El viaje siempre lo desgastaba y sentía su cuerpo más pesado que de costumbre, era peor si llevaba a personas consigo eso lo sabía.
Tras reponerse del trance que le causo el viaje, abrió los ojos para encontrarse nuevamente con ese lugar, todo era como lo recordaba, un poco más lúgubre, pero nada que no se le familiarizara.
-bueno. – hablo llamando la atención de dos caballeros parados delante de él. – será mejor que nos demos prisa, detesto el calor que emana este lugar, es muy sofocante. – saga camino rumbo una de las cuevas.
-la verdad yo no comprendo cómo es que revivieron ciertas personas,- hablo Shura mirando de reojo a saga y death. – Personas que no merecían ni el perdón ni la compasión de Athena,– saga volteo su mirada furioso, al igual que Death. Shura solo esbozo en leve sonrisa mientras se adelantaba.
-tal vez tengas razones para sentirse “indignado”. – le hablo saga confrontándolo cara a cara. – pero te recuerdo que ese no es asunto tuyo sino de Athena así que si a alguien le debo alguna rendición de mis actos es a ella a nadie más, así que mejor deja de lado tus comentarios y tu rencor, que estamos aquí por un asunto muy importante y es mejor que te mantengas concentrado en la misión. – saga se veía sumamente molesto, en tanto Shura solo permanecía pasible e indiferente.
Caminaron en silencio absoluto, saga iba al frente Death y Shura lo seguían sin muchos ánimos.
Saga se detuvo al divisar una cueva. -según me indico Athena, Ares, está encerrado dentro de un cofre, el cual se encuentras oculto en una de estas cuevas. – Señalo a la distancia.- lo que tenemos que hacer es sellar el cofre con el sello que la misma Athena firmo con su sangre y debemos asegurarnos de hacerlo antes de que el otro sello pierda su fuerza, después, llevaremos el cofre al santuario, ahí estará bien vigilado y más seguro. –
-no entiendo por qué demonios venimos lo tres. – hablo Shura luego de una largo silencio. – con uno hubiera bastado. – poso una mano detrás de su nuca. Saga lo miro molesto ya le estaba comenzando a fastidiar su actitud,
-se necesita la colaboración de los tres, ya que este lugar es muy peligroso, así que mientras estamos aquí debemos permanecer unidos.- sentencio saga, tomando la delantera y esperando a que sus compañeros lo siguieran por detrás.
…
Revisaron todas las cuevas, pero no había ni rastro del cofre, ya cansados y muy incomodos con la compañía, se acercaron a la última cueva, la más grande y peligrosa de todas.
-bien, el cofre de seguro debe de estar ahí dentro. – saga asomo la vista dentro.
- mientras yo y Death nos adentramos, tú, - señalo a Shura, - te encargaras de que ningún ente entre a esta cueva mientras nosotros, ingresamos y nos encargamos de hallar el cofre. –
- quien eres tú para decidir eso. – Shura hablaba molesto y con los puños estrujados, odiaba que saga le diera órdenes nuevamente.
-por si no lo recuerdas, Athena me encargo a mi esta misión, así que los dos están bajo mi cargo y por lo tanto harán lo que yo les diga. – hablo serio y confrontándolo cara a cara. Shura estaba por lanzarle un golpe, ya tenía muchas ganas de desahogar su rabia y frustración.
-calmados, imbéciles. – los detuvo Death interfiriendo mientras mantenía una leve sonrisa en su rostro.
-si les parece yo me quedo a vigilar, de todas maneras, si aquí afuera estamos en un calor de mierda no quiero ni imaginarme como estará ahí dentro, así que prefiero quedarme a vigilar. –
- ¡claro que no, no pienso, estar a solas con este patán imbécil!– grito Shura exaltado, saga solo se quedó callado, apretando los puños, su paciencia tenía un límite y ya estaba llegando al tope.
- saben que ¡hagan lo que les de la puta gana! – mascullo molesto saga, mientras se adentraba solo a la oscura cueva, ante la mirada perpleja de Shura y Death.
…
Saga caminaba agitado, el autocontrol ya lo estaba abandonando, sentía que en cualquier momento se vendría abajo.
-Primero lo de Aioria y ahora tengo que lidiar con toda esta porquería…-renegaba su suerte.
Caminaba con cautela cuidándose de no caer en la lava caliente que rondaba el lugar, sin dejar de mirar hacia los lados en busca del dichoso cofre, pero no había ni rastro de este.
Elimino un poco de cosmos para abrirse paso por los lugares más cerrados.
Al fin, después de buscarlo por más de tres horas, encontró el cofre incrustado en una piedra rojiza, se veía deslumbrante y brillante.
Se acercó cauteloso, concentro un poco su cosmos en un puno para luego liberarlo contra la roca que tenía incrustado el cofre. Una vez liberado el cofre, saga lo cogió entre sus manos.
Al tener en sus manos nuevamente el cofre, sintió la poderosa energía maligna que emanaba de él. Ganas de abrir el cofre no le faltaron, la curiosidad de saber qué pasaría si lo hacia lo rondaba.
-no me digas que eres tan imbécil como para cometer el mismo error dos veces. – la voz de Death resonó en su espalda.
-claro que no… Yo solo lo observaba.-hablo saga tratando de recuperar la compostura, tras ser pillado.
-bien, ya tenemos lo que buscábamos, ahora podemos largarnos, este lugar se cae a pedazos.- hablo Death desganado. Saga solo lo miro de reojo, si tenía razón. Tras derribar esa enorme piedra se desestabilizo los alrededores de la montaña y debían salir pronto si no querían terminar aplastados ahí dentro.
Saga miraba el sello a punto de romperse, así que se puso en pie rápidamente.
-sí, mejor vámonos. Si este sello se rompe no quiero ni imaginarle lo que pueda pasar. –hablo saga mirando atento el cofre, sintiendo un aura muy extraña llamándolo.
-ten. -saga le entrego el cofre a Death, no quería tener consigo ese objeto. – mejor llévalo tú. –
-¿qué? Acaso temes que Ares salga y te vuelva a usar como su marioneta. – dijo Death tratando de molestarlo, saga lo miro furioso ese tema era muy delicado y para nada gracioso.
Negó con la cabeza, se calmó antes de dar el primer paso hacia la salida. Death solo amplio su sonrisa mientras observaba el cofre que tenía en sus manos.
Ambos se dirigían hacia la salida en un silencio muy incómodo.
– al fin de cuentas termine haciendo yo todo el maldito trabajo. – pensó para sí mismo saga furioso.
-ya que nos encontramos a solas, hay algo que quiero decirte. – hablo Death de improvisto, saga solo lo escucho sin ánimos.
-de que se trata.- dijo sin mirarlo.
-se trata de Aioria. – hablo Death mirándolo, saga solo arrugo el entre cejo, que rayos podía decirle el sobre Aioria, considerando que él era causante directo de toda su desdicha.
-no creo que quieras hablar de él. – dijo a secas y apurando el paso.
-sí, pero ya que empezamos una nueva vida…- Death miro en cofre que traía entre sus manos. – deseo redimir todas mis culpas y para eso necesito decirte unas cuantas cosas sobre el pasado. – saga detuvo su andar ya fastidiado con la situación.
-habla de una vez; no quiero rostizarme aquí dentro ni terminar aplastado. – se cruzó de brazos y volteo a mirarlo, serio como nunca antes.
-bien. – dijo mientras lo miraba a los ojos. – ya sabes que la venganza que Aioria planeo en contra tuya no salió muy bien que digamos, ya que, hubo un complot. – Death parecía entretenido mientras saga escuchaba todo apretando los puños cada vez más.
– - Pero…–- lo que no sabes es que el té odiaba tanto, que no dudo en recurrir a mí para lastimarte. - Death rondo a saga.
-¿qué dices? – Saga lo miro muy molesto con ganas de borrarle esa sonrisa burlona de su rostro con un puñete. Death no se inmuto ante la amenaza de enfadar a saga, más bien, tomo asiento en una roca mientras depositaba el cofre en el suelo.
-así es….Aioria fue capaz de todo con tal de vengarse de ti, incluso…-lo miro de reojo para ver su reacción. - … meterse en mi cama. – soltó de repente. Fue entonces qua saga acercó a él tomándolo de la ropa para alzarlo del suelo.
-¡cállate! maldita escoria humana. – siseo a unos centímetros de su rostro.
-déjame decirte algo más…-hablaba apenas.- Aioria te amo…- saga enarco una ceja pero no dejo de ejercer esa precio en su cuello. – sé que te amo, porque solo el amor lo hizo permanecer por tanto tiempo a tu lado luego de tener que soportar todo lo que le hiciste….sin terminar volviéndose loco. - le dijo sonriente. Saga lo soltó tirándolo al suelo con todas sus fuerzas.
-sé… que él no me va a perdonar nunca lo que le hice, es más, cada que pasa por mi templo solo se limita a pasar sin decirme nada, sin mirarme, como si ignorara que estoy presente, tal vez me lo merezco, pero para serte sincero eso no me interesa, su indiferencia ni me va ni me viene. – le sonrió. - Aunque…por lo que veo a ti si te afecta. – saga quería lanzar el primer golpe, para que negarlo tenía ganas de desahogar su rabia, dolor e ira contra alguien y quien mejor que el causante de lo malo en su relación con Aioria.
-¡que rayos creen que hacen! – Shura apareció partiendo en dos los enormes pedazos de roca que amenazaban con caer sobre ellos. -
-acaso no se dan cuenta de que este lugar se viene abajo, además de que debemos llevar ese cofre ante Athena antes de que ese sello se. – hablo muy molesto.
Entonces saga dirigió su mirada hacia el cofre, rápidamente abrió un portal para salir de ese lugar.
-¡Shura trae ese cofre! – le grito, Shura de mala gana obedeció cogiéndolo para luego acercarse a saga. Este mantuvo el portal por unos minutos.
Death intento acercarse, pero una enorme piedra cayo, interponiéndose en su camino y dejando un rastro de polvo que le nublo lo la vista.
- ¡oye espérame idiota! – grito Death pues saga estaba por cerrar el portal
-te veo en el santuario. – le sonrió con malicia, para luego cerrar el portal ante sus ojos.
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Shura sostenía fuertemente el cofre entre sus manos, en tanto trataba de normalizar su respiración sin dejar de mirar a saga de reojo, la verdad no le interesaba lo que había pasado entre ellos. En ese momento lo único que quería era llevar ese cofre ante Athena lo más pronto posible.
-yo no pienso dar explicaciones de nada.– le dijo Shura a saga serio, mientras se alejaba para dirigirse rápidamente hacia el templo principal, donde Athena los esperaba.
Saga solo se recostó en el suelo completamente cansado, mantenía una sonrisa de satisfacción tras lo ocurrido, no le importaba como regresaría Death, solo sabía que no le sería fácil. Y eso le regalaba algo de felicidad, Death pagaría de alguna manera lo que le hiso a Aioria.
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-no me importa cuánto me cueste, te sacare de mi cabeza….ya no voy a derramar una lágrima por ti. Te lo juro… Saga no voy a permitir que me lastimes…ya no. – Aioria de puso en pie se limpió las lágrimas que caían, salió de su recamara decidido.
….
Abrió los ojos desmesuradamente, afuera de su templo se encontraba saga recostado en una de las paredes de su sala. No lo podía creer, intento darse media vuelta e ingresar a su recamara mas ya era tarde, saga lo había visto. Ya no podía huir, si tenía que hablar con saga lo haría, además eso fue lo que se prometió a sí mismo, saga ya no representaría ningún peligro ni lo lastimaría más, asumirá todo con la mayor serenidad y tranquilidad posible, le demostraría a saga que el ya no representaba nada importante en su vida.
Con esa idea en la mente, se acercó a él, al verlo de más cerca noto su estado, tenía la ropa toda sucia, el cabello alborotado y algunos raspones con sangre que drenaban de unas heridas pequeñas. Supuso que ya había vuelto de la misión que Athena le había encomendado.
-¿te sucede algo saga?- le hablo lo más serio posible. Saga lo miro a los ojos. – ¿qué es lo que te trae hasta mi templo?
Saga se acercó un poco más a Aioria. – No lo sé…-sonrió de lado y desvió su mirada, era la verdad saga en esos momentos no tenía idea de lo que hacía. Tan solo al descender por los templos hacia él suyo no pudo seguir su camino, al llegar al templo de leo se detuvo.
-yo solo…quería verte…- alzo la mirada hacia él, Aioria enarco una ceja confundido y molesto “quería verlo? que demonios tenía entre manos, porque le decía eso”
Hecho un hondo suspiro no caería en sus trampas nuevamente.
-saga, será mejor que vayas a tu templo, creo que la misión de hoy te desgasto, así que ve a descansar y a reponerte. – le dijo lo sereno.
Después de eso un incómodo silencio se hiso presente, Aioria decidió ya no darle más importancia a saga así que le dio la espalda. – ve y descansa, caballero. – dijo tratando de sonar lo más sereno y serio posible, dando por terminada esa platica. Sin embargo no pudo alejarse, pues la mano de saga se lo impidió.
-no…espera…- saga parecía otro, no le importaba nada más en esos momentos que estar cerca de Aioria. –no te vayas…quédate conmigo.-
Aioria no supo que sentir, el corazón le palpito desenfrenadamente al oír a saga decir esas palabras…y la manera en la que el suplicaba. No lo podía creer. No podía creer lo que pasaba.
-¡que pretendes! – Aioria se soltó de él, para luego volver a verlo a la cara.
-no te entiendo. – le dijo saga con la voz apenas audible y sin apartar su mirada de la de Aioria.
Aioria por otro lado hacia uso de todo su auto control para calmarse, no quería cometer ninguna estupidez, saga no lo valía.
-vete…vete saga…no estás bien…- Aioria nuevamente le dio la espalda intento dejar ahí la conversación y no darle mayor importancia a lo que saga le decía, aunque le resultaba difícil, debía irse, su interior le gritaba apartarse de saga lo más pronto posible, y así lo hiso, comenzó a caminar hacia su recámara.
-te amo…-
Se detuvo, esas dos simples palabras lo desestabilizaron todo su cuerpo se tambaleo y la respiración se le acelero. Trato de controlar sus emociones y sentimientos. Pero le fue muy difícil, oír esas dos palabras dichas por la persona que lo hacia lo descontrolaron por completo, lentamente volteo a verlo.
-¿qué dijiste?- su voz sonó seca y fría, como si la ira y el dolor de repente se hubieran apoderado de el por completo.
Saga sin importarle las consecuencias se acercó a Aioria, si debía de arriesgarse para tener a Aioria nuevamente lo haría, ya estaba harto de lamentarse tenía que hacer algo para recuperar, al que el sabia, era el amor de su vida y haría todo, sin importa nada.
-yo te amo…Aioria.- le dijo acercándose peligrosamente a Aioria.
Aioria no daba crédito a lo que oía y presenciaba, acaso ese era uno de sus sueños…acaso estaba desvariando…no…saga…saga no podía decirle eso…no tenía derecho a decirle eso, no podía destrozar su vida de nuevo, no lo permitiría.
Lo miro a los ojos con rabia contenida… saga no arruinaría su vida de esa manera, no destruiría la paz y tranquilidad que había conseguido, no, esta vez saga pagaría las consecuencias de todos sus actos.
Continuara….