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A TU LADO por run4fun

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Notas del capitulo:

Hola!!

Gracias por seguir el fic, quiero comentarles que subí mi fic a Wattpad a sugerencia de Luli, gracias por tus comentarios y por la sugerencia. En verdad soy nueva en ese sitio web, pero espero sigan el fic, pues trataré de corregir algunos errores gramaticales y también pondré  ayudas visuales, para ayudar con la ambientación del fic XD.

Espero lo lean y lo sigan, les dejo el link por si quieren visitar el fic.

https://www.wattpad.com/user/Acelerate_lml

 

 

Capítulo final….

¡! HASTA EL FINAL!!

 

Bueno este "ultimo"  capítulo tendrá tres partes…siii muy confuso pero así será, lo siento por si creían que este era el último,  JEJE, pero eso si les prometo que la próxima semana subo la continuación.

Gracias por todo su apoyo y perdonen por la espera, espero no defraudarlos con el final, que ya está pronto.

Espero no se molesten por el mega giro argumental que se viene. XD

Gracias por leer!!

HASTA EL FINAL (PARTE I)

 

-¡¿Qué haces aquí?!-grito, tratando de controlar el torrente de emociones que le recorrían  en esos momentos.

-que no dijiste que te largarías, pues hazlo de una maldita vez, no quiero verte nunca más, así que vete, vamos ¡LARGATE! –le gritaba con mucha rabia y desesperación. Sin embargo la persona frente suyo no dijo nada, solo se acercó más a Aioria, Aioria desconcertado y nervioso  retrocedió a la par que la otra persona avanzaba. Hasta que su espalda choco contra una pared.

-esa es manera de tratar a una visita, si he recibido mayor cordialidad en el templo de cáncer.- le sonrió con cinismo, para acercarse más a su rostro, viéndolo directamente a los ojos.

Entonces Aioria pudo notar que la persona en frente suyo no era saga, sino su hermano gemelo.

-Kanon…- dijo en un susurro. Sonaba algo decepcionado, pero no dejo que la otra persona lo notara.

-esperabas a otra persona, ¿verdad?-

Entonces, volvió a tomar una actitud a la defensiva y grotesca.-que quieres aquí, ¿acaso saga te mando? Qué? no es lo suficientemente hombre como para decirme las cosas a la cara.-

Kanon se molestó por el comentario de Aioria, poso ambas manos en la pared, a los costados de la cabeza de Aioria sin dejar de mirarlo a los ojos, ambos lucían desafiantes.

 Kanon jamás se dejaba intimidar por nadie, más bien él era el que solía hacer que otras personas se estremecieran tan solo con su presencia.

-siento decepcionar tu ego, pero saga no me mando, de hecho, mi hermanito querido y bien amado, se fue hace más  de dos horas…- le dijo con una media sonrisa en el rostro.

 Aioria abrió los ojos, un temblor involuntario se apodero de él, por un momento las fuerzas lo abandonaron y su expresión en su rostro cambio, estaba dolido, se sentía herido, pues saga ya se había ido, se había ido para siempre y ni siquiera le dijo adiós.

-te vez algo perturbado por la noticia, dime, acaso te decepciona que mi hermano ni siquiera se haya molestado en decirte adiós…- Kanon no dejaba de sonreírle con descaro.

Aioria no dijo nada, solo agacho la mirada, apretando los puños fuertemente.

-que esperabas, después de todo, tú lo mandaste a la chingada, tú fuiste el que lo orillo a esto…tú tienes la culpa de que saga se haga largado de este santuario…- le dijo al oído.

Aioria reacciono, empujo a Kanon para alejarlo de si, mirándolo a su vez con rabia y desprecio.

-¡con qué derecho tú vienes a mi templo a decirme todo esto, si tú no eres nadie, nadie, para reprocharme absolutamente nada!-le grito colérico.

-qué carácter el tuyo…si pareces un fiera. –dijo sin dejar de mostrarle su sonrisa burlona.

-¡qué demonios quieres aquí, lárgate! – Aioria estaba fuera de sí, Kanon despertaba su frustración e ira con mucha facilidad, además, Aioria no podía evitar el compararlo con su hermano.

-obviamente no estoy aquí por gusto, sino porque tengo una encomienda.  Además hace mucho he querido conversar contigo para decirte unas cuantas verdades.-

-tu y yo no tenemos absolutamente nada de qué hablar, así que lárgate. –

-¿estás seguro? – lo miro insinuador.

-lárgate, no me interesa nada de lo que quieras decirme, ya bastante tuve con  soportar a tu maldito hermano como para que ahora tu vengas a joderme también. –Aioria  se veía agitado y muy exaltado.

-con el carácter que te cargas no tengo idea de que pudo haber visto saga en ti, si no eres del tipo de persona que le gus…- un golpe lo hiso callar, Aioria se veía molesto y lo miraba con odio y rabia contenida.

Kanon sonrió para sí, sabía que se merecía ese golpe, pero él era así, directo e impulsivo, simplemente decía lo  primero que se le venía a la cabeza, además, tampoco se iba a dejar  tratar de esa manera. No, él no era como su hermano y eso se lo dejaría muy en claro a Aioria.

-lárgate si no quieres que yo mismo te saque. – lo amenazo, mirándolo detenidamente.

Kanon de sostuvo la mirada y más que alejase de Aioria, se acercó más a él.

-inténtalo.- dijo desafiante.

Aioria no estaba de humor, ya se le había acabado la paciencia que poseía, además no estaba como para soportar por más tiempo los  reproches de Kanon ni su descarado comportamiento.

Sin más, intento cogerlo del brazo para sacarlo. Kanon no solo se soltó del agarre de Aioria, si no que le agarro de ambas manos con fuerza.

-dije que tenía cosas que decirte y no me iré sin que me escuches. Así que ponte cómodo y escucha…- Kanon lo puso en un sillón, Aioria lo miraba molesto y muy furioso. Cuantas ganas tenía de golpearlo y desahogar su frustración y dolor.

-no es mucho lo que te quiero decir, así que escucha ya  luego podrás llorar, maldecir, lamentarte  y gritar en la soledad de tu templo.-Kanon se acercó a Aioria poniéndose frente a él. Este lo miraba con rabia contenida.

 

-no…no me interesa, no me importa nada de lo que tengas que decirme,  así que, si tú no te largas, entonces me iré yo.- Aioria rápidamente se puso en pie e intento cruzar la salida de su templo, pero Kanon se interpuso en su camino.

-eso es lo que te hace sentir mejor, echarle la culpa de todos tus malditos problemas, déjame decirte que el papel de víctima te queda muy bien, siempre sabes hacerte el mártir, hacer que los demás solo sientan lastima por ti…tengan pena y te vean como alguien tan indefenso que no es capaz de nada por sí mismo.-

-¡cállate! –le grito furioso propinándole otro golpe, Kanon escupió un poco de sangre, alzo la mirada para mirarle con una sonrisa.

-sabes algo, creí que podría convencerte para que  cambiaras de opinión con respecto a mi hermano, de hacerte ver que estas equivocado, de tratar  que entendieras que saga te ama y que te necesita como a nadie pero…- lo miro a los ojos con desdén.

-pero creo que las cosas están mejor así, sí, creo que saga vivirá muy feliz lejos de ti, lejos de todas estas personas que le guardan tanto rencor y todo lo que este lugar le causo, si,  es mejor que se olvide de todo, en especial del amor que siente por ti, porque una persona tan resentida,  llena de odio  y rabia como tú, solo lo haría sufrir. – lo miro a los ojos. -  contigo jamás sería feliz, a tu lado solo se sentiría sofocado e inseguro de todo, tratando de complacer los caprichitos de un niñato que es incapaz de perdonar y de sentir otra cosa que no sea resentimiento hacia el…-

Aioria intento propinarle otro golpe, pero Kanon  ágilmente lo esquivo y cogió la mano de Aioria con fuerza. Aioria lo miraba cada vez más furioso y con ganas de borrarle esa sonrisa cínica en su rostro.

-sí, creo que todos estamos mejor así….no te parece?-Kanon no dejaba de sonreírle con malicie.- y  ya mejor me voy…no deseo permanecer más tiempo cerca de alguien como tu.- Kanon soltó la mano de Aioria para luego darle la espalda. Sin meditarlo más, salió del templo de leo,  se fue alejando con paso firme hacia su templo.

 

 

….

 

Tras haber salido, Kanon dejo salir un hondo suspiro, se veía agobiado y melancólico.- lo siento hermano pero…pero yo creo que lo mejor es dejar las cosas como están…el…él no es capaz de comprender ni mucho menos de perdonar…guarda demasiado rencor en su corazón y eso se ve a simple vista….- tomo la carta entre sus manos.

-perdóname por no cumplir con mi promesa.- alzo la vista al cielo.- espero que adonde sea que vayas  te encuentre mejor que  aquí…-dijo en un susurro.

Lentamente descendió rumbo a su templo.

 

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Athena daba vueltas en su recamara, caminaba de un lado a otro. Meditando y pensando una y otra vez en todo lo que había acontecido con saga, su repentina decisión y las consecuencias que traería. Se veía muy preocupada, sobre todo por uno de sus caballeros.

-no…no es bueno que uno de mis santos albergue tanto resentimiento en su corazón…no…debo hacer algo…- Athena miro en dirección hacia el templo de leo.- me hubiera gustado que mis caballeros se dieran cuenta de que el único camino que los hará libres es el perdonar y el permanecer juntos, que Aioria perdone de corazón y que saga deje de sentirse tan culpable y miserable por todo lo  que causo en su vida…pero…- bajo la mirada, pues nada salió como esperaba, ni Aioria dio su brazo a torcer ni saga lucho por lo que quería.

--Es mejor hablar con Aioria yo misma y hacerlo entender, antes de que algo malo llegue a suceder. -Athena temía que tal como paso con saga, el corazón de Aioria se llene de sentimientos muy confusos y termine emocionalmente perturbado.

--Aioria…- dijo en un susurro.

 

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-¡Nooo! – Aioria destrozo cuantas cosas pudo, la ira, decepción y dolor que envergaban su corazón lo hacían perder el auto control y la calma, simplemente pensaba que había llegado a su límite y francamente no sabía qué hacer para tener la calma que tanto deseaba.

Ya  tenía todo lo que quería…a su hermano…la amistad de sus compañeros…su vida y su honor estaban restaurados… además Saga ya no representaba un problema en su vida, es más, ahora estaba lejos de él, había renunciado a su armadura a todo lo que era, por el…estaba lejos de él.

Se dejó caer al suelo, cansado, triste, contrariado, resentido   y con el corazón dividido en mil pedazos.

-ya no está…el…el ya no me hará más daño con su presencia…se fue, se fue para siempre.- Aioria se cogió de los cabellos con fuerza, cuanto deseaba sacar ese sentimiento que no deseaba, ese que lo hacía desear que saga no se hubiera ido, cuanto deseaba olvidarse de él.

-no te quiero…no te quiero…te odio, te odio… Y jamás voy a perdonarte. Tú tienes la culpa de todo lo malo en mi vida, ¡TE ODIO!– grito, su corazón cada vez estaba más  llenó de amargura, sentimientos confusos y dolorosos. Pero él no daría su brazo a torcer, por más que una parte de el estuviera destrozada, jamás admitiría que se sentía así por culpa de saga, por su partida.

De repente escucho un ruido, algo que lo hiso sobre saltarse, fue un susurro, recordaba esa voz…esa voz que parecía llamarlo desde lo más profundo de su ser, oculto en sus pensamientos.

Abrió los ojos en grande,  su respiración era errática, los latidos en su corazón se aceleraron, tenía calor mucho calor y se sentía sofocado.

Sintió la urgencia de apagar ese fuego que parecía quemarlo, rápidamente corrió hacia su baño y abrió la pila de la regadera; se metió con todo y ropa.

Pero el calor no desaparecía, solo se incrementada, hasta un temblor involuntario se hiso presente en su cuerpo.

Se miró al espejo, aun con la respiración agitada.

-Aioria…-le llamo de nuevo, esa voz en su cabeza.

Cerro los ojos para concentrarse mejor, había escuchado esa voz antes…le había escuchado, no recordaba cuándo ni dónde, pero estaba seguro de haberla escuchado antes. Poso ambas manos en su cabeza.

-Aioria…es hora…es hora de actuar…solo me quedas tu…-

-No…- Aioria se golpeó una y otra vez la cabeza con ambas manos, con fuerza,  tratando de sacar esa voz de su cabeza.

-si…Aioria…mi pequeño niño…tú me perteneces…recuerdas?…una vez me hiciste una favor y ahora…ahora necesito que me ayudes nuevamente…-

-no…esto…esto no está pasando…- Aioria estaba confundido, sentía que perdía el control de sí mismo.

- no tienes opción… Aioria…tu harás todo lo que yo te diga…tu eres mío…-

-no…déjame…!déjame en paz!-

 Aioria sentía que tanto el calor como el temblor en su cuerpo se incrementaban sin que él pudiera evitarlo. Débil y emocionalmente sofocado como se encontraba se dejó caer al suelo cuando  un punzante dolor en su cabeza se hizo presente.

-HAAAAAAAA! - El dolor era tan fuerte  que lo hiso dar gritos de dolor.

Tanto Shaka como Aioros corrieron a ver qué era lo que Aioria tenía pues sus gritos eran descargadores y se escuchaban a distancia.

-¡AIORIA! –cuando Aioros ingreso vio a Aioria en el piso convulsionando y negando repetidas veces con la cabeza.

Rápidamente  los tomo en brazos y lo recostó en su cama, pero Aioria seguía convulsionando.

-¡¿qué  tienes, por favor reacciona?!- Aioros hablaba desesperado.

-no…no entiendo que es lo que le pasa…hace un momento sentía su cosmos alterado Y  ahora parece estar peleando internamente con alguien.- Shaka miraba a Aioria angustiado, tratando de controlar los espasmos en su cuerpo, pero parecía imposible.

Aioros desesperado se posó sobre él, intentando controlar y disminuir los temblores en el cuerpo de Aioria.

-¡por favor Aioria, reacciona!- Aioros se veía sumamente preocupado por su hermano, no sabía qué hacer.

-iré por Shion y Athena. – hablo Shaka.

-¡sí, ve rápido! – grito Aioros, cuando Shaka se disponía a ir en busca de Athena y Shion, Aioria dejo de temblar, permanecía quieto y pasible.

Tanto Aioros como Shaka se sorprendieron al ver que como Aioria se reincorporaba, como si nada hubiera pasado.

-Aioria.- Aioros se acercó a él y lo abraso. Aioria permanecía quiero y con la mirada baja.- ¿estás bien? me tenías muy preocupado, ¿qué fue lo que te paso? – Aioros alzo en rostro de Aioria para que lo mirara a los ojos, mas Aioria permanecía con los ojos cerrados.

-si…estoy bien.- dijo, su voz se  escuchaba fría y vacía, como si ningún tipo de emoción lo rondara.

-tenías convulsiones y espasmos fuertes, dabas gritos de dolor y y…-Aioros  hablaba titubeante  y angustiado.

-ya les dije que estoy bien, solo quiero descansar un poco.- volvió a decirle con la misma voz.

-pero Aioria…lo mejor sería que Shion o Athena te revisaran, lo que te paso no es normal…-sugirió Shaka angustiado.

-no es necesario, en verdad, solo quiero descansar así que por favor, déjeme solo.- hablo frio y cortante, recostándose en su cama y dándoles la espada. Tanto Shaka como Aioros se miraron entre sí muy confundidos.

-esta…está bien, descansa, pero mañana iras temprano a ver a Shion y a Athena, lo que te pasó no es normal.-

-lo que tú digas hermano, lo que tú digas.- Aioria permanecía quieto, como si durmiera.

Aioros se acercó a él y le dio un beso en la frente. –Descansa.- le susurro, para después alejarse.

Shaka lo miraba confundido, para el nada de lo que había sucedido le resultaba normal y no le gustaba nada la actitud de  Aioria.

-nos vemos Aioria, por favor si necesitas algo no dudes en llamarme, recuerda que cuentas conmigo.- le dijo Shaka, Aioria no dijo nada.

Ambos salieron de la recamara del león, dejándolo solo.

-no lo entiendo…- Shaka se veía sumamente contrariado.- hace un momento parecía estar sumergido en una depresión profunda y ahora actúa como si nada, además lo que le paso no es normal.-

-hablare con Athena sobre esto mañana temprano, hoy ya es muy tarde y no quiero importunarla.- Aioros  estaba cabizbajo.- desearía tanto que mi hermano no tuviera que pasar por todo esto…-

-creo que la partida de saga le afecto mucho... aunque no lo quiera admitir, el sufre mucho y tu sabes perfectamente porque Aioros.-

-prefiero no hablar de eso, Aioria solo necesita tiempo para curar sus heridas y créeme que yo lo ayudare a superar todo, absolutamente todo.- Aioros se fue subiendo rumbo a su templo algo molesto por el comentario de Shaka, pues a el tampoco le agradaba para nada ver a su hermano sufriendo de esa manera por   Saga, a su parecer, saga no merecía nada, mucho menos el amor de su hermano.

Shaka dejo salir un hondo suspiro, dio una última mirada hacia el templo de leo.- Aioria…- estaría muy pendiente de que lo hiciera y le contaría todo lo de su extraño comportamiento a Athena, de seguro habría una explicación y una solución para todo lo que le pasaba a Aioria.

 

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Tras sentir la presencia de Shaka y Aioros lejos, Aioria se puso en pie. Lentamente se dirigió hacia el baño nuevamente.

Se paró frente al espejo, se miró por un largo tiempo...sus ojos tenían un color rojizo. Y su mirada estaba perdida en la nada, parecía no   tener voluntad propia.

- Aioria...ve  al salón principal....busca un cofre dorado y rompe el cello...necesito ser liberado por completo...va ahora mismo...-

Escucho claramente la voz en su cabeza, esta vez no se opuso a ella, solo guio sus pasos hacia la salida de su templo. Aioria camino, casi de manera automática rumbo al templo principal.

….

Fue muy cuidadoso de no llamar la atención de ninguno  de sus compañeros,  ocultando su cosmos y escabulléndose como una sombra entre templo y templo.

Se acercó a una de las recamaras...desde ahí provenía esa voz...la voz que no dejaba de llamarlo, aquella voz que era incapaz de ignorar.

La puerta se encontraba bajo llave, pero no le fue nada difícil romper la puerta en miles de pedazos.

Entro y frente suyo tenía ese cofre....el cofre que Saga, junto con Death y Shura, trajeron tiempo atrás para que Athena pudiera poner un nuevo cello y mantener encerrada al dios que llevaba dentro, el cofre de donde esa cosmos energía, que parecía ser cada vez más fuerte, lo llamaba casi a gritos, ordenándole que rompiera el sello y lo dejara libre.

Aioria cogió el cofre; inmediatamente sintió el aura maligna que emanaba.

Para ese entonces Aioria solo aprecia un ser que solo obedecía órdenes...alguien que ignoraba las terribles consecuencias que traería el  abrir ese cofre.

- rompe...rompe el sello Aioria...!alzo ahora!- Aioria llego una de sus manos al cello. Estaba fresco...la sangre en el papel y el aura de Athena se dejaba sentir....era igual de poderosa que esa voz que lo llamaba pero a diferencia de esa cosmos energía, la de Athena estaba llena de bondad y confort.

- ¡Aioria! - el grito  de su diosa resonó en sus oídos.

- que....que haces aquí?...- Athena pregunto muy confundida y extrañada. - Aioria...-

Aioria lentamente se dio la vuelta, para mirar de frente a la persona que estaba con él.

Athena vio horrorizada como Aioria cogía entre sus manos el cofre.

- no...- negó con la cabeza. – que… que pretendes…hacer. - Aioria alzo la mirada entonces Athena vi los ojos rojos de Aioria.

 - Ares... El...él tiene que ver en esto verdad...pero como...-

-no la escuches,  Aioria, solo rompe el cello…

Aioria volvió a posar su mano en el cello. Athena se acerco e intento quitarle el cofre, mas Aioria, ágilmente,  se alejó.

-No...No lo hagas...por favor…Aioria.-Aioria por un momento volvió en sí, se arrodillo  para después posar  una mano en su cabeza, el dolor era intenso.

-Athena...- dijo en un susurro al mirarla.

- Aioria... Tu puedes resistirte...él no es más fuerte que tu ... - extendió una de sus manos al momento en el que se acercaba a él, lentamente.-  Deja el cofre y ven conmigo yo te ayudare…-

Aioria estaba por entregarle el cofre, pero el dolor se intensifico.

- tu harás lo que te diga...abre ese cofre…ábrelo...-

--Haaaa no...No puedo.-

- Aioria.. .-

Athena vio aterrada como Aioria poso su mano en el cello del cofre y lo rompió.

-¡Nooo!-

Fue tarde, el cello estaba roto y el cofre se abrió dejando ver una aura maligna, la cual envolvió rápidamente el cuerpo de Aioria.

-¡Noooo Aioria!  - grito al ver como el aura maligna de Ares lo envolvía, haciéndose cada vez más poderosa.

Aioria se arrodillo mientras tenia ambas manos en su cabeza. Después cayó pesadamente al suelo.

Athena rápidamente se acercó a él; preocupada.

- Aioria...por favor reacciona.- Athena temía que Ares, una vez libre, haya decidido deshacerse de Aioria.

Aioria abrió los ojos, pero estos permanecían rojos, Athena se apartó mientras Aioria se ponía lentamente en pie

Athena solo lo miraba  aterrada.

- A...Aioria? – pregunto temerosa.

-No...Mi queridísima Athena... No soy uno de tus caballeros...- le sonrió vilmente, mientras se le acercaba peligrosamente.

- ahora yo tengo el control absoluto de este cuerpo.... No fue tan difícil deshacerme de  él. Pero, en el estado emocional en el que se encontraba, no tuvo la fuerza suficiente como para resistirse a mi  jajajjaa. - Ares reía demencialmente.

-no….- Athena no podía creer lo que acababa de pasar.

-Y ahora. - Ares cogió a Athena del cuello. - ahora es tiempo de que pagues por encerrarme en ese cofre....sabrás lo que  siente...-le sonrió vilmente.

 

Athena negó con la cabeza. Estaba en shock, no sabía qué hacer, además, para su mala suerte no tenía a Nike ni su escudo cerca para defenderse.

Estaba perdida.

 

.......

 

-¡Athena!!- grito Shion luego de despertar de un mal sueño. Poso una de sus manos en su corazón.

-Solo...solo fue un sueño.-Shion se reincorporo lentamente, tarando de aliviar su respiración.

De repente, escucho un ruido estrepitoso seguido de un grito.

Rápidamente se tele transporto al origen del grito, pues se escuchaba como su diosa.

-¡Athena!- lo único que pudo visualizar fue a Aioria sonriente sentado en el trono con Nike en una mano y el escudo en la otra.

 - A...Aioria que...que haces con las armas de Athena...- miro a su alrededor, había rastros de sangre por el piso; ahí supuso lo peor. -don...donde esta ella? -

 - la inútil y estúpida de tu diosa ya no será un estorbo nunca más jajajajaja. -

Shion se acero al trono y vio el cuerpo de Athena tirado detrás del trono.

Se acercó rápidamente a Athena, quien pertenecía quieta y con golpes en  muchas partes de su cuerpo.

¡Athena¡- grito desesperado al no recibir respuesta de su diosa.

Se puso en pie y para confrontar a la persona sentada en el trono.

- quien demonios eres tú y que le hiciste a Aioria y a Athena.- dijo intimidante.

- se ve que en este lugar no tienen muy buena memoria. - se puso en pie y se acero a Shion, alzando el báculo de Athena contra él, elevando peligrosamente su aura maligna.

-Soy Ares... El dios que puso de rodillas este santuario por mucho tiempo....aquel, quien tras tu muerte y la ausencia de Athena, hizo todo lo que quiso  en este santuario jajajaja.-

- que...que le hiciste a Athena?-shion estaba atónito con todo lo que escuchaba.

-Esta niña entrometida se encuentra en un sueño profundo,  del que jamás despertara, en cuanto a Athena… permanece encerrada en el mismo cofre en él que se atrevió a encerrarme....- amplio sus sonrisa. - ojo por ojo y diente por diente....- volteo a ver el cuerpo de Athena. - esta niña permanecerá dormida hasta que Athena y su cosmos sean liberados de ese cofre, pero adivina que, ya me des hice del cofre así que esta niña no despertara nunca jajaja.-

Ares se acercó al cuerpo inerte de Saori. Poso el báculo en su pecho.- matar  esta niña sería tan fácil...- apretó el agarre, provocado un quejido de dolor. Shion veía todo  atónito y con los puños apretados.

- no te atrevas....bastados...- le dijo furioso.

- si me deshago de ella,  entonces Athena desaparecerá, ya que no tendrá cuerpo al que regresar....por más que encontraran el cofre donde encerré a su diosa, ella desaparecería si yo me deshago, de esta niña,  de su reencarnación.  .- Ares estaba por clavar el báculo en el pecho de Athena, pero Shion rápidamente la alejo de él, tele trasportándola a su lado.

- nunca más volverás aponer una mano sobre ella. - le dijo furioso, sosteniendo  entre sus manos el cuerpo maltrecho de Saori.

- será mejor que me entregues a esa muchacha ahora, a no ser que quieras morir...- volvió a alzar el báculo contra él, justo a la altura de su cuello.-

-con Nike en mi poder puedo  acabar contigo fácilmente,  lo sabes, así que deja a esa muchacha en el suelo, Ahora.- le dijo intimidante.

 Shion lo miro a los ojos, no había duda, Ares había vuelto y esta vez no solo tomo  posesión del cuerpo de Aioria, si no que encerró a su diosa en un cofre y se apodero de sus armas, no había nada que pudiera hacer, él era capaz de matarlo fácilmente con el poder del báculo de Athena en sus manos.

- no…no tengo otro remedio...- hablo cabizbajo, sin dejar de mirar el cuerpo de Saori, Ares sonrió ampliamente.

 Shion entonces desapareció junto con Saori; se tele trasporto.

- ¡maldito cobarde!- gritó Ares molesto al haber perdido la oportunidad de acabar  no solo con la vida  de Saori, sino con uno de los más poderosos santos de Athena.

 Lentamente volvió a sentarse en el trono. - no importa, de todas maneras, no pueden hacer nada sin el cosmos ni el poder de Athena... - sonrió ampliamente.-  además yo tengo sus armas, todo cuanto hagan para deshacerse de mí, será inútil, esta vez tengo todo a mi poder. – sonrió ampliamente mientras sostenía entre sus manos a Nike, el báculo de Athena.

-ahora si…tengo el control nuevamente y aunque el primer títere que me conseguí haya dejado el santuario, este cuerpo me servirá mucho mejor para los planes que tengo, si…mi pequeño Aioria, por más que te resististe no pudiste vencerme. –amplio su sonrisa. -  nadie sabía que el golpe de Satán Imperial que te lance tendría efectos sobre ti nuevamente, pues  una vez lanzada esa técnica yo  puedo volver a tener posesión de tu mente fácilmente,  más ahora, estando tan cerca y tu tan confundido.- se puso en pie para dirigir su mirada hacia los doce templos zodiacales.

 

- ahora este lugar me pertenece...y nadie podrá detenerme....nadie.... nadie se reusara a mi voluntad…podre controlarlo todo..., esto es solo el comienzo jajaja son unos idiotas, todos… absolutamente todos, harán lo que les diga jajaja.- reía ante todo lo que planeaba hacer.

 

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-¿Shion…que haces aquí? – Doko se acercó a Shion sorprendido por su presencia, y más, al ver  el estado en el que se encontraba su diosa.

-¿Athena, que le pasó?- Doko se veía angustiado y confundido, más por la cara abatida y decaída de Shion.

-es terrible, Doko…- Shion se dejó caer el suelo, aun con Saori en sus brazos.-Athena está en peligro…-

-¿pero porque, que fue lo que paso?-

-Ares…-dijo con rabia.- ese maldito regreso, no sé cómo se apodero del cuerpo de Aioria y  ahora…ahora él tiene en sus manos las armas de Athena, a Nike y su escudo…no podemos hacer nada.-

-pe…pero cómo es posible, si creí que al llevarlo al santuario y restaurar el cello que le pusieron hace años, estaría más seguro y Ares no representaría ningún peligro.-Doko se veía sumamente contrariado.

--si,  eso es lo que yo también suponía pero….pero paso algo…algo que no se con exactitud, además,  bajamos la guardia, y ahora, eso nos costó la vida de Athena.-

-ella esta…- Doko no termino de preguntar pues la simple idea lo perturbaba.

-no…no lo está, pero lo que le ha hecho aun así es terrible, a separado la esencia de Athena y la ha encerrado en el cofre donde él estaba prisionero, no sé como pero lo hiso, ahora Saori se encuentra en un profundo sueño del que no despertara a no ser que liberemos el alma de  Athena de ese cofre, lo malo es que ese cofre está en manos de ese desgraciado y…y no sé  dónde lo tiene escondido ni que pretende hacer con el.- Shion se veía sumamente abatido y consternado.

-entonces…que podemos hacer? – pregunto Doko angustiado sin dejar de mirar el cuerpo maltrecho de Saori.

-y si  le comunicamos de esto  a shyru y el a sus demás compañeros a…Seiya?-

-tu sabes que Athena les concedió una vida libre a sus caballeros de bronce, además ellos se lo merecen…así que no los pienso involucrar, esto ahora depende solo de nosotros, los caballeros dorados, somos los que debemos de resolver esto y así lo haremos…- Shion se puso en pie.

-lo primero que haremos es ocultar el cuerpo de Athena para que Ares no termine deshaciéndose de ella, hay que buscar un lugar seguro y después…después hay que hallar la manera de encontrar ese cofre, liberar a Athena y arrebatarle las armas a Ares…-

-pero…y si…si todo eso llegara a ser posible, ¿que pasara con Aioria? – pregunto Doko temeroso.

-solo hay una manera de deshacernos de Ares y esa es…-

-no, no podemos, nadie podría…-Doko permanecía cabizbajo y apretando los puños. -…Aioria…-

-si no hay otro remedio…entonces Aioria deberá morir, estoy seguro de que el preferirá a eso a seguir prisionero en su propio cuerpo, Doko….

-pero, ¿y Aioros?…no….!tendría que haber otra forma!…además estoy seguro que Athena no consentiría la muerte de uno de sus caballeros, más la de Aioria…-

-lastimosamente no  hay otra manera de deshacernos de Ares…pues cuando  toma posesión de un cuerpo este debe perecer junto con él, si no...no habrá otra manera de hacer que desaparezca y libere ese cuerpo, a no ser… que lo deje a voluntad propia, pero tú y yo sabemos que eso no pasara…Ares contralara el cuerpo de Aioria el tiempo que quiera. – dijo abatido y con rabia contenida por la impotencia de no poder hacer nada por uno de sus caballeros.

Doko solo agacho la cabeza, triste, ante la sola idea de la muerte de Aioria.

-no, no quiero pensar en eso ahora.- Shion hecho un hondo suspiro. -  lo primero que debemos hacer es esconder el cuerpo de Athena y mantenerlo a salvo, por eso tú te arras cargo de él y yo volveré al santuario sin ser notado, veré como está la situación por allá y de paso tratare de reclutar a más de los caballeros…espero Ares no les haga hecho daño.- se notaba la angustia en su rostro pues sabía que Ares era un enemigo muy poderoso y peligroso y que podría deshacerse de sus caballeros si lo quisiese. – Te prometo que haré todo lo posible para localizar el cofre donde está sellada el alma de Athena.-

Shion, cuidadosamente, le entrego a Doko el cuerpo de Athena.

-cuídala, confió en ti.-le dijo cabizbajo, jamás pensó que podría permitirse el ver a su diosa en tal estado, se lamentaba tanto no haber ido en su auxilio, el no haber hecho nada para evitar lo que sucedió.

-no te preocupes, la cuidare con mi vida.-le dijo Doko, igualmente abatido que Shion.

-confió en ello.- Shion le sonrió con amargura.

--ten cuidado y prométeme…que no te expondrás…Ares es muy peligroso y no dudara en matarte.-

-lo se…pero hay que hacerlo, si no, permaneceremos condenados a estar bajo sus servicios y este mundo se verá sumergido en la oscuridad y la penumbra. –

Shion desapareció ante la vista de Doko; con Athena en brazos.

Rápidamente se fue a  empacar un par de cosas que le serian de utilidad, entre ellas, su armadura y mucha comida. Buscaría un lugar más seguro para cuidar del cuerpo de su diosa, pues estaba casi seguro  que lo irían a buscar y no pensaba hacerle fácil el trabajo a Ares, él se encargaría de velar por la seguridad de su diosa sin importar las consecuencias.

 

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-Qué demonios…todavía no acabas, vaya que eres lento! – le grito u hombre barbudo y malhumorado a saga quien descargaba unas cajas pesadas del navío.

-yo no tengo la maldita culpa de que la estúpida carga se haya retrasado, si.- le grito más molesto, francamente era más de lo que podía soportar.

-no me hables en ese tono muchachito, sabes que  puedo despedirte fácilmente, además, he tenido empleados más eficientes  que tú, no haces nada bien, dejas todo destrozado y no paras de quejarte.-

-sabe que, ya me harto viejo mal  agradecido.- lo confronto.- usted no es más que un maldito explotador de primera, con el mísero sueldo que me paga debería de estarme agradecido de que haya aceptado este asqueroso trabajo.-

-así? pues entonces lárgate, me harías un favor, no eres más que un inútil de primera, bueno para nada.- le grito ese hombre, saga apareció rápidamente frente a él y lo sostuvo de la camisa elevándolo del suelo todo lo que pudo.

-sabe que, puede meterse su trabajo de porquería por donde no le llega el sol, yo renuncio.- después de eso saga lo tiro lejos haciéndolo chocar contra unas cajas de madera, ante la mirada de los demás empleados, quienes admiraban la osadía de saga, pues nadie antes se había enfrentado de esa manera a ese hombre tan influyente y con tanto dinero.

-vaya, tu sí que eres un tipazo, mira que tratar así al jefe de jefes.- le dijo uno de los empleados, acercándose a saga.

-¿jefe de jefes? si no es más que un viejo gruñón y explotador. Ni siquiera en mis peores días de entrenamiento me han tratado tan mal como este tipejo.- saga se desempolvaba las manos, el otro muchacho solo lo miraba confundido.

-bueno, espero te vaya mejor y encuentres un trabajo mejor, ya vez que aquí solo conseguirás malos tratos y muy baja remuneración.-

-no me parece justo…ustedes trabajan mucho y este tipo apenas les paga lo mínimo.- saga se veía sumamente indignado.

-¡Daniel! Quien carajos te ha dicho que dejes de trabajar.-el muchacho  se sobre salto al escuchar la voz de su jefe.

-date prisa que esos mariscos no se van a descargar solos, en cuanto a ti, creí haberte despedido.- le grito nuevamente a saga.

 Saga volvió a acercársele intimidante, ese hombre al tenerlo cerca de nuevo, se  resguardo detrás de Daniel.

- si no fuera porque me prometí a mí mismo no volver a usar mi cosmos…te mandaría  al averno con tus parientes ahora mismo.- saga salió de ahí lo más rápido que pudo. Conteniendo las ganas inmensas que tenia de golpear a ese hombre.

-este es el tercer  empleo del que me corren, o mejor dicho, del  que renuncio…- se froto el cuello cansado.- si sigo a si tendré que comenzar a limosnear.- resoplo a agobiado. Para después mirar al cielo.

-me pregunto cómo estarán todos en el santuario. Seguro se encuentran mejor sin mi…- bajo la mirada.- Aioria, habrás leído la carta que te deje.- sonrió con amargura.- de seguro la rompiste o la quemaste….- negó con la cabeza.- tengo que dejar de pensar en el…en mi pasado, todo eso ya quedo atrás, ahora…- miro a su alrededor.- ahora sería bueno buscar un lugar donde dormir, pues parece  que va a llover.-

Resignado y muy cansado, camino con rumbo desconocido, no poseía un lugar fijo donde quedarse, simplemente dejaba que sus pies lo guiaran a su nuevo destino.

Saga ni se imaginaba lo que acontecería en el santuario, ni mucho menos,  todo lo que le pasaba a Aioria.

 

 

CONTINUARA…

Notas finales:

Pronto posteara la continuación, ya casi la tengo lista así que espero sean pacientes.

Otra vez gracias por leer y espero no desilusionarlos.


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