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Corazones Conectados por Nullnikole Akira

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Notas del capitulo:

Hola, de nuevo, aqui el 4 capítulo,

Al fin el esperado encuentro sucede, esperos sean de su agrado.

Este capitulo es algo largo, ya que estaba un poco inspirado, lo que significa que el siguiente estara un poco más corto

Bueno no los aburro más, asi que aqui les dejo el cap..

Gracias por Leer ;)

Nos vemos despúes XD y Gracias por leer ... 

Capítulo 4.- Un desafortunado encuentro... pero al fin conociendote


Una semana después de la muerte de Elissa Ian se sentía más tranquilo, aún lloraba su perdida, pero el apoyo de sus padres y de sus amigos fue fundamental para poder seguir con su vida, aun no funcionaba al 100% pero al menos no entro en un estado de depresión.
Ahora todo era normal, se reincorporo a su trabajo en la empresa de su padre y volvió a la rutina, aquella que lo mantenía ocupado hasta altas horas de la noche.
El trabajo era cansado y agotador cada maldito día, pero eso mantenía a su mente despejada, e incapaz para pensar en ahogar sus penas en alcohol.
Cada vez que llegaba a su casa, una soledad lúgubre y fría lo saludaba todas las noches, el estar muy cansado hacia que una vez en su cama cayera rendido en un descanso sin sueños.
Eso era lo mejor del día, el no soñar le devolvía un poco de tranquilidad a su paz mental, la cual torturaba últimamente cada vez que dormía.
Dormir se convirtió en la cosa más dolorosa, algunas noches deseaba no dormir, lo deseó con todas sus fuerzas cuando empezó a tener sueños, pero no odiaba soñar, lo que odiaba era cuando sus dulces sueños se volvían pesadillas.
Ian casi lloro de felicidad cuando comenzó a soñar a Elissa, su amada aun después de muerta era bella y tenía el mismo carácter dulce, entonces sus sueños se volvían recuerdos, las cosas que vivieron, los planes y las promesas que se hicieron y que ahora no podían cumplir, entendía que solo eran sueños porque al despertar la realidad de su muerte volvería.
No siempre fue bueno soñar con ella, en algunos sueños ella aparecía sola, y miraba a Ian con tanta tristeza, llorando y rogando que por favor la salvara del lugar donde se encontraba, en otras ocasiones Elissa le pedía que fuera con ella, le hablaba de las cosas que harían juntos, por siempre.
Pero los sueños más dolorosos eran aquellos donde Elissa le gritaba y lo culpaba por su muerte, le decía lo cobarde que fue por dejarla morir.
Y entonces Elissa le mostraba un hueco que ahora tenía en su pecho y tocando ese lugar decía que el dolor jamás se iba de su ahí, que su dolor era a causa de Ian, porque el dejo que le sacara el corazón mientras ella aún vivía.
´´Tú me matase Ian´´, esa era la frase favorita de Elissa en sus sueños, odiaba lo poco que podía hacer por ella, y aun así él le contaba del dolor que su partida dejo, de la soledad que ahora le esperaba, pero más que nada le explicaba del amor que sentía por ella, y de que jamás la olvidaría y cuando despertaba de esas pesadillas Ian se sentía más solo que nunca.
Solo una vez algo logro sacar a Ian de sus pesadillas, volviéndolas agradables, eso fue el destello de unos ojos esmeraldas y el susurro de una voz que lo llamaba ángel y en ese momento Ian durmió tranquilo, sin pesadillas, sin sueños.
Aunque deseaba poder ver una vez más esos ojos, Ian no fue capaz de volver al hospital, no después de encontrarse con Gullio y darse cuenta que el hombre lo odiaba, ya que la plática que tenían pendiente se volvió una pelea, Gullio reclamaba por el corazón de su hija, mientras se veía a Ian explicando los beneficios de donar el corazón, y luego Gullio diciendo que quizá si lo hubiera esperado, podrían haber escogido a una persona digna del corazón de Elissa, alguien que pudiera pagar por él, en ese momento Ian le dijo a Gullio lo egoísta y estúpido que era, y que no importaba lo mucho que lo odiara, él no podía hacer nada más porque ahora ese corazón latía en alguien digno de él.
Ian nunca quizá amenazar a Gullio, pero cuando el hombre menciono que quería conocer a la persona para que esta le diera las gracias y pudieran hablar de una compensación económica, hizo que la sangre de Ian hirviera y fue en ese momento que menciono la amenaza a Gullio, diciéndole que le diría a sus padres que retiraran la inversión que estos tenían en los restaurant si seguía con ello.
Odio sacar provecho de esa situación, ya que sintió que fue demasiado lejos, pero pareció funcionar, y aunque en un principio Gullio dijo que Ian no haría tal cosa, la respuesta de Ian diciendo que lo probara, fue lo que hizo que el hombre se resignara a no decir nada más del tema, incluso Ian fue más allá diciéndole que jamás sabría quien tenía el corazón y ahí había acabado el asunto.
Eso fue motivo suficiente para abandonar el hospital y la razón por la cual no volvió para nada, además de que el funeral de Elissa y su trabajo lo mantuvieron distraído, haciéndole imposible poder acercarse, pero muy pronto pensaba visitar y conocer formalmente a Lucien.
Lucien, ese nombre no se le borraba de la mente, cuando hablo con Amando, descubrió el nombre del hermoso joven, se llamaba Lucien, tenía 20 años y vivía con su madre, estaba en el prestigioso hospital, por el programa de sus padres, y ahora Ian había cubierto la totalidad de los gastos de la operación y el tratamiento, así como medicinas y aparatos que necesitara.
Estaba ansioso por conocerlo, no sabía porque se sentía emocionado, pero descubrió que ese sentimiento lo hacía sentirse bien, unos días más y conocería al dueño de esos ojos hechizantes.
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Lucien despertó en el cuarto que ahora era conocido para él, una vez más despertaba solo, a través de la ventana el día parecía ser bueno, había sol y las nubes no anunciaban lluvia, eso era genial, porque en cualquier momento el sexy doctor vendría y le daría un pequeño paseo por el jardín del hospital.
Había despertado solo los últimos 6 días, con excepción del día después de la operación, ya que después de los efectos de la anestesia en su cuerpo, cuando abrió los ojos vio a su madre, en su cama sosteniendo su mano y llorando de felicidad.
Por lo que Armando dijo, la cirugía fue exitosa, y aún seguía en el cuarto de cuidados intensivos, pero le alegro saber que hoy lo pasarían a piso, donde seguiría unos días más, para así poder volver a su casa, donde volvería a la normalidad.
Lucien no podía creer que eso estuviera pasando, a veces tenía miedo de que fuera un sueño, un sueño del cual lo despertarían en cualquier momento, para decirle que no le habían dado el corazón, pero después de una semana nada de eso sucedió.
Y Lucien fue más consciente de que tenía un nuevo corazón, y que viviría para siempre, vale no para siempre, pero al menos pensaba vivir 100 años, junto a el amor de su vida.
Aquel que solo había conocido en sueños, aquellos sueños que ahora lo acompañaban, recordó al hombre que juro ver un día, un hombre muy guapo que parecía un príncipe, ¿enserio Lucien? ¿Un príncipe?, donde estaba eso de dejar de soñar despierto.
Bueno siguiendo con el relato del princi, ummm ok, no un príncipe pero si un hombre perfecto, lo conoció en sueños ¿Dónde más si no?, solo en sueños Lucien tenía buenos hombres.
Cof, cof, ese hombre lo miró con unos ojos penetrantes y grises, y algo en su mente le dijo que el gris seria su color preferido, justo después del castaño, que era el color del pelo del ¿ángel? … porque lo llamaba ángel, oh ahora recordaba, porque en sus sueños, Lucien lo había llamado ángel, pero ese nombre le quedaba muy bien.
Lucien recordaba haber preguntado si estaba muerto, o si estaba soñando, y fue ahí cuando le llamó ángel, un sueño hecho realidad, pero al fin de cuentas solo un sueño. Deseaba que ese ángel fuera real, y así poder probar si era su amor verdadero.
Se cansó de besar sapos, y en cuanto le dieran de alta, se dedicaría a buscar a ese hombre especial, de cama en cama, vale, no, ya que aún no estaba en condiciones de saltar en la cama y hacer ejercicio , al menos no era el momento.
Pero volviendo al tema de los sapos, el Bufo de su novio aún no se aparecía para saber de su salud, Lucien bien pudo haber muerto y ese renacuajo ni se enteraría.
Aun en contra de lo que su madre le dijo, Lucien lo llamó, para decirle al imbécil ese que lo operaron y que ahora tenía un nuevo corazón y que por supuesto debía venir a verlo en cuanto se desocupara.
Se sentía bien decir que tenía un nuevo corazón, estaba ansioso por salir de ahí, unas pequeñas vacaciones más y volvería a la universidad y trabajaría.
Poso sus manos en su pecho y una sonrisa se formó en sus labios, era emocionante escuchar el latido de ese corazón, aun se preguntaba a quien perteneció, pero no sabía nada porque Armando no le decía nada al respecto y Lucien no le dio la importancia, creyó que quizá no querían saber a donde fue a parar y por eso no preguntaba más.
Un latido más, ahora más fuerte trajo de nuevo los recuerdos del ángel, pero debía despertar, y concentrarse, porque en cuanto Dorian cruzara la puerta del cuarto, lo mandaría al diablo, o más lejos, incluso mentiría y diría que ya tenía a alguien, y para eso necesitaría hablar con Armando. Él lo ayudaría en eso.
Le diría – Hey Dorian, adivina que, ahora tengo un nuevo corazón, una nueva vida y un nuevo novio, trata con eso imbécil.
Él es mucho mejor que tú, es doctor y es muy sexy, así que Gracias por visitarme pero ya puedes irte por donde viniste, bastardo egoísta, espero no volverte a verte en mi vida. Gracias por nada y vete olvidando de la herencia, porque el gato que compramos juntos se quedara conmigo.
Y mientras ideaba el plan perfecto para deshacerse del estorbo, Lucien se sumió en un sueño ligero. Después de la cirugía, le daba mucho sueño, más que nada porque estaba súper aburrido, no tenía muchas visitas, solo su madre, el sexy doctor y algunos de sus mejores amigos, pero mientras esperaba se permitió soñar, al hombre misterioso de sus sueño

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Ian se encontraba manejando, las calles y las personas solo eran borrosas a los lados de su auto, manejaba muy lentamente a pesar de las prisas que llevaba, después del accidente la precaución era lo principal.
Cuando llego a su destino, las fuerzas que reunió para venir se les esfumaron, más cuando vislumbro el hospital, el cual era un recuerdo de su perdida.
Despejo su mente y bajo de su auto, no era momento de pensar en esto, no ahora, no estaba aquí para lamentarse, estaba aquí para ver a Lucien, presentarse con el joven y de alguna manera hacerse su amigo.
Pero no tenía la más mínima idea de cómo hacerlo, 10 días pasaron desde que puso un pie en ese lugar, y sintió que los días pasaron volando, ahora se sentía muy nervioso y eso que Ian Strozzi no era de ponerse nervioso, pero ahora más que nunca lo estaba.
¿La razón? – Se encontraba en el hospital nuevamente y una vez entrara vería a Lucien. Esta mañana de nuevo llamó a Armando, y este le informo la situación del joven, la semana en Cuidados intensivos no presento problemas por lo que ahora se encontraba en el piso 4, cuarto # 27.
Ian entro al hospital y se dirigió a las escaleras, los nervios no se iban, y eso que se repetía que esto no era tan importante, pero la reacción que tenía le decía lo contrario, Ian creía fuertemente que las primeras impresiones eran las más importantes, y él quería darle la mejor a Lucien, para que este viera en Ian un amigo.
Las escaleras sirvieron para reflexionar la manera en la que se presentaría, Ohh porque Ian era bueno en eso de reflexionar.- así que se encontró ideando maneras muy sutiles para entrar al cuarto 27, quizá Armando podría ayudarlo, pero para eso debía llamarlo y molestarlos.
Necesitaba una razón lógica para abrir la puerta de ese cuarto, sin que el ocupante llamara a seguridad y lo echaran.
La mejor manera seria fingir que estaba perdido, abrir casualmente la puerta y decir que se equivocó de cuarto, después le sacaría algo de platica al muchacho, entonces Ian comentaría que le recordaba a un hermano, umm no hermano no, porque para empezar Ian no tenía ninguno.- bueno entonces un amigo -si le diría que le recordaba a un amigo y preguntaría si podía volver a visitarlo.
Si Ian ya tenía la idea, ¿pero qué pasaba si estaba dormido? -bueno en ese caso, abriría la puerta las veces que fueran necesarias hasta que Lucien despertara y lo notara. Viéndolo así todo sonaba fácil, y esperaba realmente que fuera fácil.
Llegando al piso 4, diviso el número que le interesaba, el cuarto 27 se encontraba al final del pasillo, así que Ian dirigió sus pasos en esa dirección.
Mientras más se acercaba, el latido de su corazón se volvía más rápido y sonaba fuerte en su pecho, creía que en cualquier momento se pondría a sudar, revelando lo nervioso que le ponía conocer a Lucien.
Cuando estaba a unos pasos de la puerta, le pareció escuchar voces que provenían del cuarto, Ian presto más atención a los sonidos, quizá alguien estaba ahí con Lucien, tal vez un familiar o un médico, así que espero y se quedó alerta.
Los gritos apagados por la puerta le dijeron a Ian que no era un médico el que se encontraba ahí, mucho menos un familiar, y ahora las voces se escuchaban más claras, pero no distinguía lo que decían.
Decidido a entrar, Ian acorto la distancia hacia la puerta y puso su mano en la manija y se dispuso a entrar, con esto echaba por la borda su plan de presentación, pero no importaba porque Lucien bien podía necesitar ayuda, y sin titubear abrió la puerta y se dispuso a entrar.
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Lucien no entendía porque le pasaban esas cosas a él, el destino definitivamente lo odiaba, y no sabía el porqué, es decir ¿quién odiaba aun adorable joven enfermo? –solo la vida, o las circunstancias de la vida.
Entendía que no todo era perfecto, porque después de su exitosa operación pensaba que no todo podía ser tan malo o ¿sí?
Todo parecía ir muy bien, ya que hacía 2 días logro salir de cuidados intensivos para ser trasladado a un cuarto, donde sus visitas las visitas se limitaban a su madre, los doctores y sus amigos, la rutina diaria consistía en dormir, comer, el aseo diario, pasear y aburrirse, y él no lo tomaba tan mal, todo parecía monótono y pacífico.
Pero eso termino muy pronto, cuando su patético novio entro por esa puerta con un ramos de nada y con las manos más vacías que sus bolsillos.
Dorian se veía fresco y parecía que nada pasaba por su vida, entro con la misma actitud presumida de siempre y haciendo como si hubiera visto a Lucien ayer.
Pero el tarado llevaba casi un mes sin visitarlo, y ni siquiera se molestó en hacer una llamada o de contestar las llamadas que Lucien le hacía casi todos los días.
Ohh pero el señorito Dorian, hoy conocería al nuevo Lucien, el que justo ahora le daría la patada y lo sacaría de su vida. Pero esa determinación se perdió cuando su novio se acercó a su cama y abrazo tan fuerte a Lucien.
-Hola Amor, Te eh extrañado tanto – ese esa Dorian y su pobre vocabulario romántico – Estoy feliz de que estés vivo – dijo esto dándole un beso en la cabeza, después en la nariz, para terminar con un casto beso en los labios de Lucien.
Y eso fue suficiente para que Lucien se sintiera amado por unos momentos y su determinación amenazaba con irse directo al caño, porque el saber que alguien además de su familia y amigos se alegrara de que estuviera vivo fue más que suficiente para casi echar su plan por la borda.
Y digo casi, porque ni aunque el mequetrefe ese le dijera a Lucien que era el amor de su vida y que no podía vivir sin él, haría que Lucien cambiara de opinión.
-Hola a ti también Dorian – Lucien miro al paracito a los ojos, pero desvió la mirada porque adoraba el color en los ojos de Dorian.
-Dorian cariño, podrías decirme la razón por la cual no habías podido venir a verme y ya que estas en eso, me explicas porque mi novio no estuvo sosteniendo mi mano, cuando yo más lo necesitaba, claro si no es mucha molestia –Lucien sonrió sínicamente, y esperaba sonar serio.
-Ohh Lucien veras, ya sabes que mi trabajo me impide salir mucho tiempo – mientras Dorian hablaba, se acomodaba en la cama al lado de Lucien – Y veras, cuando me entere de tu operación mis padres me prohibieron venir a verte, además tu madre me dijo que si volvía a verme en el hospital, llamaría a la policía – pero Lucien yo siempre pensaba en ti.
Lucien deseo creerle como lo había hecho tantas veces en el pasado, pero ahora era distinto, no lo haría aunque lo que decía Dorian fuera verdad.
-Ohh Dorian pobre de ti – Lucien trato de moverse del abrazo del vago -pero si tú me amaras de verdad, no te abría importado oponerte a mi madre, o faltar un día a tu trabajo, porque no sé si te diste cuanta, pero yo pude haber muerto.
-Amor, sabes que no puedo faltar a mi trabajo y tu madre, da mucho miedo – Pero como vez ahora estoy aquí contigo – Dorian logro atraer a sus brazos a Lucien.
-Si, 10 días después de mi operación, Dorian – Lucien empujo a Dorian, pero no tenía fuerza suficiente para mover al mastodonte – Dices amarme, pero lo más probable es que estuvieras deseando que muriera, para que así fueras libre de revolcarte con cualquiera.
-Eso no es verdad Lucien, como siempre estas exagerando – Dorian volvió a retener a Lucien – Deberías estar agradecido que vine a verte, ya que yo soy tu mejor medicina.
Lucien no podía creer lo que escuchaba, si Dorian era un imbécil, Lucien era un pendejo por haberlo elegido, pero eso cambiaria.
-¿Agradecido? Y porque debería estarlo – Lucien logró zafarse de Dorian.
-¿Sabes de que estoy agradecido Dorian? – Lucien miraría a Dorian a los ojos, sin apartar la vista – estoy agradecido de no haber visto tu estúpida cara en casi un mes, estoy agradecido de que seas un imbécil, y también estoy agradecido de tener una nueva oportunidad de ser feliz y créeme que esta oportunidad no la desperdiciare contigo.
-¿Qué quieres decir Lucien? –Dorian lo soltó por un momento.
-Además de idiota, sordo – Lucien no aparto la mirada y dijo - para que te quede claro, esta relación que existe solo de nombre se terminó.
-Eres libre de irte y has el favor de nunca volver – pequeñas lagrimas se formaban en sus ojos – Terminamos ok.
-No estoy de acuerdo con eso –Dorian ahora sonaba serio – si quieres terminar, debes darme una buena razón.
-Estoy saliendo con alguien más – valla situación, Lucien pudo decirlo sin tartamudear – ¿me escuchaste?, salgo con alguien mucho mejor que tú.
Jajajaja- Enserio Lucien, y dime ¿Dónde está tu nuevo novio?, o si déjame adivinar –diciendo eso se acercó a Lucien y toco su cabeza – tu nuevo novio esta solo en tu mente.
-No me toques – de un manotazo quito la mano de Dorian – No estoy mintiendo, él es real y mucho más hombre que tú.
-No te creo nada, eres un bromista corazón, solo quieres verme celoso ¿verdad? – Dorian se acercaba peligrosamente a Lucien- te perdono la broma, ahora ven, quiero besarte y demostrarte lo mucho que te eh extrañado.
En ese momento Dorian se abalanzó sobre Lucien y lo retuvo entre la cama – Sabes que te falta bebe, un poco de sexo, el no tener sexo te pone de mal humor, y tu cara hermosa se arruga – Pero eso cambiara justo ahora.
Dorian besaba salvajemente a Lucien, mientras lo manoseaba por todos lados, Lucien se petrificó por el trato, él no quería esto, debía moverse pero estaba tan asustado de lo que podría pasar.
-No, no, no, no, déjame irme, no me toques – Lucien trato de luchar – Por favor Dorian, no me hagas esto.
-¿Hacerte que amor? – solo estoy demostrando mi amor y además te quitare el estrés, además averiguaremos que tan rápido late ese nuevo corazón, mientras te hago el amor.
Eso dejo en blanco la mente de Lucien, algo le dentro le decía que luchara, pero su cuerpo no reaccionaba, se negaba a siquiera moverse, ahora solo deseaba que cualquier persona lo ayudara, porque de seguir así, seria violado por ese animal que alguna vez Lucien llamo Novio.
Lucien en estado de shock no escucho el sonido de la puerta al abrirse, y sus ojos cerrados le impidieron ver a la persona que entro al cuarto.
-Aléjate de el – una voz grito en la habitación, y se escuchó el sonido sordo de un cuerpo siendo golpeado – No te atrevas a tocarlo de nuevo – un nuevo golpe fue dado.
Lucien fue consciente de que la sexy voz no era producto de su imaginación, lo más probable es que perteneciera a quien lo haya salvado.
-¿Pero quién diablos te crees? – Dorian sonaba furioso –No quieras hacerte el héroe, mi novio y yo solo disfrutábamos el momento.
-¿Estas bien?- Ian rápidamente se acercó a Lucien – ¿No te hizo nada verdad?, ¿puedes responderme?
Ian se sentía impotente, cuando abrió la perta no creyó encontrarse tal escena, un sujeto lastimando a Lucien, al ver eso, enfureció tanto a Ian, que sin dudarlo lo aparto y lo golpeo 2 veces, lo habría matado de no ser que necesitaba saber que Lucien se encontraba bien.
-¿Necesitas que llame a un doctor? – Ian se veía preocupado –se acercó más y toco ligeramente el hombro – Ian estaba a punto de volver a preguntar, cuando sus ojos se abrieron y los ojos verdes le robaron el aliento a Ian.
Lucien no quería abrir los ojos, aun sentía miedo, pero tenía que responder, porque la voz gentilmente le preguntaba cómo se encontraba, sin embargo cuando abrió sus ojos, sintió que el mundo se detenía, cuando vio al hombre que le había salvado, era aquel que Lucien conoció en sueños, pero más grande y mucho más sexy.
Al ver la mirada de preocupación en los ojos del ángel, Lucien sintió la urgencia de abrazarlo y borrar esa preocupación.
-Es… estoy bien… umm muchas gracias por la ayuda – Lucien se sentía nervioso – Y no es necesario que llames a nadie, en verdad estoy bien, umm y gracias otra vez.
Ian se alegró que Lucien estuviera bien, pero no sonaba convencido, llamaría al doctor para que este se asegurara de que todo estaba bien, pero primero debía asegurarse que el bastardo saliera de ahí.
-Te creo – Los brazos de Ian, todavía seguían en los hombros de Lucien – Pero para asegurarnos de eso, llamare a un doctor.
Lucien estaba a punto de responder, cuando la voz de Dorian se escuchó, y el miedo volvió a Lucien, y se abalanzó sobre el ángel abrazándolo fuertemente.
-¿Así que este a quien te estas tirando ahora? –La rabia se escuchaba en la voz de Dorian – Por un momento pensé que bromeabas con lo del novio imaginario, pero ahora me doy cuenta de lo fácil que eres.
-No le hables así, si vuelves a decir algo más te golpeare, entiendes- Ian no toleraría que ofendieran a Lucien, menos un imbécil que merecía estar en la cárcel.
-No estoy hablando contigo, prospecto de héroe – Estoy hablando con la zorra que tienes en tus brazos – Contéstame ¿Él es tu novio Lucien?-
-Sí, soy su novio, y dije que no volvieras a llamarlo así – Ian no sabía que lo impulso a decir que era el novio de Lucien, el motivo fue el miedo que Lucien mostraba cada vez que el gamberro hablaba –
-Veo que no perdiste el tiempo Lucien –Dorian sonaba más molesto que nunca – Pero aun no estoy convencido, sigo esperando una respuesta.
-Veo que eres estúpido, acaso no escuchaste claramente, Soy el novio de Lucien – Ian debía asegurarse que ese imbécil saliera de ahí – Y si no te vas ahora, llamare a la policía, Lucien no quiere hablar contigo, así que fuera de aquí.
-Me iré, pero aún me debes una explicación Lucien- Dorian se dirigió a la puerta – Volveré Lucien, esto no se quedara así – Y diciendo eso, salió de la habitación.
Ahora que estaban solos Ian debía llamar a alguien, pero Lucien seguía fuertemente abrazado a él e Ian no quería soltarlo.
-Shhhh, shhhh, todo está bien, no te preocupes, ya se fue – Ian trataba de tranquilizar a Lucien, hablando suavemente y dándole palmadas en su espalda – Oye, ¿en verdad te encuentras bien? –Ian necesitaba asegurarse.
Lucien poco a poco fue tranquilizándose, se sentía tan bien en esos fuertes brazos, era como si en ese lugar nada malo le pasaría, sabía que la magia pronto acabaría, así que aprovecharía un momento más.
-Umm, sí, estoy bien – Lucien se separó un poco del ángel y alzo su mirada, encontrándose con el gris de sus ojos – No sé quién eres, pero realmente estoy agradecido por lo que hiciste- Ahora si se separó por completo, la magia se terminó.
-No es nada, fue suerte el que pasara por aquí –Ian no pudo evitar mentir y sentirse mal por mentirle – Escuche unos gritos y entre sin permiso, creo que soy yo el que debe disculparse.
-Ohh no, no tienes que disculparte gracias a ti ahora estoy bien – Lucien se sonrojo – Muchas gracias… ummm, ¿podrías decirme tu nombre?
-Ian Strozzi, ese es mi nombre – Por unos minutos Ian se quejó perplejo, el sonrojo en las mejillas de Lucien era adorable, pero lo que más llamo la atención de Ian, fueron los labios rosas, carnosos y apetecibles - ¿Y tú eres?
-Es un placer conocerte Ian –Lucien tomo el saludo de Ian, sus manos eran fuertes, firmes y cálidas – como te abras dado cuenta me llamo Lucien, Lucien Tafani.
-El placer es mío Lucien- Ian no pudo evitar sonreirá, en verdad el chico era hermoso – El placer es todo mío.


Continuara…………………………………

Notas finales:

¿Que les parecio el cap?

Eso fue todo por el momento

Espero les haya gustado el capitulo, muchas gracias por leer, y la proxima actualizaión sera el miercoles o el viernes, asi que hasta la próxima ... XD

 


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