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TAL VEZ EN OTRA VIDA por karenka sutcliff

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Notas del fanfic:

Hola mis corderitos, que tal les va?, ya vieron el nuevo musical?, fue genial, yo amo a Grell, así que me encantó que hicieran el musical de este arco, ahora espero que hagan algo bueno con el arco del Campania, sería genial.

Bueno, bueno, les traigo un nuevo fic, no está relacionado con mis historias anteriores y bueno es una nueva versión de algunos cánones pasados, esto obvio es Grelliam pero tiene un plus sobre el pasado de mis amados shinigamis William y Grell, espero les guste esta versión

La historia será corta, lamento tardar en publicar.


 

 


–¿Por qué no te acuerdas de mí? – Gritó William mientras tomaba a Grell por los hombros en un fuerte agarre, en su voz había algo de desesperación y tristeza.

Existe un motivo por el cual los shinigamis no deben tener sentimientos, incluso para los humanos el amor puede ser un error, un error fatal. Los grandes poetas siempre han descrito y comparado este sentimiento con el dolor, las tragedias románticas son las más populares entre los vivos.

Cualquiera que se atreva a experimentar este melancólico sentimiento, no encontrará más que la muerte. Un segador de vidas enamorado es un segador que no podrá culminar su trabajo, su amor le impedirá matar.

"Una vida a cambio de otra", es el circulo vicioso.

Existen humanos que llegan a vivir más de lo previsto, poco más de 100 años, mucha de su progenie ya habrá muerto hace tiempo pero ellos, mediocres y vetustos siguen respirando; estos humanos son los que tuvieron el privilegio de haber sido amados por un shinigami, su vida se alarga unos cuantos años más cómo consecuencia del sacrificio de la parca.

Después de todo, La Muerte no es más que un subordinado de Dios, debe obedecer o abstenerse a las consecuencias de su rebeldía.

….

William, shinigami graduado, con un año de experiencia en cosechas, envidiado, el mejor alumno, no hay mucho que decir en verdad, de su vida humana… bueno, ya no quedan recuerdos relevantes, Spears siempre solitario, su único interés es el trabajo, el amor nunca le sonrió. Hasta esa mañana.

Fue una misión de un mes; pero para que perder el tiempo estudiando a la víctima, después de todo ningún humano valía la pena, todos merecían morir y en su mayoría todos iban directo al infierno.

-Nombre: … curioso nombre, seguramente extranjera.

-Mujer

-20 años

-Huérfana, criada por su tío/tutor. Recibe constantes abusos y malos tratos por parte de este.

-Causa de la muerte: suicidio.

Desde que la vio quedó prendido de su belleza, su pálida piel a juego con sus ojos resaltando su cabello. Ella estaba al borde de quedar inconsciente debido a la pérdida de sangre. Su cuerpo y cabeza se hundían más y más en la bañera, ahora el agua se torna roja, tan roja como su cabello que se adhiere a su fino rostro cual sangre derramándose desde la coronilla hasta los tobillos, y es que es tan hermosa, tan roja.

William tiene que atravesar su corazón y juzgar si cinematic record, pero simplemente no puede, no hay necesidad. Ella NO morirá.

William se retiró uno de sus guantes, dejando así una de sus manos al descubierto, él sabe que está prohibido eso, pero realmente no le importa mucho. Ahora con sumo cuidado frota la pierna desnuda de la chica pelirroja con su mano, está helada y comienza a tornarse azulada. Frota desde la pantorrilla pasando por la rodilla hasta el muslo interno, repite el proceso, es tan suave. De pronto ella cierra los ojos, quizá para siempre, o tal vez no, los abre rápido y al principio con la mirada perdida hasta enfocar el rostro de la muerte.

–Estoy muerta– aseguró ella casi con alivio.

–No– respondió el shinigami quitando rápido su mano curiosa, no sintió vergüenza, mucho menos arrepentimiento. La chica suspiró con frustración.

–¿Quién eres?, ¿eres un ladrón? – cuestionó ella.

–Vine a juzgar tu alma– respondió con frialdad la muerte obscura sin emoción alguna en su rostro y voz.

–¿Qué eres? – dijo ella con fastidio, quería morir y este tipo sólo le quitaba el tiempo

–La muerte–

–Mátame entonces–

–No–

–¿Por qué no? – sus ojos la traicionaron y se pusieron en blanco, mandándola de nuevo al mundo de la inconsciencia.

–Volveré– susurró el moro al oído de la moribunda para en instantes desaparecer, en ese instante la puerta del cuarto de baño se abrió de golpe y la criada entró, los gritos de desesperación llenaron la casa.

William T. Spears no se presentó en su trabajo esa tarde, tenía que pensar en algo, no podía posponer una muerte así como así, sin una justificación, ella… después de todo no merecía seguir viviendo, no cambiaría el mundo, mañana segaría su vida, no se dejaría llevar por un simple capricho.

…..

–¿Qué tengo que hacer para que regreses? – Cuestionó la pelirroja al ver en sus brazos las marcas del día anterior. Una idea.

Ella se acercó a la ventana, sentándose en el alfeizar con mucho cuidado de no caer antes de tiempo, tenía que verlo.

–Sí mueres no es seguro que venga yo personalmente a cosechar tu alma, cualquier otro shinigami podría venir, yo tengo más trabajo– aquella voz estoica y fría le caló los huesos erizando su nívea piel.

–Tan cruel–

–¿Cuál es tu nombre? – pidió ella con una sonrisa coqueta.

–William– dijo cortante, ella sonrió más ampliamente y acarició la mejilla de la parca.

–Él me hace daño Will– murmuró la pelirroja.

–¿Por qué no me llevas contigo? – preguntó la joven esperanzada.

–Si te mato, no volverás a verme–

Ella agachó la mirada con tristeza.

–Tienes que matarla– dijo el peliplata con una sonrisa mientras ajustaba sus gafas, William simplemente desvió la mirada.

–El amor es terrible ¿verdad?, pero vivir sin amor es horrible hehehe.

–Si la salvas tú mueres y la verdad… ¿Qué sentido tiene morir por quien amas si no estarás a su lado? Es estúpido ¿no crees?

–Mátala– concluyó el longevo segador.

–Si no la matas tú, de todos modos mandarán a alguien más para cosechar su alma. No puedes evitarlo.

Las semanas han pasado y la cosecha no ha sido llevada a cabo, algo no está del todo bien, nadie le ha cuestionado a William sobre su misión, quizá se deba a las influencias de su cada día más loco superior, el hombre tenía razón, el amor era algo para perder la cordura y el buen juicio.

Ella se había vuelto un capricho, sí William estaba encaprichado como un niño con un juguete nuevo. Sin embargo ese nombre sigue en su lista de la muerte.

Grell Sutcliff tiene que morir.

…..


 

Notas finales:

 

…..


NOS VEMOS EN EL PROX. CAPÍTULO

OS AMO


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