Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rain Black por Mikami demon

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Wow, hola a todos vosotros. Gracias por comentar, no pensé que os gustarán tanto los demonios xD.

No quiero dar spoilers ni nada, me refiero a que lean.


Espero os guste.
Capítulo 2



Nunca se despertaba rápidamente, él preferia que el simple ambiente le impregnase cada uno de sus poros.
Era su cálido despertar, una armonía inexacta que producida la silenciosa canción de algo a punto de derramarse en desgracia.

Aún con la vista moribunda, no podía acostumbrarse al escandaloso sol que se filtraba por la ventana. Todo permanecía borroso, su vista lastimada por los expectantes rayos de un sol que le fastidiaba en ese horrible momento; pero nada se comparaban con las punzadas en su cuello; la pesadez del cuerpo que le obligaba a expresar en su rostro, en su antes apacible rostro, una vil mueca de dolor. Froto sus ojos con pesar, parecia haber dormido milenios.

—¿Que me...?

Estaba a punto de tomar su celular para ver la hora, en cuanto los recuerdos le llegaron como un balde de agua fría trasladando horrores innecesarios, pensamientos de terror igual que oleadas de eterno miedo que podría sentir al ser juzgado por el mismo dios, por todo el cuerpo.
Era una horrible sensación que manchaba todo su ser. Algo tan perverso que le corroia su misma alma. ¡Era su mismo miedo! ¡Su mismo terror que se apoderaba de su mente!

No le importó dejar sus cosas, ni menos el tiempo que era, solo corrió, huyo hacia el primer baño que encontrase.
Entro en un cubículo sin pensarlo dos veces. Las arcadas por recordar la espesa sangre eran inevitables.

El carmesí vital, la representación del amado elixir de la fugaz vida con su prepotente olor metálico. Como una espesa tortura derramando toda esperanza al polvoriento y frio suelo. ¡No, ya no lo soportaba! Debía borrar la imagen, ¡destruirlo!

Término por vomitar todo lo que había ingerido esa mañana.

La escena se repetía mil veces, más real, como azotes claros de la misma voluntad incorrecta.

Bajo la tapa del váter y jalo la cadena, cerro sus ojos azules por un momento. Lo había recordado todo y trataba de no entrar en pánico.

¿Y si fue un mal sueño?

“Eso es. Una pesadilla.” Abrió los ojos. Borraría esa maldita imagen de su cabeza antes de que volviera a darle asco.“No, no, no... eso no fue real.”

Suspiro profundamente tratando de relajarse, deseando olvidar asta hundirlo en lo profundo de su mente.

Era solo una engañosa pesadilla.

Fue asta los lavabos, dejo el agua fría correr como un pequeño torrente, y no tardo en echarse agua al rostro. Debía espabilar cuanto antes.

—No puede estarme pasando esto —musito desganado.

Se llevo una grata sorpresa al mirar el espejo, detrás de él se encontraba aquel pelinegro, sonriendo, burlandose de él mientras sostenía sus llaves. Dio la vuelta encarando a su mal, pero no encontro a nadie. ¿De nuevo su mente le estaba jugaba una broma?

“No es posible que...” Abrió sus ojos exaltandose profundamente. Así como entró, también salio del baño; asustado, temblando de miedo ante la posibilidad que todo fuera real. Que no estuviera soñando.

Se detuvo frente a la a puerta que aún se encontraba entre abierta... tenía miedo, ¡si, un gran terror y a angustia al intentar mimirar adentro!, pero debía hacerlo. Era enfrentarlo, o dejarse llevar por una posible pesadilla, y sintió alivio cuando observo la fría, y completamente vacía, sala de profesores.

No había absolutamente nada. ... ni siquiera una minúscula gota desangre.

“Gracias a Dios” Llevo una mano a su pecho, jamás tuvo un susto de esa magnitud. Sentía que el corazón le salía por la boca. Al fin suspiro aliviado, y podía quedarse tranquilo. Nada había pasado, ¿verdad?

—¿Sabéis cuando una puerta no es una puerta? —la misma voz con su epeculiar tono que le incapacito de moverse—. Habéis venido otra vez, no me sorprende. Los humanos tienen la peculiaridad de volverse paranoicos cuando no distinguen la realidad de un sueño.

Aquel peli negro le tomo de los hombros dándole vuelta para mirarlo directo a los ojos, y fue bruscamente acorralado contra la pared. Toda clase de pensamiento se borro. Malditos, profundos y peculiares ojos negros. Casi la oscuridad del mismo ángel fúnebre. Desafiantes, intimidantes, sombríos, e incluso perversos. Daba tantos escalofríos tenerlo en frente sin saber que pensaba. Estar cerca de él con su expresión seria que le analizaba, era un tormento.

—Tienes miedo —le afirmo—. No deberías tenerme algo de miedo —una risa espectral salio de sus labios. Fria y helada burla que hacia su sangre vibrar—. Preocupate por ti. Por lo que provocare si te atrevez, o llegues, a mencionar algo de lo que viste aquí.

Tenía que intimidar a ese pequeñajo para evitar que hablará más de lo usual. Le armarian un escándalo si llegasen a saber que un humano, ¡un inútil y débil humano fuera causante de una guerrilla contra alguien de ellos! Ya suficiente tenía con los demás traidores.

—La cuestión ahora es... —se acerco a su cuello. Una vista perfecta a la yugular. Ver como esa sangre fluia rápido. No cabía dudas, que los mortales eran exageradamente asustadizos— ¿Debo dejarte ir, Uzumaki Naruto?

Paso una de sus pálidas y frías manos por el cuello del rubio tomando su mentón, lo movió hacia un lado. No tenía inteciones de lastimarlo, ni tampoco dejarle así de sencillo.

—¿Debería hacerlo, Naruto?

—¿Q-Que? —que voz del humano. ¿De verdad había sido mala suerte, o buena suerte, encontrarse con él?

—Has tenido mala suerte —musito cerca de su oído—, pero se que tu no quieres morir y necesito que hagas lo que te pida.

No podía creerlo, ¿en verdad... haría un trato con un asesino? ¡Con un asesino!

—Se que estas asustado, pero acepta mis condiciones. —temía por lo que venia, quizás... quizá volvería a ser inyectado con no se que sustancia, o golpeado asta la inconsciencia.

Esperaba todo, una amenaza, un golpe, cualquier cosa. Pero nada de eso sucedió, solo recibió una dolorosa mordida en hombro.

Aparto bruscamente a su atacante. Salio disparado hacia cualquier parte lejos de él. No iba a mirar a atrás. Iba a hacer asesinado... ¡no! ¡No dejaría que eso pasara! Tenía que ir a la policía y decirle lo que vio. Si, eso haría, pero antes debía escaparse de él. Y creía estar lejos por la distancia que había recorrido, ahora se encontraba en el gimnasio y necesitaba aire, sinceramente nunca fue bueno en los deportes de alto rendimiento.

—Mierda, ¿que hago?

Se metió en un problema grande. Más grande que uno de los que ya había tenido en el pasado. Mucho peor que cuando robo un examen, o cuando estrello el auto de su amigo en un aparcamiento.

—¡Maldita seas Naruto! ¡¿Que has echo?!—pateó una de las grandes bancas fuertemente. Se enojo consigo mismo.

Froto sus cabellos frustrado. Debía, no, ¡tenia que salir pronto del instituto!

—¿Seguro que esa es tú respuesta? —miro el ser parado delante de él. Mantenía un semblante calmado.

¡¿Como le pillo tan rápido?! ¿Enserio le siguió sin que se diera cuenta?

—No fui claro, ¿verdad? —retrocedido lejos de él. Un tipo de peligro se sentía muy presente que lograba traspasar su piel—. Te pido un acuerdo, a menos, claro, que te obligue. Por dios, ¿que haras?, ¿ir con la policía y decir que mate a alguien? ¡Piensa! ¿acaso te van a creer? —encarno una ceja burlón—, para mañana esa cosa apenas y será recordada.

«ESA COSA»

¿Se estaba refiriendo a ella como si fuera algo? ¿Un objeto? Pero no estaba hablando de un objeto ni un animal, “esa cosa”, tenía vida. Una persona, es más, “esa cosa” era una chica alegre, simpática. ¡No era «cosa»!, era alguien, un humano, una persona, ella era Anko Mitarashi.

—¿Crees que puedes ser más inteligente? —se dio vuelta dispuesto a huir, pero los brazos del Uchiha le atraparon la cintura antes.

Estaba jodido.

—¡Sueltame! —forzajeo intentando quitarse el fuerte agarre—. ¡Si me vas a matar hazlo ya, nada te lo impide!

¿Había escuchado bien? ¿El humano enserio quería la muerte?

—¿Quien dice que voy a matarte? —le sorprendia cada vez más esas actitudes, eran, en cierta forma, divertidas e interesantes—. Te diré lo que voy a hacer contigo, Uzumaki Naruto.

Le azoto contra las bancas. Tomandole de las muñecas con fuerza. Con tanta fuerza que parecía un animal, no, en realidad... algo no tan humano.

—Primero voy a cerrar esa boca molesta que tienes, y cuando lo haga —sonrió de forma siniestrar, ni él sabia lo que hacia exactamente— vas a obedecer por que si no lo haces, matare a tú familia. A cualquier persona que haya tenido conexion contigo. Y ahora permanecerás quieto si no quieres conocer quien será el primero.

No hubo respuesta. Solo el breve silencio antes de sentir la recortada respiración que mantenía el azabache.

—Muy bien. —musito al ver al rubio más calmado.

Los mortales no eran lo que aparentaban, sin embargo, el no era humano por ende, seria tan normal que le dieran ganas de marcarlo, tal vez eso explicaba por que sentía interes por el miedo que tenía. Si, le gustaba el miedo del rubio. Que ira del concilio tendría cargando si descubrieran su pequeña travesura.

Pero aún no... todavía no.

—Piensalo —se alejo guardando a su bestia interior. Ese moustro dentro que gruñia y olfateaba con recelo el miedo en aquel humano. Deseando tenerlo en sus afiladas zarpas—. Manten esa linda boca cerrada.







***
«Bienvenidos. Ahora mismo, estoy con el director del cuartel quién ha accedido a contestar brevemente unas preguntas:


Diganos, Sr Asuma, ¿es cierto que los homicidios están ligados al mismo asesino de hace años?



—Las cosas aún no son del todo claras. No puedo decir que sea cierto.

—Pero... tenía muchas similitudes, ¿o no?

—Como dije, no estamos cien por ciento seguros de que lidiemos con el mismo caso. Tratamos de rearmar las pistas que nos lleven más a fondo y parar de una buena vez con esto.

—Por lo que sabemos, las victimas eran estudiantes de preparatoria y grados superiores. ¿Hay alguna similitud con ellas?

—¿Perdón?

—Me refiero a que si esto podría ser un tipo de mensaje.

—¿Mensaje? ¿A que se refiere? No estamos hablando de la mafia, una rabieta política, o algo por el estilo. Esto no es un aviso para nadie. Los asesinatos son devastadores y la gente esta horrorizada, no hay razón para que esto se trate como broma o amenaza a alguien en específico.

—Entonces, ¿me dice que esto puede ser obra de un... asesino en serie?

—No especulo nada, pero en este tipo de momentos, debemos de estar consientes de la realidad. Me temo que aún es muy pronto para llegar a esa conclusión.

—¿Que me dice sobre “Taka”? El caso fue re-abierto.

—Hace cinco años que esos asesinatos cedieron. El motivo aún no lo se, sin embargo confió en que lo solucionaremos. No dejaremos que vuelva a suceder la misma tragedia. Debemos mantenernos tranquilos y actuar coherentes. Eso es todo por el momento.

—Muchas gracias por la entrevista, Sr. Sarutobi.
Trataremos de recopilar mas información importante. Estaremos pendientes de los avances.

Soy Aika Natsume, y reportó en vivo para “JK News”...»





La habitación se iluminaba con la breve luz del televisor de plasma, mientras él no hacia más que mirar con atención la pantalla.

Era algo simplemente estupido. Sabía que todo el drama de un asesino solo era para encontrarlo, y no quería admitirlo, pero estaba siendo paranoico. Tal vez se debía al hecho de estar escapando de la misma muerte.

—¿Que demonios estas haciendo, Sasuke? —espeto cabreado. Sin duda, sin duda alguna, era la primera vez que tenía una furia tan incontrolable amenazando con escaparse.

¿Como podía crear un asesino solo para dejarle claro que iba por su cuello? ¡Claro! La orden era matarlo, llevar su cabeza ante el concilio.

Su tiempo estaba acabando, lo sabia, y lo malo era que Sasuke no tenía ningún punto débil. ¡Ni uno solo!
Con eso no podía lidiar. Algo creado para matar demonios, era un problema para los mismos.

—¡Gaara! —escuchó el resonar de la voz detrás de la puerta, seguido por la serie de sonidos secos.

Suspiro apagando la televisión. Había algo que por lo menos le mantendrían lejos de varios recuerdos o pensamientos ya no deseados.

Se dirigió a la puerta, y la abrió con desesperación. No tenía idea del por que se le formó una sonrisa boba en el rostro, ¿era por querer aparentar felicidad? ¿o era por que esa persona le hacia dirigir toda atención a su ser?

—Perdona, pero debía hablar contigo —exclamó, dejando al chico de cabello rojo sin ganas de responder mal—. Lamento molestarte.

¿Por que no grito o hizo un breve cometario en broma?

Naruto era de las personas mas fastidiosas que había conocido, era extraño verlo serio.

—¿Te pasa algo? —pregunto clavando su mirada en el chico rubio.

—¿Eh? —noto la incomodidad repentina de Naruto, el rubio no era de los que bajaban la mirada pensando, tratado de, alguna forma, evadir la pregunta al negar con su cabeza—. Solo estoy cansado pero yo...

Eso era mentira, lo conocía tan bien. Cada rincón de su ser, es más, podía leer cada pensamiento de Naruto con solo ver sus ojos.

Sí, algo, ciertamente, estaba mal.

Suspiro asta tocar su hombro izquierdo. Sintió una ola de rabia adueñarse de él por completo. La primera vez que Naruto, su amigo, tenía una esencia muy conocida. Una energía asfixiante.

Aparto su mano bruscamente negando cualquier similitud con 'él'. Solo estaba siendo paranoico. Sasuke Uchiha no podía conocer a Naruto. Divagaba especulando cosas sin sentido.

—Gaara —parpadeo varias veces antes de volverse a Naruto que le observaba con atención—, ¿Temari vendrá pronto?

No dejaba de apreciar ese enigma que tenía Naruto que parecia mostrar tan discretamente.

—Ah, era eso... —se rasco el cuello, negando con su cabeza, se olvido por completo del tema—. Minato me informo que suspendieron los viajes por una tormenta. Seguramente estarán aquí la próxima semana.

—Claro —dejo su peso caer en el gran sofá. Ya presentía que algo así pasaría—. Es una pena.

—Si... lo es —que inclemencia, la paciencia estaba llegando a su fin. Pero debía... no, ¡tenia la obligación!, olvidar los falsos deseos que quería tener—. Deberíamos olvi...

—Tú —dijo Naruto atrayendo su atención. ¿Como no hacerle caso a ese humano si hablaba tan claro?, tan quedamente y sereno cuando quería—. ¿Conoces por casualidad a...? —no se atrevio a decir ni una palabra más, ni una letra.

El aire, su atmósfera se volvió asfixiante. Densa como una niebla imposible de quitar. Los ojos claros, sus agudos orbes cálidos, fueron a parar a su persona. Lo sabía, siempre sabía, que Gaara nunca apartaba su mirada de él. Pareciera que le estudiaba, analizaba cada parte de suya dejando vacío sus más profundos secretos, como un libro abierto.

—¿A quién? —pregunto mucho más interesado.

—Ya. Nada, olvidalo —cerro sus ojos quedandose con dudas. No pensó demás, solo se levantó rápido del sofá—. Me tengo que ir.

Gaara pareció quedarse en shock, confundido, extrañado, analizando los errores que tenía Naruto en su personalidad, y más por que se iba rápido.

—Espera, ¿que?

—Te llamo después. —el pelirojo intento detenerlo.

—Oye, pero si tú...

—Nos vemos — salió rápidamente interrumpiendo los comentarios de Gaara.

¿Evitarlo? ¡¿Por que le haría eso?! Era la persona que estaba al pendiente, que esperaba un día le bastara su sola presencia, la cuál tenía sus más castos y recónditos pensares dedicados a él. Solo a él.
¿Por que si le quería tanto, ahora Naruto se empeñaba en romper toda su antigua personalidad haciendo otra persona?

Oh, ¿acaso era momento de ver la gélida realidad? La penumbra de los mares de almas desechas para esconder toda la creación. Si, ¡era el momento de sentir la realidad llegando a su final!








***
Que interesante. Al fin le había encontrado, después de varios meses, se encontraba ahí, junto con el humano que tanto le atrajo.

Pero... ¿que era la molestia que sentía justo ahora? ¿Verlo feliz? ¿Sabaku No Gaara estaba feliz por ver a un humano? No... ¡a ese intrigante humano!

A ese mortal que quería asustar, y todo por ver su reacción. Aquel de nombre Naruto Uzumaki. Algo tenía en su ser... que le provocaba algo extraño, como si su frialdad huyera por un momento y terminará provocando un deseo casi insaciable de sumo interés.

Gaara conocía al Uzumaki, ¿por que le molestaba ese basto e incauto hecho?

En su interior, volvió a removerse la bestia. Sonriendo, clavando y las zarpas en su espalda, deseando salir y matar de una vez a Gaara. Habría sus alas, esas negras alas que abrazaban su interior para llenarle de odio.

—Tú... —había sonreido al escuchar su voz de nuevo.

Después de todo, fue una buena idea seguirlo. Pero debió esconderse o por lo menos, tratar de pasar desapercibido. Bueno... ya era tarde.

—¿Como es que... —podía sentir la conexión. El dominaba su miedo, podía inculcar más temor, y lograr matar a Gaara, y a su vez arrebatarle algo que, le parecia, era importante para Sabaku No.

Hizo un leve movimiento hacia él. Algo que provoco a Naruto retroceder. Quería reír por su reacción, ¿el miedo controlaba a ese humano, o era él que provocaba esas reacciones?

Y si era él... ¿que otras cosas más podía provocarle?

—El tiempo acabo —soltó una breve carcajada. Estar espiandole desde que le dejo ir, era entretenido—. No quiero matarte...

Extendió su brazo ofreciendole la mano. Quizás si fuera más amable, podía callarlo y no tener que desperdiciar sus planes.

—Toma una buena decisión. —se acercó al estupefacto rubio que, parecía, tener el entre cejo fruncido.

No pronunció palabra alguna. ¿Por que debía tener tanto miedo de él? ¿Por que rayos debió presenciar eso? ¡¡no quería hacer esto!! ¡No debía hacerlo!
No había vuelta atrás ni salida.


—Ese chico —pronunció tragandose el asco de pronunciar el nombre— ¿es Gaara? —la bestia hacia crujir sus colmillos de rabia— ¿crees que sea fácil matarlo?

Había dado en el clavo. Su rostro, el rostro celestial del rubio, se había alarmado.

¿Así que en verdad es importante? Pensó entrecerrando sus orbes negros.

Su ira pareció revolver su odio. De nuevo esa molestia... ¡ese malestar que hacia crecer su odio volvió!

Debía admitirlo, o al menos preguntarse. ¿Estaba celoso de Gaara por conocerlo antes?

—¡No te atrevas a hacerle algo! —exclamó sin problemas— Yo no... no diré, nada... pero...

Sonrió perseverante. Había triunfado muy fácilmente.


—Naruto —inclino su mirada hacían los cielos exhausto, los mismo ojos que parecían, más bien, otorgados como símbolos de debilidad—, me parece bien.


Naruto no lo sabía, sin embargo, la verdad era que acababa de hacer un trato. Un acuerdo con un demonio.
Notas finales: ¡¡Capítulo 2 arriba!!

Espero les agradará, y no os preocupéis, Sasuke tiene un propósito muy en claro. Ya saben que no piensa, actúa. No me sorprendería que terminé con ganas de... eh, no se imaginen el Hard.

Es todo por ahora, subiré pronto, os prometo.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).