"Mordiendo polvo una vez más.
¿Y como conquisto el amor?
Si ya nadie a mi lado esta
En esta guerra armas no tengo".
Sus ojos son cuencas negras de cristal, brillantes a la luz de las estrellas fosforescentes pegadas en el techo (en honor a jovencitas y no tan jovencitas que siempre le daban su apoyo), su corazón es un musculo oprimido por un dolor intenso, el del amor, si, un chico como él, alegre y carismatico, sufria por un amor que era más que "no correspondido".
Esta más solo que nunca, ahora que sus compañeros se habían dado por vencido, dejándolo solo como el único luchador esperanzado. Puso su mano en sus parpados apretados para evitar que las traicioneras lagrimas escaparan de la celda del lagrimal, no iba a llorar, ya era demasiado ridículo sus inútiles esfuerzos por derretir un armazón de hielo, sin embargo, se pregunta "¿por que es así?", pobre tonto, ya lo sabe.
Sabe de sobra que el chico que esta en la cama de al lado, durmiendo plácidamente cual niño cansado, es en realidad un chico vergonzoso. Sabe de sobra, que TaeKwoon, apodado y conocido artísticamente como "Leo", es el chico serio y de humor poco cambiante, tal vez el más neutro del mundo musical de Corea, es serio, todos advierten que sin cuidado, no duda en mandarte miradas de total asco y desprecio total para que te alejes, es la primera advertencia, la segunda es un buen empujón.
Sin embargo, él joven sabe que eso se debe a un miedo irracional, el de hacer el ridículo, creo una reputación que llamaba la atención, no la perdería por una ridiculez (de seguro pensaba que él era una ridiculez), no se dejaría avergonzar y que el camino de dominós cayera brutalmente, sin piedad.
Sus compañeros, todos son amigos, poco cercanos al gran Leo, este siempre los empuja cuando lo abrazan, los golpea cuando son cariñosos y los mira feo cuando comentan algo meloso, todos, cayeron uno por uno como una casa de cartas en el viento.
Memorias le llegan sin aviso, cuando lo conoció, le sonrió y este al instante le lanzo la mirada que lo repelía siempre, al inicio lo asustaba, al tiempo, la ignoraba, aun la ignora, aun es cariñoso con TaeKwoon, sus compañeros usan de armas para acercarse excusas como que es skinship para las fans, el no tenia esas armas, el tenia unas manos puras y un corazón sincero.
"Leo . . ." pronuncia, ni el aire lo escucha, pero el durmiente Leo se mueve dándole la espalda, y el joven nuevamente mordía el polvo.
"Lo quiero todo todo hasta el fin
Pude mi bandera levantar
Pero muerdo polvo otra vez más
En nadie más puedo confiar."
Maldice a la humanidad completa, al pasado de TaeKwoon, a la gente a su alrededor, a todos. Porque hasta dormido, su amado le ignora con intención.
No obstante, recuerdos lo salvan, cuando durmieron juntos solo para asegurarse de que no tuviera pesadillas, cuando este lo abrazo, cuando ... había tantos, TaeKwoon acostumbra a acercarlo inconscientemente, luego lo apartaba de un empujón o con alguna amenazante mirada, eso era como levantar su bandera, se animaba a si mismo en un amor guerrero, en el amor y guerra todo vale, porque son casi lo mismo.
A su cabeza llega la entrevista y la respuesta del mayor, "todos son desagradables". Vuelve a morder polvo por enecima vez en su cabeza.
Lo peor era que, como grupo (sin contar a TaeKwoon) tenían en secreto la meta de ser cercanos a Leo, tenían, lo son como grupo, como amigos, como un cuerpo (no tan literalmente) eran un asco, quedaba él, solo él, luchando con una bestia que añoraba tanto tocar sin ser alejado.
"Inquebrable soy.
Voy luchando por ti"
Se hundía más, sentía algo tirándolo demasiado fuerte, pero no se rompería, no esta en peligro.
"Sonríe" pronuncia iluminando el cuarto con una perfecta sonrisa, se creía su sonrisa, se creía feliz, si es feliz, todo puede, todo por un solo propósito. Suspira agotado de creerse su propia mentira barata, se sienta en su cama y su cabello le tapa los ojos, el concepto lo obliga a tenerlo largo, pero cuando gacha la cabeza no mira ni su negra oscuridad con la mata de cabello en sus parpados.
Mira al contrario, una bestia inofensiva, y él, preparado para todo, una lucha, la final, en esta, todo lo va a dar.
"Tan fuerte es mi corazón elástico
¿Tu espada lo podrá romper?
Cuando lo tiras fuerte, ten mas cuidado
Quizás no lo veras volver
Porque realmente tengo yo...
Un corazón elástico."
Aún da para más, su alma, su cariño, todas sus ilusiones, todo había sido aplastado por esa bestia, ahora, la va a matar, sin armas, solo una piel gruesa y un corazón moldeable, de goma.
Esta expectante, la espalda de Leo sube, baja, sube, baja, un compas lento, una respiración suave, una presa fácil. Pero ¿podría con él?¿Podría ver al majestuoso Leo a la cara? Su belleza era su mejor arma, no un golpe o una mirada de asco, su sublimidad era imparable, se derretía. Ahora duda, ¿su solemnidad destruirá la ultima oportunidad de matarlo?¿Destruirá su corazón de elástico?.
No, su corazón aguantaba, si lo abrazaba y lo empujaba a 3 kilómetros más lejos, el volvía y lo abrazaba con más fuerza, no lo soltaba, su calor, su figura, su aroma, un vicio imperdonable por el creador de este adictivo narcótico. Leo creía que se rendiría, pero no, ahora aparecería, una vez más, porque de verdad, él aguantaba más, mucho más.
"La noche pasa rápido
Los ojos no puedo cerrar
Camino sobre el fuego
Para salvar mi humanidad"
5 de la mañana, aún lo mira, desde hace 2 horas, no esta cansado, no esta somnoliento, más despierto que cuando se roba el café del mayor lo observa taciturno. No perdía detalle, ya con esas dos horas, confirma que el otro esta profundamente dormido y que recargo el valor para empuñar su mejor arma.
Corre las telas que cubren un cuerpo ardiendo en la excitación del momento, no esta asustado, esta expectante, blanco en mente y en opciones, una hoja de papel en blanco cuyas acciones definirían un triunfo o la muerte de su alma y de todo su ser conocido por la historia.
En el filo de la cama esta sentado, con los pies en el aterciopelado suelo, ojos pegados al cuerpo inerte en la cama adversa, estaba dispuesto, ya no quedaba más que una acción drástica. Se levanta rápidamente, solo suena la tela del pijama rozar con las sabanas por ultima vez, las vertebras suenan al enderezarse, el yacente no se inmuta, no escucha, no ve, ni esta consiente.
Camina y el piso le quema los pies, esa sensación le manda su sistema inundado en nervios, esta arriesgando tanto, una esperanza, un amor, su vida en todas las formas sentimentales y físicas que conoce, se estaba salvando de algo grande. Si moría, nada seria igual, ni para él, ni para VIXX, ni para nadie.
"Mi vida es mala pero aun así
Estoy tratando de luchar
Y otro a mordido el polvo ya
Cayo un elegido más."
Avanza en el mutismo del cuarto, con cautela, nada se oye, salvo respiraciones constantes, una extensa, la otra entrecortada. Se hace un silencio por parte del mayor, el menor se detiene y aguanta el aire un segundo hasta oír esa anhelante exhalación que le hace seguir.
Siguen los recuerdos por sus ojos, revoloteando sin parar, tantos empujones, golpes, miradas de asco, insultos, no solo por parte del mayor, si no por parte de todos, no tenia una buena vida, pero si una buena actitud ante ella. Un guerrero feliz si se le puede decir así.
Se hinca al borde de la cama, apoya los brazos en el colchón, ruega por que el mayor no despierte, tiene el sueño pesado y lo sabe, pero aún así hay que ser precavidos.
Tanta belleza en una bestia, pero bueno, el diablo existía y no era horrible, era hermoso, después de todo por algo fue el favorito de Dios.
Pero no, debe matarla rápido, su mano pasa por la tersa mejilla de este, es demasiado lindo para él. No era el primero, sus compañeros lo habían intentado asesinar, las fans también, quedaba él. Tantos mordiendo polvo, tantos elegidos caídos. No, él era el verdadero, el que acabaría con todo.
Los vengaría a todos.
Y abre los ojos.
"Inquebrable soy.
Voy luchando por ti."
"Jae ..." espeta somnoliento aún, el moldeable corazón del menor late a mil, ya es hora, no se quiebra más.
De un movimiento se posiciona encima de las caderas del mayor, de paso le toma las muñecas y las deja firmes a los costados de la cabeza del pelinegro, el mayor esta molesto, pero sobretodo, desconcertado. Algo le humedece el rostro y no es exactamente el sudor que provoca su cuerpo en las calurosas noches de ese verano, lagrimas del menor.
No esta quebrado, esta mejor que nunca, nota la ofuscación del otro y eso, es signo de que esta por triunfar, el mayor no dice que lo suelte, tan solo articula de nuevo "Jae...".
Es ahora, es ya.
Traga saliva, suspira y acerca su rostro al del contrario, nota su respiración acelerada, capta su nerviosismo, lo siente todo, la adrenalina lo sensibiliza, lo hace mejor. Y ahora, el beso de la muerte es clavado en la boca del otro.
Labios presionados, oye el quejido del mayor debido a la turbación, del desconcierto, de la sorpresa, pero no, la bestia aun no moría, aun el otro lucha por una separación, mueve sus brazos inútilmente, el agarre del otro puede más producto a la emoción. La bestia se debilita, la bestia se calma, y de un momento a otro, la boca del mayor se mueve débilmente.
La bestia muere.
Y al sentir como es ahora un beso acompasado, luchado por el otro para dominarlo, se separa. Ahora podía verlo. La bestia estaba allí, aún. Pero podía verlo, veía a TaeKwoon, ya no lo podía llamar bestia, solo era Leo, quedaba Jung Tae Kwoon y solo eso importaba.
Sin embargo, el gruñido del adverso lo asusto, mato a la bestia pero su cadáver aún se comportaba ante la molestia. No funciono.
"Maldito corazón de elástico " lo llama.
"Tan fuerte es mi corazón elástico
¿Tu espada lo podrá romper?
Cuando lo tiras fuerte, ten mas cuidado
Quizás no lo veras volver
Porque realmente tengo yo...
Un corazón elástico."
Lo jala contra él, contra su cuerpo. Provocando una exhalación repentina por parte del otro.
Ya no podía soportarlo más, tanto tiempo creyendo que su corazón toleraría la lejanía contra el menor. Creyendo que él era el verdadero corazón elástico, pero no, su elástico se corto.
¿Cuantas noches deseando abrazarlo de nuevo?¿Cuantas veces aguantando sus estupideces?¿Alejándolo para no romperse y besarlo delante de todo? Si, estaba consciente de todo, su fachada se fue al caño, queriendo asustarlo por miedo, porque no lo siguiera enamorando con su forma de ser, había sido tan difícil, tan difícil mandarle miradas de odio embusteras.
Porque así era, si él se trago todas las sonrisas del menor, el otro se trago todas sus miradas de desprecio.
Ahora lo tenia, no podía más, su corazón lucho por no seguir queriéndolo, por no seguir anhelándolo, amándolo. Ya poco importaba, al demonio la humanidad, se declaraba el perdedor de esa guerra, se quebró y eso, era lo mejor.
"¿Tae... de verdad ...?" supone cual serán las múltiples opciones de preguntas que le hará.
"No ...no estoy enfermo ni nada de eso" responde cortante.
"¿Entonces?" cuestiona de nuevo.
"Ya no me puedo estirar tanto" confiesa "Me siento bien de ser cortado ...tiraste de mi demasiado fuerte ...".
No bastaron explicaciones, coincidían en algo, en su concepto de guerra, en lo que creían de su situación.
"Creí ...que yo era el corazón elástico... el único."
"Ahora lo eres ...eres inquebrantable, JaeHwan ...".
"¿Te corte? ..." TaeKwoon asiente y JaeHwan traga duro.
"Bésame y repara los daños " propone y el menor no hace mas que regalarle una sonrisa antes de besarlo nuevamente, y lo haría una y otra vez hasta que sus labios se agrietaran y muriera asfixiado en ese beso, que a diferencia del primero, fue mas fogoso, mas apasionado.
Nuevamente, en una guerra, el de corazón elástico gana, ¿de que sirve la fuerza cuando el corazón no vive? Ahora, el elástico hace nudos, tira nuevamente, una y otra vez. Ambos corazones se jalan entre si, viendo hasta donde llegan. Esa noche, dos amantes se consumen, la antigua bestia domina al corazón flexible, lo hace suyo, unas amorosas pases.
Sin embargo, esto no tiene un final exacto de la misma forma que no hay un inicio exacto, se sabe, que al final de todo, ya no hay un guerrero con un corazón elástico, tampoco una bestia de piel gruesa y dura espada, solo quedan dos seres sumisados y rendidos, perdedores al amor y la pasión.
"El amor es frágil, pero los corazones son elásticos"