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¿AQAC? por G-tzii

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Notas del capitulo:

Me demoré y lo siento muchísimo. Estuve parada porque tuve un par de semanas un poco difícil y no tenía mucha inspiración como acostumbro. Pero estoy aquí y debo contarles con toda sinceridad, que este capítulo es el más largo que he escrito en todo lo que llevo escribiendo, así que espero que lo disfruten. Con mucho amor está hecho <3

Capítulo 12.

 

A falta de amor, una noche cálida.

 

 

Ji Yong entró tranquilamente a la casa y miró hacia atrás, le dio pase libre a Seung Hyun para que también lo hiciera. Cerró la puerta lentamente y le hizo un gesto con la cabeza para que caminara con él por el pasillo de la entrada.

 

-Llegué.

 

Avisó y en menos de cinco minutos su madre se hizo presente en la sala. Ella sonrió a su hijo mientras le abrazaba cariñosamente. Seung Hyun observó en silencio sin decir nada. Aquella mujer se veía amable. Los ojos de ella chocaron con los de Seung. Ambos se miraron unos segundos y entonces ella sonrió. Seung Hyun no sabía cómo tomarse el gesto, hizo una reverencia corta unos momentos hasta que la voz de Ji Yong se hizo presente.

 

-Mamá, él es Seung Hyun.

 

-Es un gusto conocerte, Seung Hyun –ella se acercó y le regaló un abrazo sin previo aviso. Ahora sabía de dónde había saco Ji Yong la manía de abrazar.

 

Seung Hyun le recibió como pudo y medio sonrió. Luego miró al menor, este simplemente se rió. No le molestaba el abrazo, sólo que no lo esperaba.

 

-Es gusto es mío.

 

-Ji Yong, debiste avisarme que venías con un amigo tan guapo –Seung sonrió cuando le escuchó. Ji Yong infló sus mejillas.

 

-Mamá, me avergüenzas –ella se rió. –Seung se quedará conmigo hoy.

 

-Está bien, no metan tanto ruido cuando tu padre llegue, recuerda que debe levantarse temprano mañana.

 

-Lo sé, de todas maneras yo también me levanto temprano, mañana comenzaré mi práctica –ella sonrió. -¿Dónde está papá?

 

-No ha llegado –la madre de Ji Yong pasó del tema de su padre olímpicamente y miró a Seung. -¿Quieres algo de beber, Seung Hyun?

 

-Uh… jugo estaría bien.

 

-Jugo será –ella volvió a sonreírle y entró a la cocina.

 

Luego de que la madre de Ji le hubiera dado casi un tazón gigante de jugo de naranja y hubiera vuelto a repetir lo guapo que era, ambos subieron a la habitación del menor entre risas. Por lo menos ahora no tuvo que entrar por la ventana, aunque hablando seriamente no era tan difícil. Ji Yong abrió la puerta de su habitación y le dio libre acceso al mayor que entró como si fuera su casa y se tiró encima de la cama en cuestión de segundos. Ji Yong rodó los ojos y sonrió.

 

-Te crees dueño de mi casa, eh.

 

-Y tuyo, no se te olvide.

 

Ji Yong sonrió. Le gustaba como sonaba eso. Se sentó en el escritorio de la habitación, Recordaba que debía resorber un problema  que le habían dejado en la clase de primeros auxilios. Seung Hyun parecía divertirse jugando al Candy crush en su celular, cosa que hizo reír a Ji Yong. Leyó nuevamente la pregunta, quería terminar rápidamente, se le apetecía ir a estirarse al lado del mayor y enrollarse en su cuerpo, pero debía terminar esto, sino mañana tendría un castigo y una falta por no hacerlo. Según la pregunta, se trabaja de qué hacer cuando hay una persona inconsciente. Cuando estaban en clases Alice, una chica de su clase dijo que primero se debía hacer RCP, a lo que Ji estaba de acuerdo, pero el profesor sonrió y dijo: No. ¿Entonces qué? Si hay una persona inconsciente primeramente se debe dar RCP por la falta de aire en los pulmones. Lo más lógico es la reanimación, sino, ¿qué? ¿Tomarle el pulso?

 

-Tomarle el pulso puede ser una opción –Ji Yong ladeó la cabeza.

 

-¿A quién? –Escuchó la grave voz del mayor resonar en la habitación.

 

-A una persona inconsciente –Seung Hyun elevó su mirada por sobre el celular.

 

-¿Para qué le tomarás el pulso? –Seung Hyun se sentó en la cama y frunció el ceño. –Cuando se está inconsciente hay lugares de tu cuerpo donde no se siente el pulso, el cuerpo está en estado de shock y el pulso es bajo y difícil de encontrar.

 

-¿Entonces qué sugieres? –Ji Yong frunció el ceño. Odiaba cuando alguien se sentía superior, él era el que sabía en esta área. -¿Qué es lo primero que harías con una persona inconsciente según tú?

 

-El M.E.S.

 

-¿MES? ¿Qué es eso? –Ji Yong frunció el ceño.

 

-Mirar – Escuchar – Sentir.

 

-¿Y eso harías? –A Ji no le gustaba cuando le daban órdenes. Además, él era el experto en el tema no el mayor.

 

-Sí –Seung Hyun dejó su celular al lado y apoyó su mentón en su mano. –Primero debo levantar su mentón lo  más que puedo y debo MIRAR hacia la caja torácica, esta debe elevarse. Luego bajo mi rostro hasta que mi oído quede en su boca y ESCUCHO su respiración y por último SIENTO su respiración en mi mejilla. Tres simples pasos para saber que la persona tirada en el piso respirar, y si respira, es porque está viva. Ahí tienes. Pero si gustas, ve y tómale el pulso. Pero debes tener en cuenta que para una persona inconsciente el pulso más acertado es el de la cabeza, y en ese podrías tardar unos cinco minutos en encontrarlos. Elige tú.

 

Ji Yong le quedó mirando y luego miró la pregunta. No sabía por qué, pero se sentía totalmente estúpido. Seung Hyun sonrió de lado de manera burlona y entonces volvió a tomar su celular para seguir jugando. Ji Yong mordió su labio inferior y volvió sus ojos al cuaderno. Bueno… igual tenía algo de razón su hipótesis.

 

-Pregunta 4.

 

-No quiero jugar –Seung Hyun lo ignoró.

 

-¿Hiciste primeros auxilios?

 

-¿Por qué siempre ignoras mis deseos? –Seung Hyun rodó los ojos y luego le miró dejando el celular nuevamente. –Cuando saltas de trapecio en trapecio y podrías caer y quedar inconsciente siempre es bueno saber un poco.

 

-Ah… -Ji Yong asintió silenciosamente. –Pareces súper dotado. Siempre sabes todo.

 

-Mi mente no es lo único súper dotado que tengo.

 

Ji Yong sintió el calor recorrerle todo el rostro ante las cejas alzadas del mayor, tenía una facilidad para hacerlo sentir avergonzado. Seung Hyun se echó a reír y entonces se sentó en la cama mirándole atentamente.

 

-¿No piensas venir o vas a estar toda la noche ahí sentado?

 

-Presiento que tienes pensamientos pervertidos.

 

Seung Hyun soltó una risa y de giró, ahora estirándose boca abajo mientras volvía a prender el celular. Ji Yong odiaba cuando dejaba de ponerle atención.

 

-Vale, no vengas entonces.

 

Ji Yong mordió su labio inferior. Claro que quería ir, pero ahora no iría. Tenía orgullo ante todo. Si Seung Hyun creía que iría como una ovejita detrás de él a pedirle un poco de cariño, estaba equivocado. Se cruzó de piernas y brazos mientras miraba por la ventana. Lo único que podía pensar mientras miraba las estrellas brillando en el cielo era lo cretino que podía llegar a ser y lo estúpido que fue él al dejarse enamorar y seducir. Y no, no era lo peor, lo peor de lo peor era que él sabía que Seung Hyun no lo iba a querer, por lo menos no ahora. Pero como buen masoquista quería ir con él ahora. Le miró de reojo, él jugaba felizmente su juego de los caramelos mientras movía sus dedos ágilmente.

 

-Maldito estúpido… -susurró queriendo ahorcarlo con los ojos.

 

¿Cómo podía Seung Hyun ser tan creído? Rodó los ojos y se puso de pie mientras rodaba los ojos. Caminó en silencio por la habitación, pero el mayor no le miró. Apretó los dientes y le miró, él como si nada tarareaba una canción que no alcanzó a adivinar. Se acercó lentamente y se quedó al lado de la cama mirándole con las manos cruzadas.

 

-¿Necesitas algo?

 

-M-muévete.

 

Ji Yong miró a otro lado. Seung Hyun alzó sus ojos y le miró divertido.

 

-¿Qué? No te oí, lo siento.

 

-¡Sólo dame espacio!

 

Seung Hyun soltó una risita burlona y se giró quedando de espaldas y dándole espacio, sin dejar de mirar el teléfono. Ji Yong se estiró a su lado, hizo ruidos con su boca, pero el mayor no le puso atención. ¿Por qué jugar ese juego era más interesante?

 

-Oye.

 

-¿Uh?

 

-¿Puedes soltar eso?

 

-No. Voy en la etapa 298, me ha costado bastante llegar aquí, sabes.

 

-¿Eso haces en tus tiempos libres? ¿Jugar?

 

-Sí, generalmente cuando no tengo nada que hacer o cuando no andas tu alrededor.

 

Ji Yong le quedó mirando y luego se giró hacia él.

 

-Ahora estoy al lado tuyo.

 

-Sí, pero como hace unos minutos no estabas tuve que ponerme a jugar, ahora te esperas a que termine, cariño.

 

-Idiota.

 

Ji Yong frunció el ceño y se giró dándole la espalda. Él lo había traído hasta su casa para que no estuviera solo en su gran departamento y ahora le ignoraba olímpicamente. Apoyó su cabeza en la almohada intentando eliminar los instintos asesinos contra su compañero. Sentía el sonido que habían los dulces al romperse a medida que jugaba. La cama se movió y entonces las manos del mayor se enredaron entre la cintura de Ji Yong. Este simplemente le ignoró, había sido despreciado, y él tenía orgullo ante todo. Seung Hyun soltó una risa en su oído. Ji Yong frunció los labios, y se atrevía a reírse de él.

 

-¿Te enojaste?

 

Ji Yong no respondió. Seung Hyun buscó sus manos y las apretó, pero él simplemente se soltó.

 

-Tan fierecilla que me salió.

 

-Tan cretino que eres.

 

Seung Hyun se rió y apretó a Ji Yong contra su cuerpo mientras dejaba su rostro descansar entre su cuello. El menor cerró los ojos al sentir su respiración haciendo roce en su piel. Se acercó más todavía al pecho de Seung Hyun dejando su cuerpo hundir en él. Seung Hyun pasó sus labios lentamente rozando su cuello hasta depositar un beso en el lugar. Ji Yong se estremeció y reprimió cualquier jadeo que pudiera salir de su boca.

 

-¿Ganaste?

 

-Nop, fue más difícil de lo que creí.

 

-Claro, y ya que no pudiste ganar vienes conmigo ahora.

 

-Al menos vengo, ¿no? –Ji Yong rodó los ojos. –Vaya genio que te cargas, Yongie.

 

-¡No me digas así! –Ji Yong se giró y le dio un golpe en el pecho al mayor, este simplemente soltó una sonrisa.

 

-¿Por qué? ¡Es con todo el cariño del mundo!

 

-Cariño mi trasero, te burlas de mí.

 

-Te ves lindo enojado, sabes.

 

Ji Yong iba a responder, pero Seung no le dejó. Le acalló con un beso que sacó a Ji Yong de sus pensamientos. Inmediatamente sus labios le respondieron, sin siquiera dudarlo. Ji Yong se quiso golpear mentalmente, pero ya era imposible. Su cuerpo a la mera acción hacía reacción con Seung Hyun, ese era su efecto en él. Le volvía casi como la gelatina. Seung Hyun apretó la cintura del menor con fuerza al momento en que profundizaba aquel beso. Ji Yong no dudó en dejarle pase libre por su boca y caricias furtivas entre sus lenguas. Ji Yong no pudo aguantar más y se aferró a la camisa de Seung Hyun fuertemente mientras intentaba profundizar aún más aquel beso si se podía. Seung Hyun tuvo intenciones de reírse, pero no lo haría porque sabiendo lo obstinado que era el menor era muy capaz de golpearlo si se reía de él en mitad del besó. Sonrió en medio del beso y luego apretó un poco más su cuerpo y pasó una de sus manos por el cabello del menor. A Ji Yong le encantaba la sensación dominante que le entregaba Seung, le hacía sentir deseado.

 

Pasó sus manos con desesperación por su cuello en busca de más, pero Seung Hyun tomó sus manos y le alejó a duras penas. Sus respiraciones iban rápidas y chocaban entre sí. Ji Yong abrió lentamente los ojos y miró directamente a los labios del mayor, quería morder y lamer todo de ellos. Seung Hyun soltó una risita cuando Ji Yong intentó acercarse de nuevo y se alejó mientras se ponía de pie. Ji Yong frunció el ceño sintiéndose molesto. Vio a Seung Hyun rodear la cama y caminar hasta la puerta, le miró atentó y vio cómo deslizaba sus dedos por la manilla, apretó fuertemente hasta que sintió el ‘click’. Ji Yong entrecerró sus ojos y le miró fijamente mientras sonreía, malicioso.

 

-No me gustaría que entrara tu madre y nos viera en una situación comprometedora, sabes.

 

Ji Yong se sentó sobre la cama mirándole atento. Seung Hyun le miró fijamente y se acercó a la cama lentamente. Ji Yong sentía que a medida que se acercaba su aliente lo iba dejando y su corazón comenzaba a ir más rápido con intención de arrancar de su pecho. Seung Hyun posó sus rodillas sobre la cama y se acomodó entre las piernas del menor. Ji Yong inmediatamente se alzó y se aferró a su camisa mientras se iba directamente contra sus labios. Seung Hyun apretó su cintura con fuerza y perfecta determinación. Ji Yong jadeó cuando sintió el duro abdomen del mayor chocar bruscamente contra él. Le agradaba la sensación entre salvaje y dominante que adquiría el mayor con él.

 

Ji Yong pasó sus manos hábilmente por su camisa y comenzó a quitar botón por botón hasta que el torso del mayor quedara en libertad absoluta. Lanzó la camisa por cualquier lado de la habitación sin preocupación alguna por dónde caía. Poco le importó. Y poco le importaba que hubiese más personas en casa. El espacio ara él se reducía a Seung Hyun y él en aquella habitación, en ese preciso momento, y nada más. Sintió las manos del mayor pasar por toda su espalda debajo de la camiseta. Se separó del beso entre suspiros. Seung Hyun no perdió tiempo alguno, sus labios se perdieron en el cuello de Ji, entre roces íntimos y besos suaves sobre su piel. Ji Yong sólo tuvo opción a cerrar sus ojos y levantar su rostro mientras apretaba su espalda y sus dedos hacían un gran recorrido por el cabello ajeno. Sintió un apretón en sus glúteos con fuerza y no pude evitar jadear. Seung Hyun se separó de su cuello y le dio un beso corto, luego le miró fijamente.

 

-Me agrada que gimas para mí, pero debes ser más silencioso ahora.

 

-Tú lo provocas.

 

Seung Hyun se rió y quitó rápidamente la camiseta de Ji Yong lanzándola por ahí junto con su camisa perdida. Ji Yong le miró, el mayor simplemente le dio un empujón para dejarlo recostado en la cama. Ji le miró fijamente, Seung Hyun pasó su mirada descaradamente por todo el cuerpo del menor de la forma más obscena posible. Pasó cada mano a un costado de su cuerpo y se agachó cuidadosamente sobre él. Acercó sus labios peligrosamente a los suyos y los rozó, Ji Yong abrió sus labios deseoso de sentirlo, pero apenas fue un toque pequeño y luego se alejó. Sintió el roce de sus cuerpos entre las telas de sus pantalones y apretó sus labios echando su cabeza hacia atrás, reprimiendo gemidos altos.

 

Los labios de Seung Hyun se fueron directo a su cuello nuevamente. Succionó con fuerza con clara intención de dejar marcas suyas en el cuerpo contrario. Ji Yong apretó las sábanas entre sus dedos y mordió su labio inferior con fuerza. Seung Hyun dejó un camino de besos y chupetones entre su cuello y su pecho hasta llegar a sus pezones. Pasó su lengua lentamente por uno de ellos y luego le mordió levemente, Ji Yong llevó una de sus manos a su boca para evitar gritar de placer. Seung Hyun pasó sus manos por las caderas de Ji Yong directamente a su cinturón. Lo quitó lentamente y luego bajó el cierre con lentitud. Ji Yong le miró atento durante el trabajo. Seung Hyun sonrió de lado con malicia. Pasó su mano lentamente por debajo de la ropa y acarició con lentitud su hombría despierta. Ji Yong echó su cabeza hacia atrás y antes de poder gemir ya tenía estampado contra él los labios del mayor.

 

Ji Yong mordió el labio superior de Seung con fuerza y luego pasó su lengua por toda el área. Seung Hyun apretó la erección de Ji con fuerza, este sólo hizo presión con su cabeza en el hombro del mayor mientras se aferraba a sus hombros. Ji Yong bajó sus manos a los pantalones de Seung con intenciones de quitárselos. Desabotonó y bajó el cierre, pero no pudo hacer gran cosa con ellos ya que las caricias del mayor le desconcentraban en medio de aquel trabajo.

 

-Seung… -susurró más como un jadeo mientras intentaba mantener sus ojos abiertos. –Deja… deja de preámbulos.

 

-Alguien anda muy exigente hoy.

 

-No bromees –Ji Yong se quejó, pero sintió un fuerte apretón y dejó caer su cabeza entre las almohadas.

 

Seung Hyun soltó una risita burlona y dejó de tocar a Ji Yong. Llevó sus manos al límite de sus pantalones nuevamente y los bajó en conjunto con la ropa interior. Ji Yong levantó sus caderas para facilitar el trabajo y prontamente su ropa fue a dar con sus camisetas en algún lugar desconocido del piso. Seung Hyun sonrió maliciosamente.

 

-¿Qué esperas? Desvístete –Ji Yong le miró fijamente.

 

-Me asombras, Yongie. Te has vuelto un pervertido total.

 

-Deja de decir así –Ji Yong se apoyó en sus codos. -¿Quieres que te desvista?

 

Seung Hyun arqueó una ceja y le miró retador.

 

-Soy todo tuyo. Adelante.

 

Elevó sus manos. Ji Yong sonrió de medio lado y se apoyó sobre sus rodillas mientras bajaba sus manos a los pantalones de vestir negros del mayor. Ji Yong elevó sus labios en busca de los de Seung, este no se negó y le recibió con gusto mientras Ji Yong deslizaba los pantalones con su ropa interior rápidamente. Levantó sus piernas para terminar de lanzarlo lejos. Sintió las manos del menor acariciar lentamente su trasero, se separó del beso y le miró.

 

-¿Dónde tocas?

 

-Estaba corroborando el buen trasero que te cargas, eh.

 

-Definitivamente no eres el Yongie que tu mamá cree.

 

-Idiota.

 

Ji Yong se echó a reír y se dejó caer en la cama. Seung Hyun comenzó a devorarlo con la mirada, el menor rió y alzó sus cejas mirándole de manera seductora. Abrió sus piernas delante de Seung y abrió sus ojos en una clara expresión por incitarle al acto mismo. Seung Hyun se rió. Desde la tercera vez que lo habían hecho, Ji Yong se había vuelto más suelto. Tal y cómo él dijo, una vez que lo hiciera le quedaría gustado y de ahí no pararía, y Ji Yong no tuvo reparo ni vergüenza a la hora de asumir y aceptar que así era.

 

Seung Hyun pasó su mano por la mejilla del menor y luego acarició sus labios lentamente.

 

-¿Me harías el favor?

 

Ji Yong sonrió y lamió lentamente la punta de sus dedos. Seung Hyun medio sonrió. El menor tomó la mano de Seung y ante su atenta mirada se metió sus tres dedos medios como si estuviera lamiendo al mismo Seung Hyun. El mayor le miró divertido, Ji podía llegar a ser muy re contra perverso si se le seducía bien. Ji Yong clavó sus ojos en el pelinegro mientras pasaba descaradamente su lengua por sus largos dedos. Seung Hyun sonrió de lado y movió sus caderas para simular penetraciones contra el cuerpo de Ji Yong. El menor le miró y gimió mientras seguía en su trabajo de lamer con descaro sus dedos. Seung Hyun encontraba divertido ver los cambios de expresiones en Ji Yong cuando se refregaba contra él. El menor quitó la mano de Seung y le miró fijo.

 

-Me estás desesperando… Seung Hyung…

 

-Está bien, cariño –Seung Hyun sonrió de medio lado y se abrió paso entre sus piernas para pasar un dedo por su orificio. –Voy a hacerte sentir bien, ya verás.

 

Ji Yong no lo dudó. Simplemente levantó sus caderas y le dio libre acceso para que inspeccionara. Seung Hyun tenía una habilidad buenísima para recorrer su entrada sin que le doliera nada. Podría haber sonado pervertido, de hecho, Ji Yong se sentía pervertido pensando así, pero un dedo no le haría ni cosquillas, y eso el mayor lo sabía. De alguna manera lo hacía tan suave y delicado que para Ji Yong no representaba dolor el que hiciera intromisión para prepararlo.

 

Seung Hyun pasó el segundo con destreza y abrió una y otra vez en su interior simulando la forma de una tijera. Ji Yong simplemente le miraba con atención entre jadeos. Comenzaba a sentir el sudor en su cuerpo por la presión que ejercía. Sintió el último hacer ingreso y apretó las sábanas mientras mordía su labio, el último siempre le incomodaba un poco más. Pasó sus ojos por el cuerpo de Seung Hyun, intentando encontrar distracción mientras él seguía en su trabajo de dilatar. Sus ojos directamente pasaron a su entrepierna despierta, eso le excitaba más todavía. Sus ojos viajaron por su cuerpo completo y se detuvieron en cierto punto. ¿Por qué nunca se fijó en él? Claramente debió estar todo el tiempo ahí, pero no lo había visto. Iba a preguntar nuevamente cuando sintió una punzada y cerró sus ojos dejándose caer a la cama.

 

-Ahh… oh… ahí –gimió al sentir el apretón que dio el mayor en su próstata.

 

-No tan fuerte, Ji. No estamos solos.

 

-Sólo… sólo hazlo de nuevo…

 

-Todo lo que mi bebé pida.

 

Ji Yong no hizo objeción por el apodo, no tenía intenciones de discutirlo. Simplemente cerró sus ojos con fuerza y apretó su mandíbula cuando Seung Hyun hundió más sus dedos en la profundidad. Arqueó la espalda como señal de respuesta y Seung le volvió a dar un apretón en el mismo lugar. Ji Yong cerró los ojos con fuerza peleando consigo mismo por no gritar como loco. Seung Hyun conocía exactamente su punto, sabía dónde estaba y cómo llegar a él. Eso le desesperaba.

 

-P-para… -Ji Yong respiró agitado.

 

-¿Quieres que me detenga? –Ji asintió lentamente.

 

-Sabes que estoy más que preparado…

 

Seung Hyun sonrió maliciosamente. Pasó sus manos suavemente por las piernas de Ji Yong, había que admitir que sus piernas no tenían nada que envidiarles a las mujeres, eran mucho mejores. Ji Yong se estremeció. Seung Hyun se acomodó entre ellas y acarició su entrada con su entrepierna. Ji Yong cerró los ojos mientras mordía casi por millonésima vez su labio. Seung Hyun entró de una sola vez llegando hasta al fondo. Pasó su mano directamente por la boca de Ji Yong alcanzando a acallar su gemido ensordecedor. Ji Yong frunció el ceño y luego de unos segundos dejó caer su cabeza. Seung Hyun rió.

 

-Buen chico.

 

-¿No podías… entrar sigilosamente?

 

-No me gusta lo sigiloso.

 

Ji Yong sonrió. Debió ser tonto al pensar que Seung Hyun entraría despacio, le había dado de lleno, casi hasta los vecinos escuchan de no ser porque tapó su boca entera, cosa que casi le dejó ahogado en su respiración. Seung Hyun apretó sus piernas y las acarició al mismo tiempo, Ji Yong apretó un poco más las caderas del mayor al instante. Seung Hyun no pudo evitar detenerse a mirar las grandes letras que indicaban un “INHALE” y “EXHALE” en las piernas de Ji Yong. Ya se había dado cuenta que era fanático de los tatuajes, pero esos eran sus favoritos, sin duda. Era como si le dieran la bienvenida entre sus piernas, como si le invitaran a entrar y salir con tranquilidad, de forma relajada y suave. Quizás por eso ninguna de todas las veces que lo habían hecho antes había sido tan rápido y duro, no podía. Con Ji Yong no podía hacerlo así, debía ser lento y profundo, justo como aquellas palabras le expresaban, entrar, inhalar, salir, exhalar. Esas eran las reglas. Y a Seung Hyun le gustaba aceptarlas.

 

Ji Yong hizo un movimiento de caderas.

 

-¿No vas a moverte? –se miraron fijamente hasta que Seung Hyun sonrió de lado.

 

-Claro que lo haré.

 

El movimiento empezó lento. Sin apuros ni brutalidad. Ji Yong cerró sus ojos sintiendo el ir y venir de las embestidas. Seung Hyun pasó sus manos por la cintura de Ji Yong, bajó sus labios y recorrió su cuello con tranquilidad dejando más marcas a la vista de su piel. Ji ladeó su cuello dando más espacio mientras enredaba sus dedos en el cabello del pelinegro. Acarició toda la extensión de su espalda al sentir su erección hacer presión contra el torso contrario. Levantó un poco las caderas en busca de más contacto.

 

-Ahm… -el gemido de Ji se mezcló con un beso fogoso.

 

Ji Yong rodeó la espalda del mayor y respondió el beso de igual manera. Sus lenguas tenían una pelea desenfrenada en sus bocas y sus cuerpo comenzaba a encajar de manera rápida en embestidas profundas que terminaron llegando a la próstata de Ji Yong haciendo que este mordiera con fuerza el labio inferior de Seung Hyun para evitar gemir fuertemente.

 

-Uhm… -Seung Hyun gruñó.

 

-Ah… más, Seung…

 

Seung Hyun se irguió y comenzó con embestidas más seguidas contra el cuerpo del menor. Ji Yong rodeó con más fuerza sus caderas y se alzó sobre sus brazos para quedar sentado en la cama. Seung Hyun sonrió y apretó la cintura de Ji para acomodarlo sobre sus piernas. Ji rodeó la espalda del pelinegro con sus brazos y buscó sus labios una vez más. Seung Hyun tomó con fuerza las caderas de Ji para alzarlo y llevar el ritmo. Ji Yong movió sus caderas con fuerza contra Seung Hyun hasta sentir que la punta de la erección de mayor llegaba a su punto.

 

-Ah… ah, Seung Hyun… -Seung acercó la cabeza del menor a su rostro y mordió levemente sus labios. Ji Yong comenzó a acelerar el ir y venir. –Seung… tócame…

 

Seung Hyun pasó su mano lentamente por el torso del menor hasta llegar a su entrepierna. Ji Yong apoyó su frente en el hombro de Seung Hyun sin dejar de moverse, apretó su cabello y su espalda para buscar seguridad. Intentaba con todas sus fuerzas no gemir a toda boca al sentir las suaves caricias de Seung Hyun sobre su entrepierna. Ji Yong estaba seguro que Seung lo hacía apropósito, le acariciaba terriblemente lento y hacía de ello una agonía gigantesca.

 

-Mhg… -Ji Yong se aferró al cuello del mayor que seguía moviéndole y tocándolo de manera más rápida que antes. –Ah… mierda…

 

Seung Hyun pasó su mano por la boca de Ji Yong y le apretó unos momentos. Ji Yong frunció el ceño y se movió hacia adelante y atrás de manera lenta al sentir un apretón en su erección.

 

-Ji… -Seung entre susurró y gimió al mismo tiempo. –Intenta responderle a tu madre.

 

Ji Yong le miró y sintió un golpe en la puerta. No se molestó en alterarse, porque sabía que el pelinegro le había puesto seguro. Asintió levemente y Seung Hyun destapó sus labios. Ji Yong apretó sus dientes con fuerza cuando sintió el: “¿Necesitan algo?” de su madre al otro lado.

 

-No… -dijo lo más normal que pudo y luego cerró los ojos maldiciendo mentalmente lo bien que se sentía. –Estamos bien… Buenas noches, mamá…

 

-Si quieres más mantas para Seung Hyun avísame, no lo hagas dormir en el suelo, Ji Yong –Ji rodó los ojos. Seung Hyun sonrió y elevó sus cejas al menor quien no pudo evitar reír también ante aquello. –Déjale dormir en la cama, tú duerme abajo en el colchón.

 

-V-vale… -Ji Yong miró a Seung Hyun y luego apretó sus manos en su espalda. –Al parecer… ah… tengo que dormir en el suelo…

 

-¿Para qué? –Seung Hyun le miró y apretó una vez más su erección. –Cuando puedes dormir sobre mí igual que siempre.

 

Ji Yong sonrió, complacido y entonces sintió los fuertes brazos del pelinegro rodearle y dejarle sobre la cama una vez más. Seung Hyun se agachó sobre su cuerpo y comenzó a dar embestidas más rápidas, encontrando de una vez la próstata de Ji Yong. El menor arqueó su espalda y mordió su lengua para no gritar al sentirle. La mano de Seung Hyun se dirigió directamente a la hombría de Ji Yong para moverse a ritmo rápido y apretado a su alrededor. Ji Yong sentía el sudor recorrer toda su piel y su entrada comenzar a contraerse con fuerza.

 

-Seung, ah… -Ji Yong le miró y luego cerró sus ojos con fuerzas. –Me vendré…

 

-Uhm… -Seung Hyun apretó su mandíbula con fuerza y cerró sus ojos de la misma manera, era difícil contener gemidos de esa magnitud a estas alturas. –Vente… lo haré contigo…

 

La entrada de Ji Yong a estas alturas se contraía demasiado, cosa que volvía loco a Seung Hyun por la fricción que hacía contra su miembro. Ji Yong elevó sus caderas para darle más espacio. Seung Hyun movió su mano de manera casi frenética. Ji Yong apretó con todas sus fuerzas sus labios, pero no podía contenerlo, era imposible. Seung Hyun se percató y se acercó al menor rápidamente.

 

-Gime conmigo, mi vida… uhm…

 

Le besó fuertemente contra los labios. Ji Yong frunció el ceño y apretó sus manos contra la espalda de Seung Hyun mientras cerraba los ojos con fuerza. Ji Yong se vino completamente entre ellos y segundos después sintió su interior húmedo. Apretó con más fuerza los labios de Seung Hyun en un beso duro por contener cualquier ruido que pudiera salir de sus bocas. Se separaron lentamente para respirar, el aire casi se les había ido en ese momento.

 

Ji Yong cerró sus ojos dejando su pecho ir y venir en busca de aire para recomponerse. Seung Hyun le miró y luego apoyó su frente en su hombro. Ji Yong acarició su espalda logrando calmarse. Seung Hyun salió cuidadosamente y se apoyó en sus rodillas. Minutos después se puso de pie y caminó por la habitación. Ji Yong le siguió con la mirada, le vio tomar una toalla. Se limpió su mano con rapidez y luego parte de su hombría y luego le lanzó la toalla al menor.

 

-No creo que quieras salir de la habitación con tu estómago así –Ji Yong soltó una risita y comenzó a limpiarse.

 

Ji Yong se limpió tranquilamente, vio a Seung Hyun ponerse ropa interior nuevamente. ¿Cuál era su afán por ponerse ropa? Nunca lo entendería. Entonces recordó lo que había visto. Nuevamente sus ojos fueron a su costado derecho. Todavía estaba ahí. ¿Cómo que antes no se percató de ella?

 

-¿Hola? –Ji Yong vio a Seung Hyun tomar su celular y ponerse serio. -¿Tendrá adelanto? Bien. No, dile al equipo que mañana a las 7 am estén en sala preparados, estaré ahí media hora antes para prepararla. Ok. Nos vemos. Sean puntuales, su estado es delicado así que hay que estar alertas.

 

Seung Hyun cortó y dejó el celular en la mesa.

 

-¿Dónde irás?

 

Seung Hyun le miró y sonrió malicioso.

 

-Muy curioso, Ji. ¿Sabes lo que le pasó al gato?

 

-La curiosidad lo mató, ya sé. Ahora dime.

 

-Anda, qué genio que tienes, Yongie. –Seung Hyun se rió. –Tengo trabajo.

 

-¿En qué trabajas? –Ji Yong sonrió y se sentó en la cama, ahora era el momento perfecto para saber.

 

-Soy traficante.

 

-¿Por qué no quieres decirme?

 

-Te acabo de decir. Soy traficante, no, espera, terrorista, sí, eso sí.

 

-Estúpido idiota.

 

-Has herido mis sentimientos, Yongie.

 

-¡Que te jodan!

 

-Esa boquita tan linda dice palabrotas, no puedo creerlo.

 

Ji Yong hizo un puchero y se cruzó de brazos. Seung Hyun lo irritaba tan fácilmente. Seung Hyun se rió y luego caminó hasta la cama. Movió a Ji Yong y se puso bajo ella. Ji Yong le miró y entonces tragó saliva.

 

-Tengo la pregunta 5.

 

-Aquí vamos de nuevo. Te dije que no me gusta tu juego, no me gusta respon-

 

-¿Tienes una cicatriz?

 

Seung Hyun tensó la mandíbula y como acto reflejo se cruzó de brazos tapando aquella marca en su costado derecho que pasaba por la esquina de sus costillas hasta el centro. Ji Yong le miró fijamente, Seung parecía no querer contestar, y quizás no lo hiciera, pero ya era tarde, él ya la había visto. Ji Yong tomó la mano de Seung Hyun y la quitó. Seung Hyun frunció el ceño. Ji pasó sus dedos lentamente por aquella marca que sobresalía en su piel.

 

-¿Te duele?

 

-No.

 

-¿Te la hiciste hace mucho?

 

-… -Ji Yong acarició la cicatriz nuevamente y le quedó mirando. –Me la hice cuando pequeño.

 

-¿Te caíste? –Ji Yong le miró fijamente, Seung Hyun desvió la mirada. -¿Te cortaste? –Los ojos de Ji Yong no dejaban ir los de Seung Hyun. El mayor suspiró y negó con su cabeza mientras le miraba. Haría una pregunta tras otra, porque así era Ji Yong.

 

-Me la hice en una pelea –Ji le miró mientras ladeaba la cabeza. –Peleaba con mi papá. Tenía como seis, o algo así. No me acuerdo. Él intentaba obtener algo de mí, pero yo me resistía a él porque ya no quería que lo hiciera más. Él se enojó y tomó lo primero que encontró, para mi malísima suerte estábamos en la cocina. ¿Adivinas lo que hay en una cocina?

 

Ji Yong bajó su mirada y apretó sus labios.

 

-Un cuchillo –Ji Yong apretó sus manos. –Y así fue como obtuve esta marca. Pero mírale el lado positivo, puedo decir que estuve involucrado en una pelea y salí invicto de ella.

 

-¡No juegues con eso! –Ji Yong le dio un golpe. Sentía sus ojos cristalizarse. Seung Hyun sólo levantó sus hombros y se rió. Ji Yong no le encontraba lo gracioso, pero intuyó que la risa era para Seung Hyun como un mecanismo de defensa.

 

Ji Yong volvió a mirar aquella marca y bajó hasta ella esta vez. Seung Hyun frunció el ceño mirándole. Ji Yong pasó sus labios suavemente sobre ella y le dejó un beso. Seung Hyun le miró fijamente. Ji Yong elevó sus ojos y luego sonrió.

 

-Ji Yong, no hagas-

 

-No lo malinterpretes, no tiene nada que ver con sentimientos –Ji Yong sabía que hablarle a Seung Hyun de que le quería y quería sanar sus heridas era algo que el mayor no aceptaría, pero sí lo podía hacer indirectamente. Y Seung Hyun no sabría sobre sus sentimientos. –Mi abuela decía que así dolía menos.

 

-… -Seung Hyun suspiró. –No sé qué haré contigo, definitivamente.

 

-¿Por qué? –Ji hizo un puchero.

 

-Eres como una bola esponjosa llena de ternura, Yongie.

 

-¡Hasta cuándo te burlas de mí! –Ji le lanzó un golpe, pero Seung lo cogió al vuelo y lo tiró a la cama, para luego recostarse a su lado.

 

-Duérmete, ¿quieres? Y por favor, olvida tu maldito juego de preguntas, lo odio.

 

-Y yo odio tu carácter y me lo aguanto. Así que te aguantas y me respondes cuando tenga dudas.

 

-Contigo no se puede, tu temperamento es peor que cualquier que haya visto antes.

 

-Soy Kwon Ji Yong, no soy fácil de llevar sabes.

 

-Sí, sí, como sea. Luego te toco un poco el trasero y ya te entregas por completo.

 

-¡Eres tan imbécil! –Ahora se arrepentía de querer hacerle cariño. Sí sería maldito. Lo había sentir amor, luego odio, luego ternura, luego odio de nuevo y así se repetía el ciclo.

 

-Yo también te quiero, Yongie.

 

-Que te cojan.

 

-imposible. No cojo con nadie más que tú, y está claro que nunca te dejaré hacerlo. A ti te gusta que te-

 

-¡Ya! –Ji Yong se dio la vuelta y le tapó la boca. -¡Cállate!

 

-Ok, me callo. –Seung Hyun elevó sus manos y luego cerró los ojos para dormir.

 

Ji Yong le miró unos minutos y luego hizo un puchero, tan idiota, pero tan lindo al mismo tiempo. Sin dudarlo dejó su cabeza ir hasta su pecho y se recostó encima de él. Seung Hyun sonrió de lado y rodeó su cintura.

 

-Vuelves a mí.

 

-Sólo duerme… -Ji Yong cerró los ojos.

 

-Buenas noches, Ji Yong.

 

 

 

Notas finales:

jsabdhgdsa Espero que les haya gustado y espero sus comentarios. ¿Creen realmente que sea traficante? AJAJAJAJ apuesten por el trabajo del topo, quién adivinará? vsgdfhs Estaré esperando sus lindo comentarios como siempre. 

 

Con amor, yo. <3


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