Capítulo 3- Mi razón Egoísta es motivo para conocerte
Ian seguía en la misma banca del hospital, apretando entre sus manos su teléfono, no podía moverse, sentía su cuerpo entumido y pesado, ni si quiera el ruido de su estómago podía apartarlo de ahí.
Llevaba más de 3 horas en esa posición y estaría una horas más, su teléfono era un recordatorio de lo que debía hacer, pero Ian lo dejo pasar, veía que las horas pasaban tan lentamente, él solo quería que el tiempo fuera más de prisa.
Miró de nuevo su teléfono y esta vez lo tomo, porque comprendía muy bien que debía hacer la llamada que estuvo posponiendo desde el fin de la conversación con el doctor Malfatto.
Decidido y con dedos temblorosos marco el número de su suegro, corrección de su ex suegro, con el teléfono en su oreja, escucho el tono de llamada.
En estos momento deseaba con todas sus fuerzas que nadie respondiera, que el buzón de voz contestara, con tal de retrasar esto un poco más, ¿Cómo dar una noticia así? ¿Qué debía decirle?
No podía soltar todo casualmente, es decir no se sentía el más indicado para dar esa noticia, una noticia que aún no asimilaba del todo, ni siquiera podía llamar a sus padres o a sus amigos para contarles de esto, y ahora debía decirlo al papá de Elissa.
¿Qué diría? – Se imaginaba diciendo, ´´Hey Gullio, como están las cosas por allá, bueno solo llamaba para decirte que… ¿Qué dices? ¿Elissa?, justo de ella te quiero hablar, Ella murió… fue un accidente, un imbécil se encargó de matarla, pero quédate tranquilo, ella no sufrió, su muerte fue casi instantánea, como lo siento Gullio, yo aún no creo que sea verdad, deseo que sea un sueño, del cual podamos despertar.
Pero cambiando un poco el tema, ¿Qué tal el clima?, por cierto Gullio, no sé qué opines al respecto, pero doné el corazón de tu hija, fue una buena decisión ¿no crees?, jajaja o si cómo va la apertura del nuevo Restaurant, creo que debes posponerlo un poco, ya que debemos organizar un funeral y…
Ian definitivamente debía estar drogado, si pensaba decir algo así, o, solo debía darse un tiro. Aún seguía en eso, cuando escucho la voz pastosa al otro lado del Teléfono.
-¿Bueno?... ¿Ian? – Hijo que pasa, ¿todo bien por allá? - ¿Cómo esta Elissa?- Ese era Gullio y sus mil y un preguntas, Ian podría jurar que él presentía algo, e Ian definitivamente estaba jodido, su garganta se cerró y se negaba a hablar, pero debía decir algo, y ya.
-Bueno Gullio – Yo… ummm… ufff –sabes Gullio, no sé cómo tomaras esto pero… - En su mente solo repetía ´´Se fuerte Ian, merece saber la verdad´´.
-Elissa está muerta – al decir esto, lagrimas rodaban por sus mejillas
¿Qué?- No, no, no, no, no, mi Elissa, ¿de qué diablos hablas? –Ian dime que no es cierto, estas mintiendo verdad – su voz sonaba quebrada.
Lo siento mucho, pero Elissa murió- su garganta se sentía seca – Lo siento de verdad Gullio, pero no cambiara nada.
¿Cómo paso? – como murió Elissa – Gullio ahora lloraba
-Fue un accidente, Elissa se dirigía a su auto, cuando otro vehículo la atropello.-Ian casi sentía desvanecerse, pero necesitaba fuerza.
-llego al hospital casi muerta, y no soporto la cirugía – Los doctores hicieron todo lo posible para salvarla, pero sus pulmones no resistieron. – Lo siento.
-Ohh mi Elissa, mi pequeña Elissa, ¿y tú como estas Ian?, no debes sentirte culpables, esto no fue culpa tuya, tu no tuviste nada que ver con su muerte-los sollozos de Gullio ahora eran bajos – ¿en qué hospital esta?- tomare un vuelo inmediatamente, llegare muy pronto.
-Espera- Ian sabía que era hora de tomar al toro por los cuernos. -Debes saber una cosa más – demonios ¿por qué era tan difícil decirlo? - Elissa era una donante de órganos- su corazón será trasplanta…
No, yo no permitiré que eso suceda, Elissa ¿donadora? -Esa fue buena Ian – Conocía lo suficiente a mi hija, como para saber lo que jamás haría.
Y créeme, ella jamás dejaría que sus órganos fueran a dar a un extraño- Así que eso no pasara- no permitiré que suceda.
-No es una opción Gullio – Ian sonaba serio – La parte legal del trasplante ya se efectuó- Justo ahora está siendo trasplantado en alguien.
-Dime una cosa Gullio ¿No te alegra saber, que ese pequeño órgano salvara la vida de alguien? – carajos ¿Dónde estaba la parte humana de las personas?
-Además solo era un comentario, tú serás el padre de Elissa, pero yo soy su prometido, la parte legal me tocaba a mí y yo firme la orden.- No puedes revocar eso – Comprendo tu dolor Gullio, pero a mí también me duele y mucho. Y no quiero seguir esta conversación por teléfono- hablaremos de esto cuando llegues.
Ohm y Ahora si se sentía como el villano del cuento, pero que mierda, no había hecho nada malo, donar un corazón ¿era un delito?
Porque él entendía el dolor del hombre, por el amor a lo más sagrado, era su única hija, y un bastardo le había arrebatado su vida, llevándose la de Ian en el proceso, por que no creía volver a reponerse de este dolor tan grande que sentía.
Pero funciono, se quitó un gran peso de encima, lo que pasara después de esto lo tomaría de frente. Esperaba que todo terminara rápido, llamaría a sus padres y les diría lo de Elissa, justa ahora los necesitaba más que nunca, debía ser fuerte y esperar a Gullio, solo así podrían llevarse a Elissa a su última morada, donde descansaría por siempre.
Seguía sintiéndose extraño después de lo sucedido pero Ian sabía que aún faltaba algo por hacer y era la razón por la cual no se movía, detrás de esas puertas una operación se llevaba a cabo, él esperaba que todo saliera bien
Recordaba la conversación con el doctor Malfatto y el trato de caballeros que tuvo.
------------------------------------------------------------------------------------------ Flash Back ------------------------------------------------------
-En realidad tengo una petición que hacerle- Ian de nuevo interrumpió de nuevo al doctor. – Tengo una condición para dar el corazón y no tiene nada que ver con dinero, es solo una egoísta petición mía.
-Lo que usted desee Ian, cualquiera que sea la petición hare lo posible por que se cumpla, pero dígame ¿qué es?
Yo solo quiero… sé que sonara algo tonto pero… necesito que ese corazón sea para una persona que realmente lo merezca.
- ¿Tienes a alguien en mente?- Ian se aseguraba de que esta locura resultara.- Es decir armando, si mencionaste esto, es porque tienes a alguien, o ¿estoy equivocado?-Tenia que estar seguro de esto no fuera un error.
-Sí, Ian, hay una persona que merece esta oportunidad de vivir más que nadie, el corazón hará que tenga una vida normal. Y te aseguro que quedara en buenas manos, o mejor dicho en un buen pecho, así que no debes preocuparte, saldrá bien- armando trataba de calmar a Ian.
-Eso es bueno -Ian miro fijamente a esos ojos tristes. -Armando debes prometer que me dirás el nombre de la persona que recibirá el corazón. –Ian tenía derecho a eso y se aseguraría de que armando lo entendiera.
-Necesito saber todo de esa persona, desde el detalle más mínimo, hasta aquello que consideres irrelevante. La cuenta del hospital estará a mi cargo, porque dudo que alguien pueda pagar una operación así, también los gastos de recuperación y el tratamiento que lleve de ahora en adelante, todo eso debes dejarlo en mis manos.
Lo único que debes hacer es que la operación sea exitosa, esa persona debe vivir y tú harás que eso suceda.
-Ian, no tienes que hacer todo eso-Armando sonaba sorprendido. -con donar el corazón fue más que suficiente, pero tienes razón esta operación es cara, pero aun así no tienes que sentirte responsable.
-No me importa, dijiste que harías cualquier cosa ¿no? – Bueno, tienes que cumplir esa condición, de todo lo demás me encargaré yo, y no aceptare un no por respuesta.
Ah y lo más importante, la condición para donar es que la persona no debe saber nada de este trato, no debe enterarse de quien fue el que pago la cuenta del hospital y del tratamiento después de la operación.
Lo que si debes jurar es que jamás se enterara de que el corazón fue el de Elissa y cuando yo lo conozca, no debe saber que estoy relacionado en el asunto –Ian tomo a armando de los hombros y de nuevo lo miraba muy fijamente.
-¿tú quieres conocer a esa persona? – el doc. Sonaba sorprendido.
Claro que sí, es decir me hare cargo de todo, al menos debo saber a quién estoy ayudando, pero no debe saber que lo ayudo y por qué ayudo, entendido.- Ohm Ian ahora si se había vuelto loco, dando órdenes a un doctor que no conocía.
-No debo hacer eso.- Armando sonaba consternado. -porque la persona querrá saber y mi deber es decirle de donde viene el órgano.
-Pero aunque no deba hacerlo, lo hare. Prometo no decir nada de esto, no diré de quien es el corazón y cuando se conozcan no diré quien eres. Y debes saber que lo hago porque estas siendo muy amable, pagando la cuenta del hospital y de que la preocupación que muestras es genuina, y creo que eres una buena persona.
Así que tenemos un trato – Armando extendió la mano a Ian – Yo cumpliré mi promesa de hacer un éxito esta operación, y guardare silencio con respecto a lo demás, y respetare la condición que pusiste para donar.
Ian tomo la mano de Armando – Es un trato dijo sacudiendo la mano – Yo pagare todo, y no diré nada de este trato, porque, después de esta conversación, haremos como si jamás hubiésemos hablado, tu y yo nunca nos vimos para hablar de esto ¿Trato?
Acepto – Armando soltó su mano – Y de nuevo mil Gracias por la donación, esto dice mucho de ti, eres una persona noble, y lamento tu pérdida, no debe ser fácil para ti hacer esto, justo después de la noticia, pero quédate tranquilo, ese corazón estará bien, lo prometo. – Y diciendo eso se despidió y se alejó de ahí.
--------------- FIN FLASBACK --------------------------------------------
Y por ese motivo, la pequeña sala de estar cerca de los quirófanos lo atraía demasiado. No quería moverse de ahí, lo operación comenzó 3 hrs atrás y aún faltaban un par más para que terminara, y él quería asegurarse que la cirugía saliera exitosa.
Pero después de la adrenalina del momento llegaba la reflexión - ¿Qué había hecho? – Ian ahora se sentía muy mal.
-¿Qué tan bajo cayo? Negociando un corazón para un extraño, Ian bien podría ser un narcotraficante de órganos, ya que sabía cómo salirse con la suya en cuanto a negociaciones previas.
Y aunque aún no conocía a la persona que recibiría el corazón, esperaba que le salvara la vida, porque a pesar de todo él se sentía bien, le alegraba saber que alguien viviría.
Pero entendía que lo planeaba hacer después de que conociera a la persona seria considerada algo extravagante.
No sabía que lo impulsó a decir que pagaría todo los gastos médicos, además de que encontraría la manera de entrar en la vida de la persona. Porque de algo estaba seguro, y era que una vez que se conocieran haría todo lo posible por cuidar mucho a la persona.
Primero tenía intención de conocerla o conocerlo sorpresivamente, después se harían amigos, y así se quedaría tranquilo, porque de cierta manera estaría cuidando el corazón de Elissa.
Ian se daba cuanta que lo que estaba planeando era una locura, no podía meterse en la vida de alguien solo porque si, muy en el fondo el entendía lo mal que estaba.
Sin embargo lo justifico diciendo todo eso era por Elissa, ya que sentía la responsabilidad de cuidar y hasta velar el corazón de su amada, incluso después de que ya no le perteneciera, y así lo haría, se aseguraría de que ese corazón fuera feliz, en otra persona pero feliz.
Él se limitaría a ver de lejos, sería un espectador en la vida de esa persona, si se hacían amigos vería en primera fila la vida que llevaría, seria parte de su recuperación y de lo que siguiera después, ver con sus propios ojos el momento en que iniciara su vida normal, y de ahí, solo vigilar el rumbo que tomara.
Sería un buen amigo, eso era seguro, y cuando se diera cuenta de que todo estaba bien … bueno llegando a este punto, no sabía lo que haría, pero conforme el tiempo pasara lo iría planeando paso a paso.
Por ahora lo más importante era esperar el resultado de la operación, una vez que el resultado fuera satisfactorio se enfocaría en los problemas que vendrían.
Como en la conversación que tendría con Gullio, debía dejarle en claro que la decisión que se tomo fue necesaria, ¿Qué tan difícil era entender que la donación salvaba vidas? Se repetía constantemente que entendía el dolor de la pérdida, pero Ian anteponía el dolor a la felicidad de otros.
Él mismo era donante, si moría, otros podían aprovechar sus órganos, siempre y cuando fueran compatibles y jamás diría no a eso, incluso donaba sangre al hospital, pero no todos entendían eso, así que cuando llegara el momento de hablar de nuevo con Gullio, trataría de hacerlo entrar en razón, y de no ser así, pelearía, porque lo hecho, hecho estaba y no podía cambiarlo.
Con esos pensamientos las horas pasaron y la operación detrás de las puertas llegó a su fin. El trasplante fue un éxito y ahora en el pecho de Lucien un nuevo corazón bombeaba vida a su cuerpo.
Armando Malfatto se sentía emotivo por la operación, las 5 hrs que pasó en la cirugía valieron la pena, ahora podía respirar tranquilo.
Tenía fe que la recuperación de Lucien fuera satisfactoria, lo más importante ahora era llamar a la mamá de Lucien y decirle lo de la cirugía sorpresa, sabía que se llevaría un buen regaño por parte de Patty, pero lo aceptaría y le explicaría que por la prisa del momento no pudo avisar, y lo segundo era decirle a Ian, algo le decía que él estaba pendiente de esta operación más que nadie.
Saliendo del quirófano, vio a Ian sentado, perdido en sus pensamientos, parecía que no se había movido de ahí en buen tiempo, que dolor tan grande estaría pasando. Se acercó a la banca donde se encontraba y hablo con él.
-Ian – Armando estaba frente al joven y este ni se movía - Ian volvió a decir, al parecer no lo escuchaba.
¿Sí? ¿Cómo fue?, salió todo bien ¿vivirá? – No solo sonaba cansado, también se veía así – Ian necesitaba respuestas a sus preguntas.
-La cirugía fue exitosa, el corazón fue trasplantado correctamente y no encontramos ningún inconveniente durante el proceso.
Al escuchar esto Ian volvió a respirar, sin querer retenía la respiración al escuchar lo que Malfatto decía – eso era buena señal, vivía la persona vivía. - ¿Y ahora qué sigue?
-Sigue el tratamiento de recuperación, llevaremos al paciente a cuidados intensivos, donde monitorearemos por 1 semana la respuesta del cuerpo al corazón, esperamos que no haya rechazo durante la semana, y si todo va bien, lo trasladaremos a piso, donde se le asignara el tratamiento que llevara de ahora en adelante – Malfatto hablaba demasiado del asunto, porque Ian le daba buena espina y por lo que hizo merecía la verdad.
-¿Hay alguna posibilidad que pueda ver a la persona hoy?– Ian pregunto.
-¿Ahora? – No debo… aunque puedo hacer que la veas, pero debes seguir mis indicaciones, vamos sígueme – Ohh Malfatto estaba rompiendo demasiadas reglas del hospital, si alguien se enteraba lo despedirían inmediatamente.
Una vez que Ian siguió a Armando, pasaron a un cuarto, donde se puso un traje extraño.
Se encontraban en cuidados intensivos, detrás de esas puertas estaba el corazón, y el conocería por primera vez a quien se convertiría en su protegida o protegido, no tenía idea de si era un hombre o una mujer el paciente, en minutos lo descubriría.
-Tienes 10 minutos – Malfatto miro de reojo a Ian – Te dejare solo y procura no demorar tanto.- Aun debemos discutir lo de la cuenta, pero imagino que será en otro momento.
-Ian asintió a las indicaciones de Armando y cuando estuvo solo abrió la puerta del cuarto y entró, este era un cuarto pequeño, olía a desinfectante y se veía acogedora, y la gran ventana reflejaba la vista del exterior, ahora que miraba era muy tarde.
La ventana filtraba una luz clara que iluminaba un poco la habitación, era una hermosa vista, el ocupante apreciaría el panorama, y hablando del ocupante, en el medio se encontraba la cama, y a su lado derecho máquinas de monitoreo, y a la izquierda una pequeña mesita.
Por un momento se paralizó, no se sentía seguro de hacer esto, pero no podía rendirse, y mientras se acercaba, fue consiente de la persona que se encontraba a la cama.
Cuando llegó al borde de la cama se estremeció, un muchacho ocupaba ese lugar, Ian creía que no podía tener más de 20 años, lucia pálido, observo con atención los rasgos del chico, su piel era clara y cremosa, alzo la mirada al rostro del joven y se sintió mareado.
Su rostro era perfecto y parecía imperturbable, y la maldita luz que entraba revelaba lo hermoso que era, simplemente hermoso incluso para ser un hombre, la piel era perfecta y se veía suave, Ian tuvo el impulso de tocarla y comprobar que tan tersa podría ser, tenía pómulos altos, una nariz pequeña y perfilada, seguida de unos labios igual de pálidos, pero asumía, que saludable, esos labios serian rosados, carnosos y muy deliciosos.
-¿Deliciosos? –Ok. Ian hoy había perdido la cordura si encontraba los labios de un hombre deliciosos, pero no era mentira, sus labios eran muy bellos, su cabello le caía en la frente, dándole a su rostro un semblante que revelaba lo joven que era.
De repente Ian sintió tristeza por el chico, siendo tan joven y la vida ya lo había puesto a prueba. Se preguntaba cuanto dolor habría sufrido por la enfermedad, y esperando un corazón para poder vivir, y se llenó de alegría al saber que el corazón le salvo la vida.
Sus ojos permanecían cerrados, resguardados por pestañas espesas y largas, eso era lo que lo hermoso, hermoso y perfecto.
Debió mirara demasiado tiempo sus pestañas, porque le pareció percibir un ligero parpadeo en esos ojos, no creía que fuera verdad, quizá estaba más cansado que solo lo imagino, el chico aun debía tener los efectos de la anestesia.
Y Mato esa idea cuando las pestañas se alzaron, dejando a Ian sin aliento, los parpados cerrados revelaron los pozos verdes más hermosos que Ian hubiese visto. Por un instante esos ojos se encontraron con la mirada de Ian, provocando un escalofrió en todo su cuerpo, y algo cálido nació de esa mirada.
-¿Quién eres?- esos labios rosas se abrieron, preguntado.
-¿Estoy muerto verdad? – Su voz sonaba dormida-
¿O eres uno de mis dulces sueños? O un ¿Ángel? - Tras decir esto, sus ojos se cerraron nuevamente, privando a Ian de esas esmeraldas.
-Ian se quedó mudo, eso fue demasiado raro, el chico era raro, la gente normal lo llamaría extraño, o loco, pero el, lo había llamado sueño y ángel.
Después de eso se quedó pasmado mirando y tratando de entender que si lo que paso era verdad o no, y el tiempo paso volando, y salió de su aturdimiento cuando escucho a Armando llamándolo y diciendo que era hora, Ian acerco su mano a la del joven y acaricio el dorso de la mano, y comprobó lo suave que era, se despidió de el en silencio y siguió a Armando.
Fuera ellos hablaron de lo que harían, Armando prometió ponerse en contacto con Ian con los asuntos del hospital, por su parte Ian, dijo que volvería para llevar este caso personalmente.
Y ahora Ian se encontraba caminando a la entrada del hospital, porque necesitaba salir de ahí, aún seguía en shock por los sucesos del día, y por primera vez se percató del clima que azotaba.
Ya estado fuera, una lluvia fina cubrió a Ian, las gotas frías caían poco a poco, Ian sonrió por primera vez en el día y se alegró de la lluvia.
Esperaba y deseaba que la lluvia se llevara todos los recuerdos del día, pero más que nada esperaba que se llevara el dolor de la pérdida.
Comprendía que ahora venían tiempos difíciles, y lo que más alentó a Ian a seguir adelante fue el recuerdo de unos ojos verdes llenos de vida y la esperanza que le pareció ver detrás de estos, y juro que siempre cuidaría ese corazón.
Mirando hacia el cielo sentía que por fin podría llorarle a Elissa, y las lágrimas que ya no podían ser contenidas se mesclaron con la lluvia, es ese momento Ian maldijo a la vida por haberle quitado a su amor, pero también agradeció al cielo, por permitir que una vida se salvara, bajo y con dudas, rezo y le pidió al dios en el que no creía que le permitiera cuidar por siempre al joven, pidió fuerzas para lo que se avecinaba y que Elissa descansara en paz por siempre.
Continuara……………………….