“¿Por qué lloras, Miyuki te hizo algo?” preguntó preocupado el mayor, el más bajo no quería preocupar con sus estúpidas ideas a su respetado senpai, fue tan sólo un momento extraño en el cual sus ojos por sí solos comenzaron a emitir lágrimas, no era algo tan grave como para preocuparlo, en cuanto el llanto cesara iría donde el idiota de Furuya y le respondería como de costumbre.
Pero en verdad era difícil detenerse, se limpió el rostro y con ambas manos se golpeó para darse ánimos, al ver esto Chris tomó de las muñecas a Sawamura “¿Qué te sucede, no te hagas daño, si tienes algo que decir puedes confiar en mí” dijo preocupado el mayor.
“¡No pasa nada Chris-senpai! Tan sólo estaba llorando...emm por...los ¿cambios hormonales?.. haha, es que me puse a pensar en que es tan hermoso lo que me está sucediendo y no pude evitar ponerme sentimental, no hay de que preocuparse, si Miyuki-senpai me hiciera llorar yo mismo ya lo hubiera golpeado” contestó con una sonrisa fingida.
El más alto le observó serio “Si tú lo dices está bien, pero no te guardes nada” dijo mientras lo soltaba “Si te veo llorando de nuevo sea por Miyuki o por cualquier otra cosa, ten por seguro que no lo pasaré por alto”. El menor sintió como podía respaldarse sobre su senpai y se sentía feliz por ello, pero no quería meterlo en sus inútiles ideas, “¡Claro Chris-senpai! Ahora si me disculpas debo ir al campo que ya voy un poco atrasado” dijo mientras se iba corriendo.
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Había llegado el día del partido de práctica, se podía ver ya el bus en donde venían los jugadores de Seidou. “Me pregunto si habrán nombrado a Kazuya como capitán” se decía a sí mismo con una sonrisa aquel caprichoso rubio de Inashiro, quién se encontraba en la entrada del Instituto con el resto del equipo.
El bus se detuvo y los miembros de Seidou se bajaron colocándose en una hilera para saludar al equipo contrario, luego de esto todos empezaron a caminar hacía el campo “¡Hey Kazuya! Veo que te nombraron capitán, es una lástima que estés desperdiciando tus capacidades en ese equipo” habló el rubio. “¿Desperdiciando dices?” Respondió el de gafas frunciendo el ceño, “Vamos no te enojes, hablo de que si te nos hubieras unido hubiésemos formado la batería perfecta y no tendrías que estar soportando la carga de llevar a un equipo que sin los de tercero está perdido”.“No te preocupes, el próximo año iremos al Campeonato Nacional” contestó con confianza el pelicafé.
Kuramochi quién iba conversando con Sawamura observó que su capitán estaba muy conversador con aquel pitcher, no le gustaba verlos tan amistosos así que por el bien de su “hermanito” se fue hasta donde Miyuki proporcionándole un rodillazo en la espalda e interrumpiendo la conversación “¡Argh! ¡Joder deja de golpearme!” se quejó el más alto. “Te llaman por allá” dijo señalando al menor “Así que más vale que vayas o te patearé”.
“Entiendo, lo siento Mei” contestó dejando al rubio, quién se volteó curioso, dándose cuenta de que ahí estaba de nuevo ese pitcher que parecía tan cercano al de gafas “¡Tsk! Si tan solo te hubieras unido a nosotros...” se dijo a sí mismo.
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Cuatro a cuatro, al parecer el partido había quedado como empate ya que no podrían terminarlo debido que una fuerte lluvia los atacó, aunque en estas épocas las lluvias no eran comunes. Por lo tanto los jugadores se pusieron a recoger y guardar todo. “¡Qué fastidio! No pudimos terminar el juego” se quejó el peliverde, “No te preocupes terminaremos nuestro encuentro en las eliminatorias” contestó Miyuki “Hey, te dejo al mando, iré un momento al baño”agregó.
Casi llegando al destino le llamaron deteniéndolo, “Oye Kazuya”. “¿Qué quieres...Mei?”preguntó el pelicafé sin tener mayor interés. “No puedo soportarlo más, ¿acaso no lo notas?” expresó el contrario, “No sé de que hablas” respondió un poco confundido el catcher. “Joder... contigo las palabras no sirven”dijo mientras se acercaba más y más a él “Ya que no lo captas tendré que decírtelo. No me gusta ese chico que siempre anda pegado a ti, él pitcher. Parece como si estuviera enamorado y eso simplemente me molesta, pensar que se ven todos los días, a veces se deben bañar juntos, comer juntos y que son batería, me jode” habló frunciendo el ceño “Si no te hubieras ido a Seidou tú y yo seríamos la mejor combinación, y no sólo me refiero a baseball... tú me gustas Kazuya, me has gustado desde hace mucho tiempo así que no puedo permitir que un chico que conociste hace poco se quede contigo”.
Miyuki se encontraba un poco sorprendido por tal declaración, por una parte ya sospechaba que Mei tenía algún tipo de sentimiento así por él, pero por la otra no sabía que sintiera tal nivel de “celos” hacia Sawamura. No había nada que pensar, él ya tenía una relación y en unos cuantos meses sería padre; ahora el problema era decírselo sin romper completamente su corazón, aunque pensandolo bien, algo así era casi imposible.
El silencio se había mantenido por un momento, el rubio empezaba a apretar los puños no se sabía si era de enojo, de frustración o de vergüenza. Iba siendo ya el momento de armarse de valor y romper aquella incómoda pausa en la conversación. “...Mei... verás, yo … ya ten-” fue interrumpido, cuando alzó la mirada allí estaba su amado pitcher.
“¡¡Miyuki-senpai!! ¡Joder, ya nos vamos! Kuramochi-senpai me mandó a buscarte porque has tardado mucho” luego de haber dicho esto, el menor observó que la situación se encontraba un poco tensa y sospechosa. El ojiazul se volteó, estaba bastante molesto, se encontraba a punto de decirle unas cuantas cosas al contrario, pero para su sorpresa se topó con un bulto que resaltaba sobre la camisa de baseball del menor. Así es, en ese instante fue como una pesadilla para el rubio, no podía creer lo que estaba viendo.
De inmediato agarró con fuerza el cuello de la camisa del de gafas “¡¡Dime que no es tuyo!! ¡¡Dime que es sólo mi paranoica imaginación!! ¡¡Dime que está bromeando!!” El más alto se quedó en silencio ...“¡¡JODER KAZUYA RESPONDEME!!” el irritado pitcher miró con enojo al menor, él cual no entendía nada de lo que sucedía. “Lo siento, pero no es broma” dijo el más alto. Sus ojos empezaron a derramar lágrimas “MIERDA” entonces de golpe lo soltó,“maldita sea” dijo en voz baja y se alejó.