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Entre el cielo y el infierno, un amor prohibido. por Kurotama Reibun

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Notas del capitulo:

Gracias a todos los que dejaron sus reviews, procuré responderlos a la brevedad.

Vengo con una nueva actualización, probablemente surjan algunas dudas del porque estan sicediendo así las cosas, pero créanme, todo tiene sus razones, les dejo continuar con su lectura.

Despertó con un dolor de cabeza horrible, unas nauseas incontrolables, una punzada en su espalda le hizo abrir los ojos, por instinto llevó sus manos a ella y se dio cuenta que no tenía sus alas, de un salto salió de la cama, perdiendo un poco el equilibrio, se sentia más ligero sin ellas, entonces observó a su alrededor, estaba en una habitación desconocida, junto a la cama donde hace unos instantes dormía, habia una cómoda y sobre ella estaba provisto un uniforme escolar, cayó en cuenta y recordó que estaba en la Tierra, en el primer día de su mision.

Inmediatamente fue a tomar un baño, al entrar a la bañera y sentir el agua le recordó su antiguo hogar, una sensación de paz invadió su cuerpo, olvidando así sus malestares, se hubiera quedado más tiempo dentro del agua de no ser por una sensación de vacío en su estomago, "debe ser eso que llaman hambre" pensó, salió de la bañera, se secó y comenzó a vestirse con su uniforme, debajo de él habían unas hojas con instrucciones de como llegar a la escuela, como pasar desapercibido en la escuela y algunos datos de la misión, dió una leída rápida al croquis del camino a la escuela y se dirigió a la cocina, bio arroz hervido y pescado en la nevera, se dispuso a cocinar, aunque no tuviera la más mínima idea de como hacerlo, había leído algo parecido, pero no se compara con la práctica.

Una vez que terminó de preparar su desayuno, lo consumió y el sabor lo deleíto como nunca, la comida de los humanos era deliciosa, viendo que había sobrado, lo colocó en un bento y decidió llevarlo de almuerzo.

Llegó a la entrada de aquella casa y vio sus zapatos, vagamente recordó que los japoneses acostumbran a quitarse los zapatos en la entrada de sus casas, tomó su mochila que curiosamente se encontraba preparada con lo necesario para un alumno de preparatoria y salió de ese lugar.

Tenía que descender unas escaleras para llegar a la estación de trenes más cercana, iba bajando los escalones cuando se encontró con un muchacho más alto que él, con el cabello color castaño, el mismo uniforme escolar y con la edad que él aparentaba.

Al oír los pasos, el muchacho volteó, vio un rostro encantador, ojos color esmeralda, *una sonrisa que iluminaría el día de cualquiera, **"sus cejas tienes forma de ocho" pensó al observarlo detenidamente.

-Buenos días, mi nombre es Tachibana Makoto, ¿eres nuevo por aquí?

-Buenos días, soy Nanase Haruka, acabo de ser transferido de Tokio.

-Ohh vaya, es un placer conocerte, al ver el color de tu corbata diría que somos del mismo grado, vayamos juntos a la escuela, ¿te parece?

-Si.

-Este lugar es encantador, se que te gustará, ¿sabes en que clase estas?

-Si, en la clase 1.

-Eso es excelente, estamos en la misma clase, yo te ayudaré en todo lo que necesites, ¿vale?

-Si.

Continuaron su camino por los escalones y luego hacia la estación de tren, era un viaje agradable, su compañia estaba muy animado, le platicó su vida familiar, él es el hijo mayor de un matrimonio con tres hijos, sus hermanos menores, unos gemelos completamente hiperactivos, eran su adoración, a simple vista se trataba de un humano merecedor del cielo.

-Bien, aquí bajamos, caminaremos un poco para llegar a la escuela.

-Si, gracias.

-Nanase-kun, cuéntame de ti.

-Yo soy hijo único, mis padres estan en constantes viajes, por lo que vivo solo en la casa de mi abuela, ella falleció cuando era un niño.

-Vaya, y ¿es divertido vivir solo?

-No hay mucho en especial.

-Hemos llegado, yo me dirigiré al aula de clase, tu yienes que ir a la sala de profesores a presentarte con Amakata-sensei, ella es nuestra profesora a cargo.

-Gracias, Tachibana-san.

-Llámame Makoto de ahora en adelante, ¿si?

-Esta bien Makoto, tu también puedes llamarme por mi nombre.

-¿Esta bien si te llamo Haru?

-Si.

-Nos vemos luego.

-Nos vemos.

Ese lugar era un pueblo bastante pacífico, era una lástima que algún demonio estuviera quitándole esa tranquilidad con acciones viles y horribles, tenía que detenerlo a toda costa, no podia continuar así, llegó a la sala de profesores y se presentó con Amakata-sensei, quien le dio la bienvenida y juntos se dirigieron al salón de clases.

Una vez en el salón, buscó a aquél chico que esa mañana se habia ofrecido ayudarle, lo encontró al fondo y junto a él habia una banca vacía que tenia vista a la ventana, Makoto lo vio y le dedicó una sonrisa.

-Mi nombre es Nanase Haruka, acabo de ser transferido de Tokio, es un placer conocerlos y espero llevarme bien con ustedes.

-Bienvenido Nanase-kun, espero que puedas adaptarte fácilmente a Iwatobi, que es muy distinto a lo que viviste en Tokio, hay un lugar vacío junto a Tachibana-kun, puedes tomarlo.

-Gracias.

Así transcurrieron sus clases hasta la hora del almuerzo, Makoto, sin preguntárselo, se lo llevó fuera del salón, subieron las escaleras hasta la terraza de la escuela, el paisaje era hermoso y comenzaron a consumir su almuerzo.

-Perdona Haru, las chicas ya se te iban a acercar y ni siquiera te iban a dejar probar tu almuerzo, además quería mostrarte este lugar.

-No hay problema, aunque me sorprendió un poco.

-Si, lo siento, oye, viendo que vivimos relativamente cerca, puedo ayudarte a que estes al corriente con los apuntes pasados.

-Claro, sería buena idea.

-Vayamos juntos a casa.

-Si.

Continuaron comiendo su almuerzo en silencio, sondeando discretamente a Makoto, su nuevo amigo, no detectó en él alguna presencia demoniaca, por lo tanto se trataba de un simple humano, el más amable que nunca imaginó conocer.

Sonó el fin del almuerzo, ambos se dirigieron al salón, el primero en entrar fue Makoto, quien inmediatamente se vio rodeado de un grupo de chicas que lo regañaban con frases como <<¡que malo eres Tachibana-kun!>> <<queríamos saber más de Nanase-kun>> <<¿por qué te llevaste a Nanase-kun?>> <<yo quería saber si Nanase-kun tiene novia, es que es muy guapo>>.

-Lo siento chicas, Nanase-kun no es muy expresivo, no iban a lograr sacarle algo, ya vayan a sus lugares, que el profesor no tarda en llegar.

<<Vámonos, ya será para la próxima>>

-Vamos Haru, ya puedes entrar, ya se fueron esas chicas.

-Gracias, no tenias porque hacerlo.

-No te preocupes, es que esas chicas son algo molestas y hay que admitir que llamas mucho la atención.

-¿Cómo que llamo la atención?

-Es que esas chicas tienen razón, eres demasiado guapo, tanto que parecería que no eres de este mundo.

-¿Tan atractivo les parezco?

-La verdad si, ya llegó el profesor.

Las clases continuaron sin interrupción hasta la hora de la salida, en la que nuevamente Haru se vio arrastrado por Makoto para alejarse de ese grupo de chicas qe querían acercársele, exhaustos, ambos ambos abordarn el tren, Haru se quedó pensando en lo que Makoto le habia dicho al final del almuerzo, nunca habia pensado en esa posibilidad, su jefe le habia dicho que tenia que pasar desapercibido y su apariencia física no era de mucha ayuda, y también creía imposible que su nuevo amigo fuera así de atractivo, una belleza extranormal, nada común en un humano, pero este era un caso posible, Makoto era un humano, no habia duda en ello, no encontró nada fuera de lo normal.

-¿En que piensas, Haru?

-En que ya me salvaste 2 veces en lo que va de este día, tengo que agradecértelo de alguna forma.

-No te preocupes, es que yo ya fui acosado por esas chica cuando me transfirieron.

-¿También a ti te transfirieron?

-Si, solo que a mi me transfirieron cuando inició el semestre, mi familia es de Iwatobi, aunque yo no estudiaba aquí.

-Ohh vaya, no lo esperaba.

-Si, ya llegamos, hoy no habrá nadie en mi casa, así que puedes estar tranquilo.

-Gracias Makoto.

Subieron la escalinata que conducía a sus casas, y entraron a la del castaño.

-Ponte cómodo, ire a preparar el té y a calentar la cena que dejó mi madre en la nevera.

-Si, gracias.

Unos minutos después el castaño regreso con el té y la comida, en silencio comieron, y lugo, después de insistir, Haru lavó los platos ocupados, una vez terminados, se dispusieron a estudiar, pasando así el tiempo sin percatarse de la hora, estaban sentados uno junto al otro, el castaño explicaba lo contenido en sus cuadernos y el azabache se limitaba a hacer unas notas.

Makoto iba a tomar un cuaderno que se encontraba del lado de Haru, se estaba acercando cuando la mano con la que se estaba apoyando se resbaló, cayendo sobre el azabache, quien nervioso lo miraba, sus orbes esmeraldas se prendieron en deseo y sin evitarlo besó al de los ojos zafiros, quedando sin habla, saboreando el sabor de la caballa en sus finos labios, deseaba más, mucho más, pero también desaba divertirse con ese ser celestial, porque para eso tenían tiempo, mucho tiempo.

-Perdóname Haru, es que tienes un rostro hermoso, casi angelical...

Notas finales:

*Cuando escribí esta parte, fue inevitable no recordar el opening de Free! Eternal Summer, esa sonrisa debió de haber dejado a Haru impactado :3

**Esta frase sale de High Speed! me parece que es el primer capítulo, y si, Haru siempre ha pensado eso de Makoto, cuando leí esa parte quedé un poco desconcertada, hasta que vi el kanji y supe porque Haru piensa esto.

Bien aquí termina el capítulo, espero que sea de su agrado, espero sus reviews con comentarios, quejas o sugerencias, yo lo responderé a la brevedad, nos leemos en la próxima actualización, matta ne! :D


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