A lo lejos se alcanza a ver una silueta, en una pequeña casa sobre la montaña Paoz. En la terraza, se encuentra un hombre, de pelos alborotados y de cara inocente. Se trata de Goku, que había salido para relajarse. Ya estaba obscureciendo, las primeras estrellas ya se dejaban ver, era una noche hermosa, con luna llena. Goku se recargó en el barandal y cerró sus ojos, quería sentir la brisa chocar en su cara, que despeinara ya su alborotado cabello. Se veía muy tranquilo, a pesar de que tenia un vació en su corazón y en su alma que no había podido llenar con nada. Hacía un par de meses de que Milk había muerto, de una extraña enfermedad que aun no tenia cura. Eso había sido un golpe muy fuerte para él, la persona que más amaba se había ido, y desgraciadamente nunca volvería, ya que Shenlon no podía revivir a las personas que habían muerto a causa de una enfermedad o causa natural. Aun seguía un poco triste, ya que la extrañaba demasiado, pero había aprendido a resignarse, después de todo hizo todo lo que pudo, más no podía hacer…
Por otro lado, en la Corporación Cápsula, las cosas no estaban mejor que en la montaña Paoz. Bulma también había muerto de la misma enfermedad que Milk, por lo cual Vegeta entró en una depresión terrible. No tenía ganas de hacer nada, a duras penas y comía, por que su estomago se lo exigía, ya no entrenaba, no hacía nada, sólo se la pasaba sentado todo el día junto a una ventana, perdido entre sus pensamientos y el universo. Estaba muy triste, la única persona que lo había aceptado con todos sus defectos y virtudes, con su pasado tan negro desde el principio, que le enseñó y le hizo comprender muchas cosas, que le mostró un camino muy diferente al que él conocía, el del amor y la amistad, ese ser maravilloso que lo amó con todo su corazón se había ido, para nunca volver. Muchas veces pensó y trato de quitarse la vida, para poder estar con ella nuevamente, pero Goku siempre alcanzaba a detenerlo… se sentía tremendamente solo, esa soledad que lo había acompañado toda su juventud y que sólo desapareció al conocer a Bulma y tener dos hijos con ella, nuevamente lo invadió, y eso lo entristecía aun más. Claro, todavía tenía a sus dos hijos, al igual que Goku, pero ellos ya habían formado su propia familia, ya tenían otras responsabilidades y se habían mudado a la capital del sur, por lo cual muy rara vez tenían tiempo de ir a visitarlo.
Desde entonces, Goku iba a verlo casi diario, no le agradaba en lo más mínimo verlo en ese estado de animo, tan deprimido todo el día. Siempre que iba lo veía en el mismo lugar de siempre, sentado junto a la ventana observando perdidamente el cielo; cada vez lo veía más flaco y ojeroso, podía percibir una tristeza muy grande en su rostro y sus ojos. Es imposible – pensaba – se estaba dando por vencido sin haber peleado antes. Estaba decidido a abrirle los ojos, a convencerlo que tenia que seguir viviendo lo más feliz que pudiera a pesar de que Bulma se había ido, costara lo que le costara… la vida es muy bonita para pasarse todo el día pensando en el pasado, la vida es muy bella y hay que vivirla…
- ¡¡Vegeta, estás aquí!!
….. (Silencio)
- ¿Por qué no me contestas? ¿Eh?
- Déjame en paz, Kakarotto, ya te he dicho que me dejes solo – responde sin muchos ánimos.
- No, Vegeta, esta vez no me iré. Tengo que hablar contigo, ya estoy harto de verte en ese estado de ánimo.
- ¡Eso no te incumbe! ¡lárgate, no te metas en mis asuntos!
- Calma, no te exaltes, no vengo a discutir contigo, sólo a hablar… a tratar de hacerte sentir bien… por favor, escúchame, Vegeta.
- No quiero.
- Aunque no quieras me vas a escuchar… mira Vegeta, yo sé y entiendo que te duela que Bulma haya… bueno, tú sabes… muerto, pero tienes que entender que la vida sigue su curso y tienes que reponerte. Tanto tú como yo hicimos todo los posible por ayudarlas, más no podíamos hacer, sólo Kamisama sabe por qué hace las cosas. Tienes que reponerte, no puedes darte por vencido tan fácilmente, si lo haces, no serias Vegeta, el príncipe de los saiyajins… ¡Por favor, abre los ojos!... no…
- ¡YA CÁLLATE! – lo interrumpe muy alterado - ¡DESDE CUÁNDO TE VOLVISTE UN EXPERTO EN ESTO! ¡TÚ QUÉ VAS A SABER Y ENTENDER SI ERES UN IDIOTA!... ¿NO LO ENTIENTES? ¡BULMA ERA TODO PARA MÍ! ¡¡ TODO !!, ¡Y AHORA YA NO ESTÁ AQUÍ!... ¿CÓMO QUIERES QUE ESTÉ COMO SI NADA? ¿EH?... ¡ERES UN BUENO PARA NADA! ¡SÓLO VIENES PARA HACERME SENTIR PEOR DE LO QUE YA ME SIENTO! ¡BASTARDO!... ¡TODA MI VIDA SE DERRUMBÓ DE NUEVO! ¡Y QUIERES QUE LO OLVIDE!... ¡PUES NO PUEDO! ¡SIMPLEMENTE NO PUEDO! – terminó de decir con la voz quebrantada.
Enseguida, Vegeta sintió una extraña sensación en sus mejillas, algo las estaba mojando, comprobó qué era al ver que su vista se nublaba. Sin dudarlo se paró y abrazó fuertemente a Goku, el cual se quedo totalmente inmóvil ante tal acción. Hace tiempo que Vegeta tenía ganas de llorar, de desahogarse con alguien para sentirse mejor, haber si así podía sacar todo ese dolor que lo estaba matando por dentro. Generalmente acostumbraba a desahogarse con Bulma, hablando, pero ella desgraciadamente ya no estaba. La única persona que estaba ahí con él, desde que sucedió esta desgracia fue Goku, a pesar de que él ni siquiera había ido a ver cómo sepultaban a Milk, a pesar de todo lo que le había hecho en el pasado, seguía ahí, brindándole toda su confianza y todo su apoyo. Sabía perfectamente que podía confiar en él, por muy tonto e inocente que pareciera. No era muy común que él llorara, pero necesitaba hacerlo…
- Llora todo lo que quieras, Vegeta, no importa, que no te dé pena, saca eso que te está molestando de ti, que te va a hacer bien – le dice mientras le acariciaba la espalda para confortarlo.
- Snif, ¡no es justo!, snif… ¡maldita sea, no lo es!
- Lo sé, pero si sucedió es por algo… trata de verlo por el lado positivo.
- ¡SNIF!... ¡¡BULMA!! – dijo antes de llorar aun más fuerte.
Por un buen rato siguió sollozando sobre el pecho de su antiguo rival. En verdad esto lo estaba ayudando mucho, esta situación lo estaba matando, destruyéndolo poco a poco por dentro, consumiéndolo…
Por otro lado, Goku se empezó a sentir mal. Vegeta tenía la razón, siempre que iba lo hacía sentir peor, siempre le echaba en la cara la muerte de Bulma, y sólo hasta ahora se dio cuenta. Claro, nunca hubiera pensado que a Vegeta le afectara tanto esta situación, nuevamente demostró que no era el príncipe sin remordimientos, sin corazón y sentimientos, claro que sí tenía, sólo que le costaba demasiado trabajo demostrarlos. Lo único que pudo hacer fue consolarlo, dejarlo llorar todo lo que quisiera…
- Yaaa, cálmate, Vegeta, te prometo que todo va a salir bien…
~ ~ ô ~ ~
Ya eran más de las 10 de la noche, no había ninguna luz encendida en la Corporación Cápsula que indicara que alguien estuviera ahí, sólo la de la puerta principal…
Vegeta despertó de golpe, desconcertado; se encontraba acostado sobre un sillón de la estancia y junto a él se encontraba Goku, viendo la televisión. Se sentía un poco mejor, más tranquilo, se había quitado un gran peso de encima. Enseguida recordó lo que había pasado, y sus mejillas se ruborizaron un poco.
- Vaya, hasta que despertaste… ¿Cómo estás?
- Lo siento – dice en voz baja y algo a penado.
- ¿Qué?
- Lo de hace rato.
- No te preocupes, yo te entiendo.
- Pero…
- Oye, no tienes que disculparte por eso, no es nada malo, eso siempre tenlo en cuenta, estoy seguro de que ahora te sientes un poco mejor, ¿o me equivoco?
- Pues… sí.
- Ya ves… sólo quiero que sepas que tienes todo mi apoyo… si necesitas algo, cualquier cosa, o simplemente quieres hablar, no dudes en decírmelo, sí?
- Mmmm – fue su única respuesta.
- Bueno, pero ahora ven – mientras lo jalaba de la mano, obligándolo a ponerse de pie – ¡vamos!
- ¿Qué?, ¿A dónde? – dice confundido.
- Pues a bañarte… no es por nada, pero ¡¡apestas!!
Ante tal comentario, a Vegeta se le dibujo una leve sonrisa, todavía le parecía asombrosa la sinceridad que tenía Goku.
- ¿Hace cuánto que no te bañas?
- Eso no te incumbe >=(
- Bueno, no te enojes, anda.
- Mmmm. >=(
Goku casi subió cargando a Vegeta, no es que éste se rehusara a bañarse, sólo que no tenía ánimos de hacer nada. En fin, Vegeta se quedo acostado en la cama, mientras Goku prepara el baño…
- ¡Ey! ¡Vegeta!, ya está listo el baño.
- Mmmm.
- ¡Pues ven!
- No quiero.
- ¿Cómo de que no quieres?... anda hombre, párate – mientras lo jalaba.
- Déjame, Kakarotto, no tengo ganas… déjame solo.
- Nada de que déjame, ándale.
Goku jaló a Vegeta de la playera para sentarlo en la cama, después lo desnudó, a lo cual Vegeta no puso resistencia ya que le daba igual todo, no le importaba nada. Luego lo empujó hasta el baño, y lo obligó a meterse en la tina.
- ¡Está fría el agua!
- Pues aguántate… ahora regreso – y sale.
Vegeta se estuvo un buen rato en la tina, esto lo ayudo a relajarse un poco. Verdaderamente no sabía si podría reponerse esta vez, Ya que había sido un golpe más fuerte que los anteriores. Y lo que más rabia le daba es que Goku le había vuelto a ganar, él se había repuesto antes, había podido reponerse, y él no. Definitivamente estaba dispuesto a hacer lo que fuera con tal de sentirse mejor, aunque para eso tendría que hablar con Goku…
Salió del baño, se puso la pijama, se acostó en su cama y se puso a contemplar el techo. De pronto, la imagen de Bulma se vino a su mente, estaba tan joven y bonita como la conoció por primera vez… enseguida agarró una fotografía que se encontraba en mesita de noche junto a la cama, en ella salían Trunks, Bulma y él, se veía tan hermosa, deseaba más que nada tenerla a su lado, abrazarla y nunca dejarla ir, hacerla suya, pero no, ya no podría hacerlo, nunca mas…
- Veo que ya saliste del baño… ¿estás dormido? – pregunta Goku mientras se asomaba por la puerta.
- Kakarotto…
- Dime
- Necesito preguntarte algo
- ¿Qué? – dice mientras se sentaba a su lado.
- ¿Cómo le haces, Kakarotto?
- ¿Cómo le hago de qué?
- Para olvidar… te veo muy tranquilo, como si nada hubiese pasado… ¿Qué acaso no te importo?, ¿Qué no la querías?
- Mira Vegeta, yo amaba a Milk más que a nada en este mundo, y sí me dolió bastante su muerte… a decir verdad, yo me puse igual o peor que tú, no lo niego, pero Gohan me hizo comprender muchas cosas, a resignarme… ¿sabes?, Gohan me dijo algo muy efectivo.
- ¿Qué cosa?
- Guarda a Bulma como un bonito recuerdo en tu memoria, deséchala de tu corazón por completo, ya que si no lo haces vas a seguir igual… sé que se oye muy duro, pero sí funciona, yo ya lo hice.
- ¿olvidarla?
- No, yo no dije que la olvides, sólo que la guardes en tu memoria, no en tu corazón… trata.
- Pero… tengo miedo, Kakarotto…
- ¿miedo?
- Sí
- ¿a qué?
- A la soledad, toda mi maldita juventud estuve solo, gracias a mi padre… es a la único que le tengo temor, y desgraciadamente la vida me castigo con llevarla siempre conmigo… afortunadamente cuando conocí a Bulma se borró por completo, pero ahora… ahora ha vuelto, no quiero estar solo, Kakarotto, no quiero… ya ni Trunks ni Bra vienen…
- Oye, si no lo hacen fue por que, según Gohan, las ultimas veces tú los corrías, y hasta hubo una vez que ni los dejaste entrar… si estás solo es porque quieres, ya que hay muchas personas que te rodemos, pero tú sólo te has alejado… pero no te preocupes, te prometo que yo siempre estaré aquí cuando más lo necesites… y ahora ya duérmete, para que descanses – dice mientras se levantaba de la cama y se encaminaba a la puerta.
Kakarotto, espera!
- ¿Qué quieres?
- No te vayas, por favor… no me quiero que dar solo.
- Está bien, Vegeta.
Dicho esto, Goku volvió sentarse en la cama. Vegeta, sin pensarlo dos veces, se acercó a él y lo abrazó fuertemente. El cuerpo de Goku le daba una tranquilidad absoluta,, una tranquilidad que había estado buscando desesperadamente, y además le brindaba un calor muy agradable. Se acurrucó en su pecho y rápidamente se quedo profundamente dormido.
Goku se quedo observándolo un rato, esta reacción de él lo dejó con la boca abierta. Ese no era el Vegeta que él conocía, verdaderamente había cambiado demasiado, pero, ¿acaso la muerte de un ser muy querido puede cambiar tanto a una persona, a tal grado de llegar a ser todo lo contrario que era?... pues ya comprobó que sí. Aunque nunca lo hubiese dicho, Bulma era todo para Vegeta, y esto se supo cuando este sacrifico su vida en la batalla con Majin Boo por su familia. Se puso a pensar en todo esto, mientras acariciaba los cabellos de Vegeta, y en muy poco tiempo, él también se acurrucó y se quedó dormido…
~ ~ ô ~ ~
Ya había amanecido, y los primeros rayos del sol se asomaban por las ventanas de la Corporación Cápsula. El canto de los pajarillos despertó Goku, se estiró como de costumbre y fue cuando sintió algo encima de él, de un momento a otro olvidó todo lo que había pasado, y pensó que la persona que estaba a su lado, recargado en su pecho era Milk, pero no, era Vegeta, que en toda la noche no se había separado de él. Se quedo observándolo, ahora más que nada sentía un gran aprecio por él, y aparte sentía un poco de lastima por él, en su cara veía reflejado soledad y tristeza, y eso no le gustaba, estaba dispuesto a hacer lo que fuera para verlo feliz…
Por más que le acariciaba el cabello y la cara, se movía y le soplaba en la frente, éste no se separaba de él; quería ir a entrenar, pero no quería despertarle, así que de un movimiento rápido, se bajó de la cama y se reemplazó con una almohada, pero aun así, Vegeta se dio cuenta del cambio…
- ¿Kakarotto?
- Shhhh!! – mientras lo cobijaba – vuelve a dormir
- No te vayas, por favor.
- No te preocupes, sólo voy a ir a entrenar un rato, ahora vengo.
- Oye, ¿podrías quedarte unos días más?
- ¿Para qué?
- Para no estar solo… ¿sí?
- Claro que sí, pero ahora vuelve a dormir.
- Está bien…
Nuevamente se volvió a acomodar, y concilió en sueño. Goku se quedó un rato ahí para verificar que se durmiera, luego le dio un beso en la frente y salió de la habitación…
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