Abandonado, solo, triste, ¿Qué peor que sentirse así? Bueno, luego de tantos meses, KyungSoo ya comenzaba a creer que sentirse así era normal, el trabajo que tenía JongIn, su pareja por más de dos años, lo absorbía por completo, ya ni tiempo de un beso tenían.
JongIn llegaba de madrugada y KyungSoo salía a esa hora para asistir a su propio trabajo, se veían sólo lo justo y necesario, arreglaban algunas cuentas para pagar y se iban a arreglar sus propios asuntos.
Pero JongIn no sabía que el corazón de KyungSoo se iba enfriando de a poco, casi no sentía nada, ni el dolor, pero estaba tan enamorado del menor, que sólo ignoraba ese hecho.
Varios de sus amigos incluso le decían que su novio era un verdadero idiota, que sólo por “estar enamorado” KyungSoo había cambiado mucho, dejó de ser el chico bromista, alegre, sociable, ahora era el chico de expresión seria que sólo se preocupaba por un novio el cual podía estar engañándolo y se lo perdonaría.
Muchos se fueron del lado de KyungSoo por ese mismo tema, y eso, sinceramente empeoraba el estado anímico de KyungSoo.
Un día en su trabajo llegó un nuevo asistente del jefe, y sería su trabajo entrenarlo, pero jamás se imaginó que fuese alto, tez pálida, rostro perfecto, ojos profundos, rubio, voz ronca, de apariencia fría pero agradable. Wu YiFan.
Él era un chico transferido desde China, pero el idioma no era el problema, el problema estaba dentro de los pantalones de KyungSoo cada vez que tenía más que un roce accidental con ese chico. “Me estoy volviendo loco”, siempre pensaba el más bajo.
Sin pensarlo, sin darse cuenta, habían pasado muchas semanas y ambos se hicieron grandes amigos, incluso, YiFan, apodado Kris, supo de la clase de relación que tenía KyungSoo con JongIn, y éste, odiaba al novio de su amigo.
Un día a KyungSoo le tocó cubrir horas extras, no sería mala idea, después de todo, JongIn de seguro estaría durmiendo nuevamente, sería como llegar a una casa vacía.
-¿Cómo van las cosas con tu novio? –Le preguntó YiFan a KyungSoo, ambos estaban en sus respectivos escritorios, el mayor no le decía nada, porque bueno, se le notaba muy enamorado a pesar del tiempo.
-Igual que todos los días…sólo que ayer, me dio un beso, ni un beso, fue un roce de labios y se fue a la cama. –El menor apoyó la frente en el escritorio, ya estaba cansado de la actitud de su pareja pero con el trabajo no se podía hacer nada. Escuchó como la silla del mayor se arrastraba por el suelo y luego notó los lustrados zapatos de éste se encontraban a su lado. Tragó saliva.- ¿Qué se te ofrece, Kris?
-A ti. –No se dijo más, KyungSoo se irguió, sonrojándose e iba a decir algo, pero los labios, los expertos labios de YiFan habían atrapados los suyos y vaya que se sentía bien la suavidad de éstos.
Para KyungSoo, que había compartido su vida de pareja con sólo dos hombres, el mejor besando, definitivamente era YiFan, por como sus labios se encontraban, por como sus lenguas danzaban lenta pero sensualmente dentro de su boca, “exquisito”, pensó el menor.
KyungSoo se levantó de su silla y rodeó el cuello del mayor con sus brazos mientras que éste último dirigía sus fuertes manos hasta la cintura del más bajo, acariciando todo lo que podía aunque sea por sobre la ropa. Eso no pasó desapercibido por KyungSoo, quien dio una suave y corta mordida en las carnosidades ajenas, logrando sacarle un suspiro a YiFan.
Ambos mantenían caricias atrevidas y traviesas, donde las manos del mayor terminaron en el trasero de KyungSoo y éste último recorría el pecho del contrario por sobre su ajustado traje gris.
En algún momento ambos estaban con la camisa del uniforme desabrochada, KyungSoo estaba sentado en el escritorio y entre sus piernas tenía a Kris haciendo maravillas en su cuello, los gemidos del más bajo no se hacían esperar tampoco, luego de tanto tiempo sin que nadie le tocase de esa manera y el saber que el chico más guapo de la empresa le acariciaba cada parte de su cuerpo, lo excitaba aún más.
-Ah…Kris…sigue…-Susurró el menor contra el oído del más alto justo antes de darle una mordida al lóbulo de éste último. Ese fue un detonante para YiFan, necesitaba estar dentro de ese pequeño y delicado cuerpo, lo necesitaba ya.
-Pequeño impaciente…-YiFan pasó su lengua por los labios del menor antes de volver a unir sus labios en un beso apasionado, sin cuidado, haciendo sonidos húmedos cuando ambas lenguas chocaban y se separaban.
Excitante para ambos.
Los pantalones del mayor terminaron desabrochados mientras que KyungSoo aún luchaba con el propio, ya no podía más, estaba tan excitado que llegaba a ser doloroso. Kris soltó una risa al ver como el menor aún tenía problemas con su pantalón, dejó que KyungSoo quedarse de pie, apoyándose en el escritorio y se arrodilló, quitando las pequeñas manos de KyungSoo para abrir con total facilidad el broche de la prenda.
-Si no estuvieras tan desesperado, te hubiese costado menos, hermoso. –Habló con la voz ronca el mayor contra la delgada tela del bóxer de KyungSoo, el gemido que éste había soltado no fue para nada silencioso.
-Ca-cállate…-Estaba avergonzado, sabía que luego se iba a arrepentir de lo que estaba a punto de hacer, pero, al diablo, la adrenalina, la excitación, el morbo, la vergüenza, las ganas…todo se le juntó a KyungSoo haciendo que deseara más a Kris.
Estando arrodillado, Kris comenzó a repartir lamidas por toda la extensión del miembro del menor, aún sobre la tela, ya incluso se le notaba húmedo por el líquido pre-seminal que estaba expulsando, sonrió, desde que conoció a KyungSoo, quiso hacerle todo aquello y ahora mismo se estaba cumpliendo.
Se volvió a levantar a sólo degustar el sabor de KyungSoo, los labios del menor eran realmente adictivos, quería morderlos, chuparlos, comérselos.
Lentamente lo fue girando y a regaña dientes se despegó de sus labios, una vez el firme y redondo trasero de KyungSoo tocó su entrepierna, un grave gruñido salió desde su garganta, haciendo al menor suspirar.
-YiFan…-Las manos de D.O estaban apoyadas en el escritorio mientras que el mayor simulaba embestidas lentas con sus pantalones a medio abrochar sobre la delgada tela de la ropa interior de KyungSoo.
-Shh…No somos los únicos con horas extras…-Le susurró Kris en el oído, logrando sacarle un suspiro, eso era cierto, ellos estaban en una oficina sin el seguro puesto, habían alrededor de siete u ocho personas más cerca de ahí, y eso hizo que la adrenalina se esparciera por ambos cuerpos.
YiFan coló su diestra en el bóxer de KyungSoo en la parte trasera, si bien quería follárselo, no quería ser un bruto como para no prepararlo. Pasó lentamente el índice por la entrada del menor, sin adentrar su dedo, eso hizo acelerar la respiración de KyungSoo, y éste no se dio cuenta cuando él mismo había guiado la mano del mayor a adentrar aquel dedo.
Kris frunció un poco el ceño con una expresión algo maliciosa, el chico no era virgen, pero estaba muy apretado.
Cuanto tuvo ya tres dedos moviéndolos fácilmente dentro de un KyungSoo hecho un manojo de gemidos, suspiros y suplicas de que se apresurara, comenzó a repartir besos y mordidas en la parte trasera del cuello del KyungSoo, no quería dejarle marcas, pero la piel pálida del menor, enloqueció a Kris.
El mayor tomó los bordes de su propio pantalón y se deshizo de ellos rápidamente, la melodiosa voz de KyungSoo pidiendo que lo penetrara, hacía que su erección doliese demasiado.
-Kris…-El menor se giró para así subirse al escritorio con las piernas abiertas, obviamente avergonzado, aunque a esas alturas, ya no le importaba nada. YiFan no se hizo del rogar y se posicionó entre las finas piernas de KyungSoo, rozando intencionalmente su enorme miembro contra la entrada del menor.
-Más vale que no grites…mucho. –Una sonrisa ladina fue lo último que vio KyungSoo antes de cerrar con mucha fuerza los ojos al momento que sintió como el mayor se había adentrado de una sola estocada, quería gritar por la intromisión, pero joder, estaban en la oficina y los podrían descubrir en pleno acto.
-Yi…YiFan…¡Ah! –Justo cuando el mayor se movió para salir, no por completo, el menor había soltado un hermoso gemido que hizo que cada parte del cuerpo de Kris se estremeciera y por inercia, besó ferozmente los labios de KyungSoo quien respondió gustoso.
-Shh..Soo, no queremos ser interrumpidos ¿O sí? –Le susurró luego de dejar a KyungSoo atontado por tremendo beso que había recibido, así que sólo negó con la cabeza.
Kris acarició lentamente las rodillas flexionadas de KyungSoo y obligó a éste a quedar semi recostado sobre el escritorio con sus piernas abiertas, totalmente sumiso. “Me encanta”, Pensó YiFan.
Cuando los movimientos comenzaron a tomar un ritmo frenético, los labios de KyungSoo estaban a punto de sangrar al estar mordiéndoselo para que los muchachos de las otras oficinas no escuchasen lo que estaban haciendo.
YiFan por su parte, no podía evitar observar al pequeño cuerpo bajo el suyo. Tan estrecho era su interior que le fue inevitable no aumentar el ritmo de sus embestidas, se sentía tan jodidamente bien y la vista que tenía de KyungSoo con la camisa abierta, con los labios apresados entre sus dientes para reprimir sus incontrolables gemidos, iba a hacer que se corriera muy pronto para su gusto.
Justo cuando alzó una de las piernas del menor para ponerla sobre su hombro, recibió un gemido que le hizo sonreír de lado al notar que había llegado hasta la próstata de KyungSoo quien ya hasta tenía los ojos llorosos del placer que el YiFan le proporcionaba.
Una de las grandes manos del mayor bajó hasta el miembro de KyungSoo, masturbándole al ritmo de las embestidas que aún llevaba contra el menudo cuerpo ajeno.
El menor se fue levantando como podía hasta llegar a los húmedos labios de YiFan quien gustoso lo recibió en un fogoso beso.
No faltó mucho tiempo para que KyungSoo derramase toda su esencia sobre su abdomen y el de YiFan, y no faltaron muchas estocadas más para que YiFan llegase a su orgasmo en el interior del menor, ahogando ambos sus gemidos en los labios ajenos.
Siguieron besándose por unos segundos más pero se tuvieron que separar para poder recuperar un poco el aliento luego del ejercicio recién realizado.
-YiFan yo... – Comenzó a decir el menor con sus mejillas algo sonrojadas, alejando su rostro de la divertida sonrisa del más alto.
-No es que nos vayamos a casar pero, ¿Te gustaría tener una cita conmigo? – KyungSoo parpadeó algo confundido por aquella pregunta, ¡Acaban de tener sexo ¿Y le pregunta si quiere una cita?! – Sé que tienes al estúpido de tu novio, pero tampoco tiene que enterarse, ¿No lo crees?
-Creo…que tienes razón. –Estaba mal, estaba muy mal aceptar una cita con un chico tan ardiente como lo era YiFan. Pero también estaba el hecho de que tenía a un chico que ni un beso de buenas noches le daba por estar tan pendiente de su trabajo. Pensándolo mejor, era una oportunidad única. – El sábado a las siete en mi casa, más vale que seas bueno escogiendo restaurantes.
-Pero primero haremos muchas cosas interesantes antes de ir a cenar. – Insinuó el mayor antes de volver a atrapar los carnosos labios de KyungSoo el cual correspondió al instante.