Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

May I por tori-chan

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aviso de que el Lemon es muy suave y cortito.~ 

Es mi segundo KaiHo y son las seis y pico de la mañana, por favor, no me tengan en cuenta las faltas de ortografía. C:

Por cierto, tengo la inspiración de la canción May I - Trading Yesterday. Por si queréis oírla o algo.

¡Disfrutad!

JunMyeon estaba nervioso delante del espejo, revisando su ropa de arriba a bajo, una y otra vez, mordiéndose el rosado labio inferior con fuerza mientras volvía a reprimir sus lágrimas.

¿Por qué no pude decírselo…?¿Por qué fui tan estúpido…? –Se repetía una y otra vez mientras se apartaba de su reflejo.

Hacía medio año que había dejado su relación, pero, verle con otra persona, a punto de casarse… Era algo que jamás soportaría por muy feliz que le dijera el menor que estaba. “Hyung, yo… Yo realmente estoy feliz y, voy a casarme… Espero que vengas.”

Las palabras retumbaban en la cabeza del moreno antes de que gritara de frustración. Quedaban unas horas para la boda de su menor y él podía hacer tres cosas; la primera era quedarse en casa comiendo chocolate y llorando, la segunda era ir a la boda y sonreírle aun que su interior se inundara a lágrimas, y la tercera y la más rastrera de todas, pedir al menor que no lo hiciera, que le amaba y que no quería que le viera con otra persona que no fuera él mismo.

Tras unos largos minutos mirando el suelo, esperando una respuesta en su mente, sonrió y se acercó al armario.

***

JongIn estaba nervioso en la habitación que le habían preparado. No dejaba de dar vueltas y morderse las uñas en un gesto de nerviosismo. No podría gritar, todo el mundo sabría que algo le ocurría y el día de su boda no quería eso… Porque no lo quería, ¿no?

–Dios… ¿Dónde está? – Su voz salía en susurros justo cuando la puerta se abrió, dejando ver a un chico alto y pelirrojo, con una gran sonrisa. –  ChanYeol, ¿ha…?

–No, lo siento, Kai… ¿De verdad crees que vendrá…?– Preguntó mientras cerraba la puerta, dejándose caer en una de las sillas mientras que JongIn hacía lo mismo. – Es tu boda y él es tu ex…

–Sabes que nos acostemos al poco tiempo de terminar, que nos besamos y que me sigo hablando con él. Sabes tan bien como yo que jamás voy a poder olvidarle. – Se pasó las manos por el pelo rubio platino que había adquirido antes de gruñir. – Pero supongo que es mejor que no venga… Si desaparece es mejor.

–No te mientas a ti mismo, JongIn, por muy fácil que sea, no debes hacerlo. – Yeol le miraba con una leve mueca. – Igual que casarte para olvidar. Un clavo no saca a otro clavo, lo hunde más.

–No me des sermones…

–Eso lo hará el cura, yo soy tu amigo. – Se incorporó y apoyó sus antebrazos en las rodillas para mirarle. – ¿Realmente quieres casarte?

–Sí…

–Muy bien, ahora mírame a los ojos y dime la verdad.

JongIn alzó la vista hacia la de ChanYeol, apretando los labios antes de apartarla y apretar las manos que agarraban el pantalón de su traje oscuro. Alguien abrió la puerta.

–Novio, el cura te espera, no creo que a la novia le guste  que le hagas esperar. – La conocida voz de su hermana se abrió paso por sus oídos antes de que ChanYeol palmeara su hombro y ambos se alzaran para salir de la habitación tras la chica bajita de cabello castaño.

***

–¡Perdone!

JunMyeon empujó a un señor con cara de pocos amigos mientras corría hacia la iglesia, se había vestido y tras media hora de discusión con BaekHyun, corrió a la iglesia donde el menor se casaba.

Jadeante se paró frente a esta, sintiendo un nudo en su garganta antes de morderse los labios resecos por la carrera. Se colocó bien la chaqueta del traje y entró en silencio a la iglesia.

Había demasiada gente, por desgracia para él, estaba todo en silenció cuando la puerta se cerró tras él y todos voltearon al escuchar el sonido. Pequeños susurros se alzaban en la iglesia mientras que JunMyeon observaba el rostro del menor, el cual intentaba sonreír y mirar a la que iba a ser su mujer.

–Kim Jong In…– El cura empezó a hablar sin darle tiempo a JunMyeon a sentarse. – ¿quieres a…?

–Necesito aire. – Su voz fue seca antes de girarse hasta la chica y tras una pequeña mueca y que ella se quedara de piedra, marchó por el pasillo ante la mirada atónita de los presentes.

Pasó por el lado de JunMyeon, sin mirarle y este salió detrás de él, agarrando su mano antes de ver como el menor temblaba ligeramente optando por abrazarle como tantas otras veces había hecho.

–Sh… Ya está, Innie…– Murmuró antes de dejar un beso en su sien y este apretó más el agarre a la cintura del mayor que acababa de hacer por el abrazo.

ChanYeol salió junto con BaekHyun, mirando a la pareja de chicos que estaban abrazando. Yeol se acercó a estos y mostró las llaves del coche.

–Largaos, ya. – JongIn cogió las llaves del coche sin pensar, y agarrando con decisión y firmeza una de las manos del mayor echó a correr hacia el coche que tenía el pelirrojo alto de orejas grandes.

No supo donde iba, aun que tampoco le importaba, sentía una felicidad enorme en aquellos momentos y no iba a dejar escapar. JunMyeon le miraba preocupado, pero se notaba su felicidad en los ojos lagrimosos y en las pequeñas comisuras que sonreían suavemente como tantas otras veces había visto cuando se hacía el enfadado con él.

–No. – JunMyeon pareció desconcertado, y JongIn siguió hablando. – ChanYeol me preguntó si quería casarme… La respuesta es no. No puedo, ni quiero. – Antes de lo previsto estaba en el aparcamiento de una pequeña casa rural donde había hecho la reserva con su prometida. JongIn miró de reojo al mayor el cual se mordía de nuevo el labio. – No sales de mi cabeza… No quiero dejarte marchar, Junmy.

–No lo hagas… Por favor… No lo hagas. – El rostro de JunMyeon se convirtió en una enorme mueca de felicidad mezclada con las enormes ganas que tenía a romper a llorar.

Una de las manos del chico aterrizó en su mejilla izquierda, acariciándola con lentitud mientras se acercaba a besar esos dulces labios que tanto le gustaban y tan loco le tenían.

Primero fue un beso suave, un beso lento donde los labios se reencontraban de nuevo tras meses de deseo. Pero poco a poco, el beso se volvió más fogoso y húmedo. JunMyeon acabó sobre el regazo del chico, clavándose ligeramente el volante en la baja espalda mientras acariciaba el cuello y nuca del moreno, haciendo que este suspirara mientras sus manos se colaban por la chaqueta que portaba. Los labios de ambos estaban rojos y su aliento se mezclaba tras separarse por falta de aire. Los dos sonrieron cómplices.

–Te amo…– JunMyeon se atrevió a decirlo de nuevo, tras tanto tiempo guardado en su garganta, sólo para el moreno de pelo claro.

–Te amo, y te amaré hasta que muera, y si hay una vida después de esta, te amaré también entonces. – JongIn citaba una de las frases que a ambos les hacía sonreír cual imbéciles, cómo adolescentes enamorados que eran.

Bajaron del coche tras que JunMyeon volviera a su asiento, no sin que JongIn protestara por ello, quería tenerle cerca. Cogió la mano del más pálido antes de entrelazar sus dedos y caminar hasta la recepción de esta. Le dijo que esperara y tras hablar un largo rato con la recepcionista, esta le tendió una llave que JongIn cogió con mucho gusto. Echó una mirada, una mirada que JunMyeon había visto demasiadas veces como para saber que significaba; “Pienso hacerte mío, aquí, ahora.”

***

La puerta se abrió y los besos no cesaban. La desesperación corría por el cuerpo de ambos, y ninguno iba a detenerla. Las manos de JunMyeon desabotonaban con maestría la camisa de seda del menor mientras que este le dejaba besos por el cuello blanquecino, decorado ya con algún que otro chupetón debido a las intensas marcas del menor. “Eres mío, sólo mío, Kim Jun Myeon.” Le había dicho en el ascensor, en ese momento supo que su fin había llegado.

JongIn arrancó sin más la camisa del chico, de un tirón, haciendo que los botones saltaran por la habitación y el mayor se quejara por ello, aun que poco le importó cuando sintió la lengua del moreno recorrer uno de sus pezones y arrancándole un gemido de gusto. “Maldita lengua sexual…” se decía JunMyeon mientras se retorcía bajo el cuerpo moreno del menor.

Los pantalones y la ropa interior volaron por la habitación, ninguno sabe en qué momento. Sólo sabían que JunMyeon controlaba la situación ahora. Se encontraba sobre el menor mientras este recorría sus muslos y glúteos con las manos, la lengua del mayor hacía un sendero desde sus clavículas a su cuello, chupándolo y lamiéndolo, besándolo y mordiéndolo hasta marcarlo como suyo. JongIn solo apretaba las manos y suspiraba de gusto, no hacía falta nada más, JunMyeon sabía que ya tenía un pequeño gran problema entre las piernas, y quizás por eso empezó a rozarse contra él con suavidad.

–No hagas eso…

–¿Qué no haga qué? – JunMyeon sonreía divertido mientras que el menor le miraba y en menos de lo que esperaba de nuevo estaba bajo su cuerpo. – Oye…

–Sh… Ahora sólo hay que dejarse llevar, pequeño…– Los susurros sensuales del menor se colaban por entre los labios del mayor el cual sonreía con un pequeño rubor.

JongIn agarró su miembro y con lentitud empezó a introducirlo dentro del cuerpo del castaño, el cual se aferraba a las almohadas tras alzar los brazos. Arqueó suavemente la espalda antes de que el contrario entrara de una sola vez en su cálido interior y le arrancara un grito de placer.

Poco a poco, las embestidas empezaron, mezcladas entre besos y caricias, gemidos y jadeos que no dejaban de salir y mostrarse por parte de ambos. JongIn ya ni se acordaba de que había estado a punto de casarse, ni JunMyeon se acordaba que había estado a punto de perder al amor de su vida. Sólo estaban ellos demostrándose el amor que sentían el uno por el otro.

Una de las manos del menor fueron a parar al miembro contrario, masturbándolo al ritmo de sus embestidas las cuales empezaban a ser más profundas y secas, llegando a dar en ese punto tan delicioso que tanto agradaba al mayor y le hacía gritar y arañar la espalda del menor de esa forma deliciosa que a Jongin le hacía perder la cabeza y la noción del tiempo.

Sus cuerpos estaban sudorosos y brillantes. Las paredes internas del mayor transmitían un calor que cubría el miembro del chico de forma agradable. Sus bocas se juntaban de nuevo, dejando paso a las lenguas que jugaban y se entrelazaban de forma perfecta. Ambos se separaron y se miraron, sonriendo a la vez antes de volver a besarse con más énfasis que la vez anterior.

Sus cuerpos, ambos, empezaban a avisar de que el orgasmo estaba cerca, así que las embestidas y la mano del moreno empezaron a ser erráticas para terminar por ser algo placentero. Primero llegó JunMyeon para segundos después sentir el líquido caliente del menor llenar su interior como tantas veces había hecho.

Se quedaron unos minutos mirándose y besándose con una pequeña sonrisa en el rostro. JunMyeon acariciaba las mejillas y el pecho del chico con suavidad mientras que JongIn lo abrazaba contra su pecho que estaba manchado por el más bajo.

Ambos terminaron entrando en su profundo sueño tras decirse las últimas palabras de amor que necesitaban oír en aquél momento.

***

–¿Dónde cojones estáis con mi coche? – ChanYeol sonaba divertido al otro lado del teléfono mientras que JongIn miraba al castaño a su derecha. – Decidme que no lo habéis hecho en mi coche…– ahora sonaba más bien con preocupación.

–Tranquilo, no lo hemos hecho en tu coche. Una cama es más cómoda.

–¡Que va! Mira, tú te recuestas y que Suho se te ponga encima… Baek lo hace a…– Se escuchó un  golpe y después la voz chillona de BaekHyun.

–Te ha pegado, ¿verdad? – JongIn no pudo verlo, pero sabía que ChanYeol asentía. – Te lo devolveré en un par de días, las llaves del mío están en la habitación, sobre la mesita.

–Está bien. – Hubo un corto silencio el cual, la pareja que estaban en el coche se detenían en un pequeño descampado cerca de la playa, JunMyeon se acercó corriendo para ver el mar a lo lejos. – ¿Qué es lo que vas a hacer ahora? Tú madre está atacada aún… Se pregunta porqué no le coges las llamadas.

–Dile que estoy bien y que voy a casarme.

JongIn finalizó la llamada antes de que ChanYeol pudiera decir algo nuevo. Se acercó casi corriendo al chico, rodeando su cintura con los brazos mientras tiraba un poco de él hacía un lado y JunMyeon reía nervioso.

Ambos intercambiaron miradas y se besaron de nuevo, como si hiciera una eternidad que ninguno se hubiera visto. JongIn se separó y vio los morros que ponía el mayor, mordiéndolos levemente.

–¿Puedo abrazarte cada noche y susurrarte al oído que te amo? ¿Puedo ser tu gran bote de chocolate cuando estés mal? ¿Puedo pasar el resto de mi vida contigo, sin importarme una mierda los demás? – JongIn empezó a preguntar cosas y a cada pregunta JunMyeon estaba más nervioso que la anterior. Vio cómo el chico se arrodillaba y tras sacar una péquela cajita del interior de su chaqueta (pues aún llevaba su traje de bodas), la abrió y mostró el pequeño anillo de oro blanco que había comprado. – ¿Puedo casarme contigo aquí y ahora?

JunMyeon tardó unos segundos en coger el anillo, y tras mirarlo se dio cuenta de la pequeña inscripción que había en él “Te amo, y te amaré…”, se preguntó cómo podía caber tanto en un anillo para mujer, pero este era más grande y ancho de la cuenta, viendo como tras que el menor lo cogiera, que quedaba a la perfección en su dedo anular. JongIn sacó el anillo a conjunto y tras mirarlo pudo ver el final de la frase: “Hasta que muera.”

– Y si hay una vida después de esta, te amaré también entonces. – Finalizó el moreno y JunMyeon dejó escapar una carcajada. Ni siquiera había dicho que sí y JongIn lo miraba como si ya se hubieran casado. – Entonces… ¿Puedo quedarme a tu lado en esta vida y en todas las siguientes?

JunMyeon dejó caer sus lágrimas de felicidad antes de asentir con la cabeza y sonreír antes de susurrar un suave pero firme:

–Puedes. 

Notas finales:

¿Os gustó? ¿Sí? ¿No? ¿Reviews?

¡Gracias por leer!

XO.♥ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).