Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿AQAC? por G-tzii

[Reviews - 287]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Vuelvo, y pues, ando intentando escribir rápido las actualizaciones ya que esta vez he tardado. He tenido que trabajar bastante, así que no he tenido mucho tiempo. 

 

Espero que les guste el cap <3

Capítulo 9.

 

Ojos cerrados y sonrisas abiertas.

 

 

Seung Hyun se removió en la cama, pero no pudo hacer mucho. Había peso sobre él. No entendía cómo es que Ji Yong pensaba que él era su cama personal. Bostezó mientras pasaba sus manos por la pequeña cintura de Ji. Realmente el menor era como una mujer, hasta tenía una cintura pequeña. Tampoco entendía cómo es que Ji no dormía sobre la cama, sino sobre él. Entendía que la cama era más pequeña que la de él, pero incluso cuando Ji Yong se quedó en su casa durmió sobre su pecho, como si fuera lo más cómodo en el mundo, ignorando el dolor de espalda que eventualmente Seung Hyun tendría más tarde. El mayor no quería abrir los ojos, eso significaba levantarse y hoy era sábado y no quería levantarse, aunque sí quería lanza a Ji Yong al suelo, pero eso ya era distinto. En vez de lanzarlo fuera de la cama simplemente acarició su trasero, como si fuera el acto más normal un sábado por la mañana mientras el otro duerme encima de ti. El menor ni siquiera se inmutó, Seung tenía claro que tenía el sueño bastante pesado. Ji Yong realmente tenía un trasero bastante a gusto para el mayor, y ni que decir de sus piernas, ¿había algún hombre en la tierra que tuviera piernas de muerte como él? Realmente las tenías depiladas y suaves, y con forma, demasiado para la mente corrompida del mayor.

 

Abrió sus ojos lentamente y miró al menor. Él ignoraba su incomodidad en la cama, simplemente dormía apoyando su rostro en su pecho. Su cabello estaba repartido por su rostro y su boca estaba algo abierta, podría decirse que le estaba babeando el pecho. Seung Hyun quiso removerlo un poco, pero lo único que logró fue que Ji le abrazara con fuerza, como si fuera su peluche. Ji Yong tenía atrapado a Seung Hyun con sus piernas y ahora con sus brazos, imposible escapar del menor. Seung Hyun suspiró, ya después se las pagaría.

 

-Ji Yong –Seung Hyun miró hacia a la puerta de la habitación, gracias a Dios esta estaba con llave. Seung Hyun movió un poco al menor, pero este no se movió ni dio señales de vida.

 

-Ey, carita bonita… -Seung Hyun lo movió un poco más, pero Ji simplemente se enredó más por su cuerpo, comenzaba a pensar que el menor tenía complejo de serpiente.

 

-Ji Yong, ¿por qué tienes llave? –La mujer volvió a preguntar. –¡Yongie!

 

Seung Hyun miró al menor y entonces simplemente le dio un golpe en su trasero que resonó en la habitación. Ji dio un salto sobre Seung Hyun y se sentó rápidamente sobre él mientras pasaba sus manos pesadamente sobre Seung Hyun.

 

-Yo te aconsejo que no te muevas, Yongie –Seung Hyun alzó la ceja cuando dijo su apodó, Ji Yong se sonrojó, ¿de dónde sabía que sus padres le decían así? Ji Yong iba a reclamarle, pero entonces Seung Hyun le agarró fuertemente de la cintura y le dejó nuevamente recostado sobre él mientras le tapaba la boca con su mano. –Shh… -Ji frunció el ceño. –Ahora respóndele a tu madre.

 

-¡Sí! –Ji volvió a sentarse. Seung Hyun comenzaba a querer golpear a Ji, ¿cómo es que se movía tanto? Moverse así sobre él un sábado por la mañana no era permitido. -¿Qué sucede, mamá? Estoy desnudo, estaba por vestirme.

 

-Oh, ya veo –Seung Hyun alzó una ceja y se movió debajo de Ji haciendo que este le mirara. Ji Yong le dio un golpe en el pecho.

 

-Yo voy a ir a casa de tu tía –su madre volvió a hablar. –Tu padre salió… ¿quieres venir conmigo? –Ji Yong miró a Seung Hyun, este pasó sus brazos por detrás de su cabeza mientras alzaba las cejas, claramente a él no le importaba nada.

 

-No, ve tú –Ji Yong le dijo. –Yo iré donde Daesung, mamá.

 

-Está bien, cuídate, Yongie. Ji sintió los pasos de su madre alejarse. Se giró a Seung Hyun y este le miró sin importancia.

 

-Cinco minutos más que estés ahí arriba y juro que te tiro contra la cama y te hago de todo. Te lo estás buscando, Y-o-n-g-i-e –Seung Hyun sonrió de medio lado.

 

-Idiota –Ji se bajó y se recostó a su lado, el mayor estiró sus brazos con tranquilidad. -¿Dormiste bien?

 

-Sí –Seung Hyun cerró los ojos unos momentos. Ji sonrió, quería abrazarlo, pero claramente saldría de contexto y no quería quedar como idiota con Seung Hyun. -¿me dirás quién es Daesung?

 

-Ah –Ji salió de su trance. –Mi mejor amigo.

 

-¿Irás a verlo?

 

-Noup.

 

-¿Entonces?

 

-Bueno, si le decía que iría a verte a ti seguro me preguntaría: quién eres, de dónde, cuándo te conocí, cómo… y explicarle todo eso gritándole hasta el otro lado de la puerta no me parecía factible.

 

-Bien punto enano –Seung Hyun le miró unos momentos. -¿Y quién dijo que yo te quería ver hoy?

 

-Pues, mala suerte. Ya me estás viendo. Y tendrás que aguantarte, porque me seguirás viendo todo el día.

 

-¿Qué eres? ¿Mi llavero? –Seung Hyun se burló, el menor le golpeó.

 

-No, pero sí tu aprendiz. Dijiste que me enseñarías, tengo todo el día de hoy.

 

-Cierto, debo enseñarte. Pero todavía no me dices cuánto me pagarás.

 

-No tengo dinero.

 

-Ah, qué mal negocio –Seung Hyun suspiró y se recostó de medio lado apoyándose en su mano. Ji Yong podría comenzar a babear, ver a Seung Hyun por las mañanas era aún más sexy. -¿Qué me darás entonces? Pero prefiero que me pagues en carne.

 

-¡Ya! –Ji Yong le dio otro golpe. Seung Hyun tomó su muñeca y le acercó hasta él, Ji se sonrojó cuando quedó a escasos centímetros de su rostro.

 

-Tienes una manía de golpearme –Ji agachó su rostro. –Prefiero que te desquites conmigo sudando, flaquito.

 

-¿P-por qué todo lo lleva a… eso? –Ji Yong tartamudeó, no podía zafarse. En realidad, no quería.

 

-Porque lo quieres, porque lo disfrutas –Ji se sonrojó, era un maldito. –Y porque llevas años de tu vida sin nada de nada, es una pérdida, debes ponerte al día. Y yo te puedo hacer el favor.

 

-¿Nunca dejarás de molestarme, no?

 

-Noup.

Seung Hyun medio sonrió. Ji Yong le quedó mirando, quería besarlo. Necesita una excusa para besarlo, porque si lo besaba de la nada, Seung Hyun se daría cuenta que moría por hacerlo, y eso conllevaría a decirle que le quería y entonces todo sería horrible. Debía parecer normal y sensual, muy al estilo de Seung Hyun.

 

-Te pagaré como quieras.

 

-Ah, ¿sí? –Seung Hyun elevó una ceja.  Ji Yong sonrió. Había mordido el anzuelo. Se acercó lentamente al mayor y acarició su pecho lentamente. Seung Hyun se quedó inmóvil, esperando. Ji juntó lentamente sus labios a los del mayor, ronzándolos.

 

-Eres muy pillo, enano.

 

Seung Hyun abrazó fuertemente a Ji de la cintura acercándolo más a él y se apoderó de sus labios con fuerza. Ji Yong se sintió en la gloria. Simplemente abrazó su cuello y de dejó llevar por el curso natural de este. Seung Hyun rápidamente se apoderó de sus labios y los labios para entrar y apoderarse de su cavidad. La lengua de Ji hizo reacción a la de él y se enredaron en un beso lento. Ji pasó sus piernas por entre las de Seung debajo de las sábanas. Estaba comprobado, Ji Yong tenía una manía por enredar su cuerpo al de Seung Hyun. Ji se aferró al pecho del mayor mientras cerraba sus ojos sintiendo aquel beso que estaba a punto de llevarlo a mejor vida por falta de aire. Seung Hyun se separó lentamente del menor. Ji abrió sus ojos y miró a Seung, este parecía mirarle con burla.

 

-Bien, ya que por cosas de la vida vas a estar pegado a mí todo el día, hay que levantarnos –Seung Hyun se sentó sobre la cama mientras se quitaba la polera de un pijama de Ji, uno grande que el menor tenía porque curiosamente, según Ji y su loca manía por la moda, usar ropa que le quedaba grande era genial.

 

-¿Tan pronto? 

 

-Mira, cierta persona me dijo que estaría todo el día pegada a mí como lapa. Y yo tengo cosas que hacer sabes, primero tengo una cita, y luego recién puedo ir a darte clases.

 

-¿Qué? –Seung Hyun comenzó a ponerse los pantalones. Ji se sentó sobre la cama mirándole con la boca abierta. -¿Tienes una cita? –Esperaba que fuera de trabajo.

 

-Sí –Seung Hyun se abrochó el pantalón. –No eres el único que quiere estar conmigo sabes.

 

Ji Yong sentía que le caía el mundo encima. Aunque se imaginó que Seung Hyun era de ese tipo de chicos que anda con muchas mujeres, pero durante las semanas que se llevaban conociendo, había llegado a la conclusión que él no era así de malo, era buena persona, simplemente tenía un pésimo pasado. No creyó que Seung fuera a jugar con muchas personas a la vez. Ahora se sentía tan desanimado, quería lanzarle cosas y luego llorar mientras hacía berrinche. Pero no lo haría, tenía dignidad, y debía demostrar que no le importaba.

 

-Ok –Comenzó a buscar su ropa, caminando de aquí para allá buscando algo de maquillaje. Debía verse mucho mejor que cualquier estúpida mujer con senos y trasero gigantes. Seung Hyun se rió mientras miraba como Ji parecía paranoico poniéndose el pantalón más apretado que había encontrado.

 

-Vas a hacer pecar hasta las hermanas de la iglesia si sales así –Ji Yong le miró.

 

-Es la idea –Ji Yong se giró y entró al baño.

 

Sin mentir, Seung Hyun estuvo aproximadamente cuarenta minutos esperando a que el menor saliera del baño. Realmente valieron la pena, porque se veía de puta madre, pero lo malo es que ahora mientras caminaban en la calle sólo pensaba en hacer cosas sucias. Y encima la gente le miraba como depravados. No pasó desapercibido para Seung Hyun cómo un hombre miró casi saboreándose a Ji, y pronto le mandó una mirada asesina. Seung conocía esas miradas de depravados sexuales, y lo que menos quería era que Ji Yong pasara por algo tan terrible como él había conocido. Ji era una persona de muy buen corazón y era bastante sincero, hacerle daño a alguien así merecía castigo. Por eso él le trataba bien, si hasta le había dejado dormir sobre él y se había aguantado el dolor de espaldas hasta ahora. Por eso también había sido honesto sobre él mismo y le había dicho que no podía quererlo. Ji parecía entender, y eso le hacía sentir cómodo. Así que lo menos que podía hacer era protegerlo de la gente maldadosa.

 

Ji Yong iba puteando mentalmente a Seung Hyun. ¿Realmente le llevaría a su cita? ¿Ni siquiera pensaba un poquito en sus sentimientos? Sentimientos que se suponía que no debería tener, pero están, y más despiertos que nunca. Quería morir, estaba siendo ridículo y patético en haberlo acompañado. Verlo con alguien más sería lo peor que podría suceder, comenzaba a arrepentirse.

 

-Llegamos –Seung Hyun miró la puerta.

 

-Esta es una casa. –Ji le miró. Quizás venía hasta la casa de aquella persona para tener intimidad. Ahora sí que quería llorar.

 

-Es la casa de mi novia –Ji Yong quería correr, correr y lanzarse de un puente y llorar como loco hasta morir. Lo amaba, joder, lo amaba. ¿Cómo podría verlo con alguien más? ¡No podía! Y no podía verlo lejos de él tampoco. Ji obligó a sus piernas a moverse. Seung Hyun tocó el timbre y luego la puerta se abrió lentamente. Ji Yong quería morir, ahí. Una mujer de cabello negro y corto, casi en una melena abrió la puerta. Ji abrió mucho sus ojos, era una mujer mayor, pero se veía realmente muy bien cuidada para la edad que Ji Yong creía tenía. ¿Acaso…? Aquella mujer sonrió muy grandemente mientras miraba a Seung Hyun. Ji se giró al mayor y su corazón latió con fuerza.

 

Fue apenas unos segundos y juró que lo había visto sonreír verdaderamente, o que en su interior, su corazón funcionaba más ligero. Ji Yong sentía que se enamoraba un poco más.

 

-¿Cómo está la novia más linda?

 

-¡Aigoo! Este chiquillo –La mujer le dio un golpecito. -¿Hasta cuándo me dices así? Ya vas para viejo, no quieres ser novio de una mujer anciana como yo.

 

-¿Por qué no? –Seung Hyun hizo un puchero y se abrazó a la mujer. Ji Yong le miraba con sumo cuidado, Seung Hyun se estaba comportando como un niño pequeño… Seung Hyun parecía otra persona… -¡Tú serás siempre la única para mí!

 

-¡Lo dices, pero no me has venido a ver desde el mes pasado!

 

-¡Perdóname! –Seung Hyun tomó su rostro entre sus manos y besó su frente. –Ji Yong sonrió sin querer. Le gustaría ser él quién recibiera esos cariños que sólo ella recibía. Porque estaba seguro de algo, sólo ella recibía esos cariños de parte de Seung Hyun, se notaba en los brillosos ojos negros del mayor.

 

-¡Ya! –Ella golpeó su pecho, Seung Hyun se puso a reír. -¡Tenemos visitas presentes!  Ji no quería entrometerse. La mujer le miró con una gran sonrisa. Él la devolvió y miró al mayor. Seung Hyun le guiñó un ojo. Ji sentía que se sonrojaba.

 

-Novia, él es Ji Yong. Ji Yong, ella es mi novia. –Ella volvió a darle un golpe y reprenderlo. –Es la señora Dong –Seung Hyun sonrió mirando a Ji. El menor se sentía hipnotizado. Estaba viendo los blancos dientes de Seung Hyun relucir en una sonrisa preciosa, y una sonrisa que iba hacia él. Quizás él no la había provocado, pero era para él –Es la madre de Taeyang.

 

Ji Yong abrió mucho sus ojos y miró nuevamente a aquella mujer. Y recordó lo que Young Bae le había contado la otra tarde en el Rascacielos. Aquella mujer fue la que encontró a Seung Hyun medio inconsciente en la calle con ropas rotas y golpes y lo trajo a su hogar. Aquella mujer le dio educación, techo, comida, ropa, dinero y seguramente mucho amor. Ella había cuidado de Seung Hyun. Era como su madre en pocas palabras. Ji Yong inmediatamente hizo una inclinación de noventa grados. Se sentía estúpido por haber maldecido a Seung Hyun y a ella.

 

-Es un gusto conocerla –Ella simplemente le sonrió y le palmeó el hombro, como queriendo relajarlo. Ji Yong lo agradeció porque se había sentido muy nervioso de repente.

 

-El gusto es mío, Ji Yong –ella sonrió. –Ahora pasen, tomemos desayuno.

 

Ji Yong entró lentamente. Seung Hyun cerró la puerta y pasó directo por un pasillo hacia el fondo. Ji se quedó mirando todo el lugar. La casa era muy linda y tan cálida. Se sentía algo incómodo ya que era su primera vez aquí y para colmo Seung Hyun había entrado casi corriendo y había desaparecido en el pasillo largo que daba a la escalera. Ji Yong observó la sala con tranquilidad, sus ojos inmediatamente se fueron hasta un cuadro y, al notar que su corazón latía como desesperado, comprendió que el niño pequeño de la foto era Seung Hyun. Seguramente de unos nueve o quizás diez. Era precioso. Tenía el mismo rostro que ahora sólo que en la foto parecía no entender qué sucedía. Demasiado hermoso para el pobre corazón de Ji Yong que latía con desesperación.

 

-¿Lindo, no? –La señora Dong salió con un plato con frutas y lo puso en la mesa. –Eso fue luego de traerlo a casa.

 

-¿Cuándo fue que…? –Ji Yong no quiso terminar la pregunta, temía estar siendo entrometido.

 

-A los siete –ella miró a Ji, reflejó algo de tristeza. –Yo lo encontré cuando Seung Hyun rondaba los siete.

 

-Oh… -Ji frunció el ceño. A veces no entendía las injusticias de la vida. A veces tenía desacuerdos con la religión. En su hogar eran muy creyentes, hasta él creía mucho en que había uno en el cielo que cuidaba de todos. Pero si había uno en el cielo, ¿por qué permitir que un niño de cinco años pase tal cosa? ¿Por qué hacerlo tan mierda desde tan pequeño? Se supone que el de arriba hace las cosas para tu bien, que sólo él sabe lo que hace, pero muchas veces Ji Yong no podía concordar. Y ahora eran esos momentos en que tenía contradicciones con eso. ¿Por qué si Dios es tan bueno permite algo tan horrible? Quizás simplemente ahora no tenía explicación. O quizás nunca.

 

-Es bueno –La señora Dong lo sacó de sus pensamientos. Ji le miró y ella palmeó a su lado en el sofá para que tomara asiento, el menor le hizo caso. –Seung Hyun tiene un corazón gigante, sabes. Gigante, sediento de comprensión, cariño y calidez. Por sobre todo, desborda amor. Sólo que a él no sabe cómo regresarlo, cómo dárselo a los demás. Él no tiene idea que puede hacerlo, pero tiene que aprenderlo por sí mismo en algún momento. Seung Hyun es hombre que ha tomado un buen rumbo en la vida a pesar de tener una mala infancia. La mayoría de las personas que han tenido mala vida cambian para mal, pero él ha tomado lo bueno y lo ha traído consigo. Eso sólo demuestra que es un gran chico, Ji Yong.

 

Ji no entendía por qué ella le compartía algo así, pero lo agradeció. Saber un poco más de Seung Hyun siempre era algo bueno para él. No pudo evitar sonreír. Ahora entendía por qué Seung Hyun sonreía tanto, aquella mujer tenía el mismo efecto que Young Bae, al sonreír, sus ojos se achicaban mucho y sus sonrisas eran gigantes, eso contagiaba al que estuviera con ellos. Ji Yong terminó por cerrar sus ojos y sonreír gigantemente también.

 

-Me alegra que Seung Hyun tenga un amigo además de Young Bae y Seungri. –Ji le miró unos instantes. Ella sacó un librito y cuando lo abrió el menor se dio cuenta que era un álbum de fotos. –Mira, este es Seung Hyun cuando iba en primaria, era gordito, se veía tan tierno que era imposible no apretarle las mejillas.

 

Ji Yong abrió mucho sus ojos y miró la fotografía mientras sonreía. Seung Hyun había sido bastante rellenito, se le veía terriblemente tierno. Ji miró a la mujer.

 

-¿Puedo…?

 

-¿Quieres quedártela? –La mujer sonrió. De todas maneras, ella tenía muchas. –Adelante.

 

-¡No puede ser! –Ji Yong apretó la foto en su mano y mordió su labio inferior. Ahora tenía una foto de Seung Hyun, y la guardaría como su tesoro.

 

-¿Qué hacen? –Seung Hyun caminó hasta ellos y entonces vio el álbum abierto y a Ji con una foto en la mano. Inmediatamente abrió mucho sus ojos. -¡No!

 

Ji Yong se puso de pie rápidamente y alejó la fotografía del alcance del mayor.

 

-Le contaba a Ji tu época de cuando fuiste gordito. –Seung Hyun parecía avergonzado y tapo su cara con sus manos. Ji Yong no podía evitar quedar extasiado cada vez que Seung mostraba una nueva expresión en su rostro.

 

-¡Novia, me has traicionado!

 

-¡Demasiado tierno! –Ji Yong sonrió mirando la foto.

 

-Devuélveme eso –Seung Hyun se acercó a Ji, quiso arrebatarla, pero el menor se giró para correr. Seung Hyun le tomó de la cintura fuertemente, Ji inmediatamente se puso nervioso.

 

-Yo se la di –La señora Dong sonrió.

 

-Já já –Ji Yong se rió. –Es toda mía, Seung.

 

-El que ríe último, ríe mejor, Yongie. Recuérdalo –Seung Hyun besó su mejilla y luego le soltó. Ji Yong se quedó inmóvil en su lugar y luego se tocó su rostro mientras sentía su rostro arder.

 

-¿Qué ha sido esto? –La señora Dong sonrió. Era difícil ver a Seung haciendo una muestra de cariño.

 

-El enano está enamorado de mí, novia –Seung hizo un puchero, Ji se giró. La señora Dong le miró con una ceja alzada, Ji Yong quería enterrarse. Sabía que Seung Hyun quería dejarlo en vergüenza, pero sus palabras no eran tan mentiras después de todo. -¿Qué puedo hacer? Ahora no sé cómo sacármelo de encima.

 

-¿De verdad? –Ella miró a Ji, este estaba rojo a más no poder.

 

-No… él está mintiendo-

 

-¡Mira lo rojo que está! –Seung Hyun lo apuntó. -¡Le da pena admitirlo!

 

-Deja de molestar al pobre, Seung Hyun. No seas así. –La mujer se rió y entonces partió nuevamente a la cocina.

 

-Deberías ver tu cara –Seung Hyun se echó a reír.

 

Pero lejos de sentir enojo, Ji Yong estaba babeando. Nunca, en toda su vida, había visto una sonrisa tan preciosa como la de Seung Hyun. Tan perfecta. Y lo que era mejor, es que aquella sonrisa sí iba dirigida a él, él había sido el motivo. Quizás porque precisamente se estaba burlando de él, pero no le importó. Sus ojos eran pequeños, casi cerrados y sus labios se curvaban dejando ver sus muy cuidados dientes. No había anda más hermoso en ese preciso momento que Seung Hyun. Si el mayor supiera que hace unos minutos realmente había dicho algo que era cierto, realmente Ji se sentía enamorado ahora mismo.

 

-Vamos, siéntense y coman –la señora Dong tomó asiento y Seung Hyun instantáneamente se sentó junto a ella, Ji también lo hizo. –Menos mal que has venido, esta gente salió muy temprano a trabajar y me han dejado sola.

 

-Para que veas que buen novio soy, vengo a tomar desayuno contigo –Seung Hyun le guiñó un ojo, ella se echó a reír.

 

Ji Yong no podía evitar sonreír en todo momento. Era tan genial ver a Seung Hyung comportarse como un niño. Nunca lo imaginó y ahora que lo veía le entraban ganas de apretarle las mejillas. Ji Yong se sentía en tranquilidad, hace mucho tiempo no tenía un desayuno tan ligero y en compañía. Generalmente su padre salía temprano y su madre se mantenía siempre en silencio y luego se iba al trabajo. Al final Ji terminaba por comer algo en la universidad mientras conversaba con Daesung entre clases. Ji miraba a Seung Hyun, él ya no sonreía grandemente, pero se notaba tranquilo y cómodo. Sus ojos seguían siendo muy oscuros y dolorosos de ver, pero esta vez tenían un toque de brillo, como si se sintiera en paz después de mucho tiempo.

 

El tiempo transcurrió tranquilamente hasta que terminaron el desayuno. La señora Dong había dicho que Young Bae había ido a la academia temprano y que ella la próxima semana debía irse de gira. Ji Yong recordó que el moreno le había contado que sus padres trabajaban en el circo Du Soleil, lo que le parecía genial. Ella le contó a Ji Yong que en sus años de juventud también hacía trapecio como Seung Hyun, y que de vez en cuando todavía le gustaba hacerlo y escuchar los aplausos del público al verle. Ahora Ji entendía por qué ella se mantenía tan en forma, además de que el maquillaje que se aplican en los circos generalmente le hace ver mucho más jóvenes.

 

Seung Hyun se detuvo a darle un gran abrazo a su “novia” antes de irse. Ella le sonrió y le dijo que se cuidara. No sin antes decirle que le extrañaría durante todo el mes que no estaría.

 

Ji Yong sonreía de oreja a oreja, le encantaba la idea de andar viajando por el mundo mientras se hacían acrobacias. Miró a Seung Hyun, no sonreía, pero se le veía sereno. Llegaron al Rascacielos y Seung Hyun sacó las llaves para abrir la reja. Entraron tranquilamente y el mayor se dedicó a encender las luces del escenario mientras soltaba algunas cosas. Lo vio desatar algunas cuerdas y luego bajar la malla gigante. Ji Yong abrió mucho sus ojos al verla desplegarse. Seung Hyun la amarró con algunos cables y luego miró al menor mientras abría sus brazos y arqueaba una ceja.

 

-¿Listo para aprender?

 

Ji Yong sintió su corazón latir con fuerza.

 

-Sí… -No, no estaba listo, pero quería creer que sí. Seung Hyun sólo sonrió de medio lado y asintió.

 

-Bien, porque hoy no te vas hasta que te lances de allá arriba –Seung Hyun apuntó a la banca que colgaba de los andamios. No eran los trapecios, sino el lugar donde se ponían de pie para saltar a los trapecios. Ji Yong sintió miedo, ansiedad y nerviosismo al mismo tiempo al verlo ahí arriba. –Pero primero, debes cambiarte. No puedes subir con un pantalón de cuerpo apretadísimo. A pesar de que tu trasero se ve genial, pero si no quieres terminar con un calambre o un tirón, será mejor un cambio de ropa.

 

-¿Qué debo ponerme?

 

-Ven, acompáñame –Seung Hyun caminó hasta atrás, pasó las cortinas gigantes. Ji Yong se sentía realmente muy extasiado, era su primera vez tras bambalinas. Seung caminó un rato, Ji miraba por todas partes, cuando salieron de la carpa entraron a una casa rodante que se veía gigante. Ji Yong abrió mucho sus ojos, o sea, siempre imaginó esas cosas en los circos, pero cuando Young Bae le dijo que cada uno tenía su oficio y casas, pensó que no había de estas, pero ahora sabía que sí había. Seung Hyun abrió y entonces entraron. Ji Yong abrió mucho sus ojos, había demasiados trajes, un asiento y un espejo delante con muchas pinturas y cosas por el estilo. Había hasta un sillón, realmente era una casa rodante muy grande. Seung Hyun se sentó en el sofá y se cruzó de piernas. –Elige lo que quieras.

 

-E-está bien… -Ji Yong abría mucho sus ojos. Sólo necesita algo mientras, para aprender, no es como si tuviera que actuar de verdad, así que no necesitaba tanta producción. Ji Yong miró a Seung Hyun, ¿se suponía que se cambiara delante de él? Bueno, ya le había visto desnudo, pero… no era lo mismo. Ahora le daba mucha vergüenza.

 

-Al fondo hasta un probador. –Seung Hyun apuntó al lugar. Ji Yong agradeció mentalmente. Y se puso a buscar algo.

 

-¿Tú no te pondrás algo más? –Ji Yong preguntó.

 

-Yo estoy bien así, tengo pantalones de ejercicio –efectivamente Seung andaba con pantalones para ejercitar, no eran de los que se usan para una actuación, pero él estaba tan acostumbrado que no le hacían problema.

 

Ji Yong miró entre todo lo que había, eran en su mayoría todos enteros, como esos trajes que usan para patinar sobre hielo, al estilo de la ropa de bebé recién nacido. Ji se imaginaba que era todo demasiado apretado y apostaba con todas sus fuerzas que no se usaba ropa interior con ellos. Vio unos pantaloncillos, en realidad eran como calzas, bastante delgadas y apretadas, pero se veían coloridas, así que las tomó. Se pondría eso y se quedaría con su camiseta blanca puesta y ya.

 

Le tomó diez minutos en ponérselo. Realmente era demasiado apretado. Y realmente no podía ponerse ropa interior, ahora comprobaba su teoría de que no usan ropa interior cuando actúan. Se sentía un tanto incómodo, y ahora por ningún motivo quería salir así. Seung Hyun se burlaría, eso seguro. Menor mal que no uso uno de esos trajes enteros, porque sería mucho más vergonzoso.

 

-Ji, llevas demasiado tiempo ahí dentro –Escuchó al mayor caminar, entró en pánico.

 

-¡No vengas!

 

-¿Qué sucede?

 

-¡Que no vengas! –Ji Yong se hizo hacia atrás. -¡Ya no quiero hacerlo!

 

-Me rogaste que te enseñara y ahora no quieres, ¿qué rayos te pasa? ¿Eres bipolar? Puedo entenderlo.

 

-No seas idiota –Ji Yong bramó -¡No puedo salir así!

 

-¿Qué tiene?

 

-Que… ¡Que no puedo!

 

-¿Por qué?

 

-¡No me gusta como se ve! Es que es apretado y creo que la parte de abajo-

 

Ji no terminó de hablar cuando vio la cortina correrse. Cerró sus ojos con fuerza, como si pudiera esconderse de esa manera. Seung Hyun elevó sus cejas con sorpresa y se apoyó en el marco de la pared.

 

 

 

Notas finales:

Bien, espero que les haya gustado. Ya vamos conociendo un poco más al topo, poco a poco se vienen sabiendo más cosas y luego vienen más con respecto a la familia de Ji y muchas otras cosas. Necesitaremos pañuelos sbdhgsah <3 

 

Gracias por leer una vez más! <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).