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¿AQAC? por G-tzii

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Notas del capitulo:

Bien traigo un nuevo cap y este se viene con muchas cosas, así que lean atentos! 

Capítulo 31

 

Atrapado

 

 

Ji Yong caminó tranquilamente por el pasillo. La carpeta con los papeles debía llegar a la oficina lo antes posible. Buscó en el bolsillo de su delantal un bolígrafo y lo tomó en su mano mientras entraba al laboratorio.

 

Saludó a los doctores que se encontraban ahí y entonces firmó los papeles que iban en las carpetas.

 

-Doctor Oh, estos papeles lo manda el director de planta –dijo entregándoselos.

 

-Genial. Gracias, Ji Yong.

 

-No hay de qué.

 

Sonrió y se giró para seguir con su labor. Seung Hyun esa mañana había ido al café donde se reuniría con Hye Yoon, le había dicho que le llamaría cuando tuviera noticias y cuando supiera del plan. Porque había un plan, claramente. Hye Yoon quería escapar, con su madre. Y necesitaban ayuda, para eso iba a estar Seung Hyun. Y Ji Yong no dudaba en ayudar también en la ayuda.

 

Caminó por el pasillo en dirección a la planta superior para ir a revisar los resultados de exámenes como le habían indicado cuando su vista se encontró el blanco. Se escondió rápidamente detrás de un pilar en la pared y buscó su celular rápidamente en el bolsillo. Marcó a Seung Hyun de manera rápida.

 

-Ji, ¿cómo estás?

 

-Seung, tu papá está aquí –dijo bajito observándolo.

 

-¿Dónde? ¿En el hospital?

 

-Sí.

 

-No te acerques –dijo en tono preocupado.

 

-Debe estar buscándote –Ji Yong lo vio pararse frente a la oficina de Seung Hyun y entrar relajadamente. –Ha entrado a tu oficina.

 

-Déjalo así, yo terminaré de hablar con Hye Yoon e iré allá.

 

-Espera, Seung… -Ji Yong miró la puerta fijamente. –Esto puede ser una ventaja.

 

Vio al hombre salir de la oficina y escondió su cara tras la pared nuevamente para que no pudiera verle. Ji Yong repasó todo en su mente. Él estaba dispuesto a cualquier cosa por cortar el pasado tan amargo de Seung Hyun y ayudarle a destruir los malos recuerdos.

 

-¿De qué hablas? No hagas nada raro, Ji, sólo-

 

-Seung Hyun… -le interrumpió y vio al hombre caminar por el pasillo a paso lento. -¿Confías en mí?

 

-Ji-

 

-Dímelo.

 

-Sí. Sabes que confío en ti.

 

-Vale… voy a hacer algo, escúchame.

 

~

 

Seung Hyun miró su celular luego de cortar la llamada. Estaba preocupadísimo por aquello. La idea de Ji Yong era descabellada, en el peor de los casos le podría ocurrir algo y él se iba a culpar por ello, pero el menor le había pedido que confiara en él y que simplemente se preocupara de estar listo a cualquier señal y en caso de que las cosas se le fueran de las manos, cosa que tenía a Seung Hyun con la mente en un lío tremendo.

 

-¿Quién es?

 

La chica a su lado le miró preocupada.

 

-Ji Yong, él es… bueno, mi novio… -se sintió avergonzado. No estaba acostumbrado a ese título. –Él tiene un plan. Y necesito que me digas toda la verdad, para poder hacer lo siguiente.

 

Ella mordió su labio inferior.

 

-Pues, él golpea a mi madre. Afortunadamente no me ha golpeado a mí, porque mi mamá se ha puesto en medio… es terrible…

 

Ella comenzó a llorar y Seung Hyun sintió un apretón en su corazón, conocía tan bien esa sensación. Pasaban lo mismo.

 

-¿Él te ha… tocado?

 

Ella le miró asustada.

 

-No… no, no lo ha hecho. Gracias a Dios. No ha alcanzado, pero sé que ha obligado a mi mamá muchas veces. Ella tiene miedo, por eso no hace nada. Él sólo me dice cosas…

 

-¿Cómo qué?

 

-Como que soy una hija de puta o una bastarda o perra o cosas así, a veces quiere tratarme bien y sobrepasarse, pero nunca ha podido hacerlo, mi mamá nunca lo ha permitido es por eso que él le golpea.

 

Seung Hyun cerró los ojos con fuerza y suspiró apretando sus puños.

 

-Vamos a llamar a la policía. –Dijo decisivo.

 

-¿Ahora?

 

-Sí. Ahora. Es necesario.

 

-Él no se queda quieto. Está de allá para acá todo el día. Una vez mi madre lo intentó, pero nunca lo encontraron, así que terminaron pensando que ella lo inventaba. Él nunca está en casa, nunca se sabe dónde demonios está.

 

-Para eso está Ji Yong, y por eso necesito que esto sea rápido.

 

Seung Hyun sabía que si demoraba mucho en llegar todo podía pasar mal, pero si se movían con rapidez resultaría bien. Su padre era de esos hombres que cometen el crimen de manera rápida y luego desaparecen.

 

-¿Estás seguro? –Ella le miró asustada.

 

-Sí, ¿tú estás segura? Necesito que lo estés. Porque vas a tener que declarar frente a él.

 

Ella apretó sus puños.

 

-Sí.

 

~

 

 

Ji Yong pasó su mirada por toda la sala, atento a cualquier movimiento extraño. Junto sus manos y las apretó fuertemente, el hombre frente a él caminaba de allá para acá, claramente enojado y él simplemente se sentó en el sofá intentando respirar tranquilamente. Pensando cómo sacar la información más clara.

 

Flash – Back.

 

Ji Yong cortó la llamada y buscó en su celular la opción de grabadora. Metió su celular en su pantalón y comenzó a caminar como si nada en su dirección. Fingió no verlo y pasó a su lado, porque sabía que aquel hombre no se iba a contener si lo veía.

 

Y así fue. Tan pronto como el hombre le vio, le tomó del brazo bruscamente y lo llevó hasta una esquina del pasillo y tapó su boca con su mano de manera brusca. Ji Yong abrió mucho sus ojos y le miró. No podía esconder que tenía algo de miedo con ese hombre, pero esta vez intentaría controlarse hasta que tuviera lo que necesitaba. El hombre le miró claramente furioso.

 

-No vas a gritar, te lo advierto.

 

Le soltó la cara y dejó en libertad su boca, más Ji Yong no gritó. Esta vez se quedó en completo silencio mirándole fijamente. Atento a cualquier movimiento.

 

-Qué sumiso estás hoy… -frunció el ceño ante la sensación de asco por sus palabras. -¿Será que al fin entendiste que tienes que doblegarte? Al fin y al cabo, tú eres el malo aquí.

 

-¿Yo? –Le miró sin entender.

 

-Tú me has robado –aseguró acercándose a su cara. Ji Yong giró su rostro e intentó alejar su cara lo que más podía de él.

 

-No sé de qué habla.

 

-Oh, sí sabes. Tú me has quitado algo que es mío –Apretó su cuerpo contra el de Ji Yong y este cerró los ojos intentando alejarse si es que podía, pero el agarre en sus manos era fuerte. –Y lo quiero de vuelta.

 

-No tengo nada suyo, nada que devolver.

 

-Vas a salir perdiendo –el hombre le soltó y entonces tomó su muñeca con fuerza y tiró de él con fuerza. –Si no quieres por las buenas, entonces me lo darás por las malas. O quizás, quieras quedarte tú en su lugar.

 

Ji Yong sintió algo de pánico, pero se dejó arrastras por él hasta su auto. En el fondo de su mente le gritaba que estaba dejándose llevar a la jaula, pero al mismo tiempo lo estaba llevando a él a su trampa. Era cuestión de tiempo, siempre y cuando aquel hombre no se le abalanzara encima. Esto era un ganar o perder, claramente. Pero confiaba en Seung Hyun, así como él confiaba en él, así que tenía certeza de que todo podría salir bien.

 

Fin del flash – Back

 

 

El resto del camino hasta la casa de aquel hombre fue en silencio. Ji Yong intentó soltarse, para no parecer tan sospechoso, y él claramente no lo dejó. Lo había amarrado con el cinturón en las manos, gracias a ello tenía las marcas en las muñecas. Mantenía sus manos apretadas con muchísima fuerza e intentaba respirar calmado, intentaba relajar su pánico.

 

-Tú has sido el culpable de todo, lo sabes, ¿no?

 

El hombre le miró fijamente.

 

-No sé de qué habla.

 

-Sabes de qué hablo. Me has arrebatado a mi preciado hijo.

 

-Usted no le tiene consideración.

 

-Tú no sabes nada.

 

-Sí sé –aseguró.

 

Su intención era hacer que el hombre dijera la verdad, de manera que quedara grabado, pero aquel hombre se hacía la víctima. Lo cual le causaba mayor enojo.

 

-Usted está consciente del daño que hizo y aún así finge que no lo es.

 

-Cuidado con lo que dices –el hombre se acercó lentamente.

 

Ji Yong apretó sus manos y desvió la mirada.

 

-Te EXIJO que te alejes de mi hijo.

 

El menor frunció el ceño. La palabra hijo la encontraba terriblemente alejada del concepto que el hombre mostraba.

 

-¿Quién se cree para decir eso?

 

-Llevas a mi hijo a meterse en puros problemas. Él no está bien de su mente.

 

Por un momento aquel hombre relajó su ceño y le miró de manera ligera.

 

-¿De qué habla?

 

-Seung Hyun ha sufrido mucho, él no está bien de su mente. Y tú te has aprovechado de su momento frágil.

 

-¿Está loco? ¡Usted causó ese daño en él!

 

-Yo no hice nada. Yo intenté ayudarlo, yo le di todo el amor y cariño como padre que podía darle… pero después de todo lo que le pasó se volvió loco y confundió las cosas… yo sólo busco su bien, él no está bien de salud mental. Sólo ha dicho que yo lo he hecho, cuando soy totalmente inocente.

 

Ji Yong le miró fijamente con sus ojos muy abiertos.

 

¿Estaba intentando decir que Seung Hyun había inventado que lo violó? Jamás alguien sano haría algo así, a menos, que como decía él, estuviera enfermo de la mente. Pero era imposible, él le creía a Seung Hyun, y no creía que el pelinegro fuera de los que se inventan cosas, Seung Hyun no jugaría con algo como eso, él metía las manos al fuego por ello.

 

Ese hombre mentía.

 

Ese hombre sabía cómo jugar con la parte psicológica de sus víctimas. Ji Yong le miró fijamente.

 

-Qué persona tan retorcida es… me da lástima.

 

Le dijo sin titubeos y entonces sintió su mejilla arder. Fue rápido. Tan sólo una cachetada, pero con mucha fuerza. Le dolió bastante, pero ahogo cualquier grito y se giró a mirarle nuevamente. El hombre tomó su barbilla con fuerza y le miró de muy cerca. Ji Yong aguantó la respiración.

 

-Tu linda boca está mejor cerrada.

 

Ji Yong respiró hondo e intentó calmarse a pesar del miedo que le tenía.

 

-¿Le parece bonita? –Dijo en un susurro. -¿Así como la de Seung Hyun?

 

Si iban a jugar, entonces él también podía.

 

-No tanto… -el hombre sonrió de lado, lascivo. –Los labios de Seung Hyun saben bien, no he probado los tuyos.

 

Ji Yong se alejó de manera brusca y soltó. El hombre le tomó de la muñeca y le obligó a ponerse de pie. El menor intentó soltarse, pero la fuerza fue mayor y le empujó contra la pared.

 

-¡Ah! –Se quejó y ante de poder sentir otra cachetada, la detuvo con su mano con fuerza.

 

-Vaya, vaya… ¿te quieres sublevar?

 

-No voy a dejar que me toque ni siquiera un centímetro con sus asquerosas manos.

 

Le miró fijamente. Que fuera flaquito no quería decir que no tuviera fuerza. Ji Yong era bueno en peleas, sabía cómo defenderse. Hasta ahora había estado aguantando para hacer que soltara todo, pero claramente no dejaría que se aprovecharan de él.

 

-Te crees la gran cosa –el hombre apretó sus manos. –Si tú lo dejaras por las buenas, sería más fácil para ti.

 

-¡Ya le dije que lo voy a hacer! ¡Aunque se me rompan las manos peleando con usted, no voy a dejarlo! ¡Porque usted es un maldito bastardo! ¡Ni con diez vidas más pagará todo lo que hizo!

 

-Lo dices como si fuera lo peor que ha hecho alguien.

 

Ji Yong frunció el ceño. ¿Cómo decía algo así? ¿Sin si quiera dolerle la consciencia? De pura impotencia le dio un golpe con su rodilla en la entrepierna. El hombre le liberó y cayó de rodillas al suelo en un grito de dolor puro.

 

-¡Asco me da! ¡¿Cree que es poco lo que ha hecho?!

 

-¡Se lo merecía! –gritó casi desesperado. -¡Debió irse con la zorra de su madre, pero se quedó aquí como un recuerdo a mi sufrimiento! ¡Una burla! ¡Lo habría golpeado hasta la muerte! ¡Incluso disfrutaba verlo retorcerse bajo de mí! ¡Disfrutaba ver su dolor! ¡Me recorría la satisfacción cuando temblaba en mis brazos!

 

Ji Yong tapó su boca con su mano y se quedó de hielo al escuchar eso. Él quería la confesión, pero jamás pensó que lo diría de manera tan cruel y cruda.

 

-¡De algo debía servir ya que era todo lo que tenía! –El hombre se puso de pie lentamente, sentía dolor puro en su entrepierna. Ji Yong retrocedió de puro instinto. -¡Al menos me di un poco de placer con él!

 

Ji Yong le dio un golpe de pura impotencia, el hombre tambaleó un poco y cayó sentado en el sofá. Le miró con verdadera furia.

 

-No merece perdón de Dios…

 

-¿Tú crees que lo quiero? –El hombre se puso de pie lentamente. –Yo quiero que me lo regreses.

 

-Está loco… -Ji Yong se alejó.

 

Por encima del hombro del hombre vio la puerta abrirse de manera silenciosa y justo cuando se sentía entre la espada y la pared respiró aliviado por la llegada de Seung Hyun. Él le hizo un gesto de silencio y Ji Yong volvió su mirada al hombre.

 

-¿Sabes qué voy a hacer contigo? –Le tomó de la barbilla nuevamente y se rió. –Voy a mostrarte porqué necesitas mantener tu boca cerrada.

 

Ji Yong volvió a mirada al mayor y esta vez alzó sus manos indicando que lo hiciera sin preocuparse por él. Seung Hyun lo tomó como luz verde y no demoró ni cinco segundo en tomarlo del brazo, darle un empujón y golpearle con un puño directo en su rostro.

 

Ji Yong tambaleó un poco por la fuerza de Seung Hyun y se apoyó en la pared soltando la respiración contenida y mirándole preocupado. Seung Hyun le golpeó con fuerza, y luego volvió a hacerlo, y continuó por varias veces hasta el hombro poco reaccionaba.

 

Cuando el menor reaccionó, se acercó a Seung Hyun y le tomó del brazo con fuerza.

 

-¡Ya, Seung! ¡Ya! –Le dijo nervioso, nunca lo había visto tan violento. –Lo vas a matar.

 

-¡¡Y se lo merece!! –Dijo con rabia contenida y lágrimas en los ojos.

 

-Está bien… -Ji Yong le abrazó con fuerza alejándolo del hombre tirado en el piso. –Está bien…

 

Acarició su cabello y le dio varias palmaditas en la espalda conteniéndolo.

 

La policía entró de manera rápida al lugar y detrás de ellos Hye Yoon venía nerviosa. El hombre reaccionó entonces y frunció el ceño intentando ponerse de pie. La chica se alejó un momento y le miró con miedo.

 

-¿Qué…qué es esto?

 

-Señor –el hombre le miró y el que estaba a su lado pasó las esposas por sus muñecas. –Usted queda detenido por abuso sexual, maltrato infantil, maltrato intrafamiliar. Cualquier cosa que diga puede ser usado en su contra.

 

-¡¿Están locos?! –Intentó soltarse, pero lo tomaron con fuerza. -¡No tienen pruebas!

 

-Tenemos tres testigos y su propia confesión.

 

-¡¿Confesión?! ¡¿Se volvieron locos?! ¡Soy inocente!

 

El oficial se acercó a Ji Yong y le extendió la mano, Ji Yong le entregó su celular y entonces el hombre se puso frente al padre de Seung Hyun y le puso reproducir a la grabación.

 

¡Se lo merecía! ¡Debió irse con la zorra de su madre, pero se quedó aquí como un recuerdo a mi sufrimiento! ¡Una burla! ¡Lo habría golpeado hasta la muerte! ¡Incluso disfrutaba verlo retorcerse bajo de mí! ¡Disfrutaba ver su dolor! ¡Me recorría la satisfacción cuando temblaba en mis brazos! ¡De algo debía servir ya que era todo lo que tenía! ¡Al menos me di un poco de placer con él!

 

Ji Yong cerró los ojos y negó con la cabeza. Le habría gustado que aquello no lo escuchase Seung Hyun, porque a fin de cuentas, sabía que debía estar destrozado por aquello. Hye Yoon se llevó una mano a su boca al escuchar aquello y miró al que ahora sabía que era su hermano, más este simplemente mantenía su miraba fija en el suelo sin decir nada.

 

Los policías lo tomaron con fuerza y entre empujones lo llevaron hasta afuera para subirlo al auto. Uno de ellos se acercó a Ji Yong y le entregó su celular luego de haber guardado la información necesaria. El hombre miró a Seung Hyun y entonces le palmeó el hombro.

 

-Vamos a estar en contacto para cuando necesitemos que se acerque a declarar.

 

Él asintió y silencio y luego se fue. Hye Yoon se acercó a ellos en completo silencio y les miró unos instantes.

 

-Gracias por tu ayuda… -le dijo a Ji Yong con una sonrisa leve. El menor la devolvió preocupado.

 

Ella miró a Seung Hyun y sin ninguna palabra le regaló un abrazó apretado. Ji Yong sabía que era un abrazo muy significativo entre ellos, así que intentó darles su espacio y guardar silencio. Ninguno dijo nada, simplemente se separaron y ella le besó la mejilla con cariño, él asintió en silencio, como si tuviera una conversación sin palabras.

 

Luego ella se giró y comenzó a caminar lentamente dentro de la casa, seguramente buscando cosas.

 

Seung Hyun elevó su mirada al menor y este le miró fijamente con una sonrisa leve. Ji Yong se acercó a él en silencio y tomó su mano con fuerza.

 

-¿Vamos a casa?

 

-Uhm… -asintió con una sonrisa floja en los labios.

 

Caminaron mucho tiempo en silencio. No habían dicho nada de nada. No habían tomado bus porque en realidad simplemente se dedicaron a caminar. El río Han se veía lindo en el atardecer y sus mentes estaban llenas de cosas en esos momentos, había sido un día cansado.

 

Seung Hyun venía hace más de diez minutos observando la mano de Ji Yong que estaba entrelazada con la suya. Tenía un par de marcas rojizas alrededor de ellas, se imaginaba el por qué. Se sentía mal por ello. Odiaba la idea de que Ji Yong hubiera tenía que pasar por ello.

 

Suspiró y entonces decidió sentarse en una de las bancas frente al río. Ji Yong le miró y entonces se sentó a su lado en silencio. Seung Hyun llevó las manos a su rostro y se quedó en esa posición un largo rato.

 

El menor le miró y entonces comenzó a  acariciar su espalda suavemente, hasta que sintió un sollozo leve. Tomó su mano y la apretó mientras seguía con las caricias.

 

-Todo va a estar bien, Seung… -susurró en su oído.

 

-Ji Yong… -se aclaró un poco la garganta sin mirarle. -¿Cómo es que no te doy asco?

 

-¿Por qué debería? –Frunció el ceño un poco.

 

-Has escuchado lo que él dijo… él me ha tocado… y ha hecho cosas asquerosas conmigo… ¿cómo no puedes sentirte asqueado de algo así?...

 

-Jamás lo sentiría –dijo inmediatamente. –Mírame. –Seung Hyun elevó un poco su mirada a los ojos cafés. –Quiero tocar cada parte que haya tocado, pero con cariño, con amor. Para que así se vayan esos recuerdos dolorosos. Tú jamás me causarías asco ni nada parecido, Seung Hyun.

 

Ji Yong le abrazó con fuerza entonces.

 

-Sabes… -Seung Hyun apoyó su cabeza en el hombro del menor. –En algún momento pensé, que en lo más profundo de su corazón quizás él podría quererme un poco…

 

A Ji Yong se le rompía el corazón con aquellas palabras. Le hacían sentir que al lado de todo ello su padre era buena persona.

 

Suspiró y le miró.

 

-Sé que no es lo mismo… pero la Señora Dong te quiere, los chicos también, y yo también. –le miró fijamente. –Quizás tus papás no… y sé que nada puede llenar ese vacío, pero vamos a estar siempre aquí, contigo.

 

Seung Hyun le miró fijamente y entonces tomó el rostro de Ji entre sus manos y le besó con fuerza.

 

Ji Yong sintió que lo tomó desprevenido, pero no dudó ni un segundo en responder. Era un beso tan necesitado que casi le quita el aire por completo. Frunció el ceño cuando sentía el aire yéndose, pero Seung Hyun le dio libertad de respirar luego de unos momentos.

 

El menor abrió sus ojos lentamente intentando recomponerse. Seung Hyun le miró fijamente.

 

-Te amo, Ji Yong.

 

Su corazón estuvo a punto de salir de su pecho. Aquello tampoco lo esperaba. Sonrió grandemente y le abrazó con fuerza mientras volvía a besarle, pero esta vez suavemente.

 

-Yo también te amo, muchísimo. 

 

 

 

Notas finales:

Todavía nos faltan un par de cosas para que se comience a poner todo en su lugar. Espero que les guste como va quedando, ya hemos pasado un pco más de la mitad del fic <3

Gracias por leer, esperaré sus comentarios <3


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