5:00 p.m.
Después de otro cansado día de escuela resolviendo los problemas amorosos de la directora y el profesor Farrés, Nathaniel se encontraba exhausto; solo pensaba en salir, pero como tampoco quería ir a su casa con la fastidiosa de su hermana (afortunadamente sus padres habían salido de viaje hace unos días), decidió ir a caminar por ahí…
Después de un tiempo, mientras deambulaba por ahí, un rugido, que provenía de su estómago, lo despertó de sus pensamientos y fue ahí cuando se dio cuenta que tenía hambre, ah y que también ya eran las 8:00 p.m.
Todo estaba muy oscuro y no podía ubicarse. Su estómago volvió a rugir, así que se decidió y entró a la primera tienda de comida que encontró.
Luego de sentarse en una mesa (en la silla de una mesa) pidió lo primero de la carta…Para empezar se demoraron un montón en traerle el pedido, luego se olvidaron de los cubiertos y ya cuando por fin pudo dar su primer bocado, se dio cuenta ……que estaba horrible.
Sin embargo, tenía demasiada hambre como para rechazarlo.
E increíblemente lo comió todo, cuando terminó la boca le sabía tan mal que no pudo hacer un gesto de desagrado (sentía que iba a regresar toda la “comida”)-Ptuaj, si hubiera sabido, nunca habría entrado-Fue cuando termino de pensar eso que se dio cuenta que una persona estaba parada frente a su mesa (no era Castiel).
-¿Ocurre algo?-preguntó el individuo.
-Uhmmm, nada-
-¿Seguro?-
-Ciertamente si ocurre maso menos algo –
-¿?-
-¿La comida es del diablo? Porque sabe espantosamente mal- eso fue muy grosero, pensó
-La comida es de demonio…-
-¡¿?! … ¿demonio?-pensó-me suena…
-O bueno mejor dicho de su dueño-hizo una pausa- ¿no quisieras ir a ver al cocinero y darle alguna sugerencia?, es que ciertamente la comida es mala, tanto que me sorprendió que la hayas terminado-
Y si son conscientes de eso, entonces ¿por qué la sirven?....pensó.
-Bueno entonces iré a hablar con “ese” cocinero-dijo mientras se levantaba
Al entrar a la cocina, vio a un tipo con el cabello de kétchup o bueno esa fue su primera impresión, luego se dio cuenta de que realmente era así.
-Un momento…… ¿Castiel?-
Al voltear el “cocinero” pudo confirmarlo –¡Qué rayos! ¡¿Qué haces aquí?!......¿Vienes a burlarte?-
-Teniendo en cuenta como cocinas, debería-
-Jajajajaja, ¿te comiste esa porquería?-
-¿?-
-El que cocinó lo que comiste ya se ha ido, yo acabo de llegar, así que no me eches la culpa-
-Ahhh…-
-Jajajajaja-
- ¬¬’ De todas maneras ¿Qué haces aquí?-
-Es mi trabajo de medio tiempo… Necesito cuerdas para mi guitarra y Sucrette ya no… En fin-
En ese instante entró la persona que hace un momento estaba con Nathaniel.
-¿Dónde está Toribio? Se fue sin su liquidación, ah, disculpa pero ya tienes que salir de la cocina rubio –
-Jajajaja, sí, ya vete R-U-B-I-O-
-Pff, tampoco es como si quisiera quedarme-
Luego de aquello se dirigió a pagar lo que había comido (porque aunque estaba horrible, lo comió). Cuando notó, que había olvidado su dinero en la escuela.
-Sh*t- miró cuidadosamente a su alrededor, esperando que nadie se haya dado cuenta del problema, pero al parecer el gerente (que por cierto es la misma persona de hace unos momentos) es muy agudo…
-¿Iba a pagar, cierto?-
-Uhmmm sí… ¿aceptan puntos bonus?-
La mirada del gerente cambio inmediatamente.
Segundos después…
Mientras el gerente jalaba a Nathaniel de un brazo, éste le decía que espere, que sí iba a pagar; pero parece que a los rubios no se les consideraba muy confiables en esa zona.
-Castiel, aquí te traigo un ayudante-
Castiel dejó un momento lo que estaba haciendo, volteó y vio la cómica escena.
-Jajajaja, no tienes con que pagar eh?-
-Ya le dije que sí voy a pa- el gerente cerró la puerta-(Suspiro)
-Bueno, ahora estas bajo mi supervisión, así que no lo malogres-
-¿Por quién me tomas?-dijo indignado.
-Por alguien que no tiene dinero para pagar su cuenta-
-… y bien ¿Qué tengo que hacer?-se limitó a decir.
-Empieza con…-
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(11:30 p.m.)
Cuando ya habían salido todos los clientes y el gerente también ya se había despedido, el ojimiel se derrumbó en una silla, sí que estaba agotado.
-No sabía que hicieras todas estas cosas-debía admitir que era un trabajo duro.
Castiel no le respondió y solo le entregó un plato que lucía muy apetitoso.
-¿Qué es esto?-preguntó Nathaniel.
-Tu estómago no ha dejado de hacer ruido, así que será mejor que lo comas rubio-
Ciertamente tenía mucha hambre, lo que había comido no había sido suficiente.
-Pero ¿Por q-
-¿Lo quieres o no?-
Luego de eso el delegado no le dio más vueltas al asunto y dio la primera cucharada; lo siguiente que pensó es que jamás había probado algo tan delicioso.
-Está…..está bueno-
-Jajajaja, sí lo sé-
- ¬¬’ -
Cuando terminó su plato al cabo de unos minutos, vio en una repisa un pastel.
-¿Eso también lo has preparado tú?- dijo refiriéndose al postre.
-Sí, ¿Por qué? ¿Quieres probarlo?-
-Sí!- OuO respondió sin pensarlo dos veces, a lo que el pelirrojo sonrió y se dispuso a servirle un poco del postre.
Justo cuando Nathaniel iba a morder un pedazo del pastel, Castiel lo detuvo.
-Espera, hay una manera de hacer que sepa mejor-
Dicho esto se acercó y tomó la mano del delegado haciendo que dirija el cubierto con el trozo de pastel hacia sus propios labios, lo acomodo de manera que quedara un pedazo sobresaliente y sujetó suavemente al otro chico del mentón, acortando cada vez más la distancia que existía entre ellos.
El pálido rostro de Nathaniel pasó inmediatamente a ser una amalgama de tonos rojos y rosas “digno de admirar” pensó Castiel
Se lo puso en los labios y luego se lo pasó a Nathaniel dando así un beso que el rubio no rechazó y continuaron así hasta que, lamentablemente, se terminó el pastel.
Ya en la calle.
-Vendrás mañana, no rubio?-
-……uh sí- dijo un poco avergonzado
-Entonces, nos vemos luego-
-Ca-Castiel!-
-¿Qué sucede?-
-¿Por dónde?…¿Por dónde voy a mi casa?-
-Jajajajaja-
-Olvídalo! Adiós-dijo dándose vuelta.
Castiel sorpresivamente lo tomó de la mano antes de que se fuera
-Ven, vámonos-
Y se perdieron en el oscurito.
Fin.