-¡¡Noche de película!!-
Dick –Richard John Grayson- sonríe demasiado, les recuerda a Gabe, antes de lo de Lucifer, mucho antes que eso. Cuando su Padre estaba en casa, cuando los ángeles apenas crecían en el jardín.
-Dick, si todas las noches son de película, no hay nada especial en ello-
Jason- Jason Peter Todd- está lleno de ira, como Raphael esta últimamente. Odiando a todo lo demás. A los humanos, a los demonios, a los ángeles. A todos a su alrededor. Después de todo él nunca fue el más feliz de los 4.
-Jason, deja a tu hermano en paz-
Bruce Wayne, es su Padre en todo sentido y a la vez no. Él los trata como soldados casi todo el tiempo. Pero de vez en cuando se ve su faceta humana y trata de dar confort a sus hijos, de una manera que incomoda a todos pero están conscientes de que la intención es lo que cuenta.
-Hey, Timmy… ¿estas con nosotros?-y Tim reacciona para ver la mirada algo preocupada de su hermano mayor. -Sí, él es el menor ahora.-
-¿eh? Sí. Lo siento. Solo pensaba… sobre qué película elegirás ahora-
-¡oh! Pues… tengo muchas opciones-
Y Dick vuelve a divagar sobre cual saga seria la siguiente que verían, mientras Jason suspira con cansancio y Bruce solo roda los ojos.
Entonces vuelve la mirada a su hermano menor, Damian –Lucifer- para sonreír levemente y dirigirse a lado de él, tomando su lugar-como era antes-
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-Morning Star*-dice el mayor en un susurro muy cerca de su oído mientras acaricia su cabello por detrás.
Damian no quiere levantarse. Simplemente quiere quedarse allí. En la cama de Tim, con el departamento en silencio. Pero sabe que no puede.
No cuando Alfred entra a su habitación a las 8:00 para llevarle el desayuno. Debe de estar allí antes de que alguien note que no está en su habitación en la mansión. Porque Lucifer y Michael pueden ser amantes. Pero Damian y Tim son los hermanos que apenas se soportan. Y no es que Mike y Luci no se soporten a veces. Es solo que tratan de no actuar como los hermanos que son. -Los que se traicionaron una vez.-
No cuando están en Gotham.
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No es como si ellos se hubieran imaginado terminar así. -en una ciudad, rodeado de humanos-
Ni siquiera hubieran imaginado que ellos terminarían siendo humanos –no realmente. Aún tenían algo de su gracia-
Lo último que Lucifer recuerda es ser expulsado al infierno, por su hermano Michael. Que su Padre le arrebatara su gracia y la encerrara en la caja.
Obviamente eso no ocurrió. Cayo, pero no de la forma que se suponía.
Recuerda haber nacido, recuerda haber sido llamado como Damian… Damian (Wayne) Al ghul. Recuerda sus primeros años con la Liga. Recuerda su encuentro con su padre. Recuerda a Grayson, Todd, Brown, Cain, Pennyworth y Drake.
Después, en una misión en la que intervenía su abuelo, se encontró en El Cairo.
Toco algo que no debía y de repente recordó cosas más atrás de su tiempo.
A Dios, la creación, los ángeles, sus hermanos. Michael.
Michael.
Y es cuando supo lo cruel que podría ser su Padre. No con él… si no con Michael.
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Lo último que Michael recuerda es a Padre e Hijo viajar al Cairo para detener los planes de Ra’s Al Ghul.
Lo primero que recuerda –lo importante, por lo menos- es a su Padre diciendo que ahora tendría que cuidar a su hermano, Luzbel.
Y lo había hecho, al principio de los tiempos. Y ahora en esos momentos.
Cuando Batman & Robin regresaron. Sabía que algo había cambiado. No sabía cuánto hasta que ambos estaban presionados uno contra el otro en la habitación de Damian –Lucifer-.
Porque su Padre les dijo que tenían que amarse unos a los otros. -Saben perfectamente que no se refería a eso- Pero ahora eran más humanos que arcángeles. Y si los mando a estar juntos, era por algo.