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A TU LADO por run4fun

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Notas del capitulo:

Esta algo corto el cap. , pero espero sea de su agrado.

 

.....leyendo sus comentarios, me he dado cuenta de que esta historia difiere  mucho de lo que piensan y esperan, pero bueno, aun asi espero la siguan hasta el final, apesar de todo....

nuevamente....

!! MUCHAS GRACIAS POR SUS COMENTARIOS!!

Ya habían pasado 2 meses tras la muerte de sus compañeros, tras la batalla denominada: la batalla de las doce casas.

Y Aquellos que habían muerto en esa batalla, por órdenes explicitas de su diosa, fueron enterrados en un lugar santo, ahí, sus cuerpos descansaban. Era triste saber que  casi nadie visitaba esas tumbas.

Aunque santuario, había sido restaurado en su totalidad y aparentemente todo  mejoro con la nueva gubernatura de Athena; El dolor, la amargura y la tristeza no desaparecían del todo.

 De todos los caballeros dorados que permanecían en el santuario, solo uno aún se refugiaba en su templo, lejos de los demás y   apartado de cualquier tipo de acercamiento por parte de  otra persona que no fuera Athena o en su defecto Seiya, pues aun con su torpeza e ingenuidad, ese caballero de bronce  le recordaba un poco a su  hermano.

Aioria, no podía dejar de pensar en su hermano, en como todo se volvió en su contra y la injusticia que se cometió con él, pero, eso ya era parte del pasado y ahora el solo podía añorar su recuerdo, pedir su perdón y  anhelar poder verlo un día de nuevo y estar a su lado.

-hermano…- dijo en un susurro, mirando el medallón que tenía entre sus manos. – perdón…- se puso el medallón nuevamente,  sintiendo una agradable sensación tras hacerlo.

También estaba saga…a pesar de no querer pensar en él, lo hacía, lo recordaba y hacia todo lo posible para alejar su maligno recuerdo de su cabeza y apartar los sentimientos que albergaba  hacia él, esos sentimientos que habitaban en su corazón, cosa que le resultaba difícil y a la vez doloroso.

-Aioria. – escucho la voz serena que lo llamaba a sus espaldas, pero no quiso voltear pues ya sabía quién era y no deseaba hablar con él.

-puedes pasar por este templo, Shaka, si así lo deseas. – le dijo serio e intentando dirigirse hacia su recamara.

Shaka bajo la mirada, era evidente la molestia e incomodidad que su presencia producía en Aioria, aunque después de todo lo que paso no podía culparlo.

Pero a pesar de ello, él estaba decidido hablar con Aioria, si,  esta vez hablaría con él  y dejaría en claro todas sus intenciones y sentimientos y lo haría aunque Aioria no quisiera escucharlo y siguiera resentido Estaba dispuesto a todo,  no quería dejar pasar más tiempo, sin que Aioria supiera lo que el verdaderamente siente y pedir su perdón.

.-Aioria. – volvió a llamarlo, esta vez acercándose a él, Aioria lo miraba de reojo. – quiero hablar contigo, si me lo permites. –

-Shaka, ahora no es buen momento, así que si me disculpas, me retiro. – Aioria estaba por salir pero Shaka se interpuso en su camino, mirándolo a los ojos, Aioria se quedó tieso al ver esos ojos azules, de Shaka, esos que siempre solían estar sellados, ahora los veía y eran enigmáticos, aunque se mostraban serios y seguros,

-no me iré  Aioria, no hasta que me escuches. – le dijo serio Aioria solo miro en otra dirección, algo incómodo por la situación.

-está bien, Shaka, dime lo que tengas que decir, pero se directo, no dispongo de mucho tiempo. –

-entonces seré breve. – hablo Shaka acercándosele un poco más, hasta tenerlo frente  a frente. Jamás había hecho algo semejante, disculparse, así que tomo acopio de toda su fortaleza y serenidad para hablar. - yo…lo siento, estoy arrepentido por haber callado y no haberte apoyado cuando lo necesitabas, no…no quise hacerte daño, perdóname. – le dijo con honestidad, mas a Aioria  parecía no importarle si lo sentía o no, pues para él, el daño ya estaba hecho y nada lo cambiaria.

-muy bien Shaka, ya que así quieres limpiar tu conciencia y redimir tus culpas, está bien. – le sonrió con falsedad. – yo te libero Shaka, estas limpio,  pues tienes mi perdón,  ahora ya puedes irte y sentirte tranquilo y en paz con todo el mundo.-

-¡cielo! Milo tiene razón, tu terquedad  y orgullo son tus peores defectos! – exclamo Shaka, ya molesto por su comportamiento. Aioria lo miro asombrado, Shaka hablando y expresándose así, no lo imaginaba.

- escúchame Aioria, yo sé que lo que te hice estuvo mal, jamás debí de dejarme llevar por mi estúpida altivez ni superioridad, creer que lo que yo hacía y pensaba, era lo absoluto. – lo sostuvo de los hombros. – pero ahora entiendo que soy humano, al igual que tú. No soy perfecto, tengo mis defectos y mis errores y aun que no puedo cambiar el pasado, quiero hacer todo para  remediar el presente. – Shaka lo miraba a los ojos, Aioria estaba pasmado, Shaka demostraba su verdadero rostro, ante él.

 La forma en la que se expresaba, la manera en la que lo miraba, su tono de voz, todo aquello,  lo hacía mirar a Shaka con otros ojos, ya no veía al semidiós que decían era, ni al serio e indescifrable caballero de virgo veía a un ser humano con sentimientos y lleno de emociones igual que él.

 

-vamos Aioria, es hora de afrontar las cosas, de cambiarlas, de volver a empezar o por lo menos tratar. – lo sostuvo de las manos afectuosamente. –no importa el pasado ni lo que te han hecho, sino  lo que tú haces ahora contigo mismo. Sal de este encierro no te auto destruyas, has todo para superar el pasado y  cambiar.-

-¡lo dices como si fuera fácil! – le grito Aioria soltándose de su agarre. – pero no lo es.– poso sus manos en su cabeza. –  No lo es…-

-¡claro que no es fácil! -Shaka tenía los ojos llorosos, Aioria lo miro asombrado, era la primera vez que lo veía llorar, y lloraba por él, eso le conmovió. - nada en la vida ha sido ni será fácil, pero, aprender a sobre ponerse al verse derrotado y vencido para  comienza de nuevo;   eso es lo que demuestra la fortaleza de uno mismo, el valor de una persona, - Shaka se veía desesperado, quería recuperar al Aioria que conoció en un principio, y lo haría, estaba decidido.

-¡NO PUEDO! No puedo sacarme este rencor ni dolor del corazón, esto que me amarga la existencia,  NO PUEDO! -

-¡claro que puedes! – sostuvo su rostro entre su manos haciendo que ambos se miraran a los ojos. -  de muéstrame que sigues siendo ese caballero, noble, fuerte, valiente, generoso  y amable que solías ser, aquel que admiraba y del que me enamore. – Aioria se quedó pasmado, Shaka le había confesado su amor.

-Shaka…- Aioria no sabía que decir, las lágrimas volvieron, Shaka lo rodeo en un abraso uno con el cual quería decirle que ya  no estaba solo, que ahora lo tenía a él ,él lo apoyaría y ayudaría a salir de ese infierno, porque el amor que sentía era sincero y fuerte.

 Aioria trago en seco al sentir la cercanía de Shaka, no sabía que hacer o decir así que  solo abraso a Shaka con todas sus fuerzas, deseando olvidar, perdonar, cambiar y volver a ser quien era; eso era lo que más deseaba en esos momentos.

 

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-hasta que por fin decidiste salir de tu enclaustramiento. – Le hablo Aldebarán feliz al ver a Aioria acercarse, acompañado por Shaka, al campo de entrenamiento, donde los demás caballeros dorados estaban reunidos, practicando. - hombre, ya me estaba preocupando –. – le hablo amable mientras le daba una palmadita en la espalda

Aioria solo le sonrió con franqueza, Luego de la conversación que tuvo con Shaka, se sintió mejor, hubo algo que alivio su alma y además, Shaka le ayudo a darse cuenta que no podía seguir así, sintiéndose la víctima, haciéndose el mártir, no, eso solo lo hacía  un cobarde, y  él no lo era,  les demostraría a todos que él seguía siendo el mismo caballero audaz y valiente que se ganó la armadura de leo.

,

-me alegra que hayas decidido venir. – le recibió Mu con una sonrisa, Aioria lo miro devolviéndole la sonrisa también, mientras iniciaban una tranquila platica, una de las que ambos solían tener cuando se conocieron.

Milo miraba atento a Aioria se sentía indeciso. – maldito Camus, odio  que siempre tengas la razón. – hablo para sí mismo, recordando a su amigo.

 Sabía que le debía una disculpa, así que sin pensarlo mucho se puso en pie acercándose a Aioria seguro de lo que haría, sin apartar su mirada.

Los demás al ver la mirada que milo les lanzo, se apartaron, pero lo suficiente como para detener una posible riña o pelea entre ambos. Atentos a los movimientos de los dos.

-te ves terrible. – dijo milo cuando ya lo tenía cerca, Aioria solo se cruzó de brazos y frunció el ceño al ver que los demás se habían apartado para dejarlos solos.

-yo…me alegra ver que te sientas mejor.-hablo algo nervioso.  Aioria solo lo miraba atento y serio.

-escucha, yo sé que mi actitud no fue la más correcta, que actué como un reverendo imbécil, un grandísimo estúpido, pero….pero estaba confundido ok, el creer o no, el dudar, el pensar, todo,. – milo sentía un nudo en su garganta. – tenía miedo, yo…yo estaba asustado y tan aterrado por lo que paso…lo de Aioros me tomo por sorpresa y saga… jamás paso por mi mente que el…fuera capaz de algo así.- milo se limpió rápidamente con el torso de su brazo, una lagrima que amenazaba  con salir.

- yo era un niño muy ingenuo e influenciable para ese entonces, es más,  aun ahora lo sigo siendo! yo fui  el último en entender, en darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor! En  saber la verdad. Yo no quise escuchar a Camus, ni tampoco entendí que tu no tenías la culpa de nada, que me necesitaba y que yo te abandone, y peor aún,  te juzgue yo…te falle. – Aioria seguía mirándolo, enarco una ceja, en verdad milo era sincero.

-si se lo que estas pensado que yo solo me disculpo por puro compromiso, para mitigar mi culpa, pero no. – lo miro a los ojos. – yo no gano  ni hago nada por compromiso, NO!   Yo hablo porque así lo siento, porque quiero disculparme, porque necesito que me perdones. – sentía que las primeras lagrimas caían por sus ojos, Aioria seguía mirándolo en silencio.

-¡ya di algo maldita sea, no te quedes callado! – grito milo desesperado sosteniéndole de los hombros. – di algo, si me odias lo comprendo si me deprecias, también, pero por lo menos dímelo a la cara. – para este entonces Aioria tenía los nudillos bien apretados,  los demás sentían el ardor en su cosmos. - es más, si quieres golpearme hazlo, no me defenderé,  – la  desesperación de milo creía. – vamos golpéame y desahógate, quiero que…- entonces Aioria le propino un puñete, uno muy fuerte, milo en el suelo lo miro atónito, los demás intentaron acercarse para interferir, pero Shaka  los detuvo.

- siempre supe que eras un hijo de su madre. – le hablo acercándosele. -  pero jamás me imagine que lo fueras tanto. –

-sí, eso no lo niego, y créeme que estoy pagando caro mi estupidez, pues no solo perdí a mis 2 mejores amigos, sino que a uno yo mismo lo aparte de mi vida, y no solo eso, también  lo lastime y lo humille, no supe apoyarlo ni comprender su dolor… y sé que esos años van a permanecer en tu memoria para siempre pero…yo quiero que…quiero que me perdones, en verdad lamento haberte herido y lastimado como lo hice, no lo merecías. -  milo agacho la mirada, Aioria volteo a ver en otra dirección, pensando.

-aun no confió en ti…- le hablo, limpiándose un par de lágrimas que habían caído sin que se diera cuenta. – necesito algo de tiempo. Tiempo para borrar los amargos recuerdos y…y dejar el pasado atrás.-

-puedo esperar. – dijo sincero y mirándolo a los ojos. Aioria entonces, sin pensarlo mucho, le tendió la mano para ayudarlo aponerse en pie, milo acepto su ayuda instantáneamente.

Al tenerlo cara a cara, Aioria lo acerco para ponerlo más cerca, sin dejar de sostener su mano firmemente. – más te vale no hacérmelo de nuevo. -

-nadie es perfecto, gato. –

-sí, eso lo sé, pero tú te pasas de imperfecto. –

Milo le sonrió como hace tiempo no lo hacía, como cuando eran amigos, Aioria al verlo no pudo evitar el sonreír también.

Fue entonces que los demás se acercaron a ellos. Alegres de ver que Aioria estaba volviendo a tener el mismo comportamiento que ellos conocían de niños.  Aioria volteo la mirada hacia Shaka, este le sonrió.

Si el perdonar lo llenaba de un sentimiento de paz y tranquilidad, los hacia una mejor persona, eso lo sabía y lo que ahora más deseaba era empezar de nuevo, vivir la vida tranquilo a pesar de solo contar con poco tiempo, pues las guerras estaban a la vuelta de la esquina, por esa razón, tenía que disfrutar de la vida lo que todavía le duraba y eso es precisamente lo que haría, disfrutar y tratar de olvidar todo aunque resultara difícil.

 

CONTINUARA….

Notas finales:

GRACIAS POR LEER,  espero lean el que sigue


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