Capítulo 11.
Brillo oportuno.
Ji Yong había pasado cerca de una hora ayudando a Young Bae con Seungri con unos papeleos atrasados de la academia de baile del moreno. Escuchaba constantemente al menor reclamarle al moreno por no haberlo hecho antes, el otro simplemente guardaba silencio, a estas alturas Seungri parecía el jefe en vez del otro y eso le hacía algo de gracia a Ji Yong.
Vio llegar al lugar a mucha gente. A mujeres muy hermosas y hombres muy musculosos del porte de Seung Hyun. En realidad, Ji Yong se sentía un enclenque al lado de todos ellos, cada uno tenía perfil de artistas, como le gustaría a él tener ese perfil también.
Volvió su mirada a los papeles, sólo quedaban cuatro. Un par de firmas más y estarían terminados. No había rastro de Seung desde que lo había dejado, seguramente se estaba arreglando para la función o practicando con los demás, aunque la sola idea de que practicara con aquellas mujeres tan hermosas no le gustaba para nada, ¿pero quién era él para decir algo por eso? Aunque no debería desconfiar, se había dado cuenta que la gente de aquí eran todos muy simpáticos y amigables. Sintió un golpe en su hombro, Seungri le sonrió grandemente mientras le daba un abrazo por atrás.
-¡Déjalo en paz! –Young Bae le golpeó con los papeles en la cabeza, yo me reí.
-Hyung, que amargado –el menor rodó los ojos. –Anda, sonríe.
Seungri se colgó al moreno como koala a su cuello. El otro le miró y le hizo una mueca de asco. Ji Yong se puso en pie y les miró. Seungri pestañeó muchas veces y le hizo un ageyo totalmente embarazoso, pero logró hacer reír al moreno, quien cerró mucho sus ojos al hacerlo. Ji Yong también se lanzó a reír.
-En el fondo me quieres –Seungri le soltó mientras juntaba todos los papeles.
-Bien en el fondo.
El moreno le dio los papeles que restaban.
-¿Siempre son así? –Ji no pudo evitar sonreír. Los otros dos le miraron.
-¿Así cómo? –Seungri seguía con su trabajo de organizar los papeleos.
-Así. Discuten por todo y luego se llevan bien de la nada. Y luego vuelven a discutir. No entiendo cómo es que trabajan juntos realmente.
Ji Yong no pudo evitar lanzarse a reír. Le parecía gracioso realmente.
-Oye, si no te llevas bien con Seungri entonces te molestará la vida entera –Young Bae abrió sus ojos grandemente. –Imagínate cargar con él la vida entera, horrible.
-Sí, sí, horrible –Seungri terminó su trabajo y se giró. –Si yo no existiera, primero: tú tendrías un gran desastre con tus trabajos. Segundo: ¿quién mejoraría tu vida? Nadie, Hyung. Deja de reclamar y acepta que gracias a mí tu vida tiene sentido.
-Sí, claro –El moreno tomó los papeles. –No puedo vivir sin ti.
Ji Yong rodó los ojos.
-Mal agradecido. –Seungri miró a Ji y le tomó la mano. –Ji Hyung, ahora serás mi Hyung favorito. Tú sí me quieres, ¿cierto?
Young Bae metió sus manos a sus bolsillos mirándoles.
-Sí –Ji Yong asintió sinceramente.
-Arrepiéntete –Bae negó con la cabeza entre risas mientras se giraba. –Ah, Seungri… -miró al menor de reojo. –Apúrate, tu número es el segundo hoy. Y la función es en menos de una hora.
-¡¿Y me avisas ahora?! ¡Siempre salgo casi al final! –El menor gritó mientras salía corriendo. -¡Maldito!
Young Bae se lanzó a reír y miró a Ji. Esta también se reía.
-Que malo eres.
-Se lo merece –el moreno pasó sus manos por detrás de su cabeza. –Me estresa a veces, sabes… pero es bueno, siempre anda diciendo estupideces, por lo menos te hace reír.
-Seungri es divertido –Ji Yong le miró. –Y parece tu jefe.
-Ese mocoso, le he dicho que yo soy su jefe, pero no tiene ni siquiera un poco de respeto.
-Por lo menos es bueno en lo que hace.
-Estudia administración de empresas, por eso se quedó a ayudarme. En un principio llegó haciendo fuego y esas cosas raras que sabe hacer que por cierto, todavía no quiere decirme cómo rayos lo hace. Luego me dijo que era un desorganizado y me dio indicaciones. Y al final, se auto nombró mi ayudante personal.
-Es genial –Ji Yong se largó a reír. Le gustaba Seungri, en el sentido más normal de la palabra. Parecía un buen chico, se notaba que le gustaban las cosas ordenadas. Nunca hablaba cosas coherentes, pero cuando se ponía serio daba algo de miedo.
Ambos salieron del lugar. Las luces comenzaban a moverse. Veía a todos caminar de un lado a otro apurados. Las mujeres con trajes mínimos ceñidos al cuerpo y muchas plumas y brillos en la cara. Vio a Young Bae dar algunas indicaciones y luego entró en una mini carpa. Ji Yong le siguió de cerca. El moreno se paró detrás de alguien disfrazado de panda. De pies a cabeza era un panda.
-Así que hoy imitarás a Seungri, eh –el moreno se rió y en ese momento el menor entró dándole una patada.
-¡Te escuché, maldito! –Seungri se había puesto un traje negro entero. Se veía realmente bien, se paró frente a los muchos espejos y tomó algunos brillos y lápices para un poco de maquillaje.
-Siempre apareces cuando te nombro, ¿Qué rayos? ¿Eres Beetlejuice? –El menor le miró ofendido. –Como sea, sales primero.
Apuntó al hombre disfrazado y luego salió del lugar.
-¿Soy tan feo para parecerme a Beetlejuice?
Seungri seguió en su tarea de terminar de arreglar su rostro mientras se hacía diversas preguntas casi murmurando. Ji Yong no sabía exactamente qué hacer. Sentía que estaba estorbando por algún motivo. Le gustaría ir en busca de Seung Hyun, pero no quería ser una molestia. Volvió su mirada al frente y dio un salto cuando vio al panda gigante parado al frente de él, demasiado cerca para su gusto. Ji Yong desvió la mirada hacia todos lados, pero él no se movía. Comenzó a pensar que lo estaban molestando o se estaban burlando de él. Intentó retroceder, pero él se acercó más, ladeó la cabeza. Ji Yong se preguntaba cómo diablos veía, quizás en la parte de los ojos tenía agujeros para darle visibilidad, era lo más lógico.
-¿Quién eres? –Ji puso sus manos delante de su pecho para detenerlo. -¿Necesitas algo?
-Qué odioso que eres –Seungri miró al panda y luego se rió negando varias veces.
-Seungri… ¿quién es? –Ji miró al menor y este sonrió mientras alzaba las cejas.
-No quieres conocerlo –el menor se rió y comenzó a caminar lejos del lugar.
-¡Oye, espera! –Ji intentó seguirlo, pero su camino fue tapado por el panda. -¿Puedo… ayudarte en algo?
El panda asintió levemente. Ji suspiró. No tenía idea de quién era y eso le ponía nervioso. No todos los días un panda se te acerca de la nada sin hablar. Él caminó alrededor de Ji Yong y tomó uno de sus brazos levantándolo por encima de su cabeza. Ji Yong dio un salto e intentó soltarse, pero el panda no le dejó.
-¡Hey! ¿Qué haces?
Pero no respondió. Soltó su mano y luego tomó la otra e hizo el mismo procedimiento. Ji Yong comenzaba a sentirse raro, ¿nunca le hablaría? El panda tomó su camiseta y la subió un poco. Ji Yong se corrió hacia atrás rápidamente intentando escapar, pero él sin duda era rápido y fuerte. Lo dejó acorralado contra la pared y le miró a una distancia prudente unos minutos. Ji Yong le miraba atento, ahora que se fijaba en la parte de los ojos habían rejillas, por ahí es que veía. Intentó poner atención, pero por más que lo hizo no tenía ni idea de quien se trataba, no podía ver nada. El panda pasó una mano por el cuello de Ji Yong y este cerró los ojos con fuerza. Sintió los dedos gigante del disfraz acariciar su cabello y entonces se sintió relajado por unos segundos. Luego sintió el vacío. Abrió sus ojos lentamente y fue entonces cuando lo vio.
Aquel panda tenía en sus manos una pequeña lucecita. Ji Yong abrió mucho sus ojos. Sólo conocía a una persona capaz de hacer aparecer luces donde no las hay.
-¡Eres el payaso del otro día! –Ji Yong le apuntó. El panda asintió varias veces muy enérgicamente.
Ji Yong sonrió grandemente. Ahora se sentía más tranquilo. Aunque era algo raro, porque no conocía el nombre del payaso ni tenía idea de quién era, pero saber que era él le transmitía seguridad. Desde la primera vez que vio al payaso sacando la misma luz del mismo lugar en aquella primera función que vio, supo que era bueno. Su sonrisa feliz al hacerlo la recordaba muy bien. Aunque le gustaría saber quién era, pero ya había asumido que no hablaría. Ji miró la luz una vez más.
-¿Puedo tomarla?
El panda volvió a asentir y le extendió la mano. Ji Yong tomó aquella luz con mucho cuidado. Sí, era como una ampolleta, pero demasiado diminuta. Ji Yong sonrió mirándola unos momentos. Le daba una extraña sensación de alegría tenerla en sus manos, como si le hubiera regalado algo precioso. Ji Yong levantó su vista para agradecerle, pero ya no estaba. Lo buscó con la mirada y lo encontró detrás de un mueble grande intentando colocarse unos grandes zapatos negros, pero con esa cabeza gigante que era parte del disfraz no alcanzaba a llegar a sus pies. Ji Yong se acercó lentamente y le tomó del brazo.
-Déjame ayudarte.
Él asintió y entonces se sentó en una silla. Ji se apoyó en el suelo y comenzó a acomodar los zapatos que ahora sabía eran como de algodón. Tenía muchas ganas de preguntarle muchas cosas, pero no sabía por dónde comenzar. Aquella persona, aunque no la conociera ni tuviera la más mínima idea de quién fuera, le transmitía una especie de felicidad contagiosa.
-¿Por qué te vistes de panda? ¿No eres payaso? –Ji Yong levantó su vista y el panda sólo asintió. –Pero dime algo, me siento ignorado, sabes.
Ahora negó con la cabeza. Ji Yong sonrió mientras se resignaba y terminaba por colocar ambos zapatos en su lugar.
-¿No vas a hablar, cierto? –el panda negó. –Eso me pone triste.
El panda ladeó la cabeza y entonces tomó desprevenido a Ji Yong y le abrazó de la nada. Ji no alcanzó a reaccionar y simplemente sonrió al sentir la suavidad del disfraz. Luego le soltó tranquilamente. Ji Yong se sentó a su lado observándolo.
-Así que conoces a Seungri –él asintió. –Es divertido, ¿cierto? –El hombre volvió a sentir enérgicamente. –Y supongo que conoces a Young Bae. Es una muy buena persona, ¿son amigos? ¿Se llevan bien? –Esta vez elevó sus manos y levantó ambos pulgares asintiendo a la pregunta. –Y… ¿conoces a Seung Hyun?
El panda ladeo la cabeza y luego asintió lentamente.
-A que es un ogro, ¿cierto? –El hombro esta vez asintió con más entusiasmo que antes, Ji Yong se lanzó a reír como loco. –Pero es bueno… no es tan malo, sabes… deberías mostrarle a luz y luego abrazarlo y quizás no sea tan ogro… en el fondo es muy lindo.
El panda ladeó la cabeza de nuevo y entonces le arrebató la luz a Ji Yong, este le quedó mirando unos minutos. Luego apuntó a Ji Yong y seguido a la luz y luego movió sus manos, Ji Yong le miraba sin entender nada. Luego hizo un gesto de abrazo y volvió a mover sus manos. Ji Yong no alcanzaba a comprender de qué se trataba este juego de mímicas. Luego de unos minutos se le ocurrió algo.
-¿Sabes escribir, no? –El panda asintió rápidamente. Ji agarró una hoja y un lápiz rápidamente y se la pasó.
El panda tomó el lápiz como pudo y entonces comenzó a dibujar. Ji Yong se rió. Pensó que escribiría, pero no. Estaba dibujando realmente. Él dibujó a un niño como cuando en el colegio dibujas con palitos y luego dibujó otro, pero este más feo. Y luego dibujó una linterna y al primer niño le dibujó brazos extendidos. Ji Yong miró el dibujo unos minutos y luego ladeó su cabeza mientras fruncía el ceño. El panda se acercó y apuntó al niño y luego a Ji Yong y luego al otro que era algo más feo escribió con letras grandes “Ogro”.
-¿Intentas decirme que este soy yo y el ogro es Seung Hyun? –El panda asintió. Ji Yong se lanzó a reír. -¡No es tan feo!
El panda negó y entonces apuntó a la ampolleta que había dibujado y luego tomó la luz de su mano. Luego le mostró sus brazos extendidos y apuntó al “ogro”. Ji Yong ladeó la cabeza nuevamente y se mantuvo mirando el dibujo unos minutos. Miró al panda y luego sonrió.
-¿Me preguntas si le he mostrado luz y le he dado un abrazo? –El panda se levantó y asintió mucho. Ji Yong sonrió. Luego pensó unos minutos.
Realmente no sabía cómo hacer el truco de la luz así que eso no podía hacerlo y el abrazo, no sabía si contaban las veces en que habían tenido intimidad como abrazos realmente.
-Pues… no sé cómo sacar esa luz –Ji apuntó a la luz que todavía mantenía en su mano el panda y luego le sonrió. –Y creo que nunca le he abrazado literalmente hablando.
El panda ladeó la cabeza y tomó el lápiz y dibujó un gran “):”. Ji Yong le miró unos momentos y por unos instantes se sintió mal. Luego el panda giró la hoja y volvió a ponerse a dibujar, esta vez por el lado en blanco. Hizo un gran dibujo y tapó lo que iba haciendo para que Ji Yong no pudiera verlo. Luego de unos minutos tomó el dibujo y lo plantó delante del rostro de Ji. Este se hizo hacia atrás para mirar mejor. En una lado aparecía él sonriendo y a su lado el “ogro feo” llorando. Ji Yong frunció el ceño. En la otra mitad de la hoja aparecía él nuevamente sonriendo con la luz y los brazos extendidos hacia el “ogro feo” que ahora era muy lindo y sonreía recibiendo el abrazo. Ji Yong sonrió y miró al panda, este asintió muchas veces.
-¿Me intentas decir que si hago eso se pondrá feliz?
El panda asintió enérgicamente.
-¿Cómo sabes? –El panda ladeó la cabeza y elevó sus hombros con sus manos. Ji Yong se echó a reír nuevamente. –No hablas nada, pero sí que sabes qué cosas debes transmitir, eh.
El panda asintió y en eso entró Seungri rápidamente.
-¡Tú empiezas! –Tomó al panda de los brazos y comenzó a llevarlo fuera para que entrada a la gran carpa con su acto. -¿Estás listo, no?
El panda asintió y luego miró a Ji Yong y elevó su mano despidiéndose. Ji Yong sonrió y devolvió el gesto. Miró el dibujo que había dejado, lo tomó entre sus manos y lo dobló en muchas partes hasta que quedara pequeñito y pudiera meterlo a su bolsillo.
-Seungri, ¿por qué el no habla? –Seungri le miró y luego se lanzó a reír y elevó sus cejas.
-¡Tú no sabes nada, Hyung! –le dio un par de palmaditas. –Sí habla, quizás a ti no te quiere hablar.
-¡Pero conversamos! Digo, yo conversé y él escuchó y me respondió, pero no habló…
-Le da vergüenza –Seungri sonrió nuevamente. –Se avergüenza de ser un payaso, no va a hablar hasta que deje de darle vergüenza.
Ji Yong dibujó una perfecta O con su boca y luego asintió. Sintió mucha música y gritos del público y entonces supo que ya había empezado. Salió cuando Seungri se fue ya que era el próximo y se sentó cerca de Young Bae en las gradas nuevamente como la primera vez que vio el show. Y ahí andaba el panda, corriendo por todos lados con su luz tan particular. Todavía Ji Yong no tenía idea cómo hacer aparecer una luz. Para él era fácil, iba y entre el público sacaba luces y las lanzaba, la gente instantáneamente sonreía.
Quizás mostrar regalar aquella luz no era literalmente hablando. Quizás lo que intentaba decir era que cada uno tenía luz propia y había que encontrarla. Ahora que pensaba, aquella primera vez que ese payaso fue y sacó esa lucecita entre su cabello no quería decirle que era magia, ni que había hecho un gran truco frente a sus ojos, sino que él tenía luz, luz en su alma, dentro de él. Que tenía luz propia, y entre todas las personas del público era el que más brillaba, por eso había ido hasta él y había sacado la luz, sólo para hacerle sentir que brillaba. Pero en ese momento Ji Yong no se percató, recién ahora se daba cuenta. Ji Yong sonrió grandemente mirándolo. Young Bae le miró de reojo y luego suspiró.
-Ya lo pillaste –dijo bajito el moreno sonriendo.
Ji Yong sonrió grandemente y siguió viendo el show con entusiasmo. No hacía falta decir nada más.
Cuando el show estaba en su momento final fue cuando vio entrar a Seung Hyun con un traje apretadísimo pegado al cuerpo. Se veía como un Dios, no había otra palabra para definirlo. Elevó su mano y saludó a todo el mundo antes de comenzar a subir aquella escalera colgante que tanto miedo le daba a Ji Yong. Los demás también subieron y una vez arriba tomó uno de los trapecios para prepararse y saltar. Ji Yong inmediatamente recordó aquella misma tarde cuando él le había empujado, casi se le va la vida en ello. Había sentido un montón de miedo, pero luego de hacerlo se había sentido realizado. Se preguntaba si ahora mismo Seung Hyun se sentía realizado. Se veía sonriente y recordó que hoy también le había contado que hacía esto porque le gustaba que los demás sonrieran y le aplaudieran así que decidió que aplaudiría mucho cuando terminara.
Sonrió grandemente al verlo lanzarse, ahora ya no temía porque fuera a caer, sabía que era imposible. Dios casi tres vueltas en el aire y tomó el siguiente trapecio. Y así se llevó durante todo el acto entre piruetas con sus compañeros y saltos geniales. Cuando terminaron y bajaron de la malla, Ji Yong elevó sus manos y aplaudió mucho mientras sonreía grandemente. Seung Hyun se acercó al límite del escenario e hizo una reverencia mientras sonreía. Ji Yong sintió sus ojos negros chocar con los suyos y sonrió grandemente, Seung Hyun le guiñó un ojo y luego volvió a hacer otra reverencia antes de retirarse.
Young Bae miró unos momentos a Ji Yong y luego soltó una risita baja.
Cuando el show terminó Ji se quedó en su lugar con el moreno, ambos relajados sin moverse, esperando que todo el mundo abandonara el recinto en su totalidad. Ji Yong vio al moreno ponerse de pie y comenzar a recoger algunos envases de golosinas y bebidas que estaban por las gradas. Ji no quiso quedar atrás y también comenzó a ayudarlo en la labor de limpiar el lugar.
-Esta es la peor parte –el moreno comentó de repente.
-Lo vale de todas maneras –ambos sonrieron.
Estaban limpiando en silencio cuando Seungri hizo aparición escandalosamente.
-¡Hyuuuungs! ¿Lo vieron? ¡Lo hice genial! –Ji Yong sonrió.
-¡Yo quiero hacer fuego también! –Seungri se abrazó al cuello de Ji y le miró fijo unos momentos.
-Podría pensar en enseñártelo…
-¡Me dijiste que nunca le enseñarías a nadie! –Young Bae le lanzó una mirada enojada al menor. -¡Mentiroso!
-Es que… Ji Yong Hyung es mi favorito –Seungri sonrió sin soltarse del menor.
-Puede ser muy tu favorito. Pero yo, soy el favorito de tu favorito. Toma esa.
Seungri sintió que alguien le tomaba de la cintura y lo elevaba. Seung Hyun se lo echo en la espalda y luego lo dejó caer sobre una banca a su lado. Seungri se cruzó de brazos e hizo un puchero. Ji Yong sonrió ante el gesto, le gustaba que Seung Hyun fuera así de egoísta con él. Seung Hyun le hizo un gesto con la cabeza para indicarle que salieran de ahí. Ji Yong sonrió y miró a los otros dos.
-Seungri, espero que me enseñes, eh –El menor seguía de brazos cruzados.
-Me engañaste, Ji Yong Hyung –Ji se echó a reír.
-No lo he hecho.
-¿Ves que te dije? Deberías enseñarme a mí –Young Bae se cruzó de brazos.
-No le enseñaré a ninguno, pierden su tiempo rogándome.
-Idiota –Seung Hyun le sacó la lengua, el menor simplemente se giró ignorándolo.
-¡Nos vemos! –Ji Yong se despidió de ambos.
Ji Yong salió entre risas mientras caminaba rápidamente. Afuera ya estaba haciendo bastante frío, pero era soportable. Miró al mayor, este caminaba tranquilamente, con sus manos en sus bolsillos.
-¡Estuviste genial hoy! –Seung Hyun le miró y luego alzó una ceja.
-Siempre lo estoy.
Ji Yong rodó los ojos.
-Se dice “gracias”.
-Gra-ci-as –Seung Hyun apretó las mejillas del menor mientras sonreía de lado.
-¿Me dejarás en mi casa? –Ji Yong preguntó cautelosamente. Le miró de reojo. Seung Hyun suspiró y luego asintió.
-Pues ya que. Te tuve pegado a mí todo el día, puedo soportar otra noche.
Ji le miró con sus ojos muy abiertos. ¿Otra noche?
-¿Qué quieres decir con eso?
-Te voy a dejar a tu casa, mínimo déjame dormir contigo. Mi departamento queda justo en dirección contraria. O si quieres, ve tu solo.
Ji Yong negó muchas veces y se puso delante de Seung Hyun. ¡Claro que quería que se quedara con él! Sólo que no se lo esperaba.
-¡Era broma! ¡Sólo quédate! –Seung Hyun rodó los ojos.
-Ok, pero tampoco me ruegues.
Ji Yong quiso golpearle la cara, pero se contuvo. Claro, era de esperarse del cretino de Seung Hyun diciendo algo así. Pero simplemente le ignoró y sonrió irónicamente mientras volvía a seguir caminando.
-De todas maneras, me gusta tu habitación –Seung Hyun comentó de repente. –Se siente raramente cálida. Quizás porque la mía es como el triple de grande, o porque tienes muchas cosas dentro, o no sé.
Ji Yong le miró unos momentos y volvió a pararse frente a él haciendo que dejara de caminar. Seung Hyun le miró con el ceño fruncido unos momentos. Ji Yong recordó el dibujo del payaso esa tarde. El ogro feo y triste que con un poco de luz y cariño puede ser más feliz. Sonrió y miró al mayor, este le miraba casi con miedo por las expresiones del menor, ya que estaba poniendo caras muy extrañas. Ji Yong le sonrió y elevó sus brazos y rodeó suavemente su cuello mientras acortaba la distancia. Apoyó su rostro en su hombro y se quedó ahí unos momentos.
Seung Hyun se quedó estático sin hacer nada. No entendía qué le sucedía al menor.
-Ji Yong-
-Shh… -le interrumpió. –Sólo un poco.
Seung Hyun no dijo nada. Simplemente se quedó en silencio y miró hacia el cielo oscuro. Sacó las manos de sus bolsillos y las elevó a sus caderas, lo dudó unos momentos pero luego terminó por apretar la cintura de Ji Yong con ambos brazos mientras le sostenía tranquilamente. Ji Yong sonrió y luego suspiró mirando las estrellas iluminando el firmamento.
-Eres una persona muy especial, Seung Hyun –el mayor se tensó un poco. –No intento hacerte sentir mal, sólo quiero decírtelo porque no sé si alguien te lo haya dicho alguna vez.
Seung Hyun no dijo nada, simplemente se quedó sumido en sus pensamientos alrededor de aquella frase.
-Aunque no lo creas, tienes brillo propio. Brillas incluso más que las estrellas. Gracias por brillar cerca de mí.
Seung Hyun frunció el ceño. Nadie nunca le había dicho algo así. Y no quería adentrarse en el significado psicológico de lo que Ji Yong decía. Simplemente miró hacia el horizonte hasta que Ji Yong decidiera terminar aquel abrazo que todavía mantenían.