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A TU LADO por run4fun

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Notas del capitulo:

HOLA!


gracias por su apoyo y por leer este fic, en verdad muchas gracias espero les guste este nuevo cap.


 

-¡Por qué…por qué te empeñas en lastimarme, porque no me dejas en paz y  ser feliz! – le grito con lágrimas en los ojos, lleno de rabia y dolor.

-quiero, pero no puedo, NO PUEDO SACERTE DE MI CORAZON! – hablo saga desesperado, intentaba a cercarse a Aioria, mas este se alejaba cada vez que lo hacía. -dime que hago con este sentimiento que me mata por dentro, por favor dime…ayúdame, yo ya no puedo más.-

-no te creo…eso lo dices para lastimarme de nuevo, para burlarte de mí maldito demente! –le grito empujándolo. Saga solo agacho la mirada.

-Ver cara a cara tu traición me ha abierto  los ojos saga, yo ya no soy más el niño que una vez conociste, ahora  me doy cuenta de que para ti nunca fui importante, no, tu solo jugaste conmigo,  me usaste,  te burlaste de mí, me humillaste de la peor manera! – grito frustrado  con los ojos aguados, empujándolo con cada   palabra dicha. -  y ahora crees poder volver a hacer lo mismo,! he! Crees que puedes venir aquí para decirme toda esa sarta de mentiras y verme la cara de  imbécil otra vez, pues no, lárgate…lárgate de mi vida de una vez por todas.  –grito desahogando todo ese dolor y rabia que llevaba guardando por tanto tiempo.

-¡vamos lárgate!-volvió a empujarlo.

 

Saga entonces reacciono, lo tomo  de las manos con algo de fuerza, todo lo que le dijo le dolió en verdad.-tu eres igual a mi…- lo hablo en tono sombrío, acercándolo más a él, Aioria solo abrió los ojos confundido y algo asustado por la cercanía. – tu planeaste una sucia venganza, acaso ya lo olvidaste?…Tú fingías amor por mí solo para hacerme daño y  eso no te hace mejor persona que yo. -

-tienes razón, yo te mentí. – se soltó de su agarre alejándolo de él. - sí, fingía  sentir  algo por ti, porque deseaba lastimarte, deseaba hacerte daño, te lo merecías…- saga se quedó quieto con los puños apretados. – pero…pero a pesar de todo yo…yo cometí la estupidez de enamorarme de ti…de dejar que te metieras en mi corazón. –hablo apenas, sin controlar el torrente de lágrimas que drenaban de sus ojos.

-Aioria…-intento tocarlo, aunque en esos momentos se veía más distante que nunca.

-¡DEJAME! – grito exasperado. – déjame vivir mi vida en paz, aléjate  de mí. Pues ahora lo único que quiero es que te alejes de mí, no quiero ni siquiera verte ni saberte cerca. – le dijo mirándolo con rabia y desprecio.

-pero yo…-saga intento sostenerlo de nuevo.

- ya lo oíste, caballero de géminis, así que será mejor que obedezcas. – la voz de Shaka resonó en el lugar, el hace rato que permanecía oculto, escuchando la conversación.

- esto no es contigo Shaka, así que no te metas. – le dijo con mucho coraje y rabia.

-si es asunto mío, pues si se trata de Aioria es asunto mío. – lo confronto interponiéndose entre él y Aioria.- así que será mejor que te largues, o me veré en la necesidad de sacarte  yo mismo.-Shaka también se notaba molesto y tenso por la situación. No permitiría que saga hiciera sufrir más a Aioria.

-atrévete si puedes.- saga se le acercó peligrosamente, comenzando a elevar su cosmos.

-¡BASTA! – grito Aioria sin contener sus emociones. – basta  no más, saga lárgate, no quiero verte no te quiero más en mi vida, ¡LARGATE!. – le grito interponiéndose entre Shaka y el.

Saga indignado y con los puños fuertemente apretados salió del quinto templo.  No sin antes echarle una mirada asesina a Shaka.

Tras la salida de saga, Aioria se vino abajo.

-¡por qué, por que, por que! – grito golpeando el piso con fuerza, tratando de desahogar en algo su dolor.

Shaka se arrodillo ante él, mirándolo atento.

-cálmate Aioria…el ya no va a hacerte daño…es más, si tú quieres yo hablare con Athena, para que saga se mantenga lo más alejado de ti. –

-es…es que no puedo creer que esto me esté pasando de nuevo…yo…yo planeaba dejarlo todo en el pasado, olvidar lo que paso…todo lo que paso, pero…-

Shaka entonces lo rodeo en un abrazo, para tranquilizarlo Aioria le correspondió el abrazo e intento contener esas lagrimas que seguían saliendo de sus ojos.

 

 

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-¡MALDITA SEA! – grito saga, tras entrar en el templo de géminis, sobresaltando a su hermano quien permanecía sentado hojeando un libro.

-¡JODER!

Kanon se acercó a saga, mientras este tiraba al suelo todo lo que tenía en frente. -oye, oye tranquilízate. Si, vas a despertar a los niños. –

Saga no le prestó atención a su hermano, solo  comenzó a descargar la ira y frustración que llevaba dentro, destruyendo el templo. Lanzaba golpes contra los pilares y las paredes, todos se iba al suelo para romperse. Saga, estaba descontrolado, sentía arder por dentro y nada parecía apaciguarlo. Hasta que Kanon, cansado de la situación,  lo detuvo, sosteniéndolo a duras penas por detrás.

-¡suéltame! – grito exasperado e intentando soltarse del agarre de su hermano.

-para que, para que termines de destruir este templo, no manito, recuerda que este también es mi templo y  no voy a dejar que lo destruyas a pedazos, así que mejor cálmate de una maldita vez si no quieres que te de tu medicina. – Kanon seguía sosteniendo a saga, con fuerza, saga intento por todos los medios  soltarse de Kanon, mas parecía imposible. Ambos forcejeaban, Kanon no lo soltaría hasta que saga se calamara.

Cuando a saga se le acabaron las fuerzas, dejo de forcejear, Kanon entonces disminuyo la fuerza de su agarre.

-ya, estas calmado o todavía tienes ganas de  armar alboroto. – le dijo al oído. Saga lo miro de reojo.

-ya, ya, suéltame. – saga se soltó de Kanon para luego dejarse caer de rodillas al suelo completamente exhausto.

-pero mira nada mas como dejarte todo. – saga alzo la vita para ver las deplorables condiciones en las que había quedado su templo. Kanon solo negó con la cabeza, al momento en el que se sentaba al lado de su hermano en el suelo. -  en verdad que no tienes remedio.- lo miro, saga solo agacho la mirada para luego dejar caer un par de lágrimas mientras maldecía a todo el mundo.

-¿qué paso?-

-¡nada!- grito molesto y frustrado, poniéndose de en pie. Para dirigirse a la salida de su templo.

-¡espera, adonde crees que vas! – Kanon se interpuso en su camino.

-quítate de mi camino…-espeto con rabia.

-y si no me da la gana. – lo miro desafiante, saga furioso lo aparto de un empujón.

Kanon sabía que saga necesitaba desahogar la ira y frustración que llevaba dentro.

-¡no vayas a hacer ninguna estupidez! – le grito a la distancia, saga no se detuvo decencia los escalones con paso firme.

 

 

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-¡Aioros! – le grito Shura al verlo a lo lejos, Aioros no tuvo otra que girar a  verlo.

-necesito hablar contigo. -

-no es buen momento Shura, tengo que ir al templo de mi hermano. –

- tú también lo sentiste...- susurro.

-sí, el cosmos de saga esta inestable…como hace tiempo.- Shura agacho la mirada, Aioros volteo a ver al templo de su hermano preocupado.

-tengo que ver que mi hermano este bien.-

-te acompaño. –

-no es necesario.- Aioros dijo seriamente, iba a descender hasta que sintió una poderosa cosmos energía acercándose.

-caballeros.-

Tanto Shura como Aioros se agacharon ante Athena.

-si mi señora. – dijeron al uní solo.

-sé que lo que les voy a pedir suena extraño pero…quiero que permanezcan en sus templos, hasta que se los ordene. – tanto Shura como Aioros miraron a su diosa sin entender nada.

-¿quisiera saber por qué? – pregunto Aioros.

-necesito que mediten…he notado que ambos aun guardan rencor hacia uno de sus compañeros, por eso quiero  que se queden en sus respectivos  templos y mediten…les pido que traten de alejar ese sentimiento que aparte de herir a su compañero los lastima  a ustedes convirtiéndolos en personas que no son.-

-Athena…-

Ambos agacharon la cabeza avergonzados, sabían a que se refería su diosa, ellos todavía guardaban un profundo rencor hacia saga.

-por favor traten de entender a su compañero…y perdónenlo como yo lo he hecho. – le dio la espalda. – Sé que lo harán…- volteo a mirarlos, ambos asintieron.

-quiero que todos mis caballeros sean  enteramente felices.-con ese pensamiento en su cabeza, Athena ascendió a su salón esperanzada de que todo resultara como ella esperaba.

Tras la partida de Athena, Shura volteo su mirada hacia Aioros, quien mantenía los puños cerrados sin dejar de mirar hacia el tercer templo.

-es una orden directa de Athena…así que será mejor regresar a nuestros templos…- le dijo Shura serio aunque la presencia de Aioros lo llenara de sentimientos encontrados.

-Aioria…- susurro Aioros angustiado. Cuantas ganas tenía de ir a su templo e ir a ver como estaba.

--tranquilo…el estará bien…siempre encuentra la manera de solucionar sus problemas por sí mismo, es fuerte y capaz de sobre ponerse a lo que sea. – le dijo Shura posando una mano en su hombro, entonces Aioros volteo a verlo con un dejo de tristeza.

Aioros agacho la mirada resignado. Mientras volvía a su templo con Shura acompañándolo.

 

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-Shaka…me da gusto verte.- hablo Athena ni bien vio al caballero del sexto templo parado en el salón esperándola.

-mi señora. – le dijo arrodillándose ante ella.

-perdone que haya venido a estas horas a molestarla,  pero hay algo muy importante que quisiera pedirle…-hablaba  Shaka con la mirada gacha.

-dime. -

–Usted sabe muy bien sobre mis intenciones y sentimientos hacia cierto caballero.- hablo para después echar un hondo suspiro.-y yo…yo quería pedirle que me ayudara a…-

-entiendo Shaka. – lo interrumpió. -  se perfectamente lo que sientes.- se acercó a Shaka para tomarlo de la mano y pedirle que se pusiera en pie. – pero… antes de que me pidas algo yo quisiera pedirte algo a ti.- apretó su mano. Shaka alzo la mirada hacia Athena confundido.

-dígame. – le dijo haciendo una reverencia.

-ven…necesito que me acompañes a un lugar. – Athena sin soltar la mano de Shaka lo guio a fuera de su salón.

 

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Aioria pretendía descansar, lo que paso con saga lo dejo agobiado y decaído,  en esos momentos deseaba olvidarse de todo, solo quiera cerrar los ojos y tratar de conciliar el sueño.

Hasta que un estrepitoso ruido lo sobre salto, se levantó rápidamente para ver de qué se trataba, al abrir la puerta de su recamara se encontró con una nada grata sorpresa.

-¡SAGA! –

Abrió los ojos anonadado, pues saga estaba frente suyo mirándolo atentamente,  parte de su ropa estaba desgarrada además de que tenía unos moretones en su cuerpo, posible consecuencia de una pelea,  se tambaleaba  y sus ojos estaban rojos.

-¡qué demonios haces aquí! – le grito furioso, pensaba que después de la conversación que tuvieron no vería más a saga. Pues ya había dejado en claro que  no lo quería cerca de él.

-¿no me invitas a pasar?- saga le sonrió de lado. Aioria no sabía que decir, la actitud de saga lo dejaba totalmente desconcertado.

 Saga Intento dar un paso hacia adelante pero tambaleo.

-que demonios…- Aioria lo atrapo antes de que se cayera al suelo, era obvio que saga no estaba en todos sus sentidos.

- hueles tan bien…- le susurro al oído, Aioria se estremeció por completo.

-¡estas ebrio! –lo alejo de si rápidamente, dejándolo   caer en su cama.

-llamare a tu hermano, yo no tengo porque soportarte y menos en ese estado tan deplorable. – Aioria pretendía salir de su recamara, mas saga se lo impidió.

- no, no te vayas….por favor, déjame estar aquí contigo. – saga le imploraba  desesperado,  ya no había rastro del hombre frívolo,  arrogante y soberbio que un día lo sometió sin piedad…como cambiaban las cosas.

-por favor no me dejes…- lo tomo de los hombros. – te necesito…-

-Estoy cansado, harto de esta estupidez. – dijo mirándolo con rabia. -no me interesa oírte así que suéltame o…

-¡o que! Vas a traer a tu hermano y a tu remedo de novio para que los tres juntos me  partan el rostro, no me interesa, me vale y sabes por qué, porque TE AMO, maldita sea, y no tolero que prefieras al rubierete ese antes que a mí, no lo soporto…tu eres mío y no puedes ser de nadie más…-

-¡Cállate!- le grito  empujándolo. – Crees que me importa, - sonrió con vileza – porque demonios me importaría saber  cómo te sientes.-lo miro a los ojos con desdén.

-              Si a ti no te importa mi dolor, nunca te importo como me sentía,  y sabes porque.-  se le acerco más, hasta tenerlo cara a cara. – porque en el fondo  no eres más que un bastardo egoísta, un mentiroso, un maldito cínico  que hace lo que le viene en gana sin importarle nada, si, no eres más que un malnacido  que no…-

Antes de que Aioria dijera algo más. Saga se lanzó hacia el ferozmente en busca de su  labios aprisionándolos con fuerza y estrujándolo entre sus brazos para evitar que se apartara de él.

 Fue un momento, uno momento de total desconcierto para el de leo, quien no sabía que hacer… por un momento  se dejó llevar, sin embargo abrió los ojos en grande al darse cuenta de lo que pasaba, intento por todos los medios de hacer que saga los soltara y cuando lo consiguió no hiso más que propinarle un golpe en el rostro, un golpe cargado de rabia, dolor y odio.

-¡NUNCA! – grito,  mirándolo con odio y desprecio  infinito. – ¡NUNCA VUELVAS A TOCARME! – su respiración era errática y su corazón no dejaba de latir desenfrenado aun podía sentir la calidez de los labios de saga en los suyos y eso lo asqueaba tanto como lo asustaba.

Saga solo se puso en pie lentamente, y sonrió, algo dentro de él se desarmo con tan solo sentir a Aioria de nuevo.

Aioria se dirigió a la puerta para salir de ahí lo más pronto posible.

-si…si en verdad me odias, tanto como aseguras tan vehementemente. –hablo con la voz gruesa, Aioria se detuvo al oírlo, mas no volteo a verlo.

-porque me correspondiste el beso…- Aioria se quedó tieso.  Saga sonrió para sí mismo. Algo de todo eso lo hacía sentirse mejor. – porque temblaste y parecías no querer que me detuviera. – se la acerco por detrás. - Porque me dio la impresión de que querías más. –

Aioria entonces volteo a mirarlo, con los ojos llenos de lágrimas, no podía, simplemente no podía con todo eso.

Trago grueso, no dejaría su orgullo atrás, eso era lo único que lo mantenía en pie.

-¡vete al infierno, Maldito!–

Sin decir más salió corriendo no le importó nada, solo quería alejarse de saga, alejarse lo más lejos posible aunque sabía que no importara cuanto corriera no podía negar que lo que saga le dijo era verdad, él le correspondió al beso, aunque solo por un breve momento, pero lo hiso, y se odio por eso y odia que saga se hubiera dado cuenta, lo odiaba por burlarse de el de esa manera tan descarada. Ahora más que nunca lo detestaba tanto como el mismo se odiaba.

 

Después que Aioria se hubiese ido de esa manera, saga se limpió la sangre que corría por la comisura de sus labios.

-¡MALDICION! – golpeo la pared con fuerza, se odio por hacerle eso a la persona que más amaba, por lastimarla de esa manera.  Aioria no lo perdonaría, estaba seguro de que esta vez lo había perdido para siempre.

- ESTUPIDO, ESTUPIDO. -  se reprendía una y otra vez, su impulsividad otra vez le costó caro.

-Aioria…-

No podía dejar las cosas así, él lo amaba tanto como Aioria a pesar de decirle lo  contrario, él lo sabía y más ahora al haberle correspondido ese beso.

Así que se puso en pie  y, decidido como nunca antes, salió en busca de  Aioria. lograría como sea que el aceptara su enfermizo amor, porque eso era lo que ambos sentían, un amor enfermizo que los lastimaba, pero al mismo tiempo sabían que  solo ese amor podía curar su heridas.

 

Continuara….

Notas finales:

Muchas gracias por leer, pronto posteare el gran final, espero contar con su apoyo.’

Hasta el siguiente!!


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