Capitulo 5
Para cuando regresé al cuarto, Taeyeon lucía profundamente… su pecho subía y bajaba acompasadamente… ¡demonios! ¡Podía irme olvidando del sexo!... ¡maldito psicópata sexual!
Así que con el plan de Sully arruinado, no me quedaba de otra más que dormir; me deshice de mi ropa, aventándola al suelo y luego me deslice bajo las sabanas.
Taeyeon murmuró algo, abriendo ligeramente los ojos y luego se volvió a quedar dormida. Realmente estaba cansada… justo ahora parecía un oso hibernando.
Cerré mis ojos, intentando con todas mis fuerzas conciliar el sueño. Ahora no; era el mejor momento para mis cavilaciones nocturnas, no quería pensar en eso que acababa de suceder allá afuera, y tampoco quería pensar en que haría al día siguiente cuando me topara con Minho.
Solté un suspiro, demasiado frustrado.
Lo que me daba más miedo en toda esta situación, es que no lo había detenido. Si hubiera querido, podría haber gritado o algo… pero no lo había hecho. Además… al final de cuentas me había gustado.
Solté un bufido, cerrando los ojos. Me sentía más que avergonzado… ¿Por qué demonios le había correspondido?
No entendía nada de todo esto… seguramente estaba demasiado tomado y eso me había afectado de algún modo. Sí, eso era lo más razonable, ya que estando en mi estado normal, lo habría rechazado totalmente, como el día del helado… ¡¡¡AHHHHH COMO LO ODIABA!!!
¿Además que fregado fetiche tenía conmigo?, seguramente era masoquista y le gustaba hacer sufrir a las demás personas… y como yo era el que tenía más a la mano, entonces era el elegido.
Intente dejar de pensar en todo eso… ya tendría el día siguiente para traumatizarme y confundirme yo solo…
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-“Un pato, que va cantando alegremente, cuac, cuac, cuando se encuentra a un lindo gato, miau, miau, para cantar bosa nova. Un ganso se entusiasmó alegremente, cuac, cuac, para cantar hacia la gente cuac, cuac, y un perrito que ahí estaba, comenzó a cantar…”
No podía ser cierto… esto era… demasiado
Abrí mis ojos, odiando con rabia a Onew. ¿De verdad?... ¿era necesario cantar hoy?
-¡AH!-grité, incorporándome sobre la cama.
A mi lado se encontraba Taeyeon, luciendo confundida… no sabía si por el canto de Onew o porque no recordaba bien lo que había sucedido la noche anterior; miraba a su alrededor, mientras tallaba sus ojos.
-¿Taemin?-preguntó girándose y mirándome con el ceño fruncido-¿alguien está cantando “Un pato”, de La Fourcade?
Solté un suspiro
-Me gustaría poder decirte que no… pero… tengo unos compañeros de departamento muy peculiares-mascullé
-Ok… emm… tengo que preguntarte otra cosa. He intentado recordar que pasó ayer, pero…-ahora parecía nerviosa. Sus dedos apretujaban las sábanas y había desviado la mirada hacia otro lado, esquivando mis ojos
-¿Qué cosa?
Era obvio que quería saber si nos habíamos acostado. Y aunque me hubiera gustado decirle que sí… eso era una vil mentira. No lo habíamos hecho… nada, ni siquiera un pequeño fajecín
-¿Anoche… lo hicimos?
-No-afirme
-¿De verdad?-preguntó y de pronto su rostro se ilumino.
-Sí, de verdad-murmuré
-¡Oh!, escuchar eso me alivia-susurró, soltando un largo suspiro-pero… ¿y mi ropa?
-La aventaste por ahí, deja la busco-dije, poniéndome de pie y recogiendo por el cuarto la ropa que estaba tirada, incluyendo la mía.
De Taeyeon solo era el vestido, así que no había mucho que buscar. Mío… bueno… decidí que no quería volver a ponerme la ropa del día anterior, lo más seguro es que oliera a alcohol, sudor y cigarro. Así que me puse un viejo pants gris y una playera negra.
-Toma-le pase a Taeyeon su pequeño vestido y fui hacia la ventana, para abrir las cortinas. No quería que pensara que era un mirón
Luego de hacer que entrara un poco de luz al cuarto, di media vuelta, regresando a donde se encontraba Taeyeon.
Ya estaba vestida y cargaba en una mano sus tacones.
Salimos de mi habitación en completo silencio, cada uno sumido en sus pensamientos. Al parecer, la noche había terminado algo diferente a cómo nos habíamos imaginado.
Al llegar a la puerta, comencé a preguntarme si debería pedirle su número, o quedar de verla después o algo… aunque no quería, se me hacía de mala educación mandarla a su casa así como si nada.
Pero antes de poder decir algo, ella hablo
-Toma-mascullo, entregándome un pequeño papelito de color rosa-es mi número, por si quieres salir alguna vez o platicar o… lo que sea
Al ver los brillantes ojos de Taeyeon, mirándome tan esperanzados, sabía que Sully tenía razón. Aún le gustaba, pese a todo lo que le había hecho… como importarme poco que me dejara de hablar… ella seguía esperando que algún día reaccionara y la buscara… realmente era un idiota si no aprovechaba esta oportunidad.
-Prometo llamarte-afirme, cerrando mi mano alrededor del papelito
Taeyeon sonrío ampliamente y entonces se fue.
Minutos después me pregunte si habría sido bueno preguntarle si necesitaba que llamara un taxi, pero ya era demasiado tarde.
Solté un suspiro y fui en búsqueda de una aspirina. Si no tomaba algo mi cabeza terminaría por explotar, ¿Cuánto habría tomado?
La cocina estaba vacía, y… solo se escuchaba el tarareo de ese maníaco que se hacía llamar Onew.
Después de tomarme dos aspirinas, fui hacia la sala, preguntándome en qué condiciones habría quedado el lugar. Seguramente había terminado arrolladoramente terrible.
Y así era… pero… al llegar me importo poco como se encontraba aquello que se suponía era nuestra sala… ya que ahí, al centro del cuarto vacío, se encontraba Onew, recostado junto a una chica. Ambos dormían profundamente, escondiendo sus cuerpos desnudos bajo una cobija de winnie pooh.
Mi boca formo una “o” de la sorpresa.
¿Onew era… heterosexual?
Esta era la noticia del día… últimamente me había estado cuestionando su sexualidad pero… jamás me imagine que le fueran las chicas. Vaya, esta era la tercera ocasión que me equivocaba en cuanto a las personas con las que convivía.
-“Que se quede el infinito sin estrellas, y que pierda el ancho mar su inmensidad, pero el negro de tus ojos que no muera, y el aroma de tu piel se quede igual… me importas tú, y tú, y tú, y solamente tú… y tú y tú…”
Me gire, encontrándome con Key, que cargaba una taza de café entre sus manos y canturreaba alegremente
Así que era él quién estaba cantando hace unos momentos…
-Deberías regalarme un poco de tu café Key-mascullé, mirándolo fríamente
-¿Eh? ¿Por qué?-preguntó sorprendido, sin inmutarse con la presencia de Onew y esa chica
-Deberías dármelo y no hacer preguntas… en este mismo momento tengo ganas de tomar aquel afilado cuchillo de la cocina… y enterrártelo… ¿Por qué demonios tenías que ponerte a cantar a gritos hace un momento?-pregunté exaltado-¿sabes lo que se siente despertarte con un increíble dolor de cabeza, y lo primero que escuchas es una voz chillona cantando?
-Yo… no cantaba. Ese era Minho, al parecer amaneció de buen humor-contesto asustado, pegando su taza de café hacia sí
En cuanto menciono a Minho, decidí dejarlo por la paz… ¿así que había amanecido de buen humor?... ¡el muy maldito!
-¿Sabes?, deberían pensar seriamente en inscribirse en algún concurso para la SM … creo que los tres tienen un sueño frustrado en cuanto a ser solistas… o podrían formar una banda ¿no?
-No… nuestra voz es demasiado bella como para compartirla con los demás-bromeo Key, sonriéndome-¿y esos?-preguntó desviando la mirada hacia Onew, al parecer al fin había reparado en su presencia
-No sé, eso mismo estaba por preguntarte
-Vaya… este Onew fue bastante descuidado anoche-murmuró
-¿Quién es ella?-pregunte, mirando a la chica que se encontraba en el suelo. Su cabello era negro y estaba todo revuelto… su rostro era ovalado, y tenía delicadas facciones… era bastante guapa.
-Su novia, ¿quién más?-farfulló Key
Así que Onew no sólo era heterosexual, sino que además tenía una novia… ósea que tenía una relación formal… entonces ¿Cómo es que podía vivir con estos chicos tan locos y liberales que no tenían nada que ver con él?
-Oh, ya veo, no lo sabía
-No le gusta hablar mucho de ella
-¿Por?-pregunte extrañado
-Su relación es… compleja, siempre están peleándose y terminando… aunque siempre regresan. Son raros
-Ah, ya
Así que tenía una relación complicada… bueno, no podía ser más complicada que mi relación con Minho. Aunque bueno, nosotros no teníamos una “relación”, a menos que se contara el acoso sexual como una relación… pero lo dudaba bastante, y a todo esto, ¿Dónde estaría Minho?
-¡BUENOS DÍAS A TODOS!
Había invocado al demonio con el pensamiento. Sentí como me paralizaba en mi lugar…
-¡Shh!, no grites, ¿no ves que hay gente durmiendo?-regaño Key a Minho, señalando a Onew y su novia, que por extraño que pareciera, seguían dormidos
Minho apareció a mi lado, mirando curioso hacia el suelo
-Se nota que esos dos estuvieron dándose vuelo toda la noche, ¿no crees?-preguntó Minho, girándose hacia mí
¿Por qué me preguntaba a mí? ¿Qué podría saber yo?
Alce los hombros, restándole importancia.
-No sé
Minho esbozo una media sonrisa y luego sin previo aviso, se dejó caer sobre Onew y la chica.
-¡DESPIERTEN FLOJOS!-les grito, mientras se reía a carcajadas
Key y yo nos volteamos a ver, claramente asustados con la actitud tan hiperactiva de Minho
Al instante Onew y la chica se despertaron sobresaltados, al sentir el peso del cuerpo de Minho sobre ellos.
-Pero que… ¡que carajos haces Minho! ¡Quítate gordo!-grito un muy malhumorado Onew, empujando al “gordo”
La chica miraba hacia todos lados, claramente desorientada y asustada… en esta casa nadie despertaba de manera normal, como todo mundo hacía usualmente. Aquí, despertar asustado era algo típico.
-¿Onew?-preguntó la chica con voz dulce, mirando fijamente a su novio
Onew termino por dejar a Minho en el suelo, completamente de panza, como una ballena… una ballena muy delgada.
-Lo siento Luna, este… ¡loco!, de seguro sigue drogado, ven, vamos al cuarto-farfulló, poniéndose de pie, y luego ayudando a la chica, que ahora tenía un nombre.
Así que hasta tenía un bonito nombre; Luna.
Cuando los dos estaban de pie, con la pequeña cobija cubriendo sus cuerpos… notaron que todos estábamos ahí
-¿Qué hacen aquí?-pregunto Onew, mirándome exclusivamente a mí
-Yo vine a checar como había quedado el lugar-me excuse
Onew frunció el ceño, y luego miro a Luna
-Vamos al cuarto-susurró y entonces se alejaron, dejando a Minho en el suelo, a Key con su taza de café frío y a mí, preguntándome como es que había terminado en esta casa de locos.
Después de aquel extraño momento, me encontraba tranquilamente sentado en la mesa de la cocina, tomando café. Mientras que Key se encontraba frente a mí, masajeando sus sienes, en un vano intento por eliminar su terrible dolor de cabeza. Y Minho … bueno, el mordisqueaba un pedazo de pan duro que había encontrado, mientras leía un periódico viejo.
Todos estábamos en silencio, esperando a que saliera Onew.
Después de despedir a su novia en la puerta, nos había mirado con ojos amenazantes… seguro nos echaría una regañiza, aunque no entendía porque. El único que se había lanzado psicopatamente sobre él había sido Minho.
Y entonces apareció el susodicho. Llevaba el pelo húmedo debido a que se acababa de bañar, y su camiseta se pegaba a su cuerpo, también debido al baño.
Nos miró de refilón, y luego se dejó caer sobre una silla, soltando un largo suspiro.
-Asustaron a Luna-masculló-¿no podrían comportarse un poco más normales frente a la gente?-preguntó
-Yo no puedo-afirmo Minho, alejando la mirada de su periódico
-Ok… de ti lo entiendo, no tienes remedio. Pero… ¿Key,Taemin?
Los ojos de Onew me miraban fijamente, ¿Qué había hecho?, aún no lo sabía.
-Yo no hice nada-mascullé
-¿Qué hacían todos ahí, observándonos?, ¿sabes lo extraño que es levantarte de esa forma?-preguntó
-¿Y sabes lo raro que es ver a alguien entrar a tu cuarto en la mañana, cantando con un cepillo en la mano?-dije, tratándole de hacerle recordar las veces que me molesta con sus cantos matutinos.
Onew hizo un mohín, rindiéndose
-Está bien, tienes razón, lo siento, me desperté de mal humor
-¿De nuevo te peleaste con Luna?-pregunto Key
-Algo así, últimamente no hacemos nada más que discutir
-¿Y porque sigues con ella?-pregunto Minho
-La verdad es que… no lo sé, ¿costumbre?-la mirada de Onew era triste, y verlo me hacía recordar a NaEun. A veces las personas no se daban cuenta cuando el amor se convertía en costumbre y miedo… a no estar solo.
-Sabes que no siempre podrán estar juntos ¿verdad?- Minho por fin había dejado ese viejo periódico, y miraba seriamente a Onew
-Lo sé, pero… me asusta pensar que no volveremos a estar juntos, al menos no de esta manera
-Es normal-susurré sin pensarlo
Al instante Minho , Key y Onew clavaron sus ojos sobre mí. ¿Qué pasaba?, ¿acaso no podía incluirme en la conversación por ser nuevo?
-¿Por qué lo dices, conejito?-pregunto Minho, mirándome fijamente, y arqueando una ceja
-¿Conejito?...-mascullé, mirándolo furioso
-Luces como un conejito. Solo te faltan tus graciosas orejas y tu esponjosa colita
-Creo que nos desviamos de la conversación, ¿Qué decías Taemin?-Onew de nuevo había intervenido, deteniendo la masacre que estaba por estallar. Ese bastardo me la pagaría… algún día…
-Pues nada, que es normal que te sientas así ¿no?
-¿Crees?
-Yo me sentía así… antes, hace mucho-mentí-pero ya que sales de la relación, todo es mucho mejor. Ya no tienes que fingir ni que forzar las cosas… creo que es más sano terminar que continuar sin sentir nada.
-Tienes razón-murmuró Onew, perdiéndose en sus pensamientos
-Además no creo que la extrañes mucho-agrego Key, aún sin dejar se masajear su cabeza. Sus ojos estaban cerrados y al parecer había dejado escapar aquello que acababa de decir
-¿A qué te refieres?-preguntó Onew
-Eh… nada
-Ya, di lo que piensas-dijo Minho, esbozando una sonrisa-no te quedes callado
-Pues… este… nada
-¡Dilo!-exclamó Onew
Por fin, Key abrió sus ojos, mirándonos a todos.
-Pues que no creo que la extrañes mucho…-parecía incómodo con lo que estaba por decir, y bajo la mirada, clavándola en la mesa-ya que Taemin…-¿yo que?-él se parece mucho a Luna
-¡¿Eh?!-grite sorprendido-¿a qué te refieres?
Key alzo sus ojos, mirándome. Se notaba que tenía ganas de reírse… y yo seguía sin comprender
-Pues eso, que te pareces a Luna-farfulló Minho -¿acaso no es obvio?
Me gire hacia Onew, esperando que dijera algo, pero este parecía sumido en sus pensamientos…
-¿Cómo?
-¡Si casi se parecen!-grito Minho -solo que ella tiene bubis…
-¡Oye!-dijo Onew, reprendiéndolo
-Es verdad… hasta ahora no lo había pensado, hasta que Key ilumino mi cabeza, gracias Key
Yo seguía en las nubes… ¿yo me parecía a Luna?
-Pues sí, se parecen un poco, pero ¿y eso que?, Taemin es hombre…-dijo Onew
-Haber, haber… ¿y que tiene que sea hombre?, si tú novia y Taemin podrían ser gemelos, da lo mismo ¿no?... solo falta compararlos. Tienen la misma forma de ojos, la misma respingona nariz, la boca pequeña de gruesos labios… bueno, en fin… son idénticos-finalizó Key-pero eso no quiere decir nada, sólo era un comentario
¿Misma nariz… labios… ojos? ¿Era enserio?
-¡Están locos!-exclamé, levantándome de la mesa. Ya me había hartado de escuchar tantas tonterías… ahora me estaban comparando con una mujer, ¡nada más eso me faltaba!
-¡Taemin!-escuche que me hablaban, pero no me importo. Tenía que alejarme de ellos por un buen rato o sí no terminaría volviéndome loco
No entendía como los había perdonado, pero bueno, al final no tenía otra opción; compartíamos departamento y además Key se había disculpado infinidad de veces. Según él nunca había dicho eso con la intención de ofenderme…
Así que… habían pasado algunos días después de aquello, y al parecer el departamento había vuelto a la “normalidad”… aunque seguía teniendo que soportar escucharlos cantar por las mañanas, y sus discusiones sobre cosas bastante tontas… y… bueno, sin fin de pequeños problemillas. Pero poco a poco, aunque me pesara decirlo, me estaba acostumbrando.
Y así paso una semana entera, sin que nadie volviera a tocar el tema del conejito, o de Luna o del beso que me había dado con Minho.
Eso era lo único bueno de todo, que ese loco no había mencionado aquello… y me tranquilizaba saber que solo había quedado como un mal trago… o eso pensaba
-¿Qué haces?-preguntó Key, apareciendo en la cocina
-Tarea-susurré
Frente a mi había miles de papeles dispersos… después de haberme mudado, había perdido el orden de mi vida y bueno, eso se notaba en mis trabajos atrasados…
-Suena aburrido-afirmo Key, soltando un bostezo-¿quieres café?-preguntó
-Sí gracias
Últimamente, después del comentario de Luna, Key se portaba sumamente amable conmigo.
-Toma-dijo, dejando una pequeña taza en la mesa-¿necesitas algo más?-preguntó
-No, así está bien, gracias
-Entonces me iré a dormir-murmuró, soltando otro bostezo
-Ok
Y de nuevo me quede en la cocina, solo con el tic tac del reloj de gato de la pared y el ruido de mi lápiz al trazar unos dibujos.
Solté un suspiro, sintiéndome aburrido, tal y como había dicho Key, pero si no terminaba con esto ahora, no lo haría nunca. Y no me quería atrasar aún más.
Así que durante una media hora, me dedique exclusivamente a aquellas hojas con trazos a medias… eso, hasta que la puerta de entrada se abrió, seguida de unas risitas y unas voces estruendosas. Adiós a la tranquilidad.
Era Minho. Esta vez venía con una chica. Y de nuevo era guapa… guapísima. No entendía como le hacía para conseguir tantas “citas”, siempre lo veía con alguien diferente, y no podía dejar de preguntarme el porque me molestaba a mí. Con tantas personas disponibles para él, ¿Por qué molestarme?, ¿no era cansado?
-Hola Taemin-saludo Minho -¿Qué haces?-pregunto, acercándose y mirando con curiosidad a las hojas
-Tarea-susurré, intentando no mirarlo
Me ponía nervioso… desde aquel beso, prefería no estar cerca de él.
-Oh, me gusto este… ¿Quién es?-entre sus manos tenía el retrato de Sunny, mi hermana pequeña
-Deja-mascullé, arrancándole el papel-no es nadie, simplemente alguien que vi en la calle
-Oh… esta guapa
-Lo sé
-Se parece a ti, tiene tus ojos, ¿seguro que no la conoces?-insistió
-Ya te dije que no
-Ok, como quieras-murmuró-como sea, iré a tener sexo, ¿te nos unes?-preguntó entre risas, jalando a la chica rubia
Esta me miro sonriendo…
-No gracias
-Que aburrido eres-dijo y entonces desapareció en su habitación
En cuanto estuve solo de nuevo, fui por mis audífonos y mi iPod. Podía recordar claramente que Minho era algo ruidoso y no estaba de humor para tener que soportarlo.
Así que después de escoger algo alegre para escuchar, me volví a sumergir en los trabajos…
Estaba por terminar, cuando vi aparecer frente a mí a Minho.
Como me tomo por sorpresa, di un pequeño brinco, asustado. Detuve la música y trate de entender que me decía…
-…no sé, pero siento que…
-¿Perdón?-al parecer llevaba un buen rato hablando y yo no lo había notado
-¿No me prestaste atención?-dijo, malhumorado
-Escuchaba música
-Oh… ya veo, entonces supongo que tendré que repetir todo lo que acabo de decir-farfullo abatido
-Creo
-Quiero quedarme con esto-afirmo, tomando el retrato de mi hermana
-No-mascullé, intentando tomar la hoja, pero Minho fue rápido y la alejo de mí-dámela-pedí
-No, ya te dije, la quiero
-Me da igual que es lo que quieras, no te la puedes quedar-musite
-¿Por qué? ¿Acaso la persona que está aquí es importante para ti?-pregunto burlonamente
-No, pero es parte de mi tarea, así que, dámela
-Puedes hacer otro retrato ¿no?, deja que me quede este
- Minho, dámela-exigí
Esta vez no estaba jugando, quería que me devolviera eso, ya
-¿Sabes Taemin?, últimamente estas malhumorado conmigo todo el tiempo, ¿es por el beso que te di?
-No
-Sólo fue un beso Taemin, no hay porque sentirse ofendido
-Lo sé
-¿Entonces? ¿Por qué no me regalas esta hojita?-insistió
No quería enojarme… pero Minho se estaba comportando como un verdadero cretino
-Porque no y ya
-¿Por qué no mejor aceptas que ese beso significo mucho para ti?-dijo fanfarronamente-en vez de seguir fingiendo que te importa este simple dibujo-masculló, tomando las orillas de la hoja, rasgándolas
¡¿Pero qué demonios estaba haciendo?! ¡Lo estaba rompiendo!
Sin pensarlo jale la hoja, cortándolo sin querer.
-¡Au!-exclamó
-Te lo mereces-mascullé
-¿Por qué te importa tanto ese simple dibujo?-preguntó enojado-¿acaso era tu novia?
-Era mi hermana-musite, comenzando a recoger mis cosas de la mesa
-¿Y eso qué?, ¿no puedes pedirle que te deje dibujarla otra vez?
-No puedo porque está muerta-farfulle, clavando mis ojos en los de Minho. Este me miraba sorprendido-y sobre lo que paso el miércoles… temo decirte que para mí eso no fue más que eso, un beso… y punto, algo que jamás va a volver a suceder…
-Mientes-susurró
- Minho … no todo gira alrededor tuyo ¿ok?
Las cosas habían ido en retroceso. Con Minho todo era así… dábamos dos pasos, pero retrocedíamos tres.
Y si las cosas habían estado feas e incomodas, ahora eran mucho peor.
El ignorarnos había pasado a otro plano, nos saludábamos, nos hablábamos para pedirnos alguna cosa, pero nada más. No nos mirábamos, no conversábamos, y si él se encontraba en alguna habitación yo huía de ahí.
Tampoco habíamos hablado sobre nuestra discusión.
Y aunque sabía que eso era lo mejor, ya que nosotros éramos como polos completamente opuestos y siempre estábamos chocando… me sentía mal. No sabía bien si era porque quería una disculpa de su parte, o porque sin nuestras tontas discusiones todo era más aburrido, o quizás… no sé
A veces pensaba que había sido demasiado duro con él. Total… nadie sabía lo de mi hermana y, bueno. No había necesidad de haberle hablado como lo había hecho.
Pero no había vuelta atrás. Esta vez yo no le hablaría hasta que se disculpara. Tenía que mantenerme firme con mis decisiones, al menos por esta vez.
Y así, pasaron una, dos y tres semanas. Y cada vez sentía que Minho y yo nos alejábamos más y más… había veces que no lo veía durante días, y no sé, sentía que era mi culpa el que no se apareciera por el departamento y saliera tanto.
Hasta Key y Onew lo habían comentado. Estaban preocupados… y me habían acribillado con miles de preguntas. Claramente yo había dicho que nada había sucedido entre nosotros y que lo mejor sería preguntarle a él que pasaba.
Pero en el fondo, sabía que si era mi culpa. Bueno, una culpa compartida, ya que si yo me había portado de aquella manera había sido porque él estaba más arrogante que de costumbre y además porque se había metido donde nadie lo llamaba.
-Me preocupa-susurró Key-no me habla, no me dice que tiene, nada
Ambos estábamos sentados en la cocina, tomando una taza de café. Al escucharlo hablar, trate de hacer como si no hubiera dicho nada.
-¿Qué crees que tenga?-preguntó Key, clavando sus ojos en los míos
-Ni idea, si tú que lo conoces tanto no lo sabes, menos yo-mascullé
-Taemin, ¿pasa algo?, últimamente estas de un pésimo humor-afirmó
-¿Eh?, no, estoy normal
-Lo digo enserio, tú no eres así
Bueno… era cierto. Estaba así por dos razones. Por Minho y porque se acercaba… una fecha importante para mí.
-Perdona, he tenido muchos trabajos de la escuela y me he sentido en exceso estresado-musite
-Oh, ya veo
Entonces Key se puso alerta, al igual que yo. De la nada comenzamos a escuchar unos gritos y lamentos. Era como escuchar una grabación de la llorona. Me pregunte quién estaría haciendo tanto alboroto, cuando la puerta de la entrada se abrió de golpe.
Eran Minho y Onew
El primero cargaba al segundo, mientras que el segundo cantaba a gritos, al tiempo que lloraba.
Al instante Key y yo nos pusimos de pie y fuimos hasta ellos.
-¿Qué pasó?-pregunte angustiado
Nunca había visto a Onew en este estado.
-“Mis pensamientos siguen siendo tuyos, mi cuerpo sigue esperando tu arrullo, entre más te alejas me acercas, cuando mi alma piensa la tuya se pone alerta… alerta. Evitas mi presencia… diciendo que es maleza… ¡¡¡regrésate a mí, yo te cuidare!!! De todo lo malo, lo bueno pescare… en tu corazón depositare, todo ese amor, que necesitas tener…-cantaba melancólicamente Onew, al tiempo que unas grandes lagrimas resbalaban por sus mejillas
-Algo malo-susurró Minho, mirando únicamente a Key-ahora les explico
Y entonces llevó a Onew hasta el baño.
Key y yo regresamos a la cocina, sentándonos a la mesa, justo como habíamos estado hace unos minutos.
-Se veía… muy mal-susurró Key
-Lo sé, ¿Qué habrá pasado?
-No sé
Y nos sumimos en el silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos. Yo, por mi parte, no podía olvidar la cara de Onew, lucía tan triste… que dolía verlo.
Entonces apareció Minho, con su playera negra completamente mojada, al igual que su cabello.
Key y yo lo miramos confundidos.
-No se quería bañar-dijo en un suspiro, dejándose caer sobre una silla. La más alejada de mi lado…
-Y bueno, ¿Qué paso?-preguntó Key
-Vimos a Luna con otra persona-masculló Minho, apretado la mandíbula-Onew se puso como loco al verla besándose con ese tipo e irrumpió en el restaurante este… y bueno, se armó todo un jaleo-explicó, al tiempo que frotaba sus sienes. Al parecer la cosa había estado más que fea
-Ósea que le era infiel-murmuró Key-la muy perra
-Y cómo te imaginaras, terminaron. Ella le confeso que ya no sentía nada por él… y eso lo derrumbo-farfulló Minho, mirándome de reojo unos segundos y luego clavando la mirada en algún punto lejano…
Solté un largo suspiro.
No había nada más que decir. La chica había jodido las cosas.
Nos quedamos los tres en silencio, preocupados por Onew. Aunque él había dicho que era costumbre lo de ellos, al ver cómo había reaccionado… lo dudaba bastante.
Entonces escuchamos ruido, y los tres nos giramos al ver aparecer a Onew.
Llevaba su pijama puesta y el cabello húmedo. Unas lagrimillas escapaban de sus ojos, mientras sorbía por su nariz como un niño pequeño… y por un momento fugaz tuve un recuerdo…
Mi hermana Sunny, sentada sobre mi cama, llorando.
El recuerdo fue tan claro, que me sentí transportado a aquel momento.
“-¿Qué pasa?-pregunte, acercándome
Sunny alzo los ojos, y entonces me abrazo con fuerza. Sus brazos rodearon mi cuello, mientras enterraba su rostro en mi pecho, echándose a llorar
-¿Sunny? ¿Qué pasa?
Últimamente mi hermana lloraba por todo. Siempre había sido chillona, pero esta vez me estaba comenzando a preocupar.
Lentamente se fue alejado, hasta que de nuevo regreso a su posición original.
-Nada-susurró, sorbiendo por la nariz.
-Nadie llora por “nada”-afirme, sentándome a su lado-puedes contarme lo que sea, lo sabes ¿verdad?
-Lo sé, pero de verdad no tengo nada
-¿Estas segura?
Ella afirmo moviendo la cabeza de arriba abajo, y entonces alzo su pequeño rostro, mostrándome una dulce sonrisa…”
Parpadeé repetidamente, alejando aquellos recuerdos. No era el momento para ponerme melancólico.
Onew nos miraba en silencio.
Ninguno sabía bien que hacer. Yo… no servía para este tipo de cosas… pero no podía dejar a Onew ahí, de pie, mientras lloraba.
Y por lo visto, Key y Minho estaban todavía más desubicados que yo. Así que sin pensarlo me puse de pie.
Minho me miro dudoso, sin entender que quería hacer.
Camine hasta Onew, y al llegar frente a él, lo abrace. Lo abracé de la misma manera en que lo había hecho con Sunny aquel día. Quería… que el entendiera todo aquello que yo no… quería que Onew entendiera cuanto lo queríamos, y cuán importante era para nosotros. Aunque pocas veces lo expresáramos.
Al principio, Onew se quedó rígido, sin moverse. Pero entonces comenzó a sollozar con más fuerza, y me abrazó.