Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Por qué tenías que ser tú? por Rukia Nightray

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Mi segundo fanfic yaaaai x3!!!
Bueno, para los que ya me conocen... no soy seria en ningun aspecto asi que... pos a ver que sale de este escrito ;w;


-Los personajes no me pertenecen-

Notas del capitulo:

Bien, bien, empezaremos con este intento de escrito. Espero les guste y no me ignoren olimpicamente (? aunque mas bien ignorarian a los personajes que dan todo de si para crear esta historia XD

Para las que leen mi otro ffc, ... ya luego traigo el siguiente capitulo XDDD *le lanzan un zapato* *lo esquiva*

Perdonen si va un poco rapido e incluso corto el capitulo ;o; pero lo hice con amorss uwu ...
Nos leemos mas abajo awa/

¿Por qué tenías que ser tú?

Capítulo 1.

Después de un tiempo mis papás se veían cada vez más felices mientras tanto el tamaño del estómago de mi mamá comenzó a crecer. Me pareció extraño, no la había visto en tal estado anteriormente, hasta que caí en la cuenta por completo… A costa de las sonrisas fingidas que yo en aquel entonces mostraba a tan inocente edad, lo odiaba, mis padres ya no me prestaban la misma atención con la que disfrutaba, simplemente esperé hasta su llegada para así poder hacerle la vida imposible: por quitarme el amor de mis progenitores; me moría por mostrarle que yo sería por siempre el único con mayores derechos en esta familia y sería el consentido.  Sin embargo, un día de febrero, el primero del mes para ser exactos, sin siquiera tener la intención, esa pequeña criatura me hechizó en cuerpo y alma con solo una mirada de sus tiernos e infantiles ojos azules…

+~~~~~+~~~~~+~~~~~+~~~~~+~~~~~+~~~~~+~~~~~+~~~~~+~~~~~+~~~

- Akira, por favor cuida a tu hermanito, se que no te gusta hacerlo pero realmente cuento contigo en esto.

- Si, si mamá no te preocupes por eso.

- Hijo, si surge algún problema no dudes en avisarnos.

- Si papá, estaremos bien, confía en mí.- recalqué algo fastidiado.

- Está bien. Volveremos en dos semanas Akira... Adiós mi pequeño, no olvides cepillarte los dientes antes de ir a dormir ¿eh?- le dio un beso en la mejilla, revolviéndole el cabello.

-  ¡Si mami!- contestó el pequeño insecto a la vez de que realizaba su tarea en el tatami. Tiene su propia habitación con escritorio ¿Qué no la puede hacer allí? En serio que ese niño me saca de quicio.

Nos dedicaron una sonrisa y salieron por la puerta felices de la vida arrastrando esas pesadas maletas. Como si no les importara otra cosa más que largarse y dejarnos a nuestra suerte. Cerraron estruendosamente y el único sonido que ahora se escuchaba era el del lápiz restregándose contra el papel, ese chamaco es muy ruidoso.

Me molesta. Frente a mis padres, en la escuela y en cualquier otro ámbito él es un magnifico niño ejemplar, todos le adoran, yo en mis tiempos era desastroso a más no poder, con bajas calificaciones e irrespetuoso, supongo que por eso no duré mucho tiempo siendo el querido en la familia cuando fue su llegada, tal y como si hubiera sido el nacimiento de un príncipe legítimo a recibir la corona. Pero pues ya ni modo, la vida sigue, de alguna forma me he acostumbrado, por lo menos mis papás no andan detrás de mi diciéndome que o no hacer. Tengo cierta libertad, conveniente ¿No es así?

Hace una semana mi papá ganó en su trabajo - por fortuna de él o por desgracia mía- dos boletos para un viaje todo pagado a Francia. Fue un lío total porque solo eran dos boletos pero la familia consta de cuatro integrantes; la fecha ya se venía encima y la respuesta decisiva fue ésta: nuestros padres se irían a la dichosa ciudad del romance, puesto que hacía años que no viajaban (al menos no travesías largas) y menos solo en plan de pareja; tomando en cuenta de que ya soy mayor de edad, ya con veinticuatro años,  me dejaron a cargo del enano. Me creen lo suficientemente responsable del niño y de mi, nunca lo esperé.

Con veinticuatro largos años y aún sigo viviendo con mis padres ¿Quién lo diría?, no me he ido de casa en primera porque no tengo dinero para pagar un departamento en el que realmente me adapte y en segunda... ¡SOY UN ENFERMO! ¡BASTA AKIRA, BASTA! ¡DEJA DE PENSAR EN ESO DE UNA VEZ POR TODAS! ¡ERES UNA COMPLETA BESTIA!  ¡DE LO PEOR! 

Me revolví el cabello y gruñí. A una parte de mi se le aloca la hormona y me incita a hacer alguna canallada y la otra me suplica de rodillas que deje de pensar en cosas absurdas e imposibles... Pero es que... Ese niño es tan hermoso: ojos azules y rasgados, cabello rubio y un poco largo, piel suave y nívea... Sin embargo, ¿Cuál es el problema? Es mi hermano y luego es menor de edad ¡Joder!, todo sería más fácil si no fuera de mi sangre, pero quedaría tachado como un pedófilo, no hay manera de remediarlo.

- Bien, entonces... ¡Casa sola por medio mes! ¡Si!- grité alzando mis brazos eufórico.

- ¡Oye! Guarda silencio. No puedo concentrarme para hacer tarea.

- Relájate niño. No hay ni quien te vigile, no te preocupes por cosas sin sentido. No hagas tus deberes y créeme, serás feliz.- me observó un poco molesto- ¡Anda! Además hoy es viernes, tienes el fin de semana completo para hacerla si eso es lo que quieres.

Suspiró y dejó sobre el tatami su pequeño lápiz verde, se quedó viendo al vacío. ¿Qué les pasa a estos niños de hoy en día? A Taka ni siquiera parece interesarle videojuegos o, dios le libre, esas cosas para mentes ágiles como el ajedrez o no se como madres de llaman. Carajo. Lo único que siempre anda cargando siempre es un jodido conejo rosa de peluche llamado "Usa-chan", que diablos ¡Ya tiene doce años y sigue sin soltarlo!

Pero volviendo al tema: Que bien, aplausos por favor, Akira encaminando al enano al buen camino desde tiempos inmemorables. Sería buena idea que me dedicara a ser profesor, mis alumnos saldrían reprobados pero felices... O eso creo.

Miré el reloj de pared deseando que fuera la hora de irse a dormir, estar con Taka por mucho tiempo me pone de nervios, no sé como resistiré esta temporada. 18:30, mierda, el chamaco se va a dormir en media hora. Es demasiado. Necesito algo en que entretenerme antes de que caiga en poder de mis profundos pensamientos, piensa rápido Akira, piensa... ¡Aoi!

Telefoneé a Aoi a su móvil, no tardó ni dos timbrados y contestó, en el fondo se escuchaba una fiesta, seguro se la estaba pasando de lo lindo. Con tal de que se olvidara de su diversión le hablé lo más "angustiado" posible, que era indispensable que me salvara de un peligro inminente y no se que otras mierdas más, el punto es que el zonzo me creyó y en menos de tres minutos ya se encontraba a la puerta tocando el timbre como si no hubiera un mañana, estúpido Aoi, como es que fue a caer en mi broma.

- ¿Estás bien? ¿No estás sangrando? ¿No te dispararon? ¿No te robaron, asaltaron o violaron? ¡Dímelo ahora Akira, que yo defenderé tu inocencia!- me dijo desesperado dándome vueltas sobre mis pies ¿Qué carajos? Ni que fuera yo pollo rostizado. Por Dios que Aoi si no es estúpido es idiota.

- Estoy bien. Aoi, Aoi, Aoi- le dije mientras me seguía dando vueltas buscando alguna lesión-  solo quería que me acompañaras un rato. Todo está bien.

Se quedó carburando la información como si no lo acabara de entender- Eso quiere decir que... ¿Me sacaste de la mas increíble fiesta solo por que se te vino la gana?

- Exactamente.

- Mierda. Maldito desgraciado, solo espero que hagamos algo divertido o te mataré, idiota. Entra.- le invité a pasar y le concedí unas pantuflas que le quedaron a la perfección. Íbamos pegándonos y haciéndonos payasada y media.

Mi casa es algo grande y se caracteriza por conservar rasgos de la antigua época japonesa. De hecho, según registros, mi casa fue construida durante el período Edo y gracias a que la ciudad no fue bombardeada en la segunda guerra mundial aún preserva el esplendor tal y como si recién se hubiera creado. En sí, todo Kioto es parecido, pero nuestro hogar es el más hermoso que cualquier otro, claro es, sin tomar en cuenta los templos.

El moreno se detuvo de golpe al terminar de pasar por el largo pasillo y hallarnos en la sala de estancia. Me volteó a ver furioso y entre susurros preguntó - Akira ¿¡Cuando se te ocurrió tener un hijo y sin mi permiso?!- miró de reojo hacia el tatami, le saludó con la mano y se dirigió a mi de nuevo- ¡Y aparte de una güera!

- Aoi. - lo volteé y le tome de la cara, exactamente de las mejillas, apretándolo y haciendo que formara una boca de pato aplastado- Ese niño de ahí es mi hermano y por tal motivo la "güera"  sería mi madre.

- Nunca me informaste sobre un hermano, aparte tu estas bien negro, no puede serlo...

- Te recuerdo que el único negro aquí eres tu. - le solté y le empujé hasta llegar justo enfrente de mi pariente- Takanori el es Aoi, Aoi el es Takanori.

- Aoi- la vocecita de mi hermano llamó la atención de mi amigo.

- Dime pequeño.- se arrodilló a su altura y le sonrió dulcemente, verlo tan cariñoso no era su estilo. Este tío es un raro.

- ¿Por qué eres café y yo soy blanco?

No pude evitar soltar una carcajada,- Me voy a orinar, me voy a orinar... Eso fue tan ... Jajajaja- mi negro amigo fue bulleado por un niño de primaria. La respuesta es obvia ya la debió haber visto en la clase de biología y aquí anda jodiendo al prieto, joder que el enano es mi héroe.

Cara de póker. Mi pobre y negro amigo parecía hacerse arena y desmoronarse poco a poco. Puedo jurar que hasta una lagrimita salía de sus ojos. - Yo...

- Ya, ya. Bien dicho Taka, mis respetos.- le tendí la mano para que chocara los cinco, pero me dejo con la derecha tendida, mierda fui ignorado olímpicamente. - Ya es tardísimo, en lo que haces tus necesidades y demás, ya da la hora exacta de descansar. Ven, vámonos.- le insistí al pequeño mientras que mi amigo se había hecho polvillo.

Se levantó del suelo y me tomó de la manga al igual que hace con mamá. Imploré a buda para que no me rogara por cargarle porque yo no sirvo para esas cosas del diablo, fue mi suerte y no realizó tal petición.

 Fuimos a la segunda planta, me condujo a su habitación y me mostró el mueble donde estaba su pijama. Extraordinario.  Jamás me había adentrado a su mundo, debo admitir que huele hermoso. Saqué una camiseta y unos pantaloncillos con cuadros rojos y blancos, me atreví a olerlos discretamente, ¡Oh Dios! Este niño tiene un aroma inigualable; dejé sobre un taburete lo que husmeé, le ordené que se vistiera, cepillara los dientes y se metiera a la cama. Si pensaba que yo le arroparía está muy equivocado, ¡Ja! ni que fuera yo su gato.

- Aki-nii-san.- lo oí antes de que me largara.

- ¿Qué sucede?- le dije dándole la espalda.

- ¿No me darás mi beso de buenas noches?- su voz se me antojó inocente que me derritió, la parte irrazonable de mi mente me dijo que le hiciera caso y le fuera a dar besos, sin embargo, opté por irme corriendo.  Mierda, lo que me pidió va más allá de mis instintos aunque el lo diga en otro plan. 

Procuré aliviarme el enrojecimiento de la cara y regresé descubriendo a Aoi hurgando mi refrigerador por algo comestible, finalmente sacó un bote de helado y con una cuchara empezó a comer.- ¿Y por qué tan solitario en esta enorme casa?

- Mis padres. Un viaje. Dos semanas ¿Te basta la respuesta?

- ¡Vaya!- se metió una cucharada del postre a la boca y continuó- Pues hay que salir a algún bar uno de estos días, anda te divertirás.- me dijo subiendo y bajando sus cejas.

- Tengo que cuidar al insectito.

- Cierto.- se comió otras cuatro enormes porciones, revisó los cajones de una pequeña alacena y al ver lo que quería se limpió con una servilleta- Es hora de irme.

Como rayo se me vino a la mente la mejor idea del año, digna del premio Nobel a no quedarme solo con mi hermano: - Te puedes quedar a dormir, tengo un sillón en mi cuarto, si quieres...

- No.-se negó rotundamente, diablos.

Ya en el umbral el moreno parecía dudar en querer irse, pero inclusive se negó a quedarse a dormir por esta noche, yo ya no tenía cabida en aquella decisión.

- Akira, nos vemos el lunes en la escuela. - me abrazó como solía hacer y hundió su nariz en mi cuello, propinando a la vez un beso que me hizo estremecer por haber hallado por coincidencia mi punto débil.

- Aoi, ¿Te das cuenta de que eso es mi cuello?- le cuestioné con la voz entrecortada.

- Si. Lo sé.- sonrió como el que no quería la cosa- Buenas noches.

Me sonrojé mientras lo vi alejarse lentamente, vacilando entre volver conmigo o no, al final optó por irse y lo perdí de vista al avanzar más allá del bulevar de la calle principal.

Subí saltando las escaleras, hoy fue realmente encantador, si así serán todos estos días que faltan para que regresen mis papás entonces supongo que no tengo nada de que preocuparme. Es más, estoy comenzando a pensar que sería buena idea invitar a Aoi, me siento tan extraño después de lo que pasó, pero que estupidez ¿Quién lo diría? Yo Matsumoto Akira... ¿enamorado de mi amigo?

Me toqué el cuello intentando recordar la sensación cálida que me había embargado hace unos momentos, también mis pasos fueron más lentos al punto de volverse algo torpes siguiendo el camino directo a mi habitación.

Fue fácil tirarme en la cama y echarme a dormir, mi alma estaba tranquila como nunca antes. - Aoi.- dije en un susurro antes de perderme en sueños.

 

Me sobresalté. Un peluche de conejo me golpeó la cara, casi termino noqueado tan patéticamente. ¿Quién en su sano juicio te despierta a mitad de la noche con un jodido peluche?

- ¡Ey!- me gritó el pequeño insecto llamando mi atención el cuál se encontraba encima de mi, rodeando mi abdomen con sus piernitas.- ¡No vuelvas a invitar a casa a ese idiota! ¡Te lo prohíbo!

- ¿Qué dices?- esperen esperen, ¿Qué anda haciendo Taka-chan en mi cuarto y desde cuando dice groserías? Que confusión. La cabeza me daba vueltas.

- No quiero ver de nuevo a ese cabrón aquí ¿Entendiste? Y ni siquiera te atrevas a desafiarme o...- su respiración se acercó a mi rostro, ante tal oscuridad a la que me había acostumbrado, le observé. Su boquita se acercó a la mía y me habló, pude sentir sus pequeños labios al moverse sobre los míos-... O te aseguro que lo pagarás muy caro Aki-nii-san.

Se quitó de encima saltando de la cama y contoneándose salió de mi pieza junto con Usa-chan colgándose de su mano.

Mi corazón palpitaba a mil por hora. ¿Qué mi hermano me había hecho qué? Ese pequeño niño de ojos azules me había... ¿seducido?

Algo dentro de mi ser se removió animado - Aoi-kun, Taka-chan.

 

En definitiva. Éstas serán las dos semanas más largas e interesantes de toda mi vida.

Notas finales:

Chan chan chan chan !!!! que les pareció? a mi me gusto mucho escribirlo, me diverti XDDDD pobre del negro
Akira, Aoi y Taka. como ven ewé ?

Conste que esto si va a ser incesto real, nada de incesto con hermanos solo legales, aqui si va a ser de hermanos biologicos  >:3 jojojojo , a la mierda la etica!! ... bueno, solo digo para que queden advertidos y no me manden a china y sin escalas :'D

Dejenme su opinion, por favor iwi que yo hice hasta lo imposible por traerles esta hermosura (?

Nos leemos en el siguiente capítulo awa/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).