidó por completo las malditas razones que lo unían a ese Panda -¿Podrían decirle que fui al edificio de la SM?- preguntó amablemente intentando calmar su agitada respiración, sabía que Tao lo buscaría allí y era exactamente allí en donde no lo encontraría.
-Claro Oppa, ten cuidado- exclamaron todas al unisonó provocando una tierna sonrisa en el menor, que aun llevaba sus gafas puestas.
Este se alejó de allí a toda prisa, evitando cualquier distracción u obstáculo que le impidiera seguir con su camino y dejando atrás todo lo que le había sucedido.
[Fin del Flashback]
El mayor escucho atentamente la historia, no podía creer lo que oía, lo que habían hecho y el estado en el que se encontraba el Maknae a causa de eso.
-Él me mintió…- murmuró rompiendo el silencio de la habitación, tomando con fuerza su cabello –Dijo que se había terminado, juró que no se habían visto y ¿Siempre me estuvo engañando con él?- cuestionó molesto, mientras removía de su muñeca un brazalete que el panda le había obsequiado para su cumpleaños, lanzándolo al rincón más apartado de la sala.
Lay se inclinó frente al menor que a toda costa intentaba contener sus lágrimas, notando como reía forzosamente.
-¿Sabes…que es lo peor de todo? Que fue frente a mis narices… las llamadas, los mensajes, sus viajes “Familiares”. Todo fue una gran mentira y yo solo estaba aquí, esperándolo como un idiota…soy un idiota…- afirmó, para luego guardar silencio y enterrarse en sus manos.
Su confundido contrario lo observó y decidió hacer lo correcto por su relación. Para él, las confesiones que el menor hacía estaban mal dirigidas, y creía que Tao debía ser el que estuviese allí, aclarando todo ese malentendido.
-Escucha...creo que deberías hablar de esto con Tao, él te explicará lo sucedido y aclar- antes de poder terminar su frase, el menor lo interrumpió.
-Lay Hyung…no quiero hablarle…- cambió su voz seria por una suave y llena de dolor -¿Podría…quedarme en tu cuarto?-
-Sehun…yo…Luhan no…- iba a negarse, sabía que no podía tenerlo cerca y mucho menos compartir habitación con él, pero una acción suya lo detuvo de discutir.
-Hyung, prometo no molestarte, no hare ruido cuando estés componiendo y seré ordenado con mis cosas, así que…por favor…-
Quien antes estaba tratando de ocultar sus sentimientos se encontraba frente a él, rogando como un niño por algo de calma y Lay solo permaneció sereno en el exterior. Pero dentro de él, al ver a Sehun sufriendo, su sangre comenzó a hervir.
No odiaba a Tao, odiaba lo que este provocaba en su tierno Maknae.
-Vamos…- murmuró el pelo azabache, reincorporándose y caminando hasta la mesa, tomando una gran cantidad de objetos –Ayúdame a llevar esto, cuando Luhan llegue inventaré algo- al principio Sehun lo observó confundido pero luego, de sus labios brotó una pequeña sonrisa llena de agradecimiento y tomó algunas de sus pertenencias, para dirigirlas al cuarto.
Cuando lograron dejar todo en un rincón para que no estorbase, el menor tomó asiento en la cama de Luhan mientras que Lay volvía a colocarse frente a la computadora.
-Ten cuidado con su cama, si la desarreglas se molestará- demandó el mayor, mientras guardaba su reciente composición en el disco duro.
-Lo se Hyung…¿Recuerdas cuando accidentalmente derramé Bubble Tea sobre su cama?- comenzó a reír con el recuerdo de los múltiples rostros que mostro Luhan ese día -Se molesto tanto, que me prohibió entrar aquí con comida-
-Si lo recuerdo, no paraba de quejarse conmigo por lo que habías hech…espera…¿Bubble Tea?- cuestionó confundido, para luego recordar y echar un vistazo al costado de su escritorio, sacando la bolsa y dejándola en el regazo del menor -Toma, olvidé que los tenía allí guardados-
-¡Wow! ¡Son de Chocolate!- exclamó con alegría, sacando una de las bebidas para empezar a degustarla –Lay Hyung, toma el otro…- dijo casi en forma de orden, extendiendo su mano hacia el unicornio con el Bubble Tea restante.
Mientras el Maknae bebía y jugaba videojuegos desde su celular, con una pequeña mueca de alegría en su rostro; Lay estaba frente a la computadora, nervioso a causa de ese ambiente.
Sentía que no estaba siendo tan divertido o espontaneo como Tao y quería remediarlo.
-Sehun…- llamó, para que este le prestara atención -Mañana en la noche, creo que no tenemos nada importante para hacer…si quieres, podemos salir a algún lado…- su voz temblaba en nerviosismo y expectación, pero sabía que su contrario no lo notaría.
-¿Qué? ¿Tú? ¿Salir?- el menor sonrió –No eres de los que “salen”, por lo general estas aquí o en el gimnasio-
-B-bueno pero…hace mucho que no…- pensó en una buena respuesta mientras clavaba sus ojos en la nada, intentando encontrar alguna idea que fuese “divertida” para su Maknae, pero nada parecía ser suficientemente bueno.
-¡Vamos a jugar! ¡Juguemos a los bolos!- propuso de manera entusiasta rompiendo con el silencio, era la primera vez que uno de los Hyungs mas retraídos deseaba divertirse y no iba a desaprovecharlo –Mejorarías en eso y luego podrías desafiar a los demás ¿Quieres ir?- el mayor observó, asintió y agradeció al tiempo como siempre, de poder ser el responsable de aquellas pequeñas sonrisas.
***
Mientras compartían ese momento tan animado y alegre en la habitación, Lay nunca dejó de pensar en la canción que compuso, las emociones que plantó en ella y el nombre que debería tener.
-Sehun…-
-¿Hmm?- el menor lo observó curioso.
-¿Qué es para ti…lo más suave, dulce y perfecto en el mundo?-
-Mmm…- pensó por unos cuantos segundos y dio con la respuesta más lógica, para él -Creo que eso sería el Bubble Tea y el Chocolate- exclamó con cierto orgullo -¿Por qué preguntas?-
-No creo que deba ser “Bubble Tea” es muy obvio…- pensó en voz alta el unicornio.
-¿De qué hablas Hyung?-
–Entonces será “Chocolate”…-
-No entiendo lo que dices ¿Por qué preguntaste eso?-
-¿Eh?- reaccionó ante el cuestionamiento y negó con su cabeza -Solo olvídalo, no importa ¿Quieres ver una película?- el menor entrecerró sus ojos ante el repentino cambio de tema, pero se resigno a la idea de seguir interrogándolo y acepto ver una película con él.
***
La canción que compuso pensando solo en sus sentimientos ocultos y en él, no importaba si no llegase a ser popular, siempre se llamaría “Chocolate”.
Es el nombre que Sehun le regaló, es el nombre que Lay le daría.