Por la noche se aprecia a su máximo esplendor la Luna, siendo esta la que da luz y vida a la noche, la Luna tan brillante y tranquila, tan serena, tan parecida a cierto moreno, estudiante de medicina de tercer año, con unos ojos color gris, si bien en ellos se podían reflejar la Luna y parecía que se hacían una en esa mirada, su piel morena parecía hacer juego por que la Luna lleva con sigo poca luz en el cielo, Trafalgar Law, era el nombre del portador de dicha descripción.
Law había salido muy temprano de su casa, tan temprano que ni siquiera el sol había mostrado sus primeros rayos, se dirigía a paso moderado al hospital, la Dra. Kureha, quien era su supervisora de aquel lugar, le quería muy temprano para que analizara unos historiales médicos, de los cuales mas tarde le preguntaría el cuadro clínico.
Llego y sin demorar, fue directo al consultorio de la Dra., al entrar a dicho lugar, sobre el escritorio ya había una pila de historiales, el oji gris sonrió ligero, no era algo de lo que se preocupara, tenía mucha autoconfianza ya que siempre acertaba a las enfermedades de los pacientes, tomo los papeles y los llevo a un cuarto del personal, los dejo sobre una pequeña mesa, se sentó en un pequeño sofá y comenzó a leer a detalle uno a uno.
El moreno se tomo toda la mañana en revisar cada historial, esta vez parecían mas complicados, sonrió complacido, la Dra. Kureha parecía que ya le estaba tomando mas en serio, ya que siempre salían de pleitos, Law reclamaba por algo que de verdad le fuera un reto, y hasta ahora sus reclamos fueron exitosos, incluso se había detenido por un rato, para ir por una bebida caliente de la cafetería.
-¿Contento mocoso?- cruzada de brazos parada a lado del moreno, estaba la doctora, le sonríe con ligereza.
-Algo...pero nada mal- la mira sin hacer alguna expresión.
-A mi no me engañas, en fin, en una hora te quiero aquí y quiero conclusiones cortas que solo tendré 15 minutos- Law afirma ante esto con la cabeza, Kureha se retira a seguir su labor.
Media hora después.
Trafalgar seguía revisando, tenía el ultimo expediente en mano, el mas sencillo para él, por lo que sus deducciones fueron rápidas, cada una la anoto en una hoja blanca, sin mas, se dirigió al consultorio de su supervisora para dejar todos los historiales, luego se dirigió a la cafetería en espera de aquella mujer, se sentó en una silla, cruzo los brazos y piernas.
Pasados 15 minutos, Kureha fue a la cafetería, como ya lo prevenía el moreno ya estaba esperando a por ella, se le acerco para luego sentarse a su lado, no le miro, mantuvo la mirada hacia enfrente; Law no necesitaba que le dijera que comenzara, así que le entrego la hoja de sus conclusiones -no son situaciones de riesgo, dos de ellos necesitan ser operados.
Ante lo dicho y lo que leyó, suelta una ligera risa, le devuelve la hoja al moreno, voltea el rostro para mirar a Law
-¿Seguro?-
- si...-.
- y ¿Si no fuera así?.- le mira de forma seria.
-mh?... -arqueo una ceja no comprendiendo lo que decía aquella mujer, no había ningún error en sus conclusiones, mas luego relajó su rostro a uno mas sereno- Me asegure de revisar a detalle, no hay forma de que me equivoque, los síntomas cuadran con cada uno, hay tres que parecería que no, pero es por una alergia, consecuencia de que dieran a parar aquí por ingerir medicamentos incorrectos -le mira de igual forma que ella lo hace con el, como si le retara con la mirada.
-te equivocas en una niño, te daré una hora para que los vuelvas a revisar, te veo aquí de nuevo...-no deja que Law dijera algo y se levanta sin mas para retirarse.
El moreno estaba seguro que sus conclusiones eran correctas, pero aun asi regreso por los historiales, quería volver a confirmar lo de antes, esta vez se quedo en el consultorio, ya que a esa hora la Doctora no estaría por estar en el quirófano detrás del vidrio para observar una operación; comenzó a releer todo. Pasaron 40 minutos y había terminado todos de analizar con minusioso cuidado, pero no encontró su según error que tuvo, sin tener nada mas que hacer, se regreso a la cafetería a esperar de nuevo, lo cual no fue mucho, a los 15 minutos regreso su supervisora.
- ¿encontraste el error?.
-Nunca lo hubo, lo habría si yo hubiera dudado, ¿No es así?- Sonríe ligero.
- Eres astuto, pero no te confíes.
-Lo se.
-Bien, por ahora te puedes ir, mañana a la misma hora- se dio media vuelta y se retiro.
Law salió del hospital, ya comenzaba a oscurecer, al parecer fue otro día perdido, y eso a medias, ya que al parecer Kureha le estaba propinando un mejor reto, aun que no lo suficiente, pero así tenía que seguir, ya que era el hospital mas cercano a su casa y a parte, la Doctora era la única que le admitió con todo y esos tatuajes que tenía en su cuerpo, además, ella es una de las mejores Doctoras de la cuidad, tendría que tener paciencia para poder llegar a lo que en verdad deseaba.
Caminaba tranquilamente, sumido en sus pensamientos, estaba que le daba vueltas un historial que encontró de casualidad en el consultorio, no se resistió a leerlo y ahora lo tenía presente, un cuadro clínico de lo mas complicados, aquella persona posiblemente pase a mejor vida, tanta fue su distracción que cuando salió de ello, no se fijo que delante suyo había una persona, se detuvo en seco.
-La Luna.
- ¿Como dices? -frunce ligero el entrecejo sin comprender.
-ah!?...no, nada -mira a otro lado, mete las manos a los bolsillos de su pantalón.
El moreno no capto que quiso decir con eso aquel pelirrojo con el que casi choca por estar distraído, encogió los hombros restándole importancia, siguió caminando.
-Oe!... ¡Tú!, ¿Como te llamas?- le alcanzo para encararlo.
-mm?... No te lo diré, eres un extraño.
-Soy Eustass Kid, entonces...
-entonces ¿que?
- tu nombre ¡joder!.
- ¿Como para que?
- ¡Vete al infierno! -una vena de enojo salta sobre su frente.
-Trafalgar Law -sonríe ligero, el enojo del pelirrojo de cierto modo le resulto divertido.
-maldito bastardo...-dice entre dientes, aquella sonrisa del otro le hizo cabrear mas.
- así que Eustass-ya, ¿Hablando con la Luna?.
-¿ya?... -iba a replicar pero aquella pregunta le hizo recordar lo de hace rato - ah?... Eso no te incumbe.
-Cierto -miro a otro lado.
- Me voy...-se le hizo inútil seguir hablando con el moreno, se dio la vuelta para seguir su camino.
Law no le dio mucha importancia a esto y prosiguió su andar, mas no dio muchos pasos puesto que de nuevo alguien le detenía al ser nombrado.
- Oe! Law.
Busco con la mirada quien le hablaba hasta dar con el portador de la voz, era su amigo de la infancia, un rubio de cabellos ligeramente largos que le cubría uno de sus ojos, quien fumaba un cigarro como de costumbre, se acercaba dicho chico al moreno hasta quedar de frente a él.
-Kuroashi-ya... El día que el cigarro te mate, yo me aseguro de hacer tu autopsia.
-Si claro, no estoy para bromas.
-Ni yo, hablo en serio.
-Como sea, me has evitado ir mas lejos, necesito de tu ayuda, ven... -le jala del brazo.
-Suéltame -le mira de mala gana, pero su amigo no le hace caso.
-Es el viejo, es tan necio que no quiere ver a un doctor, dice estar bien pero... no lo creo.- se detuvo y opto por soltar al moreno al que por arrastrarlo, quedo dándole la espalda.
- Eso debiste decir.- pudo notar que el rubio tenía un ligero temblor y no era de frío, ese chico estaba al borde del llanto, ya lo conocía muy bien, así como también sabía lo importante que era para el rubio su abuelo, le toco el hombro -veamos que le sucede.- le sonríe ligeramente.
-Te debo una Law- gira ligeramente el rostro y le sonríe por igual. Ambos chicos se fueron juntos hacía el hogar del rubio.
Desde aquel encuentro, aquel pelirrojo había visto toda la escena, fruncio el ceño - "¿Quien demonios era ese chico rubio?, ¿Amigos, parientes...o amantes?, ¿Por que carajos me cuestiono esto?, ¡Mierda!"- se fue echo una furia aun que ni el mismo sabía el por que.
"El sol esta celoso del mar por que el puede ver la Luna cuando tiene que marcharse..."
Continuara...
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