CAPÍTULO DOS
La piel se le erizó en el momento que la fría mano de Sehun delineo todo su contorno desde su espalda, hasta la curvatura de su trasero. Y como no estar tentado a hacerlo. Luhan era simplemente hermoso. Su piel, sus labios eran sumamente suaves.
Dirigió sus manos a las piernas del cobrizo, las acaricio suavemente antes de posarlas en la cadera de Luhan. Dibujo círculos con sus pulgares sacándole suspiros.
Jamás en su vida imagino que iría a un burdel, mucho menos que tendrían a un prostituto sentado en sus piernas. Y lo más raro… era que le gustaba. Luhan de vez en cuando movía sus caderas, creando fricción entre sus miembros. Paseaba sus manos por la espalda desnuda de Sehun.
Lo sentía tenso. De alguna manera Sehun se sentía tenso, y Luhan lo notaba. Pero no era por las razones que el menor pensaba. El trabajo llegaba a agobiarlo, a estresarlo de sobre manera.
En el momento que vio a Luhan, supo que quería algo más con él, que un simple intercambio de miradas. Cuando vio entrar a Yixing, y la forma en que este buscaba a Luhan, no dudo ni un segundo en adelantársele. Le ponía a rabiar el hecho que alguien más tocara a Luhan.
Era estúpido lo sabía. Ya se había golpeado mentalmente por ello. Pero no podía evitarlo. El muchachito le había hecho sentir emociones, que con su prometido lo había sentido meses después de ser novios.
—Te noto tenso—dijo Luhan dirigiendo sus labios hasta el cuello del castaño.-
—Es solo estrés.-
—Creo que puedo ayudar con eso—susurro Luhan.-
Se puso de pie y caminó hasta la mesa noche, asegurándose que Sehun lo mirara. Y como quitar sus ojos de tan placentero panorama. Abrió la gaveta y cogió lo que parecía ser un bote de aceite.
—¿Haces eso con todos tus clientes? ¿Les das masajes? —Preguntó Sehun con una sonrisa ladina.-
—Shhh… Solo disfruta.-
Contestó de igual manera el cobrizo. Caminó alrededor de la cama hasta subirse a ella y quedar tras el platinado. A este punto ambos se encontraban en ropa interior, así que no había nada que le estorbara al hacer su trabajo. Destapó el bote y vertió el líquido en sus manos. Las froto rápidamente, tratando de calentar el aceite para que el masaje fuera más placentero.
Nunca había hecho esto, a lo que respecta del masaje. Él no era masajista. Desestresaba a sus clientes, sí. ¿De esa forma? No, el desestresaba de otra manera. Pero muy dentro de él, había una parte que quería hacerlo. Quitarle un poco el estrés que Sehun llevaba. De algún modo, quería quitarle todas esas preocupaciones.
Pero hasta ahí llegaba todo.
Inició con los hombros. Instintivamente, Sehun cerró sus ojos. Luhan sabia como hacerlo, las manos del chiquillo eran pequeñas y suaves. Se resbalaban por sus hombros debido al aceite. Sentía como comenzaba a relajarse bajo su toque. Aun no tenía claro en su mente porque quiso hacerlo… solo sucedió.
A medida que sus manos iban abarcando más piel, estas bajaban por el torso esculpido del platinado. No era su intención llevar el masaje a otro nivel. Pero el prominente bulto en el bóxer de Oh lo incitaba a algo más.
Mientras Sehun estaba sumido en el relajante toque de Luhan, este aprovecho el momento y lo rodeó sin dejar de tocarlo. Lentamente bajo sus manos hasta la cinturilla del bóxer. Posicionó su mirada en el rostro de Sehun al mismo momento que colaba sus manos bajo la tela, haciendo contacto directo con el miembro del platinado.
Un suspiro salió de los labios de Sehun. Las manos de Luhan estaban calientes debido a la fricción de ellas con su cuerpo, lo que aumentaba más su libido al momento de que el chico lo masturbara lentamente.
Con una de sus manos dentro del bóxer de Sehun, uso la otra para recostarlo completamente en la cama. Cuando estuvo completamente tumbado, le sacó la ropa interior. Tomo entre sus manos la creciente erección de Sehun y comenzó el vaivén. Los gemidos del más alto no se hicieron esperar.
Se posicionó entre las piernas de Sehun sin dejar de masturbarlo. Acercó su boca hasta el pene del platinado, lamiendo desde la base hasta la punta. Observó como de la cabeza del pene de Oh comenzaba a salir por la hendidura aquel líquido transparente. Estaba hinchada y de un color rosáceo, no se hizo esperar más, y succionó al mismo tiempo que lo masturbaba con su mano.
Un ronco gemido salió de los labios de Sehun, llevó su mano hasta el cabello de Luhan, marcando su propio ritmo. El chiquillo lo estaba volviendo loco. Primero su toque parecía un poco tímido. Luego este chico había salido de la nada dándole el que sería probablemente el mejor oral de su vida.
Los labios de Luhan rodeaban su falo, lo apretaba y soltaba. Pasó su lengua por la hendidura, lamiendo cada una de las gotas de pre-semen que salían de ella, causando que las arremetidas de Sehun se volvieran más rápidas. Dejó que el mayor llevara el control. Sehun prácticamente se estaba follando la boca del chiquillo, tocando con la punta de su miembro la garganta de Luhan, haciendo que este se atragantara por momentos. Cuando Luhan sintió que toco fondo, sacó el pene de Sehun de su boca y lamio de nuevo desde la punta hasta los testículos del mayor.
Agarró el miembro de Sehun entre sus manos masturbándolo rápidamente. Tomó entre sus labios uno de los testículos del platinado, succionó y chupo cuando quiso, haciendo que una corriente recorriera el cuerpo de Sehun desde su cabeza hasta sus pies.
Sintió cierto cosquilleo, avisándole que su orgasmo se avecinaba. Tomo entre sus dedos los cobrizos cabellos de Luhan, este entendió y dirijo sus labios de nuevo hasta el pene de Sehun. Succionó ahuecando las mejillas, delineando con su lengua la prominente vena que sobresalía.
Sehun dejó salir un fuerte y ronco gemido en el momento que se corrió en la boca de Luhan. Este recibió cada chorro de semen, tragándolo de golpe, succionó de nueva cuenta el falo, lamiendo la uretra hasta no dejar ni una gota de semen.
Sehun aflojó su agarre, tratando de que su respiración se calmara. Pero Luhan no dejo que este terminara de relajarse. Sus manos iniciaron un suave y lento vaivén sobre el pene de Sehun. El aún estaba duro, y quería a Sehun. Jamás en su vida había deseado a nadie como lo hacía con el platinado.
Y cuando Luhan quería algo lo obtenía. Y esta no sería la excepción.
—Esto a un no acaba, ciervito—dijo Sehun con la voz entre cortada.-
—Eso espero.-
Sehun tiró de la mano de Luhan y lo recostó a su lado. Le abrió las piernas bruscamente y se posiciono entre ellas. Estampo sus labios con los de Luhan comenzando un salvaje beso. Sus manos recorrían de arriba hacia abajo sobre el cuerpo de Luhan. Delineando su cintura hasta colarlas bajo su cuerpo llegando al trasero del más bajo. Tomó entre sus manos el pequeño y redondo trasero de Luhan y lo estrujó a su gusto.
Luhan era un poco ruidoso, pero no era algo que le molestara. Se preguntaba si era porque en realidad le gustaba o si era así con todos. Prefirió pensar que era él el que ocasionaba que el chico se deshiciera en gemidos.
Succionó el labio inferior de Luhan y lo tomó entre sus dientes. Hizo un camino de besos hasta el cuello blanquecino del chico. Succionó la delicada piel dejando chupetones que serían visibles en unos momentos. Pero no era algo que le importara. Había pagado mucho por él, y lo disfrutaría al máximo.
Dirigió una de sus manos hasta el pezón izquierdo y lo retorció entre sus dedos. Tomó entre sus dientes el pezón derecho para luego lamerlo y trazar círculos con su lengua alrededor de el. Estaba seguro que los gemidos de Luhan se escucharían por todo el pasillo, pero no importaba. Quería que todos se dieran cuenta que Luhan le pertenecía a Oh Sehun… al menos esa noche.
Luego de seguir el mismo procedimiento con el otro pezón, arranco el apretado bóxer de Luhan, liberando así la erección del chico. Lo masturbó mientras llevaba sus labios hasta los del cobrizo, tratando de callar los gemidos de este.
—En cuatro—susurro Sehun en el oído de Luhan antes de morderle el lóbulo.-
Rápidamente Luhan acató su orden. El trasero respingón de su chico se mostraba en todo su esplendor, pero lo que más le llamo su atención, fue el tatuaje en su espalda. La perfecta caligrafía china se extendía desde el comienzo de su espalda, siguiendo el camino de su columna hasta su espalda baja.
No entendía ni un carajo lo que decía, pero solo verlo le ponía a un más. Tomó el bote de aceite y metió dos de sus dedos en él. Pegó el trasero de Luhan a su ingle y se inclinó hasta estar a la altura del oído de Luhan.
—¿Cómo lo quieres? —Preguntó escuchando la agitada respiración del cobrizo— ¿Duro o suave?-
Luhan no dijo nada, quería hablar pero no podía. Las palabras se atoraban en su garganta. Sintió cierto escozor en su trasero, Sehun le había dado una nalgada.
—¡Duro! —Gritó dejando salir sus palabras de golpe.-
—Tus deseos son órdenes—dijo Sehun con una sonrisa socarrona.
Limpió sus dedos en la colcha. El nene lo quería duro, además el condón estaría lo suficientemente lubricado. Sin pensarlo dos veces, tomó entre sus manos las nalgas de Luhan y las abrió. Dirigió su boca hasta la rosada entrada del chico y comenzó a lubricarlo con su propia saliva.
Un alarido de placer salió de los rosados labios de Luhan al sentir la caliente lengua de Sehun penetrar su entrada. Sehun lamia y succionaba la entrada del chico. No sabía porque lo hacía, solo se le antojó en el momento que lo vio.
Luhan hacia que hiciera cosas que jamás pensó en hacer. Pero tampoco es como si le importara, de alguna manera u otra, quería complacer al chico.
Retiro su lengua y mordió la nalga de Luhan antes de ponerse de pie y tomar un condón del buro cerca de la cama. Observó a Luhan, estaba con su cabeza sobre la almohada, su pecho subía y bajaba rápidamente debido a su respiración agitada. Estaba de la misma manera en que lo había dejado, tan lindo y tan sumiso. Había algo en Luhan que hacía que quisiera protegerlo, cuidarlo de todo aquel que quisiera hacerle daño.
Sacudió sus pensamientos y rasgó el sobrecito del condón, colocándoselo, caminó hasta la cama. Tomó la cadera de Luhan con una mano y con la otra dirigió su pene hasta el ano del chico. Sin previo aviso, le penetró de una sola estocada, haciendo que el chico soltara un gemido de placer/dolor.
Sin esperar que este se acostumbrara y siguiendo sus peticiones, comenzó con sus embestidas, duras y profundas haciendo que Luhan gritara de placer. Prácticamente quería partirlo en dos, estaba seguro que dejaría marcas en la cintura y caderas de Luhan, esto era algo que le ponía.
Golpeó de nuevo el culo del cobrizo, haciendo que la palma de su mano quedara marcada en la nalga de Luhan. Hasta este punto había notado que al chiquillo le gustaba que el sexo fuera un poco rudo. No quería saber cómo es que comenzó a llamarle la atención, así que se dedicó a dar estocada tras estocada. Adentro y afuera. Una y otra vez.
El manojo de gemidos que tenía entre sus manos comenzó a sentir los espasmos del post-orgasmo. Las paredes de la entrada de Luhan comenzaron a contraerse. Cuando sintió que estaba por correrse, fue más rápido y Luhan más ruidoso. Dirigió su mano hasta el olvidado miembro de Luhan y lo masturbó al ritmo de sus estocadas.
Se corrió al instante entre sus manos, arqueó la espalda mostrando aquel bonito tatuaje que tanto llamó la atención de Sehun. Luhan se desplomó en la cama, jadeando tratando de controlar su respiración. Sehun dio las últimas embestidas antes de correrse dentro de Luhan, más bien dentro del condón.
Cayó encima de Luhan cuando sus brazos no pudieron sostenerlo más. Sacó su flácido miembro dentro de la entrada de Luhan. Con pocas fuerzas se quitó el condón y lo tiro dentro del cesto de basura.
Había sido el mejor polvo de su vida. Cada centavo había valido la pena. Tanto así que no le importó en ningún momento su prometida. Con la punta de sus dedos delineo el tatuaje de Luhan de arriba hacia abajo, haciendo que el muchachito sintiera escalofríos ante el tacto de Sehun.
—¿Qué es lo que dice? —Preguntó Sehun sin dejar de tocarlo.-
—¿Por qué tanta curiosidad? —Preguntó Luhan sonriendo mientras arqueaba una ceja.-
—Curiosidad como dices.-
—Solo… solo son algunas palabras—esta vez quien arqueo las cejas fue Sehun.-
—Palabras ¿He? No lo había pensado.-
—Y dime… ¿eres soltero o casado?-
—¿Por qué tanta curiosidad? —Preguntó Sehun divertido repitiendo sus palabras.-
—Curiosidad… Ya que tu móvil no ha dejado de sonar desde hace cinco minutos… así que eso me dice dos cosas… o eres hijo de mami, y mami te tiene muy controlado… o tienes novia.-
Fue en ese momento que Sehun se percató del sonido que su móvil hacía. Tomó el aparato entre sus manos y verificó el número. En efecto era Seolhyun. Soltó una maldición y comenzó a buscar su ropa.
—¿Así que novia he?-
—Prometida—corrigió Sehun mientras se vestía.-
Por alguna razón desconocida, a Luhan no le gusto el término que Sehun le había dado. Pero no quiso pensar en eso y se dio media vuelta. Metió sus manos bajo la almohada y cerro sus ojos. Estaba cansado, y seguro no podría pararse sin sentir dolor, al menos no por el momento.
Cuando Sehun estuvo completamente listo. Observó el cuerpo que yacia sumido en los brazos de Morfeo. Estaba completamente desnudo, con una pierna alzada, dejando nada a su imaginación. Si tapara el cuerpo de Luhan y solo dejara su rostro, podría decir que parecía un pequeño e inocente niño. Pero si destapaba y dejaba el pecaminoso cuerpo de Luhan al descubierto, no era el niño que imaginaba. Solo era otro chico de compañía con cuerpo de infarto que acababa de darle la mejor noche de su vida a cambio de una gran cantidad de dinero que le sería difícil ocultar.
Sentía la tentación de recostarse junto a él en busca de una segunda ronda, pero la llamada entrarte corto nuevamente su libido. Apagó su móvil y salió de la habitación, dejando atrás al chico de ojos avellanados que había robado su corazón sin siquiera darse cuenta.