CAPÍTULO UNO.
Su semana había sido la peor de todas. Su padre lo había llenado con tanto papeleo que creyó que le haría competencia al edificio 63. Y para colmo la histérica de su prometida, le había hecho una escenita en pleno restaurante.
Por suerte sus amigos lo habían contactado para que saliera con ellos a distraerse de tanta mierda. El “Heaven” era un pub muy concurrido. Nunca había entendido por qué, bueno no es como si ya hubiera ido. Sus amigos se la pasaban hablando de lo magnífico que era el lugar, pero como siempre; él nunca les prestaba atención.
Estacionó su auto, el lugar no parecía ser uno en el cual te robaban tu auto. Aun así activo la alarma, más vale prevenir que lamentar. Cuando logró pasar por el guardia de seguridad –luego de decir el mágico nombre de “Kris”- quedo embobado del lugar. No solo el rotulo del club era llamativo, habían chicas que vestían cortos kimonos al igual que los chicos.
Algunas de las meseras llevaban el típico traje de “conejita playboy”, mientras que los chicos usaban unos bóxeres súper apretados de color negro y una simple corbata del mismo color. Las luces estroboscópicas le daban un mejor ambiente al lugar. Pero lo que definitivamente le llamo la atención, era los chicos –y algunas chicas- restregándose o más bien prácticamente teniendo sexo en los sofás. A lo largo pudo observar como sus amigos lo llamaban. Mientras más se acercaba a la mesa donde estaban, pudo notar como el hijo del socio de su padre, prácticamente follaba la boca de un rubio con su lengua.
—Sehunnie creí que no vendrías. —JongIn definitivamente estaba borracho, solo así lo llamaba cuando lo estaba.-
—¿Seolhyun por fin te soltó la correa? —Todos sus amigos se rieron ganándose una mirada asesina de su parte.-
—No estoy atado a nadie.-
—Si estas comprometido. Estas atado amigo mío. —dijo Jonghyun aún con el chico sobre sus piernas.-
—Y qué opinas ¿Te gusta el Lugar? —pregunto animado Kris.-
—No tanto como a ustedes. Tu nombre se dice aquí y prácticamente te cargan hasta los sofás—Rieron ambos.-
—Negocio chino mi amigo.-
—Ahh.-
Siguió platicando con sus amigos. Chanyeol no dejaba de ver hacia los lados cada vez que pronunciaba algo. JongIn estaba borracho pero un poco consiente. Kris le hablaba de un tal Tao que no sabían quién carajos era. Tomo un largo trago de su bebida y observo un poco más el lugar.
Su vista quedo clavada en el balcón de la aparentemente segunda planta. Un chico de cabello cobrizo, quizás un poco más bajo que el, vestía un kimono o quizás una bata no lo sabía. Lo único que si sabía era que el chico era realmente hermoso, podía ver sus grandes y bellos ojos delineados, y el contraste entre su piel y la vestimenta de color rojo lo hacía realmente irresistible.
—Él es Luhan. —Respondió Kris a su posible duda.-
—¿Cómo?-
—Él chico que observas es Luhan. Uno de los mejores “Chico de Compañía” que el Heaven tiene.-
—¿Compañía? ¿Algo así como un prostituto?-
—No les gusta ese término, pero si.-
—¿Cómo sabes que tan bueno es? —pregunto mientras echaba un vistazo al chico, que ahora lo observaba.-
—Bueno, soy un hombre. Tengo necesidades, el chico es una belleza y en la cama…-
—No necesito detalles. —Sehun le cortó de inmediato.-
—No miente mi amigo. —dijo JongIn con una gran sonrisa.-
—¿Tú también? —JongIn solo asintió, Sehun no sabía por qué pero sentía rabia al saber que él chico había pasado por todos sus amigos.-
—Pero ya no más. No desde que conocí a KyungSoo. —ambos observaron de nuevo el balcón donde se encontraba Luhan, con otros dos chicos que se habían acercado. —Él mío es el de cabello negro. —dijo orgulloso-
Él tal KyungSoo era lindo. No tanto como Luhan claro.
—¿Qué hay de ti? —pregunto esta vez a Chanyeol, ya que Jonghyun había continuado lo que tenía con su “amigo”.-
—Oh yo no amigo. Solo tengo ojos para Baek. —Sehun supuso que era el chico de cabello lila.-
—Si quieres mandar al diablo a tu prometida por un momento. Y tener el mejor polvo de tu vida… yo que tú me daría prisa. Yixing acaba de venir.-
Un chico de cabello castaño se abría paso junto con otros cuatro. Quizás el tipo era cliente recurrente porque todos lo dejaban pasar, o hablaban con él como si fuera el presidente del puto país. Posó sus ojos en el balcón de nuevo con la esperanza de poder ver a Luhan, pero el chico ya no estaba.
**
Nunca lo había visto por ningún lado del Heaven. Tenía que ser nuevo, aunque se sentó junto con el grupo de chicos que conocía bien. Muy bien.
En sus planes no estaba ser esto en la vida. Un chico de compañía, odiaba tener que fingir sentirse bien cada vez que estaba con alguien más. Se sentía repugnante, asqueroso. Odiaba al “amigo” de su padre, amigo que asesinó a su familia dejándolo solo y desamparado a los diez años. Obligándolo a crecer más rápido de lo que debía.
A los trece años viajo desde China a Corea. Y de ahí en adelante el infierno llamado vida comenzó. Tenía trece años, por el amor de Dios. Le arrebataron su inocencia, un maldito bastardo de cuarenta años. Pasó cinco malditos días sin poder levantarse, le dolía horrores. Prácticamente fue violado.
Hasta el momento el único que parecía importarle, o que disfrutara un poco del sexo era Yixing. Un cliente recurrente de él, aunque solía ser bruto y dejarlo marcado, pero al menos lo mimaba y en ocasiones se quedaba a hablar un momento. Y eso ya era mucho para Luhan.
—¿Qué pasa? —Pregunto Baekhyun que venía con KyungSoo.-
—¿Estas bien?-
—Si solo estoy un poco cansado no es nada.-
—No tienes que fingir con nosotros Hannie. —ambos amigos abrazaron al cobrizo que no quitaba la vista del caballero de cabellos platinados.-
—¿No irán con Chanyeol y JongIn? —hablo tratando de distraerlo de su tristeza.-
—JongIn ya está borracho y se pone estúpido.-
—Yeol va por el mismo camino. Así que aún no.-
Luhan desvió su mirada hacia la puerta. Por ellas ingresaba Yixing con sus otros amigos, no quería tener nada que ver con él. No por el momento, no quería fingir de nuevo. Los gemidos que salían de su boca eran como una grabación, pero esta ya se estaba rayando y solo quería descansar. Baekhyun y KyungSoo entendieron y decidieron quitarse del balcón para ser poco visibles.
Ellos tenían diferentes historias. Por ejemplo, KyungSoo necesitaba dinero para su universidad. Pero con el tiempo su “trabajo” interfería mucho en su rendimiento académico y acabó dejando la universidad. Baekhyun fue otro caso, su padre tenía deudas con el dueño del lugar y decidió venderle a su hijo como pago por sus deudas.
Se sentían solos, pero se tenían unos a otros. Key cuidaba mucho de ellos, como si fuera su madre. Baekhyun tenía la oportunidad de escapar de ese lugar, Chanyeol estaba dispuesto a sacarlo de ese sucio lugar. Pero el menor no quería irse sin saber que sus amigos estarían bien. Es por eso que el mayor se encargaba de comprar todas las noches de Baekhyun aun si solo pasaban acurrucados en la cama. Todo porque nadie tocara a su “pequeña princesa”.
—¿Crees que algún día pueda salir de aquí? —Preguntó Luhan mientras se sentaban en uno de los sofás de la segunda planta.-
—Yo sé que si.-
Baekhyun le sonrió cálidamente mientras que KyungSoo lo abrazaba.
—¿Luhan? —Hablo una chica de cabello rojo.-
—¿Si Se Ra?-
—Hay un cliente esperándote en tu habitación. —el cobrizo bufo.-
—De acuerdo, gracias por avisarme.-
Les dio una sonrisa débil a sus compañeros y caminó hacia la habitación. Cuando llego a esta miro a la figura parada frente a su ventana. Entro sin cuidado a la habitación y puso el pestillo. El tipo se giró, y entonces supo quién era.
—¿Hola?-
—Se nota que no me da gusto verte—dijo burlonamente.-
—No, no es eso. Solo que creí que te quedarías abajo, ya sabes por ser primera vez aquí…-
—Sehun. —Se apresuró a decir.-
—Sehun. —Luhan pudo saborear cada una de las letras. —Y dime Sehun ¿Por qué me escogiste? —en ningún momento sus miradas se quitaron uno del otro.-
—Te refirieron.-
¡Ah la bendita referencia! Nunca podía ser que alguien se interesara en el solo por verlo. Tenía que salir a flote las referencias. Pero que esperaba después de todo era un puto.
—Bien. —Se dirigió a encender una lámpara cerca de la cómoda siendo esta la única luz en el lugar. —Que comience la diversión. —Sonrió ladinamente.-
Aun de espaldas a Sehun deshizo el nudo de su bata –la cual ahora Sehun podía observar mejor - haciendo que esta se deslizara lentamente por sus hombros cayendo por la curvatura de su trasero que era cubierto por un apretado bóxer del mismo color. Sehun tragaba duro, jamás en su vida se había puesto tan duro tan rápido. Ni con su prometida.
—¿Qué quieres que haga?—dijo casi en un susurro que le pareció jodidamente erótico a Sehun que ya se había acercado a Luhan. Siguiendo con sus manos el mismo recorrido que había hecho la bata.-
—Sorpréndeme.-