Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Compañeros de Dormitorio por LYDIA

[Reviews - 110]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Leeme abajooo :3

 

 

“Los humanos son divertidos… Ellos quieren estar con la persona que aman pero rehúsan de admitirlo abiertamente. Algunos tienen miedo de mostrar la más mínima señal de afecto por miedo. Miedo que sus sentimientos no sean reconocidos, o peor aún, regresados. Pero algo de los seres humanos que me intriga más es su consciente esfuerzo de estar conectado con el objeto de su afección, incluso si eso los mata lentamente.”
Sigmund Freud

 

¿Serían suficientes ocho meses para olvidar a alguien completamente?

Eso esperaba.

Hoy era buen día, de esos cuando te pones a pensar en viejas personas y en viejos recuerdos y no puedes más que sonreír. De esos días en que piensas que todas esas cosas malas que te habían sucedido, tienen un porque…

Y justamente hoy había quedado con Key y Onew para tomar un café. A veces nos poníamos algo melancólicos y para recordar viejos tiempos.

Así que, en lo que esperaba a que llegara la hora en que habíamos quedado de vernos, decidí sacar cierta vieja carta.

Cierta carta que hace meses reprimía el impulso por leerla.

Ahora ya no era blanca como la recordaba, si no que el polvo y el tiempo habían cobrado su cuota volviéndola de un extraño color café amarillento… además los bordes estaban doblados, y el papel se veía gastado.

Decidí que quizás era el momento para leerla. No podía dejar pasar más tiempo o si no se volvería polvo.

La abrí, sintiendo como unas mariposas nerviosas se revolvían en mi estómago.

Y justo cuando esa única hoja estuvo fuera, entre mis manos temblorosas, me pregunte si realmente esta sería la mejor opción. Quizás sería sano dejar las cosas así, porque… ¿de que servía revivir el pasado?

De nada… pero ya las tenía frente a mí, y aunque quería lanzarlas de regreso a la caja, mis ojos se toparon con su letra, y me fue inevitable leer.

 

 

 

 

 

 

 

Te amo

 

 

 

 

 

 

Un “Te amo”, solo eso, no había más. No pedía perdón, no explicaba que había pasado, tampoco había cientos de palabras justificando sus errores y lo que había sucedido en todo este tiempo. Nada.

Solo su ‘te amo’. Solo eso bastaba.

No pude más que sonreír y guardar la carta.

 

NARRA MINHO

Me crucé de brazos, en un vano intento por no ir corriendo detrás de ti. Me recargue de la puerta, repitiendo mentalmente una y otra vez tu expresión al escucharme decirte todo aquello.

¿Qué si había sido cruel?... si, y lo había sido intencionadamente.

Cualquier podría estarse preguntarse qué es lo que pasaba con mi cabeza, ¿Por qué maldita sea hacia esto? ¿Por qué te lastimaba y te traicionaba?

Ni yo mismo lo sabía con certeza, lo único que podía decir en mi defensa, si es que había alguna, es que no paraba de repetirse en mi mente esa escena tuya besándote con aquel imbécil. Supongo que al hacer esto creí firmemente que simplemente te enojarías como otras tantas veces, que me pondrías aquella cara de puchero y todo estaría arreglado. Pero algo dentro de mí me había hecho hablarte de esa manera, sacando lo peor.

Supongo que estas eran las represalias de un turbio pasado, y de no medir las consecuencias.

-¿Satisfecho?-preguntó Luhan, soltándome un fuerte empujón y saliendo de ahí, persiguiéndote

A él le siguió Onew y Key, que se limitaron a mirarme con reprobación. Como queriendo echarme en cara algo que ya era demasiado obvio, ¿es que acaso no se daban cuenta de que entendía a la perfección la estupidez que acababa de cometer?, tampoco era un idiota como para no darme cuenta

Solté un resoplido, mientras tomaba del brazo a ese chico que apenas si conocía y lo llevaba hasta la puerta.

Ni siquiera puedo recordar ahora su nombre.

Me despedí de él y luego di medía vuelta, encerrándome en mi habitación, preguntándome que acababa de hacer, ¿Por qué mi cabeza no podía pensar las cosas antes de hacerlas?

Lo había hecho instintivamente, como una clase de “prueba”… quería demostrarme a mí mismo que Taemin no me importaba tanto, que no estaba enamorado ni ninguna de esas tonterías cursis que para mí no existían.

Sí podía engañarlo, podíamos continuar juntos; de esa manera podía seguir fingiendo que no sentía tanto, y que el único enamorado era él.

Pero las cosas se me habían salido de las manos al final de cuentas y había terminado diciendo cosas sin sentido, que solo brotaban de mi boca, sin pensarlas ni un momento. Y lo había lastimado.

Me deje caer sobre la cama revuelta en sábanas y cobijas, y me pregunté qué habría sucedido si no me hubiera visto… ¿las cosas habrían cambiado en algo?, quizás no. Lo más probable es que lo hubiera terminado esa misma mañana, le hubiera dicho algo como que ya estaba cansado con la relación, o que lo había engañado, y hubiera dado punto final a nosotros.

Yo no era de relaciones largas porque eso solo llevaba a una cosa. Enamorarse. Y yo ya estaba atrapado en eso, y no quería. No podía repetir los mismos errores del pasado.

 

….

 

Esa tarde te fuiste del departamento. Te mudaste.

Y no sé si al final terminamos mejor o peor.

De nuevo, te dije cosas que tendría que haberme guardado, pero que en cambio te había soltado en una bofetada, como si no hubiera sido suficiente con lo que ya había hecho.

Una parte dentro de mí quería matar el amor que sentías, quería pisotearlo y dejarlo atrás. Quería dejarme sin ninguna posibilidad de volver a estar juntos.

Y era el miedo lo que provocaba todo esto.

Él no poder dejar atrás las cosas del pasado, que parecían seguirme a todo momento. Y es que si no había sido capaz de contarte lo de Changmin, ¿Cómo podíamos continuar juntos?...

Al final, te había hecho llorar. Eso fue lo que termino por romper todas mis defensas. No pude evitar estrecharte entre mis brazos, intentando guardar algo de ti, algo que me ayudara en los días siguientes.

¿Cómo sería la vida sin tu compañía?...

Esperaba que simplemente las cosas volvieran a la normalidad, a la rutina de todos los días, pero… la realidad era completamente diferente. Había echado a perder lo único bueno que me había sucedido en mucho, mucho tiempo.

Las cosas no eran las mismas ni por asomo.

Todo me hacía recordarte.

Todo en este jodido departamento me hacía pensar en ti, y ahora entendía porque te habías mudado. Este lugar estaba lleno de recuerdos.

Recuerdos que en algún momento habían sido realmente felices, pero que ahora el simple hecho de pensar en ellos dolía. Hacía que las lágrimas saltaran a mis ojos, impidiéndome continuar. Y se formaba un extraño dolor en mi pecho que parecía negarse a ir.

¿Así era como se sentía? ¿Esto era sufrir por amor?

Eso me imaginaba.

Porque si no era eso, entonces comenzaba a volverme loco.

¿Había algo que podía hacer?... ¿aparte de pedirte disculpas?… pero era tan cobarde, tenía tanto miedo de llegar frente a ti y decirte cuanto lo sentía, confesarte que también te amaba. Que habías logrado lo que nadie había podido lograr en años, que habías desbaratado todas mis autodefensas y habías llegado a lo más profundo de mí.

Podía imaginarme la escena… tu mirada sería imperturbable y dirías que era demasiado tarde para eso, y yo lo entendería. Era algo lógico. Pero al mismo tiempo sería algo tan terrible escucharte decirlo, que mi mundo se acabaría justo en ese momento.

Así que esa no era una buena idea, al menos no de momento. Quizás, si más tarde quería destrozarme por completo podría hacerlo, pero ahora me negaba a entender que te había perdido.

Y decidí esperar, dejar que el tiempo curará tus heridas y te dejara solo los buenos recuerdos. Quería que cuando pensaras en mi sonrieras ampliamente y nada más.

 ……

 

 Hoy fui a visitar por segunda vez a mi familia de manera voluntaria. La primera vez, fui acompañado por ti, pero ahora… iba como un niño pequeño, buscando el consuelo de su madre.

Odiaba aceptarlo, pero en los peores momentos de mi vida, era cuando pensaba en ellos, en mi mamá, en mi papá, en mi hermanos… creo que ellos serían los únicos que me entenderían y no me echarían en cara lo idiota que había sido. Porque yo sabía muy bien que todo esto había sido culpa mía, por mis miedos, por mis inseguridades, por ese temor a volver a ser herido.

Al final, él único que había vuelto realidad todo eso había sido yo.

-¿Hijo?-preguntó sorprendida mi mamá, envolviéndome en un abrazo al notar mi expresión.

Hasta en eso era una experta, en identificar rápidamente lo que me sucedía. Por eso había huido cuando había pasado aquello con Changmin, porque no quería que aquellos negocios y cosas que mi padre había construido junto con él se desmoronaran, solo porque su tonto hijo adolescente se había dejado llevar por sus estúpidas hormonas.

-¿Qué pasó?-dijo mi madre, tomando de mi mano, llevándome hasta el estudio de mi padre, donde tiempo atrás, solíamos platicar juntos por horas

Eso me hacía sentir nostálgico, y extrañamente triste. Eso también lo había echado a perder al alejarme súbitamente de mis padres, había perdido un poco de mi familia, ¿hasta ahora cuantas cosas había perdido por mi propia cuenta?, porque eso tampoco se lo podía reprochar a Changmin … no podía pasar mi vida entera echándole la culpa a ese viejo amor y tratando de excusarme por lo que me había pasado ¿cierto?

Nos sentamos en los sillones de piel y mi mamá se cruzó de brazos, dándome a entender que estaba lista para escuchar lo que fuera que tenía para decirle. Y comencé… desde el momento en que te vi entrar al departamento por primera vez… como algo dentro de mí, algo inconsciente me hizo saber que te terminaría amando, de alguna forma… y quizás por eso mi forma de acercarme a ti fue tan infantil, como cuando iba en kínder y molestaba a la niña que me gustaba jalando de su coleta.

Esa había sido mi única forma posible de acercarme a ti sin salir claramente lastimado.

También le conté de aquel día en el bar, cuando por fin me besaste por voluntad propia, y como me hiciste sentir con el solo rozar de tus labios. Creo que ese momento fue especial… porque aunque podía notar tu miedo al hacerlo, estaba casi seguro que lo hacías porque me querías. Y eso, debo admitir, me hizo muy feliz.

Luego le platique de todos los momentos que le siguieron, como aquel en el campo bajo las estrellas, de lo nervioso que estaba aquella noche… de cómo me dijiste por fin que te gustaba, y sentí que mandabas todo al carajo.

Bueno, en fin… vivimos tantas cosas juntos, que cuando termine de relatarle a mi mamá lo último, cuando había terminado por arruinar las cosas, me di cuenta de que realmente había perdido algo demasiado valioso en mi vida, y no sabía si podía recuperarte… ¿todavía había tiempo?

Mi madre soltó un largo suspiro y se acercó a mi lado, rodeándome con fuerza. Yo podía sentir como todas aquellas preocupaciones que estaban dando vueltas por mi cabeza se reducían un poco.

-Lo lamentas ¿cierto?-preguntó, sonriéndome dulcemente

Afirmé

-Pues entonces lo único que queda es que vayas con Taemin y le expliques todo esto, justo como lo acabas de hacer conmigo ¿no?

De nuevo afirme, tenía razón. No había otra forma de hacer las cosas, tenía que ir y hablar con él. Era lo mínimo que podía intentar, después de la manera tan mala en que habíamos terminado.

Al menos debería saber que realmente lo había amado. A mi manera, pero lo había hecho.

Sonreí, dispuesto a ir a buscarlo, cuando se escucharon unos golpes en la puerta. Mi madre paso su mano por mi cabello dulcemente, y entonces se puso de pie y fue a abrir.

Entonces apareció la última persona en el mundo entero que pensé que volvería a ver.

-Hola muchacho, pásale-saludo mi mamá, como siempre hacía con las personas que eran un poco más jóvenes que ella.

Aunque Changmin ya no era un muchacho.

-Hola señora, ¿Cómo está?-pregunto amablemente, entrando al estudio, y entonces se topó con mi mirada

-Hola Changmin -salude, sonriendo ampliamente, intentando fingir… cuando en realidad podía sentir como mi corazón retumbaba dentro de mi pecho una y otra vez… logrando acelerar mi pulso de una manera descomunal

Este se quedó impávido por un segundo, observándome fijamente, sin saber que decir… era como si por su cabeza se repitiera todo aquello que habíamos vivido hace mucho tiempo.

A mí me pasó lo mismo.

-Hola Minho, tanto tiempo sin verte ¿Qué ha sido de ti?-saludo normalmente, reaccionando con rapidez, acercándose hasta mí

Mi madre nos miró con una gran sonrisa

-Bueno, yo iré por tu padre Minho, quédate un momento a hacerle compañía a Changmin -dijo, saliendo por la puerta, dejándonos solos.

Nos miramos el uno al otro, y por un segundo, pude recordar sus labios, la forma suave y apasionada con la que solían besarme, y sus manos… tan firmes a la hora de tocarme, de rozar mi cuerpo… y sus ojos… aquellos que solían mirarme de una dulce manera, dándome a entender que me amaban, sin la necesidad de decirlo.

O al menos eso había sentido, eso había percibido de él, en algún momento.

-Hace tanto tiempo-repitió

 ………………..

 

 

 

 

 

Fue entonces cuando se me ocurrió escribirte una carta.

Justamente una semana después de haberme encontrado con Changmin, fue cuando se asomó a mi cabeza la maravillosa de escribir en papel lo que sentía por ti.

Al principio, ciertamente pensé que sería lo más fácil del mundo, que cuando tuviera una hoja blanca frente a mí, podría plasmar todo lo que pasaba por mi cabeza, todos aquellos pensamientos que habían estado atosigándome, dando vueltas y vueltas… pero… realmente no era así

Todo me parecía demasiado ridículo, demasiado cursi, demasiado exagerado, demasiado de todo… sentía que era poco, que era mucho, que me faltaban o sobraban palabras, yo sentía que realmente el explicarte lo que sentía por ti me llevaría días, semanas, meses… que era imposible plasmar todo lo que había dentro de mí, pero al mismo tiempo creía que solo una palabra podía decir todo, resumiéndolo… y simplificándolo.

Y cuando iba por la sexta hoja, me daba cuenta que eso no significaría nada para ti, ya que solo eran palabras… así que al final, termine decidiéndome por algo… sencillo. Algo que era parecido a mí… y algo que te diera a entender todo…

 

 

NARRA TAEMIN

¿Realmente estaba listo para verte de nuevo?

-Odio las fiestas de cumpleaños-me quejé, cruzándome de brazos, mirando las miles de prendas de ropa que había desperdigadas por el cuarto de Luhan

-Eres un viejo gruñón, tú eres el único al que no le gustan las fiestas- me murmuró Luhan , saliendo del cuarto de baño con una nueva muda de ropa, esta vez era un pantalón de licra negra, excesivamente pegado a sus delgadas piernas, que no dejaban nada a la imaginación. Y sumado a eso, una larga camiseta gris, acompañada de unos collares dorados.

-Dios, ¿Cuándo piensas dejar de probarte ropa?-pregunté, mirando toda la que aún le quedaba por probarse

-La que sea necesaria, es mi cumpleaños y es un día especial-afirmó, mostrándome una gran sonrisa

-Lo sé, tienes una grabe obsesión con eso de cumplir años, yo que tu mejor iría a tratarme con un psicólogo para ver si no tienes alguna clase de trauma… ¿estás seguro que de chiquito si te festejaban tus cumpleaños?-pregunté malhumorado

Luhan arqueo una ceja, y se acercó hasta mí, dejando de lado el tema de la ropa. Yo sabía muy bien que estaba por decirme, lo entendía… todo mundo había estado extraño conmigo justamente por eso.

-Todo esto es por Minho ¿cierto?-preguntó, clavando aquella mirada felina sobre mí

Claro… claro que era por Minho, por ti, estúpido cretino que aún no podía olvidar. No entendía como, pero aún tenías un extraño efecto sobre mí. Y… aunque no fuera tan fuerte como el de antes, ese que sacudía mi cuerpo y hacía temblar a mis piernas, aún podía sentir que quedaba algo de nosotros dentro.

-Claro que no, siempre he odiado las fiestas-afirme, mostrando una leve sonrisa. No era el momento adecuado para desmoronarme… y es que era imposible, ya habían pasado tantos meses… tanto tiempo, ¿y yo aún continuaba sintiéndome nervioso por ti?, eso era algo injusto, ya que aunque habías enviado aquella carta, aquella hermosa carta de la cual nadie sabía; eso no significaba que obtendrías mi perdón mágicamente. No.

Quizás si hubieras llegado justamente como te imaginaba… montado en un enorme caballo blanco, acompañado de un enorme ramo de rosas, podría pensarlo. Pero no habías hecho nada aparte de enviarme ese te amo con apartado postal. Y yo ya no sabía qué hacer, o que pensar… no sabía si valía la pena volver a buscarte e intentar reconstruir aquello que habías echado a perder.

-Bueno, ¿seguro?, si quieres puedo llamarlo y decirle que se canceló la fiesta, aunque lo más seguro es que él sepa que lo desinvite, pero… bueno, supongo que entenderá-insistió Luhan, mostrándome una cálida sonrisa

-No, no es necesario, de verdad que estoy bien-mentí, probando con una nueva sonrisa

Esta vez Luhan se la creyó. Así que se puso de pie, regresando a la tarea de encontrar el atuendo perfecto para su fiesta de cumpleaños.

Mientras tanto, yo me envolvía más y más en pensamientos sobre ti. No paraba de pensar en ti desde aquel día que me había comentado Luhan que te había invitado. Aún podía recordarlo claramente, había sido un momento de película.

 

 

FlashBack…………….

“-Así que… ¿Qué quieres de cumpleaños?-preguntó Sehun, besando dulcemente el cuello de Luhan, este soltó una risita nerviosa, revolviéndose como gusano de tierra.

Sonreí al verlos así.

-Mucho sexo-murmuro Luhan, mostrándole una apasionada mirada

Al instante Sully y yo alejamos la mirada de aquello dos, al igual que Key, Onew y Henry, que no pudieron evitar el soltar una sonora risa.

-¿¡Que!?-exclamó molesto Luhan, mirándonos furioso-que ustedes sean unos amargados, faltos de amor y sexo no es mi culpa-se quejo

-¡Oye!, Henry y yo tenemos mucho sexo, pero no lo hacemos tan público como tú, descarado-se burló mi amiga, mirando fijamente a Luhan. Si había alguien que se podía poner con él, esa era Sully, al parecer era a la única que respetaba.

-Bueno-murmuró Luhan, haciendo un leve puchero, mientras Sehun tomaba de su mano

-¿Y? ¿Dónde se hará la fiesta?-preguntó Onew-en nuestro departamento no se repetirá aquella salvajada-afirmó, mirando duramente a Luhan.

-Puede ser aquí-murmuró Sully, y al instante todos nos volteamos a mirarla, ¿acaso hablaba enserio? ¿Sabía en lo que se metía?

-Amor… ¿no deberíamos pensarlo mejor?-preguntó Henry, mirando a su novia como si se hubiera vuelto completamente loca. Y bueno, en este momento yo también lo pensaba. No es que ella y Luhan fueran los mejores amigos de todo el mundo, es más, su relación era algo parecido al amor-odio… así que esto de aceptar hacer su fiesta de cumpleaños en su departamento me parecía algo descabellado.

-¿Enserio?-preguntó Luhan, mostrándose sumamente sorprendido

-Claro, ¿Por qué no?, así puedo controlarlos a todos para que no hagan ninguna clase de perversión… mira que Kai me contó de aquel beso que se dio con Key, ¡pobrecillo!, ese día sí que lo paso mal-murmuró Sully, y entonces note como el ambiente cambio por completo. Fue algo demasiado sutil, pero podía notarlo.

Todos… absolutamente todos en el cuarto recordaban lo que había pasado con Minho después de aquella “maravillosa” fiesta. Y ahora… podía notar sus miradas sobre mí.

-Hay algo más-murmuró Luhan-yo… invite a Minho, ¿estas segura de querer hacer la fiesta aquí?-preguntó Luhan, mirándome tímidamente, cuando tendría que estar al pendiente de Sully, que en cualquier momento podía lanzarse sobre su yugular.

Pero entonces note que en realidad todos continuaban observándome, así que para Luhan no había la necesidad de observar a mi amiga.

-¿Qué?-pregunté firmemente, intentando aparentar que no estaba nervioso por tu presencia Minho, que tu serías como cualquier otro invitado, y que en realidad el saber que te vería de nuevo no me afectaba en lo absoluto-a mí me parece bien que venga Minho a la fiesta-mentí-Luhan y él son amigos ¿no?, lo normal es que lo invitara, no sé porque les sorprende tanto a todos

Y así había salido de aquel mal trago, en el que todos recordaron que alguna vez tú y yo habíamos tenido una relación, y que esta, había terminado sumamente mal”

 Fin Del FlashBack………..

 

 

 

Y lo cierto es que aún continuaba con aquel angustiante sentimiento de que algo pasaría en aquella fiesta, de que las cosas saldrían mal para mí de alguna forma, porque… porque eras tú Minho. Tú, con aquella belleza arrebatadora que podía hacer olvidar a cualquier persona cuál era su nombre y su propósito en esta vida… tú… aparecerías de nuevo en mi vida. Y no sabía todavía si era para bien o para mal.

 

 …………………..

Cuando llegamos Luhan y yo al departamento de Sully, todo estaba completamente diferente. Era como si mi amiga hubiera convertido aquel pequeño espacio en un club privado.

Había luces, había una pista que realmente lucía como una, había cientos de globos plateados y negros distribuidos por el lugar, además de unos cuantos meseros que recorrían el departamento cargando charolas con largas copas de vino. ¿Cuándo demonios había hecho todo eso? ¿Y cómo era posible que hubiera logrado que luciera de esta forma?

-¿Cómo le hizo?-me preguntó Luhan, mirando completamente embobado el lugar

-Ni idea-afirmé, sin poder apartar la mirada de todo lo que nos rodeaba

Y justo entonces, apareció Sully, con un ajustado y corto vestido rojo, acompañado de unas enormes zapatillas, que al observarlas no pude evitar el preguntarme cómo era posible que las utilizara sin sentir la necesidad de aferrarse a la pared, en un intento por no caer al suelo

-¿Les gusta?-preguntó, mostrando una enorme sonrisa

Luhan simplemente soltó una risita entusiasmada, y se lanzó sobre ella, abrazándola con fuerza.

-Ok, supongo que eso significa que si les gusto-murmuró, mirándome emocionada

-Bueno, ahora iré por algo de tomar-murmuró Luhan, separándose de Sully, yendo directo a donde se encontraba Sehun, tomando de una copa una extraña bebida color azul

-¿Y? ¿A ti también te gusto?-dijo mi amiga, mirándome fijamente

-Bueno, a quién no podría gustarle-afirmé, tomando de sus manos-deberías dedicarte a hacer eventos, seguro ganarías mucho dinero

-Pues… podría ayudarte con tu boda-bromeo, soltándome un pequeño golpe en el hombro

-Claro, claro, pero creo que primero falta encontrar a la novia ¿no?-dije, sonriendo

-O al novio-agregó, sonriendo coquetamente

Solté un suspiro, poniendo los ojos en blanco

-Oye, y hablando enserio, ¿estás bien?, con lo de… ¿Minho?-preguntó de la nada, cambiando totalmente su expresión

-Sí, estoy bien, de verdad-dije, mintiendo como por octava ocasión en el día, ¿es que no se cansaban de hablar del tema?, yo entendía que estaban preocupados por mí, lo sabía, ¿pero es que acaso no entendían que el estar hablando repetidamente de ti no me ayudaba en nada?

De por sí ya no podía controlar los temblores que me recorrían de solo imaginarte atravesar la puerta de entrada adornada por aquellos brillantes globos de colores, no paraba de preguntarme si te acercarías a saludarme y luego me preguntarías si había leído tu carta, o si tal vez simplemente me saludarías y luego te alejarías, yendo por ahí, compartiendo tu hermosa presencia con los demás… ¿acaso te habías cansado de esperarme?

-Bueno confiare en ti, pero si pasa cualquier cosa, ya sabes que tengo muchos cuchillos guardados en la cocina-afirmó, sonriendo y guiñándome un ojo

 

 ……………….

 

 

La música invadía todos mis sentidos… podía sentirla en los dedos de mis manos, en las puntas de mi cabello,  y en mi pies… bueno, eso… o quizás todo era culpa de las tontas bebidas de colores que los meseros habían estado repartiendo por el lugar.

Tal vez eso, sumado a los terribles nervios que sentía esperando tu entrada triunfal… podía notar como unos retortijones atacaban como avispas a mi estómago, logrando que me retorciera a mitad de mi extraño baile, en el cual movía los brazos como Bob Esponja hacia todas partes… cualquier persona que me viera en este momento seguramente se preguntaría si estaba drogado.

Lo entendía… yo mismo me notaba extraño, era una clase angustia, felicidad, nervios, miedo, alegría… todo mezclado… todo dentro de mí revolviéndose, esperando el momento de verte entrar.

Aunque lo más seguro es que tu no me notaras… o bueno, quizás sí… pero lo más probable es que no me vieras, ya que me encontraba en una esquina de la pista, bailando con un grupo de personas a las cuales no conocía, pero que parecía agradarles bastante.

Y justo entonces, como si te hubiera llamado con el pensamiento en alguna clase encantamiento, apareciste.

Y fue justamente como me había imaginado… con aquella exagerada entrada triunfal de quinceañera… solo te faltaba el humo de hielo seco a tu alrededor. Podía notar como todas las miradas se clavaban sobre ti. Porque claro, eras exageradamente guapo, algo que aún me parecía excesivo e injusto.

Y sonreíste, mirando a todos a tu alrededor, moviendo aquel flequillo que cubría tus ojos hacia un lado.

Y yo que estaba seguro de que cuando te volviera a ver nada pasaría, que seguiría tal y como había estado todos estos meses. Que podría mirar fijamente a tus ojos y verte simplemente como un viejo amigo, un conocido… un invitado más. Que tu presencia, acompañada de aquella torcida sonrisa, no causaría ningún efecto sobre mí; que todos aquellos sentimientos por ti estaban completamente sepultados en alguna parte de mi cuerpo.

Eso creí. Fui demasiado crédulo.

Pero al verte entrar por la puerta llena de globos de colores, saludando a todos, mostrándoles aquella sonrisa tuya tan especial, sentí como me desmoronaba.

Algo dentro de mí me dijo que aún te quería, que era imposible intentar dejar de hacerlo.

Y cuando te acercaste lentamente hasta donde me encontraba,  mirando fijamente a mis ojos, cuando yo había pensado que jamás podrías encontrarme entre tanta gente, supe que estaba perdido. Y también supe que estabas consciente de que había leído tu carta, y que seguramente intuirías que fingiría vilmente que no lo había hecho… como había sucedido en todos esto meses, porque ni siquiera me había tomado el tiempo de hacerte una llamada o enviarte un mensaje. Tal vez no para regresar contigo, pero quizás sí para hacerte saber que compendia tus sentimientos.

Y todo porque este tiempo alejados lo había gastado en un inútil intento por olvidarte, por sacarte de mi vida. Pero había sido imposible.

Y estaba seguro de que eso también lo sabías… podrías notarlo por la forma en que te miraba, y por la forma en que mis labios temblaban al hablar, y por como mi corazón latía rápidamente queriendo huir.

Tú sabías todo esto, pero no hacías nada.

Simplemente te acercaste, mostrándome aquella tímida sonrisa que hacía temblar mis piernas y murmuraste un “hola”

Y si antes había dudado el sentir algo por ti, ahora podía comprobarlo

-Hola-dije, intentando sonreír, aparentando normalidad, como si no fueras alguien importante en mi vida

-¿Cómo has estado? ¿Qué has hecho?-preguntaste tranquilamente y no supe que contestar, ¿Qué podía decirte? ¿Qué todo este tiempo me la había pasado intentando reconstruir mi vida luego de que te fueras? O… ¿Qué intentaba fingir que aquella carta que me habías enviado no había sido leída?.... no, eso era lo que menos tenía que decirte, al menos no ahora… quería lucir como si mi vida hubiera ido perfecta, llena de emocionantes aventuras, llena de diversiones y locas pasiones.

-Bien-dije finalmente, olvidándome de mentir-¿y tú?

-Pues… perfecto no-bromeaste, intentando quitarle importancia al asunto.

Y no pude evitar el preguntarme si aquella respuesta tuya significaba algo… ¿tendría algún mensaje oculto lo que acababas de decir? ¿Querías darme a entender que todo este tiempo lo habías pasado tan mal como yo?, pues bien… no lo parecía, o  al menos no lo aparentabas. Tu cabello seguía perfectamente despeinado, quizás estaba un poco más largo, pero aparte de eso yo te veía igual. Seguías luciendo aquella sonrisa coqueta, adornada con tus enormes ojos, y aquellos hoyuelos tan dulces seguían en el mismo lugar.

No como yo, que ya había perdido la cuenta de los kilos que había perdido en todo este tiempo, que lucía unas increíbles y exageradas ojeras, y que por la noche le costaba dormir.

-Emm… iré a saludar al festejado-dijiste de pronto, notándote algo incómodo, dando por terminada la conversación, y entonces yo quise detenerte y decirte que había leído tu carta, que entendía lo que había pasado contigo… ya que todo este tiempo lo había estado pensando, analizando, desmenuzándolo, intentando comprender. Quería decirte que te amaba tanto como aquel día que nos habíamos despedido sentados al pie  de las escaleras de emergencia, pensando que todo esto había llegado a su fin.

-Ok-murmuré finalmente, soltando un largo suspiro, mirando tristemente a la copa llena de alcohol que sostenía entre mis manos

-En un momento regreso-afirmaste, mostrando una media sonrisa, y guiñándome un ojo

Entonces volví a suspirar, pero esta vez aliviado… pensando en que volverías, y que quizás podríamos hablar y arreglar las cosas. Bueno, eso quería imaginarme, pero si no sucedía, al menos quería disfrutar de este tiempo a tu lado, pasara lo que pasara.

Notas finales:

 Gracias chicas por dejar sus reviews , espero que les haya gustado el capituloo, siempre se hace con mucho amorshhh <3, siempre es bueno saber lo que las lectoras piensan acerca del capitulo si les gustó o no 

 .. quizas me anime a terminar y  subir el siguiente capitulo pero todo depende de ustedes 

Ya estamos terminando el fic será unos tres o cuatro capitulos más 

Ya veremoss que pasa ...........

SALUDOS :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).