Un día, tan sólo faltaba un día para cumplir los cuatro meses. Él y Miyuki se habían prometido que cuando se cumplieran los cuatro meses de gestación, sería momento de contarle al resto del equipo. Ya que por el contrario su barriga lo delataría y sería muy molesto dar diariamente las explicaciones uno por uno, lo mejor era reunir a todo el equipo para dar la noticia.
Los de tercero ya se habían retirado del equipo, pero tenían en mente también convocarlos, porque era importante igualmente decirles.
Era domingo por lo que el catcher y el pitcher se encontraban en la habitación del menor viendo una película, envueltos en cobijas y abrazados. En ocasiones se miraban, sonreían y se besaban, estaban haciendo una escena totalmente romántica y dulce; la cual a ojos de cualquiera sería completamente envidiable, a excepción de Kuramochi quién se encontraba en la misma habitación intentado estudiar.
“Miyuki ¿Ya estudiaste? Tenemos examen mañana, deberías irte” propuso el peliverde insinuando que se alejara de Sawamura, no le gustaba ver con sus propios ojos a su
“hermanito” siendo besado, no lo admitiría pero le daban celos. Era como si ese tipo le quitara toda la atención que el menor pudiera tener hacia él, deseaba que se fuera para jugar un rato videojuegos y compartir con su compañero de habitación. “Llevas aquí desde temprano y se está haciendo tarde...”.
Miyuki pareció comprender, aunque tenía razón, ya llevaba casi todo el día junto a Sawamura. Y consideró que el peliverde ya debía estar loco de estudiar, entonces se propuso ponerse de pie cuando su brazo fue abrazado por el menor “No te vayas... aún no te vayas, por favor”, en ese instante le era imposible negarse a tal petición.
“¿Qué pasa?” preguntó dulcemente el de gafas, “Mañana es el día, ¿recuerdas?” dijo el chico que se encontraba abrazado a él. “¿El día? ¿De qué hablan?” el peliverde se coló en la conversación. “El día en que le diremos al equipo” respondió el catcher.
“Ahh-hh ya veo, cierto es necesario hablar de eso y bien ¿cómo planean juntar a todo el equipo? Digo, ya los de tercero se retiraron y no se han vuelto a acercar al campo. “No te preocupes, ya le pedimos a Chris-senpai que le diga a los demás ir mañana después del entrenamiento, así que él se encargará de eso. Lo único que tenemos que hacer es reunir el valor para manifestarlo públicamente, aunque como puedes ver, ya a Sawamura se le nota un poco la barriga haha” rió el de gafas.
“¡No molestes!” exclamó el pitcher, en definitiva no le agradaba de idea de parecer una bola de baseball gigante, a pesar de que aún no lo era. “...Está bien, todo está bien... siento que después de hablarlo nos quitaremos un peso de encima” finalizó el menor.
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Eran cerca de las cinco y media de la tarde, el nuevo capitán había decidido terminar el entrenamiento más temprano, siendo cuestionado por el resto del equipo. Los de tercero ya se encontraban en el campo.
“Reúnanse” sentenció el de gafas, en ese momento sintió como su estómago se empezó a revolver, los nervios aumentaban cada vez más. Todos se reunieron como se les pidió, no tenían idea del por qué los habían llamado, ni el motivo por el cual el entrenamiento había terminado antes. Sawamura se encontraba al frente de todos junto al catcher, sentía nauseas, y no de las habituales, nunca en su vida se había sentido tan nervioso, su cuerpo temblaba, sus manos sudaban. El ver a todos ahí en frente de él lo estaba matando, quería huir; pero sabía que debía de enfrentarlo, su mirada se clavó en el piso y Miyuki comenzó a hablar.
“Primero que todo se preguntaran por qué rayos el entrenamiento terminó antes, y los de tercero se preguntaran el por qué los mandamos a llamar, me disculpo de antemano si les estoy quitando parte importante de su tiempo ya sea para estudiar o para otras cosas” dijo haciendo una pequeña reverencia “Pero hoy tengo algo muy significativo que decirles a todos ustedes. Como parte del equipo creo que es necesario comentárselos, no es algo que les vaya a afectar a ustedes, así que tranquilos, pero aquí somos una familia y debemos estar unidos en todo momento, debemos brindarnos apoyo mutuo-” fue interrumpido por una voz muy escándalosa “¡¡Oe Miyuki!!, ¡¡deja de hecharnos tanta conversación y ve directo al grano!!” exclamó Isashiki, quién al parecer solía irritarse con facilidad.
Miyuki se sintió culpable por no llegar rápido a la parte importante de la conversación “¿eh...?...ahh-h c-claro tienes razón, disculpa”. Yuki miró con expresión seria a su compañero, dejándole en claro que no interrumpiera más al nuevo capitán, porque al parecer no era algo sencillo de decir, Isashiki obedeció y le pidió al de gafas continuar.
“Bueno, entonces yendo al punto que les quería comentar...” antes de poder continuar hablando observó como su amado pitcher temblaba de miedo, él también se encontraba asustado pero no era momento de demostrar debilidad, entonces sin pensarlo tomó de la mano a aquel tembloroso kouhai y dijo “Este chico de aquí y yo, seremos padres”.