Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Compañeros de Dormitorio por LYDIA

[Reviews - 110]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola Chicas, vengo con un capitulo más de este hermoso fic , espero que les siga agradando tanto como a mí !!! 

 

Capítulo 13

-¿Listo?-preguntó con una resplandeciente sonrisa en el rostro. No pude más que intentar sonreír y afirmar, moviendo la cabeza de arriba abajo.

Rozo suavemente su mano contra mi mejilla y luego paso la venda por mis ojos.

-No te asustes, solo quiero que sea una sorpresa-murmuró sobre mi oído, logrando erizar todos los vellos de mi nuca

Estaba nervioso… más que nervioso… podía sentir como las mariposas dentro de  mi estómago intentaban escapar a toda costa. Y las entendía… no tenía ni una pizca de idea sobre cuál era el plan de Minho. ¿Violarme y dejarme tirado en algún arrollo? ¿O realmente quería sorprenderme? Realmente no se me ocurría nada más que esas dos opciones, y ninguna sonaba lo suficientemente convincente.

- Minho -murmuré

-¿Mmm?

Sus manos rodeaban mi cintura, guiándome hasta el coche…

-¿Estás seguro de que no eres parte de alguna secta?-pregunté

Al instante escuche una risita

-Claro que no, ¿Por qué? ¿Estás nervioso?

Tsk… había dado justo en el clavo, quizás toda esta paranoia simplemente se debía a que estaba estresado por tener una cita. Mi primera cita con Minho, porque… las primeras citas siempre daban algo de miedo ¿no?

-Eh… no, para nada-murmuré, tragando saliva

-Estas nervioso conejito-dijo, besando sutilmente mi nuca

No pude evitar dar un respingo al sentir sus labios contra mi piel

-¡O-oye, no hagas eso!-estúpido, ¿Qué acaso intentaba matarme de los nervios?, ya era más que suficiente el sentir sus manos, tocándome

-No estés nervioso, solo es una cita y ya-afirmó-además, mira, ya llegamos al coche

Escuche como quitaba la alarma y abría la puerta.

-¿No habría sido más fácil ponerme la venda aquí dentro?-pregunté, agachando la cabeza y dejándome caer sobre el asiento

Luego escuche un poco de ruido

-No, porque si te hubiera puesto la venda aquí, no habría podido tocar tu pequeña cintura-escuche a mi lado. Puff, ¿Qué pasaba con sus fuertes declaraciones de acoso sexual?, sentí como me ruborizaba

-Pervertido-murmuré, cruzándome de brazos

-Pero si te encanta que te toque conejito, solo que eres un terco que se niega a aceptarlo-dijo, besándome fugazmente

¡AH!, odiaba no poder ver nada, de esta manera estaba completamente a su merced… y podía hacer conmigo lo que quisiera…

-Cállate y conduce-dije, dando por finalizada la conversación

Lo cierto es que tenía razón… me gustaba sentirlo cerca, estar constantemente rozándonos o tocándonos,  como para confirmar que realmente estaba viviendo todo esto. Pero… él era tan… él, que me chocaba tener que decirlo abiertamente. Cosas como que me encantaba sentir sus labios contra los míos, nuestros dedos entrelazados, el calor de su boca… dios… me estaba volviendo un loco, un loco justamente como él.

-¿Vamos a tardar mucho en llegar?-murmuré luego de un rato

-Oh, calma conejito, ya pronto llegaremos

Solté un suspiro

-Supongo que tengo que darme por vencido con eso de “conejito” ¿cierto?

-Cierto, ya que no voy a dejar de llamarte así-afirmó

Sin mirarlo, podía adivinar que su rostro tenía esa media sonrisa traviesa, como de niño pequeño.

-Entonces creo que podría irme acostumbrando-musite

-Es lo mejor, conejito

-Y… por lo tanto, podría buscar también un apodo para ti ¿no?, algo así como… marmota, o gatito ¿Cómo ves?

-Mmm-lo escuche refunfuñar, oh, así que a Minho le molestaban los apodos eh, pues bien, a ver si ahora entendía lo que sentía

-¿Entonces?-pregunte inocentemente

-Creo que me gusta más gatito, rima con conejito-dijo

¿Enserio? ¿Hablaba enserio?, no podía creerlo.

-¿Ah sí? ¿Enserio?

-No             

-¿No te gusto? ¿Y qué tal marmota?-murmuré, aguantando las ganas de reírme

-¡Ha!, olvídalo Taemin, no me quedan esos apodos, son… como para ti

-¡Ah!, ¡como para mí!, ¿y cómo es eso?

-Pues para alguien tierno, dulce, lindo… ¿entiendes?, yo no soy nada de eso

-Yo no soy tierno-mascullé

-Claro que sí, y por eso me gustas tanto… así que ya deja de inventarte ideas raras acerca de los apodos

-Mmm… no me convences-replique

-Bueno, de todas formas ya no hay tiempo para seguir hablando de esto, ya llegamos

¡Oh! ¿Tan rápido?

-Espera, no te bajes-ordeno

Pude escuchar como abría la puerta y la cerraba, ¿Dónde estaríamos? De nuevo pude sentir como las mariposillas de mi estómago se revolvían, nerviosas, ansiosas y… ¿Por qué no decirlo?, enamoradas

¡Puaj!, de verdad me estaba volviendo un cursi

-Espero te guste-murmuró, tomando de mi mano y ayudándome a salir

No pude evitar más que sonreír. Hasta ahora no había pensado en que Minho seguramente se había tomado la molestia de preparar todo esto, que había estado pensando en cómo pedírmelo, en qué hacer y en si me gustaría. Sonreí aún más. Este sentimiento hacia él era tan apabullante, tan aplastante, que sentía que me faltaba el aliento.

Sus manos de nuevo rodearon mi cintura, ayudándome. El camino era algo inestable, con subidas y bajadas, y el aire frío golpeaba contra mi rostro. Ya no podía resistir las ansias por saber qué es lo que Minho había hecho. Me sentía como una adolescente en su primera salida romántica.

-Llegamos-dijo por fin, luego de algunos minutos

Entonces pude sentir como desataba la venda que cubría mis ojos.

Cuando estuve libre de ella, tuve que parpadear repetidas veces, tratando de acostumbrar mi vista, ya que era de noche y estaba algo borroso, debido a mis lentes de contacto.

Lo primero que vi, fue un enorme campo. Lo segundo, un inmenso cielo estrellado. Y lo tercero, una pequeña mesa al centro de todo esto, con velas, comida y rosas. ¡ROSAS!

Tuve que reprimir a mi yo sentimental, que luchaba por escapar de mi cuerpo y ponerse a llorar emocionado. Todo esto era… tan… especial.

-Tú…tú… ¿hiciste todo esto? ¿Por mí?-pegunte entrecortadamente

Me gire, observando a Minho. Este miraba hacia lo lejos, observando su hermoso trabajo. En su rostro había una media sonrisa.

-Es la primera vez que hacía algo así, y estaba muy nervioso. No sabía si era demasiado, y tampoco sabía si te iba a gustar-confesó

Oh…

- Minho, es hermoso. Yo… jamás me espere algo así, y… de verdad, me encanto-afirme, tomando de su mano

Solo él podía hacerme sentir de esta manera, como si yo fuera el centro de todo, lo más importante. Único.

Por fin, Minho reacciono y giro su rostro hacia mí. Era tan bello, que no podía comprender como era posible que él fuera mío, completamente mío. Dios… en la punta de la lengua tenía una frase, que… tenía tanto miedo de decir, pero que no dejaba de repetirse en mi cabeza… “Te amo”… puff… ¡yo lo amaba!, y ahora, justo en este momento, si él quisiera hacerme suyo, no se lo impediría.

Ahora entendía todo ese manga yaoi que había leído. Lo amaba tanto, que no me importaba lo que hiciera conmigo, ya no. Era completamente suyo.

-Te quiero-susurró

Y entonces, tomándome un poco por sorpresa, unió nuestras frentes, mientras me rodeaba el cuello con los brazos. Me sonrió prácticamente en mi propia boca y sorprendiéndome aún más, me dio un beso esquimal, rozando nuestras narices.

-¿Eres feliz Taemin?-preguntó-¿eres feliz conmigo?

Me quede sin respiración al escucharlo decir aquello, ¿dudaba de lo que sentía por él?... mi vista se fue directamente hacia sus labios,  exactamente igual que sus ojos, que me miraron a mí. Me quede petrificado un instante y sentí deseos de lanzarme sobre él y comérmelo, pero… me había quedado impávido, demasiado lleno de emociones…

-Más que feliz-susurré, hablando por fin

Y en un instante, se me lanzó a los labios, juntándolos… nos empezamos a besar febrilmente, como otras tantas veces. Pero… esta vez era diferente. Bueno, realmente no, más bien era una tontería mía, pero… digamos que era la primera vez que nos besábamos con tanto sentimiento, con tanta pasión y con tanto deseo.

Dios, debía dejar de ser tan ridículo.

Entonces sentí como sus brazos me rodeaban con más fuerza, alzándome en el aire. Ahora yo miraba hacia abajo, y él hacia arriba, mientras nos besábamos… y podía sentir como rozaba mi trasero… pero como lo había dicho, ya no me importaba. Así que rodeé su cintura con mis piernas.

Y… al parecer eso tomo un poco por sorpresa a Minho, ya que se empezó a reír nerviosamente en mi boca.

-Oye… oye… hay que tomarnos un respiro-susurró, separando nuestros labios

Por un momento quise quejarme y lanzarme de nuevo sobre él, pero sabía que tenía razón, si esto continuaba así, terminaríamos haciéndolo sobre el campo, a plena noche.

 

 

Una hora después, nos encontrábamos tirados sobre el pasto, con dos copas, una botella de vino y una cobija. ¿Qué podría ser más romántico que esto?

-Nunca creí que pudieras ser tan cursi-murmuré, pegándome aún más hacia él

-Ni yo-afirmó-todo es tu culpa-agregó, sonriendo

-Lo acepto, es mi culpa-dije, devolviéndole la sonrisa

Todo esto era tan perfecto, que a momentos lo confundía con un sueño, ¿sería posible el ser tan feliz?

Entonces sentí que me abrazaba por la espalda, entrelazando sus brazos alrededor de mi cintura.

Al instante me ruboricé… dios… ¿ya era hora?, tragué saliva, intentando calmar mis nervios… y mi acelerada respiración…

-Relájate… no hay necesidad de ponernos tan nerviosos-murmuró Minho sobre mi oído, leyéndome el pensamiento. Intente decir algo, pero las palabras se atoraban en mi garganta. Tenía tanto miedo… que me paralizaba-prometo ser amable… ya que es tu primera vez ¿verdad?

¡IDIOTA! ¡CLARO QUE ERA MI PRIMERA VEZ! ¡¿ACASO PENSABA QUE IBA POR EL MUNDO ENTREGANDOLE MI CULO A CUALQUIERA?! ¡¡¡PUES NO!!!

-Obviamente es mi primera vez Minho -gruñí

-Escucharte decir eso me hace tan feliz-ronroneo en mi oreja y seguidamente beso mi cuello-tan inmensamente feliz… ahora serás completamente mío

Brr… cielos… todo esto era tan excitante

Sus labios se deslizaban por mi cuello de una manera demasiado erótica y notaba como mis mejillas estaban calientes de tanto sonrojarse.

- Minho …-intente quejarme… pero… más que una queja…

-Uh… eso ha sonado a gemido…-murmuró-repítelo…-pidió

Sentí como se erizaba mi piel y como, sin poder evitarlo, alzaba aún más mi cabeza, dejando en libertad mi cuello, completamente descubierto… cielos, cielos, cielos…

-Hazme repetirlo…-murmuré… tan sensualmente, que pude sentir como algo golpeaba contra mi trasero. Mis ojos se abrieron sorprendidos, al notar el poder que tenía sobre Minho. Solo con haberle dicho aquello, él se había excitado.

-Como desees…-soltó una risita y entonces sentí como pasaba su lengua por el largo de mi cuello, lentamente, hasta llegar a la parte trasera de mi oreja. Pronto tuve que comenzar a coger más y más aire con cada respiración que daba, estaba empezando a acalorarme gracias a él. Además, instintivamente estiraba mi cuello lo máximo que podía, para que no parará… o eso, hasta que se detuvo en una zona, para chupar…

-Dios… Minho …-gemí. Mi voz sonó alta y clara… demasiada alta y clara… diría yo.

Entonces sentí un leve mordisco en el cuello.

-Creo que mañana te vas a levantar con unos cuantos chupetones-dijo sonriente, deslizando sus manos un poco más hacía bajo, tomando mis caderas con fuerza. De golpe tomo de mis muñecas y me dio la vuelta, para que quedara mirándolo directamente.

-No me importa… en absoluto…-susurré, rodeando su cuello con mis brazos.

Sus ojos se abrieron por la sorpresa. Bueno, hasta yo me hubiera sorprendido, me estaba comportando como un depravado sexual.

Al instante Minho se lanzó de nuevo sobre mi cuello, deslizando y  moviendo su lengua por él… cada vez yo me sentía menos en mis cabales, estaba perdiendo la razón…  poco a poco aumentaban mis gemidos al sentirlo…

-Al demonio-gruño Minho, y entonces me tomo del trasero… logrando inevitablemente que mi cuerpo se pegara contra él

-Dios Minho, noto todos tus músculos en mi barriga-dije sorprendido… nunca habíamos estado tan cerca…

-¿Y te gusta?-preguntó riéndose

-Emm… eso creo…-dije algo inseguro…

Al instante note como su expresión cambiaba… cielos, había lastimado sus sentimientos, pero… es que… no estaba acostumbrado a sentir los músculos de alguien contra mi cuerpo. A menos que contaran los de una mujer fuerte…

-¿Crees?-preguntó, arqueando una ceja, mirándome fijamente

Eh… dios… mire hacia abajo, hacía su estómago… baje una de mis manos que se encontraba sobre su hombro y la acerque temblorosamente hacía su abdomen… jalé aire, recordando que debía ser valiente. Y lo roce.

-Bueno, es que… no sé, nunca me había sentido así con el cuerpo de un hombre. Impresionándome visualmente y… haciéndome llegar a sentir… como… dios… bueno ya sabes cómo me haces sentir…-murmuré, desviando la mirada de sus grandes ojos

-Bueno, te entiendo… ahora que lo dices…-murmuró, mirando mi cuerpo con ojo crítico

-Oye, sé que no estoy tan fuerte como tú, pero tampoco estoy tan mal-me quejé, cubriendo mi cuerpo, sintiéndome ligeramente avergonzado

Note como reprimía una risita y simplemente se quedaba ahí, observando cada uno de mis movimientos… analizándome y haciendo latir aún más fuerte a mi pobre corazón…

-¿ Minho …?

En un segundo sentí sus labios pegados contra los míos, mientras sus manos bajaban por mi espalda, haciendo amago de meterse dentro de mi pantalón. Casi reboto del susto al sentirlo, pero en vez de introducirlas, agarró el extremo de mi playera y tiro de ella hacía arriba.

En cuanto estuve libre de esta no pude más que quedarme impávido, mirándolo con los ojos abiertos… dios… entonces, como para igualar las cosas, Minho se deshizo de su playera ágilmente, lanzándola hacía un lado. De nuevo, me quede impávido… observando detalladamente a Minho, como si se tratara de un extraño… su cuerpo era… era… wow… los tatuajes que tenía en su pelvis le daban un aire sumamente sensual…

-¿ Minho, qué…?-¿Qué hago ahora?

-Tócame y yo te tocaré a ti-dijo firmemente, clavando sus ojos en los míos

Jale aire… sintiéndome mareado… levante una mano temblorosa hacía el, pero antes de que pudiera siquiera rozarlo, se lanzó sobre mí, besándome… lentamente y sin profundizar. Sin lengua, simplemente entreabríamos los labios y nos tocábamos con ellos, mientras, que con más lentitud aún, nuestras manos se paseaban a lo largo de nuestro torso. Las mías, temerosas. Las de él, con experiencia.

Sus manos se movían desde abajo, acariciando mi cintura con lentitud, poniéndome nervioso. Después, fue subiéndolas poco a poco por los laterales, provocándome unas ligeras cosquillas… madre mía… esto estaba avanzando demasiado rápido. Repitió ese proceso de subir y bajar unas cuantas veces, logrando que mis piernas se volvieran de gelatina.

Estaba por decirle que se detuviera un momento para que intentara tomar el control de mi cuerpo, pero entonces toco mis pezones y sentí como me retorcía de placer…

-Ah…-gemí, intentando controlar los temblores que me recorrían, cuando sentí su nariz sobre mi cuello, impidiendo moverme…  y de pronto, me lamió, deslizando su lengua lentamente.

OH DIOS…

Entonces, sentí como mis manos se movían por sí solas, apretando con fuerza su trasero, pegándolo hacía mí…  y ¡zaz!, en ese mismo segundo me separe de él… lo mire a los ojos, demasiado sorprendido, y luego mire hacia mi pantalón.

Me había excitado tanto, que cuando lo había aproximado hacía mí, nuestras erecciones se habían rozado…

Cielos… esto era demasiado nuevo para mí. Excesivamente nuevo

-Veo que a alguien le está gustando-gruño Minho, sonriendo de lado

 

Llegamos a la cabaña y tras abrir en un silencio sepulcral, Minho encendió las luces.

Dentro estaba todo bastante desordenado, lleno de polvo y lucía algo viejo, antiguo. Mire a mi alrededor… algunos muebles estaba cubiertos con sábanas blancas y otros estaban ahí, como queriéndome demostrar que justamente esta había sido la casa del abuelo de Minho.

Además, había cosas esparcidas por todas partes, como platos, lámparas, adornos, pedazos de muebles y unas pinturas tiradas sobre los sillones.

No pude evitar preguntarme hace cuanto que no entraba Minho en este lugar, o si siquiera había entrado alguna vez.

Pero entre todo, lo que más hacía eco en mi cabeza era ¿lo haríamos aquí?, estaba seguro que me sentiría como observado por los espíritus, ya que la cabaña del abuelo lucía de terror. Aunque decidí que lo mejor sería tragarme mis palabras y esperar.

-Pasa-dijo, tomando de mi mano, jalándome dentro-sé que luce algo viejo, pero…

Se giró, observando detalladamente mi expresión. ¿Cómo luciría? ¿Asustado, nervioso, al borde de sufrir un paro cardiaco?, seguramente lucía temeroso… estaba asustado… jale aire, intentando calmar el repentino ataque de nervios que estaba sufriendo y me puse a caminar por el lugar, como si fuera la tercera o cuarta vez que estaba aquí.

Antes que cualquier cosa, debía demostrar seguridad frente a la situación, calmarme y tomar el control… bueno, si es que antes no caía desmayado al suelo. Lo que realmente necesitaba era mostrarle a Minho que no estaba por huir, ya que por la forma tan brusca y tosca que estaba tomando de mi mano, podía notar que estaba ligeramente nervioso. La apretaba y retorcía entre la suya como si se tratara de un juguete contra el estrés.

-Esta… linda, además es enorme, bonito lugar Minho -dije, sonriendo levemente, mientras pasaba un cabello rebelde que cubría mis ojos tras mi oreja.

-Bien…-dijo en un suspiro, sonando aliviado

Creo que esta era la primera vez que  notaba los verdaderos sentimientos de Minho … se veía algo asustado, temeroso e inseguro, algo completamente diferente a como era usualmente. Pero no me sorprendía del todo, esto solo significaba que nuestra relación estaba avanzando y que por fin me estaba teniendo verdadera confianza.

-Ven, vamos-murmuró, jalándome hacia el fondo

Tragué saliva, y fingí una sonrisa. De nuevo estaba nervioso, ¿Qué pasaba conmigo? Mi estado de ánimo estaba en una montaña rusa, de repente, se encontraba en un punto alto, seguro… confiado, y de la nada, bajaba en picada, provocándome un enorme estrés y nervios y ganas de huir.

-¿Qué tal?-preguntó un emocionado Minho, mostrándome la nueva habitación a la que habíamos llegado

Estaba sorprendido. Este cuarto era completamente diferente a los otros, estaba limpio, sin nada de polvo, ni sábanas sobre los muebles, ni telarañas tenebrosas… pero… lo más extraño de todo, es que este lugar me asustaba mucho más que los otros.

Al centro, se encontraba una cama. Una enorme cama, sentí un ligero mareo…

-Oh… no me esperaba esto-musite

-Estuve pensando mucho en el lugar conejito… mi primera opción, fue un hotel, la segunda, la casa de un amigo, la tercera, un estacionamiento… pero me imaginaba que ninguna te gustaría mucho. Así que, al final escogí esto.

-¿De verdad pensaste en un estacionamiento?-pregunte enfurruñado, ¿de verdad era tan idiota?

-Siendo sincero… la verdad es que este fue el primer lugar que se me ocurrió

A veces podía ser el mayor imbécil del mundo.

Me acerque sonriente hacia él, y sin poder evitarlo mire hacía la cama… ¡calma!, todavía no era el momento para sufrir un ataque de pánico…

-Oh… pues que bien-murmuré, mirándolo de lado, con una media sonrisa nerviosa-pero temo decirte que ahora mismo siento un sueño… ya sabes, de esos que te dejan muerto…

-¿Ah sí?-dijo, obviamente ignorando mis palabras, y de golpe me agarró de la cintura y me pegó un empujón. Ambos estábamos cerca de la cama, y evidentemente, caí en el centro de esta. Este se puso encima de mí, a cuatro patas.

Sentí como mis ojos se abrían y mi pulso se aceleraba al instante, ¿Qué… demonios…?

Con una sonrisa gatuna, se puso a dos centímetros de mi boca y susurró

-Pues yo tenía otra idea de lo que podíamos hacer en esta cama. Bueno, aparte de dormir-noté su respiración agitada en mis propios labios y la presión de su pecho contra el mío haciendo que yo mismo notara mis propias palpitaciones, ¡Estaba muriendo! ¡Muriendo de un ataque cardíaco! De pronto, se me acerco tan peligrosamente a mi boca, que solo se me ocurrió cerrar los ojos con fuerza y esperar, y cuando había creído que me besaría, se pasó a mi cuello lentamente, forzando su respiración para que la notara sobre mi oído… mierda, mierda, mierda, ¿Qué tenía en mente? ¿No debíamos hablar sobre esto? ¿Sobre qué haríamos?

-¿Seguro que no tienes sueño?-pregunté, en un intento por retrasar el “momento”, diciendo una completa estupidez, era más que obvio que él no tenía ni una pizca de sueño

-¿Eh?-murmuró, sonando al distraído-no… creo que en este momento no tengo sueño

-Eh… sí, claro, entiendo-dije, callándome. Dios… mis opciones ya eran pocas, más que pocas, ¡ya no tenía opciones!

Acto seguido, se deshizo de su camiseta, ignorando mi pánico, y esta vez… si me besó. Con fuerza, con lujuria y algo salvaje, cielos, estaba perdiendo el control, lo notaba… ¿ahora qué haría?, ni siquiera podía pensar con claridad, debido a que podía sentir su torso caliente a través de mi camiseta… además me estaba sofocando y confundiendo y todo… ¿Cómo es que habíamos llegado a este punto?

No, no, no… ¿Cómo es que había aceptado hacer esto?

Entonces, mis turbios pensamientos fueron interrumpidos al notar como sus manos se filtraban por debajo de mi camiseta, con algo de inseguridad pero ya acostumbrado a mí. Acabó quitándomela con lentitud, sensualmente, y mirándome a los ojos en todo momento. Los segundos en que habíamos perdido el contacto porque la camiseta se encontraba en mi cara se me hizo eterno, después el cabello cayó sobre mi rostro y sobre mis hombros.

Con una media sonrisa, Minho lanzó la camiseta, olvidándose completamente de ella.

-Te queda sexy el pelo así…-murmuró, revolviendo mi cabello dulcemente-me gusta-añadió, besándome

Luego, sin darle más vueltas al asunto, puso sus manos sobre mi cintura y empezó a descender y ascender con avidez, provocando que muriera por dentro… sus dedos recorrían todo mi cuerpo tan sensualmente, que no podía evitar estremecerme entre sus brazos.

-Deseaba tanto este momento-susurró, pegando sus labios a mi cuello mientras deslizaba sus manos hasta mi trasero y comenzaba a sobarlo con fuerza-quiero tenerte Taemin… quiero estar dentro tuyo

Tragué saliva, sus palabras… me habían sockeado un poco. Sonaban deseosas, pero no enamoradas… solté un suspiro; eso ya no importaba en este momento ¿cierto?

Así que alce mis brazos, rodeando su cuello… Minho estaba muy ansioso y yo no estaba acostumbrado a esto, se movía frenético, tocando mi cuerpo por todas partes. Entonces, tomo de mi cinturón y ágilmente lo abrió mientas continuaba chupando mi cuello.

- Minho …-susurré, intentando calmarlo, pero este al parecer prefirió ignorarme, y simplemente lamió lentamente mi cuello, desde la clavícula, subiendo hasta mi mejilla, dejando un húmedo camino de saliva.

De mi cuello, paso a mi boca, metiendo la lengua, al tiempo que sus manos tiraban de mis pantalones, llevándose también mis boxers. Mis manos volaron hasta mi erección, cubriéndola ligeramente… estaba tan avergonzado y Minho parecía haber perdido todo uso de razón. Como si yo ahora no fuera más que un objetivo que alcanzar.

Él se agachó frente a mí para sacarme los zapatos y mientras lo hacía besaba mis muslos… eso empezó a gustarme un poco, aunque me costaba admitirlo ya que se estaba comportando demasiado rudo… pero me estaba llenando de nuevas sensaciones… calor, humedad… su lengua recorriendo mis piernas era hipnotizante; llevé una mano hasta su cabello, rozándolo… era tan suave y sedoso… me encantaba…

Cuando por fin logro sacarme el segundo zapato, bajó totalmente mi ropa y yo subí un poco mis piernas para que me las sacara de los tobillos, mientras él seguía besando la parte interna de mis muslos… y yo continuaba adentrándome en una desconcertante nebulosa de placer que cada vez me iba envolviendo más y más, filtrándose a atravez de mis poros… gemí bajito y entonces repentinamente Minho me mordió. Y no fue un mordisquito amoroso o juguetón. No. Fue un mordisco enserio, de los que dolían.

-¡Oye!-exclamé ligeramente molesto, pero de nuevo, el me ignoro olímpicamente, pasando de mí, y deslizo sus manos hacía mi cintura, apretándola con fuerza. Soltó un ligero gruñido y entonces lo sentí sobre mi cuerpo, colocándose entre mis piernas, mientras seguía tocándome, acariciando mis muslos…

Por un momento sentí verdaderas ganas de detenerlo, esto no tenía nada que ver con lo que me había imaginado, hace días que me moría por hacer el amor con él. Quería que me abrazara y susurrará a mi oído cuanto me amaba, que me tratara delicadamente… pero en este momento solo se estaba comportando como un bruto, portándose toscamente,  sin hacerme siquiera caso. Y me asustaba.

- Minho …-intente de nuevo, alzando un poco más mi voz. Sabía que podía empujarlo en cualquier momento, pero que también se enojaría, y no tenía muchas ganas de pelearme con él justo ahora

Yo… solo quería que entendiera y fuera un poco más lento… pero de nuevo me ignoro, y solo logré que se inclinara más sobre mí… con su aliento pegando contra mi rostro… entonces sentí algo que… me hizo sentirme asustado y sin ganas de continuar, quizás no fuera el momento… tal vez aún no estaba preparado, porque esta no era con lo que yo había soñado… Minho había comenzado a frotar su erección contra mi entrada… y mi cuerpo en vez de reaccionar positivamente, simplemente se había quedado en shock, completamente inmóvil

- Minho … me estas asustando-dije, intentándolo una vez más-por favor, detente

Por un momento se detuvo, y note que me miraba fijamente al rostro.

-¿Me quieres?-preguntó. Su voz sonaba ronca y extraña, sin ninguna gota de dulzura en ella, algo completamente diferente a como era usualmente. Me quede mudo, tieso, y con el cerebro congelado. Éste era el más bajo chantaje que podría haber utilizado conmigo… él sabía que obviamente lo quería, ¿Por qué se portaba así?

Solo callé, rindiéndome… si no comprendía lo que sentía solo con el hecho de tenerme temblando de miedo debajo suyo… entonces era un idiota; además de que me estaba manipulando para que le abriera las piernas sin ningún problema, y… eso es lo que iba a terminar haciendo al fin y al cabo.

Sin darle más rodeos, volvió a inclinarse, besando mi cuello, succionándolo, y lamiendo todo lo que había a su paso mientras bajaba a través de mi pecho… sus manos separaron más mis piernas… yo ya sabía lo que venía después y...  así fue… sentí su miembro entrando, penetrándome sin delicadeza alguna, para luego embestirme con fuerza.

No había usado lubricante, y no me había preparado para hacerlo, así que en cuanto estuvo dentro, sentí… que me moría. Podía soñar exagerado, pero dolía tanto… muchísimo… era una sensación de quemazón punzante. Y lo único que quería era que terminara….

-Más despacio-le suplique, sintiendo como unas gruesas lagrimas escapaban de mis ojos… y aunque odiaba llorar, sentía que Minho estaba rompiendo algo dentro de mí… me tenía sujeto de la cintura, y comenzó a embestirme muy rápido, sin ninguna delicadeza. Y no me sentía bien. Temblaba mientras reprimía las lágrimas, no podía controlar mi cuerpo por más que lo intentaba, Minho me sacudía y yo trataba de ignorar el dolor punzante que atravesaba mi cuerpo… -ah… ah…-me faltaba el aire, y me sentía mareado, puse mis manos sobre su pecho, sintiéndolas extrañas… como adormecidas. Cerré los ojos, pensando en cualquier cosa menos en esto, y de pronto, Minho se quedó quieto un momento y luego volvió a moverse pero suavemente; acarició mi frente, retirando algunos cabellos que se habían quedado pegados allí debido al sudor.

-¿Qué pasa?-preguntó dulcemente

Tuve ganas de soltarle un bofetada, ¿acaso no era obvio lo que me pasaba?

-Me duele-susurré… no podía ni hablar, ni respirar con normalidad… mi corazón estaba latiendo a mil por hora y mis rodillas temblaban a ambos costados de la cintura de Minho

-Tranquilo… estas respirando muy rápido-sentí que se movía un poco dentro de mi cuerpo-respira más lento, cálmate, no te hare daño-sus palabras extrañamente me tranquilizaron… aunque al mismo tiempo me hicieron odiarlo. ¿¡Qué no me haría daño!? ¿Y qué era lo que estaba haciendo justamente ahora?

Quise soltarle un “ja” en su cara y luego detenerlo. Pero no podía… sus ojos me miraban tan profundamente… y… estaba tan enamorado de él, que me era imposible dejarlo ahora. Aunque estaba sufriendo, y mucho, no podía alejarme de él.

Con delicadeza, pegó su frente contra la mía, acariciando mis brazos, y casi como si se tratara de magia, consiguió relajarme poco a poco… suspire cuando Minho bajo la cabeza, deteniéndose a lamer uno de mis pezones, chupando suavemente, mientras movía su miembro, haciendo como círculos dentro de mí. Eso no me disgustaba, todo lo contrario… comenzaba a sentir un extraño hormigueo placentero, y mi miembro iba poniéndose duro, casi podía sentir como la sangre de mis extremidades y de todo mi cuerpo luchaban por agolparse justo allí, entre mis piernas.

Minho salió de mí, mientras ponía una mano sobre mi costado, empujándome un poco; quería que me volteara y así lo hice, me pegué a la cama, pero el tiró de mi haciendo que levantara mi trasero, como ofreciéndoselo… ahh… que vergonzoso… se inclinó sobre mí y me tomo de la cadera, empujando nuevamente su erección hacia mí interior, mucho más profundamente que antes… esta vez algo chispeo a mi alrededor y dentro de mí. Aquel dolor de hace unos momentos había desaparecido por completo.

-Aaahhh-gemí con ganas, estrujando las sábanas bajo mis manos. Minho había tocado algo dentro de mí, algo que no sabía que existía y el placer que antes apenas se había asomado ahora se expandía haciendo que me vibraran hasta las pestañas.

Minho se pegó contra mi espalda, gimiendo de manera ronca, dándome otra profunda estocada… estaba tan dentro de mí, en un lugar al que nadie había llegado… y eso por alguna razón me hizo sentirme feliz, mi cuerpo se había unido al cuerpo de Minho. Por primera vez.

-Ahh… Minho … ahhh…-trataba de mover mis caderas, intentado que se hundiera aún más en mí. Sentía sus manos deslizándose hasta tomar mi erección, masajeándolo de arriba abajo, tocando un poco mis testículos.

-¿Te gusta?-preguntó, besando mi espalda y hombros

-Ahh ahhh si… sigue ahhh sigue…

Y Minho siguió embistiéndome y tocándome con fuerza hasta hacerme perder la noción del tiempo, del espacio, del siglo en el que vivía y de todo lo que me rodeaba. Mi estómago se contraía involuntariamente una y otra vez, y podía sentir que faltaba poco para que todo ese placer explotara. Había tanto calor dentro de mí que en cualquier momento podía empezar a derretirme, pero Minho volvió a salirse, sentándose en la cama. Me volteé sudoroso, confuso y excitado… el tiró de mí, haciendo que me sentara sobre su erección. Cara a cara. Me tomo de la cintura, ayudándome a subir y bajar, como cabalgando sobre él.

-Ah… ahhh-estaba sudado, pegándome a Minho, besándonos con locura; me movía hacia adelante y hacía atrás, clavando las uñas en su espalda… el placer era tan inmenso, que solo pensaba en conseguir más de esa sensación.

-Más rápido Taemin…-pidió Minho, con los labios entreabiertos, mirándome fijamente mientras apretaba mi erección, recorriéndola desde la base hasta la punta, con la mano; al mismo ritmo al que yo me estaba moviendo sobre él. Unos cuantos segundos más y….

-¡¡¡Aaahhhhh!!!-gemí muy fuerte, hundiendo mi cara en la curva de su cuello, corriéndome abundantemente sobre él

No pensaba en nada, solo sentía el orgasmo atravesando mi cuerpo llenándome de un placer que nunca antes había experimentado, e instantes después lo escuché soltando una especie de gruñido, viniéndose en mi interior, mientras yo seguía divagando y flotando entre las nubes…

Minho acaricio mi espalda y después se dejó caer sobre la cama y yo sobre él. Nuestras respiraciones estaban totalmente agitadas y podía escuchar su corazón bombeando rápidamente.

Me deslicé hacia un costado, sin dejar de abrazarlo en ningún momento… ambos estuvimos algunos minutos en silencio, intentando recuperar el aliento.

-¿Taemin?-preguntó de pronto, tomando de mi mano

-Mmm-no tenía fuerzas suficientes como para comenzar a hablar

-Perdóname-murmuró

Me moví ligeramente, sintiendo una leve punzada de dolor. Giré mi cabeza, quedando de frente a él. Sus ojos brillaban bajo el efecto de la luz, y su rostro mostraba una media sonrisa…

-¿Por qué?-dije en voz baja

Ya sabía a qué se refería… y aunque ya no estaba enojado, al menos no del todo, prefería dejarlo sufrir un poco

-Por cómo me comporte… yo… fui un idiota, por un momento se me olvido completamente que era tu primera vez… lo siento mucho

Solté un suspiro, sonriendo. Pasé suavemente mi mano por su mejilla dulcemente, sintiendo que cada vez me enamoraba un poco más de él

-Te quiero tanto….-susurré-que ya no importa lo que me hagas, nada va a cambiar eso

Su respiración se agito

-Ni con todas las palabras del mundo, del universo…podría describir lo que siento por ti Taemin-murmuró, besándome fugazmente-gracias por permitirme ser el primero en tu vida.

Notas finales:

Vemos como este par y su relacion sigue viento en popa :) , espero que les haya gustado 

Chicas así que sin más que decir dejenme sus hermosos reviews con mucho amorsh !!! <3 :) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).