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Tu Precio por Anita_Black

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"Jarvis, cierra las cortinas."

 

Jarvis tomó el dispositivo a control remoto y la habitación volvió a una dolorosa penumbra. Dejó el dispositivo de nuevo en la mesita de noche y siguió acariciando los cabellos castaños de Tony. El millonario tenía la cabeza apoyada en las piernas de su fiel amigo (para él más allá de un simple mayordomo) y las piernas en el suelo alfombrado de su habitación. Jarvis estaba sentado en la cama. Habían adoptado esa posición muchas horas antes, y aunque él le hubiera insistido a Tony que se acostara en la cama no lo logró; pensó con mucho pesar que últimamente no lograba muchas cosas con Tony, por ejemplo sacarlo de ese espantoso hoyo depresivo en el que estaba.

 

"Deberías comer algo", susurró sin dejar sus caricias. "El doctor Odinson no llegará hasta después de medio día, puedes comer algo ligero ahora."

 

"No tengo hambre", musitó Tony mirando a la nada.

 

"Tony, te estás matando de la forma más cruel."

 

"Tienes razón", sonrió Tony. "Tal vez lo mejor sea lanzarme desde la terraza. ¿Te imaginas? Sería un rápido y gran final, los periódicos mostrarían las fotografías de mi cuerpo destrozado en la acera, bajo mi imperio…"

 

"Deja de decir estupideces", reprochó Jarvis.

 

"Ni para eso soy libre, ¿verdad? Tampoco para decidir si quiero seguir viviendo o no. O tal vez sí, tal vez podría escaparme de Odinson y sus agujas y sus exámenes y dejar que la mierda que tengo me mate lentamente…"

 

Jarvis tragó en seco y cerró los ojos. Se sentía tan culpable. Era cierto que sospechaban que algo estaba afectado a Tony, pero ninguno había tomado aquello tan en serio. Lo único que había hecho era despedir a todos los domésticos de planta, menos a Happy, él quería sinceramente a Tony.

 

"En serio, J, me siento escoria. Steve cree que disfruto esto, que no me duele saber que está en mi propia casa compartiendo habitación con un… Cree que nunca me dolió que hablara de su amor pasado frente a mí, que así como yo acabé con esta relación con mi indiferencia él ayudó con su fantasma. Y ahora… y ahora está ese chico", Tony se interrumpió para reír un poco. "Es muy lindo, ¿sabes? Fue lo primero que pensé cuando lo vi en ese asqueroso bar. ¿Ya lo viste, cierto? Tiene unos grandes ojos tristes, y unos rizos que invitan a pasar los dedos por ellos… Y sus labios… ¿Y yo que vi, J? Vi un cuerpo dispuesto a satisfacer mis necesidades. Te juro que no pensé en lastimarlo tanto… y él lloraba y a mi no me importó porque si yo sufro él también tenía que sufrir… Soy un hijo de puta, ¿verdad? La chica tiene razón, debió partirme la cara hasta que ya no fuera reconocible para mí mismo. Tendré que verlo, ¿sabes? Y no quiero. Tiene tanto miedo y yo… "

 

Jarvis detuvo sus caricias y levantó el mentón de Tony. Y el corazón se le partió. Un par de lágrimas resbalaban por las mejillas de quién era como su hijo y a quién había cuidado como tal. ¡Qué fracaso! Porque Howard Stark le había pedido cuando Tony era solamente una bolita de carne salida de Maria Stark que si algún día ellos faltaban él le enseñara el camino correcto a Tony. ¿Y qué había hecho? Lo había alentado en sus travesuras más crueles, le había ensalzado sus caprichos. Tony no era malo, pero había demasiado rencor en su alma, uno que él, Jarvis, no había sabido sacar de raíz.

 

Limpió esas lágrimas con sus dedos y se incorporó de la cama sólo para sentarse junto a Tony en el suelo.

 

"¿Es difícil, J? ¿Es difícil pedir perdón? ¿Porque si no lo es entonces por qué yo no puedo hacerlo?"

 

"Porque primero tienes que perdonar tú."

 

"Tampoco puedo hacerlo", susurró Tony finalmente.

 

***

 

No perdía detalle de la forma curvada de aquellas pestañas rubias. La luz del amanecer que apenas se filtraba por las ventanas les daba puntos luminosos a ellas y a los cabellos cortos que apenas se habían despeinado durante la noche. Una ligera manta cubría el cuerpo hasta la cintura, teniendo como fondo la tela oscura del amplio sillón donde había pasado la noche.

 

Sus ojos recorrieron el resto de esa cara de agraciadas facciones y él sonrió de medio lado. Sí lo recordaba. En algún rincón de su mente estaba esa imagen de Steve dormido. Sólo que en sus recuerdos estropeados era a su lado. Fragmentos de un cristal que tenía que volver a unir para poder estar en paz y dar respuesta a la pregunta más inmediata ahora mismo: ¿Cuál era su relación con el otro?

 

Steve había dicho que había llorado sobre una tumba vacía. Se llora por un amigo, ¿cierto? Se llora por la pérdida de alguien a quien amas profundamente. Steve lo amaba y aunque no quisiera tenía que aceptar que era de manera romántica. Y entonces James se sintió mierda.

 

Porque él no podía corresponder al anhelo amoroso en esos ojos azules; lo que ahora le llenaba el corazón respecto al rubio era gratitud, no amor. ¿Cómo podía amar a alguien después de tanto tiempo? Más aún cuando había pasado años con el vacío de su mente como único sentimiento; peor aún cuando él se había pasado todos esos años entregándose a la lujuria por dinero mientras que el otro se había hasta casado y tenía una vida hecha.

 

No quería decepcionar a Steve pero mucho menos darle falsas esperanzas en algo que posiblemente nunca iban a recuperar. Había demasiado tiempo de por medio, otras gentes. Stark por ejemplo, y en su memoria inmediata un montón de rostros y cuerpos sin nombre bajo su merced… Y entonces pensó en ese pasado junto a Steve. ¿Qué tenían juntos? ¿Una relación amorosa? ¿Habían tenido intimidad? ¿Sus manos había recorrido ese cuerpo bien formado, sus labios había besado esos labios…? ¿Quién…?

 

"Buenos días, ¿dormiste bien?"

 

El corazón de James comenzó a palpitar un poco más rápido. La cara soñolienta de Steve era maravillosa, como si la hubiera admirado ya un montón de veces. Mintió y asintió sobre la almohada.

 

"Hay muchas cosas que hacer. Ir con el Coronel Fury es el primer paso", le instruyó Steve poniéndose de pie para estirarse.

 

Y James no perdió detalle de ese cuerpo.

 

***

 

Dio una espectacular mordida a su emparedado y atravesó sin mucha delicadeza la desvencijada puerta de su despacho en un viejo edificio de Queens. Dejó su chaqueta en el perchero.

 

"¿Qué noticias me tienes, Phil?", preguntó Clint sorbiendo ahora en un vaso de plástico su café express.

 

Phil Coulson levantó la vista de su computador con el ceño fruncido.

 

"¡Oh! Tuve un estupendo fin de semana y una noche maravillosa clavado en este asiento, gracias por preguntar", fue la respuesta del único socio de Clint. El único en quien confiaba para los casos más peliagudos.

 

Clint dejó su portafolios en su respectivo escritorio y sonrió a su amigo.

 

"Te traje una rosquilla."

 

Phil hizo una mueca pero arrebató la bolsa de papel para sacar la rosquilla. Le hizo una seña con la cabeza a Barton para que éste leyera la información que había hackeado.

 

La expresión de Clint fue cambiando conforme iba leyendo.

 

"Uno de los grandes sucios secretos del Ejército… ¿Estás seguro de querer meterte en esto?", inquirió Phil mascando su rosquilla, sin dejar de observar el profundo ceño en la frente de Clint.

 

"¿Qué ubicación tiene actualmente Thadeuss Ross?"

 

"Es General de la Base Área Bolling, en Washington. Fue comandado ahí en 2011, después de su fracaso con el Proyecto Gamma al que supuestamente se le dio carpetazo. Bruce Banner no está en los archivos oficiales, pero en estos sí…", señaló la pantalla.

 

"¿Se menciona algo sobre Elizabeth Ross?"

 

"Paradero desconocido."

 

Clint asintió y siguió leyendo el archivo, mirando las fotografías y videos. Phil se puso de pie para tirar la bolsa y la servilleta una vez acabó con su rosquilla. Para cuando volvió a mirar a Clint éste le veía a él con la boca abierta.

 

"Sí. Experimentación ilegal con seres humanos. Bruce Banner fue una de las ratas de laboratorio, y por lo que dices, el único sobreviviente. Por eso Ross lo está cazando, su carrera y reputación se irán a la mierda si esto se sabe, además destaparás una cloaca que no creo que quieras destapar. Estamos hablando de algo muy grave."

 

Clint apretó los labios y pellizcó el puente de su nariz. Se repuso casi enseguida parándose para tomar la chaqueta doblada que había puesto en el perchero.

 

"Quiero toda la información que puedas conseguir de Banner. Historial académico, médico, el número de zapatos que usa, todo", pidió Clint tomando el pomo para salir del despacho.

 

"Clint, ¿estás seguro de querer hacer esto?", advirtió Phil.

 

"Tú también lo estarías si los conocieras", zanjó Clint antes de desaparecer.

 

Phil tardó un momento en procesar lo dicho por el otro. ¿Si los conocieras?

 

***

 

Jane Foster tenía la boca abierta y las cejas muy juntas mientras pasaba las fotografías que su prometido había tomado con su celular. Thor, frente a ella en la cafetería del hospital, esperaba su reacción.

 

"¡Stark es un…!"

 

"Ya lo sé", suspiró Thor interrumpiéndola.

 

"¿¡Pero por qué no llevaste esto a la policía, Thor!? ¡Es violación y agravada!"

 

"Porque Stark está prácticamente amenazado de muerte y ahora también éste chico. Por eso te pedí que me ayudaras con los análisis, tú eres más apta en eso que yo. Según Steve y el investigador privado alguien intenta asesinar a Anthony, y no lo has visto últimamente, en serio se ve mal. Ayer se le cerró la garganta, es obviamente una toxina", explicó Thor sorbiendo su café.

 

"¿Y éste chico…?"

 

"Se llama Bruce. Está en la torre Stark para que le haga también los exámenes. En cuanto resolvamos esto esa evidencia irá a la policía".

 

Jane resopló negando con la cabeza.

 

"Así que por eso no supimos nada de ti durante el fin de semana."

 

"Sí. Para serte sincero mi intención era escaparme un par de días, pero todo se complicó y ya ves."

 

"Pues todo seguirá complicándose, porque tu madre sigue insistiendo con que debo viajar a Australia para los detalles de la boda", sonrió Jane con pena. Thor desvió la mirada y Jane le tomó una mano. "Sigo pensando que de todas las ideas locas que se te han pasado por la mente, ésta es la peor. Thor, algún día encontrarás a alguien de quién enamorarte, y no podemos seguir fingiendo ante tus padres y ante una sociedad a la que tú eres el que teme y no al revés."

 

"No quiero decepcionarlos…"

 

"¿Decepcionarlos? ¿Hola? Eres un gran médico, director de un Hospital reconocido en Manhattan, eres un gran hombre y un gran hijo. El hecho de que tengas otras preferencias no te va hacer menos ante nadie. Y no es justo que por ese absurdo temor no hagas una vida plena a lado de alguien que valga la pena."

 

"Tampoco es justo arrastrarte conmigo en esto, Jane. En serio lamento que esto se haya desbordado…"

 

"Oye, ¿de verdad crees que esto me afecta? Soy la envidia de medio Nueva York", sonrió Jane con el único afán de hacer sonreír también a Thor.

 

Y lo logró. El rubio sonrió y besó la mano que aprisionaba la suya. Amaba a Jane Foster, pero no como mujer. Si ella conociera a su padre y los terribles prejuicios que tenía... Por eso él había llegado a los Estados Unidos, para intentar ser libre. No lo había logrado, aún tenía miedo, y eso lo hacía sentirse patético.

 

"Bueno, cambiemos el tema", amplió su sonrisa Jane. "Si tienes listas las muestras de sangre y orina esta misma tarde podremos comenzar a analizarlas."

 

"Si tienes tiempo."

 

"Claro, pero igual no mucho. Se supone que Erik llegaría hoy para integrarse a Hyden, pero no ha dado señales de vida. Darcy conjeturó que seguramente debe estar hasta las manitas en algún lugar del Atlántico."

 

"Mientras sea en una isla y no en pleno mar abierto…", rió Thor.

 

***

 

Tenía la boca patosa y un horrible dolor de cabeza que le taladró las sienes apenas abrió los ojos. Y las náuseas… Gimió patéticamente y se giró en la cama. Los cabellos negros que se encontró de frente le hicieron fruncir el ceño. ¡Mierda! Se había llevado a una chica a la cama y ni siquiera lo recordaba. En serio debería pensar en dejar de beber de esa manera cuando tenía la oportunidad, pero pocas veces tenía la oportunidad.

 

"¡Arg! Haz el favor de ir a ducharte, ¿quieres? Apestas a alcohol y sudor."

 

Erik abrió los ojos como platos al escuchar la voz masculina. ¡Ay, no! ¿Se había equivocado otra vez? Se incorporó rápidamente en la cama aunque todo le dio vueltas y giró sin delicadeza a… el chico que estaba echado a su lado.

 

"¿Loki?", inquirió cuando vio esa mueca de molestia. De pronto recordó entre nubes que se había topado con Loki la noche anterior. "Dime por favor que sólo platicamos como la vez anterior…", balbuceó mirándose el cuerpo para comprobar que sus ropas seguían en su lugar.

 

"No, no platicamos", sonrió Loki perversamente, incorporándose también mientras se alisaba el cabello.

 

"¿No… no platicamos? ¿En-entonces…?"

 

Y Loki comenzó a reír.

 

"¡Mírate, Erik! ¿Tanto asco te doy?"

 

"No digas tonterías, sabes que no. Es sólo que a mí me gustan las mujeres, es todo.", se indignó Erik. "¿Cómo demonios llegamos aquí y por qué estás en mi cama?"

 

Loki se dejó caer pesadamente en el colchón.

 

"Nos encontramos por casualidad fuera de la cantina del centro. Estabas cayéndote de borracho, así que te acompañé y luego, como el troglodita embotado de tequila que eres, me aplastaste y ya no me pude escapar."

 

"Oh… lo siento."

 

"No te disculpes. Dormí en un colchón suavecito, para variar. Conservaré ese detalle en mi memoria, porque como no llegué al bar Banks seguramente me castigará y si tengo suerte me quedaré en el suelo del almacén."

 

"¿Te castiga si no llegas?", inquirió Erik masajéandose las sienes, frunciendo el ceño.

 

Loki se encogió de hombros con una mueca de pena que conmovió a Erik.

 

"Entonces te devolveré el favor, te acompañaré de vuelta al bar y le explicaremos al viejo rabo verde que hiciste una visita a domicilio… bueno, a hotelicilio."

 

"Te lo agradezco, pero no funcionará. Nos tiene prohibido hacer visitas a… hotelicilio… cobra también por las habitaciones, ¿recuerdas?"

 

"¿Y entonces qué hacemos?", preguntó Erik.

 

Loki lo miró y vio la genuina preocupación en ese hombre. Comenzaba a sentirse incómodo por la actuación que estaba haciendo, aprovechándose de un buen y noble personaje como lo era Erik Selvig. Pero…

 

Se levantó de la cama y se acomodó las ropas arrugadas. Puso un gesto abatido y se encaminó a la puerta de la habitación. Se giró antes para ver a Erik.

 

"No hay nada que hacer, Erik. Me condené, ya no importa…"

 

"Espera, Loki."

 

***

 

Pepper tragó el agua para pasar el par de pastillas contra el dolor de cabeza. Había decidido no quedarse en el penthouse aunque Jarvis se lo hubiera ofrecido. Por más que quisiera estar a lado de Tony ahora el turno de Jarvis. Se había asegurado sin embargo de pedirle a Steve la noche anterior que confirmara la asistencia de Sam a la torre para que hablara con Tony, y es que Steve parecía haber perdido todo interés en lo que pasaba con Tony ahora que tenía a su lado a ese chico que creía era James. Ella seguía sin convencerse de que fuera realmente Bucky. Como fuera, Steve estaba de lo más egoísta y aunque intentara ella misma convencerse de que el rubio también tenía sus problemas, le parecía injusto.

 

Meneó la cabeza y caminó hasta su oficina. Suspiró pensando que ella también tenía sus problemas, como el asegurarse de seguir manteniendo el imperio Stark intacto aún con todos los altibajos que se le habían venido encima desde el secuestro. Tony se había negado a seguir financiando la investigación armamentista y ello había significado una baja en las acciones y el rompimiento con la Armada. Y por supuesto, Tony no tenía ánimos para inventar nada más. Ella creía que la idea de la Energía Limpia era la respuesta, pero su amigo ni siquiera pisaba el taller si no era para crear robots que le sirvieran margaritas.

 

Iba a empujar la puerta cuando escuchó la voz de Obi. ¡Vaya! Al menos contaba con él. Para no interrumpirle se quedó en el umbral, se adentraría cuando el hombre dejara el teléfono.

 

"¿Ya lo descifraste, Justin? A que es lo más impresionante que has visto en tu vida. ¡Oh, vamos! Tú que te jactas de ser más inteligente que Anthony… ¿ahora resulta que no eres capaz de resolverlo? Esto nos hará ricos e Industrias Stark se irá al infierno junto con su dueño…"

 

Pepper ahogó un jadeo. ¿Justin? ¿Obadiah estaba hablando con Justin Hammer? No podía ser… ¡El USB! ¡Toda la maldita información de Energía Limpia estaba en el USB! ¿Por qué, Obi?

 

Temblando, Pepper se giró y se encaminó al pasillo a paso rápido. Ni siquiera respondió el saludo de Christine, su secretaria, porque ya tenía el teléfono en la oreja.

 

"Rhodes, necesito tu ayuda", dijo al teléfono con la voz temblorosa.

 

Obadiah se interrumpió y dejó de sonreír cuando escuchó los tacones en el pasillo. Casi corrió a la puerta pero a la única que vio fue a la secretaria de Potts que refunfuñaba sobre jefes mal educados.

 

***

 

"Gracias, Jarvis", sonrió Steve cuando éste le sirvió el desayuno en el comedor.

 

Jarvis asintió y miró de reojo al chico de cabellos rizados que apenas si había tocado la comida con el tenedor, a la chica pelirroja que comía sin mucha educación y al chico de cabellos recogidos en una coleta que parecía asustado de estar ahí.

 

Había logrado que Tony durmiera en la cama por fin, y después tuvo una larga charla con Steve. Debía tratar a esos chicos como invitados. Jarvis se resignó a hacerlo, porque también comprendía que lo que había hecho Tony no era digno de aplaudirse, y se veía en la incomodidad de… Bruce, así era como se llamaba el chico. Era por eso también que Steve se había encargado de convencerlos de que desayunaran con él en el comedor, para no apartarlos, asegurándoles que Anthony no estaría presente.

 

"Joven Bruce, el doctor Odinson fue muy claro en su alimentación. Coma por favor."

 

Bruce le miró con una mueca, pero comenzó a comer el desayuno ligero que el médico había sugerido.

 

"Oye, ¿tienes más de esto?", inquirió la pelirroja enseñándole su plato casi vacío.

 

"Por supuesto, señorita", respondió Jarvis. Ella iba a ser un dolor de cabeza.

 

La presencia de Steve era incómoda por donde se viera. Pero les hablaba casi condescendientemente. Les explicó que él se marcharía con James y que pronto arribarían Thor y Clint. Más tarde llegaría Sam Wilson, un gran amigo y psicoanalista, y que ya había concertado que hablara con Bruce.

 

Bruce apretó el tenedor en su mano. ¿Hablar con un psicoanalista? ¿Para qué? Pero no se atrevió a preguntar y Steve no dio más explicaciones.

 

Después del medio día Bruce ya estaban el la sala que se había acondicionado para hacer los exámenes. Thor estaba etiquetando su muestra de orina y ya tenía listas las agujas para la extracción de sangre.

 

Fue entonces que Stark hizo su aparición y el ambiente se tensó como siempre que el millonario hacia acto de presencia. Entregó su muestra de orina a Thor y éste la recibió señalándole un asiento y Tony lo tomó petulante, consciente de que era él contra todo el mundo, incluso contra Barton porque éste también le había dado la espalda al parecer, eso era lo que lograban unas buenas curvas, pensó desdeñosamente cuando lo vio mirar a la pelirroja fuera de la sala. Y entonces miró de nuevo a Bruce, que tenía el torso descubierto porque Thor había revisado su corazón, sus pulmones y presión.

 

Bruce le miró un momento, clavando los ojos marrones en los suyos. Indescifrables y hermosos. Pero pronto Bruce bajó la mirada y se movió de lado. Y entonces Tony sintió una punzada en el pecho cuando alcanzó a ver las marcas que sus propios dientes habían dejado en esa espalda; los moretones de intensa coloración y la manera en que el chico se contraía un poco en el asiento. Seguía adolorido.

 

Natasha se mordió el interior de una mejilla para no hacer un escándalo. Ella había sugerido que no se hiciera la extracción de sangre al mismo tiempo, pero Thor había argumentado que entre más pronto tuviera los resultados más pronto se acabaría esto. Barton estuvo de acuerdo y hasta Bruce, así que ella no pudo evitarlo. No quería que Bruce estuviera cerca de ese bastardo y sin embargo era inevitable. Ella y el detective esperaban fuera, y cuando Stark apareció lo miró horriblemente, cosa que ni siquiera inmutó al millonario.

 

Thor hizo su trabajo impecablemente, conectó la sonda primero en Anthony, con cuidado pero mecánicamente. Con Bruce en cambio lo hizo con delicadeza y le obsequió una sonrisa tranquilizadora que el chico correspondió. A Tony no le pasó desapercibido ese gesto y los miró entrecerrando los ojos. Lo dicho, como un jodido animalito que necesitaba unas cuantas caricias para mostrar entrega.

 

En un momento dado Thor atendió una llamada de su celular, así que les dio la espalda. Bruce se atrevió a mirar de reojo a Tony porque sentía su insondable mirada sobre él. Tony aprovechó y le mando un beso con una mueca burlona. Está vez Bruce le miró de lleno, con el ceño fruncido, y Tony lo consideró una victoria.

 

***

 

"Coronel Fury", saludó Steve en la oficina de su superior.

 

"Capitán Rogers. No creí verlo tan pronto, su brigada todavía está en descanso", respondió Nicholas J. Fury con media sonrisa, alzando la ceja sobre su único ojo.

 

"Necesito hablar con usted y solicitar su ayuda. Sobre el Sargento Barnes."

 

Fury alzó más la ceja.

 

"¿Encontró algo?", inquirió intentando mostrarse interesado. Sabía que Rogers seguía en la búsqueda de los restos de Barnes, era algo más bien personal y que él ya había dado por perdido prácticamente desde que se anunció la baja de Barnes. Por consideración a quién había sido un héroe en aquella guerra el caso seguía abierto, incluso aunque hubiera una tumba simbólica en el Cementerio Nacional.

 

Para su sorpresa, Steve sonrió ampliamente.

 

"Algo mejor que eso. Lo encontré a él", dijo y en un momento abrió la puerta de la oficina para pedirle a James que ingresara.

 

Fury frunció esta vez el ceño. El hombre a lado de Rogers le miraba asustado. La ropa de civil no era suya, obviamente, y el cabello amarrado en una coleta desentonaba con lo que debería ser un soldado.

 

"Coronel Fury, el Coronel Phillips solicita audiencia privada con usted…"

 

Los tres hombres miraron a Peggy Carter, agente especial de la Armada y mano derecha del Coronel Chester Phillips y, por supuesto, amiga de Steve. Ella se había interrumpido cuando vio a James, tiró los papeles que tenía en las manos y se las llevó a la boca.

 

"¿Bucky?", preguntó asombrada. "¡Oh, Dios! ¿Bucky, eres tú?"

 

Si Fury necesitaba una confirmación era esa. Margaret Carter había estado muy unida a Rogers y a Barnes.

 

"Será mejor que nos explique cómo sucedió esto, Capitán Rogers. Agente Carter, cualquier cosa que necesite el Coronel Phillips puede esperar."

 

James se dejó guiar por Steve para tomar asiento frente al escritorio y no vio venir el fuerte abrazo del que fue preso cuando la mujer se le abalanzó. Sin embargo para él también fue una confirmación de que estaba en el lugar correcto.

 

"Las muestras efusivas después, Peggy. James tiene una condición… seria", sonrió tristemente Steve.

 

Fury volvió a enarcar la ceja.

 

***

 

"¿Y bien?", inquirió Clint en la habitación de Bruce y Natasha. Estaba sentado en el sofá y ellos en la cama, Thor caminaba en círculos viendo la tablet de Barton.

 

"Ya le expliqué todo en Tórtola", comenzó Bruce sin mirar a nadie. "Betty me ayudó a escapar y la condené, eso es todo lo que sé… Y que Ross me matará en cuanto me atrape."

 

"¿Por esto te negaste a hablar con el psicoanalista?", preguntó entonces Thor. Parecía tranquilo, pero ahora todavía más suave al hablarle a Bruce.

 

"No tengo que hablar con un psicoanalista", refutó Bruce mirándolo ahora sí. "No perdí la razón…"

 

"No se trata de eso, Bruce. Puede ayudarte a superar esto y lo que acabas de pasar con Stark."

 

Bruce suspiró.

 

"¿Por qué siguen insistiendo en que fue una violación? No lo fue. Yo accedí a acostarme con él y además le robé, estamos a mano."

 

"¿Quieres en serio que te golpeé, verdad?", reprochó Natasha, pero Barton la miró y negó la cabeza.

 

Era obvio que Bruce estaba en negación y presionarlo ahora no sería adecuado. Thor también lo entendía y sólo apretó un hombro de Bruce. Fue comprensible entonces el por qué no huía del contacto físico de alguien más, ni se alteraba demasiado al estar cerca de Anthony. Para Bruce no era violación y punto; eso era positivo por un lado, pero no dejaba de ser un crimen por el que el millonario tenía que pagar.

 

Lo que ninguno sabía era que Tony lo estaba pagando ya.

 

"¿Comprendes que lo hiciste fue… abominable, cierto?"

 

Tony centró su mirada en Sam Wilson. Estaban en la sala, donde improvisaban terapias de emergencia, como las catalogaba Sam.

 

"¿Qué quieres que te diga, Wilson? Oh, sí, soy el Lucifer en la Tierra y ese chico un ángel al que…

 

"Tony, basta de tu sarcasmo. Conmigo no funciona y lo sabes."

 

"¿Sabes qué? Mejor deberías irte a terapiar al maniquí que tiene Steve por novio. ¿Ya te lo contó? Según él encontró a su amor perdido, y eso no es todo… Me encantará la cara que pondrá cuando le diga que es el tipo que Obadiah se llevó a la cama en Tórtola. Me pregunto quién se follará a quién."

 

"¿Podemos volver a tu situación?", inquirió Sam fastidiado. Era ya una lucha personal el lograr alguna vez que Tony se tomara esto en serio. De verdad quería ayudarlo.

 

Tony iba a contestar, pero Jarvis entró apresurado a la sala.

 

"Lo siento mucho, doctor Wilson. Tony, Happy llamó, ocurrió un asesinato en la la planta 100 y no puedo localizar a Pepper."

 

***

 

"Creo que lo más conveniente es que te quedes aquí a partir de ahora. Mañana comenzaran a hacerte otras pruebas y quiero llevarte a Brooklyn", sonrió Steve.

 

James miró a su alrededor, el lujo de ese departamento no era tan ostentoso como el del penthouse en la torre Stark, pero era refinado y amplio. Devolvió la mirada a Steve y asintió dejando las bolsas de compras que habían hecho.

 

Habían pasado muchas horas en West Point con el Coronel Fury, le habían sacado muestras de ADN a James por puro protocolo, así como exámenes físicos básicos. Cuando al fin terminaron con todo eso regresaron a Manhattan para comprarle ropa a James y algo de comida para el departamento. Era el de soltero de Steve.

 

El tiempo pasó mientras Bucky le contaba a Steve lo que recordaba y la razón por la que su brazo izquierdo no era del todo funcional. Su nervios se habían visto afectados aunque la reconstrucción había sido muy buena. Y entonces Steve comenzó a acariciar ese brazo y repasar las cicatrices. James se tensó un poco pero no rechazó el contacto, era extraño el cómo no sentía incomodidad si el rubio lo tocaba.

 

Y Steve no podía más. Se había controlado desde que lo vio, pero ahora que lo tenía tan cerca, que estaban completamente solos… Se acercó lentamente y James entró como en un trance viendo los labios de Steve cada vez más cerca… tan cerca…

 

El primer contacto fue torpe, pero pronto se acoplaron uno al otro. Era como si lo hubieran hecho un millón de veces antes. Y seguramente así era. Steve pasó una mano por los largos cabellos de James, deshaciendo la coleta, ayudándose de su peso para recostarse encima del otro en el sofá. James no se estaba entregando plenamente, pero no rechazaba el beso y eso era más de lo que pudiera haber esperado. Las manos de Steve acariciaban todo a su paso, abrió las piernas de Bucky para colocarse en medio de ellas, bajó una mano hasta tocar una nalga… Y fue separado abruptamente.

 

James se levantó agitado, mirándolo con los ojos grises muy abiertos y las pupilas dilatas.

 

"No puedo", balbuceó.

 

Y Steve volvió a la dolorosa realidad. El que tenía enfrente no era su Bucky, todavía no. Asintió resignado y se levantó para abrazar al otro.

 

"Lo sé. Sólo quiero que sepas que te amo, que nunca dejé de amarte. Siempre guardé la esperanza, siempre."

 

James apretó los ojos y correspondió al fin al abrazo. Le gustaba tocar y sentirse tocado por el rubio. Pero no podía…

 

***

 

"¡Vaya! No hay nadie, en serio. Ni ese mayordomo estirado."

 

Bruce miró a Natasha desde el alféizar, al parecer había encontrado un rincón favorito en su lujosa prisión. Se encogió de hombros. Natasha tuvo una idea para sacar a Bruce de su horrible letargo.

 

"¿Quieres explorar un poco?"

 

"No..."

 

"¡Vamos, Bruce! Estoy aburrida". Bruce iba a decirle que viera la televisión, pero ella le estaba sonriendo. "A que no sabes lo que descubrí bajando las escaleras de emergencia… un laboratorio."

 

Y logró el interés de Bruce.

 

"¿En serio no hay nadie?"

 

"Ni un alma, te lo juro."

 

"Si Stark o el mayordomo nos descubren…"

 

"Pero no lo harán. Vamos, sé que te mueres por ver un laboratorio una vez más".

 

Y vaya que sí. Hacia cinco años que había dejado sus estudios por estar huyendo. Se mordió un labio pero finalmente se dejó arrastrar por Natasha. Como niños pequeños esperando ser descubiertos en una travesura, ambos bajaron hasta ese laboratorio. Ella encendió la luz y la fascinación cambió el rostro de Bruce por primera vez en días.

 

***

 

Simplemente no podía creerlo. Estaba en un avión rumbo a Nueva York. A su lado, Erik roncaba sonoramente. Loki todavía se estaba riendo por dentro del cómo había engañado no sólo al buen Selvig, también al idiota de Banks. ¡Era libre!

 

Le dio un codazo a Erik para despertarlo cuando la gente ya comenzaba a protestar por los sonoros ronquidos y por el ruido de su celular. El aludido parpadeó, se limpió el hilito de baba que tenía en la comisura de los labios y atendió la llamada.

 

"¡Hola, cariño! Ya estoy en el avión, no te preocupes. ¿Darcy está bien?… Ajá… Ajá… Oye, Jane, debo decirte algo, llevo conmigo a un nuevo hermanito para ti y Darcy."

 

Loki rodó los ojos sin despegar la mirada de la ventanilla. ¡Un hermanito! Siguió escuchando la conversación de Erik sin prestarle atención de verdad, él sólo sabía que estaba rumbo a una nueva vida.

 

Thor sonrió cuando escuchó a Jane resoplar mientras colgaba su teléfono.

 

"¿No se ahogó tu padre?", preguntó divertido mientras tomaba una bebida energética, siempre lo hacía antes de entrar a quirófano, tenía una cirugía programada.

 

"Desafortunadamente no", rezongó ella. "Quiero decir, está bien al menos. Dice que nos traerá un nuevo hermanito a Darcy y a mí. Espero que esté hablando de un gatito o algo así."

 

"No te molestes con él, te dio un hogar y una loca pero genial hermana."

 

"Y lo amo, Thor, pero es demasiado… blandengue. A veces siento que mucha gente se aprovecha de él por eso", dijo Jane y volvió a mirar el microscopio dónde tenía las pruebas de sangre de Stark y Bruce.

 

"Jane… ¿te molestaría si invito a salir a un chico?"

 

Jane dejó el microscopio para ver asombrada a Thor, pero enseguida sonrió.

 

"¿Estás loco? ¡Claro que no! ¿Lo conozco?"

 

"Es Bruce. Me gustaría que se distraiga un poco."

 

"Pues por mí no hay problema", amplió ella su sonrisa y volvió al microscopio. Pero pronto su sonrisa se desvaneció. "Thor, ven aquí… Esto…"

 

"¿Qué pasa?", inquirió el rubio acercándose a ella y tomando su lugar para mirar por el aparato. "¿Qué demonios es esto?"

 

"Es la muestra de Stark", dijo ella.

 

 

 

 

Notas finales:

Siento tardarme mucho pero en compensacion los capítulos son laaargos. Quisiera escribir sobre todos y acercar de una vez a Clint y Nat y a todas las parejitas, pero tengo una trama y luego escribo mucho. Siento si eso les aburre.

Amo todos su reviews pero ahora mismo tengo mis dudas con el fic, siento que es demasiado rebuscado... no se.

En fin. Muchas gracias por leer y a quienes me dejan sus lindos comentarios.

Bss!


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