Le contesto con si tembloroso, esto es nuevo para mí y él lo sabe, me sonríe y me besa, me contesta con un yo también te quiero y deseo estar contigo, podríamos comprobar tu teoría de que a los 20 solo se buscan aventuras.
Nos besamos nuevamente y lo hacemos oficial, le envío un texto a Camila y dejamos pasar el sabor amargo que nos dejó la mañana.
Mis padres llegan a casa y les presento a Esteban, lo miran sorprendidos, nunca había llevado a alguien a casa y de repente aparezco con semejante persona.
Nos dirigimos a mi habitación para buscar privacidad y comienza a hacerme preguntas sobre mí, mira con curiosidad cada objeto presente en la habitación.
Yo mientras tanto, me pregunto si conoceré a sus padres, él no los ve muy seguido por lo que quizá no encuentre importante que yo lo haga.
Ya ha pasado un rato y ya es de noche, quedamos en visitar a Sara mañana temprano, él ya se debe marchar.
Estamos en la puerta y me mira como si tratara de entrar en mi cabeza, saber a dónde nos llevara todo esto.
Me da un beso de despedida y unos 6 abrazos separados por los pasos que damos.
Me paso la noche pensando en nosotros, sonrió al pensar las huevas vivencias, tengo a alguien especial que me considera especial para el también, he encontrado una llama en mi interior.
Nos encontramos con Emilio y Constanza en la entrada del hospital, nos abrazamos reconfortándonos entre nosotros, me ven de la mano con Esteban y me miran felices.
Nos dejan entrar a ver a Sara, ella esta despierta, llena de moretones y vendas, pero despierta y sonriéndonos.
Hablamos de temas transversales, ella solo quería reír, hacernos saber que estaba bien.
Después de esa semana con visitas diarias al hospital, todo vuelve a la normalidad, esta noche se celebra año nuevo y sí que celebraremos.
Hemos decidido juntarnos en el departamento de Esteban para ver los fuegos artificiales, prometí a mis padres pasar el próximo con ellos.
Mientras esperábamos a los chicos con esteban estábamos jugando en su cama, nos tomábamos de las mano juguetonamente y me besaba en el cuello mientras yo sonreía, me pregunta si quiero almorzar mañana con sus padres y trato de decir calmadamente que me encantaría.
Hicimos mariscos para la buena suerte y cenamos en el balcón, ya se aproximaba el momento, Camila fue con su novio que extrañamente nos odia por el tiempo que le quitamos con ella pero siempre nos presta todo su apoyo.
Emilio tiene fama de aventurero por lo que decidió ir con Constanza en plan mejores amigos pasándola bien.
Sara llevo a su novio de guardería, siempre han estado juntos.
Y ahí estoy yo, abrazando a Esteban, feliz de tener una compañía así, comienza el conteo, 10...9...8.7...6...5...4...3...2...1... Ya es año nuevo.
Nos besamos con esteban y me dice que me ama, lo abrazo con emoción y correspondo con el mismo sentimiento.
Miramos los fuegos mientras bailamos entre todos, como me gustaría que esto fuera así siempre.
Las vacaciones han sido las más calurosas, vivimos dentro de la piscina que hay en el departamento de Esteban.
Mientras estamos en el agua se me acerca Camila y me pregunta en qué etapa de la relación estamos, no sé qué espera escuchar pero le respondo que me hace feliz como nadie nunca lo había hecho, me da una inmensa seguridad.
Ella se ríe de lo cursi que me he vuelto y se dispone a seguir jugando con los demás.
Esteban se me acerca por detrás y me pregunta que haremos para el día de los enamorados, el día mas infantil del año, todos creyéndose en un cuento de hadas, este año me doy el lujo de incluirme, por lo general me quedaba en casa viendo películas y trataba de evitar centros de consumismo.
Quedamos en ir a la playa ese día, nos quedaríamos en un hotel y disfrutaríamos una velada perfecta.
Convencer a mis padres no fue difícil, me ven como alguien mayor de lo que yo me podría ver.
Nos instalamos en nuestra habitación y me pregunta que quiero hacer primero, el viaje fue largo sique vamos a un restaurant cercano por un almuerzo tranquilo, hablamos sobre las vacaciones.
En la tarde recorrimos la orilla de la playa mientras nos mojábamos los pies en el agua que estaba menos helada de lo que recordaba.
Me sumerjo en este amor que avanza tan rápidamente, de repente saca una caja pequeña rodeada por un listón y me la entrega expectante.
Al abrirla puedo ver una cadena con el signo infinito en ella, es hermosa y me la pone en el cuello, mientras me dice que es señal de nuestro amor, intenso e infinito.
Ya en la habitación del hotel nos besamos apasionadamente y dejamos que nuestros cuerpos se dejen llevar.
Por la mañana despertamos con los brazos entrelazados, siempre pensé los incomodo que resulta eso pero no lo era en absoluto, era inmensamente reconfortante.
Lo despierto con besos en la mejilla y bajo al cuello, el me abraza más fuerte mientras reímos.
Después del desayuno nos dirigimos a la playa me mira como solo él sabe hacerlo, me toma de las manos y me dice confiado como siempre:”- Te amo como nunca he amado a alguien, Sebastián.”
Le respondo y le digo que nuestro amor será eteno, distinto al de los demás, será verdadero.