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¿AQAC? por G-tzii

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Notas del capitulo:

Bien, les traigo un nuevo cap. Me alegro de que le shaya gustado el fic, así que espero que les siga gustando mucho. Espero que este cap también les guste <3

Capítulo 5.

 

Escape.

 

 

Por lo menos había aprobado su examen. Y sus padres estarían felices. Lo primero que Ji Yong haría al llegar a su casa sería mostrarles la nota a ellos, para que se sintieran orgullosos. Su hijo era inteligente, y era capaz de sacar notas altas en la carrera que ellos eligieron. Seguro ellos estarían felices y lo felicitarían. Y con ello Ji Yong también se sentiría más contento. Por enésima vez Ji Yong le veía el lado positivo al haber estado estudiando toda la semana hasta la madrugada. No había podido ir al circo, y eso lo traía algo triste. Muy en el fondo no quería aceptar que quería ver a TOP. Eso le daba algo de enojo, no se suponía que quisiera verlo, además, él podría haber mandado un mensaje, como aquella vez. Ji Yong suspiró. Esperaba mañana sí poder ir.

 

¿Para qué mentir? Quería y esperaba que Seung Hyun le besara de nuevo. Desde la primera vez que lo hizo, quiso volver a probarlo. Pero claramente no se lo diría. No iba a aceptar que estaba completamente pillado por él, y menos cuando él había dejado en claro que no tenía intenciones de quererlo, sino de pasar un buen momento, aunque a Ji Yong no le molestaba tanto esa idea.

 

-¿Qué rayos estoy pensando?

 

Se golpeó a sí mismo mentalmente y sacó las llaves para abrir la puerta de su casa. Generalmente a esta hora no había nadie. Así que entró tranquilamente. Cerró con cuidado y luego caminó hacia el pasillo para dirigirse a su habitación.

 

-¡Estás con ella!

 

-Mujer, ¿de dónde sacas esas cosas?

 

Ji Yong se quedó petrificado. Paró en seco, no podía atreverse a mover ni siquiera un pelo de su cabeza. Sus padres estaban peleando. Su madre estaba diciendo que él estaba con alguien más. Ji Yong no era tonto. Se paró detrás de la pared, e intentó no meter bulla. Ellos ni cuenta se habían dado que ya había llegado a casa. Sintió un sollozo. Su madre lloraba, de nuevo estaba llorando. Como hace unas semanas atrás. ¿Será que aquella vez lloraba por esto mismo? ¿Será que ese día se enteró? ¿Su padre estaba con alguien más? ¿La había engañado? El corazón de Ji Yong latía, pero sentía tristeza.

 

-Perdiste la cabeza.

 

-No –la voz de su madre era como un hilo-, no soy yo la que perdí la cabeza. Es ella. Ella quiere separar una familia.

 

-Estás alucinando.

 

-¡No estoy alucinando!

 

Ji Yong tapó su boca. Quería entrar y decirle a su papá que dejara de llamarla loca, de gritarle, de reprocharle que dejara de hacer llorar a su madre. Pero no podía. Más bien, no tenía fuerzas para ello. No sabía qué decir, o si ayudaría en realidad.

 

-La conociste aquí, en tus miles de viajes sobre trabajo. Y lograste que ella fuera a seguirte hasta Corea –ella sollozaba con más fuerza-. ¡Y ahora que decidimos venirnos a Chicago, ella volvió también! ¡¿Me estás diciendo que es coincidencia?!

 

-Yo no la conozco.

 

-No mientas.

 

-Tu mente está mal.

 

-No me trates de loca. No lo estoy –el corazón de Ji         Yong saltaba mucho-. Ella te viene siguiendo, y tú la dejas. Tú la quieres. A ti no te importa nada más.

 

-¡Por Dios, mujer!

 

-¡¿Tanto la amas como para traerla hasta acá?! ¡¿Tanto se aman como para que ella deje todo y venga hasta otro país?! ¡¿Tan grande es su amor?!

 

Un par de lágrimas cayeron por las mejillas de Ji Yong. ¿Realmente había escuchado bien? Sea lo que sea, no quería seguir en ese lugar. No podía. Sus piernas pedían auxilio. Caminó lentamente de vuelta por el pasillo y abrió de tal forma que no se escuchara nada. Entonces salió corriendo. No le importó cerrar la puerta. No le importó que se dieran cuenta. Sólo corrió. Corrió tanto como sus piernas lo permitían. Necesitaba alejarse.

 

Ji Yong sintió el aire frío golpear brutalmente contra su rostro, pero no le importó. A estas alturas era difícil que algo te importara. ¿Cómo es que no se había dado cuenta? ¿Cuándo había pasado eso? Dejó de correr y comenzó a caminar. Dejó salir el aire acumulado y con ello algunas lágrimas. Ni siquiera se dio cuenta cuándo empezaron a caer, pero tampoco le importaba. Su respiración iba rápido y recién ahora sentía el frío que había. Debió darse cuenta que estaban a mediados de invierno. Paró un poco y se secó las lágrimas de su rostro. Él no debía permitir que eso le afectara, es decir, a la larga debía afectarle, pero eso era algo que debían arreglar sus padres solos, ¿no? A estas alturas Ji Yong no sabía qué pensar.

 

Metió sus manos a sus bolsillos. Había olvidado ponerse alguna casaca. Tenía demasiado frío, pero no volvería a su casa. No ahora.

 

Inconscientemente siguió el camino a al circo. En tiempos anteriores hubiera ido corriendo a casa de Daesung, pero ahora quería llegar allá. Quería entrar y sentirse en otro mundo, pensar que ya no existía nada más. Hacer cualquier cosa menos pensar.

 

Vio el gran letrero a lo lejos y sonrió. Comenzó a caminar con más rapidez, queriendo llegar lo antes posible. Una vez que cruzó la entrada supo que había venido al lugar correcto. Todos los problemas habían desaparecido en un instante. Ji Yong sonrió mientras entraba por la parte delantera de la carpa. Escuchó gritos así que se quedó detrás de las bancas gigantes observando, no quería interrumpir.

 

-¡Te digo que no!

 

-Es fácil –Ji Yong conocía esa voz donde fuera-. Sólo son un par de vueltas en el aire con la cara tapada.

 

-¿Y si caes, Hyung? ¡Yo no te voy a recoger! Si te caes, ojalá quedes bien feo, a ver si así se te quita lo idiota.

 

Ji Yong miró entre las gradas y se dio cuenta de que era Seungri. Aunque era algo tonto no haber reconocido su voz antes. Sentado entre los dos estaba Young Bae, con una sonrisa armoniosa observando a los otros dos.

 

-El único idiota eres tú aquí, enano.

 

-Ya, Seung Hyun –Young Bae frunció el ceño-. No le digas así.

 

-¿Por qué no lo regañaste a él cuando me dijo idiota a mí? Me siento herido. Hay favoritismo aquí.

 

-Es que Seungri me hace los mandados, tú no –ambos se rieron, Seungri infló sus mejillas lo más que pudo.

 

Ji Yong sonrió mientras veía la escena. Era como ver a hermanos pelearse por cualquier tema de debate. Le pareció hasta linda su forma de pelear.

 

-¿Ji Yong?

 

Ji Yong se quedó como estatua. No quería ser descubierto “espiando”. Y lo había sido. No sabía qué hacer, ¿escapar? ¿Fingir? Aunque de nada servían ninguna de las dos.

 

-¡Oh! Ji Yong Hyung –Seungri salió corriendo de su lugar, saltó del escenario y abrazó a Ji Yong.

 

A Ji Yong le parecía graciosa la forma de reaccionar de Seungri. Se conocían hace tan poco, pero lo trataba como si fueran amigos de toda la vida. Le agradaba eso. Era demasiado adorable.

 

-Miren que tenemos aquí –Young Bae se puso de pie-. Ya te estaba echando de menos, pensé que no volverías. ¿Cómo es que no has venido en dos semanas?

 

-He tenido muchos exámenes –Ji Yong medio sonrió.

 

Sus ojos inmediatamente viajaron por la habitación hasta toparse con esos ojos oscuros. Su corazón comenzó a latir con mucha fuerza y su pulso pudo haber subido a doscientos de no ser porque sabía que eso era imposible, sino no estaría vivo. Seung Hyun soltó una risita y luego subió su mano en forma de saludo. Ji Yong pensó que tendría un paro cardiaco. Se obligó a sí mismo a mostrarse serio.

 

-¿Qué tal tu vida, carita bonita?

 

¿Eso era todo? ¿Le preguntaba tan normal cómo estaba su vida? Ji Yong esperaba algo más. Pero sabía que estaba mal. Él sabía que no podía esperar más de lo que el mayor mostraba, porque era todo lo que tenía.

 

-Es bueno tenerte aquí, Hyung. Lo malo es que ya está anocheciendo. No tenemos mucho tiempo, ya casi es hora de irnos.

 

-Lo sé… sólo pasaba por aquí… -Ji Yong bajaba la cabeza. Sintió una palmadita en la espalda. Miró a Young Bae, este sonreía amablemente. Como si le estuviera leyendo la mente y supiera que necesitaba ánimo.

 

-Seungri, recuerda que debes hacer los papeleos –Seungri frunció el ceño.

 

-¡Pero Hyung! Mira la hora que es.

 

-¿Quién fue el que dijo que quería trabajar en la academia de baile?

 

-Yo.

 

-¿Quién tiene que hacer los papeleos de los alumnos?

 

-Tú.

 

-Pero soy tu jefe, así que muévete.

 

Seungri se quejó por lo bajo y comenzó a caminar. Odiaba hacer papeleos con su vida entera.

 

-¡Mínimo debes ayudarme! –Young Bae rodó los ojos.

 

-Ustedes vayan, yo me quedó aquí un poco más. Luego me voy a casa –Seung Hyun se sentó en la silla donde antes estaba el moreno.

 

-Está bien, nos vemos –Young Bae alzó su mano en signo de despedida mientras el menor caminaba a toda prisa fuera del recinto.

 

Ji Yong metió sus manos a sus bolsillos. No sabía qué decir. Por un lado sí quería ver a Seung Hyun, pero no esperaba quedarse a solas con él nuevamente. No después de que dijo que tenía un lindo trasero. No después de que se besaron. No después de que tocó su torso enseñándole los huesos. Y de sólo recordarlo comenzaba  a sentirse avergonzado de nuevo.

 

-Pensé que te había tragado la tierra –Seung Hyun apoyó su mentón en la palma de su mano.

 

-JAJA, te gustaría. Pero no.

 

-No me gustaría, claro que no. ¿A quién voy a atormentar entonces?

 

El muy maldito sabía que lo atormentaba, y se burlaba.

 

-Idiota –Ji Yong subió al escenario.

 

Miró hacia arriba. La red gigante estaba puesta. Ji Yong se quedó mirándola un buen rato. Le gustaría estar allá arriba. En estos momentos lo único que quería era hacerlo, con todas sus fuerzas. No estaba pensando en nada más que en buscar algo que llenara todos los vacíos que tenía dentro de él. No sabía de qué forma llenarlos, si sentía un poco de adrenalina quizás lo lograría. Quería sentir que podía hacerlo. Quería sentir que servía para algo. Quería sentir que podía hacer algo bien, por primera vez. Algo de lo que pudieran sentirse orgullosos. ¿Él podría hacerlo, no?

 

Caminó a paso rápido y comenzó a subir la escalera colgante. Miraba hacia arriba. Quería llegar a la gran madera que colgaba del techo, y se pararía ahí y saltaría. Seung Hyun miraba al piso, ni siquiera se percató de que Ji Yong estaba haciendo una locura. Lo único en que pensaba es que debía lavar su ropa, y eso sí que era un problema.

 

Ji Yong subió y, cuando estuvo a un escalón de la plataforma colgante, se dio cuenta. ¿Qué rayos iba a hacer? ¿Iba a saltar? Eso era como un pensamiento suicida. Si bien había una red, pero no estaba preparado. Miró hacia abajo y el pánico le inundó. Era demasiado alto, demasiado para su salud mental. Sintió ganas de echarse a llorar, ¿por qué era tan cobarde?

 

-S-Seung Hyun…

 

-¿Uh? –El mayo se giró a mirarlo, pero no lo vio. Frunció el ceño y luego miró hacia arriba, por inercia- ¡Ji Yong, baja de ahí ahora!

 

-¡No puedo! –Ji Yong comenzó a llorar. Se sentía un desastre, se sentía inútil. Sólo había hecho algo peor.

 

Seung Hyun se puso de pie y comenzó a correr hasta donde estaba el menor. Tomó la escalera colgante con ambas manos para sujetarla.

 

-Ji Yong, escúchame, baja con cuidado.

 

Ahora era cuando muchos pensamientos pasaban por la mente del menor. ¿Y si caía? ¿Y si se quebraba algo? Cierto era que a veces no odiaba la vida, pero eso no significaba que quisiera morir. Y menos tan joven y cuando había encontrado algo que le gustaba. Comenzó a llorar con más fuerza. ¿Qué era esto? ¿Por qué cuando encontraba algo que le gustaba era tan cobarde? ¿Por qué no podía atreverse?

 

Seung Hyun lo miraba alarmado. ¿Acaso quería matarse? Ciertamente carita bonita no pensaba las cosas que hacía. Sintió una gota caer en su mejilla. Una lágrima, Ji Yong lloraba. Ji Yong estaba asustado. Esto era un problema.

 

-Ji Yong, intenta bajar –volvió a repetir. El menor sorbió su nariz y dio un paso hacia abajo-. Eso, baja con cuidado, no mires hacia abajo.

 

Seung Hyun miraba concentrado cada paso de Ji Yong. Por lo menos el menor ya venía en la mitad, eso era más tranquilizante. Lo vio tambalear un poco y sus ojos se abrieron mucho. Ji Yong no se dio cuenta, sólo supo que no pisó una de las ligas y pasó directamente hacia abajo, casi volando. Cerró sus ojos con fuerza.

 

-¡Ah!

 

El menor abrió sus ojos cuando se dio cuenta que no estaba muerto. Y no estaba herido. Es más, no había dolido. Sonrió todavía con lágrimas en los ojos y entonces se encontró con los ojos negros de Seung Hyun.

 

-¡¿Qué rayos creías que hacías?!

 

-Lo siento –Ji Yong sollozo. Se sentía frustrado, realmente no servía para nada de las cosas que le gustaban.

 

Y encima en su descuido había caído encima de Seung Hyun. Gracias a Dios él era fuerte. Gracias a Dios no lo había matado. Todavía encima de él escondió su rostro en su pecho. Seung Hyun sintió su camiseta ponerse húmeda y sólo hizo lo más humano posible: acariciar la cabeza de Ji Yong.

 

-Siento que envejecí diez años –Seung Hyun comentó-. No sabía que eras suicida, enano.

 

Soltó una sonrisa burlesca y Ji Yong elevó su rostro haciendo un puchero.

 

-Eres muy malo.

 

-Ok, lo siento, ¿vale? Ahora párate, estoy teniendo un calambre en mi espalda.

 

-Yo sólo quería… -Ji Yong se secó las lágrimas mientras se ponía de pie- Sólo quería intentarlo… pero no sirvo, realmente.

 

Seung Hyun suspiró y se rascó la cien, luego sonrió de medio lado.

 

-No es que no sirvas, es que no estás preparado todavía. Primero tienes que aprender muchas cosas. No puedes llegar y querer subir, eso sí que es lanzarse al vacío.

 

Seung Hyun no sonrió, pero Ji sabía que por lo menos hacía el intento de animarle. Seung Hyun se acercó al menos lentamente. Ji Yong sintió su corazón comenzar a patearle en el pecho como loco, queriendo escapar. Sintió el cuerpo de Seung Hyun muy cerca del suyo y sólo pudo cerrar los ojos. Su aliento a menta paralizaba su rostro. Quería el beso. Lo quería más que a nada ahora. Lo necesitaba.

 

Seung Hyun no tardó en besarle. Abrazó su cintura con fuerza y lo atrajo hasta él. El menor rodeó su cuello, entregándose por completo a la caricia. Quería más contacto, quería mucho más de él. Abrió su boca para recibir su lengua y enredarla con la propia. Enredó sus dedos en el cabello del mayor y se dejó llevar por lo mejor que podía estar haciendo, besar a Seung Hyun. Era una adicción. Sus besos eran el paraíso, no quería dejarlo. Ji Yong sintió el fuerte abdomen de Seung Hyun golpear contra su cuerpo. Sentía la temperatura subir.

 

Se separaron cuando el oxígeno comenzó a pedir auxilio. Seung Hyun sonrió de medio lado, burlesco. Ji Yong quiso golpearlo, sí que era un maldito. Pero le gustaba, eso estaba claro. Seung Hyun caminó hasta la mitad del escenario para comenzar a ordenar algunas cosas que se encontraban tiradas.

 

-uhm… -Ji Yong sólo asintió- Oye, Seung…

 

-¿Qué?

 

-Saqué un 97 en mi examen de Anatomía.

 

-¿Ya ves que si podías aprender? No sólo eres lindo, además inteligente. Cuántas cualidades, cariño.

 

-Tonto –Ji Yong le sacó la lengua, aunque en el fondo estaba feliz por la “felicitación” que Seung Hyun le dio.          Por lo menos alguien lo felicitaba, aunque fuera sínicamente, pero algo es algo.

 

-Bien, bien. Ya está oscureciendo, va siendo hora que vayas a casa, hay que cerrar aquí –Seung Hyun se puso a recoger algunas cuerdas.

 

-P-pero… -No quería. Cualquier cosa menos ir a casa. Su corazón comenzó a latir como loco. No sabía si decirlo o no- No quiero.

 

-Ya va, es bueno que te guste el circo y todo, pero no seas fanático, no puedes estar aquí toda la noche, carita bonita.

 

-Seung Hyun –el mayor dejó de hacer lo que hacía y miró a Ji Yong frotarse las manos, claramente se le notaba nervioso- ¿Puedo ir a tu casa?

 

Seung Hyun frunció el ceño. Oh, se estaba metiendo directo en el peligro. Claramente Seung Hyun daría lo que fuera por tenerlo en su casa, en el sentido más pervertido de la palabra, pero al mismo tiempo no quería hacerle ilusiones a Ji Yong de algo que nunca podría darle.

 

-¿Te estás escuchando? –Seung Hyun se cruzó de brazos.

 

-Sí, lo sé, no debería –Seung asintió-. Es que… realmente no quiero volver a casa… yo no quiero ver a mis padres.

 

Seung Hyun bajó la mirada, luego volvió a mirar al menor.

 

-Mira, Ji Yong, no sé qué te haya sucedido como para que quieras venir conmigo –Seung Hyun movió sus manos mientras hablaba-. Sólo te diré una cosa. Fui sincero contigo y te dije lo que quería. Es cierto que tengo muchas ganas de pervertirte, pero no quiero ser la razón por la que llores después. No quiero ser la razón del sufrimiento de nadie. No quiero que luego me digas que me quieres, porque no puedo responder de la misma manera. Realmente no quiero lastimarte, sabes. Y estoy teniendo mucho autocontrol al decirte todo esto y no llevarte conmigo simplemente, así que será la última vez que te advierta. Estás cometiendo un error.

 

Ji Yong lo sabía. Sabía que cometía un error al ir directo a la cueva del león. Sabía que era un error que ya lo estuviera queriendo más de la cuenta. Sabía que Seung Hyun no le iba a corresponder, porque no podía. Sabía que en algún momento lloraría, quizás por él, quizás no. Pero estaba seguro de algo… también quería y deseaba con todas sus ganas que Seung Hyun lo tocara, que lo volviera a besar, que dejara su autocontrol. Aunque después estaría mil veces más enamorado y lastimado, pero lo quería. Estaba siendo egoísta consigo mismo.

 

-No me importa si es un error o no –Ji Yong miró fijamente a Seung Hyun-. Quiero ir contigo.

 

Seung Hyun suspiró. Él había cumplido con advertirle, con alejarlo, pero ya no podría controlarse un poco más. Así que simplemente alzó sus cejas y sonrió de lado.

 

-Luego no hay vuelta atrás, cariño.

 

-Ya no puedo volver a atrás de todas maneras. 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, saquen sus propias conclusiones. ¿Qué creen que pase? 

Ahora me concentraré en 14F y así para volver a actualizar mis fics. 

BIG BANG OFICIALMENTE ESTÁ DE REGRESO, QUÉ COSA MÁS HERMOSA QUE ESO <3

 

Buenas noches, mañana responderé todos los reviews, espero ver sus comentarios sobre este cap. <3 


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