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¿AQAC? por G-tzii

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Notas del capitulo:

Hola!

 

 

Primero que todo, quiero pedir disculpas por la demora. A las que no lo saben mi pc se echó a perder. Por ende, no tengo cómo escribir salgo en papel. Pero mi abuela me ha estado prestando su pc constantemente. Además, el trabajo me tuvo copada, ya que estuvimos en vacacines de invierno. Pero ahora estoy aquí y estoy haciendo todo lo posible por apurarme. <3

Espero de corazón que les guste y pues, nada, realmente me he esforzado porque Julio ha sido un mes malo para mí y lo último que me faltaba es que llevaba casi todo escrito y se me reinició el pc, y pues, se borró, así que tuve que escriirlo todo de nuevo. 

 

Este cap sí que costó que saliera, eh ajajaj espero con cariño que les guste


Capítulo 14.

 

Ojos Oscuros.

 

 

Había estado el resto de día pensando en Seung Hyun. Se le había hecho costumbre, pero esta vez la razón era distinta. Todavía no podía quitarse de encima las palabras de Daesung y lo que aquella hoja reconfirmaba. Seung Hyun era Genicólogo. Y no sólo eso, sino que se dedicaba a atender partos. Seung Hyun era médico obstetra. Nunca lo imaginó. Pensó que quizá podía ser policía, agente secreto, de la armada o algo parecido, pero nunca imaginó que fuera médico. Ji Yng se cruzó de brazos en la puerta del baño, esperaba a que Daesung terminara de cambiarse la ropa con que hacían la práctica para irse juntos.

 


-Mira el lado positivo: puede revisarte a fondo la próstata.

 


Ji Yong le lanzó una mirada asesina a Daesung. Sentía su rostro arder de verguenza. Su mejr amigo se rió y le siguió mientras comenzaban a caminar a la salida.

 

 

-¡Deja de decir esas cosas!

 


-Okey, como tú digas.

 


Llegaron a la entrada y Daesung dejó caminar abruptamente haciendo que Ji chocara con su espalda. Ji se quejó y luego le dio un empujón para esquivarlo y seguir su camino.

 


-Te esperan.

 


Ji miró a su amigo y luego hacia afuera. Seung Hyun estaba apoyado en el capó de su auto negro mientras fumaba. Lo vio cómo llevaba lentamente sus dedos a su boca, daba una calada lenta contrayendo sus pómulos y luego soltaba el humo para que terminara finalmente en el aire. Ji Yong no se dio cuenta en qué momento comenzó a reír como idiota.

 


-Estás a punto de babear.

 


-Oh, cállate.

 


Daesung se rió y luego le abrazó mientras Ji Yong sonreía también.

 


-CofcofJiYongcofcof.

 


No se habían dado cuenta de que el pelinegro se había percatado de su presencia, así que se separaron lentamente y luego Daesung extendió su mano sonriendo.

 


-Soy Kang Daesung.

 


El pelinegro le miró de pies a cabeza, leugo a Ji Yong y luego tiró la colilla del cigarro al suelo y la piso, no sin antes pisarla muchas veces como si quisiera terminar por hacer una papilla con ella. Daesung le miró y tragó saliva. El pelinegro subió la mirada y le sonrió de medio lado de manera arrogante mientras apretaba su mano con más fuerza de la que pensó.

 


-Choi Seung Hyun.

 


Ji Yong los miró. Daesug parecía incómodo porque Seung Hyun no quería soltarlo y lo apretaba con mucha más fuerza, así que decidió meterse en el medio y separarlos a la fuerza contra la voluntad del pelinegro.

 


-Bien, ya que se presentaron, pues... Dae, mi mejor amigo y... -Ji Yong miró a Seung Hyun. -Seung es... bueno, es mi...

 


-Su médico personal.

 


El mayor le guiñó un ojo. Ji Yong sentía su rostro arder entre verguenza y enojo. Daesung se echó a reír y entonces miró a Seung Hyun.

 


-El peor médico. Me has jugado una broma.

 


-Pero qué sensible, Ji Yongie.

 


-¡Ah! -Odiaba con su vida en estos instantes que su madre le hubiera llamado de aquella forma frente al mayor, ahora siempre le molestaría con ello.

 


-De no ser por Daesung todavía ando creyendo que estoy muriendo con alguna enfermedad extraña.

 


-¿Así que Daesung es tu salvador, eh?

 


-Sí.

 


-¿Es médico?

 


-Estoy aquí... -Daesung quería hacerse notar, pero ninguno de los dos le puso atención.

 


-Pues, es practicante, igual que yo.

 


-Pues, yo soy médico y no sólo eso, cariño, hice un doctorado.

 


-¿Y por eso me mentise?

 


-Fue divertido -Seung Hyun lo dijo tan serio que Ji Yong sólo pudo rodar los ojos ante su comentario. -Bien, ahora. Ha sido un grandísimo placer conocerte Daesung, no sabes cuánto, ahora me lo llevo.

 


-Lo dices como si Ji Yong fuera una cosa de tu pertenencia -Daesung ladeó la cabeza curioso.

 


-Claro. Es mío.

 


-¡Choi Seung Hyun!

 


Ji Yong sintió todos los colores volver a su cara nuevamente. Seung Hyun simplemente cruzado de brazos miraba directamente a Daesung quien despues de unos segundos sonrió grandemente y le dio unas palmaditas en el hombro que lo sacaron de su seriedad.

 


-Entonces llévatelo y asegúrate de quitarle el mal humor, anda insoportable hoy, sabes.

 


Seung Hyun pareció relajarse y entonces sonrió de lado mientras asentía.

 


-Tiene un genio de los mil demonios.

 


-¡Lo sé!

 


Ji Yong rodó los ojos y se giró ignorándolos. Claramente se burlaban de él con mucha gracia. Realmente nunca fue su intención que su mejo amigo y su... bueno, la persona con la que intimaba, por así decirlo, fueran amigos. Prefería minutos antes cuando Seung Hyun extrangulaba a Daesung con la mirada y este apenas y hablaba, a que ahora se burlaran juntos de él.

 


Ji Yong dio unos pasos lejos de aquellos dos que sólo se dedicaban a decir frases vergonzosas o decir quejas sobre su personalidad. Se cruzó de brazos resignado. Prefería adelantarse al auto hasta que esos dos se dignaran a dejar la estúpida conversación que mantenían. Dio un paso más, pero por no mirar hacia adelante terminó por tropesar con alguien. No se fijó, pero antes de que su trasero fuera a dar de bruces al suelo, aquella persona le afirmó del brazo para que no cayera. Ji Yong levantó la mirada, un señor en su década de los cuarenta quizás le afirmó. Tenía el pelo negro y ojos igualmente oscuros. A pesar de la edad no tenía demasiadas arrugas, pero se le notaban algunas ojeras. Ji Yong se incorporó lentamente y le dio una sonrisa leve a aquel hombre.

 


-Lo siento, y gracias.

 


-No te preocupes, yo tampoco me di cuenta. ¿Es esta la clínica central de Chicago?

 


-Sí. Esta es.

 


-Ya veo... -el hombre alzó su vista y miró hacia todos lados, luego volvió su mirada de Ji Yong. El menor se percató y le devolvió la mirada curioso. El hombre simplemente parecía examinarle de pies a cabeza, como si estuviera buscando cualquier detalle en su cuerpo, cosa que puso nervioso a Ji Yong. El hombre sonrió de medio lado y entonces Ji Yong se sintió extraño.

 


-¿Necesita algo?

 


-Busco a mi hija... hace la práctica aquí -el hombre desvió su mirada unos momentos a la entrada. -También busco a un doctor, un viejo amigo...

 


-Ya veo... -Ji Yong pensó unos minutos y luego le miró. -Yo también hago práctica aquí, quizás conozco a su hija.

 


-Quizás sí... -el hombre se giró a Ji Yong y le sonrió mientras le tomaba del brazo levemente. Volvió a pasear su mirada por todo su rostro. Ji Yong dejó de sonreír y le miró inquieto, comenzaba a sentir su mirada muy insistente.

 


-¿Sucede algo?

 


Seung Hyun y Daesung se acercaron sonriendo a donde se encontraba Ji Yong. El menor se dio la vuelta hacia el pelinegro y le miró unos segundos.

 


-El señor buscaba a su hija, creo que trabaja aquí.

 


Seung Hyun miró al hombre frente a él. Frunció el ceño levemente cuando aquel hombre le miró y entonces retrocedió un paso, no sin antes tomar fuertemente la muñeca de Ji Yong, con tanta fuerza que el menor le miró alterado. El fuerte agarre le dolía por tanta fuerza ejercida. Daesung dejó de sonreír y miró la escena algo confundido. Aquel hombre miró a Seung Hyun varios minutos, cosa que el pelinegro no soportaba. Ji Yong dirigió su mirada al hombre y luego a Seung, quería preguntar, pero no sabía si decir algo, el agarre en su mano le indicaba que ni debía ni siquiera moverse, aunque quisiera.

 


-Seung Hyun...

 


El pelinegró ignoró la voz de Ji Yong. Aquel hombre hizo el intento de acercarse para decir algo, pero Seung Hyun inmediatamente retrocedió, haciendo que Ji retrocediera con él al mismo tiempo.

 


El hombre volvió a dar un paso y levantó su mano para tomar el hombro de Seung Hyun, pero el mayor sólo soltó a Ji Yong y llevó sus manos a su cabeza y se puso en cuclillas como acto reflejó. Ji Yong se giró mirando al pelinegro asombrado y luego al hombre.

 


-¡Vete!

 


-S-Seung...

 


Ji Yong iba a tomar la mano del mayor, pero este le dio un golpecito en la mano y volvió a tomarse la cabeza mienras negaba varias veces.

 


-¡QUE TE VAYAS!

 


Ji Yong dirigió su mirada a aquel hombre. Él parecía ensimismado mirando a Seung Hyun en aquella posición. El hombre iba a volver a acercarse, pero entonces Ji Yong se interpuso entre él y Seung Hyun.

 


-¡¿Q-Quién es usted?! ¡¿Qué quiere?! -El hombre miró a Ji Yong una vez más y luego a Seung quien al instante volvió a tomar con excesiva fuerza la muñeca que Ji Yong. El hombre vio aquel agarre y luego miró fijamente a Ji. El menor se sentía nervioso con aquella mirada tan fuerte sobre él. -¡Conteste!

 


El agarre se hizo casi destructivo en su mano y comenzó a sentir cómo la mano de Seung Hyun temblaba sobre la suya y estaba logrando traspasarle el miedo. El hombre se acercó a Ji Yong y tomó su brazo con delicadeza y luego le sonrió. Ji Yong frunció el ceño y le miró atento. Seung Hyun le miró y entonces se puso de pie y tiró fuertemente del brazo de Ji Yong empujándolo de manera casi brutal hacia atrás. De no ser porque Daesung le tomó por la espalda quizás hubiera dado en el suelo.

 


-¡Quita tus sucias manos de Ji Yong!

 


Seung Hyun se giró y entonces tomó fuertemente a Ji Yong del brazo y comenzó a caminar a toda velocidad, casi corriendo hasta llegar al auto y sin preguntar ni decir nada, metió a Ji Yong en él y arrancó a toda velocidad. Ji Yong se asustó y sólo atinó a ponerse el cinturón de seguridad lo más rápido que pudo y luego afirmarse al asiento. Seung Hyun iba a 120 por hora y no pensaba detenerse ni bajar la velocidad. Ji Yong comenzaba a sentir que su corazón iba demasiado rápido de pura adrenalina.

 


-Seung... ¡Seung Hyun! -El mayor no pensaba soltar el volante y sólo aumentaba la velocidad. -¡Detente! ¡Detente de digo!

 


El mayor no escuchaba. Ni siquiera era consciente del terror que había metido en Ji Yong en esos momentos.

 


-¡¿Podrías parar?! ¡Nos vas a matar! ¡Seung Hyun!

 


-¡¡Cállate!!

 


Ji Yong cerró la boca en cuestión de segundos. Nunca había escuchado a Seung Hyun perder así la cabeza y menos gritarle. Y eso sí que le dio más miedo que todo lo que había sucedido antes.

 


Lentamente Seung Hyun comenzó a disminuir la velocidad. No había sido su intención asustar a Ji Yong, pero cuando lo vio afirmardo de su asiento con los ojos cerrados se dio cuenta de su gran arrebato. La velocidad volvió a la normalidad. Ji Yong no sabía si debía decir algo, pero no quería hacer enojar nuevamente a Seung Hyun. Primer descubrimiento: de verdad puede llegar a parecer ogro cuando está enojado o enloquecido. Ji Yong respiró agitadamente, sentía que había corrido una maratón y que sudaba del puro susto que le había dado.

 


-Esa persona... -La voz de Seung Hyun sonaba más ronca de lo normal. -Esa persona es mi papá.

 


Ji Yong dejó de afirmarse contra el asiento del auto y respiró hondo. No sabía por qué ni cómo, pero sus ojos se llenaron de lágrimas en ese momento. Miró de reojo al pelinegro, sus ojos iban perdidos en el camino y sus manos dejaron de apretar con tanta fuerza el volante, como si haber dicho eso le hubiera quitado las últimas energías que le quedaban. Ji Yong no dijo nada. Realmente no sabía qué decir. Y se imagiaba que para Seung debía ser más difícil. No, difícil no, horrible. ¿Qué podría estar pensando? Se veía perdido. Ji Yong cerró los ojos mientras giraba su rostro hacia la ventana.

 


El resto del viaje transcurrió en silencio. Ninguno de lo dos se animó a decir algo. Seung Hyun estacionó el auto lentamente y se bajó. Ji Yong no discutió el hecho de que estaban en el departamento del mayor, simplemente le siguió hasta el ascensor. Se imaginó que quizás no quería estar sólo, pero era tan terco como para admitirlo. El silencio se hizo potente una vez en el elevador, no se miraron ni se tocaron, simplemente el silencio reinaba en el lugar. Ji Yong tocó su muñeca y la acarició un par de veces. Le dolía un poco la zona dónde Seung Hyun le había apretado hace un rato atrás. Había utilizado demasiada fuerza que aquella zona podía notarse rojiza. Para el peliegro este detalle no pasó desapercibido, miró a Ji Yong cuando las puertas se abrieron.

 


-¿Te lastimé?

 


Ji Yong le miró unos segundos. Los ojos negros de Seung Hyun se veían tan oscuros y opacos. En sus labios había una sonrisa leve, muy pequeña. Se dijo a sí mismo que ya había visto esa expresión antes, sonrisa pequeña y mirada vacía, triste. ¿Cómo era posible que alguien albergara tanto dolor en sus ojos? Eso no podía esconderse. Ji Yong le sonrió de la misma manera y luego negó.

 


-No...

 


Mentía. Pero quería hacerlo, no quería que encima se sintiera culpable.

 


-No me mientas.

 


Seung Hyun salió del elevador y Ji le siguió. Era malo mintiendo. Le siguió en silencio nuevamente mientras el pelinegro abría con sus llaves la puerta de su departamento. Ji Yong entró tranquilamente y luego Seung Hyun buscó entre algunos estantes y salió con algunos utencilios. Ji Yong le miró interrogante.

 


-Siéntate, voy a revisarte la muñeca.

 


-¿Cómo esta mañana en la clínica? -La intención de Ji era hacerlo reír. No lo logró, pero al menos logró una sonrisa en sus labios.

 


-Esta vez de verdad.

 


Ji Yong sonrió y entonces extendió su brazo hacia Seung Hyun. Seung Hyun le miró. El sector comenzaba a ponerse algo violeta. Negó un par de veces y luego miró a Ji Yong.

 


-¿Y me dices que no duele?

 

 

Ji Yong bajó su rostro.

 


-No duele tanto cómo las heridas emocionales. Las heridas como estas necesitan tiempo y luego el lugar vuelve a estar como antes, en cambio, las heridas emocionales nunca vuelven a dejar las cosas como antes y, al contrario, pueden que nunca se curen... eso me preocupa más que mi muñeca.

 


Seung Hyun le miró fijamente y luego desvió su mirada. Tragó saliva duramente, le dolía hacerlo. Sacó una crema y entonces echó un poco en la zona para luego comenzar a esparcirla por toda la zona. Ji Yong no se quejó, simplemente cerraba un poco los ojos cuando le dolía un poco más. Seung Hyun no dijo nada, realmente tenía un nudo enorme atorado en la garganta que le impedía hablar, le dolía de sobre manera. Tomó con delicadeza la mano de Ji Yong y la vendó lentamente hasta dejar completamente tapado todo el sector violeta en su muñeca.

 


-Ya está. La crema ayudará en el dolor, es como una anestesia. Mañana te cambiaré la venda -Ji Yong asintió lentamente, no podía dejar de mirar a Seung. Si tan sólo él le diera la oportunidad de ayudarle... -Lo siento.

 


-¿Por qué te disculpas?

 


-Porque fui muy bruto. Y también por todo eso, ya sabes...

 


Seung Hyun se encogió de hombros. Ji Yong acarició su mejilla con su muñeca herida y luego le regaló una sonrisa.

 


-Está bien. -Seung asintió y luego se puso de pie mientras caminaba a la habitación.

 


Ji Yong no quiso interferir en sus acciones. Simplemente le dejó ir a recostarse a la cama, entendía que quizás quería estar solo, que quizás no quería hablar del tema o que quizás simplemente tenía ganas de desparecer. Todos siempre tienen ganas de desaparecer alguna vez, ¿no? Cuando estás viendo todo negro y sientes que nada sale bien, sólo quieres ver el tiempo detenerse, pero no, el tiempo no se detiene, ni para ti, ni para nadie. Y eso es lo que más duele.

 


Ji Yong suspiró. Levantó sus ojos y se encontró con el cuadro. Ahora sentía que se incomodaba al verlo. Se puso de pie y caminó a tientas hasta la habitación del mayor. Se paró en el marco de la puerta a observarlo. Ahora que lo miraba mejor, podía ver algo parecido en el cuadro y en Seung Hyun.

 


Seung Hyun dormía en posición fetal.

 


La misma posición que ocupan los bebés cuando están en la bolsa de la madre. Así mismo estaba Seung, así mismo era el cuadro. La única diferencia era una: cuando los bebés están en esta posición dentro de la madre, es ella quien los protege y ellos se sienten amados. Pero Seung Hyun no. No se siente protegido, ni tampoco amado. No porque nadie lo quiera, sino porque él no ha querido abrir su corazón.

 


Ji Yong se acercó lentamente y rodeó la cama hasta quedar de frente con él y no sólo ver su espalda. Se sentó despacio en la cama y luego se recostó frente a él. Seung Hyun mantenía sus ojos cerrados rehusándose a mirarlo. Ji Yong pasó su mano lentamente por su mejilla y luego por su cabello, acariciando con cuidado mientras le miraba. Seung Hyun escondió más su rostro en la almohada. Ji vio cómo caía lentamente una lágrima de sus ojos y se perdía en su nariz y mejilla. Se acercó mucho más a él hasta abrazarlo con fuerza. Sintió un sollozo ronco y luego el sorbeteo de su nariz cuando más lágrimas salían. Ji Yong acarició su espalda y luego besó su frente de la manera más suave posible queriendo transmitirle todo el cariño y protección que necesitara en esos momentos.

 


-Déjame ayudarte, Seung...

 


Seung Hyun seguía llorando contra la almohada sin decir nada, apretaba sus dientes para no sollozar con más fuerza.

 


-Déjame intentar curarte... -Ji acarició su mejilla y buscó su mirada. Seung abrió los ojos y luego volvió a esconder su rostro.

 


-No puedo, Ji...

 


Ji Yong sabía lo que venía. Sabía que Seung Hyun no podía quererlo. Pero, ¿y qué importaba? De eso se trataba el amor, cuando uno ama, no espera nada de vuelta. Sólo quiere amar. Y él quería amarlo y sanarlo de todo mal.

 


-Dame una oportunidad para ayudarte a cerrar las heridas.

 


Seung Hyun no respondió. No quería herir a Ji Yong. Y Ji lo entendió, no fue una negativa, ni tampoco una apertura, pero iba a estar hasta el final con Seung Hyun. Porque estaba irremediablemente enamorado de él.

 

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer y por todo su amor.! Bueno, la cosa va tomando forma... Ya quiero leer sus comentarios

 

 

Los amo! 3


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