La pareja al fin llegó de nuevo a Tokyo, se encontraban cansados del viaje, especialmente el menor. “Kazuya, tengo sueño no te me pierdas de vista”. “No lo haré, dame tu bolso no debes llevar cosas pesadas” contestó. “Perdón por hacerte traer tantas cosas, de verdad tenía una pequeña ilusión de que podríamos quedarnos en mi casa por esta noche” se disculpó el más bajo.
“¡No seas tonto! Yo ya tenía previsto que algo así pudiera pasar, por lo tanto ahorré un poco, suficiente para quedarnos por hoy en algún hotel. Pensé que estarías cansado y se nos haría de noche por lo tanto caminemos un poco más hasta hallar un lugar donde dormir”. El menor se sentía feliz al ver como Miyuki se había preocupado y pensado con anticipación. “Me parece bien” respondió abrazándole con fuerza mientras caminaban por las calles ya un tanto iluminadas, debido a las fechas.
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Al día siguiente se levantaron, alistaron y dirigieron de nuevo a Seidou. Al llegar notaron que el campo estaba vacío, era domingo pero de igual forma siempre habían unos cuantos entrenando, por lo que resultaba extraño ver que no había nadie. El mayor sacó su celular para observar la hora, “Tal vez no haya nadie porque están almorzando” dijo. “Tienes razón, vamos” contestó el contrario.
Dicho esto ambos se dirigieron al comedor. El menor abrió la puerta y al entrar se topó con pastel, regalos, decoraciones pero aún más importante, con todo el equipo gritándole “¡Sorpresa!”. Sus ojos se abrieron de asombro, no sabía que estaba sucediendo “¡WAH! ¿Pero qué es esto? Mi cumpleaños es en mayo” dijo.
“¡No seas idiota!, esto es una fiesta sorpresa para ti, Miyuki y él bebé” contestó Isashiki. “...Ahh si, tienes razón” respondió tontamente el anonadado pitcher. “Verás todo fue idea de Kuramochi y Haruichi” habló el senpai pelirosa.
“¡Oye Ryo-san! ¡No digas más de lo que debes!” dijo ruborizado el peliverde, “¿Es en serio Kuramochi-senpai?” preguntó el menor con una sonrisa. “...Hmm... tal vez....” en definitiva su “hermano mayor” se avergonzaba de admitirlo. “¡Claro que si Eijun-kun, aparte de que hacemos dos fiestas en una!” dijo el pelirosa.
“¡Oh! Gracias Harucchi...¿eh? ¿a qué te refieres con dos fiestas en una?” cuestionó el pitcher. “Si, una para celebrar tu embarazo y la otra para celebrar el cumpleaños de Miyuki-senpai” contestó. “¿¡Cómo que su cumpleaños!?”dijo casi gritando “No tenía ni idea... nunca le había preguntado eso...” .
Su pequeño compañero se sorprendió un poco al escuchar esto, “No te preocupes Eijun-kun” dijo tratando de tranquilizarlo. “Esto no está bien, no tengo un regalo para él, ¿Ahora qué hago?... espera, ¿Cómo sabes su fecha de cumpleaños?” preguntó el pelicafé. “Ah, Kuramochi-senpai me lo dijo” respondió el contrario.
Sawamura se fue corriendo en busca del catcher hasta hallarlo afuera del comedor, salió sigilosamente, apoyándose sobre su espalda. “¿Qué sucede? ¿Estás feliz porque tus compañeros de equipo te apoyan?” preguntó el mayor.
“¡Feliz cumpleaños!...lamento no tener un regalo para ti” Miyuki al escuchar esto se volteó para besarlo. Sus labios se juntaron, lentamente el menor comenzó a relajarse siguiendo con los movimientos, el beso paulatinamente se fue profundizando. Sus cuerpos empezaron a entrar en calor, separaron sus labios para tomar aire un momento; posteriormente el mayor le proporcionó besos en el cuello.
“Hmm...ah-hh...¿qué diablos haces? Vas muy rápido y aparte si alguien sale del comedor nos verá..hmm” le regañó el pitcher, siendo completamente ignorado. Las manos contarias se postraron sobre su trasero, apretándolo suavemente. “Ahh-h...hmm K-Kazuya...” los gemidos del menor empezaban a hacerse más sonoros hasta que de pronto su “Escenita” fue interrumpida por un fuerte golpe en la cabeza del catcher.
“¿¡¡¡QUÉ MIERDAS ESTÁS HACIENDO MIYUKI IDIOTA!!!? TE HAGO UNA MALDITA FIESTA Y ¿TE VAS A TOQUETEAR A SAWAMURA?” gritó enfurecido el peliverde.
“¡¡Wah!! ¡Kuramochi-senpai!” el menor se encontraba totalmente avergonzado. “Tú ni te hagas el inocente, ¡te estabas dejando seducir!. Joder ustedes son un par de idiotas, no olviden que hicimos una fiesta para ustedes así que no se tarden... Y si te vuelvo a ver tocando a Sawamura, te mato” sentenció entrando de nuevo al comedor.
“...Kuramochi-senpai estaba muy enojado, aunque creo que lo entiendo. Hizo una fiesta para nosotros y no estamos disfrutando de ella, deberíamos entrar” dijo el menor. “Argh...cada vez me golpea con más fuerza” dijo el de gafas sobandose la cabeza “No está enojado por eso, él simplemente está cuidandote, deberías agradecerle...Fuera de eso, por mi cumpleaños no te procupes, nunca te dije la fecha así que no enloquezcas por esas cosas. Además de que ya me diste el mejor regalo”.
El pequeño no entendía muy bien “...Hablas de ese... ¿b-beso?” preguntó apartando tímidamente la mirada. El contrario río un poco “No era eso específicamente, aunque también cuenta...haha”.
“¿¡Entonces qué!?...No te burles de mí” el más bajo ya se estaba empezando a molestar un poco. “Hablo de esto de acá” respondió poniendo su mano sobre la barriguita. “Ser padre es el mejor regalo que me pudiste dar... Gracias” dijo mostrando una sonrisa que no era usual en su rostro, una que demostraba verdadero agradecimiento y amor. El rostro del pitcher se tornó completamente rojo, no sabía como debía reaccionar, aunque estaba muy feliz.
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Un rato después de haber salido, regresaron a la fiesta, compartieron con los compañeros, cantaron cumpleaños. Pasaron momentos muy divertidos y especiales.
Ya era hora de ir recogiendo todo pero antes de eso el nuevo Capitán quería dar su agradecimiento “Antes de que la fiesta acabe quiero darle las gracias a todos y cada uno de ustedes por haber planeado esto, de verdad nos alegraron muchísimo, sin duda alguna ustedes son el mejor equipo. Aunque Eijun y yo seamos chicos, aunque vayamos a tener un hijo; ustedes igualmente nos apoyaron y eso es muy importante para nosotros. No tengo suficientes palabras para mostrar que tan felices estamos. Muchas gracias” dijo haciendo una reverencia.
El equipo estaba realmente unido, todo parecía ser muy armonioso.
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Era ya finales de diciembre, las vacaciones de invierno acababan de empezar. Cada jugador debía de irse a sus respectivas casas, pero esa no era una opción para el pitcher, quién no tenía la más mínima intención de ver a su abuelo. Aunque no le quedaba de otra, tomó su celular, marcó y se dispuso a llamar; para su suerte contestó su madre. Entonces aquella dulce voz resonó “Buenas, ¿con quién hablo?”. “Soy yo, Eijun”dijo emocionado.
Madre- “¡¡Eijun!! Me alegra tanto que me llames ¿qué sucede?, déjame adivinar...¿acaso será que planeas venir a casa?, no te preocupes ya ha pasado un poco más de un mes desde lo ocurrido con el abuelo... él ya no está tan enfadado contigo, sólo que no puedes traer a tu novio...perdón”.
Sawamura- “Eso ya lo sé, aparte de que él también tiene familia. Es natural que pasemos las vacaciones separados debido a lo lejos que vivimos... yo no tengo ninguna opción más que ir a casa...¿estás segura de que el abuelo ya no está enojado?. No quiero llegar y que me saque a patadas”.
Madre- “Si no te preocupes... ha ido poco a poco aceptándolo... Aunque después de ese día ha estado un tanto enfermo, pero no es nada para alertarse de seguro fue por la gran impresión que tuvo. Eres bienvenido Eijun”.
Sawamura- “¿¡Qué!? ¿¡Ha estado enfermo!? ¡Eso no me gusta nada! ¿Qué tiene?. Es mi culpa...¿verdad?”.
Madre- “No digas tonterías, y no hagas mucho caso he dicho que no es nada fuera de lo común... Cambiando de tema...hijo, ¿cómo te va con el embarazo?”.
Sawamura- “E-Estoy bien, asisto a citas bastante a menudo, la doctora dice que está perfectamente. Me patea bastante... se siente raro, pero a la vez es...lindo, aparte me agarran antojos muy raros entonces siempre tengo a Kazuya corriendo de aquí para allá supliendo mis caprichos” ríe “es muy divertido”.
Madre- “Eso suena bien, me alegra que ese chico te cuide, se nota que te quiere. Tu eras igual, solías moverte mucho. ¿Y tu barriga?”.
Sawamura- “Mi barriga está muy grande, es tan incómoda. Hay muchas cosas que no puedo hacer... como entrenar, pero a pesar de eso estoy muy contento... Y sobre Kazuya, yo también estoy muy agradecido de tenerlo conmigo...Bueno creo que va siendo hora de colgar, lo siento mamá tengo algunas cosas que hacer, entonces nos vemos mañana”.
Madre- “Me alegro Eijun, nos vemos. Te amo”.
La llamada terminó, el pitcher tenía en su rostro una notoria expresión de felicidad ya que podría pasar las vacaciones su casa.
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En la estación de tren...
“Espero que la pases bien, te llamaré. Si necesitas algo avísame” dijo el de gafas. “Lo sé... bueno, entonces nos vemos hasta el otro año” respondió el menor. El más alto indignado reprochó “¡Hey! Espera ¿Te vas así no más? ¿Ni tan siquiera me vas a abrazar? Son sólo dos semanas las que no nos veremos... pero se me van a hacer eternas”.
Lo abrazó fuerte, llevando su cabeza a su pecho. El metro anunciaba ya su salida, interrumpiendo la despedida. “Cuídate y cuídalo, ustedes son lo más importante para mí” se acercó y lo besó corta pero profundamente, luego bajo y le besó la barriguita. “Nos vemos Eijun... te amo”.
Lo había dicho de nuevo, aquellas palabras que lograban acelerar su corazón hasta sentir que explotaría. “Te amo, Kazuya. Nos vemos”.