Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Persona Especial por Dovah

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Mi segundo fic, espero les guste mucho (disculpen si hay faltas de ortografía). Reucerden que es la precuela de "Que soy yo para ti" 

Notas del capitulo:

 

 

- Vamos Jack, deja de brincar en la cama y duérmete de una vez - Pronunció una hermosa mujer, de ojos color chocolate y cabello castaño

- No quiero - dijo alegre un pequeño de siete años, piel clara, cabello níveo y ojos azul zafiro - ¡estoy emocionado! - grito mientras seguía saltando en la cama

- Lo sé cariño, pero tu hermana también está emocionada y ya se durmió

- Pero ella es más pequeña - dejó de saltar - yo ya soy mayor - pronunció con orgullo - así que no voy a dormir

- O bien - dijo resignada - no duermas si quieres, pero recuerda que serán varias horas de viaje, horas en las que siempre te aburres, y si terminas durmiéndote ni creas que tu padre o yo vamos a despertarte y si lo haces entonces no podrás disfrutar del…

- ¡Bien! - grito el pequeño y rápidamente se metió bajo las cobijas - pero lo hago porque quiero, no por lo que me dijiste

- Claro, claro - se acercó a su hijo, lo arropó y le deposito un tierno beso en la frente - buenas noches cariño

- Mamá, ¿Podemos ir primero con los pingüinos, los osos polares, las focas, los… - soltó un pequeño bostezo

-Claro mi pequeño de invierno, pero ya duérmete

-Mami

-¿Si?

- Mañana será un día especial

- Claro - dijo mientras se dirigía a la puerta - mañana es la primera vez que irán al zoológico

- Lo sé, pero no lo digo por eso

- ¿Entonces?

- No lo sé, pero siento que mañana pasará algo único, increíble… algo especial

- Tal vez conozcas a alguien - y al ver que no obtenía respuesta - Buena noche Jack - salió de la habitación del menor

- Alguien especial - susurro antes de caer en el mundo de los sueños

-------

Jack fue el primero en levantarse, fue el primero en terminar su desayuno, el primero en subirse al auto, el primero (y único) en regañar a su padre por no ir más rápido y fue el primero bajar y observar lo grandioso que era el lugar.

-¡Llegamos! - grito Jack a todo pulmón mientras se encontraba en la entrada junto a su familia - vamos primero con los animales de…

-Hey, hey - lo interrumpió su padre, un hombre grande y fuerte, con el cabello parecido al de su hijo y gran barba - primero deja a tu madre ir por unos folletos

- Pero papá - se desesperó - no necesitamos folletos ni guías, es más emocionante así, caminar sin saber con qué te puedas encontrar

- Lo se hijo - se acercó hasta quedar a la altura del menor - pero recuerda que a tu madre le gusta guardar los folletos de todos los nuevos lugares que visitamos

- Si, si, pero podremos volver a venir cuando nos mudemos, tú dijiste que ese pueblo está más cerca de la ciudad y sigo sin entender porque vamos a mudarnos, me gusta mi casa y quiero seguir estando cerca de mis amigos, no quiero mudarme a un pueblo que no me gusta

- Pero no lo conoces como para decir que no te gusta

- No están mis amigos, así que no me gusta

- Esa decisión ya está tomada y tienes razón, cuando nos mudemos podremos venir más veces pero no es lo mismo el primer viaje a los demás, además… ¿Sabes dónde están los pingüinos o los osos polares para ir primero?

Jack se quedó un momento en silencio, para después ir corriendo al centro de información que estaba cerca, tomar varios folletos y darle uno a cada uno de su familia.

- Lo hice porque quise, no por lo que…

- Me dijiste - interrumpieron sus padres al unísono

Jack infló las mejillas en forma de enojo, pero en el momento en que su hermana le enseño el área de los animales de clima frío en el mapa, su puchero fue reemplazado por una gran sonrisa.

Primero vieron los animales que quería ver Jack, su hermanita estaba igual de sorprendida, su padre sólo los veía unos segundos y después pasaba con el siguiente mientras su madre se quedaba leyendo toda la información del animal, desde su nombre científico hasta la fecha en que se introdujo el animal al zoológico, así estuvieron en el recorrido hasta que llegaron a la mitad del viaje.

- Papá - dijo la hermana de Jack, tres años menor, cuyos ojos y cabellos eran iguales a los de su madre - ¿Podemos ir a los juegos? - pregunto mientras señalaba donde se encontraban varios columpios, resbaladillas, pasa manos y diferentes tipos de juegos infantiles.

- ¿Qué?, ¡No! - grito Jack - Todavía no terminamos de ver todos los animales

-Jack - pronuncio su madre - fuimos primero a donde querías y tu hermana no se quejó, ahora es el turno de consentirla

-Pero yo quiero seguir - Jack quería ver a los animales y no iba a darse por vencido tan fácilmente

- Bien - pronunció su padre - que mamá se quede con tu hermana y yo te acompaño

-¡NO! - se negó Jack - tu siempre quieres irte rápido y no veré bien a los animales

- De acuerdo, entonces yo me quedo y tu madre te acompaña

-¡Eso es todavía peor! - se quejó - mamá siempre se queda leyendo la información de todo hasta el final, para cuando ella termine de leer sobre el primero ya estaré anciano

- Pues el cabello ya lo tienes - rió su padre mientras revolvía la cabellera blanca de su hijo

- No tengo cabello de anciano - se separó de su padre - mi cabello es genial - pronunció con orgullo - quiero ir solo, ¿Puedo?

- no entiendo porque preguntas si ambos sabemos que aunque me niegue terminarás escapándote - dijo su madre mientras Jack le regalaba una gran sonrisa - bien, pero ten cuidado y llévate un folleto, no quiero que te pierdas, no intentes saltarte alguna cerca de seguridad, no molestas a la gente

- Bien - salió corriendo - ¡pero no prometo nada!  - grito mientras se perdía entre la multitud

- No te preocupes, estará bien - trato de calmarla el peli-blanco - recuerda que nuestro hijo es Jack Frost

- Eso es lo que me preocupa

------

Jack estaba feliz de poder ver los animales sin la obligación de esperar a sus padres, podía ver al león el tiempo que quisiera, pasarse de los leopardos a las cebras, no tenía que seguir un orden y eso le gustaba. Después de correr viendo los animales se cansó y decidió de mala gana ir a sentarse, pero muy cerca de él estaba una joven pareja que se encontraba hablando.

- Te amo - dijo el hombre - yo quiero hacerlo, pero no quiero presionarte

- Yo también quiero hacerlo - pronuncio la mujer - te amo y quiero que mi primera vez sea contigo

- Lo sé preciosa, pero quiero que lo pienses bien

- Es que no hay algo que pensar, te amo y quiero que hagamos el amor esta noche

- Entonces esta noche haré que seas la persona más feliz de este mundo - y ambos juntaron sus labios en un suave beso

- ¿Qué es hacer el amor?

La pareja se sorprendió al ver a Jack frente de ellos con una sonrisa y haciendo esa pregunta. El hombre no sabía que contestar y la mujer se había puesto roja como un tomate. Después de varios segundos de silencio Jack quiso preguntar de nuevo pero en cuanto sacó la primera palabra de la pregunta la pareja se levantó y se fue corriendo del lugar

- Vaya - habló indignado el pequeño Jack - pero que groseros - dejó de tomarle importancia y siguió con su recorrido llegando a un pequeño bosque donde apenas pasaba gente, sólo le faltaba los reptiles y habría acabado. Se dispuso a seguir adelante pero entonces un sonido llamo su atención. Con curiosidad fue acercándose tratando de localizar de dónde provenía el ruido, justo detrás de un árbol, un pequeño de cabello castaño estaba sentado, recargado en el tronco, sus piernas estaban recogidas y sus brazos se aferraban a ellas mientras tenía la cabeza escondida. Jack comprendió que era el ruido, el castaño estaba llorando.

- Hola - saludó y el pequeño detuvo sus sollozos - ¿Estas bien? - preguntó y el castaño negó con la cabeza sin decir palabra alguna - ya veo, ¿Te duele algo?, ¿Te caíste?, ¿Te pegaste?, ¿Te duele la cabeza?, ¿Te enfermaste? - siguió negando a cada pregunta que Jack le hacía - mmmm... - se quedó pensativo - ya se, ¿Te perdiste? - el castaño asintió y el peli-blanco se sintió feliz al saber que esta vez le había atinado - entonces te ayudaré a encontrar a tu familia - pero se sorprendió al ver que de nuevo el castaño negaba con la cabeza - pero, ¿por qué no? - y al no obtener respuesta del menor empezaba a desesperarse, hasta recordar lo que sus padres siempre le decían - déjame adivinar… tus padres te dijeron que no hablaras con extraños ¿verdad? - y de nuevo el pequeño asintió - bien, en ese caso… mi nombre es Jack Frost y tengo siete años, vivo muy lejos,  tengo una hermana menor de cuatro años que se parece a mi mamá mientras yo me parezco más a mi papá, vivimos lejos de aquí, me gusta el frío y el invierno, me gusta jugar guerras de nieve con mis amigos, mi madrina es dentista, a mi padrino le gusta dormir mucho y casi no habla, es la primera vez que vengo a este zoológico y quiero ayudarte, ahora ya no soy un extraño, ¿no es así? - el castaño no se movió, pero después de un rato asintió - bien, ahora te toca a ti - pero el castaño quedo en silencio - que te parece si empezamos con algo sencillo - se sentó enfrente de él para quedar a su altura - soy Jack Frost,  ¿tú cómo te…  - quedo en silencio al verlo

- Hipo, mi nombre es Hipo Abadejo III

Jack no pudo terminar su pregunta, en el momento en que pudo observarlo mejor se había quedado asombrado, cabello castaño cobrizo, una piel más bronceada que la suya donde pequeñas pecas adornaban su rostro y sus mejillas estaban ruborizadas, sin embargo, fueron esos ojos llorosos lo que lo habían dejado maravillado, esos ojos verdes, hermosos como el bosque en todo su esplendor, pero le invadió la tristeza verlos llenos de lágrimas

- Hipo - susurró y un ligero rubor lo invadió al notar que el oji-verde lo estaba observando - mu… muy bien Hip - se levantó - ahora que somos amigos hay que ir a buscar a tus padres

- No puedo

- ¿Y ahora por qué?

- Mi madre dice que si me pierdo es mejor quedarme donde esté hasta que me encuentren

- Pero ya no estás perdido, estás con el grandioso Jack Frost - se señaló alegremente - y Jack Frost nunca se pierde - el menor lo observo, soltó una pequeña risa y se levanto

- De acuerdo

- Pero primero hay que limpiar esas lágrimas - del bolsillo de su pantalón sacó unos pañuelos desechables, con los que seco las lágrimas y limpió la nariz de su nuevo amigo. El oji-verde le regalo una sonrisa en muestra de agradecimiento. Jack al verlo se sonrojo a más no poder y rápidamente se dio la vuelta para que no pudiera verlo - bi.. bien Hip - tartamudeo - ejem… será mejor que nos pongamos en marcha

- Claro, ¿pero si me pierdo de nuevo?

- En ese caso - cogió su mano - no voy a soltarte en ningún momento y si pasa algo malo te protegeré - Ambos se miraron y sonrieron

En el transcurso Jack conoció mejor a Hipo. Supo que era un año menor que él (eso se confirmaba con su estatura), era hijo único, le gustaba leer y dibujar, prefería los climas cálidos y el verano (de lo que se perdía), vivía en Berk (un dato muy curioso para Jack), siempre compraba rollos rellenos de chocolate en “El rayito de Thor” (una panadería cerca de su casa) y odiaba comer anguila (una comida que a su padre le encantaba), su tío Bocón estaba algo loco pero era una buena persona, era de ascendencia nórdica, le gustaban los reptiles, explorar el bosque y tenía una bitácora con apuntes y dibujos, y siempre disfrutaba subirse a la copa del árbol más grande a ver el atardecer (ahora entendía por qué su cabello desprendía el dulce aroma del bosque).

- Ahora que nos conocemos mejor, oficialmente somos amigos, ¿Verdad?

- Sip - sonrió

- Por cierto Hip, ¿Por qué te perdiste?

- Pues… - se detuvo - quería pasar al área de reptiles pero a la mitad del camino me di cuenta que estaba solo, quise regresar pero terminé perdido

- Ya veo - se quedó pensativo - Entonces hay que ir con los reptiles, seguramente estarán ahí - y de una vez aprovecharían para verlos

Ambos corrieron alegres al área de los reptiles, pero cuando llegaron a la entrada del camino se llevaron una gran decepción al ver que una cinta de seguridad y un letrero les impedía el paso. Se encontraba en reparación.

- Que mala suerte - se molestó e intento calmar a Hipo al ver que comenzaba a llorar - pero no te preocupes, los vamos a encontrar, tal vez si…

- Cerrado, está cerrado - se aferró más fuerte a la mano de Jack - éste sería mi regalo - susurro

- ¿Regalo? - pregunto Jack

- Hoy es mi cumpleaños y mis padres me trajeron a ver los animales  como regalo… también es mi primera vez aquí y estaba emocionado, quería ver a los reptiles más que nada en el mundo - Hipo suspiro y estuvo dispuesto a irse pero Jack no se movió - Jack - el menor lo jalo de la mano pero el mayor siguió sin moverse - Jack, debemos irnos

- ¡Decidido! - grito - ¡Vamos a entrar!

-¿Qué? no podemos, está cerrado

- No - señaló el letrero - dice “En reparación”, no dice “Cerrado por reparación” o “Prohibido el paso” ¿Quieres verlos o no?

Hipo parecía indeciso, pero al cabo de unos segundos se animó y ambos se escabulleron, a la mitad del camino encontraron un árbol derrumbado (supusieron que era la culpable del cierre de esa área), lo escalaron y siguieron hasta llegar con los animales, el lugar estaba desierto, y no era muy extenso, pero había gran variedad de reptiles e Hipo no desperdició ningún momento para apreciarlos.

A Jack no le gustaban mucho los reptiles, pero debía admitir que eran seres grandes, imponentes y solitarios, y eso lo encontraba increíble, pero lo que más le llamo la atención fue ver a su amigo, porque a cada animal que veían, Hipo y el animal se observaban fijamente, el menor no mostraba expresión alguna y el animal le dirigía una mirada penetrante que le heló la sangre, después su amigo cerraba sus ojos, permanecía unos segundos en silencio, acercaba su mano libre al cristal o lo más cerca que podía de los animales que estaban separados por varios metros de la cerca de seguridad y esperaba. Al principio Jack creyó que Hipo estaba jugando, pero se dio cuenta que el animal le correspondía (si los separaba un cristal el reptil pegaba su cabeza en el vidrio, donde estaba la mano de Hipo y si los separaban metros de distancia el animal hacia un movimiento con su hocico, como si imaginariamente hicieran contacto) y al final emitían un sonido característico de su especie. Hipo abría los ojos, sonreía e iniciaba una pequeña plática. Después de ver todos los animales Jack quiso preguntarle pero el grito de un trabajador lo interrumpió, ambos corrieron a toda prisa, saltaron el árbol que tapaba el camino, siguieron corriendo y se detuvieron después de un rato, ambos estaban cansados pero mostraban una gran felicidad en sus rostros.

- Entonces te gustan los reptiles - fue lo único que pudo decir

- Son animales increíbles, pero también incomprendidos

- Ya veo, ¿Y por qué te gustan? - pregunto con curiosidad

- No lo sé muy bien, pero desde que tengo memoria siempre he convivido con ellos

- ¿Tienes una tortuga o una iguana de mascota?

- No, nunca he tenido mascotas

- ¿Entonces?

- Mi mamá tiene un refugio de reptiles y dice que cuando tenía un año me quedé dormido arriba de un cocodrilo del Nilo - dijo sin prestarle mucha importancia

- Ya veo, espera… - Jack se detuvo de golpe - espera… ¡¿Qué?! - grito

- Aaaah… - suspiro - era muy pequeño pero mi madre dice que un día me llevo al refugio porque mi padre estaba de viaje y no había quien pudiera cuidarme. Era su día de descanso y todo estaba tranquilo en el refugio pero le llegó una llamada de emergencia, habían llegado varios cocodrilos del Nilo que lograron rescatar de unos cazadores y necesitaban toda la ayuda posible, así que no tuvo opción y me llevo. Cuando llegamos todo estaba hecho un caos, eran cinco los que habían rescatado, dos de ellos ya estaban en el lugar que les habían asignado, pero los otros tres  se habían logrado desamarrar, estaban confundidos y asustados. Mi madre me dejó en una cuna que mi tío había improvisado y fue a ayudarles, después de un rato y mucho esfuerzo lograron contenerlos pero cuando los iban a dejar junto con los otros dos se dieron cuenta que la puerta de seguridad estaba abierta y faltaba uno. Todos se asustaron, comenzaron a buscarlo pero el lugar era enorme y tardaron una hora en encontrarlo. Mi mamá se aterrorizo al ver que a medio metro estaba yo, ambos nos estábamos observando, no emitíamos sonido alguno y no nos movíamos, pero cuando el cocodrilo comenzó a asustarse de la presencia los cuidadores, me acerqué a él, cerré mis ojos y puse mi mano extendida a pocos centímetros de él. Mi mamá dice que el animal se tranquilizó, me observo y después de unos segundo pego su hocino en mi mano, abrí mis ojos, le sonreí y me subí arriba de él, estuve en su espalda balbuceándole hasta que me dormí, mi tío dice que en ese tiempo el cocodrilo no se movió, estuvo tranquilo y a los pocos minutos quedo completamente dormido, momento que aprovechó mi madre para apartarme y los cuidadores lograron meterlo al hábitat del que había escapado

El mayor se había quedado con la boca abierta y no se movió durante varios segundo - Eso… es… algo… ¡Increíble! - grito, Jack estaba más que sorprendido, no podría creer que su pequeño amigo había vivido una experiencia tan peligrosa pero extraordinaria - ¿y cómo lo hiciste?, ¿lo has hecho de nuevo?

- La verdad no lo recuerdo, pero mi madre dice que parecía que nos estábamos comunicando, he intentado enseñarle a mi mamá y a los cuidadores lo que hago pero los animales los ignoran o se vuelven más agresivos, mi padre dice que es un don que tengo gracias a mi marca de nacimiento

- ¿Marca de nacimiento?  

- Si - Hipo se descubrió el tórax, donde en la parte superior izquierda, cerca del hombro se encontraba una marca con forma de un dragón. Jack se quedó admirado, nunca antes había visto una marca parecida a esa y menos una perfectamente definida - mi padre dice que desde ese día cada vez que mi mamá salía para el refugio yo quería ir con ella y si no lo hacía me ponía a llorar hasta que no le dejaba otra opción y terminaba llevándome. Desde entonces comencé a convivir con ellos, puedo entenderlos, comunicarme y manejarlos, he estado con tortugas, serpientes, cobras, pitones, dragones de Komodo, lagartos, anacondas, serpientes de cascabel…

- Entonces cuando hiciste eso con las manos

- Presentaba mis respetos, los saludaba y ellos me respondían

- ¡Eres alguien increíble dragoncito! - se emocionó Jack

- ¿Dragoncito?

- Si - afirmo feliz - te gustan los reptiles, has vivido con ellos desde casi siempre, puedes entenderlos, hasta puedes hablarles y ellos te entienden, es como hablar pársel pero mejor, porque no sólo te comunicas con las serpientes sino con todos los demás reptiles. No existen los dragones pero si existieran ten por seguro que podrías entrenarlos, además  - señalo su hombro - también tienes una marca igual a la de un dragón… así que serás Hipo, el pequeño dragón

- ¿Y por qué pequeño? - se molestó

- Muy simple - se acercó al oji-verde - porque eres más pequeño que yo, además de que eres muy tierno y lindo - el menor al escuchar lo último se sonrojó y no dijo palabra alguna - por cierto dragoncito - ambos se quedaron mirando durante un largo periodo de tiempo

- ¡Hipo! - se escuchó a una mujer decir su nombre - ¡Hipo!

- Responde hijo - esta vez era un hombre el que hablo

A varios metros se encontraban los padres del menor, la mujer era delgada, cabello igual al de su hijo y su padre era grande y fuerte, de cabello pelirrojo

- Son mis padres - al verlos se alegró - ven, vamos con ellos - habló con una sonrisa

- Lo siento Hipo pero ya me tengo que ir - dijo un poco triste mientras soltaba la mano del menor

- No, no te vayas - pidió - quédate un rato más conmigo, no quiero que me dejes

- No te preocupes - se acercó al menor y lo abrazo, acto que fue correspondido - todo estará bien

- Adiós Jack

- No es un adiós, es un hasta pronto, ¿de acuerdo?

- Si - contestó el menor muy desanimado al saber que tenía muy pocas probabilidades de volver a verlo - hasta pronto Jack

- Hasta pronto Hipo… - se separaron del abrazo e Hipo dirigió la vista al suelo - dragoncito - habló y en el momento en que el menor levanto la visa le dio un inocente beso en la mejilla - feliz cumpleaños mi pequeño dragón - habló para después salir corriendo, dejando al menor sorprendido, con un leve sonrojo en las mejillas y una pequeña sonrisa en el rostro. Se escondió y observo a su madre correr en dirección hacia el pequeño, lo abrazo y le lleno de besos, su padre abraso a madre e hijo, ambos padres estaban felices de estar juntos y mientras se marchaban Jack pudo notar al menor buscándolo entre la multitud, acto que le saco una gran sonrisa. Caminó feliz hasta donde se encontraban sus padres y de vez en cuando daba pequeños saltos de alegría, al ver a sus padres se alegró y corrió hacia ellos - ya llegué

- Jack, me tenías muy preocupada - abrazo a su hijo - te tardaste mucho, no te metiste en problemas ¿Verdad?

- Claro que no mamá, estuve viendo los animales

- ¿Ni molestaste a la gente? - pregunto su padre

Jack recordó a la joven pareja - no - contesto con una dulce sonrisa

- Bien - habló su madre no muy convencida - es hora de irnos, por cierto, ¿Qué tal tu pequeña aventura? - pregunto mientras se dirigían a la salida

- Tenías razón madre

- ¿Si era especial?

 -Es muy especial - corrigió y madre e hijo sonrieron felizmente mientras su padre los veía con curiosidad - por cierto - se dirigió a su padre - ¿Cuándo nos mudamos a Berk?

- Dentro de dos semanas

- ¿No podemos mudarnos antes?

- Ya dije que la decisión está tomada y no importa cuánto te niegues… espera… ¿Qué?

- Si me ayudas con a guardar las cosas podremos mudarnos dentro de una semana - respondió su madre

- Bien, entonces llegando comenzaré con las cosas de mi cuarto - dijo feliz

- Pero estabas molesto porque no querías mudarte - habló sorprendido su padre

- ¿Persona especial? - pregunto su madre a lo que Jack sólo se limitó a reír

- Muy bien - dijo su padre - están actuando muy extraño ustedes dos - mientras sus padres comenzaron a conversar Jack se quedó observando a las personas que estaban caminando hacia la salida y una pícara sonrisa se mostró en su rostro - oye papá - interrumpió a sus padre - ¿Qué es hacer el amor? - pregunto. Su voz sonaba fuerte y una pareja que estaba enfrente de ellos paró en seco, una pareja que Jack reconoció a la perfección

- ¡¿Qué?! - grito su padre - ¡En donde rayos escúchate eso!

-amm… por ahí - dijo sin prestarle importancia mientras pasaba al lado de la joven pareja y Jack les regalaba una traviesa sonrisa - entonces, ¿Qué es?

- Pues… es la forma en que demuestras lo mucho, mucho, mucho, mucho que quieres a una persona - contestó su madre al ver que su esposo estaba colorado y no sabía que responder - es una acción que realizas con la persona que amas

- aaaa…. ¿Con esa persona especial? - se emocionó Jack

- ammm… pues… si, ¡pero! - se apresuró su madre al ver a su hijo - eso es algo que sólo puede hacerlo la gente mayor

- oh, bueno - quedo un poco desilusionado

- Pero cuando eso pase - hablo su madre - será un momento mágico, único y habrá valido la espera - Jack se limitó a reír

- Muy bien, ustedes me están asustando - hablo su padre - tú andas muy rara mujer - su esposa le regaló una inocente sonrisa - y tú no eres mi hijo, dime quien eres y que hiciste con mi pequeño Jack que no quería mudarse ni hacía preguntas tan precoces 

- ¡Papá! - le regaño su hijo, siguiendo con risas y bromas mientras daba por terminado ese día inolvidable

--------

- Jack - escucho su nombre - Jack, despierta de una vez

- Cinco minutos más - pidió

- Eso dijiste hace cinco, diez, quince y veinte minutos

- No tengo la culpa de estar muy cómodo - se acurrucó mientras sentía una mano jugar con su cabello

- Claro, como tú no tienes a alguien recargado en tus piernas  

Jack abrió lentamente los ojos y una sonrisa se formó en su rostro mientras distinguía a la persona que tenía frente a él. Cabello cobrizo, sedoso y con su característico aroma a bosque, ojos verdes llenos de vida e inocencia, piel clara y suave, adornada con pequeñas pecas que siempre lo volvían loco. El oji-verde lo observaba con una tierna sonrisa mientras detrás de él se filtraban los rayos del sol entre el follaje del árbol donde estaba recargado, una hermosa imagen para Jack, igual al primer día, exactamente hace once años atrás, en ese mismo lugar y en ese mismo árbol.

- Buen día dormilón - pronuncio el oji-verde

- Buen día Hipo… por cierto… - le depositó un suave beso en la mejilla - Feliz cumpleaños mi pequeño dragón - Habían pasado once años, once años de amistad y en cada cumpleaños del menor siempre visitaban el zoológico, siempre juntos, siempre tomados de las manos pero esta vez era diferente, porque no iban como amigos, sino como amantes - Hipo - susurró mientras depositaba su mano en la mejilla del menor

- ¿Si?

- Hagámoslo esta noche

Un pequeño rubor adornó la cara del menor - Lo… lo hicimos esta mañana

- Lo sé, pero quiero que sepas lo mucho, mucho, mucho que te quiero - besó la mano del menor  

- Me lo demuestras casi todas las noche - quería negarse pero al ver los ojos de Jack sabía que no importara cuantas veces le dijera que no, siempre terminaba accediendo - Bien, pero primero tengo que visitar a mis amigos, al parecer hoy llegó un Varano

- Claro, claro - Hipo sonrió alegremente, ambos se levantaron y comenzaron a caminar tomados de la mano como el primer día en el que se conocieron 

- Te amo Jack - susurro el menor con un leve rubor en sus mejillas

Jack unió sus labios a los del menor, dándole un tierno e inocente beso. Más de diez años había esperado. Esperado escuchar al menor decirle que lo amaba, besar esos suaves labios y ser correspondido, tenerle en la cama y fundir sus cuerpos en uno solo - También te amo Hipo - Habían sido varios años de tortura pero había valido toda esa espera - mi pequeño dragón… - y esa noche volvería a demostrarle cuanto lo amaba - … mi persona especial

Notas finales:

Espero les haya gustado, no olviden comentar, X3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).