Natsu lentamente se enderezó y se fue caminando. No podía creer que le había dicho que sí a Gajeel, no entendía cómo lo había hecho. Pero si de algo tenía razón Redfox es que su relación con Gray no avanzaría si seguían así, por eso debía de hacer algo que los saque de esa rutina, aunque eso implique dejarlo. Después de todo, había comenzado a salir con Fullbuster porque eso lo hacía feliz, así que ahora podía dejarlo porque ya no lo era, ¿cierto? Era su decisión.
Aquel paseo le había salido contraproducente, se sentía más cansado que antes, así que simplemente regresó a su casa, quizá podría dormir un poco.
Detrás de él, Gajeel estaba que no se lo creía. Desde un principio sabía que iba a ser difícil, pero no pensó que no sería así. O había hecho muy bien su jugada, o Dragneel tenía algo. De repente se enfureció. Sabía que era muy difícil poner de esa manera al pelirosa, así que Gray había tenido que hacer algo grande para lograr dejarlo así, por eso decidió ir con el mago de hielo y preguntarle directamente qué es lo que había hecho. Con ese plan en mente se fue caminando a buscar al que a su parecer, sería el próximo exnovio del que ahora sería su novio, claro, si las cosas salían bien.
Por millonésima vez en su vida, agradeció a su buen olfato de Dragonslayer por permitirle encontrar a su objetivo fácilmente, este se encontraba sentado en un parque. Se acercó a él y se le quedó viendo.
-¿Qué quieres, Gajeel?-preguntó el mago de hielo.
-He venido a hablar de Natsu.
-¿Natsu? ¿Qué tiene?
-¿Qué le hiciste?
-Nada, ¿por?
-Mientes.
-No lo hago.
-Es imposible que no le hayas hecho nada, estaba actuando de manera diferente.
-¿Ah, sí? ¿Y?
-No te preocupa lo que pase, ¿cierto?
-Él puede cuidarse solo, deberías de saberlo. Después de todo, ustedes dos ya han peleado.
-Es diferente.
-¿Qué cosa?
-La fuerza física no tiene nada que ver con la fuerza emocional.
-¿A qué te refieres?
-Lo heriste.
-¿Yo?
-¿Quién más? Tú eres el único que tiene un al alcance sus sentimientos. Eres al que eligió.
-¡Ja!- Fullbuster rio- ¿Estás bien de la cabeza? ¿Te golpeaste o algo?-dijo burlándose- No me vengas con que ahora te preocupas por él. Si se trata de algún truco para que caiga en su plan, déjame decirte por adelantado que o funcionará.
¿Plan? ¿Acaso todo eso había pasado por algo así? El Dragonslayer de metal no podía creerlo. Es decir, si ellos realmente se amaban entonces algo tonto como un plan no podría separarlos, ¿cierto?
-¿Qué plan?
-¿No te lo dijo? Que buen cómplice, ¿no? Bueno, te contaré. Elaboró todo un plan para hacerme el uke de la relación.
-¿Uke?
-El gatito.
-¿Eh?
-El que va abajo.
-¿Qué?
-El muerde almohadas.
-No te entiendo.
-Al que se la meten.
-¡Ah! ¡¿Ah?! ¿Para qué quería hacer eso?
-Yo que sé, fue una de sus locas ideas.
-¿Y por eso se pelearon?
-Sí.
-¿Y por qué simplemente no te dejabas y ya?
-¡¿Estás loco?! ¡Nunca lo haría!
-¿Por qué?
-Tú no se la has visto… Esa cosa es monstruosa… ¡Es ENORME! ¡Es como papá dragón enojado! Da miedo, inclusive parece que puede lanzar fuego por ahí.
-Yo no puedo lanzar metal por ahí.
-Nunca se sabe.
-Aja, ¿no estás exagerando?
-¡Me destrozaría!
-¿Y tú no te lo fusilabas siempre?
-Es diferente.
-Acaso… ¿La tienes chiquita?- lo miró y su rostro se transformó en una expresión felina.
Fullbuster se sonrojó ligeramente y luego regresó a la normalidad rápidamente.
-Y-ya quisieras… Soy como un iceberg, sólo se nota una pequeña parte, pero cuando se para, ¡PUM! Sale todo lo demás.
-Sabes, a veces creo que sufres de graves problemas mentales.
-¿Qué?
-Nada, nada… De todas maneras, eres un exagerado.
De pronto, Redfox recordó el porqué estaba ahí. Cierto, tenía que hacerlo sentir mal, pisotearlo, escupirlo y luego pisotearlo nuevamente.
-De todas formas. No sabes lo que le hiciste, lo heriste.
-Él me hirió más.
-Tú pareces estar perfectamente bien, por el contrario él…
-Da igual, él se lo buscó por hacer semejante tontería, aun cuando sabía que todos sus esfuerzos serían en vano.
-¿Y por eso tuviste que pisotear sus sentimientos de esa manera?
-Se recuperará, la siguiente vez que lo veamos será tan ruidoso como siempre.
-¿No te vas a disculpar?
-Él es el que se debe de disculpar.
Gajeel apretó los puños, ese maldito lo estaba haciendo enojar cada vez más. Y se veía perfectamente bien que no amaba a Natsu, el pelirosa definitivamente estaría mejor con él que con ese imbécil que no lo apreciaba.
-Deja de ser tan egocéntrico y ve a disculparte de una vez.
-No.
-¡¿Acaso no has visto cómo está?! Puede que no lo parezca, pero está destrozado, y su supuesto novio lo hizo, tú lo hiciste.
-Estás exagerando las cosas.
-Amar y ser amado.
-¿Qué?
-Eso es lo que dijo cuando hablé con él. Y sabes, él te ama, pero siente que tú no a él.
-¿Él dijo eso?
-Sí.
-Ya veo.
-¿Eso es todo lo que vas a decir? ¿”Ya veo”?
El mago de hielo no dijo nada.
-Sabes, esto te lo estoy diciendo no por tu bien, si no por el suyo. Natsu todavía te ama, pero si tú te vas a quedar de brazos cruzados sin hacer nada entonces yo haré mi jugada y me lo quedaré.
-¿A qué te refieres?
-Haré que se enamore de mí, y yo sí lo haré feliz. No como tú.
Tras decir eso, el hijo de Metalicana se dio la vuelta y se fue. Ahora que ya le había dicho, estaba en una pelea por el pelirosa, y el mago de hielo ya le llevaba mucha ventaja. Era momento de luchar y esta vez se aseguraría de ganar sí o sí. Haría feliz a Natsu y haría que se olvide del sufrimiento que le causó Gray a la vez que conseguía su amor, eso era lo que quería.