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¿AQAC? por G-tzii

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Notas del capitulo:

EEEEEEEEEEEEEEEESTOY DE VUELTA!

 

 

Bueno, les cuento que traigo actualización de todos mis fics, por qué? PORQUE BIG BANG HACE COMEBACK !!! PREPAREN SUS OVARIOS, LOS REYES VUELVEN Y ESO ME PONE TAN DE BUENAS QUE ESCRIBO Y ESCRIBO!!

 

Así que les dejaré esta actu, mañana traeeré Tres Segundos y el viernes 14F. Espero que les guste!! <3

Capítulo 1

 

“Rostro de Porcelana”

 

 

Ji Yong tragó saliva una vez más. Su mente no se había parado a pensar en qué hacía exactamente.

 

Esta era la décima vez que Ji Yong se preguntaba cómo rayos había llegado a este lugar. A pesar de que se repitió mil veces el día anterior que no vendría, sus pies inconscientemente lo habían traído hasta aquí, ni siquiera paró a pensar cuando se vio parado afuera de la carpa gigante observando las letras del cartel grande que indicaba que estaba en la entrada del circo donde estuvo la noche anterior. Lo curioso era que su corazón volvía a latir como una bestia. Comenzaba a tener un cargo de consciencia por haber faltado a su clase de anatomía en la universidad, tendría problemas.

 

Para ser honesto, ni siquiera estaba seguro por qué estaba ahí, sus pies se habían movido solos hasta el lugar. Dudó un poco, ¿qué se suponía que hiciera ahora? Agachó la cabeza y miró sus pies, no había razón para estar ahí, debía volver.

 

Se dio la media vuelta para comenzar a caminar de vuelta a la facultad, pero pronto se sintió que alguien tocaba su hombro. Se exaltó y se giró para mirar a la persona y pronto sus ojos se cruzaron con unos ojos negros como la noche.

 

Frente a él se encontraba aquel payaso tan peculiar de la noche anterior. El mismo que caminó entre el público y rebuscó entre su cuerpo para sacar una luz pequeña. El corazón de Ji Yong comenzó a latir un poco más rápido, se sintió nervioso, quiso salir corriendo. El payaso de cabello gracioso sonrió alegremente y dio un paso hacia Ji Yong, pero este retrocedió nervioso. No sabía si era necesario decirle algo y, si ese fuera el caso, ¿qué le diría? El payaso volvió a acercarse, Ji Yong se tensó mirando hacia sus pies, él parecía analizar todo su cuerpo.

 

De pronto aquel hombre tomó su muñeca, Ji Yong quiso soltarse, pero él alzó su mano al cielo y entonces el payaso sonrió mientras que con su mano libre tocaba la axila de Ji Yong. Este se rió y dobló su torso hacia adelante queriendo escapar. El payaso sonrió y entonces subió su camiseta. Ji Yong se sobresaltó.

 

—¡Hey! ¡No! —Iba a soltarse cuando él comenzó a mover sus dedos por su torso. —¡N-No… Ay… ¡Para!

 

Como si le hubiera hecho caso, el payaso paró y ladeó la cabeza, mirándole. Ji Yong respiró con tranquilidad, él no era muy bueno en guerra de cosquillas. Siempre terminaba gritando por piedad, una vez hasta se hizo pis en sus pantalones de tantas cosquillas. Ji Yong miró al hombre frente a él, este cerró los ojos y sonrió.

 

—¿Cuál es tu nombre? —El payaso le miró y alzó sus hombros, como si no supiera. —¿Por qué no hablas?

 

El hombre le miró de nuevo y cuando Ji Yong se relajó y soltó su cuerpo volvió a atacarlo. Ji Yong soltó carcajadas mientras sentía cosquillas por todos lados. Por un momento, Ji Yong había olvidado que debía irse a la facultad. Gritó por piedad muchas veces, pero esta vez el hombre parecía no querer parar.

 

—Vas a hacer que se haga pis —El payaso paró sus movimientos.

 

Ji Yong se relajó y bajó sus brazos. Acomodó su ropa nuevamente y entonces miró a la persona que había parado la guerra. Era el moreno, a quien conoció la noche anterior como Young Bae. El hombre le sonrió cálidamente.

 

—Es bueno ver que al final sí viniste  —el moreno sonrió y miró al payaso. —Espero que este fastidioso no te molestara tanto.

 

Ambos rieron.

 

—No, bueno, me pilló de sorpresa solamente.

 

El payaso sólo sonrió divertido mientras miraba a Ji Yong.

 

—Ve a quitarte esa peluca y el maquillaje –Young Bae se dirigió al payaso. —Dejaremos tu número para el último.

 

El payaso asintió y de repente, así mismo como llegó, se fue, casi corriendo. Ji Yong quiso hablar con él, pero ya no estaba en su campo de visión. Young Bae se acercó y le sonrió a Ji Yong, este hizo lo mismo y bajó su rostro. No sabía exactamente qué decirle.

 

—Veo que viniste.

 

—Mis pies vinieron por sí solos –El moreno sonrió. —Es extraño.

 

—Una corazonada, quizás  —Ji Yong le miró, sentía que el moreno podía entender lo que le sucedía sin explicarlo.

 

—¡Young Bae!

 

Ji Yong miró hacia la dirección donde gritaban y se encontró con un chico muy apuesto, delgado, de piel blanca, ojos negros y cabello del mismo color que sonreía mucho. El chico llegó al lado de Young Bae y soltó un suspiro.

 

—Tenemos problemas, jefe —sentenció. El chico entonces reparó en la presencia de Ji Yong. Se dio la vuelta y lo miró atentamente unos minutos, entonces Ji lo reconoció como el mago de la noche anterior, ese que era capaz de aparecer y desaparecer cuando le diera la bendita gana. Ji Yong inmediatamente hizo una reverencia.

 

—Soy Kwon Ji Yong, es un placer conocerte —el chico le miró analizándolo unos minutos y luego sonrió grandemente.

 

—¡No puede ser! —Ji Yong le miró, el chico se veía emocionado. —¡Es demasiado lindo! Hyung, conservémoslo.

 

Young Bae soltó a reír. Ji Yong les quedó mirando. ¿Se había referido a él como un objeto o era su idea? Lo gracioso es que a él no le había molestado tampoco. Le había causado gracia la emoción de aquel chico.

 

—No puedes conservarlo.

 

—¿Por qué no? –El chico hizo un puchero.

 

—No es algo que te puedas quedar.

 

—Claro que puedo —El chico entonces se acercó a Ji Yong quien le miraba curioso. —Tan lindo.

 

—Ah… ¿gracias? —Ji Yong no sabía realmente qué decir.

 

—Really cute —el chico sostuvo su rostro. —Soy Lee Seung Hyun, pero para ti puedo ser Seungri. El gusto es mío.

 

—Ahora que te presentaste, ¿me dirás qué sucede?

 

—¡Oh, cierto! —Seungri se dirigió a su jefe nuevamente. —Tenemos problemas con Saly, dice que hoy no quiere hacer su actuación porque se siente mal.

 

—¿Qué tiene?

 

—No lo sé.

 

—Ji Yong, ¿me esperarías un rato? —Ji asintió rápidamente y luego los vio a ambos partir corriendo hasta donde el menor indicaba.

 

Ji Yong no sabía exactamente qué hacer. En ese lugar todos eran muy raros. Primero un payaso que no habla y sólo le hace cosquillas. Luego un dueño muy alegre y un mago muy peculiar queriendo “conservarlo”. Definitivamente debería estar en la facultad.

 

Ji Yong comenzó a caminar sin saber hacia dónde ir. Iba sin dirección alguna, estaba dejando que sus pies le guiaran, igual que aquella mañana al salir de casa y venir hasta el circo nuevamente. Se encontró a si mismo de pie frente a las gradas que daban al escenario. Cuando se dio cuenta que había alguien, se escondió detrás de las gradas, ni siquiera estaba seguro el por qué se estaba escondiendo.

 

Sus ojos se ampliaron cuando se dio cuenta que estaba el mismo hombre con que el chocó el día anterior. Llevaba unos pantalones muy ajustados a sus piernas y una camiseta blanca con corte en V, demasiado apuesto para ser real. Apretó su pecho, sintió un pequeño dolor o mejor dicho a su corazón inquieto de tanto palpitar. Era como si su corazón quisiera tener pies y salir corriendo de su pecho para irse al pecho de otra persona. O quizás simplemente estaba pensando muchas estupideces. El hombre se echaba algo blanco en las manos que parecía ser harina. Ji Yong se acomodó en una de las gradas altas muy alejado del lugar, para que él no se diera cuenta de su presencia. Lo veía muy concentrado, es más, su rostro no se veía tan duro como cuando chocaron, se veía hasta más amable.

 

Había estado varios minutos observándole, su cuerpo era muy bien tonificado. Su rostro era precioso. Ji Yong sentía su corazón latir a mil, así que se obligó a sí mismo a dejar de mirarlo tanto. Bajó su rostro hacia sus piernas. No era posible que alguien te gustara tanto. Sí, gustar, porque no encontraba otra razón para que su corazón latiera tanto salvo que le gustara aquel chico, ¿sino qué otra cosa era? No cualquier persona se sienta a mirar a otra más de diez minutos seguidos. Es como cuando tienes doce años y te gusta el que tiene dieciocho, y le miras a lo lejos. Ji Yong negó, estaba teniendo pensamientos estúpidos.

 

—¿No es el chico con rostro de porcelana?

 

De pronto sintió su sangre dejar de circular. Subió su rostro y se encontró con esos ojos negros. ¿Debió salir corriendo? Ji Yong no sabía qué hacer y, aunque quisiera, su cuerpo no respondía. Aquel hombre hizo una sonrisa de medio lado. No sabía si estaba complacido porque dijera que tenía un rostro de porcelana. Eso significaba que su rostro era lindo, ¿no? Sintió su rostro arder.

 

—Sí, definitivamente eres tú.

 

—Yo… —Ji Yong se puso de pie, evitó mirarle en todo momento. —Debería irme.

 

—¿Tan rápido? —Ji le miró. El hombre simplemente elevó las cejas. —Estabas aquí espiándome y ahora te quieres escapar.

 

—N-no estaba espiándote.

 

—¿Y entonces? —Ji Yong mordió su labio inferior. El chico se acercó lentamente a él y Ji Yong pensó que podría desmayarse ahí mismo. La distancia se acortó y entonces el mayor tomó su mentón. ¿No iba a besarlo, no? —Deberías dejar de morder tus labios, te vas a  hacer daño, cariño.

 

Ji Yong se soltó rápido. Casi pierde la razón y el corazón en menos de un minuto. Eso no era nada bueno. Sin considerar que el tipo era un cretino total. Se estaba burlando de él, se divertía haciéndolo.

 

—Choi Seung Hyun —Ji Yong le volvió a mirar, esta vez sin entender. —Ese es mi nombre. Pero para todos soy TOP.

 

El menor tragó saliva y luego pensó unos momentos.

 

—Soy Ji Yong —El mayor se cruzó de brazos. —Kwon Ji Yong.

 

—Bonito nombre para una cara bonita —Ji Yong sintió de nuevo su rostro hervir. —Por como sonríes supongo que te gusta.

 

—¿Ah?

 

El mayor se acercó peligrosamente a Ji Yong. El menor pensó que su corazón explotaría, debía alejarse, sus alertas le avisaban que si no se alejaba podría sufrir un infarto.

 

—Reconozco cuando le gusto a alguien —Era oficial, su corazón o estaba latiendo demasiado rápido o simplemente no latía.

 

Ji Yong tragó saliva nuevamente, aunque esta vez le costó más. Claro que no le gustaba, es decir, ¿quién era él para decirle lo que él sentía? Era un maldito creído. Ji Yong sabía que no le convenía para nada. Uno porque era un cretino, dos porque arriesgaba su salud cardiaca estando cerca, debía irse.

 

—Estás equivocado —dijo cuando tuvo aliento. El mayor sonrió de lado y entonces se acercó más de la cuenta.

 

Ji Yong paró su respiración y cerró fuertemente sus labios. Retrocedió un paso y sintió una pared fría, lo tenía acorralado. TOP  puso su mano contra la pared y rozó su nariz a la de Ji Yong. El menor no sabía si estaba soñando o estaba despierto, se sentía mareado de hecho. Cerró sus manos en sus puños muy fuertemente, incluso llegando a sentir sus uñas clavándose. Sus piernas temblaron y sus labios se entreabrieron un poco. Miró directamente los ojos del mayor, podía verse perfectamente en su reflejo. TOP se acercó un poco más, acomodando su rostro de lado. Ji Yong se sentía embriagado, sus ojos se cerraban, TOP era un somnífero. Ji Yong quería que le besara.

 

—Uhm —Ji Yong abrió sus ojos. TOP se alejó lentamente, sin alejarse de su cuerpo. Sonrió de medio lado, burlonamente. –No te vayas a enamorar de mí. Te estoy advirtiendo.

 

Ji Yong le dio un empujón y sin pensarlo dos veces salió corriendo del lugar.

 

¿Qué había sido eso? ¿Realmente pensó que él le besaría? Se pasó sus manos frenéticamente por la cabeza. No, no era amable, no era simpático. Era un patán. Si creía que le gustaba estaba muy equivocado. Ji Yong quería golpearlo. Apenas y se habían conocido y ya lo estaba haciendo pasar por estas cosas.

 

“Lamento contarte esto, pero te has atravesado con tu peor pesadilla, y una vez que lo haces no sales tan fácil… Para la próxima que te encuentres conmigo, no te dejaré ir tan fácil, eh.”

 

Ji Yong dejó de caminar al recordar sus palabras. Realmente se lo puso difícil, pero no iba a volver. Así tuviera que enterrarse tres metros bajo tierra. Muy en el fondo de su corazón, Ji Yong sabía que si volvía iba a caer redondo ante él. Y no quería ser tan débil.

 

—Es un maldito idiota.

 

Ji Yong miró su celular, ya ni siquiera alcanzaba  a llegar a la facultad, así que decidió dirigirse directamente a casa. Caminó lentamente sintiendo el aire fresco golpear su cara. Sentía constantemente la respiración cálida de TOP en su cara. Maldición. Iba a necesitar ducharse con agua helada para sacarse de los pensamientos al trapecista estrella.

 

Ji Yong dejó caer su mochila en la entrada de su casa. Caminó derrotado por la entrada. Ni se molestó en avisar que había llegado, sus padres no regresaban tan temprano. Se sentía en una confusión máxima. Quizás debió quedarse y hablar con Young Bae, pero si se quedaba corría peligro de seguir siendo la burla de TOP. Frunció el ceño y antes de subir la escalera para ir a su habitación sintió un sollozo. Se giró sobre sus talones. Alguien lloraba. Caminó por la sala en sentido del ruido.

 

Antes de entrar paró en seco. Su mamá tapaba su rostro con ambas manos, estaba apoyada sobre sus piernas. Sus sollozos parecían ser más silenciosos, como si no quisiera que nadie la oyera. Ji Yong quiso saber qué estaba mal, qué le dolía, pero no se atrevía a entrar y preguntarle. No se atrevía si quiera a mirarla. Sentía que si lo llegaba a hacer de todas maneras no podría hacer nada por hacerla sentir mejor. Ji Yong se sintió raro, así que se alejó rápidamente y subió a su habitación y se encerró.

 

Realmente no quería salir de su habitación. No quería saber qué le sucedía a su mamá. No quería saber qué iba mal. Sentía que tenía muchas cosas malas como para agregarle una más a la colección.

 

Se estiró sobre su cama a mirar el techo. No sabía realmente qué quería hacer, solamente sabía que no quería estar ahí. Sentía un dolor repentino en el pecho y un nudo doloroso en su garganta. Odiaba sentirse así, pero últimamente los días eran así, todos iguales. Todos los días se levantaba, iba a la facultad, volvía a casa, no hablaba mucho con sus papás, no comía mucho. Y luego dormía. Y al otro día vuelta a lo mismo. Realmente había llegado a la conclusión que no sabía qué rayos hacía con su vida. Se supone que las personas viven por un propósito, por una meta, por alcanzar algo, pero Ji Yong sentía que no tenía eso. No sabía cuál era su meta, no tenía una meta, no tenía algo que realmente quisiera lograr, por ende, sentía que su vida estaba careciendo de sentido. ¿Era posible eso? ¿Es posible que tu vida carezca de sentido? Para Ji Yong lo tenía. No había nada realmente por lo que quisiera seguir adelanta, sentía que sólo hacía todo por sus padres, pero no por él mismo. Y de eso se dio cuenta la noche anterior cuando estuvo en el Rascacielos. Esas personas retando la gravedad con ganas de volar por los aires sin importar nada más. ¿Por qué él no podía ser así? Él también quería hacerlo. Tener una sonrisa en su rostro y al mismo tiempo hacer sonreír a más personas a su alrededor. Sintió un par de lágrimas correr por sus mejillas y las limpió inmediatamente.

 

—Ji Yong, ven a cenar —su madre le llamó.

 

Ji Yong se puso de pie rápidamente y limpió su rostro para que no se notara nada. Bajó tranquilamente, no se había percatado de que su padre había llegado del trabajo. Lo saludó con un apretón de manos ligero y entonces se sentó en la mesa. Estaba todo demasiado silencioso para el gusto de Ji Yong que apenas movía su tenedor.

 

—¿Qué pasa, hijo? ¿Sucede algo? —Ji Yong miró a su padre, estaba serio.

 

—Nada.

 

—Algo pasa, eso seguro —Su padre miró a su madre, ella sólo bajó el rostro. —¿No te has percatado que algo le sucede a nuestro hijo?

 

—Tú eres el que nunca se percata de nada en esta casa –ella atacó de repente. —Si te dieras un mínimo de tiempo con tus hijos quizás sabrías entenderlos mejor.

 

Sin querer Ji Yong se sintió mal. Era verdad que su padre la mayoría de su infancia nunca los llevó a un parque a jugar o nunca les compró un helado. Él no quería sacárselo en cara, pero recordar esas cosas de repente duele.

 

—Ya basta —Ji Yong soltó el tenedor. —Sólo pensaba que podría estudiar algo más.

 

—Vas a terminar tu carrera y serás doctor, para eso invertimos en ti.

 

—¡Nunca dije que no lo iba a terminar!

 

—Sólo me aseguraba de que supieras bien las cosas.

 

—Quizás… después de terminar esta carrera pueda estudiar otra…

 

—¿Y no piensas trabajar? ¿Qué sacas con estudiar y recibirte si no lo vas a ejercer? ¿Vas a estar así toda la vida?

 

Ji Yong tragó el nudo en la garganta, su madre soltó el tenedor y simplemente miraba a ambos. Ji Yong apretó sus manos.

 

—No… no sé si pueda hacerlo… —Ji Yong hablaba la verdad, él odiaba la bilogía, le iba muy mal. Y el sólo hecho de tener que estudiarlo pensaba que le iría horrible, y no quería decepcionar a nadie, no quería destruir las expectativas de sus padres en él. No quería empezar y que le fuera mal y entonces romper toda la confianza de ellos en su capacidad.

 

—Yo no te he criado débil de mente —su padre frunció el ceño. –Si empezaste algo, lo terminarás hasta el final y con excelencia. No puedes ir por la vida dejando las cosas a medias y mal hechas, así no te he enseñado. Eso es ser mediocre. Si tú quieres ser mediocre será tu decisión, pero luego no vengas llorando porque nadie toma en cuenta a los estorbos.

 

—Ya… —su madre miró a su padre, algo preocupada. –Estás siendo muy duro.

 

—Yo lo estoy haciendo una persona fuerte. Con ese pensamiento estúpido y pesimista no va a llegar a ningún lado.

 

Su padre se puso de pie y se fue a su habitación, su madre no le miró, pero a Ji Yong no le importó. Mordió muy fuerte su lengua, no sabía con qué fin. Se puso de pie en silencio y subió las escaleras. Entró en su habitación y entonces apagó las luces y se estiró sobre la cama. Las lágrimas cayeron silenciosamente, él intentaba no hacer ruido. Ji Yong no sabía qué quería realmente, no sabía cuál era su fin. Nada tenía sentido para él. Ni siquiera sabía por qué estaba en Chicago.

 

No sabía con qué fin se levantaba por las mañanas. No sabía con qué fin iba a clases. No tenía idea para qué juntaba y ahorraba dinero, ¿para qué? ¿Qué hacía con todo eso? ¿Cuál era la finalidad? ¿Qué estaba esperando? ¿Realmente había algo? No tenía en qué gastarse todo el dinero que tenía guardado. No tenía qué hacer en las tardes cuando llegaba a casa. Su vida no estaba yendo hacia nada. Nada en absoluto. Lo único de lo que estaba realmente seguro era que tenía un sentimiento de mierda de que su vida no tenía sentido alguno.

 

 

 

 

—Abran sus libros en la página 281.

 

Ji Yong llevó su libro hasta la página dicha y se encontró con el esqueleto humano y todos los nombres de cada uno de los huesos. El profesor comenzó a hablar de cada uno de ellos y Ji Yong fue subrayando y marcando algunas cosas importantes. Soltó un suspiro y dejó de subrayar. ¿Qué se suponía que estaba haciendo? Odiaba esto. Odiaba los huesos. Odiaba el esqueleto. El día anterior ni siquiera pensó en eso por ni una sola vez. El día anterior se reía fuertemente cuando aquel payaso le hacías cosquillas. El día anterior su corazón latía a mil por hora cuando TOP se le acercó, cuando le miró. El día anterior se sintió más feliz que todos los días que llevaba en Chicago.

 

—Hyung —volteó a ver a su mejor amigo a su lado.

 

—¿Qué pasa, Dae?

 

—Te noto raro, ¿ha pasado algo? Sabes que puedes decirme —el castaño se veía preocupado. Ji Yong le sonrió tranquilizadoramente.

 

—¿Qué haces cuando quieres hacer algo pero no tienes ningún talento en eso?

 

El castaño le miró raro y frunció el ceño. Luego simplemente sonrió. Eso era lo mejor de él, nunca preguntaba qué, cuándo ni cómo, sólo daba su opinión. Y nunca juzgaría nada.

 

—Pues, nunca sabrás si no tienes talento hasta que lo intentes, ¿no?

 

Ji Yong sonrió. Esta vez sonrió de verdad.

 

—Eso creo —cerró el libro de Anatomía y entonces miró hacia el pizarrón blanco. —Quiero intentarlo.

 

 

 

Notas finales:

Y bien? Qué les parece? Bueno, este fic va un poco más lento que a los fics queles tengo actostumbrados, pero todo tiene su razón! 

 

Así que espero que les haya gustado y nada, me gustaría saber sus comentarios y opiniones acerca de este fic! 

Gracias por leer, os adoro <3


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