STING EUCLIFFE POV
Hoy era un lindo día, aunque desde esta mañana al levantarme tuve un mal presentimiento, el cual sigue hasta ahora pero, como maestro del gremio debo mostrarme feliz y atento, así que desecho ese presentimiento y me enlisto para salir.
Me dirijo como todos los días al gremio acompañado de Lector, alegrándome de que se note un poco más alegre desde aquel incidente…aquel incidente… no puedo evitar oscurecer mi semblante cuando memorias de lo ocurrido acuden a mi mente. Sacudo la cabeza, no debo pensaren eso, no podre cambiar el hecho de que el ya no este.
Llegamos al gremio temprano, como todos los días, preparándonos para recibir con los demás con la ayuda de Yukino, Rufus y Orga. Todo iba marchando bien, pero no todo siempre es así, Rogue no había llegado aun, y eso que ya es pasado el medio día.
Desde aquel incidente se mostro más distante, pero no dejo de venir al gremio, ente todos lo hemos animado, rectificando que no fue su culpa. El mal presentimiento de esta mañana vuelve a asaltarme con más fuerza, y sumando el hecho de que no ha venido, no puedo evitar preocuparme.
No consigo quedarme quiero y voy en su búsqueda, conozco a la perfección el camino hacia su casa, y con mi velocidad no tarde mucho en llegar. Toco un par de veces para anunciar mi presencia, algo innecesario porque seguramente ya me habría sentido, pero nadie me responde y tampoco siento nada, no siento su presencia.
Sin saber en qué otro lugar puede estar o pensando en que está dormido, tanteo la cerradura, que para mi sorpresa y preocupación, estaba sin traba y se abrió fácilmente. Movido por la preocupación entro rápidamente avanzando hacia su habitación. Encuentro rápidamente la puerta que da a ella y la abro sin pensar.
Lo que veo allí….me deja sin palabras….no… ¡NO! Esto no podía estar pasando! Allí, frente a mis ojos, estaba Rogue, tendido en el suelo de su habitación, rodeado de un charco de sangre.
Logre reaccionar y voy rápidamente a su lado. Lo levanto del suelo sin importarme mancharme de sangre, dejando descansar su cabeza en mi pecho, esta frío y mucho, intento hacerlo reaccionar. No puedo evitar entran en pánico...no está respirando!!! Intento por todos los medios hacer algo…pero, ya es tarde, el ya no abrirá sus ojos.
Un sentimiento de vacio me embarga el pensar eso, el no podía estar…muerto…el no… mis ojos pierden la vida y luz que solía reflejar en ellos, no los veo, pero lo siento, todo mi ser se está apagando y siendo acogido por una enorme tristeza.
Perdí la noción del tiempo que me mantuve así, abrazado a su cuerpo frío, no queriendo aceptar la realidad que ahora estoy viviendo. Cuando mi cuerpo comienza a responderme, me desprendo de agarre que estaba manteniendo, levantándome lentamente. Al erguirme por completo, note algo que no había notado antes, era sobre, que estaba siendo sujetado por las manos de Rogue.
Armándome de valor me acerco para agarrarla entre mis manos, la retiro con delicadeza de sus manos. Veo el dorso del sobre, sorprendiéndome de lo que dice: -Para Sting Eucliffe-
Abro el sobre con delicadeza, viendo que la letra era de Rogue…tan pulcra como siempre. Sin perder más tiempo, comienzo a leer.
Sting:
Hola… esta carta solo es una despedida. No quiero que te sientas culpable por lo que hice, lo hice porque es lo mejor para todos. No sabes el dolor que siento al escribir esto, al pensar lo que te estaría causando.
Aunque tú no sepas mis sentimientos, yo creo que era correspondido. No tuve la ocasión ni el valor para decírtelos, así que perdóname de que te enteres así. Sing, te amo, te he amado como nunca lo hice, tus sonrisas, tu actitud, tan alegre en comparación a la mía, todo de ti, y sobre todo tu luz, contrastando con mi oscuridad.
Te agradezco todo lo que has hecho por mí, me mostraste la luz que yo no veía, que no todo en el mundo era malo, a disfrutar cada día que estoy vivo, me diste motivos para poder vivir. Y como una sombra no puede existir sin su luz, me alegro de haberte conocido.
Mi yo…mi yo del futuro, yo, desde el primer momento me dije que no sería como él, que protegería a mis amigos, que viviría por ellos y para ellos….luche todo lo que pude…pero ahora que Frosch no está…que yo lo he arrebatado la vida…no creo poder seguir estando a tu lado, manchándote cada vez más con mi oscuridad, no quiero que tu caigas conmigo. Tu eres demasiado puro y yo demasiado contaminado.
Tengo miedo de hacer daño a lo último que me queda, de arrebatarte la vida y así segar tus días. Sé que lo hago es una opción cobarde y egoísta pero no me creo capaz de dar más. Nos volveremos a ver algún día, espero que ese día podamos vivir todo lo que no hemos vivido juntos.
Repito, no te sientas culpable, vive, se feliz. Me voy sin remordimientos al saber que hice lo correcto.
Y bueno…este es nuestro último adiós… Te amo.
Adiós Sting, gracias por todo.
Rogue Cheney.
No note el momento en que comencé a llorar, ni el momento en que mis lágrimas comenzaron a caer manchando la carta que hace poco estaba leyendo. Mis manos actuaron por instinto arrugando el papel y arrojándolo lejos…aun…aun sin creer lo que allí estaba escrito.
Mis piernas ya no tienen la fuerza para sostenerme y ceden, haciendo que ahora quede apoyado en mis rodillas. Mis manos forman puños y comienzo a golpear el suelo sin descanso, hasta que ya no puedo contener mis sollozos y termino por derrumbarme pegando un grito al cielo, demostrando con el toda mi frustración, tristeza y dolor.
Me desahogo hasta más no poder, desgarrándome la garganta, sabiendo que el ya no está a aquí, que me he quedado solo…y aun así….solo logro articular una frase entendible entre mi llanto.
-Idiota…yo...yo también te amo.