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A TU LADO por run4fun

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Notas del capitulo:

HOLA!!

!Me alegre estar de vuelta! ya me tarde demaciado en postear un nuevo cap. pero ahora prometo no tardar mucho, si.

 MUCHAS GRACIAS, por seguir mi historia, y tambien por sus comentarios.

Espero disfruten de este cap. y esperen elque sigue, les prometo no tardar mucho esta vez ok.

ADIOS!!

UN NUEVO DESPERTAR

 

Las batallas que vivieron fueron: despiadadas y  sangrientas. Pero a pesar de todo, el bien siempre prevaleció. El mal fue alejándose de sus vidas, el mundo ya podía respirar en paz, por lo menos así lo esperaba, Athena; que la tierra fuera un lugar lleno de   paz y  armonía.

Zeus, decidió otorgarles una nueva vida a todos aquellos que murieron en combate, protegiendo  la tierra,  esto, a petición de su hija, Athena. Quien deseaba tener nuevamente a su lado a aquellos caballeros que la protegieron a costa de sus vidas y darles así  la oportunidad de volver a la vida, alejándolos de las garras de la muerte y del castigo de los dioses.

Así fue como, una vez más, sus corazones volvían a latir. Su respiración lentamente tomaba un ritmo normal, sus pieles abandonaban esa palidez  y frialdad; para adquirir un color matizado y un calor humano. Lentamente,  sus ojos se abrían  y dejaban  visualizar, poco a poco, los primeros rayos de luz. Al   sentir la brisa sobre sus rostros nuevamente, supieron  que habían regresado.  Estaban vivos, su diosa les había otorgado una nueva vida.

Se encontraban sorprendidos, pero  más que nada, agradecidos; pues tenían  lo que pensaban, no tendrían de nuevo, la oportunidad de verse y estar juntos.

Había sentimientos encontrados,  después de todo lo que paso, las batallas, las peleas. Pero  deseaban recuperar el tiempo perdido y arreglar cosas del pasado.

Aioria,  apenas y podía creer que estaba vivo, aunque  en esos momentos solo podía pensar en una persona, solo una. Lo busco con la mirada, lo vio recostado en un pilar; parecía muy cansado. Lo comprendía, pues  sus cuerpos, tras la resurrección,  estaban  tan débiles  y cansados, tanto así, que  apenas y podían permanecer en pie, pero eso no le impidió a Aioria moverse en su dirección.  Caminando  lo más rápido que sus piernas podían.

-¡HERMANO! – grito con la voz apagada. Aioros giro su vista rápidamente, tras escuchar la voz débil y titubeante de  su hermano menor. Aioria se acercó a él  y sin  decir nada lo abrazo invadido por la emoción y la alegría de tenerlo de nuevo.

-Aioria…- dijo en un susurro Aioros. Correspondió aquel  abrazo con la misma intensidad y con los mismos sentimientos que Aioria sentía al abrasarlo.

 Se sentía feliz, como hace mucho no lo había sido. Al fin podía estar al lado de su hermano, sin miedo de perderlo de nuevo, su corazón desbordaba de alegría.

-hermano…- Aioria ni siquiera podía decir palabra laguna, tan solo derramo un par de lágrimas, pero lágrimas de alegría, el vacío que había permanecido por años tras la muerte de su hermano, se llenaba nuevamente con su presencia.

-me hacías falta. – le dijo estrujándolo más. – mucha falta…-

Aioros, comenzó a acariciar sus risos dorados, como cuando era niño, para tranquilizarlo y transmitirle su cariño. - no voy a abandonarte de nuevo.- le dijo al oído. – estaré a tu lado, desde ahora hasta que mi vida se apague nuevamente. – Se apartó un poco para mirar a su hermano menor.

-Lo prometo.  – ambos se miraron a los ojos, por minutos, revelando en ellos los muchos sentimientos que los rondaban y que deseaban transmitirse.

 Aioros esbozo una leve sonrisa; Aioria le sonrió feliz y más tranquilo. 

 

 

-¡he estado anhelando este día desde su primera partida. Deseando verlos a todos ustedes vivos y  juntos, como ahora!  – hablo Athena, notoriamente alegre y entusiasmada. -yo les prometo que desde ahora, su vida ya no terminara en un campo de batalla, no, este es el tiempo para disfrutar y vivir como se lo merecen, mis queridos caballeros. –

Todos, se arrodillaron ante Athena, demostrando su: gratitud, respeto y sobre todo, su lealtad, pues no importara cuantas veces volvieran a la vida, siempre estarían cuidando de su diosa así como del bienestar de la tierra.  Eran caballeros y nunca dejarían de serlos, aun si su diosa les pidiera otra cosa.

Athena no hiso más que sonreír ante tal gesto. Sabía que sin importar cuantas veces revivieran, sus santos siempre estarían a su fiel y devoto servicio. -me alegra  saber que siguen siendo los mismos caballeros: valientes, leales y buenos que un día partieron de este mundo.- Athena les sonría. –  daré todo de mi para hacer de esta tierra un lugar seguro y pacífico, y creo que con su ayuda lo lograre sin precedentes. Gracias por decidir seguir a mi lado. – Athena hizo una leve reverencia ante sus caballeros dorados, ellos hicieron lo mismo.

La jornada transcurrió y todos los caballeros dorados, permanecían en el salón principal, reunidos y reencontrándose con sus sentimientos.

 

 

-vaya Shaka, hace mucho que no veía la duda, inseguridad  y temor mesclados en tu rostro. – Shaka volteo a ver a mu, quien se  acercó a él recostándose a su lado.

-si mu, a mí también me da gusto verte de nuevo, y sí, me siento bien. – dijo tratando de  ignorar las palabras de mu. – mu solo sonrió de lado.

-porque no vas y le hablas. – le dijo al oído al percibir como el caballero de virgo no despegaba la mirada de Aioria. – no va a comerte, aunque lo creas. – mu seguía molestando a Shaka, sin dejar de sonreírle. – además que yo recuerde, ustedes eran algo más que amigos, o no? – mu empujo a Shaka con el hombro. Shaka solo se sonrojo, apartando su rostro de mu.

- ¿dime, Shaka, a que le temes? -  pregunto en tono serio, Shaka solo bajo el rostro.

- al pasado. – Respondió, echando un suspiro.  Mu comprendía a qué se refería Shaka con aquella palabra.

– lo amo mu, lo ame desde el primer momento en el que lo vi y más cuando lo conocí, pero… temo que el…-Shaka callo sin poder terminar la oración.

Mu le dio una palmadita en el hombro, al percibir la tristeza de su amigo.-lo intenta, Shaka, créeme que intenta hacerte feliz y si te pidió iniciar una relación amorosa, fue porque así lo sentía. – Shaka alzo la mirada hacia Aioria.

-además, si hay alguien que ha logrado que Aioria salga de la oscuridad y volviera a sonreír luego de todo lo que le paso, fuiste tú, Shaka, nadie más que tú. – mu miro a Shaka detenidamente.

-ve, Shaka, ve por lo que es tuyo o… acaso te darás por vencido antes de intentar algo. – le dijo mu intentando animarlo.

Shaka se quedó pensativo, por un minuto. Volteo su mirada azulada hacia aquella persona que representaba un problema en su relación con el león. Aquella, quien tampoco apartaba su mirada de Aioria.

– yo creo que eso no va contigo, amigo. – sin decirle más, mu, se apartó para dirigirse hacia Aldebarán, quien conversaba alegremente con milo y Camus.

Shaka trago en seco, respiro hondo. No estaba muy seguro de lo que haría  o diría, pero mu tenía razón, darse por vencido y rendirse a sus temores no iba con él. Así que sin más preámbulos, se acercó a  Aioria. Este, se encontraba hablando con su hermano relajadamente.

-Aioria. – le llamo sereno, el aludido, volteo a verle sonriente. – Quisiera decirte…- pero Shaka no termino de hablar, pues Aioria  lo sostuvo de una mano para  acercarlo hacia Aioros.

-vamos, dile tu Shaka. – le dijo Aioria sin soltar su mano. Shaka no entendía de qué hablaba simplemente parpadeo un par de veces.

 – dile que tú y yo  andamos juntos, vamos dile, pues a mí no quiere creerme. -  Shaka se quedó callado, no esperaba que Aioria le hablara de su relación a su hermano.

-yo…bueno.- Shaka no hiso más que sonrojarse, al tener la mirada de los dos hermanos encima.

-no es que no te crea, Aioria. – aclaro Aioros con mirándolos a ambos con una sonrisa de lado y los brazos cruzados. - es solo que se me hace muy difícil de entender. – concluyo, acercándose a Shaka un poco más.

-gracias. – le dijo Aioros, sin dejar de mirarlo.  Shaka no entendía a qué se refería Aioros. – muchas gracias, por haberlo ayudado y cuidado en mi ausencia, en verdad, te lo agradezco. – Shaka, algo ruborizado, asintió levemente.

-no fue nada, en realidad…me hubiera gustado haber hecho más por el de lo que hice. – admitió apenado. Aioros solo le dedico una cándida sonrisa.

Ante sus palabras, Aioria apretó la mano de Shaka  afectivamente, se acercó a él para darle un fugaz beso y después abrazarlo.

Shaka estaba anonadado ante lo sucedido, pensaba que Aioria dejaría de lado su relación al tener a aquella persona tan cerca.

- pensé que tu…que tu no…- Aioria le rodeo la cintura, y se acercó a su oído.

-Shaka, el día que dije que: “quería olvidar mi pasado e iniciar una vida a tu lado” lo dije, porque eso es lo que más deseo. Quiero empezar de nuevo y te necesito a mi lado para ello. – le dijo, luego le beso la frente.

Shaka respiro aliviado,   sintiendo su corazón desbocar de alegría. Se aferró a Aioria lo más que pudo, recargando  su mentón en el hombro de Aioria. Casi sin proponérselo,  dirigió su vista  hacia aquella persona que perturbaba su paz. Esta, quien tras verlos, tan solo se alejó saliendo  rápidamente del salón, con expresión molesta. Pero eso le importa poco a Shaka, tenía a Aioria a su lado, eso era lo único que le importaba.

Aioria,  a su vez, se veía feliz.  Sentía que su vida estaba volviendo a reconstruirse. Con su hermano y con una persona tan especial como Shaka a su lado, creía que por fin las heridas del pasado sanarían por completo. Tenía la oportunidad de empezar una vez más y rehacer su vida, eso haría y   esta vez no dejaría que nada NI NADIE se interpusiera en su felicidad.

 

 

 

 

 

Lo primero que le vino a la mente a Saga, al ver nuevamente a Aioria, fue acercarse a ‘el, abrasarlo y pedirle perdón. Suplicarle que no lo abandonara  pues lo necesitaba más de lo que podía decir con palabras. Que lo dejara entrar en su vida de nuevo. El haría todo, lo que sea, para cambiar y ser digno de él.

Pero al verlo con Shaka, supo que eso no era posible. Aioria había reconstruido su vida, por lo menos eso parecía, pues se veía feliz al lado de Shaka. Quien lo culpaba, Aioria merecía lo mejor y el definitivamente jamás sería lo mejor para él. Además Aioria tenía muchos motivos para olvidarse de él y buscar la compañía de otra persona, eso lo  sabía muy bien.

Sin embargo, eso no hacia menos doloroso el verlo al lado de otra persona, saber que había sido fácilmente reemplazado. Sentirse ignorado por él,  pues en las muchas miradas que le lanzaba; Aioria jamás volteo a verlo. Era como si simplemente se hubiera olvidado de que existía y con ello, todo lo que hubo entre ellos algún día.

El verlo sonreír abiertamente, hablar  y comportarse como el niño que conoció hace mucho, lo hacía de alguna manera admirarlo más , amarlo, desearlo , pero ante todo, deseaba ser el motivo de esa felicidad, más aun, parte de ella. Pero  sabía que eso jamás pararía. Aioria solo lo tendría en mente como la persona que lo lastimo, humillo, uso y se burló de él, sin piedad.

Y sin poder observar  por más tiempo a la feliz pareja, salió del salón principal sin importarle que los demás  observaran su actitud extraña tras salir de esa manera tan abrupta.

 

 

Aioros se alejó de Aioria y Shaka, pues considero que ellos tenían cosas que platicar. También porque vio saga salir del salón de esa manera tan furisosa. Algo, que lo puso alerta.

 Estaba decidido a ir tras él y tener una conversación, con él, con respecto a Aioria. Hasta que sintió la presencia de alguien a su lado.

-tu hermano es admirable. – le hablo sereno aquella persona, con intenciones claras de entablar una conversación con él. – no solo nos perdonó, sino que es capaz de sonreír e intentar  empezar una vida de nuevo. –

-mi hermano siempre fue así, Shura,  y no tienes idea de lo orgulloso que me siento de él… de lo agradecido que estoy de verlo sonreír y verlo formar una relación con una persona a la que supo perdonar de corazón. –

Shura esbozo una leve sonrisa.- a mí también me alegra mucho ver que es feliz…después de lo mal que lo paso... –

Aioros bajo la mirada, era consiente de todo lo malo que padeció su hermano tras su muerte las humillaciones, los acosos, la injusticia, el desprecio al que fue sometido siendo  tan pequeño.  lo martirizaba y acongojaba de sobre manera. Pero no quería mostrarse triste, no quería que Aioria viera sus miedos ni tristeza, no, el solo quería que lo viera  como el hermano que conocía   alegre, amable y cariñoso,  aunque él sabía que una parte esa persona murió hace mucho.

- Aioros…yo quisiera pedirte…-

-no importa, Shura. – lo interrumpió  mirándolo de reojo. – el pasado ya no importa más. –Shura esbozo una media sonrisa e intento acercarse más a Aioros, pero este solo se alejó. Mirándolo  seriamente y de manera fría   algo que sorprendió a Shura.

-hay cosas que nunca más volverán a ser como lo eran antes, Shura, así que espero entiendas que lo único que me importa es la felicidad de mi hermano, nada más. Todo lo concerniente a mi pasado quedo ahí, en el pasado. –Shura quiso decir algo, pero Aioros no lo dejo hablar.

-con permiso, Shura. – Aioros se dirigió hacia la salida.

 Shura lo miro alejarse en silencio y con el corazón estrujado.  Las palabras de Aioros le  dejaron en claro que su relación solo fue parte del pasado y que no volvería a tomar lugar, por lómenos no en esa vida. Shura lo comprendió,  se sintió: dolido, frustrado, culpable y molesto pues pensó que aún tenía alguna posibilidad con el arquero, ya  que él jamás dejo de pensar en él, ni mucho menos, dejo de amarlo. Pero al parecer no había solución a su relación, Aioros estaba decidido a dejarlo en el pasado. Entonces se maldijo a sí mismo, y también a Saga, pues el en gran parte era causante de  lo sucedido.

 

….

 

-¡maldita sea! – grito saga frustrado y molesto.

Se recostó en un pilar tratando de  tranquilizarse y  mantener la compostura, pero le resultaba imposible, no quería darse a la idea de que Aioria lo había olvidado y que ahora Shaka era la persona que ocupaba su corazón.

- soy un imbécil, un maldito imbécil…por sentirme así, -se dijo asimismo alterado. - ¡que rayos esperaba! que Aioria me mirara como si nada hubiera pasado, como si aún fuera aquel adolecente que una vez conocí, - poso su mano derecha en su frente sudorosa. - si  era obvio que esto pasaría… pero…entonces por qué… por qué me siento tan mal…- dijo mirando al cielo, sin poder apartar  la imagen de Aioria con Shaka, de su mente.

-vaya hermanito, otra vez hablando solo, eso no es buena señal. – hablo Kanon burlón, mientras se le acercaba. Saga lo miro de reojo mientras echaba otra maldición.

-que rayos quieres. – le reclamo molesto, pues en esos momentos lo que menos necesitaba  era soportar las tonterías de su gemelo. 

-tu sabes que mi pasatiempo favorito, es joderte la vida. – le respondió, con una sínica sonrisa clavada en su rostro.

Saga solo endureció su mirada. – porque no mejor vas a besarle los pies a Athena por haber dejado que un estorbo como tu volviera a la vida.- le dijo esto cruzándose de brazos.

Kanon solo hecho una gran carcajada.  El molestarse y picarse el uno al otro, se podía decir que era su manera de expresarse su afecto.

-no, mejor porque, tú, no vas a quitarle el novio a Shaka, con las ganas que tienes, yo diría que  ya te estas tardando. – saga arrugo el entrecejo y apretó los puños al oírlo.

- para serte sincero. – prosiguió, sabiendo que había dado en el clavo. -  me sorprende,  que no fueras derechito a esa feliz pareja para robarte a ese león y llevártelo a la cama, siendo tan egoísta y un completo patán, es lo más natural en ti, o me equivoco? –

-mejor cierra tu maldita boca, antes de que yo te la cierre para siempre. – siseo en tono amenazante y muy molesto.

- in-ten- ta- lo. – le dijo mientras  tocaba su pecho con el dedo índice a modo provocativo.  Saga estaba por lanzar el primer golpe, pero…

-Saga. – la voz de Aioros lo detuvo, ambos gemelos, voltearon en dirección a Aioros, quien permanecía con los brazos cruzados y con una cara de pocos amigos, haciendo suponer  que ya llevaba un tiempo ahí, escuchando su “conversación”.

Lentamente saga bajo su puño, mientras que Kanon, solo bufo molesto al haberse interrumpido su pelea.

-me imagino que los “amigos” tienen muchas cursilerías que decirse, así que mejor me largo. – Kanon regreso al salón, no sin antes echarle una mirada burlona a su hermano.

-discúlpalo, solo es un idiota…-  dijo saga mirando en dirección hacia donde su hermano había desaparecido  poco antes.

-ha de ser de familia.- mascullo  Aioros desganado, saga volteo a mirarlo enarcando una ceja.

Se notaba la tensión en el ambiente, pues tanto saga como Aioros permanecían el silencio. Saga se encontraba algo nervioso, en tanto  Aioros, parecía meditar las palabras que diría.

Echando un hondo suspiro y tomando acopio de toda su serenidad, Aioros se dirigió a saga. – dime una cosa Saga. – Aioros  lo miro a los ojos serio como nunca antes, saga lo miro expectante.

-¿qué es lo que buscas de mi hermano?- pregunto sin tapujos.

Saga se vio sorprendido, aparto la mirada de la de Aioros sin decir nada por un momento.- ¿a qué te refieres? –

Aioros bufo molesto, esa no era la respuesta que esperaba, pero si saga prefería darse por desentendido, estaba bien, entonces no andaría con más rodeos, solo ira al grano.-- hay muchas cosas que se, saga, cosas  que pasaron entre tú y mi hermano y  que por el bien de todos deseo olvidar…- se notaba la rabia que sentía al decir esas palabras, saga solo bajo la mirada, inmutable y silencioso, sabiendo a que se refería Aioros.

-pero sabes algo, eso no me importa. – saga lo miro algo sorprendido. Aioros continúo. – yo solo quiero que mi hermano sea feliz, quiero y deseo que lo sea. – saga vio como Aioros caminaba para darle la espalda.

-y veré que así sea, Saga, me asegurare de que mi hermano sea feliz,  no dejare que nadie interfiera o disturbe su paz, entiendes? – Aioros lo miro por sobre el hombro por unos minutos, saga solo asintió levemente.

Entonces Aioros se fue alejando para  ingresar nuevamente al salón donde los demás seguían reunidos.

- estoy jodido. – mascullo cansado mientras dejaba salir todo el oxígeno que retenido mientras estaba con Aioros.

Fijo su vista en el  firmamento, pensativo.

Entendía que Aioros viera por el bienestar de su hermano, y le sorprendió, que, sabiendo lo que sabía, no lo golpeara o siquiera le reclamara, aunque le lanzó una advertencia muy clara, si él se acercaba a Aioria nuevamente, entonces vería de lo que era capaz.

Se froto la cien,  si, su nueva vida parecería ser igual a las otras, un completo desastre y fastidio.  – una vida de porquería. – finalizo agobiado.

Cambio su expresión de preocupación a uno de tristeza y melancolía.–si tan solo tu…- sabía que sin impórtale nada, haría todo para estar al lado de Aioria, solo deseaba que él le diera una señal de que sentía algo por él, de ser así, su vida entera sería diferente, no le importaría ni Aioros ni los demás, solo Aioria, pero sabía que eso no pasaría, Aioria solo parecía querer  olvidar que alguna vez lo conoció.

- Aioria…- dijo en un susurro, sabía que si quería hacer algo por él, lo mejor era mantenerse lo más lejos posible  de él y dejarlo rehacer su vida, tranquilamente; después de todo, se lo merecía.

Pero como hacer eso, como apartarse de él,  si lo deseaba con cada parte de su cuerpo, si al tan solo verlo de nuevo su corazón le latía sin parar y lo hacía recordar  al adolecente bello e inocente  que  poseyó incontables veces  con: lujuria,  deseo, pasión y amor, aunque el otro quizá no haya sentido nada de ello.

-tal vez solo en mis recuerdos pueda tenerte nuevamente, aunque me temo que eso no es suficiente, jamás será suficiente.- termino diciendo, dirigiendo su mirada hacia el salón, donde se escuchaban las risas y el bullicio de sus compañeros.

Cansado y sin ganas de nada, se dirigió hacia su templo, quería descansar, ordenar sus pensamientos y sentimientos, sí, eso quizá serviría de algo.

 

CONTINUARA…

Notas finales:

gracias por leer y...!!HASTA EL SIGUIENTEEE!!


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