“Este... Miyuki-senpai, ¿qué acaba de suceder?...” cuestionó el menor con un poco de miedo, pensaba que al haber tanta tensión el catcher le gritaría o al menos estaría molesto. “No te preocupes, después hablaremos de esto” respondió el más alto sujetándolo de la muñeca para acercarlo a él. “¿Q-qué haces? Ya nos tenemos que ir... y estamos en Inashiro...suéltame” ordenaba el más bajo, mientras el contrario le desacomodaba el cabello.
“Tranquilo es solo por un momento”seguidamente le besó la frente y lo abrazó, en ese momento ambos sintieron algo inusual. “¿Eh? ¿¡Lo sentiste!?” exclamó con una gran sonrisa el menor, “C-claro, lo sentí...¿fue lo que creo? Contestó pasmado de felicidad. “¡Sí! ¡¡Fue el bebé!!” Sawamura se emocionó como nunca antes y se lanzó sobre el más alto abrazándolo con todas sus fuerzas, era la primera vez que se movía y pudieron sentirlo al mismo tiempo.
“¡Wah! Ten cuidado...” dijo un el catcher con expresión seria, aunque no pudo contenerse y rió nervioso, la experiencia de haber sentido juntos el primer movimiento fue algo realmente mágico que logró conectar aún más al par de jugadores. Miyuki se agachó y le habló a la barriguita del Sawamura, quería sentirlo de nuevo. La escena era muy conmovedora, pero luego de unos minutos el mayor habló “Bueno ya deberíamos irnos, en los dormitorios podemos hablarle todo lo que queramos, pero aquí no, aparte de que seguro Kuramochi me matará por durar tanto, pensará que te estaba haciendo cositas haha”. “¡Cállate!”.
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Unos días luego del partido...“Waahh debe sentirse genial” admiraba con asombro el pelirosa “Eijun-kun debes de estar muy emocionado, pronto cumplirás los cinco meses”. El más alto orgulloso contestó “te equivocas Harucchi, ayer cumplí los cinco meses”. “Eh... ahora que me acuerdo, tengo una duda, ¿ya le dijiste a tus padres?”.
Justo como si un bombillo se encendiera el pelicafé reaccionó “¡Mis padres! ¡Me había olvidado por completo de ellos!...joder, justo cuando pensé que ya se lo había dicho a todos”. “¿Hablas en serio Eijun-kun? ¿No les ha dicho nada? Deberías de hacerlo cuanto antes” sugirió el pelirosa.
“Lo siento Harucchi voy buscar a Miyuki”decidió para luego irse. Pero para su suerte ahí en su camino se encontraba aquel peliazul que hace unas semanas atrás le había dicho algo muy grosero. La vez anterior estaba seguro de que apenas cesaran las lágrimas iría a decirle unas cuantas cosas, ese era el momento perfecto para hacerlo, pero no pudo. Por lo que el pelicafé continuó con su camino ignorando al más alto.
“¿Sabías que no eres el único que ha estado con Miyuki-senpai?” habló retirándose del lugar. Estas palabras le habían dolido aún más que las anteriores, sabía que él nunca había estado con nadie más...pero ¿acaso podía confiar en qué el catcher fuera igual?. Por sus pensamientos jamás se había cruzado la idea de que Miyuki le fuese infiel o de que hubiera estado con algún otro chico.
“¿Pero en qué estoy pensando? ¡No debo dejarme influenciar por Furuya!” se dijo a sí mismo,y siguió su camino hasta encontrarse con el capitán. “Ohh Sawamura, estaba buscándote” dijo proporcionándole un pequeño beso en los labios “Quería decirte que me puse a pensar y creo que ya es hora de visitar a tus padres”. El más bajo se sorprendió, él hecho de que hubiera dicho tal cosa representaba algo muy importante.
“...Bueno, yo justamente iba a decirte eso, pero claro, si te sientes cómodo con la idea” respondió cabizbajo, “¿Por qué esa cara? Claro que no me molesta, después de todo soy igual de responsable que tú y estoy seguro de que no les haz hablado sobre el tema, es importante ir a darles la noticia y de paso conocerlos...aunque sinceramente me da un poco de miedo”.
El menor sonrió emocionado, sabía que las cosas que decía Furuya eran puras mentiras, ya que su amado catcher estaba mostrando un completo compromiso y seriedad con respecto a su relación y a su hijo. Su corazón se aceleró sintiendo al mismo tiempo movimientos en su barriguita “¡Waahh sientelo!” gritó agarrando la mano del contrario colocandola en la zona.
Los ojos del mayor brillaban, esa sensación le provocaba sentimientos difíciles de explicar “Debe de estar feliz porque conocerá a sus abuelos” dijo el pitcher. “Ah... Miyuki-senpai, a parte de eso había algo más de lo que te quería hablar. Ya me contaste todo sobre Narumiya...sé que se conocen desde hace mucho tiempo...pero...” decía tomando pequeñas pausas, sin poder evitar hacer puchero.
“Y bueno...no me gusta la idea de que alguien que no es nada tuyo... te llame por tu nombre...y menos aún si el tiene sentimientos románticos por ti...” el mayor al escuchar tal cosa no pudo evitar reírse “¡OYE!” exclamó sonrojado el pitcher “No es gracioso”. “No te preocupes, no creo que Mei vuelva a buscarme, o al menos eso espero...ahhh o ¿podría ser que tú quieres llamarme -Kazuya-?” preguntó mirándolo con picardía “...Pues creo qu-” el mayor le interrumpió con una sonrisa “No seas tonto, vamos a ir donde tus padres, ellos no deberían ver que nos llamemos por el apellido” dijo cerrándole un ojo “A partir de ahora llámame Kazuya y yo te diré Eijun. ¿Qué te parece?”.
Sawamura asintió con la cabeza, sería un poco extraño, pero su relación ya había avanzado suficiente como para llamarse por sus nombres. “Entonces le pediré al entrenador permiso para poder visitar a mis padres. Hmm ¿cuándo deberíamos ir?”preguntó. “Este fin de semana” contestó de inmediato el mayor “Ya tienes cinco meses, tienes una barriga de un tamaño promedio, si llegamos y resulta que ya tienes unos ocho meses tus padres podrían reaccionar aún peor. Por eso debemos ir cuanto antes”.
“Tienes razón...” dijo el menor. “...Oye por cierto, ¿cómo creen que reaccionarán? ¿cuál crees que me golpeará primero?...”preguntó el más alto rascándose la cabeza. “No te preocupes tanto, mis padres no reaccionarán tan agresivos”, “¿En serio? Qué suerte, porque me estaba muriendo de miedo” contestó torpemente el de gafas. “Por el que deberías preocuparte es de mi abuelo”.