DECIR ADIÓS
Aioria permanecía en su templo, se había metido ahí luego de salir del salón principal.
-Aioria…- Aioros intento acercarse a su hermano, mas Shaka se lo impidió, alejándolo discretamente de la recamara del custodio de leo.
-quiero hablar con mi hermano…necesito estar con el…-
-lo sé, pero creo que lo mejor por ahora es dejarlo solo. – le hablo serio, Aioros lo miro confundido.
-pero yo solo quiero…-
–cuando Aioria se sienta mejor, entonces podrás hablar con él, pero ahora te aseguro que no es buen momento. --le dijo mirándolo a los ojos, Aioros agacho la mirada. – -no te preocupes Aioros, yo lo cuidare.-
Aioros alzo la mirada hacia la recamara de su hermano, podía escuchar sus sollozos y los gritos ahogados que emitía, se lamentó interiormente no poder ayudarlo, no poder ser ese soporte que el necesitaba, pues aunque no le agradaba tenía que admitir que Shaka tenía razón; Aioria necesitaba estar solo.
Frustrado, golpeo una pared. – prometí…le prometí mis padres que cuidaría de mi hermano…yo…les jure que lo cuidaría siempre…- Aioros se recostó en la pared.
-créeme Aioros, para Aioria no ha habido mejor hermano que tu…hiciste lo mejor, lo cuidaste lo mejor que pudiste. –
-no…yo lo deje solo siendo tan pequeño…por mi culpa el…-
Shaka sujeto a Aioros de los hombros, tratando de darle apoyo. –Aioros ya no vale la pena que te martirices por ello, Aioria jamás se perdonaría que tú te sintieras así por su causa, te ama, te ama como a nadie y es por eso que no desea verte sufrir por el…entiéndelo Aioros. –
Aioros hecho un hondo suspiro tratando de relajarse.
..;..
Aioria deseaba tanto olvidarse de todo lo que había pasado, dejar de sentirse tan miserable, por causa de saga.
-¡no me importa! No me importa nada de lo que hagas!- Aioria gritaba desesperado, tratando de convencerse asimismo de aquello.
– No me importa…-se dejó caer al suelo para llorar amargamente, como cuando era niño.
Se veía asustado y dolido, por todo lo que había sucedido. No entendía como es que le dolía tanto que saga se fuera para siempre de su vida, si eso era lo que más deseaba, él quería que saga lo dejará en paz, el verlo solo le traía malos y dolorosos recuerdos.
-no te quiero...no te quiero cerca de mi…por mi puedes irte lejos, no deseo verte nunca ¡ nunca más! . - trataba convencerse de ello a toda costas, pero le costaba, le costaba mucho.
Shaka solo lo observaba a lo lejos, atento a todo lo que Aioria hacia y decía. Agacho la cabeza, el comportamiento de Aioria solo le confirmaba algo, algo que sabía de sobra.
Era hora de actuar, de hacer lo correcto, se lo prometió a su diosa, el haría lo que tenía que hacer.
<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>>>
Saga salió del salón principal, luego de pedirle disculpas, una vez más, a su diosa y a sus compañeros, para después despedirse, no fue nada fácil pero lo hiso.
Deseaba tanto hablar con Aioria, por lo menor poder despedirse de él, desearle lo mejor, decirle que no deseaba causarle más daño, pero tal precia que eso era imposible, Aioria ya no deseaba verlo.
Entro al templo de géminis, todo se veía tan sombrío, tan vacío, como nunca antes lo estuvo.
Por un momento, recuerdos vinieron a su cabeza. Recordó la primera vez que piso ese templo, se sentía tan orgulloso de sí mismo, por haber logrado lo que algunos creían imposible…recordó también a Aioros, él siempre fue su amigo incondicional, él fue quien lo ayudo, animo e insto a seguir adelante siempre, que luchara por lo que quería. Lo admiraba tanto, tanto que llego a confundir sus sentimientos hacia su mejor amigo, sí, porque desde un principio se había empeñado en creer que Aioros era solo para el que, pero las cosas no eran así, se equivocó y ese error le costó muy caro, no solo perdió a su mejor amigo, sino que también se perdió a sí mismo, ya no sabía lo que era ni lo que hacía ahí, además de perder a la persona que más amaba en el mundo; Aioria.
También perdió el honor y la dignificación que significaba portar la armadura dorada, su armadura… o por lo menos así era pues el mismo renuncio a ella. La, se acercó a ella, acaricio. Sonrió con melancolía, se había esforzado tanto para conseguirla, lucho y se entrenó día y noche para poder llegar a ser merecedor de ella. Dejo todo de sí para convertirse en caballero, de joven, quería luchar por la justicia, ese era su propósito, juro luchar por Athena, pero el destino fue cruel, y el tampoco actuó debidamente y las consecuencias se dejaban ver justo ahora.
Se preguntaba mentalmente que hubiera pasado si él no hubiera actuado tan mezquinamente, si hubiera aceptado que Aioros sea el patriarca como estaba predestinado, que hubiera sido entonces de Aioria… hubiera sido feliz?, ¿se hubiera fijado en él? ¿Se amarían?
Negó con la cabeza, ya no valía la pena pensar en el pasado, todo ya estaba hecho ya no había vuelta atrás. Todo estaba hecho y Aioria, Aioria ahora lo odiaba y deseaba olvidarse de él, sonrió con amargura.
Vio una asombra cerca de él. Se paró y miro a su acompañante.
-Kanon…-dijo en un susurro.
Kanon permanecía recostado en un pilar, con los brazos cruzados, no le quitaba la mirada de encima a saga ni a la armadura dorada.
-¿Qué, ahora piensas hacerte el mártir y darle alivio y paz a todos en este maldito santuario? – pregunto Kanon molesto.
-no sé porque te comportas así…si lo que tu más querías era quitarme la armadura de géminis, que querías ser el único custodio de este templo, o me lo vas a negar?-
-claro que sí, yo quería, pero no de esta manera. –se acercó a él sin dejar de mirarlo a los ojos. - yo te quería demostrar que soy mejor que tú que, en un duelo cuerpo a cuerpo, yo soy mejor que tú y que puedo vencerte.–
-eso ya no es necesario, Kanon. –bajo la mirada.
-escúchame, yo no quiero tu puesto ni la armadura, solo…solo quiero que sepas, que si tu sales de este santuario, yo no pretendo quedarme por más tiempo. –
-no, tú tienes que quedarte. –le dijo algo desesperado.
-yo soy dueño de mi vida y por más que Athena me lo ordene, me iré, yo tampoco pretendo estar cerca de personas a las que no soporto. –
-lo mismo decías de mí, siempre decías que no me soportabas. –
-sí, pero es diferente, a ti te tengo que soportar quiera o no porque eres mi hermano. Pero a esos imbéciles, no, yo tengo por qué soportarlos.-
-entiende, tú debes de permanecer aquí. No me iria tranquilo si tú no te quedas como mi sucesor. –
-yo haré lo que me venga en gana, ¿recuerdas? soy dueño de mi vida. –
-sí, tienes razón, pero…
-¿pero qué? Ya que tú haces cualquier estupidez, Yo haré lo que se me antoje.-Kanon no pretendía cambiar de parecer.
- está bien…de seguro este lugar no va a extrañar a un par de inadaptados como nosotros. – hablo saga resignado, Kanon sonrió victorioso.
-es una lástima…pensé que podrías demostrarle a los demás, que Kanon de géminis, no se deja doblegar por nadie, pensé que eras lo suficientemente fuerte como para quedarte y cerrarle la boca a los demás, pero bueno, está bien si prefieres irte y huir igual que yo. –
-no trates hacerme cambiar de parecer, saga, dije que me iré y así lo hare, no importa lo que digas. – le dijo molesto por su comentario.
-no te estoy diciendo lo contrario, solo digo que…si tú también te vas, géminis va a estar muy vacío y desprotegido…. recuerdo cuando un templo del zodíaco se quedó vacío…pasaron muchas cosas.-
-por qué te importa tanto este lugar…-hablo a lo bajo Kanon, comprendiendo las insinuaciones de saga.
Saga solo agacho la mirada. -si yo te lo pidiera…lo cuidarías por mi…-dijo en un susurro, Kanon desvió la mirada.
-está bien…me quedare, pero solo lo hago para que todos en este lugar siempre tengan presente que los géminis somos mejores que ellos y si tu presencia les parecía abrumadora no han sentido la mía…- Kanon sonrió malicioso, saga solo esbozo una leve sonrisa, sabía que su hermano lo hacía porque se lo pedía, lo hacía por él.
-gracias…-le dijo tratando de controlar las lágrimas que salían de sus ojos, Kanon desvió su mirada, tampoco quería que saga viera lo mucho que le afectaba que lo dejara.
-bueno, creo que ya es hora de que te vayas, pues solo bajo la luz de la luna podrías irte sin que nadie te joda. – le dijo mientras se acercaba a un sillón y se dejaba caer completamente exhausto.
-quiero que hagas algo más por mí…-hablo de repente. Kanon volteo a verlo intrigado.
-no te pases, está bien que me ponga buena honda pero…no es para que abuses de mi buena voluntad. – dijo algo desganado, saga se acercó para ponerse en frente de él.
-Por favor….-lo miro a los ojos. Kanon resoplo tratando de parecer agobiado.
-está bien… ya que será el último favor que te hago…-
Entonces saga saco una carta de entre su ropa.
--quiero que le entregues esta carta a Aioria, cuando yo ya me haya ido, dásela. –
-hablas enserio…quieres que yo, le entregue una carta tuya a ese gato…. –
-te lo suplico…de ser posible yo le hubiera dicho persónamele todo lo que hay en la carta pero...no creo que desee verme nunca más…-
-y tú crees que a mi si….queramos o no, ese gato va a confundirme contigo, si te odia, por lógica odiara verme a mi también. Así que no, no lo hare, mejor pídeselo a otro porque no lo voy a hacer –
-no tengo a nadie más…y es impórtate que Aioria reciba la carta…por favor…si no lo haces no me iré en paz…-le suplico saga, Kanon lo miro de reojo
-debe de estar hablando una de tus múltiples personalidades…verdad?- dijo desganado, saga seguía extendiéndole la carta, Kanon hecho un hondo suspiro antes de decir. - está bien, pero no te prometo controlar mi boca cuando lo tenga frente mío. –
Saga solo sonrió de lado, amaba a su hermano, lo quería mucho y lamentaba mucho no haberse llevado mejor con él, aunque ellos siempre encontraban la manera de demostrarse su afecto.
<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>>>
Aioria seguía encerrado en su templo, al parecer no saldría de ahí hasta que saga se hubiera ido.
Shaka lo observo detenidamente, cada palabra, cada gesto, cada mirada. Entonces comprendió que era el momento de hacer lo correcto, antes de que sea demasiado tarde.
Shaka ingreso a la recamara de Aioria, este permanencia en al suelo mirando el techo, tratado de mitigar el dolor que sentía en el pecho, cosa que no parecía ser imposible, pues por más que se repitiera una y otra vez que la partida de saga no le importaba en lo más mínimo, no podía evitar que le todo eso le resultara terriblemente doloroso.
-Shaka…- susurro al verlo de reojo.
Este se sentó a su lado, en su típica posición de loto, no dijeron nada, por un tiempo el silencio se apodero del lugar.
-he sido un egoísta…yo…todo este tiempo…no he sido más que un egoísta.- Shaka hablo de repente, Aioria lo miro sin comprender a que se refería.
-Shaka…por qué…-
-por favor Aioria…deja que te lo diga, necesito decírtelo…- Shaka se acercó a él para mirarlo a los ojos, esos ojos que hace tanto no veía Aioria.
-yo…lo sabía….siempre supe cómo te sentías, pero no quise entender la realidad, me negué a ver lo que te pasaba…a pesar de saber todo….- Shaka hablaba con un nudo en la garganta, le dolía tanto decir todo aquello, pero necesitaba hacerlo sino jamás estaría en paz nuevamente. – yo quise retenerte a mi lado, quise que me amaras, que me amaras tal y como lo amas a el…-
Aioria abrió los ojos anonadado, no entendía porque Shaka le decía todo aquello, ni que quería lograr con todo eso.
-no…yo…no…-
-Aioria.- Shaka entonces cogió las manos de Aioria. – quiero, por sobre todas las cosas, que tú seas feliz, en verdad deseo que lo seas, y si tu felicidad está al lado de otra persona, no me importa dejarte ir… no me importa si amas a otra persona…tampoco me importa que esa persona sea saga….
-no…- Aioria negó con la cabeza, mientras un sentimiento indescriptible se apoderaba de él.
-Shaka…tú no puedes estar pidiéndome esto…tu…tu no…no entiendes…-
-yo entiendo, entiendo perfectamente, ahora más que nunca sé que no puedes amarme como lo has intentado, porque tu corazón ya tiene dueño, porque tu solo has amado y amaras a una sola persona y esa persona es…-
-¡NO! – Aioria se soltó del agarre de Shaka para ponerse en pie de golpe.- no tu no tienes idea de l oque me estás diciendo, ¡tú no sabes nada! –
-Aioria, ya deja de mentirte, ya deja de sufrir, date cuenta de que tu felicidad solo está al lado de saga, date cuenta de que lo amas, de que en realidad nunca has dejado de amarlo, y por más que llores, maldigas y te lamentes, nada va a cambiar, saga va a seguir en tu corazón…-
-no quiero oírte…no quiero…cállate…no quiero que sigas hablando…- Aioria se tapó los oídos, todo el cuerpo comenzó a temblar y sus lágrimas no dejaban de salir.-
-tu eres el único que no quiere entender, el único que pretende seguir guardando rencor en su corazón, el único que prefiere dejar a la persona que ama, por su orgullo…todos en este santuario se dan cuenta, todos lo saben, incluso Athena, por eso me pidió que hablara contigo, por eso me dijo que te ayudara a salir de ese infierno en el que te refugias…Aioria, entiende por favor… solo el perdonar a saga te hará feliz, tú lo necesitas porque lo amas…
-¡CALLATE!- grito furioso como nuca antes.
-Aioria…yo…solo quiero que…-
-lárgate…, no me importa nada de lo que digas. ¡No quiero oírte más! - Aioria se acercó a Shaka intimidante. – solo vete…vete de aquí…-
…-Shaka bajo la mirada.- creo que el único que quiere seguir sufriendo por gusto eres tú…y eso me pone tan triste…-
-vete…- Aioria no lo miro solo le dio la espalda.
Shaka no dijo más, salió de la recamara de Aioria, triste y decepcionado, esperaba que Aioria entendiera y que pudiera al fin ser feliz, pero al parecer Aioria no quería saber nada de saga, para Aioria saga era la persona que más odiaba en el mundo.
--es más fácil engañar a las personas que tratar de convencerlos de que están equivocados…-
<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>>>
Saga se encontraba en la salida del templo de géminis, miro el santuario por un tiempo hasta que decidió que ya era hora de partir, entonces tomo una bolsa, ahí guardaba alguna de sus ropas y cosas que creía necesarias para su viaje, por alguna razón no acepto el dinero que Athena le ofreció para que iniciara una nueva vida en otro lugar, ahora se ponía a pensar, porque no lo hiso…si él no tenía nada ni en que caerse muerto…. Hecho un hondo suspiro y miro al cielo. Definitivamente tenía que empezar desde cero.
Kanon se acercó a él, saga volteo a mirarlo. Extendió su mano, Kanon lo miro por unos segundos antes de lanzarse a estrechar su mano con fuerza.
No dijeron nada, solo se miraron a los ojos por un tiempo…hasta que saga soltó su mano y se alejó del templo.
Kanon lo vio alejarse…hasta que desapareció dentro del templo de cáncer.
-no te preocupes hermanito…yo hare que regreses, más pronto de lo que crees…- Kanon miro entonces hacia el templo de leo, tomo la carta de saga entre sus manos.
- ya lo veras…-
<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>>>
Saga decenio los escalones lentamente, no le prestó atención a las burlas e insinuaciones que hacia Deathmask, más bien lo ignoro y se aguantó las ganas que tenia de darle una paliza.
Los guardianes de Aries y tauro, lo despidieron deseándole lo mejor en su nueva travesía, saga les agradeció, a pesar de todo, ellos eran unos de los pocos que no lo miraban con superioridad ni pretendían reprocharle nada.
Cuando por fin salió del templo de Aries, dejo salir un suspiro antes de aventurarse a continuar su camino, no miro atrás, pues desde ese momento solo miraría hacia adelante.
-Adiós, Aioria…- dijo en un susurro, para después retomar su camino, lejos del santuario.
<<<<<<<<<<.>>>>>>>>>>>>
-nadie entiende, nadie entiende como me siento, todos están mal….- Aioria lloraba y maldecía una y otra vez solo en la oscuridad de su templo.
-no cederé, yo no te quiero…tu no mereces nada, nada…-
Aioria lloro en el suelo de su templo hasta que sintió la presencia de alguien más cerca de él.
Se dio la vuelta, vio una sombra que parecía observarlo atentamente.
-¿quién es?- Aioria no recibió respuesta alguna, entonces decidió acercarse más.
La figura poco a poco tomaba forma, fue entonces que Aioria abrió los ojos en grande.
-saga…- susurro tratando de controlar sus emociones. No sabía que hacer o como reaccionas tan solo se acercó más a esa sombra, hasta tenerlo frente a frente.
Continuaraa…