El cielo nuevamente comenzó a desatar su furia en forma de tormenta, pero esta vez de una manera fatal. Se podía oír como el impetuoso viento arrasaba con cada árbol viejo del oscuro bosque, que en su centro aguardaba al gran y tenebroso circo de fenómenos ''Dark Wood Circus''. Lugar a donde el aristocrático Gakupo Kamui se dirigía corriendo a toda velocidad como si no hubiera un mañana.
El joven de cabellos violáceos aumento su velocidad cuando vio unos banderines que estaban a punto de ser arrancados de sus mástiles, al acercarse pudo ver que el enorme toldo que era el circo, también luchaba por no salir despegado por los aires a causa del viento. El aristócrata finalmente llego al circo después de correr como nunca en sus 28 años de vida.
El escenario del circo se veía aterrador sin ningún espectador cerca. La verdadera identidad del Dark wood circus salia a la luz irónicamente con la enorme oscuridad y desolación que rodeaba al escenario. Para Gakupo lo era, el siente que los ''fenómenos'' están un lugar apartado del universo, horrible y triste, pero que no hay otra cosa mejor para alguien deforme. El aristocrático sentía desde el fondo de su corazón que debía mostrarles que no todo en mundo era así...
Gakupo camino por el circo sin sentido alguno hasta llegar a un lugar que no pudo deducir que era por la enorme oscuridad que lo rodeaba. Estaba lleno de jaulas y en ellas se hallaban a los "fenómenos". El aristócrata se sobresalto al oír un gemido gutural de uno de ellos.
El joven corrió hacía a la jaula de la que parecía haber venido ese aullido de dolor, al acercase pudo oír algo que le saco las lagrimas.
—Tranquilo... — Era la voz de su hermana.
El aristocrático no pudo contenerse.
—¡Meiko! — Gritó con toda sus fuerzas.
La niña volteo y vio después de mucho tiempo a su hermano. Meiko no pudo reconocerlo a la primera mirada, pues el aristocrático tenia un aspecto totalmente diferente al que ella estaba acostumbrada a ver; Su cabello estaba completamente desprolijo y mojado, su ropa estaba en el mismo estado y era muy diferente a la que su hermano usaba. Cuando pudo reconocerlo, la niña comenzó a llorar.
—¡Hermano! —Grito la niña aferrándose los barrotes de la jaula.
El aristocrático corrió emocionado hacia donde se encontraba su hermana, había pasado mucho tiempo desde que la vio en aquella funcion donde descubrió el espantoso mundo al que personas con deformidades o diferente se veían arrastradas... El Dark Wood Circus era eso pero multiplicado a la milésima.
Gakupo tomo las mano de su hermanita y las lagrimas cayeron de sus ojos. Las manitos de la pequeña estaban frías. Tenia la cara pintada con flores en casi su totalidad, seguía usando el mismo traje rojizo que la hacia parecer un globo andante.
Un enorme rayo irrumpió en el cielo e hizo temblar la tierra y aquel gemido gutural volvió a oírse. El aristócrata se dio cuenta de que ese aullido provenía del joven que desde hace días le causaba una extraña sensación en su pecho. La gran bestia azul yacía en el suelo, en posición fetal, temblando y con las manos en la cabeza.
El noble se acerco a su jaula, esta limitaba con la de su hermanita, se aferró a los barrotes de la jaula y con preocupación miro al joven de cabellos azules. Lo oyó musitar algo que por la penumbra y el silencio del lugar pudo escuchar perfectamente.
—Los truenos... ¡Suenan iguales a los latigazos!
El muchacho de cabello malva perdió los colores pero finalmente decido hacer lo que tenia pensado: Liberarlos a todos de ese infierno. Oyó un tintineo que luego se convirtió en un ruido sordo de algo cayendo y aquello eran llaves, llaves doradas que por la oscuridad del lugar eran casi invisibles, pero que el aristocrático sabia perfectamente donde se encontraban; Por que eran la clave de lo que Gakupo quería hacer en ese momento. Corrió a buscarlas.
Al tener las llaves en sus manos, fue inmediatamente a abrir las jaulas donde se hallaban los miembros del Dark Wood Circus, quienes lo observaban confundidos ''¿Quien eres?'' ''¿Por que haces esto?.. ¿Por que no huyes de mi?..'' Eran muchas las preguntas que pasaran por la cabeza de los fenómenos del Dark Wood Circus, ¿Quien es el y por que hace esto por nosotros? ¿Por que no se repulsa de seres como nosotros?.
La ultima jaula que el aristócrata abrió fue la de el joven de cabellos azules, la gran bestia azul, que aun se hallaba en el suelo en posición fetal con las manos cubriendo sus oídos y temblando. Gakupo al abrir su jaula, entro a ella y se acerco a el.
El aristocrático no pudo decir nada, ahora esa sensación que tenia en su pecho era diferente. Se había transformado en un punzante dolor, un dolor que era causado por ver a su hermana, al joven de cabellos azules y esa pobre gente en ese lugar tan horrible... En ese ese tan deplorable estado; Era una sensación de tristeza mezclada con ira e incredulidad. Casi en lagrimas el joven aristócrata le extendió la mano a la bestia azul. El joven de cabello azulado alzo la vista, miro atónito al aristocrático por unos momentos y para la sorpresa de este, la gran bestia azul acepto la mano que le tendía.
Gakupo, sin dejar de estar sorprendido, ayudo al joven de cabellos azules a levantarse y sin soltar su mano, salió de la jaula en donde se encontraba la bestia azul que ahora estaba fuera de ella y tomando su mano. El aristocrático podía sentir las cicatrices y las marcas que el joven tenía en la mano en la suya, eso solo aumentaba mas su mezclada sensación de rabia, tristeza y escepticismo.
Rápidamente, el joven malva camino por ese lugar invisible por la oscuridad, tomo la pequeña mano de su hermanita.
—¡Síganme! — Gritó el aristócrata, caminando con velocidad hacía la entrada del circo tomando con aún mas fuerza las manos de su hermana y de la gran bestia azul.
Con la enorme rapidez con la que el aristocrático caminaba, salieron por la entrada en menos de lo esperado. Aquella enorme tormenta con la ingreso al Dark Wood Circus calmo sus ánimos se convirtió en un pequeño diluvio menor.
Gakupo seguía sin soltar las manos del chico de cabello azul y su hermana, ella luego de asegurarse de que todos los fenómenos se hallan fuera del circo, abrazó con fuerza a su hermano.
—Gracias... —Dijo la niña casi en un sollozo abrazando a Gakupo con lagrimas en los ojos.
—Gracias... —Musitó un joven sin brazos y con el rostro deforme hacía Gakupo.
—Muchas gracias —Dijo otro joven con las cuencas vacías.
En ese montón de ''Gracias'' dirigidos a Gakupo, las gotas de lluvia y las lagrimas en los rostros de los fenómenos corrían sus maquillajes de flores. El joven de cabellos azules se seco las lagrimas con su mano, al hacerlo se revelo una horrible marca en su rostro...
Una marca que era una quemadura, una marca que parecía estar hecha con ácido, una marca que todos los fenómenos del Dark Wood Circus tenian en sus rostros, una marca que era ocultada por flores... Una marca que estaba incluso en el rostro su hermana...
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