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El uke que quería ukear por Juvia Loxar

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Al pelirosa no le gustó como sonaba eso. Trató de alejarse pero el suelo de hielo no se lo permitía, por más que intentara alejarse sus manos y pies resbalaban y acababa de nuevo en el suelo. Eso hacía sentir indefenso al Dragón y no le gustaba para nada, el hecho de poder moverse pero a la vez no era extraño y desagradable.

-Oye, Gray, las cosas se arreglan hablando.

-No me vengas con eso ahora que si tú hubieras querido hablar lo hubieras hecho antes de cerrarme la cara.

-Vamos, no es para tanto, fue una pequeña bromita.

-No me gustó para nada.

-Pero no es para que estés tan enojado.

-¡Claro que lo es! ¿Sabes lo incómodo que es caminar por la ciudad hasta tu casa buscando alguna manera de que la erección no se te vea? ¡Es horriblemente difícil!

-Ya, ya… ¿Me perdonas?

-No, te acabo de decir que me voy a vengar y eso es lo que haré.

El mago de hielo entró y cerró la puerta con seguro. Con cada paso que daba el pelirosa trataba de retroceder en vano, ciertamente no sabía moverse sobre hielo. Cuando Fullbuster estuvo casi sobre Dragneel, el mago de fuego pateó la pared y se deslizó sobre el hielo, alejándose de Gray. El moreno lo único que hizo fue caminar de nuevo hacia él.

-Espera, espera. Podemos arreglar esto, no tenemos por qué llegar a estos extremos.

-Tú empezaste, ahora aguántate.

El hijo de Igneel trató de aplicar la misma una vez más, patear algo y alejarse, pero ya no tenía nada lo suficientemente cerca para patear y no quería utilizar su magia pues podría llegar a quemar su propia casa.

Después de unos segundos Natsu fue alcanzado y Gray se colocó sobre él mirándolo fijamente.

-Vamos a divertirnos, Natsu.

El Dragonslayer tenía prácticamente toda la espalda pegada al hielo, sólo sus codos que milagrosamente no resbalaban le permitían no estar completamente acostado. El moreno fue directo al cuello del pelirosa y mordió. Mordió y lamió toda su extensión e incluso chupó un poco, dejando marcas moradas sobre la piel clara. Sus manos frías, como siempre, aprovecharon la poca y reveladora vestimenta del contrario para tocarlo y pasearse por todo su torso, y pero aún, su espalda, provocando escalofríos en su pareja.

Dragneel no sabía qué hacer, en ningún momento si quiera se llegó a plantear esa situación, nunca lo apuntó en su plan y nunca preparó una solución para eso. “Maldito hielo”, pensó molesto, no podía hacer gran cosa para defenderse de Gray, si movía mucho los brazos sus codos acabarían resbalándose y sería un problema lograr colocarlo de nuevo como él quería. Pensó en utilizar su magia pero por alguna extraña razón sentía que tampoco podía. Pese a su tan magia de fuego, de la cual estaba orgulloso, sentía que la temperatura de su cuerpo bajaba, de un lado tenía el frío suelo y del otro a Gray que tenía casi la misma temperatura que el lugar.

Los fríos labios se posaron sobre los cálidos y los devoraron intensamente. Rayos, de nuevo lo estaban besando y tenía que tomar el control, pues sin importar en qué situación esté se supone que el trabajo del seme es hacerle toda clase de cosas a su pasivo, y esta vez de nuevo él lo estaba siendo. Colocó uno de sus brazos firmemente sobre el suelo y tratando de no resbalar quiso utilizar el otro brazo para apartar a Gray, pero su brazo no se movió. Se separó como pudo del mago de hielo para ver qué era lo que le impedía moverse: el huelo del suelo había envuelto su brazo y cuando miró al otro se dio cuenta de que ambos estaban presos.

-Tú… ¿Cuándo lo hiciste?

-Lo acabo de hacer.

-¿Y cómo no me di cuenta?

-Te distraje, el beso que te acabo de dar no fue simplemente por el placer de hacerlo, aproveché ese momento para hacer eso.

-Libérame.

-No.

-¿Por qué no?

-Porque no. Te has estado comportando extraño últimamente y quiero que me digas porque.

-No te diré nada.

-Entonces yo no te soltaré.

Los dedos fríos se deslizaron desde el abdomen hasta el cinturón y empezaron a jalar de él pero sin quitarlo.

-¿Debería de quitarlo?

Natsu no respondió, estaba demasiado atento a los movimientos del moreno como para hacer, después de todo, no lo habían hecho en bastante tiempo. Fullbuster se dio cuenta de aquello y decidió jugar más con él, y de la misma manera que el pelirosa había hecho. Posó su mano en la entrepierna del hijo de Igneel y comenzó a acariciarla para que se levantara, cosa que no tardó mucho en cumplirse.

-¿Te gusta? ¿Quieres más?

No, no, no. Natsu no podía darse por vencido ahora, obviamente le gustaba, pero no se lo haría saber a Gray, si no se burlaría de él, así que se quedó callado.

Gray siguió haciéndole muchas otras cosas, sólo lo excitaba y lo hacía sentir bien, no llegaba al extremo de provocarle un orgasmo, sólo estaba jugando, y así estuvieron un rato, rato en el cual el pelirosa sentía cómo su poco orgullo de seme que ya tenía se iba despedazando poco a poco.

Llegó un momento en el cual Fullbuster se detuvo y se levantó dejando al mago de fuego tal como lo habían dejado a él y peor: excitado y atado.

-Sea lo que sea que estés planeando lo descubriré.

Después de eso se fue.


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