Usted es solo mío… bochan
-Tengo… que escapar de aquí
-Bochan ¿Dónde está? Acaso quiere jugar otra vez a las escondidas
Ciel Phantomhive el tan afamado ¨perro guardián de la reina¨ era perseguido por la persona que prometió seré fiel asta poder conseguir su alma su demonio-mayordomo Sebastian Michaelis y la razón era porque su mayordomo no quería que se fuera de su lado. Hace poco Sebastian le había declarado sus sentimientos pero Ciel no correspondió su amor y desde entonces Sebastian no se apartaba ni un segundo de su amo ni siquiera los demás sirvientes no tenían el derecho de ábrale a su amo ya que Sebastian no se lo permitía y cada vez que iba un jefe de una empresa a iba hacer negocios con el conde al dia siguiente el empresario moría de una forma que nadie podía a ver pensado, al principio Ciel no le importaba pero cuando su mayordomo empezó a matar le tuvo miedo a la persona que le iba a entrega su alma; desde hace dos semanas Ciel estuvo encerrado en su mansión con solo la compañía de su demonio. Sebastian cerro toda puerta o ventana en donde podía escapar su amo, Ciel no podía pedir ayuda ya que Sebastian les había dicho a los sirvientes que fueran a una misión demasiado peligrosa y aunque murieran en el intento al oji-carmin no le interesaba tan solo estar con su bochan nada le importaba. Y ahí es donde comienza la historia Ciel pudo salir de su habitación mientras Sebastian le hacia su comida y ya que había dejado la puerta sin llave el conde pudo escapar Ciel no dejaba de correr en esos pasillos en donde no había mucha luz ya que las ventanas estaban cubiertas con las cortinas además que podía oír los pasos tranquilos que daba su mayordomo mientras jugaban a las ¨escondidas¨, Ciel ya sabía que Sebastian había cerrado toda oportunidad para escapar pero Ciel sabía de un pasadizo que estaba en el sótano y lo mejor era que Sebastian no sabía de ese pasadizo.
Cuando Ciel ya no pudo escuchar los pasos de su mayordomo se tranquilizó un poco, abrió la puerta del sótano y vio una librería vieja en donde estaba el pasadizo cuando Ciel iba a abrir sintió como unos brazos lo rodeaban impidiendo escapar
-Al parecer yo gane bochan
-C-como supiste que estaba aquí
-Como mayordomo de la familia Phantomhive como no sabría de cada rincón de la mansión-dijo mientras acercaba a Ciel aún más a su pecho haciendo que Ciel tuviera miedo-y dígame bochan ¿Por qué quería irse de aquí? Acaso se iria con otro hombre y dejaría a la persona que más lo ama
-¡Suéltame Sebastian!
-Lo siento bochan pero no déjale que se valla de mi lado
Sebastian cargo a Ciel y en un segundo ya estaban en la habitación del oji-azul, Sebastian abrió la puerta y dejo al conde en la cama mientras este lo veía asustado
-Q-que aras Sebastian
-Bueno señor ya que no hizo la orden que le di lo castigare-dijo mientras se quitaba su corbata
Sebastian se acercó hacia Ciel y empezó a besar a su amo mientras este ponía resistencia luego empezó a bajar hacia su cuello y lamio y beso esa piel blanca que tanto amaba haciendo que se escucharan los gemidos del oji-azul
-Se-sebastian… detente
-Porque tendría que hacerlo bochan si su boca me dice todo lo contrario-Sebastian planto un beso en sus labios pero no duro mucho ya que Ciel le mordió un labio haciendo que saliera un hilo de sangre-al parecer el joven amo quiere marcar su pertenencias
Sebastian empezó a morder los pequeños pezones de Ciel haciendo que salieran lágrimas en sus ojos azules
-¡Detente, me duele Sebastian!
-Lo siento bochan pero no me detendré
Sebastian empezó a morder más fuerte el pezón haciendo que saliera sangre mientras un grito desgarrador salió de la boca de Ciel, sin pensarlo dos veces Sebastian espeso a lamer la sangre de Ciel esa dulce sangre que era de la persona que más amaba aunque escuchaba los gritos de su amo no dejaba de hacerlo como si ese líquido carmesí fuera una droga que necesitaba para poder vivir, cuando acabo empezó a bajar los pantaloncillos de Ciel. Sebastian saco el miembro del pequeño y empezó a masturbarlo mientras salía unos gemidos de Ciel, al principio fue con cuidado y delicadeza pero rápidamente fueron cambiados por movimientos rápidos y un poco bruscos.
-¡Se-sebastian me voy a venir!-dijo mientras tapaba sus ojos con su antebrazo pero se veían un poco de lágrimas y un gran sonrojo salía de sus mejillas
-Vengase en mi mano bochan-susurro sebastian en su oído haciendo que el menor viniera en la mano de su mayordomo
-Seb-sebastian
-Bochan se ve demasiado lindo sonrojado mientras su ojos están húmedos por el placer, me da ganas de hacer otra cosa-la voz de Sebastian cambio cuando dijo lo último a una voz picara sorprendiendo a Ciel
Sebastian bajo su pantalón y saco su miembro ya erecto haciendo que Ciel temblara ya que esa cosa iba a entrar en el
-Tal vez duela bochan pero al final se acostumbrara-dijo mientras le qutaba el pantalón corto dejándolo solo con su prayera machada un poco de su sangre por lo antes sucedido
-Sebastian no lo hagas-sin pensar por lo que le había dicho Sebastian metió un miembro de una sola estocada haciendo que Ciel gimiera del dolor-¡¡AHHH!!
-Que pasa bochan acaso no está acostumbrado a esto-Sebastián dio otra estocada haciendo que el oji-azul le salieran lágrimas de nuevo-después de todo usted era muy cariñoso con todo hombre que se acercara menos conmigo
-Eso ahh… es mentira Sebastian
-Así que estoy mintiendo eh-Sebastian dio otra estocada-y dígame por que dejaba que Bard y Finnian fueran a dejarle la comida en vez de que yo fuera-dio otra estocada haciendo que Ciel se acostumbrara un poco-o cuando era muy gentil con el nuevo mayordomo Snake, acaso cree soy idiota mientras usted es gentil con otra persona en vez con su demonio que lo ama y lo protegerá aun en el infierno-Sebastian dejo de dar las estocadas
-Se… sebastian ahh no pares por favor-al oír eso a Sebastian se le formo una sonrisa
-Así que quiere que siga?
-Ahh… hazlo es una orden
-Lo siento bochan pero ahora no are su orden solo lo are si usted pronuncia esas cuatro palabras
-es-están bromeando, ¡ahh!-Sebastian le dio una estocada lenta haciendo que el pequeño sintiera más de ese placer
-No estoy bromeando bochan y entonces lo dirá o quiere que me salga y lo encierre de nuevo
Ciel no quería decir esas palabras ya que sabía que con esas simples palabras estaría condenado a estar por siempre con su mayordomo encerrados en su mansión y sin contacto con otro ser humano, pero arriesgaría su vida ahí atrapada o sentir ese placer que crecía cada vez
-¿Y bien bochan?-Sebastian empezó a dar estocadas mas lentas haciendo que Ciel gimiera de nuevo
-Ahh… yo te ahh a-amo ¡Sebastian!-Sebastián al oír esas palabras que había esperado por tanto tiempo lo hacía feliz en toda su demoniaca vida rápidamente empezó a dar las estocadas más fuertes que podía para no poder romper a su pequeño amo
Ciel empezó a gemir aún más fuerte por esas estocadas que lo volvía loco, entrelazo sus pies en la cadera de su mayordomo y con sus manos abrazo el cuello sentía como en cualquier momento se iba a venir mientras Sebastián solo le daba ese placer que siempre quiso dárselo a la única persona que le robo su corazón de demonio. Cuando Ciel no pudo más se vino en las dos estómagos de ambos Sebastian dio la última estocada para luego venirse dentro de su amo.
Ciel soltó a Sebastian mientras caía a la cama podía sentir sus parpados cansados cuando iva a caer en el sueño pudo oír las palabras que significaban su condena en esa mansión encerrado
-Ahora usted es solo mío… bochan