Capitulo 19
-“Se me acaba el argumento y la metodología, cada vez que se aparece frente a mi tu anatomía. Por qué este amor ya no entiende, de consejos ni razones, se alimenta de pretextos y le faltan pantalones…”
Me deje caer sobre mi cama, tapando con una almohada mi cabeza, en un inútil intento por callar la aguda voz de Luhan que atravesaba mis oídos, intentando perforarlos con aquella estúpida canción.
¿Qué porque se le había ocurrido ponerse a cantar a eso de las tres de la mañana?... bien, pues todo había sido culpa mía. Sí, hasta a mí me costaba aceptarlo, pero era cierto…y todo por decidirme a contarle abiertamente lo que había pasado con Minho, incluyendo mis pobres y ridículos sentimientos. Cosa que… bueno, había sido una pésima idea. Y todo por culpa justamente de ese idiota super sexy que me había tomado con la guardia baja, y me había besado a mitad del camino, dejándome completamente idiotizado.
Para comenzar Luhan se había burlado de mí, luego se había echado a reír, y al final me había ridiculizado, diciendo que realmente Minho me tenía agarrado por los cojones.
¡Pues al menos yo no había estado enamorado de él durante casi diez años! ¡EH! ¿Ahora quién era el ridículo cursi aquí?, maldito y estúpido Luhan.
Y ahora, había decido torturarme con esta canción, según la cual, me quedaba a la perfección.
-“Bruta, ciega, sordomuda torpe, traste, testaruda… es todo lo que he sido, por ti me he convertido, en una cosa que no hace otra cosa más que amarte, pienso en ti día y noche y no sé cómo olvidarte. Cuantas veces he intentado enterrarte en mi memoria, y aunque diga ya no más es otra vez la misma historia, porque este amor siempre sabe… hacerme respirar profundo, ya me trae por la izquierda y de pelea con el mundo”
Justo entonces entró, Luhan a mi habitación, con aquel terrible canto suyo, logrando ponerme de muy mal humor. Algo que creía casi imposible debido a las circunstancias, porque se suponía que después de aquel beso… yo tendría que haberlo estado analizando y repasando, mientras pensaba en Minho … oh dios… detuve mis pensamientos un segundo y saque la almohada de mi cabeza, clavando la mirada en Luhan, que se movía en círculos por mi cuarto, cantado a viva voz, y pensé… que tristemente… era cierto todo lo que me había dicho. Minho me tenía agarrado por los cojones… digo, solo con habérseme ocurrido aquella idea de repasar mentalmente nuestro beso como una chica adolescente, pensando en su primera cita… bueno, eso realmente no iba conmigo. Oh… que poco orgullo me quedaba.
Y cuando por fin termino de cantar, tirándose sobre mi cama… sintiéndose toda una estrella; clavo sus gatunos ojos sobre los míos, mostrándome una media sonrisa.
En cambio, yo me sentía más desanimado que un hongo con moho
-¿Sabes que todo esto es una broma, cierto?-preguntó, rodando sobre la cama, quedando a un lado mío
-No-gruñí, esbozando una mueca
-Oye… ¿Dónde quedo esa bella sonrisa de anuncio?-dijo, frunciendo su pequeña y perfecta nariz
-En la basura, junto con mi orgullo-mascullé-creo que tienes razón con respecto a Minho -añadí, soltando un largo suspiro
Luhan arqueó una ceja, mirándome fijamente.
-Taemin, no digas idioteces, ¿Cómo que tu orgullo en la basura?
-Pues eso… si lo piensas seriamente, al final del cuento yo termino como un tonto porque… ¿Qué? ¿Regresa Minho y yo caigo rendido a sus brazos con un simple te extraño, te amo y un apasionado beso? ¿No crees que soy demasiado fácil?-pregunté, sintiéndome como un gran tonto. Porque aun con todo sabía que no cambiaría nada de lo que había hecho…
-No seas idiota-gruño Luhan, incorporándose sobre la cama, mirándome seriamente-que… que hayas decidido darle otra oportunidad a Minho no es algo tonto, en ningún sentido… yo creo que es valiente
-¿Valiente?-pregunté, mirándolo extrañado
-Taemin… todavía hay algunas veces en que tartamudeo y mis piernas tiemblan al ver a Minho … créeme, no es nada tonta tu forma de actuar, simplemente… lo amas; eso es todo…
-Pero…-quise replicar
-Además, la gente se vuelve algo tonta cuando esta enamorada… es algo normal, así que, por favor deja de meterte en la cabeza esas ideas tan fatalistas y simplemente disfruta lo que te está pasando. Mira que yo habría matado por tener la oportunidad que tienes de estar con Minho
-Puede que tengas razón-murmuré, sorprendiéndome ante sus palabras
-Bueno, ahora… ponte tu pijama, escucha alguna canción romántica y empalagosa que te ayude a pensar en Minho antes de dormir y luego, sueña con él, eso es lo que tienes que hacer
-¡Claro!, eso lo que hago todas las noches-dije sonriendo, soltándole un suave golpe en su hombro
Tristemente, lo único que me faltó por hacer, fue escuchar la romántica y empalagosa canción que Luhan había sugerido. Todo lo demás… sucedió. Aunque intentaba con todas mis fuerzas quedarme dormido, era algo casi imposible. Siempre aparecía ese idiota frente a mí, mirándome con aquellos increíbles ojos … y entonces ¡pum! adiós sueño…
Así que al final, había terminado deambulando por la habitación, pensando en posibles formas de reencontrarme con él.
Quizás podría ir a su departamento a saludar “inesperada y sorpresivamente” a Onew, o tal vez podría llevar “amablemente” un delicioso pastel para Key o… simplemente debería tirarme en mi cama y dormir.
Minho tenía que hacer algo, yo no había sido el que había dicho aquella frase de “No creas que puedes escapar de mí con tanta facilidad”, seguramente sacada de algún film romántico, de esos que tanto le encantaban
Sí, esa era la mejor opción. Pero entonces… ¿Por qué seguía dando vueltas de un lado para otro?
Como media hora después, me deje caer sobre mi cama, demasiado cansado por tanto pensar. Si, aunque sonara extraño, era posible el cansarse de pensar tanto en alguien… agh ese tonto.
Minho, Minho, Minho ¿Cómo era posible que me hicieras esta clase de daño con solo unas cuantas horas a tu lado? ¿Y cómo era posible que yo me hubiera convertido en una tonta adolescente enamorada en tan solo un momento?
Solté un largo suspiro, pensando seriamente en buscar alguna canción romántica para seguir pensando a gusto en él, cuando escuche un extraño ruido.
Me quedé en total silencio, esperando a oírlo de nuevo, ¿Qué era?
De nuevo, pasados algunos segundos, lo volví a escuchar… y esta vez logré localizar de dónde provenía. Así que rápidamente y como un ninja, me deslice hasta la ventana, asomándome un poco… ahí afuera había… alguien.
Y de nuevo, se escuchó aquel repiqueteo contra la ventana, ¿acaso alguien estaba lanzando piedras?
Intente ver un poco más claramente en aquella obscuridad, preguntándome si tal vez quién estaba allí afuera era un asesino psicópata y lo mejor sería llamar a la policía, cuando vi como aquel extraño pasaba su mano por entre su cabello, en un reconocido y demasiado familiar gesto.
Oh no… ¿era enserio?
Así que esta vez me alcé por completo, asomándome entero.
En esta ocasión la figura misteriosa alzo la mano saludando y luego haciendo una seña para que abriera la puerta… o para que saliera o… para algo.
Así que, sin pensármelo dos veces, me envolví en la pequeña bata rosa de corazones que Luhan había dejado tirada antes de salir, y me envolví en ella. Luego salí a trompicones de mi cuarto, corriendo hacía la cocina, apretando aquel botón especial que le abría la puerta a los invitados.
Luego, simplemente me deje caer sobre un sillón de la sala, esperando que Minho hubiera entendido que la puerta ya estaba abierta.
Pasaron algunos minutos y el todavía no llegaba, así que decidí que de igual manera podía bajar, ir por él y… saludarlo, preguntarle que hacía ahí y luego besarlo.
Nervioso y agitado, avancé hasta la puerta, ¡claro!, luego de tomar las llaves, y entonces… ahí ya estaba él, cubriendo totalmente la entrada con aquel enorme cuerpo suyo… mirándome fijamente…
Al instante mi corazón dio un vuelo, al tiempo que mi pulso se aceleraba con locura, impidiendo moverme de ahí… así que simplemente me quede observándolo como idiota, mientras sus ojos me echaban una rápida mirada de arriba abajo, como evaluándome.
-Bonito pijama-murmuró, esbozando una media sonrisa
Torcí la boca
-Tsk, es de Luhan-expliqué
-Ya veo-dijo-pues yo creo que te queda bastante bien-añadió
-Como digas-musite, haciéndome a un lado, dejándolo pasar
-Comenzaba a preguntarme si algún día me dejarías entrar-susurró, mirándome de reojo
Moví la cabeza de un lado a otro, sin comprender como era posible que este idiota me gustara tanto…
-Y bien, ¿Qué haces aquí? -pregunté, dejándome caer de nuevo sobre los sillones de la sala, cruzándome de brazos
Minho se acercó lentamente, sin dejar de mirarme a los ojos en ningún momento… logrando que mi respiración fallara y me pusiera aún más nervioso que antes, algo que yo creía ya era imposible.
-No podía dormir-afirmó
Pues ya éramos dos, pensé
-¿Ah sí? ¿Por qué?-pregunté
-Por tu culpa-murmuró
-¿Por mi culpa?-dije, arqueando una ceja
-No dejaba de pensar en ti-susurró, clavando su mirada sobre mí, haciéndome sentir como una tonta gelatina que no podía controlar sus temblores… dios… ¿desde cuándo era tan romántico? ¿Tan ridículamente romántico que podía hacer que mi corazón se acelerará y detuviera al mismo tiempo?
-Yo… yo… ¿quieres café?-pregunté, poniéndome de pie en un salto, dirigiéndome rápidamente hacía la cocina, en un intento por alejarme de él
-Sí-eso fue lo último que atino a decir antes de que me perdiera entre la alacena, el refrigerador y las cazuelas… dios… había estado a punto de quebrarme frente a él, podía sentir como unas tontas lágrimas pugnaban por salir de mis ojos… es que ¿Cómo podía llegar y en un solo momento poner mi vida patas para arriba?
Había estado a nada de abalanzarme sobre él, y besarlo… ¡había estado dispuesto a hacerlo ahí mismo, en los sillones de la sala sí era necesario!
Y no podía ser tan débil… al menos no todavía.
Así que lo mejor que podía hacer ahora era preparar café, siempre ayudaba tener la cabeza despejada para aclarar las ideas…
-Aquí está-dije, llegando con una taza de café en cada mano, y pequeñas bolsas de azúcar en la bolsa de la bata.
Minho me miró impávido, como preguntándose qué pasaba conmigo. ¡Cielos!, ni yo mismo lo sabía… a un momento sentía unas increíbles ganas de lanzarme sobre él y olvidarme de todo, pero por otra parte, había instantes en que lo único que quería era sacarlo a patadas de mi vida.
¿Acaso mi miedo a salir lastimado de nuevo era tan grande?... podía ser
-Toma el azúcar-dije, dejando los sobrecitos sobre la pequeña mesa de centro, sentándome
-Gracias-murmuró, sirviéndose como siempre tres sobres, guardando silencio.
Su mirada era triste y cansada, pero parecía estar aceptando todo esto que estaba pasando, como si ya se hubiera estado esperado que algo así ocurriera. Y eso me dolía, no es que estuviera entre mis planes hacerlo sufrir. Quizás antes si había llegado a planear una venganza contra él… pero ahora ya no
-Yo… la verdad es que tampoco podía dormir-susurré, intentando arreglar un poco las cosas
-¿Por?-preguntó, alzando la mirada de su café
-Por lo mismo que tú
Sus ojos se abrieron, sorprendidos
-¿Qué?-dijo, como si no lo entendiera
-Estaba pensando en ti
-Oh-agregó, bajando de nuevo la mirada, intentando reprimir una sonrisa
Yo no me contuve, sonreí ampliamente, pensando en las palabras de Luhan…
- Minho -dije firmemente, saboreando su nombre en mi boca
-¿Mmm?-musito, alzando de nuevo la mirada
-¿Piensas que lo de nosotros se puede arreglar?-pregunté, tomándolo totalmente por sorpresa
Pude notar como su respiración se detenía un momento, al mismo tiempo que sus ojos se abrían enormemente.
Luego se quedó en completo silencio, tomándose unos cuantos segundos. Parecía estarlo meditando, como calibrando el peso de sus palabras.
-Es lo que más deseo-dijo por fin, dándole un largo trago a su café
Lo mire fijamente…
-A veces el que dos personas se quieran no es suficiente-susurré
Minho me devolvió la mirada, mostrándose serio y hasta algo frío… y por un momento pensé que tal vez diría algo como “entonces no sé lo que hago aquí perdiendo mi tiempo…”
-Lo sé, y créeme que voy a entender si al final decides no darme una segunda oportunidad, estas en todo tu derecho. Pero quiero que sepas que te amo, que te amo como no he amado a nadie y que sin ti estoy completamente perdido…
En cambio dijo aquello, tomándome totalmente por sorpresa, salteando todas mis barreras, llegando hasta lo más profundo de mi ingenuo corazón…
Y sabía que lo que estaba por hacer no estaba mal, si no que estaba pésimo… que estaba a punto de “quizás” volver a cometer un terrible error… que estaba rompiendo todas las reglas que me había impuesto. Pero también sabía, que si no lo hacía, que si continuaba sintiendo miedo… jamás podría volver a tener algo con Minho
Así que en un segundo me levante del sillón, arrojándome como una hiena salvaje sobre él, metiendo mi lengua hasta lo más profundo de su ser… o de su garganta… y mientras me entretenía con su boca, mis brazos rodearon su cuello, al tiempo que me montaba a horcadas sobre sus piernas, pegando todo mi cuerpo contra el suyo. Al instante pude notar como Minho se excitaba, podía sentir como su creciente erección rozaba contra mi estómago y entonces no pude más, me deshice de su camisa con la ayuda de él, y la avente hacia un lado, odiándola por hacerme perder tiempo… y segundos después la pequeña bata rosa de corazones de Luhan termino a su lado, haciéndole compañía…
-¿Estás seguro?-preguntó en un momento Minho, separando mi desesperada boca de la suya
Podía notar como sus labios estaban rojos e hinchados y eso solo logro que me excitara aún más
-¿De verdad me vas a preguntar?-pregunté, pasando mi lengua por su cuello, sin dejarlo pensar un poco más… quería que se olvidara de todo como yo…
-Estem… pues… es que… quiero estar… pues ya sabes… seguro-dijo tartamudeando
- Minho, de verdad que este es un pésimo momento para ponerte a hacer preguntas-dije, deteniendo mi sensual labor, clavando mis ojos sobre los suyos-¿me deseas?-le pregunté
-Sí-afirmó, moviendo la cabeza de arriba abajo
-¿Entonces?
Luego de aquello, a Minho le tomo un segundo el tirarme sobre el suelo y comenzar a comerse mi cuello con su boca, logrando que realmente me olvidara de todo y me deshiciera en sonoros gemidos ahogados, en un inútil intento por pasar desapercibidos.
Sus manos ya se encontraban dentro mi pequeña camiseta gris, rozando aquí y allá, tocando ciertos puntos sensibles que nadie más que él conocía… cuando tocaron el timbre.
Al instante Minho y yo nos detuvimos, quedándonos como estatuas de piedra, esperando que ese sonido solo fuera un extraño sueño… pero unos segundos después se repitió aquel “tun-tun”
Y entonces, para empeorar aún más las cosas, pude escuchar unos pasos arrastrándose por el suelo…
-¡Cierro los ojos! ¡No veo nada!-exclamó Luhan, pasando a nuestro lado, mientras Minho y yo nos quedábamos helados, mirando como caminaba frente a nosotros, cubriendo sus ojos con el dorso de su mano
Al instante me puse de pie, tomando la bata de corazones, y me envolví en ella, intentando recuperar mi aspecto normal. Minho, en cambio, paso simplemente su mano por su cabello, mostrándose claramente frustrado. Bueno, yo tampoco estaba muy feliz en este momento, pero la vergüenza podía más conmigo…
Realmente no sabía que me había pasado. Minho había llegado en un momento en el cual me encontraba demasiado vulnerable y… bueno, la carne es débil. Tenerlo frente a mí, diciéndome tanta cosa bonita, podía conmigo.
-¿Ya?-preguntó Luhan, deteniéndose un momento-¿Ya se encuentran decentes?
-Ya-gruño Minho, dejándose caer de nuevo sobre el sillón, terminándose el café
-Bueno, bueno, perdonen que los haya interrumpido par de tortolos, pero… si no me equivoco, alguien ha tocado el timbre-dijo, mostrándome por fin sus ojos
Y justo en ese instante, se volvió a escuchar aquel estridente sonido.
-¡Oh, pero que mierda! ¡Creo que podría matar justo en este momento al que está tocando tan insistentemente el timbre!-exclamó Minho enojado, alzando los brazos al aire-además, ¿a quién se le ocurre venir a esta hora?-añadió, frunciendo la boca
-A ti-murmuré, sonriendo
-Al menos el toca el timbre-agregó Luhan, sonriendo maliciosamente, continuando con su camino hasta la cocina, dejándonos solos
-Cierto… ni siquiera lo había notado, ¿Por qué no tocaste?-pregunté, sentándome a su lado
-Oh, pues no quería despertar a Luhan-admitió, sonriendo traviesamente-además, es más romántico aventar piedritas a la ventana de tu amado ¿no crees?
Sonreí, pegándome contra él, recargando mi cabeza sobre su hombro
-¡Dios!-exclamó Luhan, apareciendo de nuevo, mostrándonos una terrible cara malhumorada
-¿Quién era?-pregunté
-Onew-gruñó
-¿Y cómo lo sabes? ¿Intuición? ¿Poderes sensoriales?-preguntó Minho, mirándonos intercaladamente
-Casi adivinas-murmuró Luhan , yendo hacia la puerta de entrada
-Tenemos intercomunicador-explique
-Ah, ya veo…-musito Minho
-¿Y a que vendrá?-pregunté-¿se habrá peleado con Key?
-Ni idea… -murmuró, alzando los hombros y restándole importancia, para luego rodearme con su brazo, pegándome a él…
-Creo que yo si tengo una idea del que hace aquí-musitó Luhan, sentándose frente a mí
-¿Ah sí?-pregunté
-Espero estar equivocado, pero… bueno, casi siempre tengo razón
-Oh, como siempre tan sencillo-mascullé, cruzándome de brazos-mejor explícanos de una vez, en lugar de darte tus ínfulas de grandeza
-¡Oye!-exclamó malhumorado-pero que mal amigo eres, todavía de que hago como que no los escucho ensuciando los sillones de la sala… y finjó no escucharte gemir diciendo “Oh, Minho … si, así”, ¿tú me pagas hablándome de esa forma?
En un segundo pude notar como mi rostro se ponía de mil colores…
-Mentiras, Taemin nunca dice eso, en realidad sería algo como “Oh Minho, más, sí, más”-corrigió ese idiota, empeorando las cosas
Ja-ja, que chistosito… lo mire fríamente… ¿Cómo se le ocurría decir aquello? ¡Y con tanta confianza! ¡Y cuando lo podía echar de una patada de mi departamento!... ¡agh! ¡Estúpido!
En cambio, Luhan soltó una estruendosa carcajada, seguida de un “Oh, tienes razón”, mientras yo sentía que me moría de la vergüenza, pensando en que lo mejor sería desaparecer.
-Y bien, ¿Por qué esta aquí Onew?-preguntó Minho, cambiando de tema, siendo solidario conmigo
-Oh, pues… ¿Por qué no le preguntas tú mismo?-dijo Luhan, señalando hacia la puerta
Ambos nos giramos, clavando la mirada en aquel chico castaño.
Este se encontraba con la misma ropa que había usado para la fiesta, al igual que Minho, pero con la única diferencia que su cabello estaba mojado, como si hubiera salido directo de la ducha. Además sus ojos se encontraban sobre los míos, como queriendo atravesar mis pensamientos… ¿Qué pasaba?
-Taemin, ¿podemos hablar?-preguntó de la nada, tomándome por sorpresa, ¿había venido hasta acá para hablar conmigo?
-Claro, ¿paso algo malo?-dije, poniéndome de pie al instante, caminando hasta él
-No lo sé… puede que me esté volviendo algo loco, pero bueno…-musito, sonriendo levemente, alzándose de hombros
-Bueno, hablemos-dije, tomando de su mano
-¿Podría ser en privado?-preguntó, mirando de reojo a Luhan y a Minho
-Emm… como quieras-murmuré, dándome cuenta de que había tomado de más, podía notar su aroma a alcohol hasta donde me encontraba, además de que hablaba arrastrando las palabras
Mire una última vez a Minho, y salí del departamento, tomando de la mano de un Onew ebrio.
Cerré la puerta a mis espaldas, y nos sentamos en el apenas iluminado pasillo. Con esta poca luz su rostro se veía poco definido, y lo único que alcanzaba a ver con precisión eran sus grandes ojos café claro que me miraban fijamente.
-¿Y? ¿Qué pasó?-pregunté, envolviendo mis piernas con mis brazos
-No lo sé-musito
-¿Algún problema con Key o con Sehun?- pregunte nuevamente
-Sehun-murmuró
-¿Te peleaste con Sehun?-dije, pensando en que esa era la única razón del porque había aparecido tan intempestivamente en el departamento
-Bueno sí, hay un poco de eso, pero no es la razón principal-murmuró, ladeando la cabeza y sonriendo
-¿Entonces? ¿Por qué pelearon?-pregunte preocupado, pensando en mil posibilidades
-Ah… pues todo fue culpa de Luhan-musito
-¿De Luhan?-dije, aún más confundido que antes, ¿Él que tenía que ver en todo esto?
-Si-afirmó
-¿Y porque de Luhan?-pregunté
-Si te lo digo no me vas a creer-murmuró, arqueando una ceja, poniendo una expresión misteriosa
-¡Bueno, ya! ¡Explícame!-exclamé, sintiéndome más que curioso ¿Qué podría haber hecho Luhan esta vez?
-Pues… estoy enamorado-dijo, como si con esa clase de “confesión” se explicara todo
-¿Y? ¿Eso que tiene que ver?-pregunté, sin entender nada… igual y Onew solo estaba bien borracho y decía cosas sin pensar
-¿Cómo que “eso que tiene que ver”? ¡Tiene todo que ver!-grito, alzando los brazos al aire, como exasperado
-¿Ah sí?-dije incrédulo
-¡Pues sí! ¡Del que estoy enamorado es de Luhan!-exclamó alegremente, soltándome aquella frase como si fuera lo más normal del mundo
¡¿Queeeeeeeeeeeeeeeeee?!
-¡¿¡¿Qué?!?! ¿¡Pero que carajos dices!?-pregunté sumamente alterado, ¿acaso estaba loco? ¿Enamorado de Luhan? ¡¡¡¡LUHAN!!!! ¿El “rubio con aires de diva”?
Onew simplemente se alzó de hombros, restándole total importancia
-Pues si-murmuró
-Pero… pero… pero… ¿enserio? ¿Hablas utilizando tu capacidad de razonamiento?-insistí-¿seguro de que no es culpa del alcohol? O… ¿seguro de que no ingeriste algún tipo de droga?
-No-dijo firmemente
-¿No? ¿No qué?-pregunté, en un intento por resolver todas mis dudas, esta era una noche de locos… primero llegaba Minho como todo un caballero andante, lanzando piedras hasta mi ventana y luego aparecía de la nada Onew, confesándome que amaba a Luhan, ¿acaso las cosas podían empeorar aún más?
-Taemin… es broma, ¡obviamente yo no amo a Luhan!-musito, soltando tremenda carcajada, tirándose de espaldas al suelo, rodando, mientras yo me quedaba como idiota, mirándolo
¿Cómo había caído? Era algo demasiado irreal, ¿Onew enamorado de Luhan? ¡Vaya pareja!
-Bueno, bueno… caí ¿ya? ¿A eso viniste? ¿A burlarte?-pregunté ligeramente malhumorado, pensando en que había interrumpido lo mío con Minho por una estupidez
-No-murmuró, incorporándose-no solo venía a eso-añadió, y comenzó a secar las lágrimas que habían escapado de sus ojos por tanto reír
-¿Entonces?
-Realmente estoy enamorado-afirmo, repitiendo aquella tonta confesión de hace un momento
-¿Ah sí? ¿De quién?-dije irónicamente-¿de Key? ¿De Sulli? ¿De Kai?-comencé a preguntar
-De ti
-¿De mí?-dije incrédulo, soltando una risita. Bien, Onew estando borracho era en exceso bromista
-Hablo enserio-dijo, mirándome fijamente
-Ajá, ¡lo que tú digas!-exclamé, riendo
-¿No me crees?-preguntó seriamente
-No-mascullé, pensando en que se estaba pasando con esto de “estoy enamorado”, estaba seguro que en un segundo se echaría a reír y luego me saldría con que estaba enamorado de Minho o Sulli
-Bueno-murmuró y entonces, tomándome totalmente por sorpresa, tomo firmemente de mi rostro-pues voy a comprobártelo-añadió
Y entonces me besó.
Me beso suavemente, con lentitud, acoplándose perfectamente a mí… y poco después pude sentir como su lengua se deslizaba dentro de mi boca, enrollándose con la mía, tocándola… y justo en ese instante, como saliendo de un trance, fue cuando recordé que con quién me estaba besando, o dejando besar, en este caso, era Onew; quién se suponía era algo así como mi mejor amigo, mi confidente, al que siempre le contaba todo lo que me sucedía, y que por lo tanto, esto no estaba bien, nada bien.
Así que suavemente me separé de él, pensando en que debía tener una buena explicación para esto, aparte de que “estaba enamorado”, porque… era imposible que lo estuviera ¿cierto?
Pero él simplemente se puso de pie, sin dejar de mostrar aquella enorme y resplandeciente sonrisa en su rostro.
-¡Vaya! Siempre había pensado que besabas bien, pero… me había quedado corto ¡besas de maravilla!, me dejaste aturdido-dijo, mirándome fijamente, mientras mi mente aún seguía en blanco… sin poder salir de aquel tremendo shock
-Yo… siento haberte besado tan sorpresivamente y también siento haberte dicho que te amaba así tan de la nada pero… si no lo hacía ahora quizás jamás volvería a tener el coraje para confesarme-se explicó, al notar que yo continuaba impávido, sin poder decir nada
Parpadee repetidamente, tratando de entender en que momento había sucedido ¿Cuándo había comenzado a sentir eso por mí?
-Ahora ya me voy, es tarde y no quiero molestar…-murmuró dando media vuelta, caminando
-¿Por qué ahora?-alcance a decirle, antes de que se alejara por completo
-Porque quería tener la oportunidad de darte a elegir… Minho o yo… aunque ya sé con quién te quedaras a final-dijo sin girarse y entonces prosiguió con su camino.
Dejándome sentado en el frío suelo, a plena madrugada, con un amargo sabor a vodka y pasta de dientes en la boca, pensando una y otra vez en lo que acababa de suceder.
¿Onew me amaba? !!!!!!!!!!