Difícil de Explicar por Jess M

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Notas del capitulo:
Este capítulo ha tardado mucho, sinceramente no sabía como retomarlo y que fuera natural.

Tarde unas semanas, escribiendolo y al final no fue tan dificil de escribirlo.

Solo me atormentaba pensando en que no quedaría bien.

Sin mas a leer.

Luhan había regresado al departamento, todo oscuridad y silencio, se dejó caer en la cama y quedo con la vista en el techo un par de segundos. Se sentía melancólico, pues las noches solitarias era algo a lo que aún después de tanto tiempo no lograba acostumbrarse.

Tenía la fantasía de encontrarse con alguien que lo recibiera con una sonrisa y un abrazo fuerte, preguntándole como había ido en su día, si deseaba algo que comer antes de marcharse al trabajo, pero llegaba y lo único que reinaba era una oscuridad casi total y un silencio sepulcral.

Prendió el televisor como lo hacía todos los días y quedo viendo los programas de cocina hasta dar las seis, con el cuerpo pesado se dio una ducha rápida y se vistió adecuadamente, salió de su apartamento mientras iba pensando en lo que compraría para cenar esa noche al terminar su horario.

Seguía conservando el dinero que el gigante con ojos de desquiciado le había dado y aunque pensaba en lo bastante molesto que era, el dinero extra que le había dado le había funcionado de maravilla durante toda la semana y se podía dar el lujo de ir a algún sitio a por comida respetable, pensaba en lo aburrido de subsistir a base de ramen y arroz.

Pero al llegar con Madamme Suzy, y quedarse de pie en busca de clientes, y al ver a una figura alta caminar hacia él con unos ojos brillantes y una sonrisa enorme quiso ser tragado por la tierra.

¿Qué acaso no le parecía suficiente haberlo visto en la universidad y casi toda la tarde entera?
Viéndose en problemas para evadir los ojos del gigante que no le quitaban la vista, se decidió a encarar todo de una vez por todas, quizá y con suerte se deshacía del loco. Lo tuvo frente a él y se dio cuenta de que había algo distinto, los rulos descuidados de Chanyeol habían desaparecido siendo reemplazado por un liso extraordinario y ordenado, Luhan había de aceptar que se veía muy bien. Por primera vez, se veía como alguien normal.

-¿Ahora porque estás aquí?- y el alto le dedicó una sonrisa, de esas a las que estaba acostumbrado ver cada dos segundos en el rostro de Chanyeol, Luhan frunció el entrecejo frustrado, estaba molesto con el alto y no sabía porque.
Bueno, de hecho si lo sabía, Chanyeol sonreía feliz sin tener problema con ello, en cambio Luhan había dejado de hacerlo hace mucho tiempo y lo envidiaba por eso, le molestaba y se desquitaba con él.

-Xiao Luhan, he venido porque me debes una respuesta.- le respondió mientras su sonrisa bajaba, incluso era torpe para fingir verse indignado y serio, era un desastre de persona. -No me iré de aquí hasta que me digas.- apresuró mientras negaba con la cabeza, Luhan dejó escapar un suspiro, sus compañeros de trabajo, a quienes no apreciaba en lo absoluto, veían la escena y parecían confundidos por la presencia de un chico tan joven y alto con Luhan.
Luhan pensó por instantes el retirarse o simplemente soltarle un "No" de buenas a primeras.

Pero luego el alto pareció leer los pensamientos, pues se hincó de rodillas mientras veía a Luhan a la cara, tomaba su mano y le dedicaba una mirada seria.

-Xiao Luhan, acepta por favor tener una cita con este gigante extraño, desesperado por tu atención. -vocifero llamando la atención de las personas, Luhan totalmente avergonzado por la escena se sonrojo e incito a Chanyeol a ponerse de pie y dejarse de estupideces.-Si no aceptas, esto no será nada comparado a la vergüenza que te hare pasar. -amenazo dulcemente Chanyeol en un susurro solo audible para el rubio, este soltó un gruñido y asintió con la cabeza, derrotado por la astucia del alto.

-Me la pagaras.- amenazo Luhan en un susurro solo para Chanyeol, este solo se limitó a sonreír, no importaba que castigo le pusiera o qué clase de venganza seria, lo importante era que había logrado conseguir una cita con el rubio más bonito y ermitaño del Sur de Corea.

*****

Chanyeol le había dicho que lo recogería en su apartamento a las nueve en punto, llevaba esperando diez minutos y su paciencia comenzaba a agotarse, termino gruñendo, la tumba la había cavado el mismo, diciéndole bajo obligación, la dirección de su apartamento y el número de su teléfono. Ahora definitivamente no podría evitarlo, solo esperaba convencerlo de que aun después de saber de él, mucho más de lo que debería, no dijera nada e hiciera como si no lo conociera, esperaba esa misma noche darle mil y un razones para no abrir la boca.

Dio un sorbo a su jugo de uva, mientras jugaba con sus nudillos, el reloj parecía soltar un sonido que rebotaba en las paredes y chocaban con el tímpano de Luhan, comenzó a pensar en que quizá, tan solo quizá, lo háyase dejado plantado en una cita que él no había pedido con insistencia. Eso era lamentable, porque si Chanyeol lo plantaba enserio pondría de sí mismo para ignorarlo esta y la otra vida.

Minutos pasaron y fue cuando el timbre sonó, pegó un leve saltito y camino paciente hasta la puerta, lo vio allí de pie con una ramo de flores y una caja de chocolates, con una sonrisa enorme en el rostro se lo entrego. Luhan se quedó viendo unos instantes.

"Que anticuado" pensó su lado gruñón y odioso.
"Que tierno" pensó su lado sensible y dulce.

LuHan parecía una persona no muy acostumbrada a recibir regalos, casi mencionaba en su cara que no era necesario tanto obsequio, era una cita normal no una cita de novios, pero Chanyeol simplemente le dejo saber que debía aceptarlo.

Chanyeol pensaba que el rubio merecía mucho más que unas simples rosas y una caja de chocolates, merecía atención y mucho cariño, porque sabía que el corazón de Luhan comenzaba a rendirse y a agrietarse entre odio y desprecio.

Al llegar, el rubio soltó un suspiro, el lugar era sorprendentemente elegante, no sabía si era tan solo correcto que alguien como él, pudiera entrar en un sitio tan hermoso y lujoso como aquel; Chanyeol le incito a entrar y aun cuando se quedó estático en su lugar tuvo que caminar a una de las mesas adornadas con velas altas, copas brillantes y botellas de vino costosas.

Luhan se sintió avergonzado de llevar ropa tan simple aunque si se daba un vistazo a su acompañante la vista no mejoraba mucho, ambos parecían un par de mendigos a lado de tanto ejecutivo de traje e ingenieras de vestidos más costosos que su apartamento entero.

Chanyeol le dedico una sonrisa, algunos ojos pretenciosos veían a Luhan y a Chanyeol como si fueran algo anormal, el rubio se sintió intimidado pero la sonrisa del alto le dejo saber que no debía estarlo.

-¿Por qué no mencionaste que vendríamos a un sitio elegante como este? Pude arreglarme mejor.-menciono LuHan con un gruñido, se cruzó de brazos, la verdad era que no podía haberse arreglado mejor, eso que traía en aquellos instantes era lo menos lamentable en su closet pero quería hacer pensar a Chanyeol que tenía mejores prendas, cuando en realidad no era así.
LuHan quería mantener una idea en Chanyeol muy alejada de la realidad; se comportaba grosero e indiferente, cuando era distinto.
El alto simplemente le dedico una sonrisa.

-Eres hermoso con un simple polo, no necesitas arreglarte- LuHan se sonrojo sin poder evitarlo, bajo la cabeza para que el alto no se diera cuenta del carmín en sus mejillas pero este último si se dio cuenta de ello.

LuHan era perfecto así de terco, negativo y gruñón.

-Chanyeol, por lo de...-mencionó LuHan mientras se mordia el labio.

-No, Luhan, no le diré a nadie que es lo que haces para ganar dinero, ¿Qué crees que gano con eso? Por favor, no debes desconfiar de mí, aunque a veces sea un tonto, no debes- Chanyeol le veía con ojos serios y calmados, era extraño para LuHan verlo así.

-¿Por qué debo confiar en ti?

-Porque lo único que busco en ti es tu atención, y no me daré por vencido hasta conseguirla

Después de aquella extraña confesión, Chanyeol decidió recomendarle un par de platillos al rubio que al parecer desconocía unos cuantos y este se llevó la sorpresa de que algunas cosas realmente sabían mucho mejor que la sopa instantánea y el arroz que acostumbraba.

LuHan descubrió el dulce sabor de la experimentación.
Chanyeol fue espectador de la sonrisa celestial de Luhan.
Para Chanyeol el mejor accesorio en él era su sonrisa y su mirada brillantes.

Al terminar de cenar el alto decidió pagar por todo, cosa que el orgulloso de LuHan discutió, termino perdiendo pero aun así su orgullo estaba herido, él podía aportar para pagar la cena, después de todo para eso trabajaba.
-Yo estoy invitando, yo debo pagar- había mencionado el alto, mientras extendía la tarjeta de crédito al mesero, Luhan gruño pues no podía sobre reaccionar en un lugar con muchas personas viendo.

*****

Al salir vientos friso sacudieron la ropa ligera del rubio, se había lamentado el no llevar un suéter. Las noches comenzaban a ser heladas y lo había olvidado al salir del apartamento, el alto sonrió y le entrego su chaqueta de cuero.
Luhan negó con la cabeza.
-¿Siempre eres así de reacio a aceptar gestos amables? ¿O solo es conmigo?
LuHan soltó una risa mientras tomaba la chaqueta y se arropaba con ella, el rubio percibió el perfume de Park, fuerte y varonil.

Chanyeol sonrió de vuelta, caminaron de vuelta al auto del menor. Chanyeol llevo a LuHan a su apartamento no sin antes dedicarle una sonrisa.

"Espero volver a verte."
Había musitado mientras hacia una leve reverencia y se alejaba.

LuHan entonces sintió la calidez real, no la carnal sino la interior, Chanyeol era cálido al hablar, al ser amable con él, al tratarlo con cuidado y delicadeza, al mencionarle que deseaba volverlo a ver.
LuHan no lo quería aceptar pero él también esperaba volver a ver a Chanyeol pronto.

Notas finales:
¿Les gusto? ¿No les gusto? ¿Que creen que sucedera despues? ¿LuHan ya cedio o aún es muy pronto?

Dejen un comentario con sus opiniones y sus predicciones a futuro.

De antemano, gracias por leer.

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